ROBERTO LOVERA DE-SOLA LA MASCARADA DEMOCRÁTICA DEL PRESIDENTE HUGO CHAVEZ (De cómo un barinés destr
¿POR QUE TODO COMENZÓ CON UN GOLPE?
EL GOLPE
“No cabía duda de que nos encontrábamos en el centro de uno de esos momentos cruciales en la historia de las naciones, en los cuales la clase dirigente ha sido rebasada por su propia creación, ha perdido contacto con la realidad y se encuentra absolutamente incapacitada para mover el orden establecido”. Andrés Sosa Pietri: Petróleo y poder. Caracas: Planeta, 1993,p.310.
Hay horas en la vida de los pueblos que es necesario revisar, una y otra vez, para entender la marcha del país. Este es el caso del golpe de Estado del 4 de febrero de 1992, al que deseamos referir aquí.
Creemos que para entenderlo es necesario señalar que si bien el día del pronunciamiento la democracia venezolana vivía una crisis, el modo de enfrentarlo escogido fue un error, aquel no era el camino. Desde luego, los porqués de aquel movimiento nada tenían que ver con la idea de enfrentar los difíciles problemas que vivía el país, catapultados por las erroneas politicas del gobierno de Carlos Andrés Pérez(1922-2010). Pero no tenía el intento frustrado de los dos golpes de Chávez la idea de lograr enfrentar aquella crisis. Lo que desearon sus protagonistas fue llevar al país a otro sistema politico, pero no al elegido por los venezolanos desde mucho tiempo atrás: la república liberal democrática o la República Civil. Y eso el 4 de febrero de 1992 no era lo que aquellos golpistas buscaban. Lo que se proponían era cerrar la via democrática y abrir otra de hondo raíz autoritario y militarista. Sus resultados, a más de dos décadas, son lo suficientemente claros como para dar la razón a los que los adversaron, sobre todo si pensamos en los venezolanos de la cera de enfrente.
PREVIO
Teniendo en cuenta lo que advertimos, el inicio del movimiento pudo tener su génesis tras la salida de la Academia Militar, con los estudios castrenses culminados, del subteniente Hugo Chávez, de viente y un años. Hay quien ha pensado que su presencia en la Academia Militar obedeció a la necesaria implantación allí de un oficial que organizara una nueva insurgencia dentro de las Fuerzas Armadas para facilitar asi la llegada del socialismo marxista al poder por el camino militar. Esa, al parecer, era una idea de Douglas Bravo(1935), posiblemente de Adán Chávez Frías, hermano del golpista y de gente de los partidos de la ultraizquierda como PRV y Ruptura. Esto, pese a decirse, no se ha probado. Pudo ser. Pero también se conoce que cuando el subteniente Chávez comenzó a conspirar se acerdó a Alfredo Maneiro(1937-1982) para pedirle su apoyo para la insurección que planeaba. Maneiro era dentro de nuestra izquierda de los pocos que habían comprendido el tamaño de la derrota del movimiento guerrillero. Maneiro quería un cambio para Venezuela, pero por el camino constitucional, de allí su convergencia con un democráta liberal como Jorge Olavarría(1933-2005). En la búsuqueda de un camino legal, de hecho, entre ambos, redactaron La Constitución de la Nueva República. Fue aquella una alianza creadora. Maneiro era un hombre demasiado íntegro para materse de nuevo en una nueva aventura violenta. Mandó a Chávez a cumplir con sus tareas dentro del ejército.
Además, para entender esto, hay que tener en cuenta que la izquierda venía de su gran derrota en las guerrillas de los sesenta y en 1979 los golpes militares, como lo sostenemos, en base a los hechos sucedidos, habían dejado de producirse en nuestro continente, en donde todas las dictaduras habían terminado en procesos electorales donde los ciudadanos de nuestros países eligeron, a través del voto, sus nuevas autoridades. Por ello un nuevo golpe de Estado no podía cuajar, como sucedió, estos habían desaparecido. En Venezuela los últimos intentos lo fueron en 1962, el Carupanazo(mayo 4) y el Porteñazo(junio 2), desde allí se hizo la paz militar y fueron nuestras Fuerzas Armadas las que primero vecioaron las guerrillas de los sesenta y perservaron la democracia, pensando en el mal que un régimen de izquierda nos haría. Esta es la razón por la cual habían resultado fallidos los cuatro intentos: la noche de Los Tanques, los dos golpes de Chávez(febrero 4 y noviembre 27,1992) y el del doctor Pedro Carmona Estanca(abril 11,2002).
EL SUCEDERSE
Fue así como a partir de 1977 se llevó a cabo la larga conspiración que encabezó dentro de los moldes de la izquierda derrotada en los años sesenta, conjuración teñida de aversión al sistema democrático, con el antipluralismo y el resentimiento social como señas. Ello fue lo que lo llevó al golpe del Estado(febrero 4,1992), a la propalación del odio entre las gentes durante la campaña electoral que lo llevaron al poder, a la promulgación de una nueva Constitución (diciembre 15,1999) como lo hicieron todos los caudillos del siglo XIX. Carta constitucional acomodada al autócrata y a sus necesidades, esta le otorgó inmensas atribuciones al poder ejecutivo, por ello consideramos que desde que se le puso el ejecútese el país entró en la dictadura constitucional, que indicó Uslar Pietri en los mismos días de su aprobación, en unas declaraciones suyas en Bogotá que recogió El Nacional[1].
Chávez había conspirado hasta dar el golpe de Estado. Aquella noche y madrugada se mantuvo escondido, no actuó, ni dio la cara, ni peleó, mandó a sus compañeros a hacerlo. Luego se rindió. Estuvo preso hasta que una decisión del presidente Caldera lo dejó en libertad, fue la continuación de los sobreseimientos iniciados por el presidente Pérez, continuados por el presidente Velásquez, a los oficiales implicados en la rebelión del 4 de febrero yel 27 de noviembre de 1992. Fue así como Chávez volvió a la arena pública, siempre actuando en contra del régimen democrático. Hasta que sus asesores, los torvos Luis Miquilena(1919-2016), hoy persona de noventa y cuatro años, y José Vicente Rangel(1929)[2], en la actualidad tiene ochenta y cuatro años, lo convencieron que si deseaba llegar a la presidencia debía hacerlo fundando un partido y presentándose a las elecciones. Así lo hizo.
Ganó la contienda electoral que lo llevó a la presidencia(diciembre 6, 1998). En esa elección si bien obtuvo al 56% de los votos y sus opositores el 49%, lo que era casi la mitad del país, este siempre se le opuso. Sin embargo, la ganadora aquel día fue la abstención: 70%. Si los que dejaron de votar lo hubieran hecho no hubiera ganado.
LOS VOTOS DE 1998: UNA OBSERVACIÓN
No fue el Presidente Caldera, fueron los venezolanos los que, equivocadamente, en un gran acto de analfabetismo politico, los que votaron por la elección de Hugo Chávez. Chávez fue presidente por esos votos. El presidente Caldera, siempre previsor, lo que buscó, en 1994, fue la paz militar. Todos los que estabamos a su lado y vimos los hechos lo sabemos. Nosotros personalmente siempre hemos dicho que somos co-reponsables de esa decisión del sobresiemiento de los militares golpistas. Ni Caldera, ni nosotros, miembros de su Comandode campaña en 1993 sabíamos lo que aquel hombre traía dentro de la manga. Así fue. Pero qué fácil es para los venezolanos que no aceptaron una culpa propia, culpa de los que votaron por Chávez en 1998 y culpa de los que se astuvieron de votar, si lo hubieran hecho, Chávez no hubiera ganado. Esa es la verdad. Pero qué fácil es acusar y qué fácil es tapar el sol con un dedo. Claro, los que nada hacen nunca se equivocan. Los que se equivocan son los que actuan, pero en este caso la verdad, además de la que he dicho, fue lo que dijo Thomas Jefferson(1743-1826): "El Presidente yerra, como todo hombre, pero yerra con integridad"[3]. Sin embargo, en este caso no hemos creído que el presidente Caldera se haya equivocado: sólo buscó la paz militar, como había buscado la paz con la guerrilla, ya derrotada militar y politicamente, en 1969[4].
PESE
Pese a ello Chávez, como todo lo parece indicar, siguió conspirando a lo largo de las siguientes tres décadas, cuando llevó a los oficiales comprometidos de realizar el Juramento del Samán de Güere”(diciembre 17,1983). Desde luego, nada tuvo que ver la conspiración de Chávez y sus compañeros con el Caracazo(febrero 27-marzo 1,1989), pese que Chávez se lo atribuyó más tarde. Desde luego en medio de aquellos hechos, en los que perdió la vida uno de sus conmilitones, Chávez estuvo desaparecido.
Además, la proyectada conspiración tuvo la característica de excluir a los civiles, para así fundar un régimen solo militar[5]. En verdad, a la hora de golpe, los pocos civiles comprometidos, Alí Rodríguez, Pablo Medina, “se quedaron esperando las armas que nunca llegaron”, como observó Manuel Malaver[6].
PREÁMBULO
Debemos comenzar con estos hechos: primero, la atmósfera de crisis que vivía el país, como consecuencia de la presidencia de Pérez, era tal que era fácil percibir que se presentaría una grave situación. De hecho algunos politicos y varios venezolanos raigales, varios de ellos intelectuales, como Herrera Luque, lo habían señalado. Segundo: que si bien la democracia venezolana vivía, para el 4 de febrero de 1992, una honda crisis, la solución de aquello debía hacerse por medios democráticos, es decir: pacíficos, constitucionales y electorales. De hecho, esto apenas si se ha divulgado, en medio de aquel suceder el presidente Pérez llegó a tener lista su renuncia al cargo. Esta había sido redactada por uno de sus asesores, a petición suya. Tercero: que el camino no era un golpe sino la necesaria correción de los errores del ejercicio de la democracia, del gobierno producen, los cuales se corrigen con más democracia, no faltando a sus juramentos, como hicieron aquellos oficiales, la madrugada del golpe, sino ofreciéndose a luchar en la arena pública, para ayudar a la solución de los problemas. Solo que para lograr aquello debían pedir su retiro de las Fuerzas Armadas, porque la Constitución de 1961 prohibía el ejercicio politico a los oficiales, ya que estas eran “una institución apolitica y o deliberante”(Artículo 132), pasar luego a la vida civil y actuar. Para lograr la recuperación de la democracia no habían que matar a ninguna de las trescientas personas que perdieron la vida en aquellos sucesos.
LOS HECHOS
Los sucesos ocurrieron durante la noche del martes 4 de febrero y la madrugada del miércoles 5 de febrero de 1992, cuando un grupo de militares ejecutó un intento de golpe de Estado en contra el gobierno de Carlos Andrés Pérez(1922-2010). El intento no logró sus objetivos, fueron vencidos y los rebeldes se rindieron. Entre los oficiales sublevados que comandaron la sublevación se encontraban cinco tenientes coroneles del ejército: Hugo Chávez, Francisco Arias Cárdenas, Yoel Acosta Chirinos, Jesús Urdaneta y Miguel Ortiz Contreras.
Este suceso, pese a haber sido fallido, introdujo nuevos actores en la vida politica del país.
En el frustrado golpe militar participaron los cinco tenientes coroneles cuyos nombres hemos mencionado. Fueron las cabezas visibles del movimiento, seguidos de catorce mayores, cincuenta y cuatro capitanes, sesenta y siete subtenientes, sesenta y cinco suboficiales, ciento un sargentos de tropa y 2056 soldados. Los participantes, pertenecientes a 10 batallones, formaban parte de las guarniciones de los estados Aragua, Carabobo, Miranda, Zulia y el Distrito Federal, y fueron dirigidos por los jóvenes oficiales ya mencionados, grupo que formaba parte de la organización Movimiento Bolivariano Revolucionario 200(MBR-200), con una ideología política nacionalista y revolucionaria, que alegaba estar basada en el pensamiento de Simón Bolívar(1783-1830).
El asalto al palacio presidencial se inició a las 12 de la medianoche, ya miércoles 5 de febrero. Al mismo tiempo militares al mando de Miguel Rodríguez Torres asaltaron la residencia presidencial de La Casona. Fue aquella una verdadera batalla, pero en contra la esposa e hijos del Presidente.
Los rebeldes también actuaron en otras importantes ciudades del país. Los enfrentamientos fueron intensos en algunos casos. Solo la ciudad de Maracaibo logró ser tomada por el comandante Arias Cárdenas, quien incluso detuvo al gobernador, Oswaldo Alvárez Paz(1943).
Fracasado el intento de toma de la ciudad capital, Caracas, los insurgentes se rindieron luego que las guarniciones del interior del país fueran recuperadas por las fuerzas del gobierno constitucional. Chávez fue arrestado y privado de su libertad por fuerzas de seguridad de la DISIP, aunque poco antes se le dio la oportunidad de dirigirse al país, en una alocución transmitida ante los medios de comunicación, en donde asumía la responsabilidad del alzamiento y ordenaba a los insurgentes que aún luchaban, en Aragua y Valencia, que se rindieran para evitar un mayor derramamiento de sangre, a la vez que pedía a sus partidarios deponer las armas.
En Miraflores, sin duda, la Escolta Civil Presidencial logró el objetivo de vencer a los insurgentes.
La movilización militar se inició la noche del 4 de febrero, cuando el presidente Pérez regresaba del Foro Económico Mundial de Davos, Suiza. Le habían indicado que no hiciera aquel viaje pero no hizo caso, pensó que al volver tendría tiempo para poner las cosas en orden, pero ese momento no llegó, cuando bajó del avión en Maiquetía ya la insurección había estallado, razón por la cual el ministro de Defensa, Fernando Ochoa Antich, lo esperaba,¿estaba también comprometido?¿Aquel era golpe, como algunos autores han sostenido, de los Generales y Comandantes?. En el develamiento de aquella acción en Miraflores fue fundamental la presencia del vicealmirante Mario Iván Carratu, jefe de la Casa Militar del Presidente. También los miembros de la Escolta Civil Presidencial actuaron, siempre dirigidos por Carratu, tales los Comisarios de la DISIP Hernán Fernández y Ángel E. Sierra Sánchez y el jefe de la división general de investigaciones Jesús Barrientos, quienes habían hecho respectivamente adelantos de un supuesto rumor de insubordinación, trabajo que se le fue entregado al comandante del ejército el general Heinz Azpurua, así como también del Ministro de la Defensa, general Fernando Ochoa Antich, quienes contaban con el apoyo de tres funcionarios más de la DISIP, coronel Gerardo Dudamel y de la compañía “Edecán”, de turno. Fue gracias a todos ellos que el vicealmirfante Carrratud Molina logró salvar al Presidente, su vida incluso, primero al lograr llevarlo, sin que su automovil fuera atacado, como pensaban los rebeldes hacerlo, desde Maiquetía a La Casona, subiendo incluso por el tunel de bajada, el de la izquierda, de la autopista Caracas-La Guaira, para evitar que el presidente fuera abaleado por los insurgentes, que lo esperaban a la salida del tunel de la derecha, cosa que se logró sortrear gracias a la agudeza con que Carratud comprendió el suceder de aquella noche. Luego lo llevó a La Casona, de donde, al iniciarse el asalto, el Presidente logró huir, esconido en el suelo de un automovil. En aquel momento, debajo de los pantalones del presidente se le vaían flecos de su piyana. Y más tarde, regresado el presidente de La Casona a la Caseron de Misia Jacinta logró de nuevo Carratud sacarlo del Palacio de Miraflores, el cual estaba siendo asaltado por las tropas insurgentes, el fuego averió las instalaciones del despacho presidencial, el cual fue intesamente tiroteado por los insurgentes. Pero el golpe estaba tan mal organizado que no habían sido copadas, por los tanques insurgentes, todas las puertas del Palacio, por una de ellas, la que sale a la calle donde está el Liceo Fermín Toro, logró evadirse el Presidente, gracias a las órdenes de Carratud, trasladándose a Venevisión, desde donde se dirigió al país, al menos en dos oportunidades. Pudo hacer todo esto, dado que el vicealmirante Carratu dirigió la maniobra y decidió conducirlo a Venevisión. El Presidente, pese a su habitual forma de ser, estaba plenamente confundido. Y, además agotado, por el largo viaje que había hecho desde Suiza a Maiquetía. Y más tarde, en el año en que todavía fue presidente no logró recuperarse, por ello la república se le fue de las manos, por ello su presidencia se resumió, como lo señaló Manuel Caballero(1931-2010) en solo tres hechos, “en 1989 se hizo evidente que había perdido al pueblo; en la segunda, 1992, que había perdido al ejército; en 1993 no solo que había perdido el gobierno, sino algo mucho peor: que había perdido el poder”[7].
Pudo Pérez salir de Miraflores, en dos automóviles, gracias a la estrategia del vicealmirante Carratu, a quien respaldaron Hernán Fernández y Jesús Barrientos[8].
En síntesis, los sucesos del golpe de Estado, que en general los venezolanos se saben de memoria, pueden ser sintetizados así: a las 11:00 de la noche del martes 4 de febrero de 1992, comenzó la sublevación con comandos operando simultáneamente en Maracaibo, Caracas, Valencia y Maracay. En Maracaibo, Francisco Arias Cárdenas logró apoderarse de la sede del gobierno regional y tomó prisionero al gobernador del Zulia, Oswaldo Álvarez Paz(1943). En Caracas, Chávez estableció su centro de operaciones en la sede del Museo Histórico Militar, ubicado en La Planicie, en inmediaciones del Palacio de Miraflores, mientras que sus fuerzas tomaron la estación estatal Venezolana de Televisión. Otro grupo se enfrentó a la Guardia Nacional de Venezuela en La Casona, mientras que otros intentaron tomar el Palacio de Miraflores. El cargo más grave que puede señalarse a Chávez de aquel día, fuera del error del golpe, fue que no peleó el 4 de febrero, mandó a otros a hacerlo por él. Ello es impordonable en un jefe militar. Todo jefe militar debe estar siempre peleando al lado de sus soldados. Lo hizo en Libertador e sus días, y en nuestro, por ejemplo, los generales Georges Patton(1885-1945) y Douglas MacArthur(1880-1964).
Chávez decidió rendirse y pidió hacerlo por televisión. En horas del mediodía Chávez se presentó ante las cámaras de televisión diciendo 169 palabras:
“Primero que nada quiero dar los buenos días a todo el pueblo de Venezuela, y este mensaje bolivariano va dirigido a los valientes soldados que se encuentran en el Regimiento de Paracaidistas de Aragua y en la Brigada Blindada de Valencia. Compañeros llamentablemente, por ahora, los objetivos que nos planteamos no fueron logrados en la ciudad capital. Es decir, nosotros, acá en Caracas no logramos controlar el poder. Ustedes lo hicieron muy bien por allá, pero ya es tiempo de reflexionar y vendrán nuevas situaciones y el país tiene que enrrumbarse definitivamente hacia un destino mejor. Así que organ mi palabra.Oigan al comandante Chávez, quien les lanza este mensaje para que, por favor, reflexionen y depongan las armas porque ya, en verdad, los objetivos que nos hemos trazado a nivel nacional es imposible que los logremos. Compañeros: oigan este mensaje solidario. Les agradezco su lealtad, les agradezco su desprendimiento, y yo, ante el país y ante ustedes, asumo la responsabilidad de este movimiento militar bolivariano. Muchas gracias”[9]
El recuento de muertos se dio a conocer el día 5 de febrero. De acuerdo a cifras oficiales del Ministerio de la Defensa, hubo 14 muertos y 53 heridos. No obstante, estimaciones extraoficiales ubican dicho saldo en 50 muertos y más de 100 heridos. Los combatientes en Valencia y Maracay se rindieron, mientras Chávez era llevado prisionero al Cuartel San Carlos al norte de Caracas.
La misma tarde del golpe el ex-presidente Rafael Caldera(1916-2009), parlamentario, Senador Vitalicio y máximo dirigente de COPEI, dirigió un discurso ante el Congreso en el que atacó duramente a Pérez y enjuició la rebelión condenándola. Expresó, en varias oportunidades de su peroración, una clara condena del hecho, dijo:
”después de haber terminado el deplorable y doloroso incidente de la sublevación militar”; en otro pasaje afirmó “el golpe felizmente frustrado”; denominandolo “tremendo y condenable incidente” o “los graves hechos ocurridos en el día de hoy”.
Por lo cual no se puede señalar, como lo sugerido una lectura chavista de aquel mensaje, que en él expresidente había justificado el Golpe de Estado. Fue todo lo contrario. Llamamos chavista a la lectura a la que nos hemos referido porque fue echa a partir de la declaración de Chávez: “El presidente Caldera se subió a la ola del 4 de febrero”, lo cual no tiene sentido si se hace una lectura precisa de aquel trascendental mensaje, que ahora analizaremos. Caldera demostró aquella tarde la honda raigambre democrática de su manera de ser[10].
HABLA CALDERA
Ahora bien la consideración de la profundidad de lo dicho con certeza por Caldera aquella tarde del 4 de febrero de 1992, considerada como uno de los grandes momentos de sus carrera politica, consideramos que debe ser analizado al unísono con su peroración del 1 de marzo de 1989 sobre el Caracazo[11], desde la cual se espigó la crisis que nos llevó al 4 de febrero, de hecho desde los sucesos del 27 de febrero de 1989 el gobierno del presidente Pérez perdió toda legitimidad: no se tomaron las medidas correctivas necesarias, prometidas por Pérez, como consecuencia del Caracazo, como tampoco se lo hizo tras el 4 de febrero, y todo se precipitó. Consideramos que estos dos mensajes de Caldera deben tenerse como una unidad y como un llamado de emergencia no atendido. En aquellas graves horas fueron sus palabras las que marcaron el camino que debíamos seguir: restaurar la democracia, repetir el “Votos si, balas no” de Jóvito Villalba(1908-1989), el tercer padre de nuestra democracia contemporánea.
SINGULARIDAD DE AQUELLA PERORACION
Debemos hacer otras consideraciones más. Desde luego, la intervención de Caldera fue relevante, si bien muchos comprendimos su razón y su por qué, otros no. Hay quienes siguen apostofándola, especialmente por uno de sus pasajes, no bien comprendido aun. Ese fragmento, que es singular, es:
“Es difícil pedirle al pueblo que se inmole por la libertad y por la democracia, cuando piensa que la libertad y la democracia no son capaces de darle de comer y de impedir el alza exorbitante en los costos de la subsistencia; cuando no ha sido capaz de poner un coto definitivo al morbo terrible de la corrupción, que a la ojos de todo el mundo está consumiendo todos los días la instititucionalidad”(p.190).
Para entender esta exactísima interpretación hay que saberla mirar desde el ángulo de la historia. Es allí que tiene sentido pleno. No hay que olvidar que la Revolución Francesa(julio 14,1789), aunque, desde luego, iba a suceder, se inició por el alto precio al que había llegado el pan en París. Ello empujó la rebelión. De allí la razón que tuvo Caldera al hablar de la forma que lo hizo aquella tarde. Pero hay otro hecho, que tenido bien en cuenta, pero que aparece en el análsis que se haga de la actual democracia latinoamericana, gravísimo, y no es otro que
“el creciente descreimiento, dentro de la opción pública latinoamericana, en las bondades de la institucionalidad civil y la alternancia democrática, como se resumía en una encuesta de gran envergadura, el Latinobarómetro de 2003, cuyo número más preocupante era repetido una y otra vez…el 52% de los latinoamericanos, más de la mitad…estaban dispuestos a entregar varias libertades ciudadanas a cambio de que mejorara su situación económica. Es decir, capaces de cambiar la democracia por la dictadura, si esta les permitía aliviar la pobreza, conseguir mejor trabajo, tener con qué comprar más”(p.19)[12].
Las otras dos razones, además de la que ya hemos señalado, presentadas por el periodista venezolano Rafael Osío Cabrices(1973), son:
1)“que, con excepción de Chile, en toda la región había ocurrido un aumento generalizado de la distancia entre quienes tienen más y quienes tienen menos; la desigualdad alcanzaba muchos ámbitos y cuestionaba seriamente la validez de un modelo basado en un crecimiento del Producto Interno Bruto que generara riqueza para que esta paulatinamente, choreara hacia abajo. 2)Otro étnico, demostraba que la democratización de los años 80 y 90 había dado beligerancia legal a vigorosas organizaciones indígenas, que en Bolivia parecían capaces de tumbar a un presidente y en Ecuador de promover a otro…3) Con la expeción de Chile, que ha logrado reducir a la mitad la cantidad de indigentes, ningún país de América Latina parece poder cumplir con las metas del Milenio, que consisten en abatir al menos en 50% la pobreza extrema antes del 2015”(p.20).
Y en síntesis, escribía este hondo analista,
“Esas cifras no hablan bien de la democracia. Pero tampoco bastan por sí solas para culpar a los gobiernos civiles y republicanos de todos los males. Hablan del fracaso de unos gobiernos, pero también de unas sociedades”(p.20).
Vemos así como fue de avizor Caldera: le llamó la atención a Venezuela, muy a tiempo, antes que nadie, lo que estaba sucediendo en América Latina en el período, iniciado en 1979, en que las dictaduras latinoamericanas terminaron, todas, en procesos electorales en los cuales los ciudadanos de los países eligieron con sus votos a sus nuevas autoridades.
Y esta fue la razón, aunque tuvo sus detractores, alguno de los cuales llamó patéticas a sus palabras. Pero los serios analistas comprendieron la hondura de aquel angustiado mensaje, la zozobra del gran lider la pudimos verla aquel día en sus gestos, en el movimiento de su cuerpo mientras hablaba y en el tono de sus palabras.
Sobre su signficación, que nosotros en todo momento consideramos la única propia en aquella hora, explicó el politologo y filósofo Luis Castro Leyva(1943-1999), ido en la hora en que el país más necesitaba su talento fuera de serie, expresó:
“Dos veces en medio del ruido de las palabras una sola voz encontró su gravedad ajustada a la propiedad de las circunstancias, la verdad unida a la urgencia, la razón dentro de la historia. Nunca antes en su pasado reciente había la República solicitado tanto una voz y obtenido tanto a cambio. Habló bien y rectamente el presidente Caldera, dijo la necesario, dijo lo suficiente”.
Y Manuel Alfredo Rodríguez(1929-2002):
“Uno se reconcilia con la politica cuando advierte que su ejercicio puede producir manifestaciones como el discurso calderista del 4 de febrero de 1992…su palabra no estuvo condicionada por el temor de la pérdida de posibilidades personales. La piedra de toque de los hombres superiores es su capacidad para distinguir lo fundamental de lo accesorio y para sobreponerse a los dictados de lo menudo y contigente. Quien alcanza ese estado de ánimo puede meter en su garganta la voz del común, y mirar más allá del horizonte…me sentiríam iserablemente mezquino, si ahora no escribiera lo que escribo, y no le diera gracias al Maestro por haber reforzado mi fe en la inmanencia de Venezuela”[13].
UN GOLPE FRUSTRADO
Hugo Chávez y sus compañeros insurgentes aparecieron en nuestra vida pública con el golpe del 4 de febrero de 1992. Olvidaron, dada su escasa versación histórica, que los golpes de Estado habían pasado a la historia en el vivir latinoamericano.
Por ello aquí caben algunas reflexiones sobre los golpes de Estado, pensado especialmente en el del 4 de febrero de 1992, también tardío si observamos el ulterior desarrollo del tema.
Aunque por nuestro afán de olvidar y no recordar, se ha soslayado que los Golpes de Estado, a menos en América Latina, desaparecieron desde fines de los años setenta, entonces las dictaduras militares terminaron todas en procesos electorales en los cuales los ciudadanos de esos países eligieron a sus nuevas autoridades. Eso sucedió en Ecuador(1979), Perú(1980), Honduras(1981), Bolivia(1982), Argentina(1983), El Salvador y Uruguay(1984), Brasil y Guatelama(1985), Chile y Paraguay(1989), Haiti, Nicaragua y Panamá(1990). Buenos o malos, aquellos politicos escogidos fueron presidentes democráticas.
El caso de México es particular, el año 2000 terminó la dictadura de un partido: el PRI. Y se inició otro período[14].
Creemos, también, que por eso mismo, que en el caso venezolano, los dos golpes de Estado de Hugo Chávez en 1992(febrero 4; noviembre 27) y de Pedro Carmona(2002) fracasaron, eran anacrónicos.
Y, desde luego, el llamado golpe de Estado en Honduras(2009), propiciado desde Caracas por el gobierno de Chávez, no fue un golpe, lo que allí sucedió es que legalmente las autoridades del Estado, tras haber el Presidente en ejercicio faltado a la ley, encontraron una solución constitucional para destituir al presidente, encargando al vicepresidente del ejercicio de la presidencia.
Ojalá sea cierto el vaticinio de que los golpes pasaron a la historia en América Latina. Si esí es, el logro es la enfática consagración, de la Doctrina Betancourt, ya que lo que le dio aquel lider a su país y al continente fue un régimen democrático legítimo, producto de las elecciones, escogido por sus ciudadanos. Su pertinaz lucha, por la que batalló tanto, cuajó a partir de 1979, como toda idea politica con pleno sentido.
Y, desde luego, formando Betancourt y Caldera el dúo que nos dio la plena democracia, el socialcristiano como presidente buscó, con su tesis de la “Solidaridad pluralista latinoamericana” la forma de continuar sembrano la democracia en nuestros pueblos. Fue aquel un logro de estos dos mayores líderes de la democracia en nuestras tierras, aquí y allá[15].
Y, desde luego, lógica consecuencia, la neo-dictadura chavista, como denomina a este gobierno la dirigente opositora María Corina Machado, concluirá en un proceso electoral en el cual los ciudadanos venezolanos escogeran a sus nuevas autoridades a través de un proceso pacífico, constitucional y electoral. No decimos democrático, como algunas personas lo dicen, porque nuestra Constitución vigente(1999) es un estatuto democrático, aunque incumplido, hecho ante el cual se cumplen las palabras del Libertador: “Los venezolanos aman la Patria, pero no aman sus leyes”(Escritos,t.XV,p.28), por ello pidió para la politica “hombres virtuosos, hombres patriotas, hombres ilustrados”(Escritos,t.XV,p.18). De allí el por qué del fracaso del gobierno de Chávez y su sucesor.
EL SUCEDERSE
Vayamos un poco más atrás para ver la génesis de aquella conspiración. Ello sucedió a partir de 1977, cuando se llevó a cabo la larga conspiración que encabezó dentro de los moldes de la izquierda derrotada en los años sesenta, conjuración teñida de adversión al sistema democrático, con el antipluralismo y el resentimiento social como señas. Ello fue lo que lo llevó al golpe del Estado(febrero 4,1992), a la propalación del odio entre las gentes durante la campaña electoral que lo llevó al poder, a la promulgación de una nueva Constitución (diciembre 15,1999) como lo hicieron todos los caudillos del siglo XIX. Carta acomodada al autócrata y a sus necesidades, esta le otorgó inmensas atribuciones al poder ejecutivo, por ello consideramos que desde que se le puso el ejecútese el país entró en una dictadura constitucional, como indicó Arturo Uslar Pietri(1906-2001) en aquellos mismos días, en unas declaraciones suyas dadas en Bogotá a las que antes hemos aludido. las recogió El Nacional.
Chávez conspiró desde 1977 hasta dar el golpe de Estado en 1992. Aquella noche y madrugada se mantuvo escondido, no actuó, ni dio la cara, ni peleó, mandó a otros a hacerlo. Luego se rindió. Estuvo preso hasta que el presidente Caldera le otorgó el sobreseimiento, como a los demás oficiales alzados, y quedó en libertad, sobresimietos iniciados por el presidente Pérez y seguidos por el doctor Velásquez. Volvió a la arena pública, siempre actuando en contra del régimen democrático. Hasta que sus asesores, los torvos Luis Miquilena(1919-2016) y José Vicente Rangel(1929), lo convencieron que si deseaba llegar a la presidencia debía hacerlo fundando un partido y presentándose a las elecciones. Así lo hizo.
Ganó la contienda electoral que lo llevó a la presidencia(diciembre 6, 1998). Tomó posesión el 2 de febrero de 1999. Al juramentarse ante muchos, el país lo observaba por la televisión, apostrofó la Constitución vigente entonces, que era la de 1961, y convocó un referendo que hiciera posible, no la reforma de la Carta de 1961, sino la promulgación de una nueva, esta convocatoria fue el segundo acto anticonstitcional en aquella misma sesión. En verdad al decir que el estatuto de 1961 era una “Constitución moribunda” faltó a la ley, fue su primera violación, porque aquella estaba en vigencia plena y ante ella se juramentó. La situación fue tal que el presidente Caldera se negó, en el mismo acto, a entregarle la banda presidencial. En aquella hora fue sólo Caldera el único que protestó, dijo que aquel había sido para él “un mometo doloroso”[16]. Los miembros del congreso callaron, ni siquiera se pararon, los de los partidos democráticos, y abandonaron el hemiciclo en señal de protesta contra aquellas palabras y aquel gesto inicuo, si lo hubieran hecho se hubiera roto el quórum y la sesión no hubiera podido proseguir. Esa actitud dejó claro lo que era Chávez: ser fiero, espantoso, airado, incluso terrible. Eso se fue haciendo presente cada día, en los 4761 días en que mandato.
A todo lo largo de su gobierno gozó el país de la mejor situación económica que ha tenido la nación a todo lo largo de su historia, los precios del petróleo fueron subiendo y llevaron al barril a valer hasta 100 dólares cada uno. La nación recibió así en los primeros trece años del gobierno de Chávez, más de un billón de dólares, mil millones de millones de billetes verdes, dinero que para nada a sido útil para el pueblo de Venezuela, que vive la más grande crisis económica, pues todo este dinero ha sido regalado por Chávez a países del exterior, para por una parte sostener a Cuba, el presupuesto nacional cubano es pagado por Venezuela, les entrega cada año 13.000 millones de dólares anuales, según el profesor Carmelo Meza-Lago(1934) el mayor experto en la economía cubana, profesor de una universidad norteamericana[17]. Y no solo eso, con Cuba llegó Chávez hasta pensar fusionarse y formar una sola república: Venecuba, lo cual, de haberse realizado, sería un delito de traición a la patria, tipificado en nuestro Código Penal. De hecho ello ha sido así, es evidente claramente cada día. Se ha divulgado que ya en 1997, antes de llegar Chávez a la presidencia, había presencia cubana entre nosotros, en apoyo a su candidatura.
Nuestro dinero petrolero ha sido utilizado además para sostener el intento venezolano de hegemonía latinoamericana, una forma de neo-imperialismo, que ha pretendido Chávez, sin darse cuenta que la integración no se decreta, ni se compra con petrodólares, sino que es producto de largos períodos de construcción. Basta ver el proceso de vertebración de la Unión Europea, una de las más grandes sociedades democráticas que existen hoy, junto a los Estados Unidos, para verlo.
[1] Uslar Pietri había ido a Bogotá a asisitir al entierro de su querido amigo el ensayista Germán Arciniegas(1900-1999), fue el último viaje que hizo en vida, ya que falleció dos años después. Fue el gran viajero de uestro siglo XX, hasta dio la vuelta al mundo abril 22-juio 4, 1971, en diez escalas: San Francisco, Hawai, Tokio, Hong Kong, Bankok, Nueva Delhi, Estambul, Atenas, París, Caracas. Ver su relato en El globo de colores.2ª.ed.Cracaas: Mote Ávila Editores,1991. 313 p.Ver: “La vuelta al mundo en diez tracos”(p.171-233)..
[2] Este considerado por Juan Carlos Palenzuela: “el gran cínico nacional” y por Antonio Sánchez García “la fiel representación de lo más inmundo, corrupto, represivo y mendaz del régimen”, ambas citas proceden de textos insertos en Harry Almela: Cartas en la batalla,p.202 y 205. El autor de este libro se cuenta entre los pocos a quienes nunca engañó Rangel. Todo procedió de un día de diciembre de 1973, cuando este acaba de ser candidato presidencial, solo logró el 4,21% de los votos. El ganador en la contienda había sido Carlos Andrés Pérez. Por cierto fue el voto de Rangel, hombre de la oposición, quien salvó a Pérez en 1980 de la condena que le iba a imponer el parlamento por su delito del barco Sierra Nevada. Fue Rangel quien impidió con su voto el necesario acto de censura contra la corupción que se iba a dar en la sesión de aquel día. En los días de las elecciones de 1973 se prersentó en Caracas un periodista brasileño quien previamente había pasado por Lima, allí nuestra amiga Begoña Ibarra le dio nuestro teléfono. Al llegar nos pidió lo ayudaramos a concertar varias entrevistas. Entre ellas una a Rangel. No conocíamos al candidato, quien nunca se contó enre nuestros amigos, pero llamé por telefóno y concerté el encuentro, acompañé al redactor a la casa de Rangel en La Florida. Guardé silencio en todo momento. Me bastó escuchar sus respuestas para observar que estaba ante un enemigo declarado de nuestra democracia, una persona agazapada quien esperó la hora que se le presentó en 1992. Lo único memorable que pasó aquella mañana fue que en un momento entró su hija Gisela, con su belleza sin par. Al periodista también lo llevé al Palacio de Miraflores a la rueda de prensa del presidente Rafael Caldera, fue un día especial, el primer “Habla el Presidente” tras las elecciones. Dijo el sabio profesor “Felicito al nuevo Presidente. Ya las comisiones de enlace están actuando”. El periodista carioca, quien escribió un impecable análisis de nuestras elecciones en su períodico en Río de Janaiero, salió fascinando con la personalidad del doctor Caldera. Nos dijo “Tu presidente es uno de los últimos liberales que quedan en América Latina”.
[3] Citado por Germán Carrera Damas: Rómulo histórico,p.477.
[4] Sobre la acción del presidente Caldera en la politica a la que nos referimos se debe consultar la biografía suya que escribió su hijo Juan José Caldara Pietri: Mi testimonio. Caracas: Editorial Libros Marcados,2014.221 p. Consultar el capítulo “La segunda pacificación”(p.157-174).
[5] Manuel Caballero: La peste militar. Caracas: Alfa, 2007. 219 p. La referencia procede en la p.80.
[6] Manuel Malaver: Golpistas sin gloria. Caracas: Lor Libros de El Nacional,2012. 134 p. La cita procede de la p.38.
[7] Manuel Caballero: Historia de los venezolanosa en el siglo XX. Caracas: Alfa, 2010. 396 p.La cita procede de la p.318.
[8] Hemos consultado aquí también Gustavo Tarre Briceño: El 4F el espejo roto.2ª.ed.aum. Caracas: Editorial Libros Marcados 2007. 241 p.; Ángela Zago: La rebelión de los ángeles. Caracas: Editorial Fuentes, 1992. 187 p.;“Primer intento de golpe de Estado en Venezuela 1992”, en www.google.com, wikipedia, Caracas: enero 19,2015; Edgar López: “Los golpistas de 1992 son los que tienen el poder”. Entrevista al vicealmirante Mario Iván Carrratu. En El Nacional, Caracas: febrero 3,2013.
[9] Alberto Barrera Tyszka/Cristina Marcado: Hugo Chávez sin uniforme,p.125-126. Fernando Ochoa Anthich transcribe el mensaje de Chávez incompleto, solo ofrece cuatro de las diez y nueve líneas que lo componen. Ver Fernando Ochoa Antich: Así se rindió Chávez. Caracas: Los Libros de El Nacional,2007. 348 p. La cita procede de la p.172.
[10] Las citas del discurso de Rafael Caldera las tomamos de su libro: De Carabobo a Puntofijo. 7ª.ed.aum. Caracas: Editorial Libros Marcados,2013.220 p. La citas proceden de las p.186,188,190. Está también en su libro Ganar la patria. Etapas de la lucha cívica,1946-1999. Caracas: Cyngular,2016.220 p. Ver:”4 de febrero de 1992”(p.207-213).
[11] Rafael Caldera: Intervención sobre los sucesos del 27 de Febrero de 1989. Caracas: Congreso de la República, 1989. 15 p., inserta también en su obra de Carabobo a Puntifijo,p.175-185 y en su Ganar la patria,p.195-206.
[12] Rafael Osio Cabrices: El horizonte encendido. Viaje por la crisis de la democracia latinoamericana. Prólogo: Eliuzabeth Burgos. Caracas: Mondadori, 2006. 603 p. La cita procede de las p.19-20. Hay que decir que esta obra de Osío Cabrices es el mejor libro sobre todo el continente latinoamericano escrito por un autor venezolano en las últimas décadas. Los otros dos son los del inglés Michael Reid: El continente olvidado. La lucha por el alma de América Latina. Bogotá: Norma,2009.464 p. y el del mexicano Jorge Volpi: El insomnio de Bolívar. Cuatro consideracioes itespetivas sobre América Latina en el siglo XXI. Bogotá: Mondadori/Debate,2009.259 p. sobre este último volveremos.
[13] Ambas citas las hemos tomado de Juan José Caldera: Mi testimonio,p.147 y 149.
[14] Este es el cuadro del asunto formado por el periodista inglés Michale Reid en El continente olvidado,p.182-183.
[15] Rafael Caldera: Justicia social internacional, ya citado.
[16] Rafael Caldera: Frente a Chávez. Leyendas urbanas y otros mitos. Pr+ologo: Rafael Tomás Caldera. Caracas: Cyigular,2015. 138 p. La referencia procede un diaalogo del expressidente y el periodista César Miguel Rondón aquí trasncrito. La cita está en la p.133.
[17] Ver las declaraciones del profesor Carmelo Meza-Lago en El Universal, Caracas: junio 1,2014.