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Pero antes de llegar a los 80 y Regina, creo oportuno invitarlos a que tomen una profunda respiracio

AQUELLOS DIAS INOLVIDABLES DE 1968

Por:R.J.LOVERA DE-SOLA

“En ese, mundo al revés que es mayo del sesenta y ocho”

Jorge Volpi: El fin de la locura,ed.2003,p.93

“Algunos movimientos son irreductibles: aquellos en que un solo hombre, un grupo, una minoría o todo un pueblo afirman que ya no van a obedecer y que van arriesgar la vida ante un poder que consideran injusto. Porque no existe poder alguno capaz de tornarlo imposible”.

Michel Foucault citado por Jorge Volpi: El fin de la locura, ed.2003,p.372

UNA AÑO DECISIVO

Para penetrar en la entraña de lo que significó 1968, aquellas horas en las cuales nació una nueva sensibilidad, un nuevo modo de ver el mundo, sobre todo para todos aquellos que apenas habíamos pasado de los veinte años en ese momento, este cronista tenía veinte y dos, es bueno comenzar por repasar los sucesos de esos doce meses para así poder vislumbrar la singularidad de los hechos de aquella primavera porque si bien la esencia fue lo que sucedió en París semanas antes se había iniciado en Praga el gran esfuerzo checo por darle un rostro humano al socialismo y ambos hechos marcharon al unísono, entre otras cosas porque los acontecimientos que se sucedían permitieron vislumbrar que algo se estaba ya insinuando, que algo, que al principio no estaba muy claro ni muy evidente, sucedería.

(Se conoce como Mayo francés o Mayo del 68 a la cadena de protestas que se llevaron a cabo en Francia y, especialmente, en París durante los meses de mayo y junio de 1968. Esta serie de protestas fue iniciada por grupos estudiantiles de izquierda contrarios a la sociedad de consumo, a los que posteriormente se unieron grupos de obreros industriales, los sindicatos y el Partido Comunista Francés.1 Como resultado, tuvo lugar la mayor revuelta estudiantil y la mayor huelga general de la historia de Francia, y posiblemente de Europa occidental, secundada por más de nueve millones de trabajadores)

Así la irrupción se presentó. Esto queremos mirar, y sobre todo, negar, rotundamente en nuestro caso, que los hechos de 1968 hayan fracasado, como lo dice un testigo de aquellos días al que más abajo nos referimos. Para nada eso sucedió. La proyección de la primavera de Praga, comienzo del fin del socialismo autoritario y la de París, sobre todo con su señal de nacimiento de una nueva sensibilidad, y de todo ese año ha sido muy grande en las vidas de quienes éramos los jóvenes de aquel momento, así estuviéramos en América Latina o en Venezuela, porque el abril Checoeslovaco y el mayo francés fueron universales, así parezca que los sucesos de París hayan sido más decisivos, ahora veremos que lo fueron ambos, tanto los de Praga como los de París y además porque la sociedad humana toda ya era en aquel año una aldea global, pese a que los satélites no habían comenzado aun a trabajar y la revolución cibernética y las computadoras estaban por aparecer masivamente como los signos de aquella “tercera ola” que pronosticó Alvin Toffler(1928) en su libro tan leído(1980), obra a la que había precedido su volumen anterior El shock del futuro(1970).

AQUELLOS SUCESOS

El 5 de enero de 1968, y esta es una noticia sustanciosa por las repercusiones que pronto iba a tener, fue

elegido Alexandr Dubcek((Uhrovec; 27 de noviembre de 1921 – Praga; 7 de noviembre de 1992)) primer secretario del Comité Central del Partido Comunista de Checoeslovaquia. Fue destituido mas tarde, tras la

invasión soviética, pero pudo ver la realización de sus sueños, veinte años exactos más tarde, cuando la noche el 29 de diciembre de 1989, el Muro de Berlín había caído el 9 de noviembre, llegó al poder la Revolución de los Claveles con el nuevo presidente Vaclav Havel(1936) a la cabeza. En la plaza Letna fue aclamado el viejo líder el 26 de noviembre. Aquel día las añoranzas por él sembradas se habían cumplido: no se había podido democratizar el socialismo que se había vuelto irreal, imposible, pero la democracia había vuelto a los países de la antigua Europa comunista, los llamados, falsamente, países del este cuando la mayoría eran centroeuropeos, como lo explicaron dos de nativos de esos países, el checo

Milan Kundera(1929) y

el polaco Karol Wojtyla, Juan Pablo II(1920-2005).

El 12 de enero de 1968 en la URSS el escritor Alexandr Guinzburg fue condenado a cinco años de prisión. No había cometido ningún delito, sólo pensar por sí mismo, oponerse a la dictadura comunista. A poco(julio 22) el científico soviético Andrei Sajarov(1921-1989), un físico muy respetado, ya disidente, protestó en carta a The New York Times por la falta de los derechos más elementales del ser humano en la URSS.

El 1 de febrero el doctor Christian Bernard(1922-2001), en Ciudad de Cabo, Sudáfrica, logró el segundo trasplante satisfactorio de un corazón. Estas operaciones habían sido realizadas por el mismo destacado cirujano desde el año anterior. La primera fue el 3 de diciembre de 1967. Fue el inicio para un gran logro de la medicina.

Estaba en aquellos días viva la guerra de Viet Nam y ya se realizaba una gran protesta contra ella en los Estados Unidos y este año la algarabía que conmovió al país entero estuvo en su cresta más alta porque fue un momento decisivo de la conciencia norteamericana. El 13 de febrero había habido un gran bombardeo masivo de las tropas unisenses contra la periferia de Saigon y el 24 lo hicieron contra el puerto de Hanoi.

La agitación política fue grande ese año dentro de los Estados Unidos: el 4 de abril fue asesinado, en Memphis, Tenesse, el líder negro pacifista doctor Martin Luther King(1929-1968). Y el 6 de junio fue

eliminado en Los Angeles el senador Robert Kennedy(1925-1968) candidato a la presidencia por el partido Demócrata, partidario de los derechos de los negros, obtenidos, en 1964, tras larga lucha, encabezada por Luther King, gracias al Civil Right Act. El ejecútese del documento, firmado en la Casa Blanca, se lo puso el presidente Lindon B. Johnson(1908-1973).

En España se iniciaron en el País Vasco, en San Sebastián, los asesinatos de la organización terrorista ETA(junio 7) cuando pusieron fin a la vida del guardia civil José Pardines Azcay.

El papa Paulo VI(1897-1978) hizo pública su encíclica Humanae vitae sobre la natalidad y el uso de la pastilla anticonceptiva, creada por un laboratorio de Chicago en 1960. El documento fue duramente criticado en todo el mundo. Fue también puesto en entre dicho por la Santa Sede el Catecismo holandés surgido en esa nación de las ideas del Concilio Ecuménico Vaticano II(1962-1965).

Fue publicado El diario del Ché en Bolivia, prologado por Fidel Castro. Ernesto Guevara(1928-1967) fue el gran mito político de esa época, el hombre que sacrificó, incluso su vida, para ser fiel a sus ideas, cosa que muy pocos, escasos, hicieron en la izquierda latinoamericana de esos días y en las décadas por venir.

El 3 de octubre fue derrocado en Lima el presidente Fernando Belaunde Terry(1912-2002) lo cual dio inicio

a la dictadura del general Juan Velasco Alvarado(1910-1977). También el 11 de octubre en Panamá el general Omar Torrijos(1929-1981) derrocó al presidente recién elegido y, aunque no ejerció la presidencia en el primer momento se convirtió en el hombre fuerte del país. Se proclamó(diciembre 13) también la dictadura en Brasil la cual encabezó el mariscal Arhur da Costa e Silva(1902-1969).

Richard Nixon(1913-1994) fue electo presidente de los Estados Unidos(noviembre 5).

Jacqueline Kennedy(1929-1994) se casó(octubre 20) con Aristóteles Sócrates Onassis(1906-1975).

Ese año Pablo Picasso(1881-1973), el siempre exilado, no hay que olvidar que el general Francisco Franco(1892-1975) gobernaba todavía en España, lo haría aun durante siete años más, donó al “Museo Picasso de Barcelona” la serie de lienzos inspirados en las “Meninas”(1656) de Diego Velásquez(1599-1660), obra del siglo XVII, considerada la mayor obra pictórica de toda la historia de la pintura, de todos los tiempos.

Rod Steiger(1925-2002) y Catherine Hepbrum(1909-2003) obtuvieron el premio Oscar, correspondiente a 1967, en Hollywood, el primero con la película Al calor de la noche y la segunda con la cinta Adivina quien viene a cenar esta noche.

Al novelista japonés Jasunari Kawabata(1899-1972) le fue otorgado el premio Nóbel de Literatura(diciembre 10), siendo el primer escritor nipón en recibirlo.

Se estrenó en España la película West side history, dirigida por Jerone Robbins y Robert Wise, basada en la opera de Leornard Berstein(1918-1990) y la celebrada pieza de Peter Weis(1916-1982) “Marat Sade”(1964), la gran obra teatral de la década.

Murieron ese año: el gran poeta italiano Salvatore Quasimodo(1901-1968), premio Nóbel de Literatura(1959), el poeta español, exilado en México, León Felipe(1884-1968), el teólogo italiano Romano Guardini(1885-1968), el pintor Marcel Duchamp(1887-1968), el crítico francés Jean Paulhan(1884-1968), el sabio español don Ramón Menéndez Pidal(1869-1968) y los novelistas norteamericanos Upton Sinclair(1878-1968) y John Steinbeck(1902-1968).

El 27 de mayo falleció en un accidente áereo, Yuri Gagarin, el primer cosmonauta soviético. Tenía treinta y cuatro años.

PROTESTAS ESTUDIANTILES

1968 ha pasado a la historia como el año de las grandes protestas estudiantiles las cuales significaron el nacimiento de una nueva generación. Las primeras que ahora pueden datarse, revisando la prensa de aquello días en las hemerotecas y en las prensa que se haya en los servidores de Internet, fueron las españolas(marzo 22) pero su sentido era la oposición a la dictadura franquista. Y en general las varias que hubo en la península estuvieron signadas por la misma razón. En ellas también insurgió una nueva generación de muchachos y muchachas.

En Polonia, en el corazón del represivo mundo comunista, fueron reprimidos los movimientos de protesta. El 18 de marzo hubo una huelga de trabajadores en Polonia en solidaridad con los estudiantes de Cracovia.

El 4 de abril hubo una gran batalla entre estudiantes y policías en Río de Janiero.

El 11 de abril fue el atentado contra Rudi Dutschke, (Alfred Willi Rudolf Dutschke (Brandenburg an der Havel, 7 de marzo de 1940 - Århus, 24 de diciembre de 1979)llamado el rojo, jefe de la Liga de estudiantes socialistas alemanes en Berlín. Rudi pronto iba estar en primer plano de los sucesos que se sucederían en las próximas semanas.

El 9 de junio el mariscal Tito(1892-1980) aprobó ciertas reformas en Yugoslavia tras los disturbios estudiantiles.

El 28 de agosto hubo en Ciudad de México una manifestación de más de 300.000 personas contra el gobierno que fue reprimida por el ejército. Pero las grandes protestas prosiguieron. El 18 de septiembre el ejército entró en la Universidad de México y hubo diez y ocho muertos. El 2 de octubre fue la gran

matanza en la plaza de “Las tres culturas” o “Tletelolco”. La notable periodista italiana Oriana Fallaci(1929-2006) estaba allí, presenció todo y lo reportó a su periódico desde donde se difundió a la prensa internacional. El maestro Octavio Paz(1914-1998), el primer pensador latinoamericano del siglo XX, embajador en México en la India entonces, renunció a su cargo en protesta contra esos sangrientos sucesos de la capital azteca(Ver nuestro “El gesto de Octavio Paz”, revista LAR, Caracas, n/ 495,1969,p.64). Pese a ello a los diez días de la masacre el gobierno mexicano inauguró, como si nada hubiera sucedido, los

XIX Juegos Olímpicos internacionales(octubre 12).

En Barcelona, Cataluña, el 17 de diciembre un grupo de estudiantes, tras el asalto al rectorado de la universidad de esa ciudad sustituyeron la bandera nacional por la roja con la hoz y el martillo. La universidad fue clausurada.

En España constantes disturbios en las universidades siguieron en los siguientes meses, y ya en 1969 a lo largo del país, como protesta por la muerte de estudiante Enrique Ruano quien se tiró al vacío desde el séptimo piso de un edificio que era registrado por la policía, el joven tuvo miedo de ser detenido y torturado por los gendarmes franquistas. Las protestas estudiantiles fueron tales en España que el gobierno impuso el estado de excepción durante tres meses a causa de las crecientes protestas juveniles(enero 24).

EL MES CENITAL

PRAGA

Pero ya se aceleraban los grandes acontecimientos: el 15 de abril fue el inicio de la Primavera de Praga. Florecieron allí entonces las libertades individuales, los jóvenes pudieron hablar libremente de política, de religión, de literatura, lo cual estaba prohibido por el régimen comunista, intensamente autoritario, el gran libro checo de aquella hora fue La broma(1967) la primera novela de Milan Kundera, escritor de treinta y nueve años entonces, publicado meses antes. El centro de al escena política praguense fue en todos esos meses, hasta que los rusos lo sacaron de su puesto, tras la invasión militar, el líder Alexandr Dubcek quien empujó a todos a encontrar un rostro más humano para el socialismo. Los sucesos Checoeslovacos siguieron su lúcido curso el 5 de julio cuando fueron rehabilitados, mediante una ley, todas las víctimas de los procesos políticos vividos por esa nación desde 1948, momento cuando el partido Comunista tomó el poder.

Esa fue la forma de proseguir el hondo proceso democrático que se vivía: descentralización económica, liberación de la prensa, realización de elecciones libres en los sindicatos. Fue entonces cuando un grupo de intelectuales dieron a conocer el “Manifiesto de las 2000 palabras” que apoyaba el proceso democratizador y criticaba la ingerencia de la URSS en los asuntos checos. Ya en julio los países del “Pacto de Varsovia”, que sostenían las tiranías socialistas, estaban preocupados por lo que sucedía en Checoleslovaquia. Leonidas Breznev(1906-1982), el primer ministro de la Rusia comunista, el gran hegemón entonces, había declarado que la URSS intervendría por todos los medios para “preservar la cohesión del bloque socialista”.

Todo lo que significó el proceso Checoeslovaco, en su búsqueda de un rostro benigno para el socialismo, se cerró con la invasión militar de la URSS a ese país hecha para poner fin a todas las reformas iniciadas el 20 de agosto siguiente día que fue el de mayor dolor para aquella nación porque la necesaria liberalización fue detenida.

PARIS

La fecha central del año comenzó el 2 de mayo de 1968 cuando se iniciaron los sucesos de París, el llamado Mayo Francés.

Los hechos, tomados de la prensa de aquellas cruciales semanas, tal como las resguardan las hemerotecas, fueron las siguientes: París vivió como consecuencia de aquel gran pronunciamiento una eclosión revolucionaria que puso en tela de juicio la bases del ordenamiento social vigente: el modo de producción, la jerarquización, la familia y las costumbres sexuales.

Algunas de las consignas que lo acompañaron fueron: “La imaginación al poder”, ”Prohibido prohibir”, “Seamos realistas pidamos lo imposible” y otras más que citaremos más adelante.

Todo comenzó cuando el jueves 2 de mayo, la fecha que hemos indicado, las autoridades decidieron cerrar la sede de La Sorbona en Nanterre para contener a los estudiantes quienes pedían una democratización profunda de la enseñanza.

Ese mismo día Daniel Cohn Bendit,(Montauban, 4 de abril de 1945) líder del movimiento “23 de marzo” y primer dirigente de la Revolución de Mayo en París, encabezó una manifestación antiimperialista en la que estuvieron presentes miles de estudiantes.

El viernes 3 de marzo el rector de La Sorbona, Jean Roche, pidió a la policía desalojara la vieja universidad tomada por la “Asamblea de Estudiantes”.

El lunes 6 cerrada la universidad 49.000 estudiantes se fueron a las calles a protestar. La educación debía alterarse, cambiarse, mutarse, el pedido de los estudiantes era que debía iniciarse un proceso educativo totalmente democrático, abierto y no represivo. Ese día se presentaron los primeros choques, una batalla campal en la que intervinieron 20.000 policías; los estudiantes, como en otros momentos decisivos de la historia francesa, como en 1848, levantaron barricadas en el Barrio Latino. Hubo 945 heridos y 422 arrestados.

El martes 7 unos 30.000 estudiantes desfilaron frente a la tumba del soldado desconocido cantando la Internacional.

El miércoles 8 apareció el primer número de Acción, órgano del movimiento de los estudiantes. El clima de agitación se extendió a todo el país. Jean Paul Sartre(1905-1980) manifestó su solidaridad con los estudiantes quienes le aclamaron, todos los puntos de vista que expresó entonces se pueden leer en su libro de 1972: Alrededor del 68.(Buenos Aires: Losada,1973. 359 p.). Hubo aquel día 8 de mayo manifestaciones estudiantiles en Estraburgo, Nantes, Rennes y Lyon. Ese día los obreros se solidarizaron también con la revuelta, hecho considerado por los reporteros de aquellos días singular.

El viernes 10 y la madrugada del sábado los estudiantes y trabajadores levantaron 60 barricadas en el centro de París, otra vez en el Paris levantado, como aquellas barricadas a las cuales se refiere Víctor Hugo(1802-1885) en Los miserables(1862). Los estudiantes resistieron con todo tipo de armas improvisadas el asalto de la guardia republicana. El ataque fue muy duro, a las 2,15 de la madrugada en la calle Gay-Lussac hubo 367 heridos graves y un total de 720 contusos, entre ellos 251 policías. Más de 80 automóviles fueron quemados. Al mediodía del sábado 11 se hizo un llamado público a la huelga general para el lunes 13.

El domingo 12 el primer ministro Georges Pompidu(1911-1974), futuro presidente de la nación(1969-1974), tomó la decisión de reabrir la universidad para acabar con los disturbios.

El lunes 13 la huelga fue acatada en toda Francia. En París, desde la plaza Denfert-Rochereau, desfilaron

800.000 personas, entre ellos el dirigente socialista Francois Mitterand(1916-1996), también futuro presidente de Francia(1981-1995), quien se había sumado al movimiento como también otros políticos.

El martes 14 los estudiantes ocuparon La Sorbona y declararon la Comuna Libre, sin duda evocando los sucesos parisinos de 1870. Los jóvenes de Nanterre declararon facultad libre al centro educacional. Los obreros ocuparon algunas fábricas. Así el movimiento se apoderó del conjunto de la sociedad francesa.

El miércoles 15 los estudiantes ocuparon el teatro Odeón, su director, el notable actor y director Jean Luis Barrault(1910-1994), se sumó al movimiento. El paro general, la paralización del país fue entonces completa. Los comunistas se opusieron a los estudiantes, “no a la aventura” dijeron los marxistas colocándose en un lugar contrario a la marcha de los sucesos. Desde ese momento dejaron de ser un partido de izquierda.

El martes 21 había diez millones de personas estaban en huelga. Cohn Bendit, por ser alemán, aunque había nacido en Francia(1945), hijo de padres germanos, fue expulsado del país, lo cual provocó una inmensa manifestación. El líder estudiantil volvió a París. El ministro de Educación Alain Peyreffite presentó su renuncia. Pocos años después el cultísimo Peyreffite se haría muy famoso por sus libros Cuando China despierte(1973) y El mal francés(1976), obra traducida al castellano, con razón, como El mal latino.

El miércoles 29 la suerte del general Charles de Gaulle(1890-1970), presidente de Francia(1958-1969), estaba echada. En Alemania, a donde voló en aquellos días, reconoció ante un amigo estar abrumado por los sucesos. Le dijo: “El país está paralizado; creo que debo retirarme. No soporto más esa efebocracia que se ha adueñado de las calles”. Pero la juventud era el gran signo de aquella época que nacía.

EL CIERRE

Pero en ese momento también la “contestación”, la crítica radical de la sociedad francesa, el gran movimiento de los estudiantes, estaba en un callejón sin salida perdido el apoyo de los obreros. A pesar de ello, de que el movimiento decaía, ya sus consignas, habían ganado la confianza de millones de hombres y mujeres alrededor de todo el mundo, en todas partes, quienes habían seguido la Revolución de Mayo paso a paso con sin par admiración, todos veían, lo pudimos ver claramente desde Caracas los también jóvenes escritores que cada una de esas tarde departíamos en el bar Páprika, cercano a la plaza Venezuela, allí comentábamos los sucesos de cada jornada y escuchábamos los agudos comentarios del pintor Alberto Brandt(1924-1970), quien tantas lecciones de vida nos dio en aquellas horas. “Este histórico mes de mayo tendrá, sin duda, una influencia profunda sobre las ideas vigentes en la segunda mitad de este convulso siglo XX” como lo registró un analista(Varios Autores: Crónica del siglo XX, ed.1986,p.1005).

Es por ello que el 29 de mayo fue el día de hacer el recuento de lo sucedido en aquellas históricas jornadas.

El vocablo “cuestionamiento” que fue una palabra nacida al calor de los sucesos del mayo francés y que luego se harían muy famosas y de uso cotidiano en todas partes habían surgido y tomado la escena. Sus repercusiones serían muchas y extensas. Perviven.

El cierre de todos los episodios los sintetizó Daniel Cohn Bendit, el líder de aquel levantamiento más de ideas que de acciones, que no es poco, al decir:”Después de todo lo que hemos vivido durante este mes, ni el mundo ni la vida volverán a ser como eran”. Así fue.

El derrotero de la vida de Cohn-Bendit, nacido en la nación gala pero cuyas raíces estaba entre los tedescos, fue su paso del anarquismo a su militancia actual en el partido de los verdes. En 2004 era Diputado en el parlamento europeo. Es también el autor de una melancólica despedida al universo revolucionario con su libro La revolución, y nosotros que la quisimos tanto(1986), obra con la cual se anticipó al fin de la utopía revolucionaria que se produjo tres años más tarde al caer el Muro de Berlín. Fue el fin del mundo autoritario, ese que había percibido tan claramente Kundera pero también el chileno Jorge Edwards(1931) con su Persona non grata(1973) el primer cuestionamiento claro del mundo comunista, en su caso de la Cuba socialista y de Fidel Castro. A este siguió cuatro años más tarde la sobrecogedora Autobiografía de Federico Sánchez(1977) del español Jorge Semprum(1923), el primer gran enjuiciamiento hecho de las formas de actuar de un partido comunista, en su caso del español.

El 16 de mayo La Sorbona fue evacuada. Trece días más tarde fue el viaje del de Gaulle confundido, a Alemania, su salida del poder fue uno de los logros de aquella movilización, su forma de poner fin a una era. Ya los líderes de la Segunda Guerra Mundial habían pasado a los cuarteles de invierno, eso también sucedió al gran de Gaulle, el último de ellos.

El 30 de mayo el partido del general de Gaulle obtuvo la mayoría absoluta en las elecciones para la Asamblea Nacional lo cual no dejó de ser una paradoja, pero explicable. Los conservadores franceses habían tenido gran temor ante la tumultuosa Revolución de Mayo. Pese a ello y que se ha creído que el mayo francés fracasó por la victoria gaullista en esas elecciones la verdad es que a poco, el 28 de abril de 1969, el general Charles de Gaulle, una de las grandes figuras políticas del siglo XX, dimitió de la presidencia y se retiró de la política definitivamente. Murió diez y nueve meses más tarde(noviembre 9,1970).

EN VENEZUELA

En 1968 dentro de Venezuela se vivía un proceso electoral. El ganador fue el doctor Rafael Caldera(diciembre 1), con él llegó por vez primera la oposición al gobierno en nuestro país(1969-1974), encabezada por un intelectual, un muy destacado profesor universitario, especialista en Sociología Jurídica y Derecho del Trabajo, figura central del cultivo de los estudios sobre Andrés Bello(1881-1865) entre nosotros, autor ya a los diez nueve años de su Andrés Bello(1935), obra de cabecera de las investigaciones bellistas.

Mientras la gente estaba enfrascada en el debate político el 29 de marzo fue ocupada por el ejército la Universidad del Zulia en Maracaibo, eran todavía los días de la presidencia(1964-1969) de Raúl Leoni(1905-1972). La rebeldía estudiantil ya se revelada en Venezuela, ello ya era evidente en el Zulia. Y una nueva generación estaba por aparecer entre nosotros, la que debemos denominar de 1968 que existe, como veremos con rasgos propios en nuestra historia contemporánea y en nuestro devenir literario. Pero antes de llegar allí debemos volver a París y a Praga.

EN LA CIUDAD LUZ

En verdad hay que reconocer que a pesar de que se le haya llamado “revolución” la de París en 1968 no lo fue: fue una rebelión, un acto de plena rebeldía, como se podría comprender si se estudian cada una de estas palabras como lo hizo Octavio Paz en su ensayo “Revuelta, Revolución, Rebelión” de su libro Corriente alterna(ed.1968,p.147-152) impreso el año anterior. El levantamiento parisiense fue una revuelta rebelde, creadora como toda rebeldía, fue un suceso que abrió todo un cambio para el mundo porque sus consecuencias en las mentalidades fueron muy amplias. Desde ese momento se hizo presente la “La imaginación al poder”, el “Prohibido prohibir”, el “Paren al mundo que deseo bajarme”, “Sean realistas pidan lo imposible”, “Decreto el estado de dicha permanente”, “La reservas impuestas al placer excitan el placer de vivir sin respuestas”, “Cuanto más hago el amor más ganas tengo de hacer la revolución”, “Un pensar que se estanca es un pensar que se pudre”, “Hay que explorar sistemáticamente el azar”, “El derecho de vivir no se mendiga, se toma”. Muchas de las consignas citadas la copió el escritor argentino en aquellos días de las paredes de París y las recogió el artículo suyo que citamos más adelante. Así se inicio la gran rebelión de los jóvenes contra el mundo de los padres que para nada gustaba a ellos. “El progreso del mundo se debe a los disidentes” apuntó más tarde Arturo Uslar Pietri(1906-2001) con mucha razón, así es(Rafael Arraiz Lucca: Grabados,ed.1989,p.34).

Hay muchas derivaciones culturales que señalar porque en verdad las mejores consecuencias de la Revolución de Mayo fueron culturales: literarias, artísticas, musicales, cinematográficas.

Pero en aquel 1968, a pesar de que ello se haya dicho, con lo cual disentimos, ya la Escuela de la

Mirada y la “nouvelle vague” habían cumplido su misión, ya no eran vanguardia, sus grandes realizaciones literarias, que fueron pocas, ya estaban cumplidas y también en el cine, su influencia ya estaba cancelada, eran lo que dice Jorge Volpi(1968) en su gran novela sobre el sesenta y ocho “unos cuantos vanguardistas decadentes”(El fin de la locura,ed.2003,p.70). La vanguardia literaria ya para 1968 eran las letras latinoamericanas. Ya se había comenzado a leer bien a Jorge Luis Borges(1899-1986), de hecho un libro tan decisivo como Las palabras y las cosas(1966) de Michel Foucault (1926-1984), uno de los grandes pensadores del mayo francés, se inspira en un texto suyo. Y Carlos Fuentes(1928), Mario Vargas

Llosa(1936), Julio Cortazar(1914), Guillermo Cabrera Infante(1929-2005) y Gabriel García Márquez(1927) habían publicado sus grandes libros y habían comenzado a ser conocidos en Europa.

Era aquella la época de la música de los Beatles(1957-1970), de Bob Dylan(1941) y de Joan Baez(1941), de la cultura hippie, surgida en la universidad norteamericana de Berkely, una ciudad cercana a San Francisco, en California. Los hippies de alguna manera aparecieron como consecuencia de

los grandes libros de la “beat generation” americana de los años cincuenta, de los de Jack Kerouac(1922-1969), como En el camino(1957) y Allan Ginbserg(1926-1997), por su muy célebre poema: Aullido(1956).

Fueron aquellos días en los cuales se inició la revisión del marxismo, del auge pleno y libre feminismo, que llevó a la revolución de las mujeres a hacer al siglo XX el siglo del sexo, gracias a Sigmund Freud(1856-1939), y de la mujer, gracias Simone de Beauvoir(1908-1986), que tan presente estuvo junto con su amado Sartre en los sucesos parisinos que evocamos. Y, claro, fue el tiempo de la libertad sexual, del gran empuje que recibió la liberación sexual.

En la Revolución de Mayo fue grande la presencia de Sartre, “Recordemos que se vivía el esplendor de Sartre” ha recordado en estos días el sociólogo venezolano Carlos Eduardo Febres, hijo, como nosotros, de aquellas horas inolvidables, así se lo refirió al periodista Juan Antonio González(El mayo francés cambió el sentido del arte. Entrevista a Carlos Eduardo Febres. El Nacional, Caracas: abril 28,2008).

Aquí en Caracas pronto tuvimos un rápido testimonio de lo sucedido en París gracias al folleto de Carlos Fuentes: 1968: la Revolución de mayo(México: Era, 1968), cuyo ejemplar nosotros perdimos en uno de nuestros divorcios y todavía lo sentimos porque nunca más alguna copia de su texto ha caído en nuestras manos. Del mayo francés también escribió Julio Cortazar sus “Noticias del mes de mayo”(Ultimo round,ed.1969,t.I,p.88-119) y aquí además lo que dijo otro testigo,

el jesuita padre Manuel Aguirre(1904-1969), en uno de sus editoriales “La nueva era de la historia” para el número 307 de la revista SIC. El padre Aguirre como educador entendió muy bien, y así lo dijo, el sentido de la protesta de los estudiantes del Sena(ver nuestro “El P.Manuel Aguirre, combatiente cristiano”, revista LAR, Caracas: 496,1969,p.105).

Dijo el venezolano Carlos Eduardo Febres, en la entrevista antes citada:”Cuando se habla del Mayo francés como una revolución, pienso que ese término no es el adecuado…el Mayo Francés fue un fracaso”, dijo esto Febres, aludiendo al triunfo electoral del partido del general de Gaulle a poco. Discrepamos: lo que abrió el mayo francés tuvo una trascendencia mucho más amplia y las elecciones francesas ganadas por los gaullistas fueron apenas un detalle. Lo logrado por la gran rebelión juvenil fue mucho más allá. Fundó una nueva época.

En lo que si tiene razón el querido Carlos Eduardo Febres es en afirmar que ”El Mayo Francés fue esencialmente una propuesta de cambio del estilo de vida de las sociedades capitalistas”, que ”el Mayo del 68 lo caracteriza aquello de no a la familia, no al matrimonio, no a la pareja, sí al sexo, si a la marihuana, no al viejo cine, sí a la nueva música” y ello porque la sexualidad y el erotismo tuvieron tal impacto en el mayo francés que se ha conservado siempre este palique entre el Rector de Nanterre con Daniel Cohn Benit: ”¿Y qué hacía usted en su casa a las tres de la tarde, interrogó el rector…(y el estudiante contestó),”Hacía el amor, algo que usted jamás hará”(Alexis Correia: El escepticismo fue la herencia del Mayo Francés, El Nacional, Caracas: abril 27,2008). Y esto porque la causa del sexo, de la libertad sexual, fue propia de esos días, empujada por ellos.

”En cambio , fue en el mundo de la cultura donde este movimiento generó una explosión interna” dice con toda razón Carlos Eduardo Febres. Así fue, es por ello que se habla de los pensadores del mayo francés:

Roland Barthes(1915-1980), el autor de los Ensayos críticos(1964) y de El placer del texto(1973) el

notable crítico literario, Louis Althusser(1918-1990) quien llevó a cabo una nueva mirada a Marx en Leer el Capital(1965) y La revolución teórica de Marx(1966) pero fue hombre de tales contradicciones interiores que terminó asesinando a su esposa,

Foucault a quien ya hemos mencionado y

Jacques Lacan(1901-1981) por su Lectura estructuralista de Freud(1971).

En síntesis la Revolución de Mayo en París tuvo una gran trascendencia en el modo de mirar al mundo porque constituyó un gran cambio en las costumbres, en los modos de ver el mundo, en los deseos de cambio, por ello fue un movimiento liberador. Lo fue además porque empujó un gran cambio en la

sexualidad, tan grande que nuestro travieso erotólogo Rubén Monasterios(1938) ha declarado que fue la época en que “las mujeres se bajaron las pantaletas”. Fue más: muchas de ellas tomaron conciencia de sí mismas y comenzaron ellas a elegir a sus compañeros de vida y de lecho. Y fueron ellas, por vez primera en la historia, por sí mismas. Las mujeres que con el tiempo sólo necesitaron a los hombres para recibir amor de ellos porque al formarse y tener sus profesiones, al ser independientes económicamente, al tener sus propios hogares pudieron vivir en libertad, gracias a la píldora elegir el momento de la maternidad y escoger sus opciones amorosas y eróticas por ellas mismas.

Y la Revolución de Mayo en París, como siempre ha sido denominada, dejó una imborrable huella en la literatura y en las artes. Desde entonces se escribió distinto, se exploró de otro modo al ser humano. De allí la reacción contra la cerebral Escuela de la Mirada, en literatura y en cine, tal el cineasta Jean-Luc

Godard(1930) y el novelista

Alain Robbe-Grillet(1922), autor de los soporíferos libros de la “nouveau roman” y teórico de la misma,

porque lo que se hizo vivo desde entonces fueron las vivencias reales, lo que acaecen en nuestra piel, en nuestros sentimientos y en nuestras sensaciones, para demostrarlo basta leer toda la obra de Milán Kundera. Y de allí lo hecho por una de las grandes autoras de la Escuela de la Mirada,

Marguerite Duras(1914-1996), cuando publicó su novela El amante(1984) y los torturados libros que le siguieron en los cuales revelaba sus íntimas vivencias y sus laberintos sexuales, su iniciación erótica está bellamente desarrollada en La amante. Así fue Margerite Duras quien cerró plenamente, con libros nuevos y vividos, la Escuela de la Mirada o nouveau roman. Y esto porque el mayo francés, su otro nombre, fue siempre una revolución de las conciencias. Casi podríamos decir que todo el tiempo de la última guerra mundial(1939-1945) y de la postguerra acabaron al iniciarse el movimiento de los estudiantes en París porque con su empuje hasta desalojaron del poder al último gran líder de aquella contienda ganada por los aliados contra el dominio de las conciencias que impuso el fascismo en todas sus variantes. 1968 fue año de la libertad. Y como la libertad es suceso que vivimos cada día 1968 nunca fenecerá, nunca acabará, siempre estará presente. “Prohibido prohibir” fue su consigna y ello no se puede pronunciar sino cuando se invoca la libertad.

EN SINTESIS

Y para rematar el por qué de nuestras afirmaciones deberíamos decir que los seis grandes sucesos cumplidos desde el fin de la Segunda Guerra Mundial fueron: la fabricación y lanzamiento de la Bomba Atómica(1945), la Constitución de la Comunidad Europea(1957), el Mayo francés(1968), el fin de la Guerra Fría(1989), la caída del Muro de Berlin(1989) que significó el fin del socialismo autoritario y la presencia del neo liberalismo, de la sociedad de marcado, de la globalización, del Fondo Monetario Internacional en estos días. Todos estos sucesos dieron carnadura el novelista mexicano

Jorge Volpi, a quien hemos citado varias veces a lo largo de este texto, para la creación de su gran trilogía novelística sobre nuestro tiempo que es desde la historia y desde la imaginación la mirada más profunda a los días que vivimos que algún autor del este mundo globalizado haya logrado hacer. Esas tres destacadísimas novelas son En busca de Klingsor(1999), hecha alrededor de los científicos nazis que quisieron inventar la bomba atómica sin lograrlo; El fin de la locura(2003) sobre el mayo francés y No será la tierra(2006) sobre la presencia de el Fondo Monetario Internacional en nuestros días y la forma como este frustró todos los ideales de la perestroika, que fue la última gran utopía aparecida en el mundo como nos lo hizo ver un especialista en ellas,

el venezolano Isaac Pardo(1905-2000) en sus Fuegos bajo agua(ed.1990,p.801-813). Y ello porque las utopías, como indica también el doctor Pardo, “son o han tratado de ser esquemas o proyectos para satisfacer el más profundo y persistente de los anhelos humanos: disfrutar de la mayor felicidad alcanzable por el conjunto social”(p.771).

PRAGA EN CARACAS

Pero si la gran utopía planteada en París no fracasó tampoco lo hizo, aunque así nos pareciera entonces, todo el proceso de renovación del socialismo intentado en Checoeslovaquia, el cual de alguna manera tendía sus redes hasta la insurrección de Hungría en 1956. Pero los ideales checos fructificarían en 1989 con la Revolución de los claveles.

La invasión de las tropas del Pacto de Varsovia, encabezado por las tropas de la URSS, acabó con la gran mutación intentada dentro del socialismo por los checos. Se impuso el autoritarismo, cuyo juicio ya había comenzado a hacer Milan Kundera en su novela La broma y culminaría en La insoportable levedad del ser(1984).

Pero también la caída de los ideales, de lo que desearon hacer los checoeslovacos, produjo un gran debate en el socialismo a nivel internacional y produjo, como sucedió en Venezuela, la división de nuestro pequeño Partido Comunista. Se formó entonces el MAS(enero 23,1971).

Pero el gran debate internacional sobre los caracteres propios del socialismo, sobre la necesaria superación y cambio dentro del comunismo de los países socialistas, sobre la búsqueda de aquel rostro benévolo y comprensivo para el socialismo que se deseó, produjo sus reacciones en Venezuela. Tres de nuestros intelectuales de izquierda produjeron obras que deben ser situadas dentro del debate universal que provocó primero la Primavera de Praga y más tarde la invasión contrarrevolucionaria de la URSS y a sus aliados. Y la llamamos así porque el sentido de los tiempos, en aquel creador e intenso 1968, estaba de lado de lo que los checos buscaban. No estaba en aquello que los rusos impusieron.

Dentro de aquel debate, y entre las grandes obras que aquel 1968 produjo entre nosotros, hay que

colocar, y en un lugar muy destacado esos tres libros. Nos referimos al de Teodoro Petkoff(1932): Checoleslovaquia, el socialismo como problema(1969),

el de Luis José Silva Michelena (Caracas, 16 de febrero de 1937 - íd. 4 de diciembre de 1988) conocido comoLudovico Silva: Sobre el socialismo y los intelectuales(1970) y

el de

Manuel Antonio Caballero Agüero (Barquisimeto, 5 de diciembre de 1931 – Caracas, 12 de diciembre de 2010: El desarrollo desigual del socialismo y otros ensayos polémicos(1970).

1968 EN VENEZUELA

Pero mientras se desarrollaban en Europa los grandes acontecimientos de la primavera de 1968 en Venezuela no solo la oposición se organizaba para ganar las elecciones y llevar a su candidato a Miraflores. Entre nosotros en aquellos meses surgió una nueva generación literaria con valores muy propios y muy específicos.

1968 constituyó primero la ratificación plena, internacional, de la valía de la generación literaria de 1958, conocida hoy también como la de los sesenta, aunque se había iniciado e año anterior, en 1957 con la impresión del libro de cuentos de Adriano González León(1931-2008): Las hogueras más altas, que fue la primera de sus obras editadas. Esa confirmación nos llegó en el momento en que en 1968 Adriano González León obtuvo con su novela País portátil el premio “Biblioteca Breve”, esta fue impresa meses más tarde, en enero de 1969, así lo dice el colofón de su edición príncipe.

Pero 1968 fue también un gran momento para la novela venezolana. Fue el año de la plenitud de Salvador Garmendia(1928-2001) con La mala vida, de la publicación de la única y bellísima novela Alacranes de

Rodolfo Izaguirre(1931), de la corroboración del talento de

José Balza(1939) a través de su segunda novela Largo. Y con la aparición del talento sin par de Francisco

Massiani a través de su novela Piedra de mar, reeditada una y otra vez, a veces cada año, desde entonces, leída y releída por muchos, amada por aquellos lectores constantes que siempre existen, aquellos que sienten predilección los buenos libros.

Pero 1968 también significó, ya lo hemos anotado, la insurgencia de una nueva promoción de escritores, cosa que siempre sucede en Venezuela el año ocho de cada década, según dice nuestra tradición literaria

oral, con la presencia de los poetas como Hanni Ossott(1946-2002), Luis Alberto Crespo(1941), Enrique

Hernández D’Jesús(1947) y Calos Rocha(1945) y los narradores Francisco Massiani(1944), Laura

Antillano(1950) y Antonieta Madrid(1939). Fue una promoción que tuvo incluso a su crítico, como le ha sucedido a todas las generaciones literarias de nuestro país. Generación que también tuvo su mayo en el proceso de renovación universitaria del año siguiente, del cual nos ocuparemos ahora, porque no podemos aislarla de nuestro 1968 y porque además fue una consecuencia de los hechos estudiantiles ecuménicos, aquellos que sacudieron a todas las universidades, las del Viejo Mundo y las de los Estados Unidos, las que hicieron que otra vez los educandos se sentaran a discutir, a buscarle un nuevo sentido a los estudios

que cursaban. Se hicieron vivos otra vez los ideales expuestos por Germán Arciniegas(1900-1999) en El estudiante de la mesa redonda(1932) su clásico libro sobre las rebeliones estudiantiles.

RENOVACIÓN UNIVERSITARIA DE 1969

Cuando nosotros llegamos a la Escuela de Letras de la Universidad Central de Venezuela, para cursar el primer año de estudios, en octubre de 1968, nosotros nos encontramos dos hechos decisivos al menos.

Uno de ellos impulsaría el proceso de Renovación que se inició siete meses después, precisamente el 12 de mayo de 1969.

LOS VENCIDOS

Pero el primer y muy doloroso hecho que hallamos fue el encuentro que tuvimos con los ex guerrilleros quienes habían bajado de la montaña y habían vuelto a estudiar. Muchos estaban físicamente enfermos, otros necesitaban urgente atención psiquiátrica. Pero la esencia de lo que escuchamos, nosotros no veníamos del radicalismo sino de la vida establecida en Venezuela por la democracia. En nuestro caso, veníamos del socialcristianismo y habíamos participado en la fundación de la Izquierda Cristiana, brazo escindido de COPEI, escrito en su vocero Venezuela urgente y habíamos sido el primer humanista cristiano en escribir en una revista marxista, Cambio, gracias a Manuel Caballero. Pero no habíamos pensado insurgir de la forma como ya lo habían hecho nuestros compañeros, de tal tentación nos había salvado el estudio de la historia de Venezuela. Pero aquellos ex guerrilleros eran casi todos veintiañeros como nosotros. Claro que como jóvenes rebeldes que éramos todos, hijos de los creadores años sesenta, mirábamos con buenos ojos a los muchachos guerrilleros por su rebeldía. No sabemos si ellos habían comprendido ya, quizá nosotros tampoco lo habíamos podido ver aún así, el resquebrajamiento de los ideales éticos de la democracia, que si percibió bien uno de aquellos guerrilleros,

Argenis Rodríguez(1935-2000), ya su primera novela El tumulto(1961). Argenis Rodríguez había escrito también cuatro años antes el primer libro sobre la experiencia guerrillera concebido por un protagonista, sus relatos de Entre las breñas. También aquel mismo 1964 Luis Britto García(1940) había desarrollado su elogio de los guerrilleros, sin participar en las acciones de la montaña, en el volumen, también de cuentos Los fugitivos. Pero lo más grave que nos pasó fue nuestro encuentro con aquellos muchachos, no habían allí muchachas guerrilleras, al menos en la Escuela de Letras. Pero lo esencial de las confidencias que escuchamos fue este: habían creído que la sociedad venezolana se podía cambiar mediante la violencia armada, por ello habían subido al monte, pero en ningún momento los dirigentes que los impulsaron a la acción los habían respaldado con su presencia en las zonas guerrilleras y con el testimonio de entrega de sus vida a aquella causa. No les dieron ejemplo al estar al lado de ellos, primero los utilizaron, luego los dejaron solos y más tarde los abandonaron. Eso fue lo primero que se abrió ante nuestros ojos al llegar a la Escuela de Letras y escuchar a nuestros compañeros los guerrilleros. Esa percepción la ampliaríamos en los

años por seguir, precisamente gracias al testimonio de las mujeres, de Ángela Zago primero en Aquí no ha pasado nada(1972) y en 1976 a través de Los farsantes de Clara Posani. Pronto nos llegó en 1975 el libro histórico Guerrilla y política, curso de su acción en Venezuela(1962-1967) del italiano Luigi Vasalsalice, seudónimo de un funcionario italiano de los organismos internacionales. Esta obra fue publicada, años más tarde aquí bajo el mote La guerrilla castrista en Venezuela(1979).

Cuando fueron publicados Los farsantes uno de los lideres del movimiento armado, uno de aquellos que lanzaron a una generación joven y llena de ideales a la lucha armada, comentó airado al leerlo “hasta cuando nos van a pasar factura”. Y eso que en la cuenta estaban registradas todas las vidas de jóvenes perdidas en aquella lucha sin sentido, que no llevó a nada. Y además los desasosiegos anímicos sin par de los que pudieron volver a la ciudad, aquellas vidas rotas de los que sentaban en los mismos pupitres que nosotros.

LAS DOS ESCUELAS

Lo segundo evidente era que había en aquel momento en la Escuela de Letras la existencia de dos escuelas, aunque para los profesores, algunos muy buenos, ello no fuera evidente. La primera Escuela de Letras era la institucional. Era buena pero sólo miraba hacia el pasado literario, había olvidado que “estudia mal quien no estudia el porvenir” según el sabio consejo de don Cecillio Acosta(1818-1881) en sus “Cosas sabidas y cosas por saber” (Obras completas,ed.1982,t.II,p.672). Esa escuela estaba dominada por el pensamiento marxista, no ofrecía otra cosmovisión y a los estudiantes de hecho nos estaba prohibido pensar por nosotros mismos, lo cual era una de las grandes máximas del pensamiento de Andrés Bello, siempre rector en América Latina, de hecho se puede deducir de su fundamental Discurso de instalación de la Universidad de Chile.(Santiago: Imprenta del Estado, 1843. 38 p.) que es la página esencial de su ideario. Está incluso en un fundamental artículo de Alberto Adriani(1898-1936), sin duda de 1936 por su contenido: “La vieja plaga y nosotros”(Labor venezolanista, ed.1962,p.251-255).

Era tal la prohibición que una vez hicimos en la clase de literatura venezolana una intervención, muy respetuosa para con el profesor, exponiendo una opinión que nos habíamos formado tras la lectura de la novela María(1867) de Jorge Isaacs(1837-1895), que era la lectura que había que hacer para aquel día. El profesor se molestó mucho con nosotros, tanto que nos dijo, lo que era un grave dogmatismo, “No se olvide bachiller que está prohibido discrepar de la opinión de la cátedra”. Esa era la situación. Esa era la Escuela en la que estábamos en un momento de insurrección mundial de los estudiantes contra las formas caducas de enseñanza, momento en que se pedían nuevos modos de análisis, de lo literario aquí y acullá.

Pero paralelamente a la vieja Escuela que no nos dejaba pensar por nosotros mismos a los jóvenes, estaba la otra Escuela fue funcionaba en los pasillos, en los cuales, durante los recreos, los estudiantes hablabamos acaloradamente de la literatura viva que leíamos. Era el gran momento de difusión de los grandes libros del “boom” latinoamericano, hacía meses que había aparecido Cien años de soledad(1967) de Gabriel García Márquez y allí, al margen de los profesores actuantes, nosotros discutíamos lo que encontrábamos en el decir de Borges y en lo que hallábamos en las novelas de Carlos Fuentes, de Mario Vargas Llosa, de Julio Cortazar, hacía apenas un lustro en que se había publicado Rayuela. Recordamos también con la pasión que el poeta Angel Eduardo Acevedo(1937), también estudiante, nos comentaba en esos días las obras del italiano Cesare Pavese(1908-1950). Y a Hanni Ossott, nuestra amiga desde la adolescencia, quien nos mostraba sus primeros poemas, con los cuales formó su primer poemario. Puesto todo así como lo mostramos era obvio que ya la necesidad de una gran protesta y de un movimiento renovador estaba a las puertas. Y así sucedió. Se acabaron así, desde el “Semestre Negro” las dos escuelas y todo el presente entró. Había que renovar los estudios literarios, la creación literaria, el escritor de poesía y narrativa, teatro, ensayo y buena crítica literaria, debían entrar en la Escuela de Letras. Era necesario crear las áreas creativas, talleres literarios, la llamada “Área mágica”, que se pudieran formar los que eran escritores entre nosotros, que las grandes figuras de nuestra literatura tuvieran acceso a la Escuela de Letras, que no se

Angel Rama (Ángel Antonio Rama Facal (Montevideo, 30 de abril de 1926 - Madrid, 27 de noviembre de 1983) y su mujer Marta Traba (Marta Traba Taín (Buenos Aires, Argentina, 25 de enero de 1930 - Madrid, 27 de noviembre de 1983) una crítica de arte y escritora argentino-colombiana)

invitara a un profesor, como lo había hecho la vieja Escuela de Letras, con el crítico uruguayo Ángel Rama(1926-1983) porque era un hombre de izquierda, ligado al terrorismo de Los Tupamaros en su país. Tampoco podía continuar la prédica a favor del realismo socialista porque la literatura latinoamericana y venezolana iba ya por otros senderos. Esa no podía seguir siendo la única razón para una invitación. La razón debería ser la solvencia intelectual, lo que podía comunicar a los estudiantes, los senderos que les podría abrir. Y claro su gran preparación. Esa debía ser la única razón. Y así fue. Y la gran consecuencia del Movimiento de Renovación fue ese: elevar la literatura, estudiarla mejor, abrir un nuevo sendero para los estudios literarios. Pero claro, como en París, ardió Troya. Pero el mensaje y el contenido permanece vivo.

LA RENOVACION

Hector Silva Michelena hermano de Luis José Silva Michelena (Caracas, 16 de febrero de 1937 - íd. 4 de diciembre de 1988) conocido como Ludovico Silva y Rudolf Heinz Sontag (nacido en 1940- 8/8/2015)

Uno de los primeros planteamientos en los inicios del Movimiento de Renovación universitaria, en la Universidad Central de Venezuela, el año 1969, fue la aparición del libro de Rudolf Heinz Sontag y Héctor Silva Michelena: Proposición para un revolución universitaria.(Caracas: Unidad Rebelde, 1969) que está también en el libro de ambos: Universidad, dependencia y revolución.(México: Siglo XXI Editores, 1970).

Y a las pocas semanas debemos anotar el inicio del movimiento de Renovación de la Escuela de Letras de esa misma universidad hecha a partir de su célebre Manifiesto redactado por los estudiantes de cuarto año, entonces el año final de la carrera. El Manifiesto trajo consigo la constitución, como en Paris, del Poder Estudiantil, la realización del llamado “Semestre Negro” que motorizaron los estudiantes y los profesores que los apoyaban, los no “cuestionados”, pese a que alguno de ellos llegó a reconocer en privado, pese a las críticas que se le hacían en el Manifiesto, que los estudiantes pensaban y hablaban mucho mejor que los profesores expulsados por los redactores del Manifiesto y por el Poder Estudiantil. Fueron entonces llamados a la Escuela de Letras para que actuaran como docentes el novelista Adriano González Leó

poeta Caupolican Ovalles(1935-2001),

el dramaturgo José Ignacio Cabrunas(1937-1995) y humorista

Aquiles Nazoa(1920-1976), los dos últimos no eran profesores titulares eran sólo escritores, una categoría excluida de la Escuela de Letras a la que se opusieron siempre los estudiantes y por ello los llamaron.

El proceso prosiguió como lo describiremos más abajo hasta el allanamiento de la universidad por el gobierno(octubre 25,1969). Se dijo que aquello fue hecho para sacar al rector Jesús María Bianco(1917-1976) pero es evidente que se hizo para frenar el indetenible y libertario movimiento estudiantil.

LOS LIBROS DE LA RENOVACION

Hay por fin una observación más que hay que hacer. Cuando Orlando Araujo(1928-1987) dice que su libro Narrativa venezolana contemporánea.(Caracas: Editorial Tiempo Nuevo, 1972. 355 p.) es irreverente, es espontáneo, que utilizará formas prohibidas de acercamiento a nuestra literatura, que será sincero siempre, Araujo nos está diciendo sigilosamente el gran secreto de este libro que no es otro que fue uno de los grandes productos que se produjeron durante el “Proceso de renovación de la Escuela de Letras de la Universidad Central de Venezuela”(mayo 12,1969) el cual brotó aquel año del manifiesto Cervantes, camarada, tu muerte será vengada. Este documento hasta ahora, pese a su significación dentro de nuestros estudios literarios y dentro de nuestra vida universitaria, sólo ha sido publicado fragmentariamente en un

ibro de Roberto Hernández Montoya, uno de sus gestores, prologado por Araujo(La enseñanza de la literatura y otras historias, ed.1975,p.91-109) y en una antología de Juan Carlos Santaella(Manifiestos literarios venezolanos, ed. 1992,p.87-99). Fue en ese momento en el cual los estudiantes en el poder dentro de la “Escuela de Letras” lo llamaron a ella y le otorgaron una cátedra a Orlando Araujo, quien si bien era profesor de la universidad por ser también Economista era también uno de nuestros principales críticos literarios y destacado filólogo muy bien formado pero nunca había podido lograr ser profesor de la “Escuela de Letras” porque la mediocridad imperante temía y tenía miedo de su talento. Pero vino en aquellos días, dictó sus cursos y de allí, del ímpetu de aquella hora, del empuje de aquellas semanas, de lo sentido y vivido, de la necesidad de cambio en la forma de los estudios literarios que los estudiantes proclamamos surgió Narrativa..., su visión, el rescate de la crítica literaria para llegar a todos, el ideal de estudiar la literatura del presente. A la gente de “Letras” en aquel 1969 si nos importaba la Guerra de Troya, en ellos nos diferenciábamos de los estudiantes insurgentes del momento en Francia, donde había sucedido la “Revolución de Mayo” en la primavera anterior y de muchos de los jóvenes que se formaban en las universidades norteamericanas. A nosotros nos interesaba el pasado y la tradición pero deseábamos verla con otros ojos, más críticos, hacer verdad “que la crítica se convirtiese en el ‘arte de no ser gobernado y pagar un precio’” que se lee en la novela del tantas veces citado Jorge Volpi(El fin de la locura,p.352) por ello no entrábamos dentro del enjuiciamiento a aquellos estudiantes hecho por el maestro Uslar Pietri(¿Qué nos importa la Guerra de Troya?,Fantasmas de dos mundos, ed.1979,p.31-41) pero también, muy imperiosamente, nos interesaban las letras del presente y sobre todo en aquella hora los libros que estaban cambiando el rumbo de la literatura latinoamericana, los que muchachos y muchachas de aquella hora, como ya lo hemos apuntado, leíamos ávidamente pero los cuales no se estudiaban en la “Escuela de Letras”. Y el magisterio de Araujo, no sólo él, ayudó mucho al logro de este ideal. Y como su impetú pudimos escuchar a otros seres admirados pero nunca admitidos en la “Escuela de Letras”: José Ignacio Cabrujas(1937-1995) fue invitado a dictar una cátedra sobre el teatro venezolano que resultó inolvidable, entre otras cosas por las bellas modulaciones de su voz de gran actor. Otro tanto lo constituyó el curso sobre el humorismo venezolano que dictó, con toda su gracia, señorío y mucha cultura, el gran Aquiles Nazoa(1920-1976). También la visita de los estudiantes a la tumba del poeta José Antonio Ramos

Sucre(1890-1930) en Cumaná, a quien ya considerábamos el primer poeta del país así hubiera escrito toda su obra en prosa, fue otro evento largamente celebrado. En la vieja “Escuela de Letras” que murió en 1969 no se consideraba a Ramos Sucre poeta porque no escribía en versos, por ello estaba casi proscrito pese a la forma como lo admiraba un joven profesor de la “Escuela de Letras” y también notable poeta,

Rafael Cadenas(1930), a quien Ramos Sucre mucho le había influido. Y por ello Ramos Sucre, a quien los estudiantes reivindicaron, durante mucho tiempo fue excluido de la antologías poéticas que se publicaban en el país, excepción hecha de las Lecturas para jóvenes venezolanos (ed.1954,p.229-230) del maestro Uslar donde estaban dos poemas suyos: “El retórico” y “El mandarín”. Se llegó a pedir que se compilara una antología especial de la prosa poética para incluirlo(¡Qué él no había escrito nunca prosa poética, lo suyo era el poema en prosa que es otro modo de expresión, distinto¡). Hubo quien llegó a la máxima incomprensión del gran y torturado vate al decir que la mejor prueba de que era un poeta era que sus poemas en prosa se podían escribir en columnas y tenían sentido, se podía ver que era un poeta. Eso escribió el crítico padre Pedro Pablo Barnola(Poesía sucrense,ed.1970,p.22). Escribir poemas en prosa, hay que decirlo hoy otra vez fue la máxima aspiración del romanticismo porque en ellos se fundía prosa y verso, Octavio Paz así lo indica en Los hijos del limo(ed.1974,p.98). Y, claro, la libertad sexual, vivísima entre nosotros en aquellos días de la “Renovación”, fue hondamente festejada. Aquello fue todo un acto renovador. Fue por ello que el viaje a Cumaná se convirtió en un gran happening orgiástico.

Y a todo ello contribuyó Orlando Araujo con su Narrativa...Y esto también llenó su Contrapunteo de la vida y la muerte.(Caracas: En la raya,1974. 117 p.), su análisis visceral de la poesía de Alberto Arvelo Torrealba(1905-1971), el autor de las maravillosas Cantas(1932). Y, consecuencia de ello, fue que muy

rápidamente dos estudiantes creadores de la escuela publicaron sus poemarios: David Gutiérrez Caro(1946) con Los pájaros fornican en la catedral(Valencia: Universidad de Carabobo,1971. 54 p.) y Hanni Ossott con sus Espacios para decir lo mismo(Caracas: Universidad Central de Venezuela,1974.132 p.). Con el tiempo Hanni Ossott escribiría uno de los grandes poemas de nuestra literatura “Del país de la pena”(de El reino donde la noche se abre,1987) y esa nación del verso suyo es Venezuela, esos tristes, esos apesadumbrados, somos los venezolanos.

Mayo 23,2008

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