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¿Quienes han escrito, detras de las celosias de las viejas ventanas coloniales y con sus atrevimient


Hoy 10 de febrero es tambien dia de Santa Escolastica, la hermana de San Benito de Nursia quien hizo reconocer al Papa Gregorio Magno en su II libro de los Dialogos dedicado al Santo Patrono del Monacato de Occidente y de Europa, que la mujer puede mas que el varon, porque puede mas quien mas ama, y casualmente por eso las mujeres en Venezuela han dejado una historia, que aunque no ha sido oficialmente reconocida, ahora en tiempos del despertar del femenino en la Tierra, no puede ser silenciada por mas tiempo.

Comencemos por una amante de Simon Bolivar, pariente lejana de Maria Corina Machado, la aguerrida lideresa de la oposicion venezolana, que ha sido maltratada y silenciada aun por la misma oposicion nacional, pero no han podido callarla. Simon Bolivar no solo amó a Manuela Sáenz, una caraqueña lo cautivó durante las horas más difíciles de su vida.

Pepita Machado, el amor caraqueño de Simón Bolívar

Un busto de Simón Bolívar con su nuevo rostro/Reuters

De la amplia y colorida vida amorosa del Libertador son María Teresa Rodríguez del Toro y Manuela Sáenz las mujeres más conocidas. Pero Josefina Machado, una joven aguerrida y hermosa, lo cautivó durante las horas más difíciles de su vida

MIRLA ALCIBÍADES /ALCIBIADESMIRLA@HOTMAIL.COMEL NACIONAL 3 DE FEBRERO 2013 - 12:01 AM

Con frecuencia hemos oído hablar de los amores de Simón Bolívar. Nos hemos acostumbrado a aceptar que dos habrían sido las mujeres que ganaron el corazón del Libertador. Una de ellas fue su esposa, María Teresa Rodríguez del Toro y Alaiza. La otra, la quiteña Manuela Sáenz, con quien se ha asegurado que tuvo la relación amorosa más larga.

Quienes se han detenido a estudiar el entusiasmo amatorio de Simón Bolívar han elaborado una lista de aquellas que más le inquietaron el corazón. En ella figuran los nombres de, por mencionar sólo algunas, Fanny de Villard, Teresa Lesnais, Ana Lenoit, Julia Cobier, Bernardina Ibáñez, Joaquina Garaicoa, etc., etc. Llama la atención que ninguna de las citadas hasta este momento era natural de Venezuela.

A partir de lo dicho, cabe una pregunta inmediata: ¿no hubo una compatriota del Libertador que supiera conmover su fibra de hombre apasionado? La respuesta es afirmativa: la hubo. En las primeras reflexiones sobre este tema se le citaba como Josefina Madrid. Hoy se sabe que el nombre verdadero era Josefina Machado, aunque entre familiares y allegados era conocida como Pepita o Pepa Machado.

Pertenecía al estrecho círculo de privilegiados de la fortuna que tenían una posición destacada en la Venezuela colonial. Es un hecho que la cercanía entre ambos se fortaleció a partir de agosto de 1813, cuando el ejército libertador entra triunfante en Caracas. Venía de reconquistar territorio venezolano desde los Andes hasta la zona central. Cuando la avanzada de oficiales llega al centro de la ciudad, el general desciende del caballo. Al poner pie en tierra es rodeado por un grupo de jóvenes. Algunos años más tarde, José Domingo Díaz, el conocido antipatriota, dirá que sumaban “dos o tres docenas de señoritas”.

La pequeña tropa femenil, todas ataviadas de blanco, coronan al general con rosas y laureles, y riegan con flores el camino por donde el héroe va pasando. La música, los vivas y los fuegos artificiales resonaban por toda la ciudad. Con seguridad entonaron canciones patrióticas y portaron las insignias que identificaban a los triunfadores. Pues bien, una de esas jóvenes era Josefina Machado. La íntima relación entre ambos comenzó a tejerse en ese mismo instante.

Consejera y amante. Con Josefina Machado, Simón Bolívar inaugura una práctica pública que mantuvo a lo largo del tiempo con las parejas que tuvieron relevancia en su vida. Así procedió, por ejemplo, años más tarde, con Manuela Sáenz. De tal manera, Pepita opina, ejecuta, decide y dirige. Interviene en los asuntos de Estado y es una interlocutora valiosa para el amante general a la hora de asignar cargos de responsabilidad.

Pero la volátil fortuna sella la suerte de la naciente república. Llega el año de 1814 y las tropas de Boves arrasan todo a su paso. Los habitantes de Caracas tenían dos maneras de huir: por La Guaira, desde donde se podía tomar una embarcación a alguna isla del Caribe; o emprender el éxodo por tierra hasta el oriente del país. Es muy probable que Bolívar haya intervenido para que su amada tomara la primera ruta: era más rápida y segura, pero se necesitaban contactos para disponer de una embarcación, tan codiciada en esos momentos; el dinero para pagar el viaje también era importante. Ambos requerimientos: capacidad económica y las relaciones necesarias las tenía Bolívar.

El hecho cierto es que, desde ese mes de julio de 1814, la pareja no tuvo cercanía física por un buen tiempo. Pero estaban los vínculos epistolares. Con toda la agitación que vivía en esos tiempos de incertidumbre, Bolívar no le perdía pisada. De no haber mantenido comunicación constante, no habrían sabido dónde y bajo qué circunstancia se volverían a encontrar.

La ocasión se presentó en 1816 cuando se estaba organizando la expedición de Los Cayos. Brión es el financista de la empresa y solicita el mando para Bolívar. Éste le escribe de inmediato a la joven, que vivía el exilio con la madre y la hermana en la isla de Saint Thomas. Pero las tres mujeres no llegan. Pasan los días y Brión exige la inmediata salida. En eso llega la noticia de que las damas se aproximan.

Vienen unos momentos que no pueden más que desconcertar a los lectores actuales. De repente, una expedición que se viene preparando cuidadosamente, pues de ella depende la recuperación de territorios perdidos, se suspende. ¿La razón? Pepita y Simón, Simón y Pepita. Ambos construyen el nido de amor durante dos días en una de las embarcaciones de la escuadra: La Constitución. Tenían casi dos años sin verse. Posiblemente los casi mil hombres que integraban la expedición pudieron entender que su jefe militar tenía necesidad de tal desahogo, ¿o, tal vez, no?

Finalmente salen de Los Cayos el 10 de abril de 1816. La acometida marítima tenía un primer destino en la isla de Margarita. Después estuvieron en Carúpano. En ambos lugares Pepita fue el centro de las tertulias a las que asistía la oficialidad. El 6 de julio, en la tarde, Bolívar desembarca en el puerto de Ocumare. Morales repele el ataque. Pepita acompañó a Bolívar en esa avanzada. En la huida, el Libertador dispone los medios para que “la señorita Pepa”, como solía llamarla, se refugiara nuevamente en Saint Thomas.

Nueva separación pero, a su vez, nuevas vigilancias del (para ese momento) maltrecho militar azuzado por las ansias de Pepita. Todavía en junio de 1818 siguen en comunicación. Pero el amante cela. Es cuando encarga a uno de sus primos, también exiliado en Saint Thomas, noticias sobre su esquivo amor. Leandro Palacios le transmite nuevas sobre la dama. Es seguro que el parte recibido del familiar lo intranquiliza, pues lee en esa carta: “Ella es una joven bien parecida, y de consiguiente no le faltarán pretendientes”. Bolívar no deja que algún pretendiente la asedie. Es así como la hace llevar a Angostura. Nuevo encuentro apasionado y pronta separación. Son muchas las exigencias militares del momento.

El Libertador está en campaña. Por el lado de ella, la más temida enfermedad de la época, la tuberculosis, mina su salud. Algunos dicen que sale de Angostura para encontrar al amado; otros, que se dirige a Nueva Granada en busca de sanación. El hecho es que muere en el camino, tal vez en Achaguas. También en este punto hay incertidumbres. No hay certeza sobre el año de su muerte, pudo ser 1819 o, quizás, 1820.

En todo caso, estuvieron unidos, aun en la distancia, alrededor de seis años, si damos por cierto el deceso en 1819. Ella fue un hito en su vida del que, tal vez, ni él mismo tuvo conciencia. Cuando sale la expedición irlandesa desde Margarita el 6 de marzo de 1820, los seis buques de guerra que comanda Brión van identificados con los siguientes nombres: Urdaneta, Orinoco, Brión, Bogotá, La Popa y Josefina. ¿Un último recuerdo para esta mujer singular?

Concubinas Presidenciales Venezolanas

Muchas veces las amenazas a la libertad provienen de las amantes correspondientes a los autócratas.

Muchos gobiernos y especialmente en Venezuela, han sido tremendamente nocivos en su ejemplo para la moral pública. Desde los tiempos de El Libertador hasta el pasado reciente, las concubinas presidenciales han tenido un importante protagonismo y ante ellas se han postrado todos los estamentos sociales. En la época democrática, las dos amantes presidenciales más poderosas, quienes se hicieron de importantes caudales públicos presidenciales, son las señoras Blanca Ibañez y Cecilia Matos. La primera fue la amante del único ex presidente vivo, Jaime Lusinchi y la segunda de Carlos Andrés Pérez, recientemente fallecido. Era hilarante y casi de película hecha por Fellini que en 2011 esta señora Matos disputase mediante litigio si el cadáver del ex mandatario se quedaría en Miami, según deseo expresado por ella, o que se sepultase a Venezuela, según resolución que adoptó la esposa legal, señora Blanca Rodríguez de Pérez.

A las amantes presidenciales venezolanas les ha rendido pleitesía lo más granado de la sociedad venezolana, persiguiendo privilegios y prebendas. La historia republicana venezolana comienza con el caso de Da. Barbarita Nieves, amante del General Páez y quien postergó a la esposa legítima, Da. Dominga Ortiz, siendo que fue esta última quien sí acompañó al Presidente en sus campañas independentistas. Así que residiendo en su casa de La Viñeta, ante Nieves empezaron a doblar la cerviz los representantes sociales venezolanos.

El Libertador, en el tiempo precedente de la Gran Colombia, legó una vida sexual desordenada con damas de diversa índole. Se ha intentado construir una historia de amor duradera con Da. Manuelita Sáenz, quien le salvó la vida en el frustrado atentado en 1828. Lo cierto es que en su testamento El Libertador ni menciona a esta dama y su relación mutua es más bien una historia de Bolívar huyéndole a Da. Manuela entre 1822 y 1828 entre Quito, Perú y Colombia. A favor de esta dama puede mencionarse que quedó sin un centavo tras morir Bolívar, que fue heroica acompañante bélica del prócer, mas lo cierto es que fue una señora casada quien tuvo por amante al titánico Bolívar. Aunque Bolívar procuró guardar las formas y separarse de ella, Da. Manuela vivió en las residencias presidenciales de La Magdalena y la bogotana, siendo que fue una noche pernoctando allí cuando salvó a El Libertador, con un temple admirable. En cualquier caso, aún hecha toda la apología de esta gran dama, lo cierto es que era estaba casada con el señor Thorne cuando se entregó a los amores bolivarianos.

Ya desde tiempos de Da. Manuela, la amante presidencial llegaba a usar uniforme y de hecho tuvo rango de Coronel. Lo cierto es que precedía en el uso de prendas militares s la amante de Lusinchi, Blanca Ibañez. Quienes tanto se indignan en los tiempos actuales y pretenden construir una historia democrática feliz antes de Chávez, olvidan que la amante, en este caso Secretaria Privada, de Lusinchi, portó traje de la Guardia Nacional al socorrer a gente durante la crecida del río maracayero Limón. Y hoy en día varios apologistas de Ibañez, como Ramos Allup, están haciendo oposición a Chávez y restándole espacio a jóvenes promesas políticas sin ese pasado truculento.

El daño a la moral pública de colocar a las amantes en el puesto de Primeras Damas y darles injerencia en los asuntos públicos es una vergüenza histórica venezolana bien documentada por el historiador y periodista Carlos Capriles Ayala, en un libro que ha de estar descontinuado en ediciones, Sexo y Poder. Concubinas reales y presidenciales. En Venezuela desde Manuelita Sáenz hasta Cecilia Matos. Fue publicado en Caracas por el Consorcio de Ediciones Capriles en 1991, recién concluido el mandato de Lusinchi y en pleno apogeo de Cecilia Matos como amante de Carlos Andrés Pérez en su segundo gobierno.

Ya el título atrae, mas el libro es una obra maestra. Ciertamente Venezuela dista de ser excepción en aventuras extraconyugales presidenciales, ya que el autor recorre el caso de EEUU con casos como el de Jefferson, F. D. Roosevelt y Kennedy, perdiéndose el episodio Clinton-Lewinsky. En cualquier caso, a diferencia de Venezuela, estos casos son más excepción que regla.

El libro tiene varios párrafos dignos de citas. Acá van algunas:

Los hombres [venezolanos] parrandeaban y tenían queridas, pero eso se consideraba incorrecto y debía ocultarse ante los hijos y la sociedad. Todos los Jefes de Estado venezolanos actuaron bajo esa premisa, excepto Simón Bolívar, José Antonio Páez, Cipriano Castro, Carlos Andrés Pérez y Jaime Lusinchi.

Y añade:

Desde el Libertador, quien por otra parte era un hombre libre, pues era viudo, y toda la gama de personalidades que se han sucedido en el ejercicio de la Primera Magistratura nacional, solamente Joaquín Crespo, Rómulo Gallegos, Rafael Caldera y Luis Herrera Campíns han mostrado a sus compatriotas una imagen de buenos esposos y padres de familia.

Y el mismo autor lanza dos hipótesis interesantes para la historia institucional venezolana:

Nuestros Presidentes de la República no han sido casi nunca modelos de buenos esposos o padres de familia ejemplares. En cambio, muchas veces han compartido las complejas tareas de administrar un país bochinchero y revoltoso como el nuestro, con aquella otra mucho más difícil como es la de lidiar con una amante que reclama derechos y plantea reivindicaciones en competencia con la Primera Dama de la Nación. Es una tarea ardua. Muy difícil de compaginar y realizar ambas exitosamente. De ahí proviene, en hipótesis que dejo para más acuciosos investigadores, el que se haya fracasado tan estruendosamente en la primera de esas misiones. No así en la segunda.

Y este otro planteamiento complementa el anterior:

En Venezuela la moral no ha sido la nota característica de sus hombres públicos y nunca estos se cuidaron mucho de ocultar sus hazañas sexuales. Los presidentes de la República recatados, padres y esposos ejemplares, sirviendo de modelo digno de emular por sus compatriotas, han sido escasísimas excepciones, tanto en el Siglo XIX como en la actualidad. Por ello ha sido inútil pretender que los venezolanos sean honestos y paradigmas de virtudes para sus hijos. Descuidada la vida familiar, la honradez y la honestidad son menoscabadas, y el comportamiento cívico en consecuencia, tampoco pu4ede ser ejemplar.

Como consecuencia de ello, la bastardía es una marcada característica de la población en Venezuela que se mantiene casi constante, pues todavía solamente 47% de los venezolanos nacen dentro de uniones legítimas; sin contar, por no ser posible su estimación dentro de los datos estadísticos, aquellos que nacen en hogares conflictivos o desunidos. Este dato es muy significativo no por el hecho de ser en sí de ser los venezolanos en su mayoría hijos naturales, sino por lo que esto pudiera representar de paternidad irresponsable y de la formación moral y cívica de los venezolanos (…)

Nadie ha pretendido examinar el fenómeno como plausible causa de nuestra frustración y fracaso como nación. La familia venezolana ha sobrevivido, huérfana de guía y ejemplo desde las alturas del Poder.

Sin moralismos o mojigatería, está claro que es difícil inculcar una vida donde se respeten los derechos fundamentales básicos en alguien que ya nace como fruto de relaciones ilegítimas o bien en hogares disfuncionales. Y menos aún si los máximos representantes públicos exhiben una conducta irresponsable con los valores familiares y peor aún, colocan a sus amantes como validas para el ejercicio del poder.

Este fue el caso de Lusinchi. Blanca Alida Ibañez Piña fue su querida, posterior esposa y la mujer que más poder político ha tenido en la historia venezolana. En este caso, la blandura de carácter correspondiente a Lusinchi, enamorado como un quinceañero de su amante, arrojó como resultado un entramado gubernamental donde la Secretaria Privada Presidencial urdió fraudes con dólares preferenciales, compras automovilísticas, complejos urbanos y ultrajó el uniforme militar al portarlo.

Sin defender a Chávez, los tiempos democráticos previos a 1998 estuvieron caracterizados por las desvergonzadas redes de corrupción lideradas por las queridas presidenciales, entre ellas principalmente Ibañez y Cecilia Matos.

Los valores morales importan y sin ellos es imposible alcanzar una libertad individual y social plena.

Ahora bien, lo que sorprende como dato curioso es que la administración pública venezolana actual, la cual se ha saltado todas las normas imaginables del derecho público, irrespetando la propiedad, politizando al ejército, exhumando al mismísimo Libertador, defendido la tiranía cubana, saltándose a la torera cualquier rendición de cuentas… Este engendro actual de gobierno apenas ha dado pábulo para comentarios sobre amantes femeninas y corrupción vinculada a ellas. El Presidente actual, divorciado dos veces, ha quedado sin rehacer vida marital y los círculos privados raramente rumorean sobre el nombre de alguna querida poderosa en las altas esferas. En los tiempos de Lusinchi era tema ineludible de cualquier conversación y era motivo para amplia chacota, el poder correspondiente a Ibañez.

¿Qué ocurre ahora? Difícilmente se trata de una nueva moralidad en la vida sexual de los gobernantes. Parece que, o han cambiado de orientación sexual sus preferencias o bien han alcanzado una condición ascética, quizás asexual. Es realmente curioso. Tampoco se conoce algo semejante para Fidel Castro. ¿Su amante es la Revolución? Algo indudablemente turbio debe existir en la vida sexual de estos personajes, mas curiosamente es desconocido por el público, siquiera mediante el indispensable chismorreo.

En fin, si esto puede ser el preámbulo de una vida familiar ejemplar, aunque pocos de los hombres públicos actuales parezcan hombres de hogar, quizás sí haya una verdadera Revolución…

Opinión Independiente

carlosurgente@yahoo.es

Cedice Libertad

Historia pasional de Venezuela

La mayoría de los presidentes ha tenido una "vida pasional" que ha marcado vidas, mujeres y...

SOLEDAD MORILLO BELLOSO | EL UNIVERSAL

domingo 16 de junio de 2013 12:00 AM

La mayoría de los presidentes ha tenido una vida pasional que ha marcado sus vidas, las de sus mujeres... y las nuestras. Páez casó con Dominga Ortiz en 1809. Tuvieron dos hijos. En 1821, conoció a Barbarita Nieves. Con ella se pone a vivir. Por 26 años fue conocida como la amante. Barbarita convirtió a Páez en un caballero, músico y amante de las artes. Tuvieron cuatro hijos. En otras camas Páez procreó varios hijos naturales. Vargas tuvo una hija natural, Josefa María. En 1826 casó con una viuda, Encarnación Martín. A los 11 meses, ella muere y deja a Vargas viudo.Soublette tuvo varios hijos naturales y legítimos. A su esposa, Olaya Buroz, Soublette le decía "Mi urraca". Era chiquita, flaca, de ojos saltones y labios picudos y lo celaba mucho. José Gregorio Monagas casó con Benita Marrero, hija de un cacique, quien ya tenía dos hijos. Ella murió y él desposó a su cuñada Clara con quien tuvo otros nueve hijos. José Ruperto Monagas casó con Esperanza Hernández, mujer sin abolengo, quien luego de ser Primera Dama regresó a Barcelona, para allí llevar una viudez de carencias. Tal fue la quiebra económica que hubo de emplearse de lavandera y fregona. Julián Castro tuvo una concubina, María Nieves, hija ilegítima del general José Laurencio Silva. Casaron en 1843 con ya cuatro hijos bastardos. María Nieves sobrevivió a Castro, quien murió en la miseria en la Casa de Beneficencia de Valencia. Manuel Felipe de Tovar casó con su prima Encarnación Rivas, quien al poco tiempo contrajo tifus y perdió la razón. No tuvieron hijos. Manuel Felipe y Encarnación se mudaron a Francia. Allí él falleció. La viuda loca fue trasladada a su casona en la esquina de El Conde donde murió. Triángulo amoroso Guzmán Blanco tuvo un hijo con la curazoleña Ventura Lobo, "el negro Guzmán". Casó luego con Ana Teresa Ibarra. Mantuvo un triángulo amoroso con su cuñada Anastasia Ibarra. Con Ana Teresa tuvo seis hijos. Los tres -Antonio, Ana Teresa y Anastasia- fueron a vivir a París y allí falleció Anastasia. A los meses él murió de mal de amores. Linares Alcántara casó con Belén Esteves con quien tuvo seis hijos. Al enviudar, Belén casó con el doctor Francisco Yépez y tuvo otros cuatro hijos. Rojas Paúl contrajo nupcias en 1853 con María Josefa Báez. No tuvieron hijos y adoptaron dos. Rojas Paúl era muy faldero. Tuvo affaires con la contralto italiana Larguerccia y con Olimpia Guelcher, teniendo hijos como José Pérez y según dicen el pintor Armando Reverón. Murió viudo, viejo y enfermo en 1905. Andueza Palacio casó con Isabel González. Con ella tuvo tres hijos. Andueza -dado al trago, pico'plata y mujeriego- tuvo un hijo con una Figueredo. En las aguas de la lujuria y la bebida nadó hasta su muerte a principios del siglo XX.Ignacio Andrade era mujeriego. Casó a los 50 años con Isabel Sosa, que era bella y entrada en carnes. Tuvieron nueve hijos. Leí que en Caracas se decía que "se ha casado viejo, ha tenido más hijos que un piojo y está clueco con ellos; nadie lo saca de la alcoba; hace seis años que no hace sino criar hijos. Ese hombre es una partera". Siendo aún Presidente, escapó del país con su esposa e hijos, para vivir un exilio miserable. Murió en La Guaira a los 89 años. Cipriano Castro bailaba muy bien, era aficionado a la bebida y su perdición eran las mujeres. Casó con Zoila Rosa Martínez, de 16 años. A las mujeres las prefería de estreno. Las damitas le eran seleccionadas por celestinos. Acabó teniendo más de 22 "amigas del corazón". Entre ellas, una dama de apellido Domínguez, Domitila Hernández, Rosa Gutiérrez, Luciana "La Chanito", la Fuentes, la Rodríguez, Blanca Gouvirand, la Alemán y Berenice. En el exilio de Puerto Rico lo atendía una hija. Doña Zoila vivía aparte, ambos en la pobreza, a pesar de lo mucho que había saqueado Castro el erario. No se casó con ninguna Juan Vicente Gómez tuvo muchas concubinas y con ninguna casó. Entre ellas estuvo Dionisia Bello de Torres, a quien Gómez robó a su marido y con quien tuvo siete hijos. Gómez jamás amaneció con mujer. Existen documentos que certifican treinta y tres amantes -Ladera, Pernía, la Rojitas, Carmen Rodríguez, la Catalana, una bailarina española, Josefina Jaimes y varias en el Táchira y Caracas-; la cantidad de hijos censados llega a 74. En 1904 Gómez se une a Dolores Amelia Núñez de Cáceres. Con ella tuvo otra tanda de hijos. López Contreras casó tres veces. Primero con Luz María Wolkmar. Ella lo dejó antes de morir y le heredó sus seis hijos. Luego casa con Luisa Elena Mijares, de la que se divorcia en 1934. Entonces contrae nupcias con María Teresa Núñez. Medina Angarita casó cinco días antes de ser Presidente con Irma Felizola, divorciada de Luis Vegas. Tuvieron cuatro hijos. Dicen que tuvo de amantes a Carmen Luisa Duque y a la catira Carmen Julia Sarría, quien no soportó y acabó suicidándose. Después y antes de la señora Felizola tuvo dos hijos con Estrella Serfatty, quien le querelló por paternidad en Miami. Gallegos casó con Teotiste Arocha. Ese matrimonio duró 45 años. No pudieron tener hijos y adoptaron a Sonia y Alexis. En 1950 Teotiste murió en el exilio de México. Él nunca volvió a casarse. Murió el 5 de abril de 1969. Delgado Chalbaud encabezó la Junta Militar de 1948. En Francia conoció a Lucía Levine, rumana, izquierdista y descontrolada, con quien se casa. Al no avenirse con su esposa sostiene relaciones con Ana Teresa Dagnino, con Mimí Herrera y una dama de apellido Capriles. Pérez Jiménez era mujeriego, al punto que se reservó La Orchila para bacanales con mujeres traídas de La Habana, Miami y Santo Domingo. Casó con Flor Chalbaud, hija de un militar, con quien tuvo tres hijas. Sus líos de faldas fueron vox populi. Prefería a las mujeres blancas y de tipo europeo. Se hablaba de la Carías, la Margulis, la Bouvat, la Inserri, la cubana Martha Lorenz (con quien tiene una hija y ella tuvo un hijo con Fidel Castro) y hasta una peruana que hizo pública la paternidad de su hijo. Democráticamente Betancourt casó en Costa Rica con Carmen Valverde de cuyo matrimonio nace una hija. Años después se une con René Hartman con quien contrajo nupcias.Leoni casó con su prima Carmen América Fernández, doña Menca. Tuvieron cinco hijos. Fueron un matrimonio de cuento de hadas. Prácticamente murieron uno detrás del otro, de pura nostalgia. Lusinchi se enamoró de su compañera de estudios Gladys Castillo. Con ella casó y tuvieron cinco hijos. En el Congreso conoció a Blanca Ibáñez, que tenía dos hijos y quien se convirtió en su secretaria privada y al poco tiempo en su amante. El litigio de divorció de doña Gladys duró seis años hasta que se instala en Miami y Lusinchi pudo casar con Blanca. Exiliados de Venezuela, años después se separan. Hoy Lusinchi vive en la pobreza y el olvido. Carlos Andrés Pérez casó con su prima Blanca Rodríguez. Tuvieron seis hijos. En el Congreso se enreda con Cecilia Matos, con quien tiene dos hijas. Hace unos años Pérez falleció en Miami. Hubo una querella legal entre las dos familias por los derechos a decidir el destino de los restos. Chávez casó en primeras nupcias con Nancy Colmenares. Fue su esposa por quince años. Tuvieron tres hijos. Luego casó con Marisabel Rodríguez. Tuvieron una hija. Se divorcian en 2002. Chávez muere en marzo de 2013. Ni Nancy ni Marisabel acudieron al velorio. Es la historia pasional de Venezuela. Da para una larga novela. smorillobelloso@gmail.com

María Antonia Bolívar y Palacios

La hermana monárquica y realista de Simón Bolívar

Este artículo no versa sobre una heroína de la Independencia sino sobre una mujer que marcó distancia con esa gesta y actuó apoyando a los realistas y al rey. Se trata de María Antonia Bolívar y Palacios, la hija primogénita del matrimonio constituido por María de la Concepción Palacios y Blanco y Juan Vicente Bolívar y Ponte, y hermana mayor de el Libertador Simón Bolívar. Publicamos hoy aspectos escasamente difundidos sobre su vida.

Por: Teresa Sosa

Nació en Caracas el 1º de noviembre de 1777; mujer de la aristocracia, una mantuana caraqueña. Su familia se remontaba a los conquistadores de Tierra Firme, la cual poseyó mucha tierra, esclavos, numerosos inmuebles en Caracas y La Guaira, y cuyos hombres ocuparon posiciones y empleos de prestigio en la colonia y por estas razones gozó de los privilegios que ese linaje le otorgaba: admisión a los hombres a la universidad, espacios preeminentes en las iglesias y ceremonias de Estado, y el honor de ser enterrados en la misma catedral.

María Antonia quedó huérfana de padre a los ocho años y de madre a los catorce, tres meses después de la muerte de ésta, estando aún en severo luto, don Feliciano Palacios y Sojo, su abuelo materno y tutor, la casa con su primo en tercer grado Pablo Clemente y Palacios. Aportó una dote por la notable suma de 80.000 pesos y tuvo cuatro hijos en el matrimonio. Su marido era un hombre enfermo que a posterior quedó reducido a la invalidez y perdió sus facultades mentales.

Contexto socio-histórico

Para entender a María Antonia en sus opiniones, posturas y decisiones, no hay que descontextulizarla, sino que es preciso analizarla, en primer lugar, desde la historiografía tradicional como mujer de su época en la jerarquía patriarcal institucionalizada por la sociedad colonial imperante, donde la vida de las mantuanas discurría a la sombra del linaje de los hombres y de los mayorazgos (su hermano Juan Vicente heredó el la familia y el Libertador el de un tío sacerdote).

A las mujeres de la familia les esperaba un matrimonio impuesto, procrear, proporcionar la primera educación a los hijos/as en el seno de la familia, y si el marido fallecía antes que ellas encargarse del cuido de los bienes familiares y hacerlos prosperar, casi siempre asesoradas por un varón de la familia o unido por amistad estrecha a la familia; la mayoría de las viudas no volvían a casarse. Tal fue la suerte de su madre María de la Concepción, quien a la muerte de su marido, viuda a los veintiocho años, tuvo que enfrentar los problemas de la familia, seguir juicios y discusiones, apoyada por varones de su familia. Al igual que su hija María Antonia, Concepción fue casada a los 15 años, en su caso con un hombre de 47 años.

En segundo lugar, analizar a María Antonia, contradiciendo la reseña historiografía tradicional de que las mujeres no tenían ningún espacio de acción en la sociedad colonial. Porque algunas como ella se resistieron a permanecer calladas y marginadas de los negocios y de la política, aunque siguieron siendo leales defensoras de los mecanismos que sostenían las diferencias y desigualdades sociales de toda índole. La lucha de María Antonia era por mantener sus privilegios de clase social y por sus bienes materiales, de ahí emerge su autonomía, actuando de acuerdo a sus ideas e intereses particulares.

La lucha por sus bienes

María Antonia era la hija mayor, asimiló y asumió plenamente las características del contexto cultural, social y político patriarcal donde nació y creció, que fueron salvarguadados por el estado español y los mantuanos, poseía mucha riqueza y la defendía. No en balde le escribió al Rey de España en 1816 pidiéndole que no la penalizara por llevar el apellido Bolívar porque ella seguía siendo una fiel servidora del Rey.

Ella solicitaba que le devolvieran todos sus bienes que le habían sido confiscados durante la guerra. María Antonia manifestó su rechazo a las iniciativas independentistas desde los intentos revolucionarios de Gual y España en 1797 y de Miranda en 1806. Por ello no entendió y vio con sumo disgusto que sus tres hermanos (Juan Vicente, Simón y Juana) se involucraran en el movimiento independentista.

En este sentido, la historiadora venezolana Inés Quintero, señala lo siguiente sobre María Antonia:

…una mujer consecuente con las impresiones de su primera educación y fiel a las máximas de sus progenitores. Formada desde su infancia en los valores y principios que compartían las familias de la aristocracia mantuana, educada en los rígidos conceptos morales que debían florecer en una doncella de bien, acostumbrada a las comodidades y opulencia que distinguían a la familia Bolívar y Palacios, de las más principales de la provincia por su fortuna y por su prosapia… (Quintero, Inés, La criolla principal, María Antonia Bolívar, hermana del Libertador, Caracas, Fundación Bigott, 2005)

En 1813 cuando su hermano Simón lanzó desde Trujillo el Decreto de Guerra Muerte, María Antonia desoyendo las amenazas, auxilió y escondió en su propia casa a un grupo notable de realistas y no cambió sus opiniones cuando su hermano entró victorioso a la ciudad en agosto de 1813.

En 1814, cuando las tropas realistas se aproximaban a Caracas, la orden de Bolívar fue desocupar la ciudad para impedir su arrasamiento. María Antonia creía que podría hacer valer su lealtad al rey y se oponía a salir. Bolívar la obligó, convencido de que no recibiría clemencia.

Vivió con su familia en Curazao hasta 1816, en donde sufrió las privaciones y la marginalidad propias del exilio; escribió en varias ocasiones a la Real Audiencia de Caracas sin ser escuchada. En 1817 se trasladó a La Habana, donde obtuvo de la Real Audiencia de Caracas el desembargo de sus bienes y en 1819, del Rey de España, una pensión de 1000 pesos la cual, por nuevos ruegos, le fue duplicada el año siguiente.

Después del triunfo patriota, y siendo Bolívar el hombre más poderoso de Venezuela, regresó ya viuda a Caracas, motivada muy especialmente por recuperar el control de todos los bienes. Estos no parecían interesarle mucho al Libertador quien, para su manejo, había dado poder precisamente al hijo mayor de María Antonia, Anacleto, a quien ella misma consideraba inepto e irresponsable.

María Antonia logró que el Libertador destituyera a su hijo Anacleto del poder que le había otorgado y se lo diera a ella, quien asumió funciones con un gran dinamismo y buenos resultados, ya que logró recuperar casas y haciendas. Bolívar sentía especial afecto por sus dos hermanas, María Antonia y Juana. Su hermano Juan Vicente había fallecido en 1811 en una contienda de la guerra.

Desde el año 1822 hasta 1827 la historia de María Antonia fue reconstruida por la historiadora venezolana Inés Quintero sobre la base de su correspondencia con Bolívar, en la que se trata casi exclusivamente de asuntos económicos. No obstante, en las cartas de María Antonia, es patente que sus intereses económicos estaban muy por encima de cualquier consideración sobre la suerte de su hermana viuda, de su cuñada viuda y sobrinos. Ella no tuvo ningún reparo en tratar de bribones aun a sus tíos y otros parientes si se oponían a sus intereses.

La imagen que queda es la de una mujer centrada en sí misma, con una autonomía que pasa sin reparos a la desobediencia de los designios de su hermano sobre los bienes que le pertenecían a él, y ahora sí, muy interesada en el mantenimiento de su poder político, por cuanto eso le reportaba a ella grandes beneficios.

En sus cartas a su hermano Simón ella repite su angustia por la falta de orden social, es decir, por el orden jerárquico y desigual que veía perdido. Ya no había respeto; la gente lo criticaba todo, inclusive a las autoridades.

Contra el olvido histórico

A María Antonia Bolivar apenas se la menciona no sólo por ser una mujer criolla y principal, sino por la incomodidad que conlleva la inclusión en el relato nacional de una hermana de Bolívar realista y opositora de la causa independentista, cuando es sabido que la guerra de Independencia dividió a la sociedad venezolana. Esta polarización comprometió por igual a los hombres y las mujeres que habitaban la provincia de Venezuela

Nota: nos fue muy útil para este artículo la información obtenida de:

GARRIDO, M (2006). Reseña de “La criolla principal, María Antonia Bolívar, hermana del Libertador, de Inés Quintero. Historia Crítica. Nº 31. Universidad de los Andes, Colombia.

Tomado del blog "Palabra de Mujer"

Nota sobre el libro que la dio a conocer y se conviertio en gran best seller en Venezuela.

Título: LA CRIOLLA PRINCIPAL Autor: QUINTERO, INES

Editorial: FUNDACION BIGOTT

ISBN: 9806428382

Año de Publicación: 2003

Materia: BIOGRAFIAS

Sobre la autora: Inés Quintero Montiel es historiadora (UCV,1981) y Magíster en Historia (UCV, 2002), investigadora del Instituto de Estudios Hispanoamericanos y docente en la Escuela de Historia en la misma Universidad. Otros libros publicados:El Ocaso de una estirpe,1989. Antonio Guzmán Blanco y su época,1994. La conjura de los mantuanos,2002. El ultimo marqués, 2005.

Tambien debo citar a la digna abogada Dra. Rocio San Miguel como testigo de las crueldades del gobierno castro/chavista/madurista. El testimonio de la Dra. San Miguel delata por si mismo todo lo que han sufrido mujeres anonimas en Venezuela...Y el machismo del soez colombiano autobusero de muy pocas luces que nos gobierna impuesto por el Plan macabro de los Hermanos Castro Ruz desde Cuba, actitud hacia la mujer que ostenta todo el regimen desde sus inicios hace muchos años...Esta vez el supuesto "macho chavista comunista" se detiene a burlarse del vestuario de la esposa del preso politico Leopoldo Lopez, sra. Lilian Tintori, en su visita al Presidente de Estados Unidos Donald Trump, como si el hecho fuera un desfile fashion, propio para el cotilleo entre mujeres y no un asunto del Estado venezolano que supuestamente, el preside...

Y en honor de Santa Escolastica, coloco lo escrito por el monje

benedictino, P. Beda Hornung osb., en su blog "Vision Contemplativa".

viernes, 10 de febrero de 2017

Mujeres Presencia Amor

A lo largo del Evangelio de Marcos se percibe cómo Jesús es abandonado progresivamente por todos (Marcos 3,6: los fariseos y herodianos; 6,4-6: la sinagoga de Nazaret; 11,18 y 14,1-3: los sumos sacerdotes y letrados; 14,10-11: uno de los doce; 14,50-52: todos sus discípulos, incluso un joven que huye desnudo). Hasta que, al final, termina en las manos y a merced de sus enemigos. Ya no se puede hacer más nada por Él.

Sin embargo, dentro de esta situación tan triste hay un mensaje muy alentador e importante para todos nosotros. Lo explicaré un poco más detalladamente: la segunda parte del evangelio de Marcos es en grandes líneas un texto anterior que se escribió unos cuatro años después de la muerte y resurrección de Cristo, y que Marcos incorporó en su evangelio, ampliándolo ligeramente. Está escrito en trece trípticos. Las tres partes de cada tríptico están unidas por un tema o motivo común. El último tríptico nos habla del misterio pascual: la muerte, sepultura y resurrección del Señor. Cada una de estas tres partes tiene como eslabón la presencia de las mujeres. Es una presencia y actividad amorosa en medio de la impotencia frente a los hechos consumados de una situación tan dolorosa. Durante la muerte estaban allí mirando a distancia (Marcos 15,40); y en la sepultura observaban dónde lo habían puesto (Marcos 15,47). No pueden hacer nada, pero están presentes.

Finalmente, el primer día de la semana compraron perfumes para ir a ungirlo (Marcos 16,1). Fue el último gesto de amor que podían hacer con el difunto. Hicieron lo que podían. Pero estaban preocupadas por el obstáculo de la piedra enorme que les cerraba el paso al lugar donde iban a embalsamar el cuerpo de Jesús. Cuando llegaron, ¡la piedra estaba removida! ¡El cuerpo no estaba! En vez de poder hacer lo que se habían propuesto, el resucitado les salió al encuentro y les dio otra misión: ¡vayan y digan! (Marcos 16,7).

Eso fue un cambio muy radical; Dios no permitió que pudieran cumplir con su propósito, sino que les dio una tarea nueva, mucho más importante, la misión de ser testigos. Se puede decir que Dios no miró su idea equivocada, la de embalsamar un cadáver, sino que respondió a su motivación que era buena; lo hacían por amor.

Dios no se fija tanto en nuestros proyectos - estos pueden fracasar por ser equivocados. Él se fija en nuestro corazón, en lo que realmente queremos hacer, en nuestro grado de amor. Si éste es nuestra motivación, no importa lo equivocado que pueda ser lo que nos proponemos, Dios siempre lo cambiará y lo perfeccionará para incorporarlo a sus planes. Los obstáculos serán removidos y encontraremos una situación totalmente nueva donde nuestro amor podrá actuar.

Hace muchos años leí una frase muy bella: orar es hacerse presente a una Presencia. Podemos tener muchas inquietudes en nuestra oración, muchas intenciones y súplicas. Pero a medida que éstas no son egoístas, y nuestra oración viene del deseo de estar en presencia de Dios, Él nos tocará el corazón, nos sanará, y nos dará una misión que no había estado en nuestros planes. Pero descubriremos que, a lo largo de toda nuestra vida, Dios ya nos había preparado para ella.

Los que practicamos la oración centrante, tenemos una experiencia de esto. Simplemente nos hacemos presentes a la presencia de Dios, consentimos a su presencia en nosotros. Habría tanto que hacer en este mundo que nos rodea. Pero lo mejor no es siempre lo que queremos hacer nosotros. Los planes de Dios son más sabios. Al trabajar según nuestros planes podemos encontrar obstáculos insuperables. Pero si estamos motivados por un amor auténtico, Dios nos saldrá al encuentro, removerá los obstáculos, y nos dará la misión que nos tenía destinado desde toda una eternidad. Nuestra presencia silenciosa ante Dios no es una presencia inactiva. Como fruto de estos encuentros tendremos mucho que hacer. Pero será la obra de Dios, donde Él manifestará su fuerza en nuestra debilidad.

Todos necesitamos una buena dosis de la actitud de estas mujeres que seguían amando con su presencia silenciosa, impotente, aparentemente inactiva. Porque sólo cuando asumimos nuestro vacío, Dios nos llena con sus dones.

ECLIPSE DE FEBRERO 2017 ¡SALTO CUÁNTICO DE GAIA! por Alana Messineo www.elportaldealana.com 9 de Febrero 2017

En cada nuevo reporte, me doy cuenta de que la mirada astrológica no es suficiente, ha de ser superada, porque la intervención de factores energéticos de fuera de la galaxia, y, más aún, de fuera del Universo, piden atención y atraen nuestro enfoque.

Estamos entrando en un nuevo, enorme salto cuántico de consciencia. Los acontecimientos cósmicos de los próximos días son excepcionales, y por tanto, este reporte no aportará demasiada información acerca de su impacto psicológico, o de la dirección a tomar para aprovecharlos mejor.

Simplemente, voy a describir la magnitud del escenario celeste, y recomiendo a cada uno, sentir cómo vibra en la lectura del reporte, y en la recepción de información y de la energía emitida a través de la palabra escrita.

En la noche del día 10, se produce un Eclipse Penumbral de Luna, en el Eje Leo-Acuario.

En Febrero 11, un cometa se acerca a la Tierra, y es posible que se muestre, cerrando el gran montaje celeste.

El eclipse comienza a las 23.34 hora española, 20:45 hora venezolana y se hará completo dos horas más tarde, visible en casi todo el mundo, excepto en Australia.

Al mismo tiempo, los planetas se alinean en dos formas geométricas perfectas.

1. Un Rectángulo Místico, compuesto por Júpiter, Luna, Urano y el Sol, del que surge una Espiral Fibonacci, la representación generadora de armonía universal, a través de la infinita expansión y contracción.

2. Un Pentagrama!, cuyos puntos de confluencia están dados por Saturno, Urano, Luna, Sol y Júpiter. El pentagrama, es un símbolo del ser humano en equilibrio. Hay en esta figura, un participante oculto, pero patente. Es el Gran Centro Galáctico, conjunto a Saturno.

Las dos figuras, funcionan como Sellos, son dos Sigilos que el Cielo envía a la Tierra, a cuya impronta Gaia responde haciendo crecer la fuerza interna con que se está liberando de la matrix.

Gaia se torna cada día más Presente.

A nivel humano, esto quiere decir, que más y más personas comenzarán a percibir la realidad, fuera de la caja de hierro impuesta por la manipulación masiva. Esto significa Despertar y Creatividad.

El eje Leo Acuario en el que se instala el Eclipse, señala que nuestra liberación es impulsada cósmicamente ahora con fiereza, aportando instrucciones, inspiración y energía para una nueva forma de encarar la vida.

Momento a momento, vamos a entrar, a partir de ahora, en una naciente Nueva Inteligencia, resolviendo nuestros obstáculos y problemas desde perspectivas y estrategias completamente frescas, inéditas, íntimamente ligadas a la En-carnación de nuestra Esencia.

Gaia está despertando, se está desperezando, y toda la oscuridad, toda esta noche oscura del alma que la humanidad está viviendo, es resultado de las convulsiones que Madre Tierra, Tara (así se llamaba la Tierra en la antigua Lemuria), está produciendo para romper y atravesar las redes oscuras en las que ha permanecido atada hasta ahora.

Entramos en una nueva fase de purga colectiva. Así, cuanto más apretado te estés sintiendo, o te hayas sentido en estos últimos tiempos, más poder puedes obtener de este momento, si te enfocas en la Gran Visión, y no en los aspectos limitantes de la situación que tienes delante. Has de darte cuenta de que tu “problema”, es un desafío que te conduce a tu toma de poder. Y que tu toma de poder, no está ligada de ninguna manera a unas acciones desconectadas de tu Esencia.

Pero lo más asombroso es la comprobación de que Gaia, esta vez, se comporta como participante activa, y está respondiendo, como corresponde a un Ser Despierto, desde su propio interior.

Vamos a hablar del fenómeno asombroso que se ha producido en estos días, en relación a la Resonancia Schumann.

La resonancia Schumann, es una medición de las ondas que surgen de la superficie de la Tierra, y hacen impacto en la ionosfera.

Este latido terrestre, cuando fue descubierto, vibraba en 7.8 Hertz, (ciclos por segundo), sorprendentemente, este ritmo era equivalente a la vibración del cerebro humano, en condiciones de vigilia.

Años después de ser descubierto, el latido de la Tierra comenzó a acelerarse, a 8, 10 y 12 Hertz.

En seguimiento a cada aceleración, las ondas del cerebro humano, comienzan a vibrar en consonancia con las de la Madre Tierra. Por la Ley de Unidad, el sistema energético humano busca alinearse y resonar con la Tierra. En su intento de adecuarse a ella, registra, por ejemplo, taquicardias, mente nublada, mareos y todos los signos, que no síntomas, de los cambios de ADN.

Pero luego, todo el sistema, los cuerpos físico, mental y emocional van entrando en una fase de mayor integración, y lo que nos separaba del conocimiento verdadero, comienza a caer. Con cada aceleración, la matrix que ha separado al ser humano de reconocer su verdadera naturaleza, se va resquebrajando.

Cada aceleración del latido de la Tierra, produce, a su vez, un aumento en su frecuencia. Y, junto con esa subida, una aceleración del tiempo.

Cada elevación de la Resonancia Schumann, genera una disminución de la gravedad, y una reactivación del ADN de todos los seres que habitan el planeta.

A partir del 2014, el latido de la Tierra alcanzó picos de 16 Hertz.

Pues bien, en la semana anterior, una fuerza desconocida ha subido el latido de la Tierra a 36 Hertz, en sólo dos días!

Esto significa, que será cada vez más difícil para la multitud dormida cuyo paradigma se apoya en el consenso, mantener la cabeza escondida en la arena del miedo inducido y la manipulación masiva.

En la vida de cada uno, el Latido va a sacar a la superficie toda verdad, toda negación, y toda maniobra de control.

La puesta en orden, la ruptura de la red de inconsciencia colectiva, que ya viene desplegándose desde el año pasado, puede producir súbitos e inesperados finales. Hay una limpieza de los miedos más profundos, y un corrimiento de velos.

Para la masa de almas que están trabajando en el crecimiento consciente, hay una limpieza de la ingenuidad, y de la tendencia a dejarse abusar. Detrás de esta vanguardia energética, de la que formas parte, porque, de otro modo, no estarías leyendo este reporte, viene el empujón ascendente a quienes no han despertado todavía.

Este es, sólo en parte, el panorama energético que se constela con este Eclipse.

Aquí va una meditación para hacer en las horas del Eclipse, y hasta quince días después:

“Estar al aire libre. Si esto no es posible, al menos, colocarse junto a una ventana o en un balcón.

Si tienes un cristal, previamente limpiado y activado, lo puedes sostener en las manos.

Conectar con Gaia y su latido, desde tu Presencia.

Sentir que ese latido sube desde el corazón de Gaia, y pasa al cristal, que ahora está titilando, como emitiendo pulsos de luz.

Sentir, ver, visualizar, que estás en medio de un Pentagrama de Luz diamantina, irradiado desde el Cielo, que a su vez contiene dentro un rectángulo dorado.

Sentir la emoción de este momento tan potenciador …

Agradecer a todos y cada uno de los planetas que se han alineado.

Atraer la energía de ambas figuras celestes al cristal, visualizando que su luz se imprime en el interior del mismo.

Ver, visionar cómo del cristal, surge una flor blanca o rosada, purísima y perfumada.

Ofrecer esta flor a Gaia-Tara…

Sentir que entras en diálogo con Ella. Expresarle lo que quieras comunicar en ese momento, explicarle tu proyecto más querido, y mostrarle cómo ese proyecto está, de alguna manera, a su servicio…

Escuchar la respuesta de Gaia.

Apuntar lo que has escuchado, agradecer, y cerrar la meditación.”

El cristal, así programado, es ahora un apoyo en tu crecimiento como ser humano Despierto y Equilibrado, habitando un planeta Libre y Sagrado.

Feliz entrada en una Nueva Espiral de Crecimiento Acelerado.

No temas, eres tú misma, tú mismo, quien a pedido esta aceleración, y te estás acostumbrando a navegar en su nueva espiral cósmica.

Reporte astrológico energético por Alana Messineo.

Imagen: Robert Venosa

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