top of page

Tomo como base el texto de Gustavo Azócar Alcalá publicado el 18/05/2018 en la Web del Frente Patri


LA DIFERENCIA ENTRE VOTAR Y ELEGIR

Tomo como base el texto de Gustavo Azócar Alcalá publicado el 18/05/2018 en la Web del Frente Patriótico para expresarles lo que siento. Recuerden que soy investigadora, no poeta ni me toma a musa que hace maravillosos escritores.

Como Gustavo Azócar: “Siempre ejercí mi derecho al sufragio. Mi primer voto lo deposité hace 30 años, en 1988, en las elecciones presidenciales que dieron ganador a Carlos Andrés Pérez. Debo decir que fue emocionante acudir por primera vez al centro electoral y participar en unos comicios verdaderamente democráticos, donde no solamente se podía votar, sino lo más importante: se podía elegir con absoluta libertad.

Como demócrata a carta cabal, participé en los comicios que se llevaron a cabo cada cinco años, como lo establecía la constitución. Participé en los comicios de 1993 y luego en 1998” aunque no creía en Hugo Chávez. En el año 2000 al contrario de Gustavo Azócar si acudí a las urnas de votación porque dejé asomar la esperanza de cambio con la candidatura de Francisco Javier Arias Cárdenas. Hoy acepto que era un lobo disfrazado de oveja, una quinta columna infiltrado por Hugo Chávez en las filas de la oposición y así quedó demostrado con el transcurrir de los años. Esa realidad vivida me permite hoy ver la trampa detrás de las candidaturas de Henry Falcón y el pastor Rafael Bertucci

Continúa Azócar en su artículo: “La primera vez que me abstuve de votar fue precisamente en el año 2000 y no me arrepiento de haberlo hecho. Todo lo contrario: estoy orgulloso de no haber dado mi apoyo a un farsante como Arias Cárdenas. Esa es la verdadera fuerza del voto. Uno vota por quién le da la gana. No se puede votar por cualquier hijo de su madre. Votar por cualquier pendejo es un error que se paga muy caro. Yo siempre he preferido elegir antes que votar.”

Luego participé en la campaña electoral de 2006. Después en 2012. Y posteriormente en diciembre de 2015, cuando elegí, Después en 2012. Y posteriormente en diciembre de 2015, cuando elegí, junto con decenas de miles de carabobeños, a diputados que representan a este estado en la Asamblea Nacional. Como Azócar pienso que: “ Lástima que la AN no hizo lo que tenía que hacer en 2016. Es una pena que la AN haya desperdiciado el caudal de votos, la confianza y el mandato que le dieron los venezolanos para sacar a Maduro en 2016.

Es bueno recordar aquí que en 2005 nos quedamos con las ganas de participar en las elecciones porque los partidos políticos de oposición acordaron no acudir a las parlamentarias”. Aquí me separo del artículo de Gustavo Azócar porque yo si voté por Carlos Blum el ecologista candidato en el Estado Carabobo, pues sentía que era el peor error cometido por las fuerzas opositoras venezolanas. Y en 2010 también voté.

Como Azócar el 30 de julio de 2017 decidí no convalidar el mega fraude de las supuestas elecciones para la ilegal Asamblea Nacional Constituyente, pero después decidí darle una esperanza a las elecciones aunque en mi corazón sentía con gran dolor que se iba a perpetrar otro mega fraude de las supuestas elecciones de gobernadores igual que en las de alcaldes en diciembre de ese mismo año. Y ahora, este 20 de mayo de 2018, como dice Gustavo Azócar “no voy a convalidar el mega fraude de los tramposos e ilegales comicios organizados por las reptoras del CNE y convocado por la ANC para perpetuar a Nicolás Maduro en el poder.

¿Por qué no voy a participar en el proceso ilegal y fraudulento del 20M? Por la sencilla razón de que el 20 de mayo no hay elecciones. Lo que hay es un circo, un show, un sainete, una pésima obra de teatro, una farsa, un montaje, una trampa, un crimen, un delito, organizado por el propio gobierno, y convalidado por dos o tres candidatos que no representan el verdadero sentir del país nacional, del cual no me haré cómplice.

Quien esto escribe,(igual que yo) no sólo quiere votar, también quiere elegir. Y desde mi modesta óptica de ciudadano, común y corriente, el 20 de mayo de 2018 no hay ninguna posibilidad de elegir. Elegir significa escoger, seleccionar, y ambas cosas no se pueden hacer si uno no tiene libertad. En dictadura no hay libertad para elegir. En las tiranías no hay posibilidad para escoger. Elegir, en todo el sentido de la palabra, sólo es posible en democracia.

En las dictaduras se vota. En las democracias se elige. En Cuba se vota, pero no se elige. En Nicaragua se vota, pero no se elige. En Rusia se vota, pero no se elige. En la Venezuela socialista, anti imperialista y bolivariana, se vota, pero no se elige. Si en Venezuela se pudiera elegir usted tendría la posibilidad de dar su voto por Henrique Capriles, Leopoldo López, María Corina Machado, Antonio Ledezma o Lorenzo Mendoza. Esa posibilidad no existe porque la dictadura nos la robó.

La dictadura quiere que usted vote, pero no quiere que usted elija. Quienes decidan convalidar el fraude y el crímen que se cometerá en este país el venidero 20 de mayo de 2018, han de saber que ese día, estarán votando, pero no estarán eligiendo. Todo ha sido preparado, organizado y orquestado para que Nicolás Maduro continué siendo Presidente de la República. Es una mala película cuyo final ya sabemos.

Todos los candidatos que participarán en el circo del 20M tienen plena conciencia de lo que va a ocurrir ese día. Aquí no hay inocentes. La dictadura les propuso un plan ganar/ganar y ellos decidieron poner sus nombres prestarse para lavar la cara del tirano. El plan de Maduro es muy simple: el CNE lo proclamará ganador con más de 10 millones de votos, una cifra que nunca jamás logró conseguir el padre de la revolución, Hugo Chávez. Pero como la meta de Maduro es enterrar a Chávez y todo lo que el chavismo representa, desde el 21 de mayo, el ex chofer del Metro de Caracas le dirá al país y al mundo que él es más arrecho que Chávez, más líder que Chávez, y que la mayor demostración de eso es que sacó muchos más votos que Chávez.

Henry Falcón perderá las elecciones el domingo. Al final cumplirá con el libreto: reconocerá el triunfo de Maduro y asegurará, como lo hizo el año pasado cuando perdió las elecciones para la gobernación de Lara, que en Venezuela hay un sistema electoral perfecto y que Maduro ganó en buena lid. El CNE otorgará a Falcón probablemente más votos que los que obtuvo Capriles en 2013, para que Falcón pueda auto proclamarse líder único de la oposición. Muerta la MUD, la única oposición que reconocerá Maduro será la de Falcón, así que la próxima Mesa de Diálogo contará con personajes designados por Falcón y su partido.

El pastor Javier Bertucci también sabe que va a perder el domingo. Bertucci ya ha ganado mucho en esta elección. Pasó de ser un perfecto desconocido, al que sólo seguían los cristianos de Carabobo y sus alrededores, a ser un pastor con proyección nacional. Probablemente la Iglesia Evangélica de Bertucci comience a montar templos en todos y cada uno de los estados de Venezuela, lo cual le proporcionará millonarios ingresos producto del diezmo y otros donativos muy bondadosos que los fieles creyentes depositarán en sus arcas para que el grupo empresarial de Bertucci siga creciendo, no sólo en este país, sino también por toda América Latina.

Tengo mi conciencia tranquila. Sigo creyendo que la salida a la grave crisis que afecta a Venezuela no es electoral. No hay salida electoral con el actual CNE. No hay salida electoral con Tibisay Lucena y las otras reptoras. El domingo 20 de mayo lo que habrá es un nuevo atentado contra la democracia. Quienes quieran ser cómplices del fraude que salgan a votar. Quien esto escribe seguirá peleando, desde su humilde trinchera, para que algún día no muy lejano podamos elegir antes que votar. Lo tengo muy claro: quiero elegir, no quiero votar. Y en dictadura, se vota, pero no se elige.”

Si no elegí a la Asamblea Nacional Constituyente porque no creo en ella, no voy a votar no por protestar ni por cabeza caliente sino porque además de lo antes expuesto en Venezuela constitucionalmente el ente que debe llamar a elecciones es el CNE y este ente NO HA CONVOCADO A ELECCIÓN ALGUNA.

Lo hizo la ANC, un ente espurio e inexistenete que no tiene facultad para convocar elecciones, ni siquiera para existir… La Constitución Nacional en su artículo 333 ME ORDENA:

Artículo 333 Esta Constitución no perderá su vigencia si dejare de observarse por acto de fuerza o porque fuere derogada por cualquier otro medio distinto al previsto en ella. En tal eventualidad, todo ciudadano investido o ciudadana investida o no de autoridad, tendrá EL DEBER de colaborar en el restablecimiento de su efectiva vigencia.

Por tanto visto que la ANCC es espuria, no tiene facultades para convocar elecciones yo acato lo ordenado por la CNRBV y no voy a votar …

Es mi gran deber como venezolana amante de las Leyes…Saturno en Capricornio.

Y Neptuno en regencia de Piscis expone al régimen en tierras extranjeras, demostración que ya no estamos para vivir de engaños como durante 60 años ha hecho la Revolución Cubana bajo el mandato de Fidel y Raúl Castro, y justamente devela el gran montaje del narcotráfico (drogas, el mundo de Neptuno):

DER SPIEGEL REALIZA REPORTAJE SOBRE VENEZUELA: EL ESTADO MAFIOSO

Der Spiegel | 18/05/2018 | Web del Frente Patriótico

“EL PRESIDENTE TRANSFORMÓ SU GOBIERNO Y MILITARES EN UN CARTEL DE DROGAS”, AFIRMÓ REVISTA ALEMANA EN UN TRABAJO DE INVESTIGACIÓN

La revista alemana Der Spiegel realizó un reportaje sobre la situación política de Venezuela, donde hace señalamientos muy graves contra el gobierno presidido por Nicolás Maduro.

El trabajo de investigación, efectuado por un grupo de sus periodistas que recolectaron información durante varios meses, denuncia que en Venezuela, la gente se muere de hambre, mientras que los ministros, generales y jueces se enriquecen.

Este es el segundo reportaje realizado por la prestigiosa publicación alemana, quien en el pasado calificó al presidente venezolano como “El carnicero”.

FRAGMENTO DE LA PUBLICACIÓN

Como una gigantesca pirámide, la prisión del servicio secreto venezolano Sebin está ubicada en una colina en el centro de Caracas. El Helicoide, la concha de caracol, es el nombre del infame edificio en lengua criolla. Más de 300 prisioneros están allí, muchos son presos políticos. Las celdas sin ventanas son muy pequeñas. Los reclusos informan que uno puede escuchar los gritos de los torturados. Los familiares de los prisioneros esperan frente a la entrada. Los policías controlan cada auto.

También hay un área VIP en el sombrío edificio. En una espaciosa celda con aire acondicionado donde reside el señor de la droga, Walid Makled, a quien llaman “El Turco” debido a su ascendencia árabe. Él decide qué prisionero tiene un colchón y quién tiene que dormir en el piso. Makled tiene acceso a internet, tweets y envía mensajes a través de Instagram. Cuando se aburre, sale de prisión y se divierte en discotecas y burdeles.

“Makled es el verdadero gobernante de El Helicoide”, dice Mildred Camero, ex directora de la Administración de Drogas. Compró su posición con poder: Makled tiene una gran parte del gobierno venezolano en la mano. Él sabe cuáles oficiales controlan la cocaína, y los ministros que lavan el dinero de la droga.

CARTA A LA DIRIGENCIA OPOSITORA

Laureano Márquez | 18/05/2018/ Web del Frente Patriótico

Uno no puede condenar a Chamberlain por haber tratado de negociar con Hitler. Es muy fácil desde el 2018, conocidos los horrores del nazismo, condenar y juzgar, pero “como decíamos ayer”: “estudiamos la historia para librarnos de la historia”, a decir del Dr. Tomás Straka. De algo tiene que servir estar en el 2018 y no en 1938. En algún momento, el mundo civilizado entendió que había que detener aquello.

Vino entonces el tiempo de Churchill con su: “Combatiremos en las playas, en los lugares de desembarco, en los campos y en las calles, combatiremos en las montañas. No nos rendiremos jamás”. El ser humano frente a la posibilidad de su exterminio se alía, se organiza, aparta para más tarde las diferencias que, frente a la aniquilación total, lucen momentáneamente superfluas.

La existencia de Venezuela como nación, como proyecto de vida común, está seriamente amenazada. Esto dicho así, suena muy abstracto, pero se traduce en hechos de mucha gravedad: en gente muriendo de hambre, en personas que pierden la vida por falta de medicamentos, en millones huyendo del país -como nunca alcanzamos a imaginar que huiríamos-, en los horrores cotidianos de los que cada uno va teniendo noticias. Cuando en 1999 comenzó esta pesadilla, los que nos opusimos desde ese entonces, los que profetizábamos sus locuras y amenazas en los espacios entonces disponibles, desde el humor a la academia, jamás imaginábamos que podíamos llegar tan bajo. Los países, ciertamente, no tocan fondo, pero también es verdad que algunos casos –como es el nuestro– escarban para que la caída sea más dolorosa.

Este horror que se vislumbra, señores dirigentes opositores, es también responsabilidad vuestra, por haber pecado de “pensamiento, palabra, obra y omisión”. El mejor escenario para el régimen es el de una oposición dividida: con un grupo dispuesto a legitimar unas elecciones fraudulentas y otro grupo dispuesto a abstenerse para facilitar lo primero. No se puede llamar a una rebelión en contra de quien no tiene escrúpulos para asesinarte, tampoco se puede llamar al voto sin un plan de acción para el día posterior al inevitable fraude. En una situación como esta, todos los argumentos parecen razonables y a la vez todos falaces. Quizá por ello nos agredimos tan despiadadamente entre nosotros mismos. Alguien dijo alguna vez que la verdad es como los relojes, todos sus dueños tienen una hora distinta y todos creen tener la hora correcta.

Esta misiva no es para exponerlos al desprecio público. Me parece absurdo el odio y la descalificación. Es conocido y notorio lo que esto ha significado para muchos de ustedes en términos de cárcel, exilio y sufrimientos colaterales. Nadie tiene la fórmula mágica para salir de esta catástrofe. Las acusaciones de traición que a diario se rifan en la lotería de las redes, quizá se deba a que nadie imaginó que podíamos alcanzar estos niveles de horror, que quienes llegaron al poder con el discurso de redención del pueblo, terminarían aniquilándolo. Esta carta es para avisarles del dolor, del recelo, de la duda que flota en el ambiente en relación con ustedes. Seguramente es un sentimiento cargado de muchas injusticias, pero que sepan que está allí.

Ojalá que este domingo, cuando el fracaso nos arrope nuevamente, sepan ustedes entender, que esto de la destrucción va en serio y que para tener capital político, partidos, cargos y destino, es menester estar vivos y que si este no es el llegadero, se le parece que jode.

LOS TONTOS ÚTILES

Antonio Sánchez García | 18/05/2018 / Web del Frente Patriótico

Por fortuna, la utilidad de los tontos ya va de salida. Si el último diálogo, el de Santo Domingo, la MUD y Zapatero, agotó ese expediente marrullero del engaño y la comedia, la farsa electoral del próximo domingo enterrará el último recurso de la tiranía. Comenzó el count down del desalojo. Llegó la hora señalada. Venezuela pronto será libre. Como Nicaragua y Cuba. Son los Idus del 2018. El fin del castrocomunismo latinoamericano. Ya era hora.

Antonio Sánchez García @sangarccs

“Los hombres mueren pero el tonto util es inmortal.”

Adolfo Rivero Caro

Contrariamente a lo que muchos han creído hasta hoy, el concepto “tonto útil”, no lo inventó Lenin, a pesar de haber sido él quien mayor provecho sacó de su existencia. Pues si el mundo no hubiera estado tan plagado de tontos útiles, no hubiera contado con tanta indulgencia como la que le dispensaran desde Jean Paul Sartre a Bertrand Russell. Representantes ilustres de toda la gama de tontos útiles: desde el santón inocente hasta el comunista filosofante. Pues tanto ayer como hoy y en el mundo como en Venezuela, la clase más abundante en tontos útiles, por contradictorio que parezca, ha sido la de los intelectuales y académicos. Y desde luego: la de los políticos. En suma: la de los buenistas, que prefieren asistir al asesinato de sus pueblos antes que correr y actuar en su auxilio. Ya lo dijo Ludwig von Mises en 1947 al hablar de los usefull idiots,“los inocentes útiles”, – en ruso: Полезный идиот, transliterado como Polieznyi, Polyeznyi o Poljeznyj idiot -en su libro Planned Chaos. El caos planificado, que tanto tonto útil como los viejos próceres que ahora mismo portan los estandartes de Henry Falcón, aún se niegan a reconocer como el máximo logro del castrochavismo venezolano. Von Mises escribió que el término fue usado primero por los comunistas para atacar a los liberales, a quienes el sabio austriaco describe como “simpatizantes confundidos y descarriados.” He pensado en ello al ver a tanto liberal famoso, confundido y descarriado que anda por el mundo dictando cátedra de moralidad política.

Lo dijeron dos famosas mujeres situadas en los extremos de la conciencia política: Hannah Arendt y Simone de Beauvoir. Sin la inocente o culposa complicidad de las oposiciones, ni el comunismo ni el fascismo, ni Stalin ni Hitler, hubieran asaltado el poder con tanta facilidad ni se hubieran mantenido en él tanto tiempo como quisieran. Si por Chamberlain, el coronado tonto útil del Imperio Británico, hubiera sido, Hitler hubiera muerto de viejo y Europa hubiera sido nazi del Atlántico a los Urales. Si no hubiera sido por Ronald Reagan, la Unión Soviética hubiera sorteado todos sus avatares. Y si no fuera por Donald Trump, Luis Almagro, el Grupo de Lima, la Unión Europea y nuestros opositores intransigentes – Antonio Ledezma, María Corina Machado y sus seguidores – la salida a esta tiranía jamás hubiera estado tan próxima como al parecer comienza a estarlo al día de hoy.

Ya no hay diálogo al que los tontos útiles puedan recurrir para salvar al verdugo. Les ha quedado el último refugio de la cobardía, la pusilanimidad y la canalla de que solemos hacer gala en Venezuela, la tonta útil del Caribe: las elecciones. No me compadezco del fracaso al que corren como la piara de cerdos del Nuevo Testamento o las ratas del Flautista de Hamelin. Pues carentes de la sabiduría que dan el estudio y la experiencia, ya encontrarán razones para culpar a quienes se negaron a convalidar el crimen: los abstencionistas. Como lo han venido haciendo desde que Chávez y sus tontos útiles asaltaran el poder. También lo expresó con su proverbial sapiencia la judía alemana Hannah Arendt en esa compendium de sabiduría que es su estudio Los orígenes del totalitarismo: los nazis son expertos en el arte de hacer de las victimas, los victimarios. Culpables del Holocausto no fueron los nazis, fueron los judíos. Culpables por la dictadura castrocomunista de Chávez y Maduro no son los alcahuetas y colaboradores civiles y uniformados: somos los radicales.

Por fortuna, la utilidad de los tontos ya va de salida. Si el último diálogo de Santo Domingo agotó el expediente siniestro del engaño y la comedia, la farsa electoral del próximo domingo enterrará el último recurso de la tiranía. Comenzó el count down de La Salida. Llegó la hora señalada. Venezuela será libre, porque otro camino no le queda. Como Nicaragua y Cuba, la madre del cordero. Son los Idus del 2018. El fin del castrocomunismo latinoamericano. Ya iba siendo hora.

MADURO NECESITA QUE VOTES

Paciano Padrón | 17/05/2018 | Web del Frente Patriótico

No le importa a Maduro por quién sufragues, si por él o por alguno de los candidatos que dicen oponérsele; él lo que necesita es gente en la calle, colas de electores para hacer creíble el resultado con tendencia irreversible que ya tienen las cuatro comadres del CNE, y que anunciará solemnemente la señora Lucena.

Maduro necesita que tú, yo y muchos otros votemos, para perpetuarse en el poder con mayor credibilidad, renovando por seis años más su dictadura, con apariencia de respaldo popular. La trampa la tiene montada desde que hicieron el mega-fraude del 30 de julio de 2017, cuando “eligieron” la chimba asamblea nacional constituyente, mega-fraude que será superado este domingo 20 de mayo.

Se sabe que Capriles ganó a Chávez las elecciones de 2012, lo burlaron y no defendimos el triunfo. Pocos meses luego, en abril de 2013, muerto Chávez, Capriles ganó por segunda vez, y el CNE proclamó a Maduro por estrecho margen. Nuevamente robados y sin la defensa necesaria. Más tarde, en diciembre de 2015, en las elecciones parlamentarias -elección circuital más difícil para el fraude, y sin que lo hubiesen esperado en esas proporciones- sacamos tal cantidad de votos que le dimos una paliza monumental, que a pesar de las trampas habituales, fueron proclamados dos terceras partes de los candidatos postulados por la alternativa democrática. Esa fue la última elección con “trampa simple” con “solo” ventajismo y abuso de autoridad. Consecuencia de esa paliza electoral no permitieron el referéndum revocatorio ni ninguna elección en 2016.. Estaban preparando el mega-fraude de la asamblea nacional constituyente del 30 de julio. Según Mujica, directivo de la empresa Smartmatic que manejaba las máquinas electorales, solo dos millones 800 mil electores votaron, pero los diputados constituyentes puestos por el PSUV obtuvieron más de ocho millones de votos, según el CNE. El mega-fraude más que triplicó los votos del PSUV.

Hay demócratas de buena fe que piensan que el sargento Henri Falcón podría ganarle a Maduro, y no están equivocados, cualquiera podría ganarle a Maduro, el peor presidente que hemos tenido. Pero estas elecciones no son democráticas, el argumento válido de antes, “si votamos todos, ganamos”, ya no aplica, por eso un Maduro que no llega al 20% de aceptación popular, que tiene más del 80% de rechazo, es capaz de adelantar las elecciones siete meses. Le conviene -estando su liderazgo agotado- renovar la confianza con un “triunfo electoral”. Lo que viene es un mega-fraude, mientras más gente vote, más sencillo y creíble será el fraude.

Todos los países amigos de Venezuela han solicitado suspender las elecciones, porque violan la igualdad de oportunidades, por lo que no reconocerán al Presidente que resulte electo. Esta semana el Grupo de Lima anuncia que “siguen analizando cómo contribuir a la restauración de la institucionalidad” y a la ayuda humanitaria, mientras la Conferencia Episcopal, también esta semana, ha dicho que “el pueblo entiende que la convocatoria a estas elecciones ha sido hecha con tanta antelación por ventajismo e intereses políticos. Las elecciones del 20 de mayo están ilegitimadas”.

Hay más -ya lo he dicho pero es bueno recordarlo- Venezuela es un país invadido y Maduro es un arlequín que bien sirve a los intereses de los invasores: Cuba, Irán, Rusia y Bielorrusia, el narcotráfico, la guerrilla colombiana y el terrorismo internacional. No van a despegarse de esa teta. La invitación que hace el régimen es a votar, no a elegir, porque ya las cuatro comadres tienen el resultado. Hoy la salida no es electoral, sí constitucional, es el rescate de la libertad y la democracia con la ayuda internacional para atender la crisis humanitaria que nos afecta profundamente como pueblo. La consigna para los venezolanos en el mundo es la abstención, calles vacías en Venezuela, y venezolanos en la calle en más de 200 ciudades del mundo gritando fraude y pidiendo solidaridad y ayuda humanitaria internacional para sacar a los invasores. Viva la libertad y la democracia. Votar es complacer a Maduro, él necesita que votes.

Por qué Maduro no entregará el poder

La posible manera de salir de esa terrible banda pirata es prometerles indulgencia a quienes los ayuden a salir del pozo en el que se encuentran. Es así como funciona la Ley Penal en muchos sitios. Quienes colaboran con la Justicia tienen 100 años de perdón. Carlos Alberto MontanerLa prensa 13/05/2018 Mike Pence, VicePresidente de Estados Unidos (EE. UU.) ha pedido alto y claro que no se reconozca el resultado de las elecciones venezolanas del próximo 20 de mayo. Ese es un tipo de declaración que no se hace sin el visto bueno de Donald Trump y sin consultar a Mike Pompeo, secretario de Estado.Dice el senador Marco Rubio que los tribunales nacionales e internacionales perseguirán a los delincuentes chavistas hasta el fin de los tiempos. Tiene razón. La impunidad no existe y algunos de los delitos cometidos por la banda chavista no prescriben nunca.Los asesinatos de opositores, las torturas que les han infligido —muy bien documentadas por la abogada Tamara Sujú, especialista en la defensa de los derechos humanos— no dejan espacio a la duda. Y por si eso fuera poco, ahí están las pruebas y los testimonios del narcotráfico que ha enriquecido a los generales del Cártel de los Soles, y del principal delito vinculado a esas actividades: el blanqueo de capitales.EE. UU. tiene la capacidad de rastrear, abierta o clandestinamente, todos los depósitos bancarios en el 90% de las instituciones del planeta, y posee el músculo para imponer sus reglas. Como cuenta con el 22% del PIB planetario y una moneda en la que se realizan casi todas las transacciones importantes; como posee el mayor mercado abierto del mundo, y los mejores centros de atención médica, basta con que amenace a las empresas internacionales con represalias cuantiosas o con privar de la visa a sus ejecutivos para sembrar el pánico. (He visto sudar la gota gorda a venerables bancos suizos colocados en esa tesitura, hasta que han colaborado con la Fiscalía norteamericana en contra de sus dudosos clientes).Nada de esto lo ignoran Nicolás Maduro, Diosdado Cabello, los hermanos Jorge y Delcy Rodríguez, y el resto del clan mafioso, como les llaman los venezolanos. Por eso se disponen a cerrar filas en las elecciones del 20 de mayo. No quieren acabar tras la reja. Como no creen en la democracia liberal, ni en las virtudes de la alternabilidad, no les importa disponer de apenas un 15% del apoyo popular, frente a un 85 que los rechaza.Para eso disponen del relato revolucionario. Nadie lo cree (ni ellos mismos), pero lo repiten como un mantra porque la función de ese discurso es articular una justificación que sustituya a la verdad. Dicen que Venezuela es un país asediado por el imperialismo yanqui decidido a quedarse con el petróleo de la nación. Afirman que el desabastecimiento de comida y medicinas es la consecuencia de que la oposición, dirigida por la CIA, ha desatado una cruel guerra económica. Ocultan las cifras reales de la economía para “no darles armas a los enemigos”. Declaran que el rechazo internacional —el Grupo de Lima, la Unión Europea, la OEA y Luis Almagro, el secretario general— es un clamor orquestado por Washington.Los chavistas son las víctimas, no los culpables. A los estudiantes los asesinó la oposición o algunos policías descarriados ya castigados. No hay torturados. La inflación aumenta porque la revolución ha abierto los diques del consumo y el pueblo salió por primera vez a comprar. Nada que cambiar. Nada de qué avergonzarse. Las revoluciones tienen un precio y hay que pagarlo.Como la población venezolana conoce todo esto, no saldrá a votar el 20 de mayo. ¿Votar para qué, si sabe que los resultados serán los que el Gobierno desee, como ya adelantó la empresa creadora y administradora de las máquinas de votación? Por medio de elecciones jamás acabará esa pesadilla. Incluso, se rumora que estos son los últimos comicios con la Ley electoral vigente. Tras ese amargo trago, cuando Maduro, sonriente, se declare vencedor, se copiará la Ley electoral cubana que permite filtrar y tamizar los candidatos, de manera que el prefraude haga innecesario el posfraude. (Miguel Díaz-Canel sustituyó a Raúl Castro con solo un voto en contra, presumiblemente el suyo).La posible manera de salir de esa terrible banda pirata es prometerles indulgencia a quienes los ayuden a salir del pozo en el que se encuentran. Es así como funciona la Ley Penal en muchos sitios. Quienes colaboran con la Justicia tienen 100 años de perdón. Recuerdo un país centroamericano en el que jubilaron en dólares a unos generales que se oponían al proceso de paz. Era indecoroso, pero fue práctico. Se hizo la paz. ©FIRMAS PRESSEl autor es periodista y escritor. El último libro de CAM es una revisión de Las raíces torcidas de América Latina, publicada por Planeta y accesible en papel o digital por Amazon. @CarlosAMontaner.

LADRONES DE LA PATRIA

José Domingo Blanco | 18/05/2018 | Web del Frente Patriótico

Cada cierto tiempo, por lo general después de escuchar un nuevo caso de corrupción, de esos grotescos que proliferan en Venezuela como bacterias en caldo de cultivo, me da por hacer un recuento. Comienzo a recapitular y a tratar de recordar los nombres de los corruptos que, en su momento, también fueron noticia por el escandaloso desfalco que cometieron y en el que fueron pillados. Y lo hago con la intención de que no caigan en el olvido, porque no pierdo la esperanza de que, tarde o temprano, paguen ante la justicia cada uno de sus graves delitos; así sientan que, viviendo en España o Miami, estarán fuera del guante de la ley.

Más allá de lo que dicen los expertos que, para la reconstrucción del país cuando logremos cambiar de sistema de gobierno, será necesaria una cuota de perdón -algo así como “lanzar a pérdida” o “al olvido” lo que algunos de los tantos corruptos que surgieron en este régimen se robaron- mi anhelo es otro. Y estoy seguro de que es un anhelo compartido por el grueso de los venezolanos decentes que lograban, con sus méritos y su trabajo honrado, prosperar en la vida; pero que hoy se encuentran secuestrados en una Venezuela irreconocible, pobre, enferma y destruida.

No es fácil pensar en una cuota de perdón para, por ejemplo, el exmagistrado prófugo de la ley Luis Velásquez Alvaray cuando hay tantos compatriotas atrapados en la miseria. Me cuesta pensar en un Alejandro Andrade libre -codeándose con el jet set internacional, paseándose por sus haras, y disfrutando de la inmensa fortuna que amasó gracias a su tránsito como guardaespaldas del Difunto Presidente hasta convertirse en el Tesorero de la Nación- cuando la suma de sus bienes y los dólares en sus cuentas servirían para reactivar el sector productivo del país, hoy completamente destruido. ¿Perdonaríamos a Rafael Ramírez, a los bolichicos de Derwick, a Manuitt, a Antonini, a Jesse, a los militares del Plan Bolívar 2000 o a los que hoy se enriquecen haciendo negocios sucios con las cajas Clap o revendiendo las medicinas de alto costo del Seguro Social? ¿Podremos los venezolanos perdonar a los ladrones de la patria que se enriquecieron grotescamente con los dólares Cadivi? ¿Perdonaríamos a quienes, en algún momento, tuvieron la responsabilidad de construir más centrales hidroeléctricas, nuevas vías de comunicación, más hospitales, nuevos sistemas de bombeos, vigilar las inversiones para el mantenimiento de las refinerías pero que se cogieron los reales que les asignaron para estos proyectos y los derrochan en España, en Suiza, en Francia o Miami? ¿Tendremos la capacidad de perdonar a quienes, gracias al Chavismo y al Madurismo, pasaron de ser unos humildes empleados públicos a los magnates que son hoy, sin importarles que, con el dinero robado, condenan a muerte a toda una nación?

Pese a lo que diga la Biblia al respecto, sueño con verlos pidiendo clemencia. Suplicando un perdón que no puedo concederles porque, lo que vivo diariamente en esta Venezuela -que amo y me duele tanto- es producto de sus acciones. De sus robos, sus estafas, desfalcos, negocios sucios o comisiones jugosas. No puede tener perdón quien, pese a lo que vivimos en el país, tiene el desparpajo de llevar una vida de lujos ilimitados, gastando un dinero mal habido a costa del hambre, las enfermedades y la miseria que hoy atravesamos los venezolanos. De alguna manera u otra, cuando llegue el momento del saneamiento y la reconstrucción, aspiro ver a cada uno de los ladrones de la patria respondiendo por sus delitos. Delitos graves e imperdonables. Quiero ver extraditados a los que viven afuera y que, probablemente, asientan su tranquilidad en nuestra tendencia a tener memoria corta. Deseo ver tras las rejas a quienes aún permanecen aquí, chupando como parásitos lo mucho o poco que todavía pueda quedar en el país. Y mi esperanza se alimenta con las imágenes de los más sanguinarios tiranos, corruptos o delincuentes que, tarde o temprano, por más invencibles y poderosos que fueron, les llega su hora. Como en su momento le llegó a Gadaffi, Mubarak, Mugabe, Noriega o Castro.

La lista de funcionarios -empresarios, militares, banqueros, magistrados, diputados, gobernadores, y otros- que durante este régimen les han metido las manos a las arcas de la Nación para su usufructo personal es enorme; para tristeza, vergüenza y dolor de todos los que padecemos esta pesadilla. Una pesadilla provocada por la consecuencia de estos actos de corrupción que, hasta ahora, no han sido condenados. Nombres que no pueden caer en el olvido. Estos veinte años de putrefacción propiciada por el régimen, están llenos de nombres que no pueden quedar sepultados bajo el peso de los nuevos nombres y escandalosos casos que protagonizan los corruptos y cómplices, que no dejan de proliferar.

Es mi aspiración -y la de muchos con quienes converso este tema- que la mayoría reciba el castigo que imponga la Ley, humana o divina; porque, la destrucción, miseria y muertes que provocaron con sus acciones merecen ser condenadas. Solo espero que, cada ladrón de la patria, llegado el momento, enfrente el juicio, la sentencia y la condena que todos los venezolanos ansiamos para estos delincuentes.

CARLOS ALBERTO MONTANER

¿Por qué Nicolás Maduro se saca de la manga una nueva Constitución?

CARLOS ALBERTO MONTANER

El Nuevo Herald 06 de mayo de 2017

Tiene cuatro objetivos seguramente recomendados por los fogueados operadores políticos cubanos.

▪ Ganar tiempo.

▪ Terminar con las manifestaciones de rechazo en las calles de todo el país.

▪ Fragmentar a la oposición entre pactistas e insurgentes.

Refundar el Estado para eliminar todos los vestigios de democracia liberal enquistados en la Constitución de 1999.

Maduro cree que necesita tiempo para mejorar su imagen. Sigue cayendo en todas las encuestas. La última, la de Hercon, apenas le confiere un 10.9% de respaldo popular. El dato es importante, pero no determina quién mandará. Cuando Lenin se hizo con el poder en Rusia apenas contaba con 50,000 militantes duros para una población de más de cien millones. Los mencheviques cuadruplicaban ese número. Lenin los barrió. Maduro sueña, además, con que un golpe de suerte (una guerra contra Irán, por ejemplo) aumente los precios del barril de petróleo a más de 100 dólares.

Las protestas callejeras han durado demasiado y los jóvenes opositores se envalentonan en lugar de acobardarse. Llevan más de un mes en las calles. Las de la “primavera árabe” fueron más breves y triunfaron. Los venezolanos ya van por 35 muertos y los muchachos han aprendido a luchar contra los carros de combate. Entre los cócteles Molotov y los botes de pintura para “cegar” los vidrios blindados de las tanquetas, ya saben cómo enfrentarse a esos mortíferos enemigos. Tal vez lo aprendieron, sin saberlo, de la antisoviética revuelta húngara de 1956.

Maduro (y los expertos cubanos) saben que para ellos es vital que la oposición no se una. La infiltran. Siembran calumnias. Dispersan rumores. Construyen falsos líderes. Las redes sociales, que sirven para congregar a los opositores, también son útiles para disgregarlos. La contrainteligencia posee agentes muy diestros en esas labores. Trabajan incansablemente. Cuentan con unidades especiales dedicadas a estos menesteres. Controlar a las sociedades es un arte nauseabundo que ellos conocen. No saben cómo producir bienes y servicios, y mucho menos administrar decentemente, pero conjugan como nadie los verbos “dominar” y “castigar”.

El Estado se funda o refunda con una Constitución. La ley de leyes puede ser la expresión de la soberanía popular o el instrumento del grupo dominante. La de 1999 incluía elementos contradictorios, como la separación de poderes o ese artículo 350 que admite la rebelión cuando el gobierno vulnera los principios democráticos. Todo esto es muy peligroso para Maduro. Para establecer un régimen realmente socialista el chavismo tiene que liquidar ese texto.

Pero tampoco puede decir a las claras cuál es su propósito. El modelo es la Constitución estalinista de 1936. Deben introducir derechos económicos (trabajo, vivienda digna, alimentación adecuada y otros cantos de sirena), junto a las libertades fundamentales que todos conocemos (reunión, expresión, etcétera). Pero “cualquier legislación o conducta estarán subordinadas” a los fines del Estado socialista, a los principios bolivarianos o a la fórmula deliberadamente vaga que se les ocurra. Ese es el lenguaje. Mientras más vaporoso mejor será para los jueces militantes que tendrán que aplastar a los ciudadanos bajo el peso de sentencias draconianas.

¿Cómo pueden los chavistas imponer esas normas con un 80% del país en contra? A otra escala, ya lo hicieron en 1999. Sacaron el 52% de los votos e instalaron al 95% de los constituyentistas. Maduro se propone imponer a la mayor parte de los redactores obviando el sufragio universal y sustituyéndolo por la selección corporativista. Elegirán a dedo a los representantes del campesinado, del proletariado y de las otras invenciones que necesiten. En la España fascista del franquismo, las “Cortes”, como se le llamaba al Parlamento, estaban integradas por tercios: el familiar, el sindical y el municipal. Y no tenían la facultad de legislar libremente, sino se limitaban a refrendar las normas pautadas en los Consejos de Ministros presididos por el Caudillo. A ese proceso le llamaban “democracia orgánica”.

Lo que está claro de las intenciones de Maduro es que no está dispuesto a entregar el poder bajo ninguna circunstancia. “Los cubanos” no se lo permitirían. Raúl Castro se propone pelear hasta el último chavista. Para la dictadura de La Habana también es de vida o muerte.

www.firmaspress.com

© Firmas Press

  • Black Facebook Icon
  • Black Twitter Icon
  • Black Pinterest Icon
  • Black Instagram Icon
FOLLOW ME
SEARCH BY TAGS
No hay etiquetas aún.
FEATURED POSTS
INSTAGRAM
ARCHIVE
bottom of page