De la Luna Nueva en Capricornio que cierra el año 2016 a la Luna en Acuario que abre el nuevo ciclo
Finalizamos el año 2016 y comenzamos el 2017 con una interesantísima carrera de relevo de 4x100 metros planos, prueba olímpica de atletismo de alta competencia en la que la Luna en
Capricornio, que regirá las noches entre el 29 y el 31 de diciembre tiene inicialmente el “testigo”, representando el pasado, lo rigido y pesado al que nos aferramos por temor a cambiar lo conocido por lo nuevo, realidad que nos exige a cada uno de nosotros, como atletas que elegimos vivir este momento, tomar fuerzas desde nuestro interior, ese inframundo de sombras y luces que hemos entrenado a lo largo del 2016, para llegar a este final del ciclo cósmico e iniciar uno nuevo
pasando el testigo al presente, con proyección al futuro, lleno de novedosas posibilidades, en medio de la
esperanza y la fe, representado por la Luna en Acuario que regirá las noches del 1 y 2de enero del 2017, finalizando la carrera venciendo al juego del destino, representado en el cambio de año, el reloj del tiempo que mide la velocidad de los corredores para realizar tan esperada transmutación en la soledad absoluta de nuestro encuentro con nosotros mismos . Las palabras claves son: estructura y discernimiento
representados por el entrenamiento de alto rendimiento necesario para alcanzar el objetivo final, que implica disciplina, conocimiento y activacion de nuestras verdaderas posibilidades para optimizarlas y asi salir vencedores en la carrera, ya que siendo la Luna la que la dirige, serán las emociones con su carga de ilusión, las que comandaran el intercambio energetico, representado en el paso del testigo de una realidad tradicional y conocida a la otra inesperada y novedosa, marcada por la tendencia que los seres humanos tenemos a refugiarnos en el utero confortable, la experiencia inicial experimentada al ingresar a esta nueva encarnacion de la mano de la madre biológica y circunstancias vivenciales que elegimos, representadas por la Luna en la posicion que ocupa en nuestra carta natal, que será afectada por Saturno primero y luego por Urano, la cual no justifica ni refrenda el deseo de quedarnos estancados en la zona de confort, sino que debe, a través de su descubrimiento llevarnos a que tomemos conciencia de nuestra ilusión, traerla al presente y con ese conocimiento integrado podamos dar el salto cuantico que señalan estos tiempos,
invitándonos a superar las pruebas de Saturno, regente inicial de Acuario, que nos propondrá en primera instancia un gran miedo, una paralización ante lo nuevo, que es la primera lectura que tenemos ante la Luna en Capricornio, para dar paso a la estructura de un plan de realización personal estrategico acorde con nuestra verdadera misión de vida, señalada por la ubicación de los nodos lunares en nuestro horóscopo, teniendo como clave del juego la superación del miedo a traves de la valentía que da la información, el conocimiento de uno mismo, la Fe, la integración de la luz y la sombre en nuestro inconsciente personal y colectivo, como nos hace sentir la Luna en Capricornio entre el 29 y 31 de diciembre, a través de su invitación a focalizar nuestra mirada hacia dentro de nosotros mismos, para dar a luz un nueva criatura, según la verdadera esencia de nuestro SER, representado en la Luna en Acuario. Entender que es en el plano emocional, ese que moviliza la posición de la Luna en nuestra carta natal, en el que se realizara el intercambio de energías, que nos permitirán acceder al mundo de posibilidades que el 2017 colocara ante nuestros ojos, iniciando un ciclo nuevo en nuestra existencia, si sabemos interpretar los símbolos que tenemos impresos en nuestro inconsciente, saldremos ya, de una vez por todas, del mundo del autoengaño gracias al liberador descubrimiento de nuestro REAL SER, si logramos sacar a la luz y darle fuerza a esa VERDAD INTERIOR que la luna negra oculta en Capricornio impone, para acceder a un nuevo amanecer personal y colectivo, que la Era de Acuario con los avances que a la evolución humana aporta. No tengamos miedo de acceder a nuestro inframundo, estaremos iluminados y acompañados por la Luz que también es parte de nosotros, de nuestra realidad humana, pues la Luna y el Sol son las dos luminarias principales de nuestro mapa natal, y el uno no puede hacer su papel sin el otro, asi como la Luz no existe sin la oscuridad, sin la Sombra y ambas están llamadas a integrarse en el nuevo ser humano integrado,
como lo anuncia la Era de Acuario que poco a poco toma cuerpo y se manifiesta…Ganemos la carrera, eso espera la Divinidad y todo el cosmos de cada uno de nosotros. No cedamos al miedo, nos espera un futuro de realizaciones inimaginables. Ampliemos nuestra conciencia asi como el atleta se esfuerza por llegar a la meta para la cual ha sido entrenado y el conscientemente ha aceptado el reto hace mucho, mucho tiempo.