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Aunque me duela mucho debo aceptar que "Cada uno tiene su idea del Bien y del Mal", como d


Quo vadis, Franciscus?

FRANCISCO JOSÉ SOLER GIL El Manifiesto 3 de octubre de 2013

Primero fueron los gestos de ostentosa humildad, que daban a entender que, por fin, y a diferencia de sus predecesores, ocupaba la cátedra de Pedro un alma ajena a la tentación del lujo y el poder.

Siguió luego la entrevista a La Civiltà Cattolica» que dejaba a los pies de los caballos a tantas buenas personas, digo más, a tantos héroes de nuestro tiempo, que están dedicando su tiempo, su dinero, y arriesgando posición social y carrera por la causa de la defensa de la vida humana. Y eso justo ahora, en el momento en que se vislumbraba en países como España la posibilidad de lograr algún avance en esta lucha que considero decisiva por la civilización.

Supongo que alguien debió informarle del daño que estaban haciendo esas declaraciones, pero no parece que los buenos consejos, si los hubo, hayan surtido mucho efecto. Lo último ―¿he de decir lo penúltimo?― ha sido una entrevista concedida al periódico italiano La Repubblica. En ella encontramos, entre otras perlas, esta frase: «Cada uno tiene su propia idea del Bien y del Mal y debe elegir seguir el Bien y combatir el Mal como él lo concibe. Bastaría eso para cambiar el mundo».

Una frase que cualquier relativista suscribiría, que Bin Laden suscribiría, que cualquiera que haya seguido sus propias ocurrencias sobre el Bien y el Mal suscribiría... y los cementerios de la Historia están bien repletos de las víctimas de los que se propusieron seguir a su modo el bien y combatir el mal,... el bien y el mal según ellos.

Qué inmenso contraste, por ejemplo, con el discurso de Benedicto XVI ante el parlamento alemán:

« Al joven rey Salomón, a la hora de asumir el poder, se le concedió lo que pedía. ¿Qué sucedería si a nosotros, legisladores de hoy, se nos concediese formular una petición? ¿Qué pediríamos? Pienso que, en último término, también hoy, no podríamos desear otra cosa que un corazón dócil: la capacidad de distinguir el bien del mal, y así establecer un verdadero derecho, de servir a la justicia y la paz.»

Tampoco en esta ocasión nos faltarán los intérpretes bienintencionados que vendrán a explicarnos que lo que quiso decir, realmente, era tal o cual cosa. Y no lo que parece.

Pero yo ya no puedo seguir en silencio. Me pregunto qué nos falta por leer aún del actual pontífice. Hasta dónde piensa seguir dilapidando el legado de sabiduría y buen ejemplo de sus predecesores. El momento es grave.

La cara de fastidio y de "no me queda más remedio que hablar con estos tipos" me cayó muy mal, no puedo negarlo, porque estaba con los Cardenales y Obispos venezolanos, cara que no le había visto con nadie antes. Contrasta con la calidez y sonrisa que le dispensa al jesuita comunista Numa Molina, quien bendijo la instalación de la Asamblea Nacional Constituyente, y contra quien los usuarios de Twitter lanzaron fuertes críticas en su contra por apoyar el fraude..

Veanlo con sus propios ojos. Confieso que me siento huérfana de Iglesia y de imparcialidad y disposición a oir las campanas de la verdad venezolana en la autoridad mayor de la religión que profeso, la católica

LOS SOFISMAS DEL PAPA PACO

El Manifiesto-España | septiembre 18, 2017 Web del Frente patriotico

No, el papa Francisco no cree en la verdad. Por eso juega tan alegremente el juego del engaño y la incoherencia calculada y disimulada.

ENTREVISTA CON FRANCISCO SOLER

Francisco José Soler Gil es un filósofo al que encontraremos con frecuencia recorriendo la comarca fronteriza entre las ciencias naturales y la filosofía. El escarpado y neblinoso paraje donde confluyen la ciencia, la filosofía y la teología resulta especialmente de su agrado, como muestra la obra que publicara junto con Martín López Corredoira en Ediciones Áltera (¿Dios o la materia?). La redacción de El Manifiesto se adentra ahora en ese terreno agreste, para recabar su opinión acerca del pontificado del papa Francisco I.

P.― Usted fue de los primeros en alzar la voz de alarma, a los pocos meses del inicio del pontificado de Francisco I, y lo hizo precisamente desde las páginas de El Manifiesto («Quo vadis Franciscus?»). Lo acusaba entonces de relativismo, y de dilapidar el legado de sabiduría de sus predecesores. ¿Mantendría hoy esas palabras?

R.― No sólo las mantendría, sino que tendría que subrayarlas. Pues en 2013 aún era posible concederle el beneficio de la duda: podía ocurrir que aquellas primeras declaraciones intelectualmente disolventes del pontífice fueran efecto de deslices involuntarios de un personaje frívolo y poco experto en temas de pensamiento. Que el personaje es frívolo, ha quedado entretanto sobradamente demostrado. Como también sus carencias filosófico-teológicas (entre otras). Pero no creo que ya a estas alturas haya nadie que siga pensando que lo suyo son deslices involuntarios. Ni tampoco malentendidos por parte de los medios. Es evidente que no lo son: nos encontramos ante un sofista de tomo y lomo.

P. ― ¿Por qué un sofista?

R. ― Me explicaré. El amor apasionado a la verdad es un presupuesto básico de la filosofía. Un amor apasionado hasta el punto de que, desde Sócrates en adelante, en Occidente muchos han estado dispuestos a morir por ideas que consideraban verdaderas. Y ese sacrificio ha sido un impulsor decisivo de nuestra cultura: uno de los principales motores del despliegue de nuestra civilización occidental.

Pues bien, lo más opuesto al amor apasionado a la verdad es la actitud sofística. El sofista emplea las palabras y los argumentos para dirigir al auditorio en la dirección que desea, pero sin jugar limpio: no lo hace con conceptos claros que respeten el significado común de los términos; ni con argumentos consistentes que respeten las reglas de la lógica. Esforzarse por los conceptos claros y los argumentos bien construidos es propio del amor filosófico a la verdad. Pero el sofista no se interesa por estas cosas, porque no cree en la verdad. Lo suyo es usar cualquier arma retórica que el lenguaje pueda proporcionarle –legítima o no– para mover al interlocutor hacia determinados pensamientos o acciones en los que está interesado.

P. ― ¿El papa Francisco no cree en la verdad?

R. ― No.

P. ― Ésta es una afirmación rotunda. ¿Podría justificarla de algún modo?

R. ― Para justificarla bien hay que descender a considerar los múltiples casos concretos en los que el papa ha actuado como un sofista. Hay algunos sitios de Internet (como el benemérito blog Wanderer, en nuestro ámbito hispanohablante) donde están quedando documentados esos casos, uno por uno, con un detalle analítico y una paciencia que muestran no sólo la miseria intelectual de este pontificado, sino también la pasión filosófica de los que participan en el esfuerzo desenmascarador. También hay filósofos de primera fila, como Robert Spaemann y Josef Seifert, que han puesto el dedo en varias de las llagas más sangrantes.

Pero, si usted quiere, le puedo mencionar a modo de ejemplo uno de los trucos favoritos del papa Francisco: realizar declaraciones buscadamente ambiguas y redactar en documentos oficiales frases no menos ambiguas que puedan ser empleadas como punto de apoyo por aquellos que quieren cambiar la doctrina de la Iglesia en temas esenciales, al tiempo que puedan ser empleadas para consolar a los que quieren creer que nada está cambiando. Que nada importante está siendo demolido en el edificio. Ambigüedad, equivocidad, turbiedad. Una niebla generada a propósito para sustituir el pensamiento tradicional de la Iglesia, no a la manera franca y honrada en que lo harían los filósofos –reconociendo abiertamente que han dejado de creer en ciertas tesis, y que a partir de ahora van a defender otras posiciones–, sino con la voluntad de engaño que caracteriza al sofista.

No, el papa Francisco no cree en la verdad. Por eso juega tan alegremente el juego del engaño, la infradeterminación del discurso, y la incoherencia calculada y disimulada.

P. ― ¿Pero no fue el propio Cristo el que dijo «Yo soy la Verdad»?

R. ― Saque usted mismo las conclusiones oportunas…

P. ― ¿En qué cree entonces el papa Francisco?

R. ― Bien. Lo que no se puede negar es que se trata de un hombre de su tiempo. Concretamente, en lo teórico se mueve en ese marco ideológico escurridizo –sin forma, ni contorno, ni sustancia asible–, del cristianismo posmoderno al estilo de Vattimo. Y en lo ético-práctico su discurso es el del buenismo zapateril más pedestre. (¿Recuerda, por mencionar una sola anécdota, sus «diez consejos para la felicidad»? También en aquella ocasión estuve comentando algo al respecto en El Manifiesto… Aunque tal vez sea mejor no descender a detalles; toda esta historia es tan penosa…) En definitiva, Bergoglio es un hombre de su tiempo, ¡qué duda cabe! Un hombre cien por cien mundano, situado a la cabeza de la institución que menos mundana debería ser…

P. ― ¿Y no es mejor así? ¿No es tiempo ya de que la Iglesia vaya abandonando su guerra de siglos contra el mundo?

R. ― Es que la historia de la humanidad no conoce una tensión más creativa que la que ha tenido lugar durante siglos en Occidente entre las instituciones y los pensadores seculares, por un lado, y las instituciones y los pensadores de la Iglesia, por el otro. Considere, por ejemplo, la universidad medieval, polarizada entre la facultad de teología y la de artes. De la tensión entre ambas habría de terminar naciendo tanto la ciencia moderna como las teorías modernas del Estado, del derecho, del poder político, de los intercambios económicos… Sí, en el fondo, la tensión creativa entre la facultad de filosofía y la de teología constituye el alma de la universidad occidental. Y la raíz de lo mejor del pensamiento occidental en su totalidad…

La guerra de la Iglesia contra el mundo es, en realidad, el gran secreto de nuestra civilización: el factor que ha impedido que el pensamiento occidental quedara en alguna fase cristalizado y ritualizado, como ha ocurrido, en cambio, en otras grandes civilizaciones. Por eso, la rendición del clero a la ideología del mundo posmoderno («pos-fáctico», «pos-dogmático», «trans-ético»…, una ideología muy «pos-» y muy «trans-» en todo…), a la que estamos asistiendo en estos momentos, y de la que el papa Francisco es promotor y símbolo, ha de ser entendida como un indicador de hasta qué extremo ha llegado la debilidad y la decadencia intelectual de Occidente.

P. ― El clero, ¿se ha cansado entonces de sostener su parte en esa lucha creativa?

R. ― Eso parece. Tal vez no en su conjunto, pero al menos una parte muy significativa del mismo. Y así multiplican los gestos para hacerse perdonar la vida por parte del mundo, apuntándose a cualquier causa y reivindicación que crean que les dará crédito en los ambientes dominados por las modas ideológicas del momento. Obviamente, terminarán cosechando lo que se merecen: un infinito desprecio, por parte de todos. Pues en el fondo, con su deserción, con su entreguismo, están traicionando a todos: a los amigos y a los enemigos. Y es que, si la sal se vuelve sosa…

P. ― ¿Se siente personalmente traicionado por el papa y por el clero en general?

R. ― Sí, sin duda.

P. ― A lo largo de su carrera ha publicado usted varios libros sobre las relaciones entre ciencia, filosofía y teología, defendiendo una posición teísta. Estoy pensando en obras como ¿Dios o la materia?, Mitología materialista de la ciencia, Dios y las cosmologías modernas, Lo divino y lo humano en el universo de Stephen Hawking… ¿Volvería a escribir esas obras?

R. ― Por supuesto. Y además, con un motivo doble:

En primer lugar, porque hay que distinguir muy bien entre la interferencia accidental que supone el circo que está montando el clero ignorante y pusilánime que nos ha tocado padecer, y la cuestión filosófica que late en el fondo de esos trabajos. La cuestión de fondo, la que alienta esas investigaciones en la frontera entre ciencia, filosofía y teología, es la pregunta acerca de cuál sea la realidad fundamental, la forma de realidad sobre la que debemos apoyarnos en nuestra comprensión global del ser: si es la materia inerte, o más bien la inteligencia. O si ni lo uno ni lo otro. Se trata de ver hasta dónde podemos llegar buscando una respuesta a esto…

P. ― ¿Y no le parece que se trata una pregunta pasada de moda en un contexto cultural posmoderno? Supongo que ni al papa Francisco ni a sus compañeros de armas les interesará especialmente este tipo de estudios…

R. ― En efecto, desde un punto de vista posmoderno, y posfáctico, la cuestión de cuál sea la realidad primera es una cuestión carente de interés. El sofista no se interesa por asuntos así. Pero precisamente ése es el segundo motivo para plantearla. Y el que me gustaría subrayar ahora. Porque insistir, justo en estos momentos, en los temas importantes de la filosofía, insistir en la indagación de semejantes temas, y hacerlo en diálogo con la tradición filosófica occidental y con confianza en el poder de la razón, constituye un acto de rebeldía. De resistencia contra la barbarie y la decadencia intelectual en la que nos hallamos inmersos.

La mayor parte de nosotros no tenemos influencia alguna en el curso de los acontecimientos del mundo. No podemos influir ni en Roma, ni en Berlín, ni en Nueva York. Pero podemos al menos esforzarnos por mantener en nuestro entorno inmediato ambientes de pensamiento fuerte, de búsqueda apasionada de la verdad, en medio de tanta destrucción, tanto abandono y tanta charlatanería posmoderna…

P. ― ¿Un poco a la manera de nuevos ambientes monacales?

R. ― Quizás. Algo así… Y quién sabe si estos ambientes no podrán llegar a convertirse algún día en semillas de renacimiento. Quién sabe si entre los restos del naufragio en el que se ha convertido nuestra cultura (¡y nuestra Iglesia!) no veremos desarrollarse de nuevo un pensamiento occidental vigoroso, digno del que produjeron nuestros antepasados. En todo caso, es una tarea que merece la pena. A pesar de todo… y, por supuesto, a pesar de Bergoglio y de sus zarpazos de bárbaro a la Veritatis splendor y la Fides et ratio.

No puedo probarlo, pero estoy convencido de que los bárbaros terminarán extinguiéndose mucho antes que el esplendor de la verdad…

ENFRENTAR TAMBIÉN A LOS COLABORACIONISTAS

Jesús Antonio Petit Da Costa | septiembre 18, 2017 | Web del Frente Patriotico

Usados por Cuba como bomberos para apagar el fuego de la rebelión popular

Para su dominio sobre Venezuela, cuenta Cuba con títeres y colaboracionistas. Los títeres integran el gobierno aparente (el poder real está en La Habana), que por eso lo llamamos gobierno títere, presidido por el lacayo Maduro. Tengamos claro: Maduro no es Maduro. Es Cuba. Por su parte, los colaboracionistas están en la MUD, que cumple el rol de la “leal oposición de Su Majestad Raúl Castro”, contra el cual nunca se ha pronunciado y menos aún se ha atrevido a plantear como prioridad absoluta la recuperación de la independencia y soberanía de Venezuela rompiendo con Cuba. Jamás la MUD ha atacado a Cuba, ni ha calificado de gobierno títere al de Maduro, lo que significa que no le importa que Venezuela esté sometida a Cuba, ya que de lo contrario hubiese reaccionado con la pasión que ponen los patriotas en la defensa de la soberanía y el honor nacional. Si la MUD no fuese colaboracionista habría convocado al pueblo a la liberación nacional, involucrando a los militares, y llamado a la solidaridad de todos los países democráticos para independizarnos de Cuba, en la seguridad de que muchos nos ayudarían por razones geopolíticas e ideológicas.

Al tener Venezuela un gobierno títere, todos los poderes públicos (nacional, estadal y municipal) integran la administración colonial al servicio de Cuba. Es así porque Venezuela dejó de ser soberana desde el momento de la Gran Traición, cuando los más grandes traidores a la patria que hayan existido en la historia le cedieron graciosamente la soberanía a Cuba en el más acto más vil y cobarde que pueda concebirse. Por consiguiente, alcaldes y gobernadores de la MUD se incorporan a esa administración colonial al ser electos, en calidad de “leal oposición”. Cuando la soberanía no existe, esa “leal oposición” se llama colaboracionismo.

Si la MUD no fuera colaboracionista, qué hubiera hecho cuando se instaló la Asamblea Nacional con mayoría calificada suya (dos tercios) el 05-01-16? Hubiera declarado la independencia de Venezuela, poniendo fin a la sumisión a Cuba. Así hubiera restablecido la vigencia efectiva de la Constitución, haciéndola renacer porque sin soberanía no hay Constitución sino Estatuto Colonial; y, desde luego, fundamentándose en los Arts. 333 y 350 de la Constitución restablecida, hubiera depuesto a Maduro, como se hizo con Emparam y toda la administración colonial, repitiendo la gesta del 19-04-1810 con el pueblo en la calle y la Iglesia apoyando (Madariaga reencarnado en el Cardenal Urosa o Mons. Padrón). Pero como la MUD es colaboracionista la Asamblea Nacional no declaró entonces ni después la independencia de Venezuela frente a Cuba, sino se integró a la administración colonial.

Han pasado 19 meses y la AN, ratificando el colaboracionismo de la MUD, no ha denunciado la cesión de la soberanía a Cuba ni ha tratado como títeres a Maduro y su gobierno. No lo hizo el 23-10-16 cuando declaró roto el orden constitucional, omitiendo que la causa fundamental es la cesión de la soberanía a Cuba y que no podía restablecerse si no se rompía con Cuba recuperando así la soberanía y la Constitución. No lo hizo el 09-01-17 cuando declaró la falta absoluta de Maduro por abandono del cargo omitiendo su cualidad de títere de Cuba, lo que no requiere prueba por tratarse de hecho público, notorio y comunicacional, del cual está enterado el mundo entero.

Independizarnos de Cuba es lo primero y fundamental. Venezuela necesita una Alianza Libertadora (sugiero este nombre) que, para comenzar, la libere de Cuba, debiendo para ello enfrentar a los colaboracionistas, única manera de poder salir del gobierno títere de Maduro al cual han venido sirviendo como bomberos que apagan el fuego de la rebelión popular.

@petitdacosta

CUATRO VIÑETAS DE LA TRAGEDIA VENEZOLANA

Gustavo Coronel | septiembre 18, 2017 | Web del Frente Patriotico

CUATRO VIÑETAS DE LA TRAGEDIA VENEZOLANA: CHEVRON, PAPA FRANCISCO, ELECCIONES REGIONALES Y LOS DESEOS DE EINSTEIN MILLÁN

Cada día nos llega información sobre Venezuela y su drama. A veces nos sentimos atropellados por los sucesos. En esta nota comento brevemente cuatro de ellas:

1. UNA REUNIÓN DE CHEVRON CON MADURO

Según esta noticia la empresa Chevron se reunió con la cabeza principal del narco-régimen venezolano para “explorar mecanismos de colaboración dado el “bloqueo” decretado por el gobierno de los Estados Unidos”. Los asistentes a esta reunión fueron Maduro y sus secuaces petroleros, Eulogio del Pino y Nelson Martínez, además del Ministro de “Planificación” Ricardo Menéndez, por la narco-dictadura, y los señores Clay Neff y Ali Moshiri por la empresa Chevron.

No es la primera vez que la empresa Chevron sale a la defensa y apoyo del narco-régimen venezolano. En ocasiones anteriores le ha prestado grandes sumas de dinero, disfrazando el préstamo que iría directamente a financiar a Chávez con el propósito de mejorar la producción del campo Boscán. En otras ocasiones Ali Moshiri ha dado conferencias de promoción activa de la inversión petrolera en la Venezuela chavista, diciendo que el riesgo de invertir en el sector petrolero de Venezuela es “mínimo”.

Chevron, como empresa, ha mostrado una ética comercial contradictoria. En Ecuador la apoyamos ardorosamente por años, al ver que era objeto de un juicio fraudulento y aplaudimos la manera como llevó al cabecilla del fraude, el abogado Steven Donziger, a la silla de los acusados, logrando la victoria. En Argentina, la criticamos, al ver que entraba a colaborar con el gobierno de la Sra. Fernández-Kirchner, durante el proceso de despojo de la empresa YPF que este gobierno hizo a la empresa petrolera REPSOL. Y, en Venezuela, hemos criticado en varias oportunidades la actitud colaboracionista de Chevron con la narco-dictadura de Chávez y Maduro. Esta reunión que mencionamos es particularmente patética y demuestra cobardía moral.

2. LA POSTURA DEL PAPA FRANCISCO EN RELACIÓN A LA TRAGEDIA VENEZOLANA

En su visita a Colombia el Papa Francisco ha reiterado, hasta ahora, su deseo de que el régimen venezolano y el pueblo oprimido durante 18 años por ese régimen se sienten a conversar, a dialogar, a hacerse concesiones mutuas, a fin de resolver el problema venezolano. Esta postura del máximo líder espiritual de millones de personas en el planeta y paladín de la moral es en nuestra opinión – trágicamente errada y ha servido para oxigenar al narco-régimen. La postura papal lo coloca en conflicto con lo que los obispos y sacerdotes venezolanos mayoritariamente mantienen, que el régimen de Maduro oprime al pueblo y que debe ser vigorosamente rechazado y resistido para lograr su aislamiento y eventual salida del poder. El Papa está frenando estos objetivos.

3. ELECCIONES REGIONALES

El presidente Nicolás Maduro, expresó este jueves pasado que los gobernadores electos en los próximos comicios regionales “deben subordinarse a la Asamblea Nacional Constituyente”. Agregó: “Imposible que asuma un gobernador sin que acepte por adelantado los resultados, todos tienen que subordinarse al poder constituyente o serán destituidos (…)”, Esta declaración del reposero mayor debería ser inaceptable para la oposición venezolana. Pero, ¿qué sucede? Nada. La MUD continúa con sus planes de asistir a unas elecciones bajo las reglas de un Consejo Nacional Electoral prostituido. Este silencio ante las declaraciones abusivas de Maduro es otro acto más de entrega servil por parte de la MUD. Así lo decimos, a riesgo cierto de ser llamados “radicales, anti-políticos”, blá blá blá.

4. LOS BUENOS DESEOS DE EINSTEIN MILLÁN

Einstein Millán es un excelente ingeniero radicado fuera de Venezuela, con ganas de regresar a trabajar en PDVSA, ahora que está bajo la presidencia de su amigo Nelson Martínez. En reciente artículo publicado en APORREA, ver: https://www.aporrea.org/energia/a251726.html el ingeniero Millán formula los siguientes buenos deseos: “Le toca a Nelson Martínez rescatar una producción de crudo que se ha venido abajo, habiendo perdido en exceso a 1.100.000 B/D de segregaciones de petróleo condensado, liviano y mediano que resultan vitales no solo para reducir nuestra marcada y creciente dependencia de las costosas importaciones de crudo y productos, liberar divisas vitales para nuestro bienestar. Para poder apoyar el crecimiento de la producción de la Faja del Orinoco y para cubrir nuestra capacidad instalada y cada vez más ociosa de refinación. Para reducir los galopantes costos de producción, pero sobretodo, para elevar nuestro nivel de competitividad en los mercados globales. Le corresponde atender y poner coto en la inexplicable caída de producción de más de 1.100 MMPCD de producción de PDVSA GAS ANACO aun teniendo en su subsuelo el doble de las reservas de Perla Cardón IV en costa afuera y que hoy día produce menos de 590 MMPCD, cuando apenas en 2008 producía 1650 MMPCD. Le corresponde a Nelson navegar en medio de un ambiente de reducido poder de inversión propio. Le toca hacer reingeniería financiera en muchos, sino todos los eslabones de la cadena de valor; incluyendo los acuerdos con las empresas operadoras, las potenciales vías para reducir los costos de transporte y fletes de nuestros crudos y productos, abrir espacio para transacciones en ultramar, adentrarse en el mercado de futuros y sobretodo reorganizar organizacional y estructuralmente la casa”.

Esta larga lista de tareas que, según Millán, le tocan a Nelson Martínez equivalen a rehacer una empresa destruida y Millán debería comprender que ello es imposible bajo la narco-dictadura chavista. Su artículo es meloso y parecería estar condicionado por su deseo de ser llamado a integrar los cuadros gerenciales de esa empresa desmantelada y endeudada hasta el tuétano. Nuestra sugerencia para Millán es que se olvide de eso y no regrese a Venezuela a ser cómplice de la tragedia petrolera venezolana. PDVSA es un nido irremediable de corrupción e incompetencia y saldrá de allí rayado.

Cuatro viñetas que explican, cada una en su campo, el por qué la pesadilla continúa.

Donald Trump en la ONU calificó al gobierno de Nicolás Maduro como “dictadura socialista inaceptable”.

Para el presidente norteamericano “el problema no es que el socialismo no se ha implementado bien, sino que se ha ejercido con lealtad, lo que ha causado angustia y solo contribuye a que los pueblos sufran tratos crueles. La dictadura socialista de Maduro ha generado un dolor terrible y un sufrimiento al pueblo de ese país.”

Trump: “El pueblo venezolano está hambriento y eso es inaceptable. El país está colapsando. No podemos seguir aceptando esta situación. No podemos quedarnos al margen y mirar. Como un vecino y amigo responsable, debemos tener una meta: ayudar a recuperar su paz, su país y su democracia”

Trump pidió a cada país en la ONU prepararse para hacer frente a la crisis venezolana y pidió la restauración total de la democracia y las libertades en Venezuela. Trump: “Estamos listos para adoptar acciones futuras si el gobierno de Venezuela persiste en su camino para imponer un régimen autoritario contra el pueblo venezolano”.

Maduro califica a Trump como “el nuevo Hitler”. Maduro fustigó a Trump y lo tildó de creerse "el dueño del mundo". El jefe de Estado denunció que tras los señalamientos que lo califican como dictador se fragua un supuesto plan magnicida.

Arreaza acusa a EEUU de querer un cambio de régimen “por la fuerza” en Venezuela.

Presidente de Francia, Emmanuel Macron, dijo en la ONU que Venezuela no puede “ceder nada ante las tendencias dictatoriales”.

Macron: “En Venezuela, la acción colectiva debe mantener en este país el respeto de la democracia, el respeto de todas las fuerzas políticas y no ceder nada ante las tendencias dictatoriales que están hoy en marcha”.

Michel Temer afirmó que en Venezuela siguen “deteriorándose” los Derechos Humanos. El jefe del Estado brasileño fue otro de los voceros internacionales que denunciaron la situación actual que atraviesa Venezuela.

Juan Manuel Santos: “Estamos preocupados por la situación de Venezuela. Nos duele Venezuela y la destrucción de su democracia".

Santos a Trump: “América Latina no apoyaría intervención militar en Venezuela”. Las declaraciones las ofreció el mandatario colombiano luego de una reunión con su homólogo estadounidense.

Perú convoca en ONU a países latinoamericanos para tratar crisis venezolana.

Chile espera una salida diplomática y pacífica a la crisis de Venezuela.

Borges asegura que los ojos del mundo están puestos en Venezuela.

Freddy Guevara: "Solución a la crisis en Venezuela necesitará presión multilateral, regional y mundial."

PJ rechaza comunicado del TSJ y afirma que a Carlos Andrés García “lo dejaron morir”. AN investigará fallecimiento del concejal Carlos Andrés García.

AN designa comisión para constatar estado de salud de Gilber Caro. Gilber Caro levantó huelga de hambre tras desmayarse.

Wuilly Arteaga, el violinista, se fue de Venezuela.

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