Para muestra un boton...El femenino en Venezuela
4 artistas venezolanas del siglo XX
Marie Noelle Roche Rolando, Isabel Palacios y Ani Villanueva Brandt, hijas de las “pioneras”, celebraron el reconocimiento de las cuatro artistas / Foto Manuel Sardá
CAF celebra su septuagésima exposición. Mary Brandt, Elsa Gramcko, Luisa Palacios y Maruja Rolando protagonizan la colección que inauguró el pasado 11 de noviembre en homenaje a la creatividad e ímpetu de estas reconocidas mujeres, referencia de las artes visuales en el país
El Nacional. Papel Literario
MARIELA PROVENZALI11 DE DICIEMBRE 2016 -
A los 20 años de labor continua desde su creación en 1996, la Galería CAF celebra su septuagésima exposición con la reunión de cuatro artistas venezolanas que han sido referencia en las artes visuales de Venezuela desde mediados del siglo pasado
La muestra Pioneras está constituida por un conjunto de obras perteneciente en gran parte a la colección de la Galería de Arte Nacional GAN y a coleccionistas privados de las artistas Mary Brandt(1917-1985), Elsa Gramcko,(9 de abril de 1925, Puerto Cabello, Carabobo - 1994, Caracas), Luisa Palacios (Caracas, Venezuela, 10 de mayo de 1923 - Caracas, Venezuela, 16 de septiembre de 1990) y Maruja Rolando(1923-1970)
Reunir una selección de obras de estas notables mujeres, en un mismo recinto, busca destacar la complicidad y la intimidad que ellas mantuvieron al haber convivido tiempos particularmente interesante en las vanguardias artísticas, por haber compartido inquietudes, por haber sido amigas, pero sobre todo por poseer el ímpetu creativo, el carácter rebelde y la sensibilidad que las caracterizaron.
Pertenecientes a familias tradicionales y allegadas al arte, las cuatro recibieron una educación esmerada, viajaron por el mundo y formaron hogares, pero lo más relevante en ellas, es la disposición que hicieron de esa condición privilegiada para abocarse con pasión a su vocación artística, absorbiendo la influencia de los grandes movimientos plásticos de su época, que las llevó al desarrollo de sus propios lenguajes, dejando un prestigio y un legado imprescindible en la historia del arte venezolano.
Espacios de encuentro compartido con intelectuales y otros creadores del momento, generaron un ambiente de libertad en su alrededor, lo que fue asimilado por las cuatro artistas para dar lugar a nuevos lenguajes que desarrollaron en talleres de trabajo y de experimentación.
Unidas por la actitud de búsqueda de lo esencial, también las enlaza una misma ambición estética. Audaces todas, buscaron romper límites, traspasando tanto los esquemas tradicionales de creación artística como los esquemas tradicionales de la sociedad a la que pertenecieron, dejando entrever temperamentos que pueden leerse en sus obras.
Se podría decir que Mary Brandt necesitaba ir más allá de lo convencional, como impulsaba a infringir reglas. Su rebeldía se percibe por igual en un sutil y a la vez mordaz dibujo, como en una rasgadura o doblaje de un lienzo. Parece haber vivido entre lo abstracto en la pintura y lo figurativo en el dibujo, uniéndolos en una extraordinaria obra gráfica. Fue miembro fundador del Taller de Artistas Gráficos Asociados TAGA.
Reflexiones, por Mary Brandt
Elsa Gramcko ofrece una paleta que recuerda la ciudad salitrosa de su niñez, quizás su fuente imaginaria. Su poética se devela tanto en la más delicada abstracción sobre una tela, como en su obra informalista, que aunada a la pasión por la materia y la incorporación de particulares objetos. Es sin duda, de los grandes hitos del arte contemporáneo nacional. Premio Nacional de Escultura 1968.
Objeto 32, por Elsa Gramko
La naturaleza curiosa y la avidez por el conocimiento de Luisa Palacios pudieron haberla llevado a crear ese –su– Taller al que asistieron intelectuales y afamados creadores nacionales e internacionales para discurrir sobre temas del momento. En su obra pictórica neofigurativa, de contenido emocional, transmite un virtuosismo y libertad gestual que contrasta con la rigurosidad que el grabado impone, disciplina artística de la que fue precursora en el país. Su vocación docente la llevó a crear el Taller de Artistas Gráficos Asociados TAGA.
Sin título, Luisa Palacios
Maruja Rolando, de gran sensibilidad y sencillez, un ser sin ataduras, quiso explorar nuevos espacios al crear atmósferas en su obra informalista, tendencia en la que se destaca, que pareciera complementar con su obra gráfica, la cual sugiere estructuras armadas, como soporte de las masas pictóricas. Esta fusión devela quizás su pasión por la arquitectura. Participó en la representación de Venezuela en la Bienal de Sao Paulo 1961.
Soledad, Maruja Rolando
El mérito personal de cada una de estas cuatro mujeres es haber logrado desligarse de una vida que pudo haberse consolidado en los límites propios de su tiempo y de su condición social. Pero el espíritu libre y la voluntad de desarrollarse integralmente en sus caminos creativos, fueron atributos que las vincularon y lograron hacerse pioneras de sus propios destinos.