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Las elecciones regionales y los números de Ricardo Haussmann o un guion para una película de horror


El Portero de noche (en italiano: Il Portiere di notte) es una película dirigida por Liliana Cavani en 1974 y protagonizada por Charlotte Rampling y Dirk Bogarde.

Fue prohibida su exhibición en muchos países en el tiempo de su estreno.

La acción transcurre en la Viena de 1957. La esposa de un conocido director de orquesta norteamericano reconoce en el portero nocturno del hotel donde se albergan al oficial de las SS nazis que la custodiaba durante su internamiento y del que se convirtió en forzada amante. Una historia de recelos mutuos, de relaciones donde el odio y el deseo se entremezclan, donde lo odiado se recubre con el manto de lo deseado. El trasfondo político de los grupos de antiguos nazis que protegen el presente de sus compañeros por cualquier método tiene escasa consistencia frente al drama personal de ambos protagonistas y de su mutua atracción. La culpa como instrumento de poder. Y, sobre todo, vuelve a aparecer la sombra de la voluntad autodestructiva de la víctima, surgida de sus deseos masoquistas

Les quiero pedir que me ayuden a escribir un guion para una película. Una, en la que los protagonistas siendo responsables por el bienestar de un gran número de personas -muchas, millones de personas-, deciden atacar, a la muy floreciente fuente de su subsistencia ¡Podríamos pensar en Petróleos de Venezuela (PDVSA) como el ejemplo ideal! Las escenas que tendríamos que imaginar no son las de cualquier ataque. Tan, tan y tan y queda todo destruido. Como en las películas de los más chiquitos. No. Hay saña en el acto destructivo. Hay constancia y dedicación también. Destrucción paulatina, pero inexorable. Y…con total impunidad. Y allí no hay héroes salvadores…ni final feliz. Ese es el tema central. La imagen de Venezuela que aportan los números presentados por Ricargo Haussman del Center for International Development de la Universidad de Harvard, podría también servir de ejemplo ideal. En la película, como en Venezuela, aquellos que sufren más gravemente las consecuencias de los ataques, adoran a los atacantes. Para escenificar con alguna precisión los sentimientos de amor dirigidos hacia quienes nos dañan, podrían ustedes apelar a los comentarios de Chevalier L. von Sacher-Masoch sobre la satisfacción sexual que puede obtenerse cuando se es golpeado o doblegado. Comentarios de los que deriva, por cierto, la palabra masoquismo. También podrían observar la bella imagen de la actriz Charlotte Rampling, cuando en la película Il Portiere di notte de la directora Liliana Cavani (1974), se enamora del militar nazi que la maltrata y la tiene prisionera -amores sadomasoquistas que fueron censurados por españoles e italianos-. Recordar el casi histérico grito …¡Botado!… del protagonista principal de la destrucción que estamos tratando de escenificar, proferido mientras procedía a la desmantelación de la capacidad operativa de PDVSA basada en el conocimiento, la ética y la experiencia profesional de sus gentes…puede también ser fuente de inspiración. La dificultad de las escenas de la película que les estoy pidiendo me ayuden a escribir, consiste en que paralelamente a la destrucción de la “fuente de la vida”, los muy satánicos protagonistas -grotescamente- transfieren a sus personas su producto más preciado. Con avaricia descontrolada llenan sus arcas personales. Con total desparpajo se regodean de su lucro personal con los bienes ajenos. Pensemos en los dólares producto de la venta de petróleo como buen ejemplo de ese preciado producto. Esos que pasaron a las cuentas personales, a las de familiares y testaferros y que hoy en día se encuentran en investigación y amenazadas de congelación. Muchas de ellas ya congeladas. Un reto a la imaginación de ustedes, los escritores de este guion, consiste en escenificar la magnitud del daño producido por esa pandilla de delincuentes que son sus protagonistas. Haussmann dice que, es que ni siquiera tenemos idea de su magnitud real. Pero nos anticipa un daño escalofriante. Uno que no encuentra comparación con ninguno de los grandes males de la historia. Ni tan siquiera con la Gran Depresión de la década de 1920 en los EEUU cuando las personas con desesperación, se lanzaban desde los rascacielos. O, con pistola en mano, mataban a toda su familia para luego suicidarse. Tampoco se le acerca el daño a la población y a sus bienes producto de las más devastadoras guerras…Y, para ser honesta, tampoco lo encuentro en la imaginación …y es por ello que solicito su ayuda. Y es que el guion que estarían ustedes escribiendo debería también destacar que los protagonistas, empeñados en la destrucción de la fuente del bienestar de millones, destruyeron también, toda posible fuente alterna, de la que estas gentes pudiesen agarrarse. Léase para el caso que nos ocupa, la empresa y toda iniciativa privada. La educación básica, técnica y universitaria. O…, los grandes fondos de ahorro, como los construidos por los árabes sauditas durante los tiempos de la bonanza petrolera.[1] ¡Los integrantes del grupo objeto de esta película se encuentran condenados fatalmente! Y es que la voracidad ha sido de tal magnitud, que contrariamente a lo esperado, los tiempos de bonanza los usaron para pedir más y más préstamos a la banca internacional.[2] Súbitamente Venezuela se convirtió en el país más endeudado del mundo. Nadie sabe cómo se los puede pagar. Y… esos préstamos también se los devoraron. Ya a estas alturas los espectadores de la película deberían estar temblando de miedo pensando no sólo en la forma de obtener algún sustento para el muy cercano futuro y también, en la forma cómo enfrentar a los prestamistas cuando vengan a cobrar lo adeudado…Pero el horror y la dificultad del guion no termina aquí. Un mínimo apego al ejemplo que estamos usando nos exige escenas más espeluznantes. De esas que le hielan la sangre a los espectadores. Escenas que comiencen a mostrar el inicio paulatino de la debacle -el hambre y la miseria atacando salvajemente a hombres, mujeres, niños y ancianos-…mientras que ellos, los demoníacos protagonistas, siguen sacando hacia el exterior las riquezas que aún quedan, aquellas con las que se hubiesen podido comprar algunos alimentos y medicinas. Y no estoy hablando de que las envían a Cuba, para no complicar aún más el guion. No. Estoy refiriéndome a las que envían a la banca internacional. Esa que les prestó las grandes sumas de dinero en el tiempo de las vacas gordas y que ahora exige su pago. Esa que supuestamente odiaban. Pagan el servicio de la deuda en detrimento de la importación de alimentos, medicinas e insumos para la agricultura y la industria[3]¡Colapso total de la calidad de vida de las personas a lo interno del grupo! Recrudecen las grandes hambrunas y las muertes entre los pacientes internados en los hospitales y entre los recién nacidos ¡Dolor y sufrimiento en las familias!...y…en los momentos de mayor necesidad, los bolsillos quedan vacíos. El Vagabundo de Chaplin con frecuencia hurga en sus bolsillos y sólo logra sacar la tela con los que están formados… ¡No hay dinero en los bolsillos! Pero a diferencia del vagabundo de Chaplin, las gentes de esta historia trabajan duro -cada vez más y más duro -. Ganan un salario. Mucho dinero. Cada vez más y más dinero. Pero horror… ¡El dinero se desaparece en los bolsillos![4] …No, no es una escena circense. No hay magia, ni payasos, ni risas. Es la subasta pública en que han convertido el comercio venezolano. Todos los bienes y servicios están sometidos a la misma subasta. La leche, o los antibióticos. Los mangos, o los destornilladores. No importa cual. Subasta producto de la escandalosa fabricación de billetes en la que se embarcaron los protagonistas de esta barbarie. Cada vez más y más billetes en manos de la gente y cada vez menos y menos productos para comprar. Adquiere el producto quien ofrezca más billetes. Esa es la consecuencia de esas subastas. En las tiendas regulares o con los llamados “bachaqueros”. Los precios saltan estruendosamente en la medida en que aumentan los billetes en los bolsillos y se reducen los productos disponibles. Y… es de tal magnitud la perversidad del mecanismo que, por un lado, llena de billetes los bolsillos de las gentes, transmitiendo una sensación de bonanza con la que engañan a las gentes. Y por el otro, la subida escandalosa de los precios, parece justificar la destrucción de las empresas privadas fabricantes de los mismos. El perfecto círculo del mal, consumado por los maléficos protagonistas de esta historia, con beneplácito de los perjudicados… ¿Masoquismo? ¿Tienen ustedes idea cómo escenificar aunque fuese sólo este último capítulo? Lo cierto es que los que pueden mirar fuera del grupo victimizado y observar a otros grupos, observan que las personas sacan dinero de sus bolsillos y con ese dinero, se proveen de comida, de casa, de diversiones[5]… a diferencia de ellos cada vez más depauperados[6]. Lo que poco a poco, logra minar la confianza dando paso a la inquietud social. Allí la escenografía puede ser más clásica: los fusiles se encargan de los más alborotados -siempre los más jóvenes-. Y también de muchos que ni tan siquiera hubiesen pensado en quejarse. Y…, súbitamente, los que todavía han logrado sobrevivir a todas estas penurias, se miran a sí mismos. Con terror notan que se están reduciendo.[7]…Sus proporciones, antes rosadas y graciosamente redondeadas, ahora muestran huellas de huesos ¡Puntas agudas que tratan de escapar violentamente de la prisión de una piel cada vez más delgada! ¡Horror! Saltan a la memoria los judíos presos en los campos de concentración nazi ¡Ausschwitz y esos millones de condenados a muerte! Sólo ojos y huesos…En este momento, los pelos de los espectadores del guion que podríamos escribir se deben crispar. Un sonido de esos que paralizan a todos en la sala de cine debe resonar con estridencia. Escenario de espanto que conmueve a muchos de los integrantes de otros grupos ¡Ofrecen comida! ¡Ofrecen medicinas! Un canal humanitario está presto para instalarse. Pero… los protagonistas de este crimen innombrable, lo rechazan. Repetidamente. Todas las veces que lo ofrecen los acongojados observadores. Todas las veces los rechazan los protagonistas de este guion que no logra encajar en la imaginación humana. Surgen clamores de lado y lado. Delincuentes…les gritan a los responsables ¡Asesinos! Les gritan ya casi todos desde el interior del grupo de víctimas ¡Criminales! Les gritan desde el exterior…Una baraúnda planetaria se arma a favor de esas desdichadas víctimas. Se amenaza a los satánicos protagonistas para que abandonen la conducción del grupo. Se oyen denuncias aquí y allá. Se exploran varias alternativas para evitar aumentar el sufrimiento de los ya afectados. Se los consulta mediante un mecanismo nunca antes utilizado que escribe un nuevo capítulo en la historia política. Y… a partir de allí se conviene la fórmula a utilizar para desplazar a los protagonistas del horror. Convenidos están todos internamente en el grupo de víctimas. Convenidos están incluso aquellos que observan horrorizados desde el exterior. Y… en ese momento, para sorpresa de todos, las víctimas en un acto de ¿qué? ¿Amnesia? ¿Masoquismo político? ¿Insensibilidad social?... ¿Utilitarismo extremo que supera cualquier consideración ética o moral? Olvidan la fórmula convenida en ese histórico evento, para adaptarse a una propuesta de elecciones de muy segundo orden, proveniente de los demoníacos protagonistas, que no los desplaza, pero que convalida su actuación. Y…como contrapartida, desacredita ante todo observador, las denuncias de las víctimas ¡El público queda estupefacto! ¿Podríamos intentar escribir este guion?

[1] Fondos de ahorro que son previsiones que los países toman para evitar las graves consecuencias de las crisis. Ver: Haussmann, Ricardo: El colapso de Venezuela no tiene precedentes. Center for International Development de la Universidad de Harvard. https://www.project-syndicate.org/commentary/venezuela-unprecedented-economic-collapse-by-ricardo-hausmann-2017-07/spanish

[2] Durante el auge petrolero Venezuela sextuplicó su deuda externa, por lo que los prestatarios no quieren aportar dinero fresco. Ver: Haussmann, Ricardo: Ob. Cit.

[3] En vez de reestructurar la deuda, se recortaron las importaciones para poder permanecer al día en el servicio de su deuda externa. Las importaciones de bienes y servicios per cápita cayeron en un 75% en términos reales (ajustados según la inflación) entre 2012 y 2016, con un declive aún mayor en 2017. Ver: Haussmann, Ricardo: Ob. Cit.

[4] El sueldo mínimo (o ingreso medio debido al alto número de personas que lo recibe) medido en términos de la caloría más barata disponible, cayó de 52.854 calorías diarias a solo 7.005 entre el 2012-2017. Una disminución del 86,7% e insuficiente para alimentar a una familia de cinco personas, suponiendo que todo el ingreso se destine a comprar la caloría más barata. Ver: Haussmann, Ricardo: Ob. Cit.

[5] Con su sueldo mínimo, los venezolanos pueden adquirir menos de un quinto de los alimentos que los colombianos, tradicionalmente más pobres, pueden comprar con el suyo. Ver: Haussmann, Ricardo: Ob. Cit.

[6] La pobreza aumentó del 48% en 2014 al 82% en 2016, según un estudio realizado por las tres universidades venezolanas de mayor prestigio. Ver: Haussmann, Ricardo: Ob. Cit.

[7] Se descubrió que el 74% de los venezolanos había bajado un promedio de 8,6 kilos de peso de manera involuntaria. Ver: Haussmann, Ricardo: Ob. Cit.

CNE prohibió a la MUD participar en elecciones regionales en 7 estados

La inscripción de candidaturas será el 8 y 9 de agosto

Por EL NACIONAL WEB

07 DE AGOSTO DE 2017 09:34 PM | ACTUALIZADO EL 07 DE AGOSTO DE 2017 22:15 PM

El Consejo Nacional Electoral de Venezuela (CNE) anunció hoy la lista de partidos políticos que podrán inscribirse en las elecciones regionales previstas para diciembre. Adelantó que no permitirá presentarse a la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) en 7 de los 23 estados del país.

“En el caso de la organización con fines políticos MUD, ésta deberá abstenerse de inscribir candidaturas en Zulia, Apure, Monagas, Bolívar, Trujillo, Aragua y Carabobo, en cumplimiento de decisiones acordadas por juzgados de esos estados, relacionadas con juicios que se vienen adelantando desde el año pasado”, se lee en una nota de prensa del CNE.

La inscripción de candidatos para los comicios, en los que se elegirá gobernadores y las asambleas legislativas de los estados, se realizará el 8 y 9 de agosto.

Pese a la inminencia de las inscripciones, los partidos de la MUD -a algunos de los cuales sí se permite por separado presentarse en todos los estados- no han ofrecido hasta ahora una posición unitaria sobre si participarán.

El pronunciamiento más claro hasta el momento ha sido el de Acción Democrática, el diputado y ex presidente del Parlamento, Henry Ramos Allup, anunció que la tolda blanca acudirá a las elecciones regionales.

En el otro extremo se sitúa la coordinara de Vente Venezuela, María Corina Machado, quien descartó inscribirse al igual que Alianza Bravo Pueblo (ABP), del alcalde y preso político Antonio Ledezma. Ambos partidos no están incluidos en la lista de organizaciones aprobadas por el CNE para las elecciones de diciembre.

Estos son los 22 partidos políticos que podrán medirse en las regionales

La MUD deberá abstenerse de inscribir candidaturas en Zulia, Apure, Monagas, Bolívar, Trujillo, Aragua y Carabobo

Por EL NACIOAL WEB

07 DE AGOSTO DE 2017 09:52 PM | ACTUALIZADO EL 07 DE AGOSTO DE 2017 22:08 PM

El Consejo Nacional Electoral (CNE) aprobó este lunes el informe de renovación de organizaciones con fines políticos, de acuerdo con el procedimiento aprobado para este fin.

La decisión adoptada por el CNE incluye a 22 organizaciones con fines políticos que el martes 8 y el miércoles 9 de agosto podrán inscribir candidatos para la elección de gobernadores y asambleas legislativas: pautada para el 10 de diciembre de este año.

Las 22 organizaciones cumplieron con los requisitos de renovación de sus nóminas, tras recolectar 1% de manifestaciones de voluntad para cumplir con la validación.

Las organizaciones que pueden participar en los comicios son las siguientes:

  1. Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv)

  2. Independientes Por el Progreso (IPP)

  3. Unidad Política Popular 89 (UPP 89)

  4. Mesa de la Unidad Democrática (MUD)

  5. Partido Unión y Entendimiento (Puente)

  6. Nueva Visión para mi País (Nuvipa)

  7. Partido Comunista de Venezuela (PCV)

  8. Tendencias Unificadas para Alcanzar el Movimiento de Acción Revolucionaria Organizada (Tupamaros)

  9. Acción Democrática (AD)

  10. Un Nuevo Tiempo Contigo (Untc)

  11. Movimiento Primero Justicia (MPJ)

  12. Avanzada Progresista (AP)

  13. Voluntad Popular (VP)

  14. Movimiento Al Socialismo (MAS)

  15. Por la Democracia Social (Podemos)

  16. Organización Renovadora Auténtica (ORA)

  17. Patria Para Todos (PPT)

  18. Movimiento Electoral del Pueblo (MEP)

  19. Nuevo Camino Revolucionario (NCR)

  20. Copei

  21. Movimiento Político Alianza Para el Cambio (Mpapc)

  22. Unidad Popular Venezolana (UPV)

El Poder Electoral recalcó que la MUD deberá abstenerse de inscribir candidaturas en Zulia, Apure, Monagas, Bolívar, Trujillo, Aragua y Carabobo, en cumplimiento de decisiones acordadas por juzgados de esos estados, relacionadas con juicios que se vienen adelantando desde el año pasado.

Con información de nota de prensa

El 16 de julio se celebró un plebiscito en Venezuela, organizado apresuradamente por la Asamblea Nacional, en la cual la oposición tiene mayoría. Su objetivo era rechazar el llamado del presidente Nicolás Maduro a formar una Asamblea Nacional Constituyente. Por Ricardo Hausmann en Proyect Syndicate En este evento, más de 720.000 venezolanos votaron en el exterior. En la elección presidencial de 2013, solamente lo hicieron 62.311. Cuatro días antes del referendo, 2.117 postulantes rindieron el examen para obtener su licencia médica en Chile. De estos, casi 800 eran venezolanos. Y el sábado 22 de julio, se reabrió la frontera con Colombia. En un solo día, 35.000 venezolanos cruzaron el estrecho puente entre los dos países para adquirir alimentos y medicamentos. Es evidente que los venezolanos quieren escapar, y no es difícil entender por qué. En todo el mundo los medios de comunicación han estado informando acerca de Venezuela, documentando situaciones verdaderamente terribles, con imágenes de hambre, desesperación e ira. La cubierta de la revista The Economist del 29 de julio lo resume así: “Venezuela en caos“. Pero, ¿se trata simplemente de otra aguda recesión cualquiera o de algo más grave? El indicador que más se usa para comparar recesiones es el PIB. De acuerdo al Fondo Monetario Internacional, en 2017 el PIB de Venezuela se encuentra el 35% por debajo de los niveles de 2013, o en un 40% en términos per cápita. Esta contracción es significativamente más aguda que la de la Gran Depresión de 1929-1933 en Estados Unidos, cuando se calcula que su PIB per cápita cayó el 28%. Es levemente más alta que el declive de Rusia (1990-1994), Cuba (1989-1993) y Albania (1989-1993), pero menor que la sufrida en ese mismo período en otros antiguos estados soviéticos, como Georgia, Tayikistán, Azerbaiyán, Armenia y Ucrania, o en países devastados por guerras como Liberia (1993), Libia (2011), Ruanda (1994), Irán (1981) y, más recientemente, el Sudán del Sur. Dicho de otro modo, la catástrofe económica de Venezuela eclipsa cualquier otra de la historia de Estados Unidos, Europa Occidental, o el resto de América Latina. No obstante, las cifras mencionadas subestiman en extremo la magnitud del colapso, según lo revela una investigación que hemos venido realizando con Miguel Ángel Santos, Ricardo Villasmil, Douglas Barrios, Frank Muci y José Ramón Morales en el Center for International Development de la Universidad de Harvard.

Claramente, una disminución del 40% en el PIB per cápita es un hecho muy poco frecuente. Pero en Venezuela hay varios factores que hacen que la situación sea aún peor. Para empezar, si bien la contracción del PIB venezolano (en precios constantes) entre 2013 y 2017 incluye una reducción del 17% en la producción de petróleo, excluye la caída del 55% en el precio del crudo durante ese mismo periodo. Entre 2012 y 2016, las exportaciones de petróleo se desplomaron US$2.200 per cápita, de los cuales US$1.500 obedecieron al declive del precio del crudo.

Estas cifras son exorbitantes dado que el ingreso per cápita en Venezuela en 2017 es menos de US$4.000. Es decir, si bien el PIB per cápita cayó el 40%, el declive del ingreso nacional, incluyendo el efecto precio, es del 51% Típicamente, los países mitigan estas caídas de precios de exportación ahorrando dinero en tiempos de vacas gordas, para luego utilizar esos ahorros o pedirlos prestados en tiempos de vacas flacas, de modo que el declive de las importaciones no sea tan grande como el del las exportaciones. Pero Venezuela no pudo hacer esto debido a que había aprovechado el auge del petróleo para sextuplicar su deuda externa. El despilfarro en la época de las vacas gordas dejó pocos activos que se pudieran liquidar en el periodo de las vacas flacas, y los mercados no estuvieron dispuestos a otorgar créditos a un prestatario con tal exceso de deuda. Tenían razón: en la actualidad Venezuela es el país más endeudado del mundo. No hay otra nación con una deuda pública externa tan alta como proporción de su PIB o de sus exportaciones, o que enfrente un servicio de la deuda más alto como proporción de sus exportaciones. Sin embargo, de modo similar a Rumania bajo Nicolae Ceau?escu en la década de1980, el gobierno decidió recortar las importaciones para poder permanecer al día en el servicio de su deuda externa, lo que repetidamente sorprendió al mercado, el que esperaba una reestructuración. Como consecuencia, las importaciones de bienes y servicios per cápita cayeron en un 75% en términos reales (ajustados según la inflación) entre 2012 y 2016, con un declive aún mayor en 2017. Este colapso es comparable solamente con los ocurridos en Mongolia (1988-1992) y en Nigeria (1982-1986), y mayor que todos los otros colapsos de las importaciones ocurridos en cuatro años en el mundo desde 1960. De hecho, las cifras venezolanas no muestran mitigación alguna: el declive de las importaciones fue casi igual al de las exportaciones. Más aún, debido a que esta disminución de las importaciones que impuso el gobierno creó una escasez de materias primas y de insumos intermedios, el colapso de la agricultura y de la manufactura fue todavía peor que el del PIB total, con lo que los bienes de consumo de producción local cayeron en casi US$1.000 per cápita en los últimos 4 años. Otras estadísticas confirman este funesto panorama. Entre 2012 y 2016, los ingresos fiscales no petroleros se desplomaron un 70% en términos reales. Y, durante el mismo periodo, la aceleración de la inflación hizo que los pasivos monetarios del sistema bancario cayeran un 79% medidos a precios constantes. Medido en dólares al tipo de cambio del mercado negro, el declive fue del 92%, de US$41 mil millones a solo US$3.300 millones. Dado esto, inevitablemente el nivel de vida también ha colapsado. El sueldo mínimo –el que en Venezuela también es el ingreso del trabajador medio debido al alto número de personas que lo recibe– bajó el 75% (en precios constantes) entre mayo de 2012 y mayo de 2017. Medida en dólares del mercado negro, la reducción fue del 88%, de US$295 a solo US$36 al mes. Medido en términos de la caloría más barata disponible, el sueldo mínimo cayó de 52.854 calorías diarias a solo 7.005 durante el mismo periodo, una disminución del 86,7% e insuficiente para alimentar a una familia de cinco personas, suponiendo que todo el ingreso se destine a comprar la caloría más barata. Con su sueldo mínimo, los venezolanos pueden adquirir menos de un quinto de los alimentos que los colombianos, tradicionalmente más pobres, pueden comprar con el suyo. La pobreza aumentó del 48% en 2014 al 82% en 2016, según un estudio realizado por las tres universidades venezolanas de mayor prestigio. En este mismo estudio se descubrió que el 74% de los venezolanos había bajado un promedio de 8,6 kilos de peso de manera involuntaria. El Observatorio Venezolano de la Salud informa que en 2016 la mortalidad de los pacientes internados se multiplicó por diez, y que la muerte de recién nacidos en hospitales se multiplicó por cien. No obstante, el gobierno de Nicolás Maduro repetidamente ha rechazado ofertas de asistencia humanitaria. El abierto ataque del gobierno de Maduro contra la libertad y la democracia está atrayendo merecidamente una mayor atención internacional. La Organización de Estados Americanos y la Unión Europea han emitido informes muy duros, y Estados Unidos hace poco anunció nuevas sanciones. Pero los problemas de Venezuela no son solo de índole política. Abordar la extraordinaria catástrofe económica que ha causado el gobierno también va a requerir el apoyo concertado de la comunidad internacional.

María Corina:

1) “Exhortamos a nombrar sin demora a los cinco rectores del CNE, no solo porque están vencidos sus mandatos, sino porque la actitud cómplice del 30 de julio hace inmoral que permanezcan en sus cargos”.

2) "Proponemos que la AN designe embajadores de Venezuela en los 40 países que han desconocido la asamblea nacional constituyente".

3) "Exhortamos a todos los países que rechazan la constituyente a que respalden las sanciones y que impongan sanciones propias".

4) "Proponemos crear el Fondo Internacional para la Reconstrucción de Venezuela con todos los recursos que esos bandidos del gobierno se han robado del país. Este fondo debe ser auditado por la Organización de Estado Americanos (OEA) una vez que Maduro salga del poder".

Maria Corina Machado

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