De la Revista Tricolor de mi infancia al Universo Marvel...
A la memoria de mis tías mamás Adelina, María y Bárbara Eugenio Fuentes, con todo mi amor y agradecimiento... A mis compañeras de juegos: la profesora Elisa Berbesí, Yolanda y Alejandrina mi nana. Todo mi amor y reconocimiento...
Como esta sucesión de eclipses en los meses de julio y agosto del 2018, sobre todo el total de Luna del 27 de julio, por su carga en el inconsciente personal y colectivo, nos traen como energía el colocar los recuerdos y emociones primordiales en su lugar y honrarlas para que de allí salga una expresión coherente con nuestra verdadera intención profunda, que se traduzca en una exitosa misión de vida y propósito de existencia verdadero y efectivo, creo oportuno compartir el origen de mi amor por los comics y los cuentos de hadas.
Tierra Tachirense Sus Montañas
Brisas del Torbes, bambuco tachirense compuesto por Luis Felipe Ramón y Rivera.(Nacido en San Cristóbal, estado Táchira en 1913. Fallecido en Caracas en 1993. El Torbes es un río impetuoso y rojo del estado Táchira.""Brisas del Torbes" se ha convertido en un tema que evoca los hermosos paisajes andinos de Venezuela. Los tres estados andinos de Venezuela son: Táchira, Mérida y Trujillo. En el video se muestran algunos de esos paisajes y niños andinos venezolanos. Arreglo de Antonio Lauro. -Video Upload powered by . En la noche canta la brisa sobre el Torbes es como flor de los Andes es como el. Confieso que la versión más hermosa es la de la Orquesta Tipica del Estado Táchira y en la voz de Ofelia Ramón y Rivera pero no la encuentro en You Tube.
Mi infancia transcurrió entre los años 1950/60. Mis vacaciones de julio o Semana Santa transcurrían en el Estado Táchira, a lo largo y ancho de esa bellísima región aunque la casa central estaba en la ciudad de Capacho Viejo donde mi tio sacerdote Rafael Angel Eugenio dirigía el "Taller Escuela", colegio que llegó a albergar 600 internas,junto a la matrícula de externas, en una mezcla maravillosa: habían niñas indias de las misiones del Tucuco, andinas, orientales, centrales, que iban a buscar los conocimientos en esa institución que levantaron mis abuelos maternos y tíos y tías a partir de los años 30, que dejó como legado maestras rurales de gran calidad humana y de instrucción, y maestras del colegio que era mis grandes compañeras de juego junto a niñas de Capacho, pues se celebraban festividades y procesiones como la de San Isidro, patrón del pueblo y las cosechas. Era un mundo muy movido y especial pues mi familia de maestros se dedicó a educar a las niñas y niños de esa zona fronteriza con Colombia, condenados por su pobreza a ser prostitutas, amantes de guardias nacionales o guerrilleros y los niños a vivir alcoholizados o tragados por la violencia de esas tierras de enfrentamientos endémicos. Mi familia trabajó por muchos años, hasta que en la década de los 50 se trasladaron a Caracas, donde murieron mi abuela Bárbara en 1949 y mi abuelo Marcos en 1950 y luego mi madre Josefina en 1952, mis tías se radicaron definitivamente en Caracas y se dedicaron a mi crianza,mientras mi tío Monseñor Rafael Angel continuaba la tradición familiar de servicio a la comunidad tachirense y del país como párroco de Borotá y de la Cárcel de Santa Ana en San Cristóbal ,además del Taller Escuela ya dirigido por ex-alumnas con maestras también graduadas allí, hasta que falleció en setiembre de 1974, dejando como legado no sólo el Taller Escuela hoy en otras manos que nada tienen que ver con mi familia, las cobijas de lana capacheras, y algunos trabajos de seda y la tradición artesanal como recurso de expresión artística y autogestión económica, muy avanzada para su época, que mi tio sacerdote se dedicó a predicar tanto que trajo un indio llamado Juan Ruiz de Ecuador, maestro del tejido que le enseñó a mi tía María todo lo posible en ese hermoso mundo y con ella estableció el Taller del colegio en El Alto de Capacho, galpón de mi fantasía infantil lleno de telares, hilos, lanas, tintes naturales logrados con plantas y elementos de la tierra, una cria de gusanos de seda, en fin todo un mundo de colores y cosas muy bellas que alimentaron mi infancia, además del contacto humano del colegio y uno muy especial: la Revista Tricolor que llegaba gratuita a las aulas rurales y que leía en casa de mi tío y fui recopilando en una colección que hoy es mi tesoro porque recuerda una excelente publicación que transmitió un imaginario nacional sin chabacanerías ni ideologización como la hace en el presente el Ministerio del Poder Popular para la Educación... Tricolor nos hizo conocer dibujos y textos de los mejores escritores venezolanos y pintores de la talla de Carlos Cruz Diez, Virgilio Trompiz, y muchos más que compartiré a través de este artículo: La revista Tricolor: arte y mundo narrativo, la dimensión de la literatura presente.Máen Puerta maen@ula.ve Artículo recibido: 01/07/2013
Aceptado para publicación: 29/07/2013 Universidad de Los Andes. Facultad de Humanidades y Educación. Mérida estado Mérida. Venezuela. Esta investigación fue financiada por el CDCHTA a través del Proyecto H 986-06-06-B.
La infancia hoy en día vive sometida a múltiples mensajes y a un flujo incesante de estímulos que la seducen y hacen que la imagen sea más importante que la palabra escrita, aunque también es conocida la relación entre los efectos que la palabra tiene a través de la lectura y que aporta al niño un camino particular. Este es un aspecto que nos ha llevado a reflexionar sobre el papel que han tenido algunos materiales hemerográficos que sirvieron de apoyo en el inicio lector a varias décadas de venezolanos. Por lo tanto, abordamos una investigación que tuvo como objetivo central indagar sobre el papel que adquirió la revista venezolana Tricolor y los elementos que hicieron que ella un material obligado de consulta para niños y maestros en nuestro país. Partimos de la premisa que toda revista representa uno de los vehículos institucionales de la actividad cultural característica de la sociedad. Tricolor es una producción que podemos estudiar como la realización hemerográfica más consolidada en nuestro país, en el campo de la literatura infantil y la educación. Este trabajo investigación recupera en el campo literario los materiales y los autores más significativos que se reflejaron en sus páginas.
1. La historia Tricolor fue fundada el 4 de febrero de 1949 por Rafael Rivero Oramas, y creada mediante la Resolución No. 13 del Ministerio de Educación Nacional, Dirección de Cultura y Bellas Artes, se crea como un Repertorio Infantil Venezolano que debía estimular en los niños el conocimiento de la historia, la geografía, la ciencia y la literatura así como, el culto a la Patria y la necesidad de fomentar la solidaridad continental. Rivero Oramas es considerado por su extensa labor en beneficio de la infancia venezolana como “El padre de la literatura infantil” en nuestro país. En 1931 crea su famoso personaje “El tío Nicolás”, que el mismo define como “Viejo contador de leyendas y cuentos populares, inspirado en típicos campesinos de las montañas del estado Miranda”. Estos cuentos comenzaron a transmitirse entre 1932-1937 por Radio Caracas Radio Difusora Venezuela, Estudios Universo, Ondas del Lago y Radio Difusora Nacional hasta mediados de 1962. El maestro Rafael Rivero Oramas, intelectual venezolano que con esmero se dedicó diecinueve años a esta publicación y encontró en esta revista un camino para la expresión artística y literaria que fortaleció la reconstrucción del imaginario nacional. Tricolor en sus inicios llegó a tener un tiraje de 150.000 mil ejemplares y cuenta hoy en día con sesenta años de publicación con algunos tropiezos que hicieron aparecer hasta tres números en una revista, pero que intenta guardar la calidad y el compromiso con el cual se fundó. De data reciente sale a la luz pública un nuevo intento por rescatar la revista bajo la tutela del Ministerio Popular para la Educación bajo la Coordinación editorial y equipo de redacción a cargo de Marina Araujo, Avilio González y posteriormente se encarga de ella Omar Cruz. Sólo nos ocuparemos de los primeros veinte años de la revista, período en que fue director y fundador Rivero Oramas (1949-1968), y como jefe de redacción Morita Carrillo, luego continúo en la tarea: Eddie Rojas (1969-1970), María Teresa Hernández (1970-1971). Esta periodización la tomamos porque la revista se mantuvo durante los primeros veinte años sin cambios sustanciales en cuanto a las características de las sesiones. Es importante señalar que la han dirigido a lo largo de su historia: Ligia de Lima Bianchi (1971-1978), Lilian Bermúdez (1979-1983), José Quiaragua (1984-1986), Sonia Flores de Pitre (1987-1990), Luis García (1991-1995), María Elena Maggi (1998) Ventura Jansen (1999-2006), Marina Araujo y Avilio González (2007-2011) y Omar Cruz (2012-2013). Como pueblo hemos sufrido procesos de omisión hacia algunos productos de nuestra historia literaria y Tricolor no escapó de ello, más aún al tratarse de una publicación especializada para la niñez, que formó a varias generaciones de venezolanos. En tal sentido Miliani (2006) sostiene que dos elementos pueden salvarnos de la desmemoria “el mal de pensar” y el compromiso con la escritura y con la palabra como un camino para lograr horizontes de significación. Podemos afirmar que siguen vigentes sus palabras, y que en la revista Tricolor podemos volver a mirarnos y rescatar parte de la memoria, en este caso, en un área específica de la cultura infantil y el periodismo educativo de nuestro país.
2. El texto infantil Al realizar un recorrido por la historiografía de la literatura infantil en Venezuela nos encontramos que desde el trabajo precursor de Amenodoro Urdaneta El libro para la infancia (1865), la literatura exalta valores morales apoyado en el didactismo que los autores reconocían como necesarios para la formación del niño, en su mayoría los textos se presentaban como Manuales de formación donde la intención de educar estaba presente. El Libro para la Infancia se puede decir que tenía un estilo que más tarde va a ser compartido por una publicación periódica La Edad de Oro de José Martí (1889) que a pesar de salir sólo cuatro números y algunos años después que el texto de Urdaneta, puede considerarse un clásico de la literatura infantil latinoamericana. Los abordajes y las facetas tratadas en estas dos publicaciones en cuanto a temas e historias, las hacen dignas de valoración, hasta nuestros días.
Entre 1938 y 1948 circuló una publicación Onza, Tigre y León, un proyecto de Mariano Picón Salas y Rafael Rivero Oramas, el cual podríamos catalogarlo como la génesis de Tricolor. María del Pilar Quintero en un estudio sobre la dimensión creadora de la edición como obra artística- literaria en Rivero Oramas (2007, p. 129) sostiene que en Onza, Tigre y León: El sujeto venezolano, que se plasma en esta obra, en su pluralidad y complejidad, tiene una visión universal de sí mismo, y valoriza sus raíces culturales amerindias y afroamericanas, como también las hispanoamericanas, las tradiciones ancestrales campesinas e indígenas y simultáneamente los avances de la ciencia y de la técnica. Esta obra puede trasmitir a sus lectores: los niños y niñas, la existencia de un país maravilloso, con una geografía, una historia, una cultura particular pero capaz a su vez de integrarse al conocimiento y los saberes también maravillosos que aporta la ciencia y la técnica más avanzada de su tiempo, sin perder por ello su propia identidad. En una dialéctica de identidad y pluralidad, particularidad y universalidad, onza, tigre y león, en su conjunto se constituye como una obra artística y literaria en la que se concretiza un sujeto histórico: el venezolano. La apreciación de esta autora nos remite a pensar que tanto en Onza, Tigre y León como en Tricolor también la literatura sirvió en la formación del niño y a través de ella abrir caminos a la imaginación y a la libertad elementos que resultan prioritarios para consolidar la identidad y la pertenencia con el entorno que lo rodea. 3. Pilares de la revista La revista Tricolor en sus páginas permitió desacralizar la lectura, la presentó lúdicamente a los ojos del lector, a través de ella se quería conciliar el término progreso con información, utilizando un despliegue artístico apoyado en la ilustración y en la selección del material. Partiendo de la premisa que leer no es asentir sino imaginar, como forma de expresión se enfocó en crear un nuevo lenguaje destinado al niño donde la plástica y la literatura tenían un espacio definido, no podemos olvidar que Rivero Oramás fue un artista por excelencia (cineasta, escritor, dibujante, ilustrador) en él, la conciencia artística convergía en un cuidado por lo que se quería transmitir y por lo tanto, se comprometía con la forma de llevarlo a cabo. La revista como una verdadera obra de arte no lo separó de la praxis de vida, como artista cuidó con esmero cada número y buscó despertar aquello que los niños ya tenían en sí para desarrollar el gusto estético. Existía entre las imágenes y las ilustraciones que acompañaban los contenidos una interacción, una relación de complementariedad que se configuró para atrapar la atención de los más pequeños y de los adultos que la utilizaron. La ilustración aclaraba, enriquecía y completaba el mensaje favoreciendo la comprensión. El lenguaje gráfico predominante respetaba al niño sin minusvalía, allí se expusieron obras de nuestros artistas (Virgilio Trompiz, Cruz Diez, entre otros).
La invitación en cada número era de calidad y poseía una doble finalidad de información y de sensibilización. La mirada hacia nuestros referentes históricos, nuestra situación geográfica y social, así como los valores identitarios, nuestras raíces, la producción de nuestros autores, hacen de esta publicación un caso especial, que presentó una estética muy particular. Tricolor como repertorio infantil, organizó a su público aunque estaba destinada a los niños, existía un trasfondo como recurso pedagógico para los docentes y padres. La historia de los materiales para la niñez siempre se ha debatido entre la diversión y el aprendizaje, esta producción no deja de responder a esa particularidad. Aunque comenzó a tener una mirada de la infancia que la legítima frente al mundo del adulto. 4. La literatura Infantil presente en la revista Desde el momento del nacimiento y durante toda su vida el ser humano cuenta con la palabra como forma de arrullo, cuando es bebé, se le acuna con las nanas, arrorrós y cantos que se transforman en una melodía deliciosa para sus oídos, porque en ellos se conjuga por una parte, toda la sabiduría ancestral de la literatura y por otra toda la carga afectiva del ser, que lo está cobijando. De ahí, el poder de la palabra en la vida del niño para abrir caminos de fascinación y magia que pueden transformarse en verdaderos asideros, para desarrollar su imaginación. Este fue el papel que ocupo la literatura que se ofreció en Tricolor, cobijo a miles de niños venezolanos, docentes y padres, así como a interesados en el área que supieron reconocer en los materiales lo que señala Gianni Rodari (1973) en su texto Gramática de la Fantasía, a la literatura como un instrumento útil destinado a “quien cree en la necesidad de que la imaginación tenga su puesto en la enseñanza” (p. 12). Y así, durante varias décadas se dedicó a mostrar a los más pequeños rasgos del universo literario, universal, latinoamericano y nacional, plumas de significativa valoración en la historiografía de la literatura venezolana tuvieron un espacio para compartir sus creaciones. La literatura infantil que se presentó en la revista veía al niño como un ser integral que se iba apropiando poco a poco de ella, ofreciéndole la oportunidad para que plasmara pensamientos y emociones como receptor del mensaje. Estamos conscientes que la experiencia previa del lector juega un papel fundamental para su identificación con la obra y su modo de recepción. Por eso, es importante que el niño desde muy temprana edad tenga un acercamiento a los materiales literarios, que le van a permitir jugar con el lenguaje y la literatura para disfrutar sus dimensiones estéticas. Navas (1995) señala que “la literatura es un sistema comunicacional específico dentro del marco general del sistema del arte, y que, en consecuencia, cumple funciones comunicativas particulares dentro del sistema de la cultura a la que vuelve para redescubrirla con una visión sensible y crítica” (p. 39). Ella insiste en la autonomía del discurso literario, que conlleva por parte del usuario a lograr interpretaciones poéticas propias. Presenta la literatura partiendo de la necesidad de comunicación del niño, agregando que, si aceptamos el término de literatura infantil como una convención, el único requisito que debe tener es el de ser literatura para que propicie en el niño “libertad creativa y expresiva, el pensamiento crítico, el desarrollo de la sensibilidad y del gusto estético” (p. 33). Ella sostiene que el discurso literario difiere de otros discursos porque propicia la libertad interpretativa del lector, de ahí que cada lectura, aún del mismo texto, se transforma en una nueva aventura para el niño. Todas estas aseveraciones nos permiten afirmar que debemos hablar de la literatura para la infancia cuando estemos en presencia de un texto artístico como elemento, dentro del proceso de comunicación, un círculo vital en el cual el lector se identifique y se involucre en un juego creativo que le permita representarse, sentir, sugerir y disfrutar la aventura que implica la lectura. Una experiencia que aludiendo un término utilizado por Rosenblatt (1996) se enmarque en un “continuo” estético donde el placer de la ficción encamine la apropiación de la literatura, para despertar la imaginación y los sentimientos en los lectores. La capacidad estética del texto literario se manifiesta en su interpretación, y es por esa razón que el ejercicio persistente del lector a través de la lectura va creando en él una experiencia estética que consideramos digna de explorar. En este sentido la literatura que se plasmó en Tricolor fue entendida como instrumento ideológico, como ejercicio de poder para infundir valores, creencias y situaciones del pasado heroico venezolano donde se asomaba un sueño del proyecto literario. Ciertamente, podemos confirmar que las piezas literarias expuestas proporcionaron un corpus que consolidó el proceso lector del niño dentro del discurso social. Desde el primer número (1949), se vislumbraba el proyecto literario que se iba a desarrollar en él, el editor presentaba un espacio sobre las obras maestra de la literatura castellana donde se ofrecía extractos de Don Quijote De La Mancha de Miguel de Cervantes Saavedra apoyado en ilustraciones tipo Comic para hacerlas más atractiva a los niños, y en la página siguiente un espacio, como en una especie de paralelo iconográfico, la sección titulada El pasado aborigen donde se mostraba la historia de Maracayo y Guaicaipuro, también en Comic. Dos referencias para entender cuáles eran los postulados de la revista, por una parte ofrecer al niño venezolano una muestra de grandes valores de la literatura universal y por otra, la tradición de nuestros aborígenes recopiladas en las leyendas, mitos e historias. Esta presentación no nos resulta fortuita si tomamos en cuenta una carta, especie de editorial que el Director Rafael Rivero Oramás le escribe a los niños titulada Carta de Tricolor a los niños: Niño venezolano: Tricolor es tu revista. Es tuya. Cada día en sus páginas encontrarás amor por Venezuela. Tu país. Tu patria.
Leerás la revista Tricolor para asomarte a tu universo. Un mundo de color, de alegría, donde está presente la palabra creadora de poetas y escritores venezolanos que te dirán de la belleza de lo humano, de la verdad de los científicos. Tricolor es tu revista, cuídala, consúltala, ámala. Y aprenderás en sus páginas a ser hombre, que es ser mejor venezolano, parte integrante de la maravillosa dimensión del mundo, de la vida misma. (p. 4). Una manera de entusiasmar y comprometer al niño con el contenido, una tarea que no sólo se centraba en eso, sino que quería infundir en el niño el amor por el conocimiento, por la producción de sentido en el trabajo creador, abriendo el apetito por lo desconocido que lo llevó a descubrir por su propia cuenta el goce de la interpretación facilitando caminos de expresión que se vieron plasmadas en sesiones como: El correo Juvenil y Los niños colaboran, a las cuales los niños enviaban sus producciones manifestando la recepción de la revista en producciones escritas y dibujos. Cada número fue presentando de una forma atinada y con mucho cuidado en cuanto al contenido, la diagramación e ilustración, como un todo, una creación artística que fijaba en las palabras, el encanto de los detalles artísticos. Lo que querían los creadores de la revista era ofrecerle un material al niño para avivar en ellos formas de expresar, sus vivencias y canalizar el proceso de su actividad creadora, despertar en ellos una actitud crítica y que se reconocieran como parte de una cultura cargada de muchos matices. El poder liberador de la palabra en la vida del niño, nos llevan a pensar en el posible alcance de la literatura en el período de la infancia y el potencial comunicacional que encierra para sus receptores. Más aún, si tomamos en cuenta que la cuarta parte de la vida del hombre pertenece a la infancia y la juventud. De ahí, la seriedad con la que se abordó el proyecto Tricolor se necesitaba esculpir en los más pequeños los cimientos de los sentimientos por nuestros valores y la necesidad de encontrarnos y reconocernos como portadores de una serie de ideales para formarnos. En palabras de Efraín Subero sobre la revista señalaba que: Jamás en Tricolor ha habido improvisación. Ella es la resultante de un lento y primoroso proceso de periodismo educativo. Tricolor nació como un repertorio infantil venezolano, sin una mezquina limitación nacionalista porque para el niño venezolano la América ha de ser una sola nación. (N° 242). Por tal razón el tema de la literatura como formadora de nación tiene un puesto preponderante en la revista, al conocer su país, sus autores, su poesía, sus cuentos, sus leyendas y mitos se inicia un proceso de valoración en el niño, hacia sí mismo y hacia lo que le rodea. Consideramos que la literatura como arte le proporciona al niño conocimiento, placer y gratificación que se transforman en una realidad autónoma debido al protagonismo del niño como ser, con necesidades e intereses particulares, y es la actitud asumida por el niño lector la que le permitió apropiarse de Tricolor como texto, y de alguna manera determinó su poder de convocatoria. Por lo tanto, hizo suyas algunas producciones que se transformaron en referencia obligatoria de consulta apoyados por la política de difusión que se tenía a través del Ministerio de Educación. La revista Tricolor congregaba textos informativos, históricos, folklóricos, así como un espacio para la literatura, cargado de diversas formas literarias, entre las que podemos mencionar: cuentos, poesías, teatro, retahílas, mitos, leyendas, adivinanzas y comics. Dedicó una sección titulada El arpa jubilosa donde se presentó la obra poética de los más distinguidos poetas regionales, nacionales y universales, para que los niños la conocieran y la disfrutaran. También se constituyó en un espacio para las voces de los intelectuales que hacían prácticas discursivas para la época (poetas, historiadores, científicos) que de alguna manera contribuyeron a crear el imaginario nacional, imprimieron sus sellos personales dándole un carácter interdisciplinario a la revista que servía para entender nuestra realidad, utilizando como herramienta la literatura como arte y el interés por despertar el conocimiento en los más pequeños para ir trascendiendo el hecho educativo teniendo como herramientas el arte y la literatura. En sus páginas se reflejaron nombres de insignes escritores y poetas, nacionales y universales. Efraín Subero fue uno de ellos, lo acompañaron Oscar Guaramato, Rafael Rivero Oramas, Ramón Palomares, Alarico Gómez, Carmen Delia Bencomo, Ligia de Bianchi, Ana Teresa Hernández, Manuel Felipe Rúgeles, Blanca Estrella, Morita Carrillo, Inés de Cuevas, María África de Torre, Renato Agagliate, Pilar Almoina de Carrera, Julio Álvarez, Marleny Álvarez, Luis Fernando Álvarez, Laura Antillano, Rosario Anzola, Eduardo Calcaño, Fernando Paz Castillo, Uslar Pietri, Isabel Aretz, Blanca Arias de Caballero, Marisol de Armas, Fray Cesáreo de Armellada, Lali Armengol Argemi, Antonio Arraiz, José Tadeo Arreaza Calatrava, Alberto Arvelo Torrealba, Leopoldo Ayala Michelena, Alfredo Bagalio, Luis Barrios Cruz, Alejandro Bastidas, Andrés Bello, Luis Julio Bermúdez, Francisco Betancourt Figueredo, Andrés Eloy Blanco, Mireya Blanco, Rosa Alarcón, Pedro Blanco Vilariño, Nicanor Bolet Peraza, Simón Bolívar, Jorge Luis Borges, Velia Bosch, Adolfo Briceño Picón, José Enrique Brito Marcano, Pedro Pablo del Castillo, Carmelo Castro, Carmelo Cervera, César Luis Churión, Pedro Emilio Coll, Cecilia Cuesta, Luis Arturo Domínguez, Walter Dupouy, Paulino Duran, Luis Eduardo Egüi, Prudencio Esáa, José Antonio Escalona-Escalona, Alberto Escorichuela, Miguel Ángel Espinel, Blanca Estrella, Antonio Febres Cordero, Sonia Flores Pitri, Jacinto Fombona Pachano, Julio Garmendia, Pálmenes Yarza, Vicente Gerbasi, Alarico Gómez, Blanca Graciela, Diana González, Luis González Carias, Juan Antonio González, Inés Ramón Henríquez, Ida Gramcko, Ana Teresa Hernández, Carlos Izquierdo, Carlos Jiménez, Francisco Lazo Martí, Carlos Augusto León, David León, Isabel de León Díaz, Adelis León Guevara, Elisa Lerner, Lisa Levan, Pedro Francisco Lizardo, Pedro Maldonado, Cósimo Mandrillo, Bernardo Mane, José María Manrique, Manuel Antonio Marín Hijo, Carlos Alfonso Medina, José Ramón Medina, Karen Mena, Ramón Méndez, Daniel Mendoza, Beatriz Mendoza Sagarzazu de Pastorí, Gabriela Mistral, Iris Montes, Luis Navarro, Lucila Palacios, Gustavo Parodi, Amy Patterson, Fernando Paz Castillo, Carlos Pérez Ariza, María Luisa de Planchart, Martin Pulgar, María Auxiliadora Pulido, Carlos Rivero Blanco, Gianni Rodari, Pablo Rojas Guardia, Oscar Rojas Jiménez, José de la Cruz Rojas Uzcateguí, Lubio Cardozo, Mariela Romero, Carmen Adolia Romero de Pereira, Jesús Rosas Marcano, Daysy Rosco, Daal Rosell, Álvaro de Rosson, Margarita Rubio, Esteban Rumbos Navas, Víctor Salazar, Belén San Juan, Elizabeth Shon, Luisa del Valle Silva, Esteban Smith Monzón, Vicente Emilio Sojo, Antonio Spinetti Dini, José Sebastián Tallón, José Domingo Tejera, María África de Torre, Blanca Josefina Urdaneta, José Santos Urriola, Arturo Uslar Prieti, Fanny Uzcátegui, Esther Valdes, Horacio Vanegas, Marisa Vannini, Héctor Guillermo Villalobos, Walt Whitman, entre otros. Estos autores representan un grupo considerable que reivindicó a la literatura y ofreció un camino para una nueva forma de sentir, inspirada en lo sublime del arte literario, incidiendo en la formación lectora de varias generaciones de venezolanos. El comic, la historieta, el cinegrama tuvieron un espacio particular: Tibizay y Tío Conejo un cinegrama elaborado por Carlos Cruz Diez, basada en la Leyenda de Don Tulio Febres y el personaje clásico de la literatura infantil venezolana Tío Conejo; El titirijí y Paperrule por Sancho; Kari y el Sute José de la Cruz por Arturo Moreno; Luisito y Margarita en el espacio, Volando con Heli por Mejias; Tío Conejo, pescador por Mazepa; Misión Sideral, Alcarito y Rebollón por García Sosa; Alado y los bucaneros por Ángel Parra; Tío Tigre y Tío Conejo por Alberto Vivanco; Caricatura Humor por Leone; Humor por Abilio; Pedrito en las Antillas por Laulax, entre otros. 5. A modo de reflexión final Tricolor ofertó una posibilidad de juego para el niño venezolano donde la literatura era la protagonista, fomentando la inventiva y la fantasía en él, para ayudarlo a comprender la realidad, en un despliegue de satisfacción emocional, que año tras año logró consolidar a la revista como un instrumento educativo placentero, de un modo particular. Fomentó hábitos de lectura compartida en el niño, la escuela y la familia, adquiriendo una dimensión participativa de amplio espectro. Aportó elementos en cuanto a la identidad que quería construir, la pasión impregnada en sus páginas le permitió reconocerse al niño como un ser de un territorio, con características particulares. Asomó la necesidad de reconstruirnos como pueblo desde la perspectiva de una refundación, que podía tener en el niño un nuevo constructor de imaginarios, fundamentados en nuestra literatura, valores, creencias y situaciones del pasado heroico venezolano, nuestra geografía, riquezas, la literatura universal, los avances del nuevo mundo y los contenidos de libertad, tecnología, aspectos urbanos y rurales, de presentar al trabajo como condición singular para mejorar la calidad de vida, admiración por los próceres de nuestra gesta emancipadora así como por nuestras raíces indígenas.
El juego y el comic se ofrecieron como elementos de comunicación que sirvieron de plataforma para fomentar una complicidad entre los lectores y que determinó la necesidad de su presencia en cada revista. La estética, el arte, su acento universal tuvo en sus páginas un instrumento para desarrollar la imaginación en el niño y lo invitó a recorrer el mundo de posibilidades que en él habita. Tricolor fue un proyecto individual de un intelectual comprometido que supo con su trabajo contagiar a otros pares, que vieron en la revista un camino de expresión artística auténtico.
Bibliografía Hernández (2006). “Domingo Miliani en la reinvención de la Utopía” en El Mal de pensar y otros ensayos, Domingo Miliani. Mérida: Universidad de los Andes, Vicerrectorado Académico pp. XII-XX. Quintero, María del Pilar. (2007). “Rafael Rivero Oramas: la edición artística literaria para la infancia”. En Voz y Escritura Nº 15. Universidad de los Andes. Instituto de Investigaciones literarias “Gonzalo Picón Febres”. Ministerio de Educación. (1949). Tricolor. Caracas, Año XXI N° 201- 202, Marzo. Ministerio de Educación. (1974). Tricolor. Caracas, Año XXV N° 242, Marzo. Navas. (1995). Introducción a la literatura Infantil: fundamentación teórico-crítica. Caracas: Universidad Experimental Libertador Fedeupel. Rodari, G. (1973). Gramática de la fantasía. Introducción al arte de contar historias. España: Ediciones de Bronce. Rosenblat, Ángel. (1996). Textos en contextos. Argentina: Paidós.
Maén Puerta. Licenciada en Letras y Abogada por la Universidad de Los Andes con Maestría en Lectura y Escritura y Doctorado en Educación por la misma casa de estudio. Actualmente es coordinadora de la Maestría en Lectura y Escritura de la ULA y miembro del Instituto de Investigaciones literarias “Gonzálo Picón Febres”.
No he acompañado este texto con ninguna imagen porque no la hay, sólo fotos del presente con unos ejemplares que dejan mucho que desear o esta perla:
que demuesra como TRICOLOR como Revista para niños distribuida en TODAS LAS ESCUELAS GRATUITAMENTE por el Ministerio de Educación con el chavismo sirvió para ideologizar a los niños que van a ser "el hombre nuevo" que todo el mundo dice que es el Che Guevara, y de verdad todo viene de la metáfora del apóstol Pablo del "viejo hombre" y el "nuevo hombre" mencionada en Efesios cap. 4,realidad que rebasa las especificaciones justamente de una metáfora y se convierte en una perfecta realidad. El "viejo hombre" representa nuestra vida pasada y el "nuevo", la nueva vida en Cristo Jesús. ¿Puede el hombre nuevo vivir en el viejo?, o de igual manera, ¿puede el hombre viejo vivir en el nuevo?y la necesidad expresada por el mismo Jeús a Nicodemo en el Evangelio de Juan 3: Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los judíos.2 Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él.3 Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.4 Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer?5 Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.6 Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.7 No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo.8 El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu.9 Respondió Nicodemo y le dijo: ¿Cómo puede hacerse esto?10 Respondió Jesús y le dijo: ¿Eres tú maestro de Israel, y no sabes esto?11 De cierto, de cierto te digo, que lo que sabemos hablamos, y lo que hemos visto, testificamos; y no recibís nuestro testimonio.12 Si os he dicho cosas terrenales, y no creéis, ¿cómo creeréis si os dijere las celestiales?13 Nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo; el Hijo del Hombre, que está en el cielo.14 Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado,15 para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Ahora resulta que para el gobierno castro/comunista/chavista/madurista según difunde la Revista Tricolor nuestro imaginario nacional no es el "sute José de la Cruz", el indio Kai kari,los cuentos del "Tio Nicolás", "Onza Tigre y León",sino creer que lo que antes de morir, en San Pedro Alejandrino, el Libertador declaró a su séquito “Jesucristo, don Quijote y yo hemos sido los tres más insignes majaderos de este mundo”, la Revista Tricolor que lleva 69 años en la tarea de formar y entretener a niños y niñas, lo convierte en Hugo Chávez, Simón Bolívar y el hippie Jesús de Nazareth son los "tres grandes majaderos", colocando ,a Hugo Chávez en vez del Quijote UN PELUSA! ¿Dónde estaban los intelectuales del régimen que no le pasaban una a los gobiernos anteriores, los hombres de Iglesia, historiadores, la que sea pensante en el país y las asociaciones de padres? ¡ESTABAN IDEOLOGIZANDO LAS MENTES DE LOS NIÑOS DE LAS ESCUELAS PERO COMO TRICOLOR ERA PARA LA GENTE POBRE NO ME IMPORTA "CON MI HIJO NO SE METEN"! Pues le diré que cuando me preguntan como astróloga cuándo termina esta pesadilla y quieren fechas para decidir si se van o se quedan en el país, o preguntan cuándo se retira Nicolás Maduro de su teatro chapucero, viene a mi mente una parábola igualmente de Jesús para demostrar que el PUEBLO, el prójimo no es solo los pobres es TODO EL COLECTIVO VENEZOLANO y para salir de este infierno y genocidio en el que nuestra superficialidad y falta de compromiso como venezolanos y seres espirituales y de conocimientos de Venezuela su historia y geografía nos ha encerrado,saldremos UNIDOS ("Un pueblo unido jamás será vencido") en una sola voz como lo demuestran los comunistas, cuyo guión lo repiten y siguen como borregos, debemos releer las palabras de Jesús (por favor déjense de Ganeshas y "no creo en la Iglesia por los curas",o porque soy judía no entiendo a Cristo, la cuántica, hago lo que quiero, "soy observador que observa la realidad que crea" Hemos perdido Fe y una Unidad con Dios, lo que implica una rectitud de conciencia y amar al prójimo no sólo a través de obras filantrópicas...Hay que tener unión como lo demostraron en Ruanda y ahora se nos estrella en la cara con el ejemplo de Croacia, Jesús manifiesta la Energía Crística y si saben tanto de espiritualidad saben a qué me refiero, pues el no se circunscribe a los católicos, evangélicos es otra cosa más trascendente, por eso utilizo y utilizaré los Evangelios porque son también mis elementos culturales y no me voy a ir a Asia o Africa a buscar unas referencias que no entiendo ni se qué dicen en verdad, por eso en este caso utilizo el Evangelio porque en el pueden encontrar las enseñanzas de Jesús en este caso en el Evangelio de Lucas 10, 25-37.10,25: "En esto un doctor de la ley se levantó y, para ponerlo a prueba, le preguntó:—Maestro, ¿qué debo hacer para heredar la vida eterna?10,26: Jesús le contestó:—¿Qué está escrito en la ley? ¿Qué es lo que lees?10,27: Respondió:—Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas, con toda tu mente, y al prójimo como a ti mismo.10,28: Le respondió:—Has respondido correctamente: obra así y vivirás.10,29: Él, queriendo justificarse, preguntó a Jesús:—¿Y quién es mi prójimo?10,30: Jesús le contestó:—Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó. Tropezó con unos asaltantes que lo desnudaron, lo hirieron y se fueron dejándolo medio muerto. 10,31: Coincidió que bajaba por aquel camino un sacerdote y, al verlo, pasó de largo. 10,32: Lo mismo un levita, llegó al lugar, lo vio y pasó de largo. 10,33: Un samaritano que iba de camino llegó a donde estaba, lo vio y se compadeció. 10,34: Le echó aceite y vino en las heridas y se las vendó. Después, montándolo en su cabalgadura, lo condujo a una posada y lo cuidó. 10,35: Al día siguiente sacó dos monedas, se las dio al dueño de la posada y le encargó: Cuida de él, y lo que gastes te lo pagaré a la vuelta.10,36: ¿Quién de los tres te parece que se portó como prójimo del que cayó en manos de los asaltantes?10,37: Contestó:—El que lo trató con misericordia.Y Jesús le dijo:—Ve y haz tú lo mismo.
ENTIENDEN LA LÍNEA DE EVOLUCIÓN QUE PERDIIMOS, AHORA TODO EL MUNDO PREGUNTA ¿CUÁNDO SALDREMOS DE ESTA PESADILLA?
Cuando comprendamos la dimensión de la superficialidad con que hemos actuado para enfrentar un programa maestro comunista sin UNIDAD ni FE...NO VAN A VENIR LOS MARINES, SOMOS NOSOTROS Y NUESTRA TOMA DE CONCIENCIA LA QUE RESUELVE ESTE NUDO GORDIANO, PORQUE COMO INMIGRANTES TAMBIÉN NOS ESTÁN DANDO PALO AFUERA. TÚ ELIGES DÖNDE QUIERES ESTAR EN ESTA TOMA DE CONCIENCIA DEL HOMBRE ESPIRITUAL...Nada es ya como antes. Por tanto ahi tendremos al "bobo" Jaua, tremendo encapuchado sociólogo comunista que impunemente cerraba todos los jueves con sus malandros la Plaza Venezuela para protestar contra el gobierno de turno, utilizando la sede de la UCV como campamento, como actual Ministro del Poder Popular para la Educación y el gentio de tipos que se rotan desde hace 20 años en el gobierno
Por tanto ¿qué referencias damos a los niños para ubicarlos en su realidad de niños que debe ser alimentados en su imaginación y creatividad, la identidad nacional como profesora de Literatura y Arte les diré que en los 80/90 era considerada "chimba" y los padres nada que apoyaban esa defensa, todos estaban preocupados en otras cosas, y en los profesores igual, cuando la mayoría estaba impregnada de las ideas comunistas y eran "gallos tapaos" cumpliendo sus roles para producir la hecatombe de los 90 que se reafirmó en el MIlenio hasta el sol de hoy, por eso yo como mujer que ama la imaginación y conoce dentro de si misma lo que es disfrutar ser como niños aunque me digan que soy intelectual, recurrí como profesora y ser humano al Universo Marvel, George Lucas, Walt Disney y toda la industria del cine de fantasía, ciencia-ficción e imaginación sabiendo decodificar con mis alumnos, hijos y yo misma, el "veneno" que tienen en sus mensajes, pero siquiera estimulan el análisis de los muchachos y quienes se acerque a él, antídoto contra la enajenación y borre del alma que nos impone el Plan Maestro contra la Humanidad, si no "Infinity War" no sería la película más taquillera de la historia en pleno 2018..
NOSOTROS SEGUIREMOS VIENDO COMO ABORTA UNA Y OTRA VEZ LA UTILIZACION DE LA REVISTA TRICOLOR PARA MUCHOS FINES IDEOLOGIZANTES PUES NI LOS CHAVISTAS TIENEN CON QUË HACER UNA PUBLICACiÖN DE AQUELLA CALIDAD DE CONTENIDO, ILUSTRACIONES Y DIAGRAMACIÓN PORQUE TAMPOCO AMAN LO VENEZOLANO ESENCIAL...
1 agosto, 2011 13:471 agosto, 2011 13:47
Revista TricolorLa ministra del Poder Popular para la Educación, Maryann Hanson,ex rectora del bodrio de la Universidad Bolivariana, quien fue gerente corporativo de proyectos Socio Educativos de Palmaven. De igual forma desempeñó cargos como directora general de Formación en Ciencia y Tecnología del Ministerio del Poder Popular para Ciencia, Tecnología e Industrias Intermedias.El 21 de abril de 2013, en cadena nacional fue reafirmada como ministra del Poder Popular para la Educación para el gobierno de Nicolás Maduro, cargo que ya ocupaba en el gobierno de Hugo Chávez. Ella informó en el 2011 que ese organismo publicará en septiembre la revista infantil Tricolor.Durante el acto de juramentación de los ministros del Poder Popular para la Cultura, Pedro Calzadilla y de la Juventud, María Pilar Hernández, realizada en el salón Simón Bolívar del Palacio de Miraflores, en Caracas, en transmisión conjunta de radio y televisión, la titular de Educación dijo: “estoy entregando el machote de la revista para que salga impresa en septiembre y va a empezar a salir regularmente”.Momentos antes de la intervención de la alta funcionaria, el presidente de la República Hugo Chávez, comentó la importancia del hecho cultural dentro del proceso revolucionario. En ese sentido, solicitó que “nazca de nuevo la revista Tricolor”.Resaltó personajes de la revista como Tío Tigre y Tío Conejo, El Sute José la Cruz, entre otros que reflejan aventuras que tienen como escenario al país. “Creo que se deberían recuperar esos personajes y a lo mejor crear otros y hoy con el avance de la tecnología de repente llevarlos a la pantalla más adelante”, comentó.Finalmente el Jefe de Estado explicó que el niño y la niña que leen van desarrollando la capacidad de interpretar y de producir ideas, de asociar y otras cosas más que le otorgan el ejercicio de la lectura.Texto/Sandra IzarraFoto/MPPE
La insólita historia de las películas de Marvel antes de su Universo Cinematográfico
El estreno de Iron Man en 2008 dio el pistoletazo de salida al UCM de Marvel que le ha dado tantos éxitos. Sin embargo, la ligazón de Marvel con el cine se remonta cinco décadas con varias películas bochornosas. Esta es la historia de las películas de la editorial antes de ser lo que son hoy y de las idas y venidas de los derechos de sus personajes.
Por Víctor Millán – Jul 22, 2018
Hoy el cine de superhéroes es una máquina de hacer dinero. El éxito de Avengers: Infinity War y sus 2.000 millones de dólares de taquilla se ha visto como la consecución de la veintena de películas de Marvel que la editorial ha ido lanzando junto con Disney en la última década. No se trata de que Infinity haya sido una película sublime, se trataba de que comenzaba a cerrar una historia con la que han crecido niños y los padres de estos que han visto a sus héroes de los cómics llevados a la gran pantalla.
El camino a Avengers: Infinity War, el auge del cine de superhéroes
El imperio Marvel/Disney se ha convertido en una máquina de hacer dinero sin límites, especialmente con Avengers: Inifiniy War.
VÍCTOR MILLÁN • 23 MAY.
Sin embargo, antes de que Marvel de la mano de Kevin Feige comenzara a diseñar todas las conexiones entre películas de su Universo Cinematográfico, y de que Disney viera en ello la próxima gran franquicia de la actualidad, la editorial tuvo una dilatada y en gran parte dilapidada carrera en el cine con más de cincuenta años de historia, treinta de receso, y varios fracasos absolutos. Esta es la historia de las películas de Marvel antes de ser lo que son hoy y de las idas y venidas de los derechos de sus personajes.
Primeras apariciones en cine y televisión de Marvel
Imagen del serial de Capitán América (1944). Republic Pictures
La primera película de Marvel en el cine no fue en sí una película, sino un serial de 15 escenas que se proyectaba detrás de largometrajes. Su inspirador, como no, era el héroe más popular de la época. La primera película del Capitán América (1944) fue realizada por la productora Republic Pictures, su formato secuenciado en varias entregas la hizo relevante y exitosa, pero Marvel --entonces llamada Timely Comics-- no acabó del todo contenta con el trato que se dio a su personaje, que usaba armas de fuego en un tiempo en el que en los cómics, muy enfocados al público juvenil, todavía no lo hacía. Pese a esto, este Capitán América ingenuo fue homenajeado en El Primer Vengador(2011), en las escenas en las que Steve Rogers se convierte en una especie de héroe nacional.
Star Spangled Man HD
Star Spangled Man, Captain America Movie
ANDYDREW105 • 14 DE NOVIEMBRE DE 2011
Huida del cine durante años después de este primer intento, Marvel prefirió centrarse en la televisión gracias a un acuerdo con CBS para presentar en versión real a sus personajes. De este acuerdo salió una primera película de Spiderman (1977) protagonizada por Nicholas Hammond como Peter Parker, Doctor Strange (1978) y dos cintas más para TV a cargo del Capitán América (1979).
El intento no fue del todo mal para ambas compañías, pero se cuenta que Stan Lee acabó especialmente enojado con el tono excesivamente infantil que se daba a Spiderman, así que Marvel rehusó los derechos del personaje y se los cedió (oh, sorpresa) a Toei. La productora japonesa que llevó a la animación a Dragon Ball usó a Spidey para crear un personaje más japonés: Supaidaman, que a la postre sembraría el germen del género Super Sentai, esos escuadrones compuestos por jóvenes con trajes apretados conocidos mundialmente bajo la franquicia Power Rangers. Las vueltas que da la vida y los derechos de Marvel, y solo acabamos de empezar.
Con estas idas y venidas, es normal que Marvel se alejara un tanto de las producciones en acción real (sus dibujos animados, eran otra historia) tanto en cine como en televisión. Sin embargo apareció un hombre que se interesó por un personaje especial. Ese hombre no era otro que George Lucas, quien tras American Graffiti (1973) se entrevistó con Marvel con interés por hacer una película de su personaje Howard The Duck. Howard The Duck es quizá el personaje de Marvel menos Marvel de todos. Teñido de un humor ácido y sarcástico, la historieta creada por Steve Gerber nos cuenta la historia de un extraterrestre con forma de pato que acaba desterrado en la Tierra. Sus aventuras son un simple método para explorar la crítica social. A Lucas al parecer le encantaba, aunque dejó apartado el proyecto para centrarse en una pequeña saga sin repercusiones llamada Star Wars. Una vez estrenadas las tres primeras entregas de La Guerra de las Galaxias, Lucas retomó la idea de Howard The Duck, llevándolo a una cinta de acción real con efectos especiales muy avanzados para le época, pero que acabó siendo un fracaso.La película acabó con un beneficio cero tras recaudar 38 millones de dólares y unas críticas pésimas, siendo nominada a siete premios Razzie (los que señalan a las peores películas) y sellando la primera película de Marvel para el cine como un rotundo fracaso. Eso sí, de este resbalón con creces se rió Marvel años después, cuando incluyó al personaje en una de las escenas post-créditos de Guardianas de la Galaxia.Vuelta a la TV y batacazo en el cine mientras DC resurgeMarvel volvió a espantarse del cine tras el experimento con su pato extraterrestre para regresar al resguardo de la televisión. Allí había funcionado bastante bien en los mediados de los ochenta la serie de acción real sobre Hulk, interpretado por el culturista Lou Ferrigno. Visto como un buen activo, alargó los derechos del personaje a New World Televisión para lanzar tres películas para la pequeña pantalla. Estas serían The Incredible Hulk Returns (1988) The Trial of the Incredible Hulk (1989) y The Death of the Incredible Hulk (1990), la última con un título de era pre-spoilers.
Aunque estas películas para televisión seguían siendo muy naíf, dispusieron algunos elementos que son parte del Marvel moderno. En cada una de ellas se introdujo un personaje añadido (Thor en la primera y Daredevil en la segunda) a modo de crossover, mientras que Stan Lee apareció en cameos como hace en las producciones actuales.
Pese a esto, Marvel volvió a intentarlo en el cine. Vendió los derechos de The Punisher a New World Pictures (absorbida después por FOX), aunque problemas de producción acabaron revertiendo estas licencias a Lionsgate y Artisan. Marvel, de todas formas, no quiso entregar a su antihéroe con el pack completo: prohibió por ejemplo que usara su habitual camiseta con la calavera, así que el personaje, interpretado por Dolph Lundgren, acabó quedando descafeinado. La cinta fue otro fracaso más que acabó estrenándose directamente en vídeo en 1989.
A la par, La Casa de las Ideas también había entregado los derechos de Capitán Américaa Cannon, una empresa centrada en películas de bajo presupuesto que estuvo varios años dando forma a la idea de una película del héroe norteamericano. Aunque se quiso lanzar para 1990 con motivo del 50 aniversario del estreno del personaje, su producción se postergó hasta 1992. La cinta, con malas críticas, también saldría directamente al mercado en vídeo.
Marvel acababa de cruzar dos nuevos baches importantes en el cine justo en el momento en el que su competidor directo, DC Comics, acababa de estrenar el Batman de Tim Burton, ganadora del Oscar a mejor dirección de Arte. Alguien tenía que llamar a los Vengadores para que arreglara todo aquello, y rápido, pero aún tardarían un tiempo en hacerlo.
Los duros años noventa hasta Blade
Con su rival en alza en el cine, Marvel encaró los noventa con una regularidad muy marcada: todas sus películas estaban siendo un desastre. Y la primera cinta sobre Los 4 Fantásticos (1994) no iba a ser distinta.
La editorial había vendido los derechos de la familia de investigadores a un productor alemán de nombre Bernd Eichinger, dueño de una pequeña productora que parecía incapaz de sacar adelante el proyecto. Al final, cuando los derechos estaban a punto de expirar, Eichinger consiguió un presupuesto escasísimo para filmarla, aunque nunca llegaría a estrenarse a pesar de completarse el montaje y publicarse un trailer. Hay versiones enfrentadas sobre por qué nunca se llegaría a estrenar estando ya preparada, pero la más aceptada cuenta que Marvel ofreció devolver el importe del presupuesto al productor alemán para evitar que una película de serie B viera la luz con sus personajes. Aunque no se distribuyó ni en vídeo, en internet es fácil encontrar la película completa.
Con otro golpe en su coraza, Marvel volvió a retroceder a la televisión de la mano de FOX. En 1996 lanzó un telefilm sobre Generación X, el nuevo grupo de mutantes sin pena ni gloria, y dos años después, en 1998, una nueva película que si bien no es una obra maestra puede quedar marcada como toda una oda noventera; principalmente porque en Nick Fury: Agent of S.H.I.E.L.D., el papel de Fury lo interpretaba David Hasselhoff.
En ese momento, fue cuando apareció la primera luz al final del túnel, curiosamente gracias a un vampiro. El estreno de Blade (1998) con guion de David S. Goyer y dirección de Stephen Norrington fue el primer éxito de Marvel, en este caso con New Line Cinema (ahora propiedad de Warner) a quien cedió los derechos. Su ambiente violento y oscuro recaudó 131 millones por 45 de presupuesto. Apostar por Blade, un superhéroe de segunda fila en los cómics, y aunque no tenía demasiado que ver con el formato adaptado posteriormente en el Universo Cinematográfico, fue un acierto del que surgieron dos secuelas, la primera dirigida por Guillermo del Toro.
Y llegó el boom anterior al UCM (con sus éxitos y sus fracasos)
Blade coincidió con la llegada al cine de toda la retahíla de derechos que Marvel había vendido para aliviar su complicada situación económica durante los años 90. FOX estrenó primero los X-Men (2000) liderados por la después alargada figura del Wolverine de Hugh Jackman, al tiempo que Sony lanzaba la esperada película de Spiderman (2002) de Sam Raimi. Cuesta trabajo pensar cómo el héroe más exitoso de Marvel no había tenido una película anterior de altura, pero el Spiderman de Raimi fue un éxito de crítica y por supuesto de taquilla.
Pero poco tardaría el cine de superhéroes en volver a las andadas. De la mano también de FOX, el Daredevil de Ben Affleck (2003) consiguió triplicar su presupuesto en taquilla, pero dejó un reguero de malas opiniones que lastraría al personaje hasta que Marvel recuperara los derechos para su serie en Netflix. Pese a esto, la buena recaudación impulsó una especie de spin-off en la película de Elektra (2005) con Jennifer Garner en el papel principal y esta vez sí, completamente ruinosa.
De la misma época son otras películas que aunque recaudaron por la expectación ahora aparecen en muchos rankings como las peores películas inspiradas por Marvel: Las dos entregas de Los 4 Fantásticos a cargo de FOX (2005-2007) y el Ghost Rider de Nicolas Cage con Sony y su secuela (2007-2011). Al tiempo, la franquicia X-Men iba sumando nuevas películas ya con Lobezno como héroe principal.
Unos años antes Marvel intentó relanzar al personaje que más éxito le había dado en acción real: Hulk (2003) de Ang Lee con Eric Bana como Bruce Banner surgió después de la cesión momentánea de los derechos a Universal Pictures. Aunque ahora se recuerda como un fracaso, la producción contó con ayuda de la editorial, y el montaje de Lee, con muchos guiños al lenguaje del cómic, fue alabado por algunos sectores de la crítica. Pese a esto, Marvel no se sintió cómodo con la recepción a pesar de generar ingresos, y retiró los derechos del gigante verde tras el estreno a Universal.
La montaña rusa de éxitos y fracasos de los primeros años del siglo XXI tuvo incluso un cadáver. Artisan, productora independiente, intentó relanzar el personaje de The Punisheren 2004 con una película con Thomas Jane en el papel de antihéroe y cuyos malos réditos acabó llevando al cierre a la empresa. Lionsgate, encargada de la distribución, recogió entonces los derechos y los siguió explotando con cabezonería en The Punisher: War Zone(2008). Esta película, aunque ya se había estrenado Iron Man, no formó parte del UCM, y menos mal porque es recordada como otro de los grandes fiascos.
Y apareció Iron Man
Marvel Studios
Marvel se había plantado en los 2000 sin que la venta de sus personajes les estuviera repercutiendo grandes beneficios, y con una situación económica aún complicada. Fue en ese momento, cuando el actual CEO de Marvel Studios, Kevin Feige, decidió jugársela todo a una carta. El plan era estrenar tres película que ligaran a los personajes en un mismo universo, bajo factura exclusiva del estudio, sin productoras externas, y finalizar la entrega con una cuarta película donde se reunieran todos. Para ello, Marvel solicitó un crédito bancario para producir las dos primeras cintas. Era apostar por remontar o entrar directamente en la bancarrota.
Con sus personajes desperdigados en distintas cesiones, Marvel volvió a recurrir a Hulk(2008), esta vez con Edward Norton en el papel principal. La película, aunque hoy se recuerda como un cabo suelto por el rechazo del actor a continuar interpretando a Banner, marcaría el inicio del Universo Cinematográfico de Marvel con una escena post-créditos en la que aparecía Robert Downey Jr:
The Incredible Hulk logró recaudar 250 millones con 150 de presupuesto. No era un mal comienzo, ¿pero a quién recurrirían entonces? Feige entonces decidió que sería mejor dar entrada a un héroe de segunda fila. Iron Man no había vivido sus mejores horas en los cómics en los últimos 15 años, pero era de los pocos Vengadores históricos sobre los que la editorial mantenía los derechos.
El Tony Stark de Robert Downey Jr, con su carácter descreído y fanfarrón, consiguió en taquilla más de 580 millones y sigue siendo recordada como una de las mejores películas de Marvel. Aquella suma, llamó la atención de Disney, que se haría con Marvelese mismo año por 4.000 millones de dólares. La editorial, ahora centrada como estudio de cine, había solucionado sus problemas económicos y encaraba una época de éxitos. El resto, de Iron Man hasta Thanos, es historia, pero sobre todo, todavía mucho futuro
40 años de Star Wars, en cifras
Hace mucho tiempo, en una nación muy muy lejana, se estrenó una película que acabaría marcando la historia del cine y de la cultura popular. Fue en 1977 y en Estados Unidos. Hoy, 25 de mayo de 2017, se cumplen 40 años desde su lanzamiento mundial.
Por Javier Lacort 25/05/17 - 12:17
Cuando Star Wars era un embrión en forma de escritos y esquemas, nadie daba un centavo por ella. George Lucas se tomó un par de años íntegros para escribir el guion del episodio IV, inspirado por El Planeta de los Simios y el cómic Flash Gordon. Varios estudios rechazaron su propuesta, nadie veía el atractivo en una historia de guerras galácticas que se iba complicando cada vez más. El propio Lucas, tras varias revisiones y reformulaciones de guion y de la propia historia, acabó arriesgando con tal de ver su historia llevada al cine. Únicamente Twentieth Century Fox accedió a su producción, pero a cambio de que Lucas renunciase al salario que le hubiese correspondido como director. Él, en contraprestación, se llevaría el 40% de los beneficios de taquilla y todos los derechos de merchandising. Así de seguro estaba Lucas de que su historia se transformaría en un éxito. Y así de insegura estaba la industria de que aquello fuese posible.
De hecho, Star Wars: A New Hope, tras un primer fin de semana flojísimo en taquilla, poco a poco fue beneficiándose del boca a boca entre quienes la vieron y acabó siendo uno de los mayores taquillazos de la historia. 40 años después, aquel film ha desembocado en un fenómeno de masas que no conoce la muerte ni el agotamiento. Analizamos su historia en cifras, inspirados por el artículo sobre la historia de Pixar a través del éxito de sus películas.
Episodio IV, un éxito irreplicable
Los comienzos de A New Hope en cartelera tras su estreno en 1977 no fueron halagüeños, fue necesario el paso de varias semanas hasta que se comenzó a perder la losa del fracaso. Lo curioso es que el episodio IV ha sido, de todas las películas de Star Wars (contando los siete episodios y Rogue One), la que peor fin de semana del estreno ha tenido, pero la que mayor recaudación ha logrado, de lejos. Y por supuesto, ajustando los datos a la inflación.
También resulta curioso que cada película ha mejorado la recaudación del fin de semana del estreno respecto a la anterior, con una excepción en las ocho entregas: episodio VII, cuyo debut fue arrollador y rompe la tendencia ligeramente. Sin él, Rogue One también hubiese continuado con dicha tendencia, confirmando a su vez que los ciclos son cada vez más cortos, ya que por la tendencia generalizada de la taquilla es a la baja.
A medida que se fue completando la trilogía original (1977-1983), la recaudación se fue desinflando. Algo similar a lo que ocurrió con la segunda trilogía (1999-2005), que debutó con fuerza, sensiblemente menor a la de la original, pero con fuerza al fin y al cabo, y ya no pudo mantener el listón. Únicamente el episodio VII (2015) fue capaz de despegar acercándose algo más al taquillazo de la primera. Y de hecho, es la única película de toda la saga que se ha convertido en rentable en tan solo su primer fin de semana en los cines, superando en cinco millones la recaudación necesaria para alcanzar los doscientos que había presupuestados.
Los presupuestos han seguido el camino inverso a la recaudación: no han dejado de subir y subir, también ajustando las cifras a la inflación. Explicado principalmente por los ingentes recursos que requiere continuar innovando y perfeccionando los efectos especiales, el esfuerzo se ha multiplicado por cuatro desde la primera trilogía hasta el comienzo de la tercera, a falta de conocer cómo evolucionará para los episodios VIII y IX.
Resultado: las películas de Star Wars son cada vez menos rentables en términos relativos, aunque no tanto en absolutos. Explicación: originalmente, las inversiones en la producción de cada película eran menores, y el retorno mucho mayor, gracias sobre todo al poso que dejó episodio IV. Las entregas posteriores dejaron una notable tendencia a la baja, donde lo más relevante es el ligero repunte que supuso episodio VII. También hay que contar con el factor cronológico, y el contexto de cada época. Hoy en día hay una competencia mucho mayor y más dura que hace cuarenta años.
¿Y qué dice la crítica de cada película? Una vez más, lo irreplicable del éxito de episodio IV va más allá de la taquilla, también alcanza a la crítica. Las buenas puntuaciones de los episodios IV y V se hundieron en la úima entrega de la primera trilogía y las dos primeras de la segunda. De todas formas, igual que la competencia en la industria ha ido cambiando con el paso de los lustros, la crítica también es más exigente.
En un mundo completamente justo y racional, las películas solo podrían situarse en la línea imaginaria que cruza en diagonal desde la esquina inferior izquierda hasta la superior derecha. Fácil: a mejor crítica, mayor recaudación. Al menos, tomando como referencias la "peor" y la "mejor" película de la saga. Pero el mundo no funciona exactamente así.
El episodio I, posiblemente fruto del hype por el retorno de la saga a los cines más de tres lustros después, es quien sufre una desviación más evidente: aunque de las ocho películas es la peor valorada (y con razón), es la cuarta en recaudación. Rogue One y el episodio III son también quienes se quedan más atrás en taquilla respecto a la crítica profesional agregada. Y una vez más, esta gráfica muestra lo anormal de episodio IV y su éxito arrollador, y el repunte generalizado que supuso episodio VII.
Los actores
Algunos actores han hecho de la franquicia Star Wars el pilar de su carrera hasta el punto de que si agregamos la recaudación de todas las películas en las que han trabajado durante la misma, las de la saga Star Wars supone valores cercanos al 100%. Mayoritariamente ocurre con actores cuyo rostro no es reconocible para el gran público por haber participado en la franquicia interpretando a personajes que no eran humanos, sino introduciéndose en el interior de sus disfraces: Peter Mayhew, Ahmed Best, Kenny Baker y David Prowse son los cuatro primeros en este ranking. Interpretaron a Chewbacca, Jar Jar Binks, R2D2 y Darth Vader, respectivamente. Algunos quedan fuera de la primera, como Warwick Davis, que debutó en Star Wars para interpretar a Wicket cuando todavía era un preadolescente y ha sabido rentabilizar su escaso metro de estatura con apariciones en un buen número de filmes. Por ejemplo, fue también quien dio vida al profesor Flitwick en Harry Potter (donde también interpretó al banquero de Gringotts o a Griphook), y también ha formado parte del reparto de Ray, Las Crónicas de Narnia, Willow o la saga Leprechaun. Una filmografía que le permite salir de esa gráfica anterior: la saga Star Wars apenas le supone un tercio de su carrera con este baremo.
Davis es de hecho el segundo en otro ranking, el de actores de Star Wars que más dinero acumulado tienen recaudado en su filmografía, contando únicamente a quienes han participado en dos o más películas de la saga. El primero es Samuel L. Jackson, por encima incluso de Harrison Ford y el propio Davis. Mace Windu ha tenido una larguísima y próspera carrera en el cine, así como en la televisión.
Y de hecho, Star Wars no es especialmente significativa en esa carrera, ya que ha sido realmente dilatada y próspera. Estos son los actores que han logrado una mayor recaudación en las películas en las que han participado, si no contamos a las de la franquicia de George Lucas. Samuel L. Jackson repite liderato.
Trivia
Uno de los personajes más reconocibles de Star Wars es Yoda, y uno de los rasgos de identidad más característicos del gran maestro de la Orden Jedi es su forma de hablar: con su sintaxis irregular, suele desordenar las perífrasis o introducir el sujeto en medio del predicado. Lo cierto es que al principio de los tiempos, en su primera aparición en el episodio V, Yoda solía hablar de una forma bastante estándar. Aquella peculiaridad, que era eventual, gustó y se convirtió en parte del ADN de Yoda hasta el punto de que los períodos de habla normal se redujeron a anécdota en el episodio III.
Otra aspecto llamativo que no se hace evidente hasta que no se tienen delante los datos es la malísima puntería de los stormtroopers. Aunque teóricamente son soldados con una altísima habilidad en el manejo de sus fusiles bláster y una gran puntería al dispararlos, las escenas de huidas, detenciones, batallas o tiroteos se han saldado con cifras que dejan en muy mal lugar a esa habilidad. Apenas un 4% de porcentaje de aciertos en el objetivo.
Esta paupérrima cifra no es exclusiva de los stormtroopers: todos los villanos de la saga Star Wars tienen porcentajes de acierto muy bajos. La rebelión de hecho es bastante más precisa a la hora de disparar. Y aunque hay teorías sobre lo que ocurrió fuera de pantalla con Boba Fett, su precisión a tenor de lo visto durante las películas es del 0%, como la de Greedo.
En fin un mundo de infancia que se prolonga en mi ahora, ya en la tercera edad, como una forma de compartir con mis lectores el mundo de la astrología nutrido también del maravilloso imaginario de la mitología y la historia, recordando memorias del colectivo venezolano que muchos olvidaron o no sabían que existían, tras una dura guerra en la que han intentado sustituirlas por otras de dudosa intención y origen o borrarlas para hacer con nosotros lo que impongan intereses foráneos...Tal y como vivi en aula como profesora de Castellano y Literatura en los años 80/90 con verdadero HORROR, de lo cual da su testimonio Humberto González G. no el boxeador mexicano sino un escritor venezolano. Por eso tuve que recurrir al Universo de los comics y películas de ciencia ficción para despertar en mis alumnos su mundo imaginativo y creador, en medio de tanto materialismo e inmediatez.
Es la historia de un lector
Humberto González G.
“Hasta la adolescencia, la memoria tiene más interés en el futuro que en el pasado”.
Gabriel García Márquez
Es inútil, tratamos de recordar nuestras lecturas literarias en la escuela primaria y no nos llega nada. Nos acordamos del libro de Historia de América con sus dibujos de indios y un cerro con nieve y algunas construcciones como de piedra, ¿Machu-Picchu? El de Geografía de Venezuela, la Aritmética de Baldor, pero de literatura no nos llega recuerdo alguno; no digo que no hubo lecturas de este tipo, seguramente sí, pero ninguna nos marcó como el libro de Historia de América, el de Geografía de Venezuela o el de Baldor. Parece que en la escuela nos hicimos estudiantes, y obviamente los estudiantes leen, pero fue en el hogar donde nos hicimos lectores en el sentido literario de la palabra.
Los suplementos dominicales de El Nacional y de Últimas Noticiasse constituyen en nuestras primeras lecturas. En particular el suplemento de “Las Noticias”, que tenía la particularidad de venir acompañado por un paseo con el abuelo a las torres de El Silencio y un dulce con media ciruela pasa en la cafetería de los chinos mientras compartíamos nuestras lecturas. Por otra parte, nuestra casa fue un hogar con libros: nuestro padre y nuestras hermanas mayores, estudiantes universitarias, eran lectores, y disfrutaban lo que leían, nos servían de modelo pero no nos obligaban ni nos prohibían ninguna lectura.
Nuestras primeras experiencias de tipo círculos de lectura las tuvimos con la revista Tricolor. Estudiábamos 1º y 2º grado. En mi casa éramos cuatro niños en esos niveles: nosotros, nuestra hermana y dos primos. Nuestro padre, que dirigía la Imprenta del Ministerio de Educación, de cuyos talleres salía Tricolor, nos las llevaba a la casa. Cuando llegaba la revista era toda una noche de fiesta, leíamos y discutíamos entre nosotros acerca de los “Cuentos de Tío Tigre y Tío Conejo”, “Las aventuras del sute José de la Cruz” y otros contenidos fijos y variables que formaban el cuerpo de la Tricolor y que no lográbamos leer en un solo día. Recordamos cómo, con especial deleite, construíamos esas especies de laminarios didácticos de papel, de capas superpuestas donde se presentaba, por ejemplo, la estructura de la mano: piel, músculos, huesos, etc. Era una fiesta de la lectura, el intercambio y la construcción. Éramos niños, éramos felices, éramos libres: lo leíamos porque nos gustaba, lo hacíamos porque lo disfrutábamos, a nada estábamos obligados. Una tía nos acompañaba pero no como autoridad en ningún sentido, sino como auxiliar o como asistente con experiencia: nos quería, nos ayudaba y respetaba nuestra libertad.
Cuando estudiábamos tercer grado, 1958, tuvimos la oportunidad de conocer a Aquiles Nazoa, que acababa de llegar de su exilio boliviano. Íbamos con nuestro padre por el pasaje Zingg de la avenida Universidad cuando ocurrió el encuentro. El entusiasmo del saludo y la manera tan fogosa de hablar de Aquiles nos impresionó fuertemente. Cuando se despidieron y le preguntamos a nuestro padre que si ese señor estaba loco, nos respondió que “ese señor”, amigo suyo, era un escritor, y que al llegar a la casa me iba a mostrar un libro de él. El burro flautista. Lo leí completo y lo entendí fragmentariamente. De allí en adelante, así como “el cieguito Juan Azuaje, que es un cieguito creyente” terminó “rugiendo por los mogotes”, nosotros terminamos recitando poemas de Aquiles Nazoa en las piñatas. De allí nuestra eterna “aquilesmanía”.
En 1961, cuando estábamos en 6º grado, teníamos una serie de obligaciones estudiantiles: asistir a clases, hacer las tareas, respetar todo lo que se debía respetar y algunas otras cosas también, hacer educación física, escribir composiciones acerca de varios asuntos incluyendo la vaca, hacerle ilustraciones o sea dibujos, a esas composiciones y a los cuadros sinópticos también, y estudiar, estudiar mucho: las ciudades, ríos, pueblos y límites del estado Monagas, la clasificación de los animales invertebrados, los músculos de la espalda, los adjetivos posesivos y el pretérito pluscuamperfecto del verbo inmiscuir. Pero no nos acordamos de ninguna lectura obligatoria, a menos que fuera una actividad rutinaria de aula. Nos acordamos que ahorrábamos el dinero que nos daban y, cuando la cantidad ya era suficiente, visitábamos “La Casa del Truco” y la librería “Las Novedades” de las torres de El Silencio. Bombas fétidas y libros, en eso invertíamos nuestro dinero, pero escogíamos sin ninguna presión los libros que leíamos. Éramos una especie de toro cimarrón de la lectura.
Nuestra historia en bachillerato fue muy parecida. Me acuerdo que leímos algunos cuentos, por ejemplo “Las dos Chelitas”, pero nada que para nosotros fuera más allá de una simple actividad escolar. El cambio radical vendría a los 15 años, cuando estudiábamos tercer año: descubrimos “la biblioteca de mi tío Paco”. Nuestro tío Francisco González Arena, hombre de educación y de literatura, era a nuestros ojos una enormidad de libros, toda una pared forrada de libros a todo lo ancho y a todo lo largo. Había absolutamente de todo, hasta uno de los libros más raros que hemos visto: Index Librorum Prohibitorum, toda una inmensa nómina de libros prohibidos por la Iglesia Católica en su época inquisidora. En esa biblioteca no sólo tuvimos la oportunidad de seleccionar nuestras lecturas en un universo extenso y polifónico, sino que contamos con la sabia asesoría y la inmensa experiencia lectora de Paco, quien nos insinuó muchas lecturas y puso muchos libros en nuestras sedientas manos, pero nunca nos dijo “tienes que leer esto”. Nuestro bachillerato continuó con la mención de humanidades que incluyó, en nuestro caso, unas tediosas clases de informaciones teóricas de literatura en la cual no leíamos, pero nos desquitábamos con la biblioteca de Paco. Le agradecemos a la vida la libertad que nos dio y los ayudantes que nos puso en el camino.
La primera vez que tuvimos la obligación de leer algún libro fue en el Pedagógico de Caracas en las cátedras de Análisis Literario, con el profesor Oscar Sambrano Urdaneta: Rojo y negro y Madame Bovary; y de Literatura Española, con la profesora Aura Barradas: El Cantar del Mío Cid, El Lazarillo de Tormes, Don Quijote y un largo etcétera, pero ya estábamos formados como lectores, con suficiente músculo y resistencia, lo cual nos permitió asumir esas y muchas otras lecturas que vendrían luego, nos gustasen o no.
En este texto nos hemos atrevido a hablar de nuestra infancia y adolescencia, sin pretensiones autobiográficas, sino como un intento de la memoria por reconstruir una realidad que quizá fue muy distinta, pero que así la recordamos. De todo lo aquí expuesto podemos concluir que somos lectores porque Dios nos dio ciertas aptitudes, porque nuestro camino siempre ha estado alfombrado de libros, revistas, suplementos y demás elementos parecidos y porque nos acompañaron lectores comprensivos, respetuosos y entusiastas que nos modelaron, que nos moldearon y que nos entusiasmaron.