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“Lo viejo es la corrupción, lo nuevo la democracia” Ramón J. Velásquez (San Juan de Colón, Táchira,


Vestido de médico en una de las mayores crisis humanitarias y de salud vivida por un país que no está en guerra, Nicolás Maduro y la Primera Dama Cilia Flores de Maduro bailan salsa como demostración que la realidad venezolana les importa un carajo.

Texto elaborado a partir del artículo de Karin van Groningen ¿Corrupción electoral en España? … o el accionar de una sociedad desigual” IN: https://elconstructoronline.jimdo.com/somos-urbanos

“Fauna parasitaria que vive de trucos y trampas. Esa que sin ser verdaderamente criminal, pertenece al hampa. Tiene pocos escrúpulos. No está habituada al trabajo regular y constante. Astuta. Ingeniosa. Imprevisora y simpática. A esa fauna pertenece el pícaro en la novela picaresca española de los siglos XVI y XVII. El Lazarillo de Tormes (1554) de autor anónimo, el Guzmán de Alfarache (1599) de Mateo Alemán, Rinconete y Cortadillo (1613) de Miguel de Cervantes, La vida del buscón (1626) de Francisco de Quevedo, entre sus más notables exponentes. Literatura que se centra en una fauna pobre y marginada y que en la pintura, se encuentra magistralmente escenificada en el cuadro Niños jugando a los dados (1666), de Bartolomé Murillo. Otros textos nos hablan de otra fauna parasitaria que también vivía de los trucos y las trampas. Textos de sociología y de ciencias políticas”, como el estudio publicado en libro con el título de “La picardía del venezolano o el triunfo de Tío Conejo” (Caracas: Editorial Taurus, 2008, 185 p.) en el que Axel Capriles Méndez (1953) licenciado en psicología por la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab), diplomado en psicología analítica del C. G. Jung Institut de Zúrich y doctor en ciencias económicas nos ofrece como una reflexión sobre las causas y manifestaciones de la llamada “viveza” que se considera una característica de los nacidos en Venezuela “Pícaros y picardías han existido siempre y en todo lugar”, dice Capriles Méndez: “Lo que hace de la viveza criolla un rasgo resaltante de nuestro carácter social es el hecho de que se le celebre”.

“En Venezuela, sociedad que mayoritariamente admira la viveza, la argucia y la sagacidad, el pícaro es el actor principal del individualismo anárquico, disposición que en estos dilatados e infaustos tiempos nos mantiene fragmentados y subyugados bajo la bota autoritaria”, continúa el autor , ese asunto que tanto ha preocupado a nuestros ensayistas tanto Arturo Uslar Pietri(1906-2001) como Felipe Massiani(1906-1995), quien le consagró todo un libro(La viveza: interpretación de una actitud colectiva. Caracas: Tipografía Vargas,1962. 89 p.) Aquellos que desean penetrar hondo y comprender al ser venezolano deben examinarla. Capriles Méndez. hace un recorrido que busca en la picaresca española el hilo conductor que, a pesar de las transformaciones y la acumulación de capas del tiempo, hacen que se pueda establecer una especie de sensibilidad compartida entre el mítico pícaro y la viveza del venezolano encarnada en las historias de Tío Tigre y Tío Conejo, que no son más que parte del tejido estructural del venezolano: “En un mundo despiadado, voraz y cruel, dominado por Tío Tigre, la revolución o el poder, el conejo, ser pequeño e indefenso, el ciudadano común, el débil, sólo logra sobrevivir por medio de su astucia”.

“Las personas, consumidas en una vida común y corriente, proyectan en el líder narcisista al héroe dormido que llevan dentro. La personalidad descollante se convierte así en la portadora de la individualidad de quienes, incapaces de vivir su propia grandeza, lo hacen a través del carisma del dirigente; se enamoran y se identifican con él” continúa diciendo Axel Capriles. En este volumen se compaginan entonces dos figuras aparentemente contrapuestas pero de alguna manera vinculadas, presentes en el imaginario de Venezuela, y en las que el autor se adentra para desentrañar las contradicciones y las relaciones que caracterizan al venezolano pues afirma: “reflexionar sobre nosotros mismos es una manera de comenzar a atajar la compulsión a la repetición. Axel Capriles de una manera clara y entendible para todos los que no somos psicólogos, hurga como debe ser, desde los inicios de la conquista española y pasando por las cruentas guerras independentistas, para darnos una respuesta convincente a dicha pregunta. La imagen y el arquetipo del héroe, así como la del pícaro, han vivido con nosotros desde hace siglos y es por ello lo difícil y complejo que se hace deslastrarse de eso que ya forma del inconsciente colectivo venezolano. Como escribió en Analítica. com el crítico literario Roberto Lovera De Sola en su artículo “La picardía del venezolano” 28/09/2009: “El primer acto de picardía en la América Hispana lo practicó, según Francisco Herrera Luque(1927-1991), Cristóbal Colón(1451-1506) cuando ofreció una compensación económica al primero que viera la tierra americana. Este no fue, como siempre se ha dicho, Rodrigo de Triana, que no iba en la expedición, ni siquiera su nombre está en la lista de los miembros de la tripulación, sino Juan Rodríguez Bermejo(Francisco Morales Padrón: Historia y del descubrimiento y conquista de América. Madrid: Editora Nacional,1981,p.108-109) pero Colón nunca le entregó el regalo ofrecido a

aquel marino andaluz. O sea que la América Latina se inició con un acto inusitado: dividió la historia del mundo al descubrir un nuevo continente pero estuvo signado aquel instante por un acto de corrupción. Por ello desde allí se espiga el dicho del historiador Ramón J.Velasquez: “Lo viejo es la corrupción, lo nuevo la democracia”.
A medida que avanzaba en la lectura se me hizo imposible no resaltar las ideas que son una fotografía, un calco de nuestra realidad y como es natural, asociar lo leído con personajes actuales de nuestra política. Por ejemplo, hablando del héroe y de su aspecto mitológico y arquetipal señala que el mismo “desprecia el empeño metódico y constante. Inepto para crear riqueza, se apropia de la fortuna de los otros mediante el asalto y la conquista. Su economía, como la del pirata, es la del saqueo y el botín. Y no pude evitar trasladarme a lo que he visto en 20 años del chavismo, con su advenimiento en 1992 cuando un Hugo Chávez aparentemente derrotado se convirtió en héroe con su frase “Por ahora”, nos encontramos con el pícaro en plena acción…”sólo que no en los arrabales. En los más altos niveles del gobierno ¡En los más altos niveles del Estado! ¡Delitos de cuello blanco!... gritarían los criminólogos ¡Falsa moral!… gritarían los más exaltados”. El escritor y periodista venezolano Juan Carlos Zapata en el 2005 los denominaría “boliburgueses”, concepto que continúa usándose. El venezolano se enfrenta con su más profunda sombra heredada de una naturaleza humana que no ve en las prácticas fraudulentas y engañosas nada fraudulento. “Todo lo contrario. Eran prácticas enmarcadas en tradiciones y costumbres. En el modo “natural” de hacer las cosas. Bienes culturales, que con ese carácter, se transmitían de generación en generación y estaban arraigados en la mente y en el accionar político. Bienes culturales que se asientan en sentimientos de afecto y fidelidad. Esos que unen a los reyes con sus súbditos. El patrón con el cliente -podría decirse en términos más modernos. Que sirven a ambas partes. Acrecientan el poder de los reyes -o del patrón- otorgándoles apoyo político a lo largo y ancho de sus territorios. Y, acrecientan el poder de aquellos súbditos -clientes- que se doblegan y trabajan a su favor. Legítimo puente para el ascenso social de los inferiores. Ascenso en una pirámide social profundamente vertical que era la España y” luego la América colonizada por ella a partir de 1492, pero ojo, a territorios como Venezuela sólo vinieron los segundones no los hijos que ostentaban el mayorazgo, por eso en esta “Tierra de Gracia” no se vivió como en los Virreinatos “una pirámide social prácticamente inexpugnable. Ascenso social en una sociedad profundamente jerarquizada. Una sociedad donde abundaban los niveles -las clases, las órdenes y los rangos-.” Por lo que “la muy añorada promoción social es el resultado de la serie sucesiva de relaciones patrón-cliente, que se van engranando desde la cúspide, a través de esas clases, órdenes y rangos, hasta llegar al más analfabeta de los campesinos” en Venezuela se manifiesta a través de una muy particular manera de escribir la historia social que el chavismo ha expuesto, hay que ascender sin esfuerzo, sólo siendo un rufián, un pícaro, cuyas bribonadas se ven como simpáticas, y su ignorancia una manifestación del buen salvaje, y del buen revolucionario . De ahí que al golpe de estado del 4 de febrero de 1992 se le denominó “La Revolución de los ángeles” (título utilizado en el libro de Angela Zago, una exguerrillera de los años 60 hoy esposa aburguesada de Napoleón Bravo, otrora enfant terrible de la radio de los 70/80). Ese grupo que aun estando en el poder siempre y en las marquesinas y puestos exclusivos en los diferentes organismo públicos y privados del país, cohabitaba y servía sin darse cuenta al establecimiento de los planes de Fidel Castro, tramados desde su profunda arrechera por no haber accedido a las riquezas del país como financista de su programa imperial, que tenía guardado en su más profunda psiquis de psicópata, como esperó hacerlo en 1959 cuando vino en su primera visita después de tomar La Habana y bajar de la Sierra Maestra triunfante, para entrevistarse con el Presidente Rómulo Betancourt quien le dijo “No” a sus propuestas. Esa clase que abarcaba desde sindicalistas hasta doctores universitarios, poetas y gente adinerada se caracterizó por una superficialidad galopante y frivolidad a la hora de defender la incipiente democracia del país, que nunca hicieron suya sólo para recibir los favores y su correspondiente pago. “La política y economía de la gracia. La concesión de rangos, cargos y oficios a cambio del apoyo político. Algunos realmente prestigiosos o ventajosos económicamente. Capaces de formar poderosas cabezas de clientelas rurales y urbanas que buscaban en ellas un nexo de unión con el señor -el patrón-“ o la Revolución de Fidel Castro, la utopía aparente, que costó la vida a millones de hombres en el planeta. “Ventajosas para quien los recibe…Y también para su familia. Y con carácter eterno… como los poderes monárquicos de la España borbónica. ¿Cómo puede ser corrupta esa forma de gestionar los asuntos públicos heredada, tan reconocida social y jurídicamente y ampliamente aceptada durante toda la historia española” que dominaba los tiempos de la Conquista americana y por herencia los que habitan Venezuela, como lo ha demostrado el psiquiatra Francisco Herrera Luque en sus libros, en especial “La huella perene” y “Viajeros de Indias”. En el primero publicado en 1969, el psiquiatra, historiador y novelista venezolano Francisco Herrera Luque realizó un estudio en el que se describen las psicopatías padecidas y evidenciadas por los integrantes de cinco monarquías europeas, a las que les hizo una pesquisa por más de 20 generaciones. En ese libro Herrera Luque publicó los casos de epilepsia, debilidad mental acentuada, estados melancólicos severos, psicosis y elaboró un listado de criminales excepcionales y perversos sexuales quienes eran muy comunes encontrárnoslos en las familias “reales”. Son frecuentes las referencias a episodios depresivos, hipocondría, insomnio y oligofrenia, por citar algunos, en la familia Borbón que, no está de más decirlo tiene más de francesa que de española, hasta tal punto que el apellido es tomado del castillo familiar de Bourbon-l’Archambault (Francia). Todas esas taras han dado origen a la llamada Maldición de los Borbón, una serie de enfermedades hereditarias, accidentes trágicos, atentados y complejos perfiles psicológicos que han estado presentes a lo largo de los reinados de esta familia a partir del siglo XVII cuando fue coronado Enrique IV de Francia y III de Navarra, o sea de parte de España, quien fue bautizado como “El Católico” pese a que era un protestante hugonote.
Sobre el segundo cabe destacar que el autor había publicado en 1956 “Bosquejo para una interpretación antropológica de Venezuela”, trabajo con el cual obtuvo el título de Doctor en Ciencias Médicas y que permanece inédita. “Los Viajeros de Indias” es una de las obras de juventud de Herrera Luque. Contaba el autor con 34 años cuando en 1961 publicó este trabajo para ascender a la categoría de Profesor Agregado de la Escuela de Medicina de la Universidad Central de Venezuela. En 1970, en ocasión de haberlo publicado la empresa editorial Monte Ávila, considera su autor que “sigue siendo su obra fundamental”. Hemos de destacar que La Historia Detenida la cual es, según el autor, la parte segunda de Los Viajeros y que constituyen partes esenciales de “una tesis más amplia sobre el venezolano y su circunstancia” jamás se publicó, aunque en ella Herrera Luque hace interesantes interpretaciones del venezolano desde las perspectivas arquetípicas del Carl Gustavo Jung y de las de Alfredo Adler, discípulos y luego disidentes de las doctrinas psicoanalíticas de Seguismund Freud. De la “Voluntad de Poder” del Adler marxista dice Herrera Luque: “El venezolano, aunque parezca lo contrario es adleriano, de vencer sus sentimientos de inferioridad hace toda una vida”. Del otro disidente de Freud, Jung, el autor toma el concepto de “inconsciente colectivo”, que es una fuente de neurosis y dice:
…hay fantasmas históricos que constantemente se hacen sentir, como es el arquetipo mesiánico del Hermano Mayor, que nos carcome, de ayudar a los
pueblos hermanos (…) arquetipo que parece venirnos de nuestros padres libertadores, pero que si hurgamos un poco más nos damos cuenta que esa voluntad de transformación es mucho más vieja: procede de la conquista. Los libertadores sólo la continuaron (…) y ahora el gobierno de Hugo Chávez la pone al desnudo de forma brutal
Los “Viajeros de Indias” es “terapia fenomenológica y psiquiátrica hasta el siglo XVI”. En el caso de Herrera Luque la curación del enfermo (el venezolano) vendrá si: “ante todo tiene que conocer su pasado, pero no el pasado formal (…) lleno de falsedades, silencios o de verdades convencionales”. Pero no se trata de la historia individual, la de un solo paciente en singular, sino que es el pueblo entero de Venezuela el que, neurótico como es, debe de “ponerse en paz con el pasado”. Es, pues, en la infancia de la nacionalidad en donde radica el trauma neurotizante del venezolano, que es en el siglo XVI donde está ubicado ese recuerdo ignorado. Este recuerdo debe salir a la consciencia para que se pueda producir su remisión. Así, Herrera Luque para comprender la carga psicopática del venezolano actual y sus raíces migratorias recientes inició una búsqueda que lo llevó más a fondo, hasta llegar a los conquistadores españoles del siglo XVI. La demostración fenomenológica comienza en el libro I de su obra: “La sobrecarga mental de Venezuela y sus raíces migratorias”, y desde allí, continúa en la parte II llamada “Psicopatología de los viajeros de Indias”. Como colofón de su obra dirá que Los Viajeros de Indias son mucho más que un problema de que estos hombres intrépidos eran sementales. Ni que es, siquiera, “que en las cromosomas se mantengan perennes, como cantos de lujuria y muerte”.
Y como para sentenciar que no se trata de una explicación solamente genético-cromosomática que sólo “explica” pero que no comprende, afirme que: “El problema fundamental de los viajeros de Indias es que ellos escribieron las primeras páginas de la historia nuestra”.
Aquí comienza la llamada “Historia Detenida”: punto de partida de nuestra inconsciente fijación y estancamiento nacional a un tiempo pretérito, que nos hace responder a problemas de la actualidad con esquemas de siglos pasados.
La forma “explicativa” tiene, pues, una limitación y se le emplea de manera adventicia dentro de un marco de referencia más general que es del tipo comprensivo:
De viajeros de Indias rebosan nuestros arquetipos. Viajeros de Indias son nuestros héroes, aunque se llamen libertadores, caudillos de montoneras. Los viajeros de Indias no han muerto (…) todavía agitan e irrumpen en los momentos cumbres de la historia…”
El Dr. Francisco Herrera Luque en su análisis científico sobre la criminalidad de los Viajeros de Indias, nos informa: La característica patológica más sobresaliente de la Conquista es la criminalidad de sus autores. No hay expedición, ni descubrimiento, que no tenga en sus anales el asesinato y la violencia como el signo más constante. Desde el Fuerte de la Natividad, primer asiento de los españoles en el Nuevo Mundo, hasta el más apacible paraje, dieron muestras de la ferocidad más despiadada e inhumana. Los “Viajeros de Indias” constituyeron las raíces humanas de la clase dirigente venezolana y la sociedad en general y de ese modo fundaron las normas, los arquetipos, las formas de relación y las escalas de valores de la vida venezolana. Ese grupo social al cual Herrera Luque califica de “cerrado y endogámico hasta el incesto”, determina de modo irreversible nuestro proceso histórico, nuestras virtudes y defectos, nuestro comportamiento y nuestra realidad.
Viendo a Nicolás Maduro gritar como un loco discursos sin sentido que según el G2 cubano, estimulan la masa venezolana en pleno S.XXI, y enaltecen la ignorancia y la viveza, el enajenamiento y la ignorancia como valores para ser líderes sin dones para ello, me recuerdan la tesis de la sobrecarga psicopática que ha gravitado en la población iberoamericana desde la Conquista y durante la Colonia hasta nuestros días, explicada por Francisco Herrera Luque en esta obra, como una consecuencia de las aberraciones, enfermedades mentales y criminalidad morbosa que los conquistadores europeos trajeron a nuestras tierras hace cinco siglos. "Los Viajeros de Indias", siempre fue un libro polémico, y lo seguirá siendo por mucho tiempo pues sus premisas brotan en cada uno de los actos oficiales que hemos padecido desde 1999 al igual que en los enfrentamientos entre fuerzas del gobierno y de la oposición, transformadas poco a poco en unos combate en el cual unos militares armados hasta los dientes y con una vestimenta de remembranzas medievales, reprimen con saña y atacan sin miramientos a una multitud indefensa que reclama sus derechos. Hay quienes dicen que son los que comandan los que son unos despiadados, que por lo mucho que tiene que perder, manda disparar a quema ropa a un pueblo desarmado, aun sabiendo que el decir que obedecían órdenes, no les servirá para alegar inocencia cuando sean sometidos a la justicia por los
crímenes de violaciones a los derechos humanos, crímenes de lesa humanidad que no prescriben. Para mí, eso me cuesta creerlo, cuando veo la mirada sanguinaria en algunos miembros de la soldadesca que ejecuta las órdenes de esos dementes. Considero que solo la siembra continúa durante casi 20 años del odio en miembros seleccionados por ser personas sin deseos de superación, sin ningún deseo de emprendimiento dentro de grupos de la población más desfavorecidos, han logrado que permee el resentimiento en todos los estratos sociales, en todo aquel que por falta de oportunidades, capacidades y en su mayoría por falta de sueños y deseos de superación no alcanza su fantasías materiales y sociales. El trabajo de recuperación más arduo que tendremos el día de mañana cuando salgamos de este desgobierno, no será el de la recuperación económica, será el de la recuperación de una sociedad enferma de resentimiento. Una sociedad enferma en la que no hemos establecido un tratamiento de cura a nuestros vicios y debilidades. Lo que nos desnuda es tener un presidente primero como Hugo Chávez y ahora del epítome de su enfermedad sociopática: el colombiano Nicolás Maduro, que nos ha impuesto el gobierno cubano sin que haya resultado favorable alguna denuncia de la arbitrariedad básica de ser gobernados por un extranjero, cosa que no sucede en ningún país. Tenerlos en el poder durante ya casi 20 años nos señalan como una sociedad en decadencia, la cual es el principio de debilidad o ruina, tanto en el orden material como espiritual. La decadencia se asocia también con deterioro, menoscabo, colapso. Una sociedad en decadencia es una sociedad enferma, cuyos efectos hacen estragos entre los ciudadanos que forman parte de ella. En una coyuntura de decadencia nadie sale ileso, porque se asemeja a un cáncer que carcome los órganos y células sanos del organismo. No hace falta consultar datos de la opinión pública para percatarnos del estado de postración y de ruina que estamos viviendo, en todos los órdenes de la vida nacional. La corrupción, la mediocridad y la sumisión son signos de la decadencia de las instituciones del Estado Venezolano. Allí no hay pizca de decencia ni decoro. Pero si evaluamos el sistema educativo, el colapso es mayor cada día. Ausencia de una educación de calidad que forme a niños y a jóvenes con los conocimientos, habilidades y valores necesarios para la construcción de una sociedad democrática, moderna y segura. La familia no se encuentra en mejores condiciones. La transmisión de valores como el respeto, el trabajo, la solidaridad y honestidad, no existe en la mayoría de las familias venezolanas que sufren el flagelo de la paternidad/maternidad irresponsable, la violencia doméstica y la falta de testimonios vivos que refuercen el papel de la familia como centro fundamental de la sociedad.
La mediocridad, la apatía y la falta de la prestación de servicios de calidad, dejó de ser desde hace tiempo una realidad exclusiva de los organismos gubernamentales; la empresa privada ya se contagió de esa epidemia. Empleados que, con razón ó no, viven sólo para ganar quince y último, sin interés alguno por superarse o destacarse entre sus compañeros. Irrespetan a los clientes o, lo que es peor, los ignoran absolutamente. Son una especie de autómatas que apenas respiran para no morir.
Como es de suponer, el valor de la ciudadanía es una entelequia entre nosotros. No podemos considerarnos ciudadanos cuya actuación engrandecen al país, a la ciudad o al barrio donde residimos. Somos violadores conspicuos de las normas de respeto y convivencia social. La criminalidad nos mantiene presos en nuestras propias casas. No respetamos las señales de tránsito; se nos olvidó dar las gracias o pedir permiso; el frente de las casas o las calles son botaderos de basura, sin que nos moleste la basura y la fetidez que ella despide. Nos estamos acostumbrando muy rápido a la suciedad, al abandono, al deterioro, a hacer colas para cualquier servicio público o privado que necesitemos sin importar horas de madrugada ni edad, al igual que los cubanos se acostumbraron a vivir entre las ruinas y despojos generados por una revolución corrupta e inhumana.
Pero allí no termina el colapso de la sociedad venezolana. Algunos políticos y muchos empresarios actúan de espaldas al país, porque los negocios con el régimen les impiden defender a Venezuela so pena de quitarles las prebendas y beneficios, muy atractivos por cierto, y someterlos a un proceso de persecución en manos de una justicia que sólo hace caso a las llamadas de Miraflores.
Ni hablar de la grave situación económica de la nación. Escasez generalizada, alto costo de la vida, desempleo, falta de divisas, desinversión, destrucción de la producción nacional; en fin, un estado de pobreza general que amenaza con eliminar por completo las oportunidades de superar tan dramática situación, tanto que hemos llegado en el año 2018 en poco más de un año a ver el resultado del plan impuesto por Cuba: lograr que el venezolano haya modificado su estado emocional. De la rabia que en 2017 desató la convicción de que la crisis le arrebataba su capacidad de administrar sus ingresos y su futuro, pasó ahora a la resignación, al estado burnout o síndrome de “estar quemado”, generado por el estrés, y que implica cansancio y rendición no solo ante la crisis económica, sino también ante los deteriorados servicios públicos. Un cambio patológico que el gobierno ha causado, como asegura la psiquiatra especialista en Neuroinmunología y Medicina Cuántica Rebeca Jiménez en entrevista a OLGALINDA PIMENTEL R en EL-NACIONAL.COM, 07 DE MAYO DE 2018 titulada:
“A los ciudadanos nos han desmontado emocionalmente como lo hicieron con el Estado, y no nos hemos dado cuenta de eso”.
—El ciudadano se pregunta: ¿qué le pasa al venezolano que no reacciona ante la crisis?
—En este momento hay un proceso de despersonalización, de descalificación y de impotenzación del venezolano que lleva, por lo menos, 18 años. El ciudadano está en un jaque mate psicológico, social, económico, al que han llevado progresivamente, y solo busca sobrevivir. Si nos remitimos a la pirámide de Maslow, en estos momentos el venezolano está en un punto crítico en el que para subsistir como entidad biológica tiene que enfocar toda su atención en sobrevivir. Ha perdido todas las cosas que tenía como normales: el agua, la luz, la gasolina…; es el caos de su vida cotidiana.
—¿Cómo se dejó llevar hasta allí?
—Es un problema de autoestima que fue manejado absolutamente. Lo que pasó en Venezuela es similar a encontrarse con una pareja psicótica, una relación tóxica. Una de las personas quiere someter a la otra y esta permite poco a poco que eso suceda. Eso tiene sus fases, requiere tiempo. El agresor comienza a descalificar a su pareja y como tiene el poder sobre la otra persona mella su autoestima y la deja indefensa. ¿El actor principal? Un gobierno populista con un plan de sometimiento. Esto no es nada casual, está planificado fríamente. Desde el primer momento, hace 18 años, se comienza a menoscabar la autoestima del venezolano. Esto no ocurre desde que se va la luz o desde que la gente se encierra en su casa por la inseguridad; esto es una de las piedras angulares de un estilo político que básicamente vino a apoderarse del país.
—¿Por qué impera ahora esa resignación patológica ante la crisis?
—Porque los venezolanos perdieron los mecanismos de defensa; el objetivo es sobrevivir y no enfrentar al gobierno. O te mueres de hambre y de tristeza, o buscas las fuerzas que te quedan para sobrevivir. Las principales víctimas han sido históricamente los más débiles, los más vulnerables y dependientes, que son el blanco y que generalmente pertenecen al estrato más amplio de la sociedad. Los someten a la especie de ilusión de que el Estado les proveerá para que sean dignos como seres humanos. El “yo soy el que te alimento”, crea dependencia sobre la base de la fantasía del otro. Los 18 años en los que la gente pensó que papá gobierno le daría todo, pasara lo que pasara, ha tenido un altísimo costo emocional, en el aspecto de de identidad, de reconocimiento, de oportunidades. Fueron quitándole al venezolano todas las herramientas para que se autogestionara y ahora está atrapado porque ni tiene con qué ni se consigue, y lo más grave, cree que no puede.
—¿Cómo evalúa el pase de la ira de hace un año a la pasividad, en el marco de las etapas emocionales del venezolano en estos 18 años?
—Creo que definitivamente hubo algo emocionalmente aplastante. La radicalización política en la que a los políticos les importaba cada vez menos las condiciones de salud de la gente, por ejemplo, que le importara un carrizo que un niño o un enfermo renal muriera; fue como la entrada a un túnel donde la vida perdió su valor. Cuando las políticas públicas de un Estado le dicen abiertamente al ciudadano: “no me importa que te mueras”, inmediatamente despierta otra etapa, la rabia se convierte en sobrevivencia, y justamente estamos allí porque a eso nos llevaron. Es lo mismo que hace un esposo psicópata: tratar de aislar a su pareja de la familia, de los amigos, hacerle sentir que el mundo está en contra de ellos; todo eso ha pasado políticamente.
—¿Quiere decir que el gobierno se comporta como psicópata?
—Si no lo es, se comporta como tal ante una población que enamoró al comienzo, pero que procuró darle todo al precio de su sumisión para mantener el poder, sin importar lo que se lleve por delante.
—¿Hay más resignados que deprimidos o al revés?
—Están dándose los dos casos, pero dependiendo del grupo social. Frente a las oleadas migratorias que decidieron huir ante el peligro inminente, están los que se quedaron en el país y son los que están siendo atacados, no se defendieron antes y ahora son débiles ante la situación de agresión y sobrevivencia. Es esa la mayoría: gente que se ve en las colas, que busca el agua, que está en el metro que no funciona… Anteriormente hubo una etapa de mucha paranoia, pero ya ni siquiera eso.
—¿Cómo pueden las personas con burnout sobreponerse?
—Eso es muy particular. El movimiento es la supervivencia. Creo que en la sociedad venezolana todos estamos enfermos, unos más otros menos, y la cura es salirse del sistema. Hay que salir del marido psicópata y eso nunca es fácil.
—¿Qué puede pasarle a la población venezolana de seguir así?
—Solo Dios sabe, pero creo que la sociedad buscará un mecanismo para sobrevivir, la vida es un valor supremo. En la historia de la humanidad ha habido muchos ciclos de muerte y la humanidad siempre ha logrado sobrevivir. Una vía para superar estos estados mentales es acudir a la solidaridad, ayudar a otros para sobrevivir. ¿Qué pasará en Venezuela?, no lo sé, pero la fuerza de la vida es indetenible.
Síndrome de burn-out o síndrome de “estar quemado”
Se refiere a un estado de agotamiento emocional, físico y mental grave en el que la persona se derrumba a causa del cansancio psíquico o estrés que surge de la interacción social y ante una rutina laboral.
Acostumbra a presentarse en personas que por su profesión acostumbran a ocuparse de los demás, como por ejemplo enfermer@s, cuidador@s, maestr@s, etc. Se produce una despersonalización, una reducción de su capacidad personal habitual, como si ya no estuvieran tratando con personas.
Esta situación se ha ido produciendo durante un largo periodo de tiempo, y finalmente la persona se encuentra en un estado de incapacidad para seguir trabajando.
¿Qué le ocurre?
Siente que ya no puede dar más de sí a los demás, Se siente desbordado por las demandas emocionales de los otros, Siente que sus recursos emocionales ya están agotados, Se levanta ya agotado
¿Cuáles son los síntomas?
Distanciamiento afectivo, irritabilidad, atención selectiva, ironía, etc.
Se producen diferentes mecanismos de defensa como racionalización, desplazamiento de afectos, negación de la realidad, etc.
Absentismo laboral, consumo de medicamentos o drogas, aumento de conductas violentas.
Sufre fatiga crónica, dolores de cabeza, problemas del sueño, hipertensión, y diversas enfermedades psicosomáticas.
Lo leído anteriormente nos lleva a preguntarnos ante la dimensión del plan del castrocomunismo ficha del comunismo mundial, aplicado en el país, que como vemos tiene mil y un hilo en su demoniaca trama, y parte desde los más remotos orígenes: “¿Esta herencia qué ha dado como resultado? Las relaciones clientelares que funcionan en la política venezolana como herencia cultural de ese pasado europeo en las que ellas eran la forma legítima de hacer política… ¿se mantienen en el siglo XXI por ser las únicas posibles en el accionar político de una sociedad caracterizada por su profunda desigualdad social? Su respuesta afirmativa nos llevaría a la pregunta más interesante: ¿Es esa desigualdad social el producto de una política de Estado dirigida a asegurar a través de ella, el mantenimiento del poder? ¿En esa política se inscribe el ahorcamiento paulatino de la empresa privada? ¿Qué se busca con colocar a los más incapaces en los cargos de poder máximo?
Demasiadas piezas calzan. Unas ya antiguas. Otras más nuevas. Unas blancas. Otras negras. Y aun otras, de matizados colores. Muchas en franca reproducción. Otras están creciendo. Diversificándose. Y también hay las que están ya muriendo. Eso ocurre en una sociedad armónica. Una fundada en el internacionalismo y en el diálogo. Una abierta y plural. Y … diversa. ¡Las divinidades celestiales y los seres terrenales entrelazados! En perfecta comunión. Es allí cuando las piezas crecen, sin dañar a aquellas con las que colindan. Todas las piezas -diversas- calzan armónicamente, cumplen su función y propician el nacimiento y crecimiento de otras. Un perfecto engranaje ¡Una maquinaria en funcionamiento perfecto! Y es que todas las piezas deben calzar. Todas deben desarrollarse y reproducirse y aumentar en diversidad. De lo contario estaríamos frente al caos y la destrucción ¡La muerte! O… frente a lo que produce los mismos efectos… ¡el totalitarismo surgido del populismo! Allí sólo calzan las piezas iguales. El resto pasa a ser objeto de la más feroz persecución”. La búsqueda de la identidad nacional que promovió Hugo Chávez hizo surgir de la profunda sombra que yacía en el inconsciente colectivo venezolano, al monstruo que trajo el infierno a la tierra... y llevó a la Presidencia al procaz y fanático comunista colombiano formado en los años 1986-87 en la Escuela “Ñico López de Formación Política” de La Habana, Cuba para jóvenes malas conductas sudamericanos, que eran convertidos en cuadros políticos de la inteligencia cubana, trabajadores robóticos a favor de la lucha por la instauración del castro-comunismo en América, ese ejemplar sin tacha ha sido Nicolás Maduro desde su juventud, hasta convertirse en el hombre de confianza de los Castro (Fidel y Raúl) al lado de Hugo Chávez, cuya relación enfermiza logró establecer y mantener, y una vez muerto éste en diciembre de 2012, impuesto por los sátrapas cubanos, convertirse sin luchar en una sociedad de zombies, en la cabeza del poder Ejecutivo venezolano (Presidencia) desde 2013, primero como vicepresidente, asumiendo las funciones administrativas​ y económicas de Venezuela durante la enfermedad del presidente Hugo Chávez. Luego de la victoria electoral de Chávez en 2012, su delicado estado de salud le impidió tomar posesión del cargo el 10 de enero como lo ordena el Artículo 231 de la Constitución, sin embargo éste siguió gobernando hasta su fallecimiento ocurrido el 5 de marzo de 2013, según fuentes oficiales.​ Al morir Chávez, Maduro asumió tres días después la jefatura de Estado y de Gobierno como «presidente encargado de Venezuela» hasta la celebración de elecciones presidenciales. Ante esta situación, personalidades nacionales e internacionales denunciaron que, según lo establecido por el Artículo 233 constitucional, no debía ser el vicepresidente Maduro quien tomase el cargo, sino Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional. Sin embargo, siguiendo el guión que desde 1994 estableció Fidel Castro para acceder al poder absoluto de Venezuela, cuyas riquezas necesitaba para continuar el establecimiento de su poder imperial en América, ya organizado políticamente en el Foro de Sao Paulo, el 8 de marzo de 2013 la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia decidió que la juramentación de Maduro como «presidente encargado» era procedente, contraviniendo con lo estipulado en el Artículo 233 mencionado.​ Nicolás Maduro, “el hombre de confianza de La Habana” fue proclamado presidente de la República Bolivariana de Venezuela luego de las elecciones presidenciales del 14 de abril de 2013, después de haber cumplido su trabajo en la Presidencia de la Asamblea Nacional, el Poder Legislativo venezolano, ​a partir de 1999 cuando se redactó una nueva Constitución ese mismo año, para posteriormente ser elegido diputado para la Asamblea Nacional de Venezuela en 2000, cargo en el que fue reelegido en las elecciones legislativas de 2005, logrando poco después ser designado presidente del parlamento en la que le sucedió su mujer, Cilia Flores. Y en la Cancilleria de ese país A pedido del presidente Hugo Chávez, en el año 2006 Maduro depuso de su cargo como Canciller, para así ingresar en el gabinete ministerial como Ministro del Poder Popular para los Asuntos Exteriores, sustituyendo de esa forma al en el entonces Ministro Alí Rodríguez Araque, otro “hombre de confianza de los Castro cubanos” quien fue posteriormente designado como Secretario General de la UNASUR. Maduro sirvió de encargado en dirigir la política exterior venezolana desde el año 2006 hasta principios de 2013 cuando fue sustituido por Elías Jaua (Caucagua, 17 de diciembre de 1969). En ese período trabajó en organismos de integración como la Celac, el Alba, Unasur y Mercosur. Más adelante, siguiendo la orden de Fidel Castro, el 10 de octubre de 2012, a escasos 3 días después de las elecciones presidenciales, el chofer de Metrobus reposero, ex dirigente sindical impuesto en ese instituto muy reconocido por su excelencia antes del tsunami chavista, el cuadro político cubano:Nicolás Maduro, fue nombrado nuevo vicepresidente ejecutivo ocupando el puesto de Elías Jaua quien tuvo que separarse de su cargo para aspirar a la gobernación de Miranda, otro hombre que sin méritos propios​ formaba parte del cuadro de poder chavista.
El 8 de diciembre de 2012, Hugo Chávez afirmó que, en caso de que quedara incapacitado, Nicolás Maduro, debería asumir el cargo de presidente de la República hasta la convocatoria de unas nuevas elecciones para las que pidió el apoyo popular hacia Maduro. Cabe decir que este asunto fue impuesto a Hugo Chávez por Fidel Castro pues Nicolás Maduro tenía el perfil perfecto para cumplir las órdenes que venían imponiendo desde La Habana pues creció dentro de una familia de izquierda, su padre alcanzó ser dirigente sindical.​ Maduro vio clases en el Liceo José Ávalos en El Valle, un liceo público ubicado en un barrio de clase trabajadora a las afueras de Caracas. Su primer contacto con la política aconteció cuando se convirtió en miembro de la asociación de estudiantes de su escuela secundaria. según algunas fuentes de acuerdo con el histórico escolar de la institución, Maduro no consiguió graduarse de la escuela secundaria. Según la CNAI​ colombiana, dice que "aunque se graduó de bachiller del liceo José Ávalos, no ingresó a la universidad y más bien dedicó su tiempo a trabajar en lo que saliera".​
Maduro fue criado como católico, y su ascendencia familiar paterna es de origen judío sefardí, por eso en programa reciente se hace de una ascendencia india-negra de Coro, Estado Falcón.​ En 2012 circulan una fotos tomadas en el Prashanti Nilayam (la morada de la paz suprema) cerca de Puttaparti (india) donde se devela que Nicolás Maduro y su mujer Cilia Flores eran seguidores del gurú Sathya Sai Baba (Puttaparti, 23 de noviembre de 1926- 24 de abril de 2011)​ a quien “el elegido de Chávez” había visitado al menos tres veces para lo cual había viajado al ashram de Prashanti Nilayam, pero la visita más difundida fue la que hizo en 2005 con su esposa Cilia Flores, Procuradora General de la República. Fue justo antes de que Maduro asumiera como ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela. Aquel día fueron recibidos en una audiencia privada por Baba. Los acompañaba Oskar Dorta, presidente regional de la organización Sai; no así por el ministro del Poder Popular para la Educación de Venezuela y su esposa, quienes, según radiosai.org, también son devotos de Baba. durante un viaje a la India, en 2005. Cuando llegó ante Sai Baba, lo único que hizo Maduro fue sentarse mansamente a sus píes y, por intermedio de un traductor, recibir las enseñanzas que ha seguido desde que conoció el saibabismo.
Su introductor en esa religión fue el ex capitán del ejército Cirilo Enrique Rodulfo, que abandonó la milicia para ser uno de los 200 mil discípulos que tiene Sathya Sai Baba en Venezuela. Los que han entrado al despacho del hoy Presidente, como afirma Roger Santo Domingo en su biografía no autorizada por el régimen, se sorprenden al ver un retrato del líder espiritual que aseguró, en 1940, ser nada menos y nada más que la mismísima reencarnación de Dios y que la mayoría de los objetos que están en el despacho tengan una cintica roja para alejar las malas vibraciones
Maduro recuerda las dos horas que pasó con su maestro como las más edificantes de su vida. Después del encuentro se alojó en la residencia VIP del centro de Puttaparthi, una villa con un jardín enorme y provista de una piscina olímpica y jacuzzi. Cuando regresó a Venezuela y las fotos del encuentro fueron filtradas, Hugo Chávez, jefe máximo de la revolución bolivariana, lo reprendió con rudeza. El ateísmo profesado en el Socialismo del Siglo XXI, iba en contravía de las creencias del Presidente del congreso venezolano.
Sai Baba desencarnó el 24 de abril de 2011. Cuando el gurú, venerado y popularizado en occidente por los hippies en los años 60, murió en el 2011 de un ataque cardiaco a los 84 años, el parlamento venezolano declaró luto nacional. Un mes después, el Parlamento venezolano difundió una resolución oficial que lo reconoce como líder espiritual, calificándolo como un “alma grande” en la misma categoría que “Mahatma Gandhi y la Madre Teresa”. En este país, según la Fundación Sathya Sai de Venezuela, tiene unos 200 mil seguidores. La Embajada de la India en Venezuela confirma que en ese país muchos centros espirituales siguen al famoso gurú
Con la muerte de su líder espiritual y de Hugo Chávez, Nicolás Maduro empezó a confiar cada vez más en los santeros cubanos que hacía traer desde la isla y que le diagnostican, casi siempre, el triunfo de la Venezuela socialista sobre los pitiyanquis.
Ahora Nicolás Maduro en el presente se declara cristiano y Cilia Flores atea/comunista.
Con 12 años, Maduro ya militaba en una organización de izquierda llamada Ruptura.​ Posteriormente, participó activamente en la Liga Socialista, del que era​ su Secretario General el asesinado Jorge Rodríguez, padre del conocido y nefasto lider del chavismo Jorge Rodríguez
Luego de organizar una movilización estudiantil, siendo presidente del centro de estudiantes, Maduro fue expulsado del liceo por esta razón cuando solo tenía 15 años. pero posteriormente dicen que logró finalizar sus estudios secundarios. También trabajó como guardaespaldas de José Vicente Rangel durante la infructuosa campaña presidencial de Rangel en 1983.​ Luego, durante los años 1986 y 1987, cursó estudios en la escuela cubana de formación de cuadros políticos de izquierdas "Ñico López" en la ciudad de la Habana como ya señalamos.​
En 1990 comenzó como inspector de área en el Metro de Caracas. Más adelante, encontró empleo como conductor de autobús en el año 1991, cargo que desempeñó durante 7 años. Durante su labor como conductor, inicia su carrera política al convertirse en un sindicalista no oficial y reposero, que representaba a conductores de autobuses del Metro de Caracas
En el año 1993, junto a un grupo de trabajadores simpatizantes del MBR-200, realizó una visita a Hugo Chávez, quien se encontraba recluido en la Cárcel de Yare debido a su intento fallido de golpe de estado. del 4 de febrero de 1992. En ese mismo momento, sostuvo su primer encuentro con quien sería su futura compañera, Cilia Flores, su concubina durante esos años y con quien se casó el 15 de julio de 2013, diez años mayor.
Desde entonces, se convirtió en un activista de la liberación de Chávez. Chávez le asignó el nombre clandestino de "Verde". Luego del indulto de Chávez, por el entonces presidente Rafael Caldera,​ y su salida de prisión en 1994, Maduro, Cilia Flores y otro grupo de seguidores, ayudaron a Chávez a organizar su movimiento político.
En la década de 1990, pasó a formar parte de las filas del MVR, partido que apoyó la campaña presidencial de 1998cuando Hugo Chávez resultó electo Presidente de Venezuela. Fue elegido diputado en la Asamblea Constituyente ​de 1999 que redactó una nueva Constitución ese mismo año, para posteriormente ser elegido diputado para la Asamblea Nacional de Venezuela en 2000, cargo en el que fue reelegido en las elecciones legislativas de 2005, logrando poco después ser designado presidente del parlamento.
Luego de la salida de Maduro de la Asamblea Nacional en agosto de 2006, para ocupar un cargo ministerial, Flores fue electa en la votación interna parlamentaria como presidenta de la Asamblea Nacional, siendo la primera mujer venezolana en alcanzar ese cargo.
El 9 de enero de 2013 el presidente Hugo Chávez designó a Nicolás Maduro como presidente del Consejo de Ministros y a Elias Jaua como Primer Vicepresidente con motivo de la sesión de ese día, debido a unos tratamientos médicos (que le impidió juramentarse un día después). Maduro invitó a los ministros a trabajar junto con los miembros del ALBA y seguir desarrollando la "revolución eficiente"
El 5 de marzo de 2013, posterior al fallecimiento del presidente Hugo Chávez, Maduro asumió el cargo de presidente encargado de Venezuela hasta la celebración de elecciones presidenciales.
Debido a su padecimiento, Hugo Chávez no consiguió jurar su cuarto mandato, algunos medios de comunicación internacionales expresaron sus dudas sobre la constitucionalidad de la presidencia de Maduro ya que, según su interpretación del artículo 233 de la Constitución venezolana, tendría que haber sido el presidente de la Asamblea el que asumiera la presidencia al producirse la falta absoluta del presidente antes de la toma de posesión. Igualmente destacaron que al abandonar el cargo de vicepresidente por el de presidente, Maduro se aseguraba el poder presentarse a las elecciones ya que el artículo 229 dice.
[...] No podrá ser elegido Presidente o Presidenta de la República quien esté de ejercicio del cargo de Vicepresidente Ejecutivo o Vicepresidenta Ejecutiva, Ministro o Ministra, Gobernador o Gobernadora y Alcalde o Alcaldesa, en el día de su postulación o en cualquier momento entre esta fecha y la de la elección. el vicepresidente en el ejercicio de su cargo no puede presentarse a las elecciones.
Sin embargo, el Tribunal Supremo aclaró que al morir el presidente titular, el vicepresidente tenía que asumir el cargo de presidente encargado y que como se trataba de un presidente reelecto (Chávez) que ya estaba en posesión del cargo, el gobierno tenía continuidad administrativa, caso en el cual según esta interpretación corresponde al vicepresidente ejecutivo asumir la presidencia interinamente. Por su parte, el gobierno venezolano, aseguró que su presidencia no era contraria a la Constitución y que este podría presentarse sin ningún impedimento a las elecciones sobre la base de esa interpretación. El gobierno también se apoya en el artículo 233 para sostener su postura,​ pero se centra en otra parte del artículo 233 que indica:
[...] Si la falta absoluta del Presidente o Presidenta de la República se produce durante los primeros cuatro años del período constitucional, se procederá a una nueva elección universal, directa y secreta dentro de los treinta días consecutivos siguientes. Mientras se elige y toma posesión el nuevo Presidente o la nueva Presidenta, se encargará de la Presidencia de la República el Vicepresidente Ejecutivo o la Vicepresidenta Ejecutiva.
El 8 de marzo, el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela sentenció que era constitucional que al morir el presidente, el vicepresidente asumiera el cargo de presidente encargado y que no existía ningún impedimento legal para que este pudiera presentarse a las elecciones.​ Ese mismo día, Maduro prestó juramento como presidente encargado de Venezuela ante la Asamblea Nacional en el Palacio Federal Legislativo.
Meses antes de morir a causa de cáncer, Hugo Chávez pidió el voto para el entonces vicepresidente Nicolás Maduro en el caso de que no pudiera continuar ejerciendo el cargo de presidente y se tuviesen que convocar elecciones anticipadas para completar el período 2013-2019. Poco después de la convocatoria a elecciones por parte del CNE, el PSUV y otras organizaciones políticas apoyaron la inscripción de su candidatura a la Presidencia.​ Maduro centró su campaña en darle continuidad a la gestión y proyecto del fallecido presidente Chávez. Las elecciones presidenciales de Venezuela se desarrollaron el 14 de abril del 2013. En ellas hubo 14.988.563 votos válidos que se distribuyeron de la siguiente manera según el parte del Consejo Supremo Electoral dominado por el oficialismo y estructurado desde el 2002 por Jorge Rodríguez: Nicolás Maduro Moros obtuvo 7 587 532 (el 50,61%) y Henrique Capriles Radonski, 7 363 264 (el 49,12%).
Nicolás Maduro fue juramentado como presidente de la República el 19 de abril en la Asamblea Nacional.​ Según el artículo 233 de la Constitución, deberá completar el periodo constitucional correspondiente al del expresidente Hugo Chávez.
Seis meses después de ser elegido, el presidente Maduro —usando las atribuciones que le confiere la constitución en el artículo 203, ​ gobernó con ley habilitante en dos oportunidades: desde el 19 de noviembre de 2013 hasta 19 de noviembre 2014 y desde el 15 de marzo de 2015 hasta el 31 de diciembre de 2015, tras la aprobación por parte de la Asamblea Nacional de su solicitud a través de la Ley Habilitante. El 10 de marzo de 2015, Maduro solicitó otra habilitante en una segunda oportunidad, un tiempo después de las sanciones impuestas por los Estados Unidos a siete funcionarios del gobierno venezolano. La Ley Habilitante se utilizará para "enfrentar" lo que Maduro llamó "la agresión del país más poderoso el mundo, los Estados Unidos ".​ Días después, el 15 de marzo de 2015, la Asamblea Nacional otorgó el poder a Maduro para dictar decretos ley hasta el 31 de diciembre de 2015.
Como verán mis lectores, gracias a la imposición autoritaria de Fidel Castro sobre Hugo Chávez, este hombre de dudosa nacionalidad y escasa formación cultural y educativa, se convirtió gracias a esas mismas carencias en títere de la satrapía cubana y en la representación perfecta del pícaro ignorante y por tanto audaz y sin prejuicios que alcanzó el poder sin calificar para cumplir ese papel, ejerciendo el establecimiento de la sombra de la sociedad venezolana que tan bien había promovido Hugo Chávez con su discurso populista y resentido, aderezado con la sibilina y maquiavélica propuesta de Fidel Castro, que había enajenado al país desde 1959, seguidora ilusa de la utopía de la Revolución Cubana, que había llevado al poder a hombres y mujeres de la talla de Nicolás Maduro, Cilia Flores, Jorge Rodríguez y su hermana Delcy, Elías Jaua, quienes han alcanzado los cargos de poder más altos en Venezuela, con las conocidas consecuencias: la destrucción de todo lo bueno que esta sociedad había alcanzado en los años de democracia o búsqueda de la misma desde la muerte del General Juan Vicente Gómez en 1935 y la caída de la dictadura del Gral. Marcos Pérez Jiménez en 1958, y han convertido al país otrora prometedor de desarrollo de Sudamérica, en el desastre que es hoy en día, además los discursos de Nicolás Maduro son cada día una ofensa humillante a la gente culta y pensante venezolana y del mundo, pero que levantan gritos y ciegan en su fanatismo a la masa ignorante y resentida híbrida venezolana, al mejor estilo de “Los Miserables” de Víctor Hugo. Nicolás Maduro no actúa como el ignorante que es, sino como el fiel seguidor del guión castro comunista cubano, sus apariciones en público se caracterizan por repetir de múltiples formas y vilipendiar toda manifestación humana que no se ajuste a los patrones exigidos desde el poder, cada palabra y gesto lleva a aniquilar la diversidad temática y la creatividad, son cualidades que molestan. Y fundado en ello, la orden de Cuba es sofocar “el aire que el ser humano libre necesita para respirar” Y es que el pluralismo, la apertura, el internacionalismo, el diálogo y … la diversidad incluso sexual (“maricones”, pelucones” grita Maduro contra sus opuestos, con su voz con acento cubano imitando a Hugo Chávez). Hay que interrumpir “el oxígeno que viaja a través de la sangre. Son nuestros valores más preciados, que nunca hemos debido dejar perder. Y el conocimiento acumulado por nuestra sociedad forma parte de ese oxígeno. El que tampoco hemos debido dejar perder. El Knowhow colectivo podría haber dicho uno de esos connotados economistas venezolanos a quienes la preocupación por el futuro de su país, los ha convertido en sociólogos. Se trata del libre accionar de las células -todas ellas sin restricción-. Todas portadoras de conocimiento y de valores básicos -le podría agregar-. Se trata de crecer y diversificarse. Y con ello, del logro de la prosperidad económica de toda la sociedad. De ello nos habla Ricardo Hausmann quien explica las diferencias entre los países ricos y pobres en función del concepto del “saber hacer colectivo”. No se trata sólo de conocimiento académico. Ni sólo de escolaridad. Se trata de la competencia y el conocimiento para hacer algo en grupo aportando cada participante un conocimiento productivo diverso. Como en el juego de Scrabble. A mayor número y variedad de letras, hay mayor diversidad de palabras y palabras más complejos. Ver: Hausmann, Ricardo: ¿Por qué hay tanta diferencia entre los países ricos y los países pobres? ¿Una especie de sociobiología económica? El caso es que -desde esta óptica- el cuerpo social no parece muy alejado del cuerpo humano. Los factores de crecimiento viajan en el torrente sanguíneo. Son los responsables por la división celular, su diversidad, su crecimiento y desarrollo armónico. Allí también puede producirse la ruptura de la armonía. Cuando el líquido vital es usado para favorecer sólo a algunas células. Cuando se impide el accionar de las otras. Cuando se impide su crecimiento. Y su división. Cuando se aniquila a las células diversas. Son células egoístas las que llevan adelante estas iniciativas. Unas que a partir del acaparamiento del fluido vital, se multiplican incontroladamente bajo un esquema de inmortalidad replicativa. Dividiéndose y dividiéndose. Creciendo y creciendo anárquicamente. Unas encima de las otras. Formando horrorosas capas abultadas. Crean sus propias fuentes de nutrientes. Llega el momento en que se desbordan y migran a otro contexto para formar colonias similares. Esas son las células cancerosas. Esas que nacen de la manipulación de los factores del crecimiento celular. Esas que envenenan el líquido vital. Ese que desactiva el Knowhow colectivo. Y también desactivan nuestros valores más preciados. Esas que nos quieren poner las cosas fáciles. Sencillitas… Sólo basta sofocar al otro hasta aniquilarlo lentamente… ¡O brutalmente!… Esas incapaces de reconocer sus responsabilidades en sus fracasos. Esas que nos dicen que nos darán todo a cambio de nada…O casi nada… Y es que ni el petróleo que prácticamente nos caía como la lluvia benefactora del maná, mostró ser un medio tan fácil de usar. Células cancerosas que tergiversan valores y conocimientos socialmente adquiridos. Modifican los objetivos sociales. Y particularmente mienten sobre los medios requeridos para alcanzarlos. Envenenan el fluido social… ¡Envenenan el fluido vital! Los mueve la necesidad de complacer. Su afán es ganar la simpatía popular. Mienten. Manipulan. O simplemente actúan movidos por su propia ignorancia, generalmente con irresponsable arrogancia”. Hay que observar la arrogancia de Nicolás Maduro cuando se abroga como Hugo Chávez, la exclusividad en la toma de decisiones en cualquiera de los temas que conforman el arte de gobernar un país. “Pero no todo está perdido. Todavía hay mucho por perder. No somos todavía la Siria de Ásad. Y los ciudadanos tenemos intacto nuestro poder para evitarlo. Tenemos nuestra kriptonita. Y estamos obligados a usarla. Estamos obligados a hacer, lo que sí podemos hacer. Podemos escudriñar con una lupa, a quienes nos hablan. Podemos revisar los antecedentes de aquellos que se erigen como nuestros líderes.
Ejemplo perfecto es Maikel Moreno, egresado como abogado de la Universidad Santa María en 1995, actual presidente del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela, quien fue funcionario de la DISIP (actualmente SEBIN). En 1987 es acusado por un homicidio en Ciudad Bolívar, saliendo en libertad dos años después. En 1989 vuelve a servir como oficial de segunda en la DISIP cumpliendo funciones como escolta del presidente Carlos Andrés Pérez durante su segundo mandato. Ese mismo año, según el expediente 552755, Moreno participó en el asesinato de Rubén Gil Márquez, esta vez en Caracas. En 1990 obtiene un segundo beneficio procesal, obteniendo un cargo como secretario de un juzgado en la ciudad de Caracas, sin volver a la DISIP.
Egresa de la Universidad Santa María en 1995 como abogado. Fue consultor y asesor legal de Aeropostal Alas de Venezuela entre 1997 y 2000, del Consejo Nacional Electoral (CNE) en 2000 y de la policía del municipio Sucre en 2001. También se desempeñó como asesor ad honorem de la sub comisión permanente de drogas de la Asamblea Nacional entre 2001 y 2002 y juez suplente especial de primera instancia del circuito judicial penal del estado Delta Amacuro. Maikel Moreno se desempeñó como profesor en el Instituto Universitario de Tecnología Industrial Rodolfo Loero Arismendi desde 2001 hasta 2004 y en la Universidad Santa María desde 2005. Mientras ejerció en el juzgado de primera y como juez en la corte de apelaciones del circuito judicial penal del área metropolitana de Caracas entre 2002 y 2005, dictó la privativa de libertad contra Iván Simonovis y autorizó su detención por un tiroteo en Caracas el 11 de abril de 2002; fue acusado por la defensa de Simonovis ante el Tribunal Supremo de Justicia de forjar actas y documentos procesales. Asumió la defensa del concejal Richard Peñalver, uno de los cuatro acusados de haber disparado desde el Puente Llaguno el 11 de abril de 2002, y llevó el caso contra la senadora Haydeé Castillo y su cónyuge, quienes fueron procesados, siendo acusados de poseer explosivos C4, luego que el hijo de la pareja muriera en un presunto enfrentamiento con la policía en Plaza Venezuela, Caracas.
Llegó a ser el juez 34 de control y presidente de la sala séptima de apelaciones cuando se investigaba el asesinato del asesinato de Danilo Anderson, muy ligado a la revolución chavista; quien fue fiscal del Ministerio Público venezolano que estaba investigando a más de 400 personas acusadas de crímenes en contra el estado venezolano y los asesinatos cometidos durante el fallido Golpe de Estado de abril de 2002”.
Otro capítulo de esta “leyenda negra” de Maikel Moreno fue la denuncia del exmagistrado chavista Luis Velásquez Alvaray y actualmente prófugo de la justicia venezolana quien en en junio de 2007 lo señaló de presuntamente pertenecer la denominada “banda de los enanos”.
En 2007 fue destituido como juez por la comisión de reestructuración judicial. Entre 2007 y 2008 fue consejero de la embajada de Venezuela en Italia y entre 2008 y 2010 ejerció el mismo cargo en Trinidad y Tobago como encargado de negocios. Cursó un doctorado en derecho constitucional en la Universidad Santa María hasta 2014.
El 28 de diciembre de 2014 fue juramentado como magistrado de la sala de casación penal del Tribunal Supremo de Justicia por la Asamblea Nacional, ratificando la sentencia contra Leopoldo López durante su ejercicio. También fue primer vicepresidente del Tribunal Supremo y presidente de la sala de casación penal por la sala plena en 2015. Actualmente ejerce la presidencia del Tribunal Supremo, después de la renuncia de la Magistrada Gladys González, pieza clave del chavismo.
El 13 de junio de 2017 la Asamblea Nacional juramentó al Comité de Postulaciones, presidido por el diputado Carlos Berrizbeitia, para la elección de trece nuevos magistrados del TSJ. No obstante, el gobierno nacional y Maikel Moreno desconocen dicha juramentación; para el 24 de julio, tres magistrados habían sido detenidos y 30 se encontraban en la clandestinidad. El 13 de octubre de 2017 el grupo de magistrados exiliados se instalaron en la sede de la Organización de Estados Americanosen Washington D.C. conformando un nuevo TSJ en el exilio y designando a Miguel Ángel Martín como presidente. ) El 19 de mayo de 2017, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos sancionó a Maikel Moreno junto a los siete miembros de la Sala Constitucional por considerar que habían usurpado las funciones de la Asamblea Nacional y que permitieron al presidente Nicolás Maduro gobernar a través de un decreto de emergencia. Entre las sanciones estuvieron la congelación de todos los bienes que los sancionados podían tener en Estados Unidos, la prohibición para ciudadanos e instituciones estadounidenses de realizar cualquier tipo de transacción con ellos y la prohibición de entrada al país.

El 18 de enero de 2018 fue sancionado también por la Unión Europea junto a otros seis funcionarios del Estado venezolano por ser señalados como autores del deterioro de la democracia en el país. El 28 de marzo el Consejo Federal de Suiza implementó sanciones contra Venezuela, congelando los fondos de siete ministros y altos funcionarios «a causa de las violaciones a los derechos humanos y al deterioro del Estado de derecho y de las instituciones democráticas», prohibiéndoles la entrada al país y siguiendo las medidas impuestas por la Unión Europea. Entre los funcionarios se encuentra Maikel Moreno «por haber facilitado y apoyado las acciones y políticas del Gobierno que han socavado la democracia y la ley y el orden en Venezuela, y es responsable por acciones que han usurpado la autoridad a la Asamblea Nacional»)

Su sombra es tan destructiva y abarca tanto espacio, que se codeó por algún tiempo con los opositores venezolanos y con anticastristas refugiados en Miami, donde llegó incluso a contraer matrimonio con una mujer cubanoamericana. El 11 de abril del 2012 Maikel Moreno se casó en segundas nupcias con Belkis Coralito Gachassin-Lafite, una cubana residente de Miami que le lleva nueve años de edad, según muestran documentos de la corte. El matrimonio culminó en divorcio en junio del 2014. El matrimonio entre Gachassin-Lafite y Moreno fue denunciado ante las autoridades de Estados Unidos bajo sospecha de que el magistrado cometió fraude migratorio, según lo publicado por El Nuevo Herald. El mismo medio aseguró que el jurista aterrizó en más de 15 ocasiones en Punta Cana entre febrero de 2015 y febrero de 2016, destino por el que sustituyó sus habituales viajes a Miami y donde Moreno, que en la actualidad tiene 50 años, se casó en enero de 2016 en La Romana, con Debora Menicucci, una modelo y presentadora de televisión 26 años menor que él, Miss Amazonas 2013 coronada Miss Venezuela Mundo 2014. La mujer de 25 años y el hombre de 50 años de edad ese mismo año dieron la bienvenida a su primer hijo juntos, una niña en septiembre 2016. “Mi esposo se puso a llorar cuando se enteró. (…) Se le salieron las lágrimas, estaba demasiado contento. (…) Para él es una alegría inmensa. (…) Aparte que ya tenemos varios años de relación”, dijo a Televén al anunciar el embarazo. Destapando la olla podrida que hizo renunciar a Osmel Sousa, el Zar de la belleza, el negocio que se identificaba con la Venezuela de mujeres bellas, que ante el influjo del escándalo de la Menicucci con el juez Moreno develó al estilo “las muñecas de la mafia”, lo que hizo temblar al Certamen Miss Venezuela que paralizaba a la población que lo seguía como una religión año tras año, y lo hizo desnudarse hasta hacer llorar a íconos de la belleza venezolana como Giselle Reyes, entrenadora de las muchachas que aspiraban a coronarse Miss Venezuela, pues pareciera ser que entre las mises venezolanas se corre el rumor de la buena vida que dan los poderosos funcionarios del gobierno y cada vez se destapan más ollas de reinas de belleza casadas o emparejaditas con estos “rojos rojitos”.
“Como vemos es necesarísimo elegir a individuos probos en cargos de estado desde los cuales proponen guiarnos. Escudriñar con una lupa en los curricula vita de aquellos que nos presentan planes para un futuro mejor cuando son incapaces de manejar el presente. Debemos asegurarnos de que quien nos guía, tenga las cualidades para hacerlo. Podemos revisar su preparación para dirigirse a nosotros en tales términos. Debemos revisar si sabe de qué habla. Debemos revisar si sus propuestas permiten alcanzar el futuro ofrecido ¡Y mantenerlo! Eso sí que lo podemos hacer. La lucha contra el populismo está en nuestras manos. Somos nosotros -los ciudadanos- los artífices de un mundo mejor. Y en este momento les pregunto: ¿Continuaremos haciendo la venia a cualquiera que se auto califique como nuestro líder? ¿Vamos a seguir siendo arrastrados por una visión unilateral de la razón de las cosas? Y tal vez la pregunta más importante: ¿tienen alguna duda de ese poder que habita en ustedes?”

Ver texto base: : Karin van Groningen ¿Corrupción electoral en España? … o el accionar de una sociedad desigual https://elconstructoronline.jimdo.com/somos-urbanos

Por otra parte ilustra el peligro que se está materializando en esta época, en pleno S.XXI, cuando hombres de la talla de Nicolás Maduro (“El bobo de Cúcuta”) y de los jefes que lo acompañan especialmente el enajenado Elías Jaua, el gris libanés/venezolano, el ruín y frío druso Tarek El Aissami y toda la fauna que ha llegado a ostentar los cargos de poder en Venezuela desde 1999, con las consecuencias en la sociedad que trae consigo, este artículo de Moisés Naim titulado “ NICOLÁS MADURO Y LA BANALIDAD DEL MAL” IN. Web del Frente Patriótico, 07/05/2018:

“Que la maldad puede ser banal ya nos lo explicó Hannah Arendt. Después de asistir al juicio contra Adolph Eichmann (Solingen, 19 de marzo de 1906-Ramla, 31 de mayo de 1962) un teniente coronel de las SS alemanes durante la segunda guerra mundial) en 1961, Arendt escribió que su principal sorpresa fue descubrir lo anodino que era ese monstruoso ser humano. Este oficial nazi fue uno de los principales organizadores del Holocausto, en el que fueron asesinados más de seis millones de niños, mujeres y hombres. Arendt cuenta que Eichman no era muy inteligente; no pudo completar los estudios secundarios o la escuela vocacional y solo encontró empleo como vendedor itinerante gracias a los contactos de su familia.
Según Arendt, Eichman se refugiaba en “frases hechas, clichés y el lenguaje oficial”. Uno de los psicólogos que lo examinó reportó que “su única característica inusual era ser más ‘normal’ en sus hábitos y en su lenguaje que el promedio de la gente”.

Por supuesto que hay grandes diferencias entre Adolph Eichmann y Nicolás Maduro. Pero también similitudes. A Maduro tampoco le fue muy bien en los estudios o en su vida laboral y sus tropiezos gramaticales siguen haciendo las delicias de quienes lo siguen en redes sociales. Las “frases hechas, clichés y el lenguaje oficial” saturan su vocabulario. Su banalidad es ya legendaria.¿Serán tan espontáneas esas “metidas de pata” o son mandadas por un guión maestro

El presidente de Venezuela acaba de publicar un muy revelador artículo de opinión en ‘El País’titulado “Nuestra democracia es proteger“. En él documenta su mendacidad, confirma su banalidad y despliega su inmensa crueldad.Es muy revelador que en su larga columna Maduro no haya dedicado ni una línea a comentar sobre el infierno que están viviendo los venezolanos. En las encuestas que miden la felicidad expresada por la gente en distintos países, Venezuela solía estar en los primeros lugares. Hoy es uno de los lugares más infelices del mundo; ocupa la posición 102 entre 156 países encuestados. Los millones de venezolanos que han abandonado su tierra tampoco merecen comentario alguno de Maduro. Y es que una de las peculiaridades más indignantes del régimen de Chávez y Maduro es la criminal indiferencia que han mostrado ante el sufrimiento de los venezolanos que ellos dicen amar. La indolencia, el desinterés, la pasividad con los cuales Maduro trata las trágicas crisis que crecen y se multiplican, matando a diario cada vez a más venezolanos, parecieran no afectarlo, no motivarlo a actuar, a buscar ayuda. Es al contrario: Maduro niega que Venezuela sufra una crisis humanitaria y no permite la ayuda internacional que podría ya haber salvado miles de vidas. Sí; Maduro es banal. Pero también letal.

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