El éxito de taquilla "Avengers: Infinity War" en la Venezuela del 2018...THANOS NOS PUSO E
Vivimos un genocidio inédito que no deja títere con cabeza...Se despertaron y desbordaron nuestros miedos ancestrales. No hay quien nos proteja. Los páramos y las regiones más insólitas se están quedando solos. En los cines donde fue proyectada desde finales del Abril delñ 2018 marcó records de asistencia de venezolanos de todas las edades, colores, sabores, niveles económicos, de religión o creencias, sociales y culturales. Es la cuarta película de la serie The Avengers, Los Vengadores en Hispanoamérica y Marvel Los Vengadores en España) serie películas estadounidenses de superhéroes iniciada en 2012 escrita y dirigida por Joss Whedon. Fue producida por Marvel Studios y distribuida por Walt Disney Pictures, y basada en el cómic homónimo de Marvel Comics. Es parte del Universo cinematográfico de Marvel, que enlaza varias películas de superhéroes de Marvel como Iron Man (2008), El increíble Hulk (2008), Iron Man 2 (2010), Thor (2011) y Capitán América: el primer vengador (2011). La película cuenta con un reparto coral, que incluye a Robert Downey Jr., Chris Hemsworth, Tom Hiddleston, Mark Ruffalo, Chris Evans, Scarlett Johansson, Jeremy Renner, Clark Gregg, Cobie Smulders, y Samuel L. Jackson, Es a IV entrega bajo el título "Infinity War" que se convirtió hasta en China en un éxito crítico y comercial con mayor asistencia de público y recaudación de todos los tiempos.
Es la continuación de la película anterior en la en una escena a mitad de créditos, el líder Chitauri le reclama a su sombrío amo «"Los humanos no son aquella raza infeliz y débil que nos prometieron"» y concluye que atacarlos "sería cortejar a la Muerte". Su amo voltea y revela que es Thanos.
En una escena post-créditos, el equipo se encuentra comiendo en el restaurante Shawarma en silencio...pues en Infinity War Thanos será la estrella indiscutible cuya aproximación inicié en dos entradas anteriores.
Nos queda mejor el poster promocional oscuro...
¿Por qué los venezolanos gastamos cantidades que nuestros austeros sueldos no nos permitirían y fuimos con toda la familia a ver "Infinity War? En la sala que yo la vi en el C.C.Sambil de Valencia habían seres de todas las edades y niveles socio-económicos, y cosa extraña no habían celulares prendidos y reinaba un absoluto silencio, roto por los sollozos entecortados y unánimes en la escena que moría el adolescente Spider Man en brazos de Iron Man.
LOS VENEZOLANOS NOS SENTIMOS DESPROTEGIDOS Y TEMEMOS A LA MUERTE NO SOLO POR ASESINATO SINO POR ENFERMEDADES ANTIGUAS Y NUEVAS PORQUE NO HAY MEDICINAS NI MÉDICOS NI HOSPITALES NI ENFERMERAS/OS, O POR MENGUA O HAMBRE PORQUE NO HAY COMIDA Y SI LA HAY CUESTA EN $$$ Y SE ESTÁ CUMPLIENDO CONTRA UNA POBLACIÓN CIVIL, INOCENTE, UNA VENGANZA FRAGUADA A NUESTRAS ESPALDAS, POR NUESTRA PROPIA GENTE EXITOSA Y QUE NADA PODIA PEDIRLE AL PAIS QUE NO LE HUBIERA DADO. DIOS ¿DÖNDE ESTÄS???
DEBO BUSCAR DENTRO DE MI PERO ¿CÓMO? FUMOS A HACER CATARSIS EN LA SALA DE CINE ENTENDIENDO QUE THANOS DESAPARECIÓ A NUESTROS AMIGOS CON EL CHASQUIDO DE SUS DEDOS...
DEL MINOTAURO A QUIRÓN
José Rafael Herrera | 09/06/2018 | Web del Frente Patriótico
“¿Cómo será mi redentor?, me pregunto. ¿Será un toro o un hombre? ¿Será tal vez un toro con cara de hombre? ¿O será como yo?”.
Jorge Luis Borges, La casa de Asterión.
Se requiere con urgencia de un gran líder, de un conductor, de un nuevo padre que nos guíe”, clama la multitud desenfrenada, humillada y anhelante de justicia, juntando sus palmas y apuntando la mirada hacia la bóveda celeste, en medio de la mayor ausencia –la bancarrota, quizá– de las virtudes públicas que en algún momento poseyó (no pocas veces, los segundos en la historia pueden llegar a ser ciclos enteros de la eternidad). En medio de la desesperanza más aterradora, medrosa, y después de haber padecido en carne propia, entre charreteras y espuelas –no siempre uniformadas– un sinfín de “tiranuelos de turno”, de caudillos y villanos, una y otra y otra vez, ¿será posible seguir insistiendo en la exigencia de “uno más”, de otro, del “esta vez sí”? La falla tectónica sobre la cual –desde sus propios comienzos– se construyó la nación, entre las ideas y la fuerza, entre la civilización y la barbarie, sigue ampliando sus márgenes, desde cuyas profundidades abismales brotan gases tóxicos o alucinógenos –da lo mismo– que crean el espectáculo, la ficción, de la llegada de los salvadores de pies alados, sedientos de venganza, en medio de un ricorso al que, gustoso, pareciera haberse habituado el entero ser social, en la misma medida en la cual se va hundiendo en las fauces de sus propias miserias. A fin de cuentas, los hombres, como observa Maquiavelo, no son ni buenos ni malos: son tristes. Pero no hay levante sin poniente.
Marduk –becerro del Sol–, el ancestral dios-toro babilónico, asentado sobre las puertas de Ishtar con la finalidad de no admitir nada que no fuese “controlado” por él, por su despótica inclinación “natural” a la dominación absoluta y, correlativamente, por la sumisa aceptación de la esclavitud por parte de la muchedumbre, representa la preservación del dominio del Estado –interpretado, al modo oriental, solo como sociedad política–: un Estado opresor, puro y bruto, sustentado sobre el miedo del resto de la sociedad. Marduk fue llevado desde Babilonia a Creta, para ser adorado en los juegos sagrados. Ocultado por el rey Minos de los dioses que exigían su sacrificio, pronto Poseidón cobraría venganza, inspirando en
Parsifae, esposa de Minos, un deseo insólito e incontenible por el toro. El resultado del monstruoso incesto fue Asterión, el Minotauro, una grotesca bestia con más fortuna que virtud, con cuerpo de hombre y cabeza de toro. En él, el instinto salvaje, violento, sanguinario, controla el resto del cuerpo.
QUIRON.
Fue la virtud de Teseo, su firme voluntad de cambio, lo que, con la ayuda de Ariadna y de Dédalo –del re-cuerdo y del ingenio– puso fin a los casi veinte años de terror del Minotauro, liberando su patria de la sangrienta tiranía impuesta por Minos y su corte de fámulos. Teseo había vencido los horrores que el despotismo orientalista le había impuesto a su tierra. El joven Teseo había sido debidamente educado por el centauro Quirón, en Tesalia. Hábil con las manos –como lo indica su nombre–, Quirón fue preceptor, músico, actor, cazador, médico, cirujano y teórico de las costumbres griegas. Mitad hombre y mitad bestia, su anatomía, de hecho, es la inversión especular del Minotauro. No tiene rostro de bestia con cuerpo humano, sino rostro humano con cuerpo de bestia. No es la fortuna, el acaso, por encima de la virtud, de la voluntad, sino la virtud por encima de la fortuna. No es la coerción por encima del consenso, sino el consenso por encima de la coerción. No es la sociedad política la que determina la sociedad civil, sino la sociedad civil la que determina la sociedad política. Quirón es, de hecho, la cabal representación del Estado occidental, republicano, propio de las naciones libres, frente al estado oriental, autocrático y militarista.
En El príncipe, Nicolás Maquiavelo sostiene que existen dos elementos a los que es menester atender: el primero es el de las leyes, el segundo es el de la fuerza. El primero –dice– “es propio del hombre”. El segundo, en cambio, es “propio de las bestias”. Y sin embargo, dado que muchas veces las leyes por sí mismas no son suficientes para defenderse de “los lobos”, “conviene recurrir a la segunda”. Toda república tiene la necesidad de saber usar, en sus justas proporciones y de acuerdo con los requerimientos del momento, esta doble condición. Todo lo cual –concluye el filósofo florentino– ha sido “veladamente enseñado a los príncipes por los antiguos escritores, los cuales describen cómo Aquiles y muchos otros de aquellos antiguos príncipes fueron dados al centauro Quirón para que los nutriese, y para que bajo su disciplina los educase. Lo que no quiere decir otra cosa que tener por preceptor a un medio bestia y medio hombre, cosa que necesita un príncipe para saber usar la una y la otra, porque la una sin la otra no es durable”. Una vez develada, la mitología clásica, muy a pesar de lo que se representa la muchedumbre, se manifiesta en todo su esplendor como fuente inagotable del saber expresada con la más bella plasticidad. Ella es, en efecto, el fundamento de toda la educación estética de la humanidad.
La libertad, al decir de Spinoza y de Hegel, es la “conciencia de la necesidad”, tanto como la virtud lo es de la fortuna y la subjetividad de la objetividad: “la fortuna demuestra su potencia donde no hay una virtud ordenada para resistirla, y vuelve sus ímpetus allí donde sabe que no se han hecho los diques y los resguardos para detenerla”, afirma, no sin énfasis, Maquiavelo. No se puede vencer lo que no se comprende. Quienes presumen de sus conocimientos de oídas o de su experiencia vaga o, incluso, de sus experticias técnicas –siempre abstractas, siempre mecánicas– para oponerse con ellas al Minotauro opresor, subestimándolo, no llegan a comprender que las ideas no son “mudas pinturas sobre el lienzo”, sino la sustancia misma con base en la cual la voluntad humana logra vencer las fuerzas de la bestia salvaje del poder totalitario. Recordar es reconstruir. Ingeniar es transformar el conocimiento en saber. La virtud se sustenta sobre el recuerdo y el ingenio. Su arrojo es el resultado de la astucia de la zorra más que de la ferocidad del león. Cuando las ideas, claras y distintas, se transforman en un arma de transformación no hay líder ni esperanza ni poder bestial que las detenga.
Quirón fue un excepcional centauro, criatura con cabeza y torso de hombre y cuerpo de caballo. Era distinto al resto de su especie y descendía de Ixión, ya que él era hijo de Cronos y Philera (Filera). Su aspecto de centauro se debía a que Cronos había hecho el amor con la ninfa Philyra (Filira) mientras mantenía forma de caballo, para no levantar las sospechas de su esposa Rhea (Rea).
Mientras que el resto de centauros eran bestias muy rudas, el inmortal Quirón se distinguía por su carácter civilizado lleno de sabiduría, inteligencia y fraternidad. Era un gran músico y fue famoso por su extenso conocimiento en el campo de la medicina. Los héroes de la Ilíada no dejaban de alabar las pócimas de hierbas con que trataba las heridas do guerra. Apolo, amigo personal de Quirón, le encomendó la educación de su hijo Asclepio, dios de la medicina, lo que el centauro consideró un gran honor pero no el único, pues también se encargó de la instrucción de Jasón, Acteón y Aquiles, entre otros, debido a su enorme paciencia. Gracias a Apolo, Quirón se convirtió en un extraordinario arquero.
Quirón vivió en una cueva del monte Pelión en Tesalea. Estuvo casado con Chanclo y tuvo una hija. Su nieto, Peleo, recibió el apoyo de Quirón, entre otros, cuando quiso cortejar a la bella diosa del mar, Tetis, en una relación de la cual nacería el gran héroe Aquiles.
Heracles, Hércules, le disparó accidentalmente una flecha envenenada con la sangre de la Hidra en el transcurso de una lucha con los centauros, que huían hacia la morada de Quirón. Éste contrajo una dolorosa herida incurable, que lo llevó a ceder su inmortalidad a Prometeo, para poder así morir y escapar del dolor. Fue ascendido al cielo como la constelación Sagitario, localizada en la elíptica del Zodiaco y que se puede ver desde el hemisferio norte, o según otras fuentes Centaurus.
Toda la generación del 28 se murió, no desapareció, no volverán sus dirigentes que nos gobernaron por más de un lustro...
En el mundo de los comics Quirón fue engendrado por Cronos, quien estaba en forma de caballo en aquel momento. Su madre, Fílira, lo abandonó al nacer debido a su disgusto por su apariencia. Quirón no es un centauro típico, ya que los centauros son conocidos por ser bebedores demasiado indulgentes y parranderos, dados a la violencia cuando están drogados y por ser generalmente delincuentes incivilizados, además de ser salvajes y lujuriosos. Por el contrario, Quirón era inteligente, civilizado y amable. Además los centauros nacen del sol y de las nubes (Ixión y Nefele) y no son inmortales, pero Quirón obtuvo su inmortalidad de los dioses.
Durante la era de la antigua Grecia, Quirón era el único centauro inmortal y era bien conocido por su excepcional sabiduría y también por ser el entrenador de los héroes, entre quienes se incluían Asclepio, Aquiles, Áyax, Teseo, Jasón, Aristeo, Acteón, Hércules y muchos otros. Supuestamente murió, tras darle su inmortalidad a su sobrino Hércules, y ser alcanzado por una flecha. Sin embargo este relato es falso, ya que Quirón vivió durante la época de Percy Jackson, gracias a que su hermano Zeus le dio la inmortalidad para que permaneciese con vida tanto tiempo como fuese necesario para enseñar a los héroes.
Percy Jackson y los Dioses del Olimpo es la primera de las sagas del Campamento Mestizo escritas por Rick Riordan. Tiene como protagonistas a Percy Jackson, Annabeth Chase, Grover Underwood, Tyson y Thalia Grace.
La saga cuenta las aventuras de Percy Jackson, hijo del dios del Mar Poseidon, que tendrá que evitar el resurgimiento de Cronos, rey de los Titanes. Cada libro está basado en varias aventuras de los héroes griegos. El primero está basado en las heroicidades de Perseo. El segundo en la historia del Odiseo, la Ilíada. El tercero en Hércules y el cuarto en Teseo. El último en Aquiles.
«El éxito externo y material me hacía sentir vacío, incluso solitario. Pero, cuando gracias a Deepak alcancé el éxito como un estado interno, sentí más amor, satisfacción y alegría que nunca».
Dia tras dia me doy cuenta que para vivir en paz se necesita tener un propósito profuno en la vida, ese que nace de mi Ser verdadero, por eso para evita la muerte te pregunto ¿cuál es el propósito de tu vida?, ¿lo tienes claro? Todos necesitamos un propósito para mantener la motivación y el ánimo. Ya sea crear una familia, servir a los demás, lograr un avance científico que mejore la vida de las personas...
Memoria del Creador, olvido de lo creado, atención al interior Y estarse amando al Amado. (San Juan de la Cruz
LA GENERACIÓN DEL 2018
Analítica | 23/07/2018 |
Pareciera que los años que terminan en 8 han sido, en Venezuela, propicios al cambio. Basta recordar la importancia que tuvo en nuestro país la llamada generación del 28, lo mismo se podría decir, aunque en otra escala con la del 58. Pero ahora es indudable el peso que lleva en sus hombros y la esperanza que siembra en todos nosotros, la aguerrida y combativa generación del 2018, que tiene una de sus más hermosas expresiones en el congreso de juventudes que mostró a los mayores cómo podían coincidir en los propósitos y en la lucha. Jóvenes provenientes de diferentes partidos políticos que saben cómo poner de lado las ideologías vetustas, para enfrentar unidos el reto de rescatar a Venezuela.
Este movimiento, que tuvo una hermosa aparición pública en el evento celebrado hace un par de meses en la UCV, con la presencia de más de 3000 dirigentes juveniles, se está consolidando como una fuerza irresistible que confía en que se puede y se debe luchar, permaneciendo en el país para lograr un mejor futuro para todos.
Estos jóvenes no solo son o han sido estudiantes que plantean una visión refrescante sobre hacia dónde debe orientarse nuestro país, sino que saben superar las ideologías políticas que muchas veces han sido obstáculos para el entendimiento necesario para enfrentar exitosamente al régimen es auspicioso.
Lo más interesante de este movimiento es ver juntos a muchachos que forman parte de organizaciones políticas tan disímiles como Bandera Roja, chavismo democrático, Primero Justicia, Acción Democrática, Voluntad Popular, Un Nuevo Tiempo, así como a independientes, hablar con una solo voz y un mismo mensaje incluyente.
El ejemplo de estos jóvenes se suma al que de otra manera están llevando a cabo, en muchas ciudades del país, las asociaciones de vecinos, que más bien deberían ser llamadas asociaciones de ciudadanos que buscan, de igual manera, impulsar el cambio de abajo hacia arriba, para que los dirigentes entiendan de una buena vez que sin unidad y sin protagonismos estériles es que lograremos vencer y superar la crisis que nos consume.
Estas iniciativas, así como tantas otras, como la lucha de las enfermeras y de otros gremios, requieren que todos nos movilicemos y contribuyamos con nuestro grano de arena al esfuerzo de reconquistar la democracia en nuestro país.
DOS VENEZUELAS
Luis Manuel Aguana | 23/07/2018 | Web del Frente Patriótico
En el actual estado de la situación política que vive el país, es difícil hacer pronósticos. Los venezolanos dejaron de esperar por algo que no termina de ocurrir mientras el régimen avanza exitosamente en la destrucción de lo poco que queda. La gente está huyendo de Venezuela. Esa gente que pasa por miles a través de la frontera hacia Colombia y Brasil no son los “ricos” que huyen del comunismo, son paradójicamente los pobres cuyas vidas se hicieron inviables en la Venezuela actual. O se van o no comen, tan simple como eso. Esa es nuestra realidad al día de hoy.
Mientras Maduro y su régimen destruyen la economía y nuestra forma de vida republicana, los venezolanos que quedamos, nos seguimos debatiendo en como afrontamos este problema. Como paramos el desangre de la herida que le han hecho a nuestro país y no morir en el intento. Podríamos decir sin temor a equivocarnos que Venezuela se ha dividido en dos grupos: aquellos que creen que la solución saldrá desde dentro del país, y aquellos que creen que dentro de Venezuela ya no hay mas nada que hacer porque la institucionalidad está destruida, por lo que es necesaria la ayuda internacional para resolver el problema.
Ambas Venezuelas están enfrentadas. El primer grupo, llamémoslo el grupo de la solución local, tiene una policromía que va desde buscar una vía electoral para convivir con el régimen “hasta que esto se resuelva”, claro está sin dar un horizonte claro de tiempo más allá de indicar que ellos “ganaran” el siguiente proceso electoral, hasta los grupos más beligerantes que desechan las salidas electorales pero sin decir claramente cuál es el camino de lucha mas allá de exigir que el régimen “dimita” de sus funciones, apelando a la presión social, preludio de otro baño de sangre en las calles.
El segundo grupo, llamémoslo el grupo de la solución internacional, parte del supuesto que en Venezuela difícilmente levantará cabeza debido a la situación de secuestro institucional de todos los Poderes Públicos, incluida la Asamblea Nacional, que hace que cada día que pase resulte mas difícil desalojar a un régimen que se ha pegado como una hiedra venenosa al tronco del país, al punto de que lo está matando. La solución en ese caso pasa porque la Comunidad Internacional venga en nuestro auxilio para cortar la hiedra y sanear el árbol moribundo.
Ambos grupos se presentan incompatibles, al punto que el primero sabotea al segundo. El grupo de la solución local piensa que una intervención que ellos no controlen –y no podrían controlarla aunque quisieran- no sería bienvenida, y en consecuencia hacen lobby internacional y se mueven políticamente para arruinar los esfuerzos que se hacen para que se logre cualquier solución que termine en una intervención humanitaria en Venezuela, aunque el régimen nos ponga en prisión y nos estemos muriendo de hambre y enfermedades.
Mientras tanto, el grupo de la solución internacional dice que sin el apoyo de los sectores políticos, económicos, sociales, y eclesiásticos del país, difícilmente podría lograrse convencer a una fuerza internacional –y particularmente a los Estados Unidos- para que apoye el rescate de la democracia y la libertad en Venezuela, ya que la Comunidad Internacional no nos vería unidos para lograr el mismo propósito. Insisten en que hay que convencer a los principales sectores que hacen vida en Venezuela para que esa intervención humanitaria pueda ser posible.
Resultado: Ninguno de los dos tiene la solución del problema, pero ambos tienen la solución del problema. Luce contradictorio pero no lo es. Lo cierto es que ya la Comunidad Internacional, y en particular el gobierno de los Estados Unidos, se cansó de recibir a los múltiples representantes de la oposición venezolana, cada uno con una idea diferente de cómo resolver el problema ocasionado por el régimen. Y eso es lógico. Me imagino oyéndolos: “cuando se pongan de acuerdo en lo que quieren hacer y como lo quieren hacer, que presenten un plan y entonces los ayudamos”. Y eso nunca ocurrirá en las presentes condiciones con dos Venezuelas opositoras con dos visiones distintas del problema. Y mientras tanto el régimen haciendo estragos con nosotros en el país.
¿Se podrían conciliar ambas posiciones? No lo sé. Recuerden que los intereses de los grupos políticos en Venezuela están por encima de los intereses del país. ¿Les parece duro? Si no fuera así, hace muchísimo tiempo el tema se hubiera resuelto. ¿Y cómo? Un apoyo irrestricto de la Asamblea Nacional a sus propios Magistrados en el exilio y al Alto Tribunal que ellos constituyeron, daría la solución política por excelencia para lograr un Consejo de Gobierno de Emergencia Nacional que conduzca y coordine las acciones desde el exterior para forzar una salida pacífica del problema en Venezuela con el auxilio de una fuerza multinacional.
Es así como la Comunidad internacional nos vería juntos y coordinados para afrontar un problema que a ellos les interesa tanto o más que a nosotros resolver. No es un tema que los grupos de afuera o de adentro tengan la razón. El asunto es que hay que deponer los intereses de todos en favor del país. Ya parece un lugar común repetirlo pero hay que hacerlo miles de veces para ver si se entiende. No se necesita estar de acuerdo en todo, lo que se necesita es tener la disposición para andar juntos un trecho de camino hasta salir del problema.
Pero también somos venezolanos: “En comparación con un grupo de 45 países de todas partes del mundo, Venezuela demostró tener uno de los índices más altos en necesidad de poder. Rasgos culturales semejantes han aparecido repetidamente en otros estudios sobre identidad cultural del venezolano” (1) De acuerdo a esto nadie en Venezuela cederá poder aun cuando eso suponga el sufrimiento de personas. Ningún sector político cederá a favor de un Gobierno en el cual no participe o en el que no tenga alguna influencia, por lo que se hace necesaria otra solución más drástica que de paso a los intereses de terceros en esta ecuación.
En un ejercicio de política ficción, el ex Embajador Diego Arria, ex Presidente del Consejo de Seguridad de la ONU, hizo circular en las redes sociales una nota de prensa donde señala lo que podría ocurrir luego de una muy posible decisión del Consejo de Seguridad de la ONU, y que reproducimos enteramente en este blog (ver Gobierno de Emergencia Nacional de Venezuela, en http://ticsddhh.blogspot.com/2 018/07/gobierno-de-emergencia- nacional-de.html). Utilizó para hacerla una de las muchas notas publicadas cuando el Consejo de Seguridad autorizó una fuerza multinacional para restaurar la democracia en Haití en 1994, solo cambiando el nombre del país por Venezuela.
De acuerdo a esa nota, basada enteramente en la Resolución 940, de 1994, del Consejo de Seguridad de la ONU, “Aprobación del establecimiento de un grupo de avanzada de la UNIH para restablecer la democracia en Haití y el pronto retorno del Presidente legítimamente electo y las autoridades del Gobierno de Haití, y prorrogar el mandato de la UNMIH” (ver Resolución 940 Consejo de Seguridad de la ONU http://www.un.org/es/comun/doc s/?symbol=S/RES/940%20(1994) )no existe ningún impedimento para que el Consejo de Seguridad de la ONU no haga lo mismo para el caso de Venezuela, excepto que exista un Gobierno legítimo de venezolanos a quien entregarle el poder.
Léase bien esto último: la solución política de Venezuela pasa porque primero nos pongamos de acuerdo en la designación de un Gobierno Legítimo que se ponga al frente de una coordinación conjunta con esa fuerza multinacional. Que este Gobierno salga de la Asamblea Nacional o del Tribunal Supremo de Justicia legítimo en el exilio, no es del problema de la Comunidad Internacional, pero si nuestro. Y es absolutamente necesario para desalojar a quienes ilegítimamente ejercen el poder en Venezuela como ocurrió en Haití en 1994.
Tenemos ya introducida la solicitud al TSJ legítimo en el exilio para el nombramiento de un Consejo de Gobierno de Emergencia Nacional (ver solicitud completa en https://tinyurl.com/y7x87ldb), y también existe una sentencia de ese Alto Tribunal que urge la necesidad a la Asamblea Nacional de llenar el vacío de Poder conforme a la Constitución (ver sentencia del TSJ-L en https://twitter.com/TSJ_Legiti mo/status/1014611587745886211) . ¿Qué esperan ambos Poderes para proceder, conjunta o separadamente?
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EL ENEMIGO
Marco Tulio Cicerón | 09/06/2018 | Web del Frente patriótico
Las verdaderas revoluciones, las únicas que triunfan, son las que pasan inadvertidas y están desprovistas de violencia o de fanatismo.
Jean Francois Revel
Un tema interesante en Venezuela pero que también es universal, es el tema del enemigo o del amigo. En la teología católica y creo que hasta toda la cristiana, el demonio es el enemigo del hombre y siempre le quiere tentar para hacerle perder el alma. Excelente, es el libro de Job, donde nos cuenta las vicisitudes de este noble varón. En efecto, el demonio le pide a Dios permiso para probarlo, y le caen enfermedades y pierde sus bienes, y hasta llagas le salen en la piel. Pero sigue siempre adorando a Dios a pesar de sus aflicciones y la pérdida de su patrimonio. Al final Dios se compadece de su paciente siervo y Job recupera la salud y los bienes. También esta teología nos expresa que los grandes enemigos del alma son “mundo, demonio y carne”.
En la ciencia política se menciona muchísimo a Carl Schmitt, gran intelectual del nazismo, quien decía que la política se definía entre amigos y enemigos, y quizá esta tesis llevó a Hitler a hacerle la guerra tanto a los capitalistas (Inglaterra, Francia y Estados Unidos) como a los comunistas (invasión a la URSS en 1941). En este sentido, podemos decir que Israel a pesar de las inconsecuencias de ciertos estados del mundo occidental siempre ha mirado como amigos a los países de la civilización europea y americana.
En Venezuela, según Luis Ruiz (Domingo Olavarría) todas las guerras civiles se hacían en nombre del liberalismo o el conservatismo pero en el fondo eran odios personales. En Laureano Vallenilla Lanz está explicado muy bien. Olavarría, comprueba hasta la saciedad que los godos fueron siempre más radicales y hasta más jacobinos que sus contrarios denominados liberales. (en Cesarismo democrático, publicado por el Centro de Investigaciones Históricas, Universidad Santa María, 1983, p.127).
El viejo refrán español “no hay enemigo chiquito” tiene su plena validez en el segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez, donde el super-odio de un editor -adeco para más estigma- destruyó por pedacitos su imagen. El mismo Carlos Andrés Pérez como un Luis XVI redivivo trataba de ser magnánimo con todos, y cuando hizo su programa de reformas le cayó encima un mundo de enemigos (empresarios que no les cancelaron las famosas cartas de crédito, sindicalistas, notables, y militares golpistas).
Para Rómulo Betancourt sus grandes enemigos fueron los enemigos de la democracia militares golpistas de derecha, guerrilleros de izquierda, corruptos, etc. Incluso hasta le salieron adversos y grandes opositores en su propio partido (Domingo Alberto Rangel, Raúl Ramos Giménez, y el último Luis Beltrán Pietro Figeroa). Así y todo, Betancourt pasa a la historia como el único estadista del siglo XX venezolano, puesto que se impuso a todos y a todo, para sembrar la democracia en un país no acostumbrado a este sistema.
Decir si y no, quizá sean las palabras más antiguas del mundo, pero en Venezuela aplicarlas genera una cantidad de enemigos, así en efecto, a Carlos Delgado Chalbaud teniente coronel, y presidente de la Junta Militar de Gobierno, le costó la vida negarle la restitución de ciertos bienes a un “caudillo” del estado Falcón.
Hoy por hoy, la nación venezolana tiene un gran enemigo su propio gobierno ilegítimo de origen y de ejecución. Aquí podemos tomar el dicho de Saint- Just, quien sostenía que “un pueblo no tiene sino un enemigo peligroso, es su gobierno”. El pésimo gobierno de la dictadura inaugurada con bombos y platillos, por Hugo Chávez, ha destruido la moneda nacional, ha creado grandes masas empobrecidas, y ha producido un éxodo de la juventud trabajadora. Los daños que ya ha causado solo podrán ser reparados por dos generaciones de venezolanos libres.
El profesor Agustín Blanco Muñoz nos llama “expaís”, el periodista Rafael Poleo dice que somos un “campamento minero” y ahora esta bella exposición “Casi un país” nos presenta realidad desnuda a través de los paisajes desolados de Alfredo Cortina (Valencia (Edo. Carabobo) 8 marzo de 1903. Caracas el 25 de febrero de 1988)y Elizabeth Schön (Caracas, 30 de noviembre de 1921 - Caracas, 15 de mayo de 2007)
POR Celeste Olalquiaga
Muy oportuno este descubrimiento tan maravilloso para sintetizar lo que sentimos los venezolanos de afuera y de adentro...Desconcierto es lo que produce, una y otra vez, la colaboración fotográfica de Alfredo Cortina y Elizabeth Schön, paisajes en blanco y negro donde ella figura como personaje único. Gestada secretamente durante las décadas de los cincuenta y sesenta por esta pareja de creadores venezolanos, esta extraña obra fue descubierta apenas en 2012, cuando el Archivo Fotografía Urbana (AFU) adquiere el archivo visual de Alfredo Cortina (1903-1988), conocido escritor y productor de radio y televisión. Este último consiste en unos cuatro mil negativos, de los cuales sólo setecientos habían sido revelados. Es entre este grupo “vintage” que el fotógrafo Vasco Szinetar, director y curador de AFU, detecta un proyecto coherente.
De este proyecto se conocen públicamente tan sólo sesenta y cuatro imágenes, seleccionadas por Szinetar y presentadas inauguralmente en la Trigésima Bienal de Sao Paulo de (2012), a su vez curada por Luis Enrique Pérez Oramas. La serie, presentada allí como “Elizabeth”, fue expuesta posteriormente como “Un Atlas para Elizabeth” en la Sala Mendoza en Caracas (2015), La Fábrica en Madrid (2017) y ahora último en la Galería Henrique Faría en Nueva York (2018), donde se mostraron veinticuatro de dichas imágenes, donadas por AFU al MoMA en 2012. Esta pequeña selección está causando un enorme interés por dondequiera que pasa. Si bien hay disparidades que sugieren que el archivo mayor consiste o pudiera organizarse en distintas series, el material presentado hasta ahora permite hacer algunas observaciones que indican la originalidad e importancia de esta obra.
El desconcierto comienza en la conjunción de dos aspectos aparentemente contradictorios: serialidad y singularidad. Ubicado en la modernidad mecánica cuyo primer instrumento estético fue precisamente, como apuntara Walter Benjamin, la fotografía, “Un Atlas para Elizabeth” enfatiza este carácter a través de la repetición formal: composiciones en exteriores generalmente no-urbanos donde aparece la misma figura femenina. Esta última, la poeta Elizabeth Schön (1921-2007; de su poemario de 1972, Casi un país, es el título principal de este artículo), funciona como anti-modelo, pues lejos de privilegiar su rostro o cuerpo, y ajena a toda individualidad más allá de sus distintos atuendos, su figura es sólo eso: una presencia estática en medio de paisajes inciertos. Figura solitaria, generalmente parada de perfil, que mira frente a sí sin ningún involucramiento evidente con el sujeto tras la cámara.
A pesar de los títulos otorgados póstumamente a la serie, Schön no es el elemento fundamental de la misma, sino tan sólo un índice de su carácter serial. Indice cargado de significado, pues tanto su presencia cuasi-etérea como su aparente indiferencia contrastan con, y por lo mismo enfatizan, la desolación del paisaje retratado. Es éste el que genera el desconcierto mayor, pues los lugares de este peculiar atlas no se corresponden a la Venezuela moderna de la segunda mitad del siglo pasado. Sus imágenes representan ese otro país, el rural o “interior”, como se le llama en Caracas, que queda fuera del panorama de la Venezuela dinámica y cosmopolita (es decir, de la ciudad capital y sus clases medias y altas), conocida internacionalmente en aquélla época como uno de los países de punta de América Latina. Pero no es la ruralidad agrícola o ganadera la que aparece aquí, sino otro territorio en el que circulan, como fantasmas desubicados, fragmentos de la Venezuela hacendada e industrial: máquinas destartaladas, restos de construcciones sin terminar o abandonadas; o también de la Venezuela pre-industrial, con sus letreros escritos a mano y urinales de camino; o incluso de la Venezuela costera de playas ásperas dominadas por piedras, un horizonte infinito, y uno que otro de esos perros abandonados (representados por mascotas de la pareja) que caracterizan al tercer mundo.
Son paisajes casi apocalípticos de un país a la vez lejano y familiar, cuya ambigüedad, como observa Szinetar, produce una perturbación. Esta inquietud la calificó famosamente Sigmund Freud en 1918 como “Das Unheimliche”: la inquietante extrañeza, el enfrentamiento a una alteridad en la cual reconocemos nuestra parte oscura, reprimida. Esta extrañeza se siente al salir de Caracas y también en sus amplios márgenes, pasando por lugares en que vemos una parte desconocida, aunque no totalmente ajena, de un país que se nos presenta en su vastedad y enormes disparidades. Más allá de sus territorios urbanos y rurales, de sus paisajes andinos o costeros, y de la arquitectura llamada informal o espontánea que se encuentra por doquier (conformando más de la mitad del ambiente construido de Caracas), Venezuela es también un inmenso mapa de lo que Ariel Jiménez llama “puntos muertos” y que el historiador de arquitectura Antoine Picon, siguiendo una tradición comenzada por el artista Robert Smithson en los años setenta, describiera como “paisajes angustiados”: retazos semi-vacíos, lugares desiertos, restos de comienzos.
Esta reiteración del desecho industrial o urbano, de lo que ya no sirve o apenas sirvió, remite al trasfondo de una modernidad triunfante que Cortina y Schön parecieran desmentir en este “road trip” de dos décadas. Juntos, crean un archivo singular de esa otra Venezuela que, ya desde los años cincuenta, comienza a quedar suspendida en el tiempo. Un tiempo evanescente que obsesiona a Cortina, cuyas crónicas incluyen Esquinas de Caracas (1950) y Caracas, la ciudad que se nos fue (1977), y quien fuera además relojero aficionado. En lugar de retratos o narrativas, este inusitado atlas muestra lugares que han quedado pasmados, no debido al acto fotográfico, sino anteriormente a él. La fotografía funciona aquí como una intervención en el espacio, obligando al lugar a entrar en diálogo con la figura que lo ocupa, con el fotógrafo que los une en su registro y, finalmente, con los espectadores, embargados frente a este país paralelo.
ESTOS RECORTES DE MEMORIA NOS ACERCAN DE FORMA SUBLIME A LA VENEZUELA QUE MUCHOS ESTÁN DESCUBRIENDO...OJALÄ THANOS NOS RESPETE EN NUESTRO DESPERTAR...
SIN MENCIONAR LA SITUACIÓN POLÍTICA ESTE TRABAJO PUBLICADO por Valentina Oropeza EN PRODAVINCI ME DEJÓ MUY TRISTE, YO CONOCÍ AL Dr. Félix Pifano Capdevielle (San Felipe, Yaracuy, Venezuela, 1 de mayo de 1912-Caracas, 8 de agosto de 2003) fundador del Instituto de Medicina Tropical de su país, decano de la facultad de medicina de la Universidad Central de Venezuela y laureado de la Academia Nacional de Medicina en París, visité con gran orgullo el Instituto y me parecía extraordinario el trabajo que hacían, porque fui novia de un estudiante de medicina de la Escuela "Luis Razetti" de la UCV desde 1969 hasta 1972 cuando se graduó en promoción que bajo el nombre del ilustre médico se cayó a golpes con los "angeles del cielo" a los que se refiere Delcy Eloina Rodríguez Gómez, en pleno acto de graduación en plena Aula Magna cuando el Orfeón Universitario y el rector J.M. Bianco daba inicio al solemne acto, lleno de mamás y familiares humildes en su mayoría que tenían el derecho de ver graduar a sus hijos y los trogloditas de la izquierda no les dio la gana que lo hicieran y se abalanzaron contra el recinto lleno de gente con pupitres, piedras, gritos y violencia inusitada...porque ellos aman mucho al país y son muy buenitos...son los ángeles de Angela Zago y su libro "La Revolución de los ángeles""...Se me olvidaba que "Aqui no ha pasado nada"...Yo vi todo l lado de la familia de quien no fue mi esposo pero si mi novio hasta 1973.
Jueves
El bioanalista ajustó el microscopio y la gota de sangre se hizo nítida. Parásitos con cola se movían fuera de los glóbulos rojos. Volvió a girar el ocular. Los parásitos tenían forma de C. No esperaba ese resultado. La prueba buscaba confirmar malaria pero aquella sangre estaba infectada con Trypanosoma cruzi. La paciente tenía Enfermedad de Chagas. Era una niña de nueve años y vivía en Chacao. El bioanalista no había escuchado de contagios en el corazón urbanizado de Caracas.
El chipo infectado con Trypanosoma cruzitransmite la Enfermedad de Chagas. Pica y deja heces llenas de parásitos. Cuando la persona se rasca, el parásito penetra la piel, llega a la sangre y viaja hasta el corazón. Una segunda posibilidad de contagio es menos común pero más agresiva: ingerir alimentos o bebidas contaminadas con las heces del chipo infectado.
El bioanalista conocía bien al parásito. Lo había estudiado en el curso de Parasitología del Instituto de Medicina Tropical (IMT) de la Universidad Central de Venezuela. Lo había visto muchas veces en el laboratorio del Hospital Universitario de Caracas. Por eso sabía que estaba frente a una emergencia. Buscó al pediatra y le preguntó si la paciente tenía picadura de chipo. La niña había llegado a consulta después de varios días con fiebre alta. Era diciembre de 2007. Tenía la cara hinchada y no podía levantarse de la cama. Si atravesaba la fase aguda de la enfermedad y no había rastro de contacto con un chipo, probablemente habría otros casos. Necesitaban ayuda.
La Enfermedad de Chagas afecta a siete millones de personas en el mundo. Ocasiona cardiopatías en tres de cada diez pacientes, calcula laOrganización Mundial de la Salud (OMS). A veces ataca el esófago y el colon; en oportunidades deteriora las funciones neurológicas. Estigmatizada por su relación con la pobreza, es una enfermedad tropical olvidada según la OMS. Si el parásito había llegado al corazón de la niña, corría el riesgo de morir.
El pediatra y el bioanalista salieron del Hospital Universitario, caminaron una cuadra dentro de la UCV y entregaron los resultados en el IMT.
–Vi un Trypanosoma. Tenemos Chagas en Chacao –dijo el bioanalista.
La doctora Belkisyoslé de Noya se puso los lentes y leyó los exámenes. Dirigía la Sección de Inmunología, el laboratorio especializado en diagnosticar Chagas. Comenzó a estudiar Medicina en la UCV a los 16 años, a finales de los sesenta. Recién graduada de médico, se marchó a Nueva Orleans para estudiar Parasitología Médica en la Universidad de Tulane, becada por el Consejo Nacional para Investigaciones Científicas y Tecnológicas de Venezuela. En 1980 comenzó a dar clases en el IMT. Dirige el instituto desde 2016.
Noya quedó fascinada con los parásitos desde el pregrado, cuando fue alumna del doctor Félix Pifano en la Cátedra de Medicina Tropical. Pifano fundó el IMT en 1947, después de sobrevolar la Ciudad Universitaria con Rómulo Betancourt para escoger la ubicación del Instituto. Pidió que lo construyeran al lado del Jardín Botánico de Caracas.
Tres endemias aquejaban a los venezolanos a mediados de los cuarenta: la malaria, la anquilostomiasis y el Chagas. El mosquito Anopheles transmitía la malaria. Las larvas del parásito Necator americanus entraban al cuerpo por la planta de los pies y llenaban la barriga de gusanos (anquilostomos). Las picaduras de chipos propagaban el Chagas. Pifano participó en la campaña que dirigió el doctor Arnoldo Gabaldón para erradicarlas. Rociaron DDT y mataron al Anopheles, difundieron mensajes para que los venezolanos usaran zapatos y combatieron el uso de la palma y el bahareque para construir viviendas. Eran el hospedaje soñado para los chipos. Pifano se encargó del estado Yaracuy, donde había trabajado como médico rural. Gracias a esta política, Venezuela se convirtió en el primer país en deshacerse de la malaria.
Durante los 43 años que Pifano dirigió el IMT, crió y estudió al Rhodnius prolixus, el chipo más común al norte de Suramérica, huésped de la palma y el bahareque. Desde hace más de 70 años, el instituto ha liderado el diagnóstico, tratamiento, prevención e investigación de las enfermedades tropicales en Venezuela.
Viernes
Noya se reunió con la mamá y la abuela de la paciente con Chagas. Le contaron que la niña tenía un perro. La doctora pensó que quizás la mascota portaba el parásito. El lunes le tomarían una muestra. En Caracas predominaba el Panstrongylus geniculatus, un chipo que se adaptó a la ciudad y ya no buscaba palma ni bahareque, sino focos de luz como bombillos, pantallas de televisores o computadoras. Se alojaba en perros, gatos y ratas.
La mamá y la abuela de la paciente agradecieron las explicaciones de la doctora. Estaban convencidas de que todo saldría bien. Mientras Noya las despedía en la puerta del consultorio, la abuela comentó que esa mañana se había topado con una maestra de la Escuela Municipal Andrés Bello de Chacao, donde estudiaba su nieta. También estaba en el hospital. Tenía fiebre y la cara hinchada. Dijo que otras colegas tenían los mismos síntomas. Noya entró en alerta. No estaban frente a un caso aislado. Debían encontrar a todos los infectados antes de que fuera demasiado tarde.
La doctora Belkisyoslé Noya da clases en la consulta con los pacientes. Dirige el Instituto de Medicina Tropical desde 2016.
La doctora fue al Hospital Universitario y confirmó que la maestra estaba infectada con Trypanosoma cruzi. Al igual que la niña, tampoco tenía picaduras. Noya llamó a la escuela y habló con la directora Graciela Borrero. Después de trabajar 20 años como profesora de Educación Física, aquel era su primer año al frente de la escuela. Noya le explicó que dos miembros de la comunidad escolar tenían Enfermedad de Chagas. Le dijo que el único denominador común entre las pacientes era la escuela. Borrero confirmó que varios estudiantes faltaron a clases la semana anterior. Algunos maestros habían pedido reposo. Tenían fiebre, les dolía la cabeza y lucían hinchados. Noya le advirtió que debían iniciar una encuesta epidemiológica lo más pronto posible.
Lunes
Noya llegó a la escuela acompañada por médicos y bioanalistas del IMT para tomar muestras de sangre. Borrero convocó una reunión para informar a los padres sobre la investigación epidemiológica. Unos estaban consternados, otros ofrecieron ayudar. Una madre preguntó por qué los médicos del IMT decían que sus hijos estaban enfermos si no los habían examinado. Ella prefería consultar a su pediatra de confianza. Cuando se enteraron de que había una maestra internada en el Hospital Universitario, varias colegas pidieron tener prioridad para sacarse la sangre. Borrero se negó. Primero los niños.
Martes
Un alumno de la sección B de preescolar sufrió un derrame pericárdico. Tenía cinco años. Murió.
Isía estudiaba en la sección A y también tenía cinco años cuando contrajo el Chagas. Ernisa Borrero, su mamá, la llevó a varios pediatras y ninguno logró diagnosticarla. Nada le bajaba la fiebre ni la inflamación en la garganta. Isía lloraba tanto que Ernisa perdía la calma. Era enfermera. Un médico recomendó darle miel con aceite de resina para bajarle la fiebre. Ernisa confió en la sugerencia y le rezó a su papá, que había muerto unos meses atrás, para que no se la llevara.
Miércoles
El teléfono repicó en casa de Ernisa. Era Graciela, su hermana, la directora de la escuela.
–¿Isía sigue enferma? –preguntó Graciela.
–Nada le baja la fiebre –respondió Ernisa.
–Tráela. Tenemos dos pacientes en la escuela con Enfermedad de Chagas. Unos doctores investigan cuántos niños están afectados.
–¿Chagas? No puede ser. Eso no tiene cura.
–Ayer se nos murió un niño de preescolar –dijo Graciela. Comenzó a llorar.
Jueves y viernes
Noya y su equipo se mudaron al IMT. Tomaron muestras de sangre a mil pacientes aquella semana de diciembre de 2007. Estacionaron sus carros día y noche dentro de la universidad, a las puertas del instituto, resguardados por vigilantes. Se turnaban para comer y no interrumpir el procesamiento de las pruebas de ELISA, un método de diagnóstico que permitía identificar si la sangre de cada paciente tenía anticuerpos contra el Trypanosoma cruzi. Si la concentración de anticuerpos superaba 0,230 unidades de absorbancia, el paciente estaba infectado.
Los investigadores dividieron a los pacientes. Grupo 1: asintomáticos. Grupo 2: síntomas leves o moderados. Grupo 3: pacientes muy enfermos, en casa u hospitalizados. Almacenaron la información en una base de datos: nombre y apellido, edad, sexo, diagnóstico, manifestaciones clínicas, hospitalizado o no, lugar de hospitalización. A medida que obtenían resultados, imprimían el diagnóstico de cada paciente en hojas que llevaban un membrete con el logo del instituto y los valores que obtenían en las pruebas.
La doctora Noya trabajó con su esposo, Oscar Noya, médico parasitólogo también; la pediatra Raiza Ruiz-Guevara, la bióloga Zoraida Díaz Bello y el bioanalista Luciano Mauriello. Diagnosticar a todos los pacientes era tan urgente que pasaban las noches en el laboratorio.
La semana siguiente
Detectaron 103 infectados. 77 eran niños y 26 adultos. La infección era leve o moderada en la mitad de los casos. En los demás era grave. Muchos corrían el riesgo de sufrir derrame pericárdico, como el estudiante de preescolar. Nunca habían tratado a tantos pacientes con Chagas al mismo tiempo. Nunca habían identificado un contagio de esa magnitud en el país, menos aún en Caracas. Estaban frente al primer brote oral de Enfermedad de Chagas registrado en Venezuela.
En la primera fase de la infección por vía oral no hay síntomas. El Trypanosoma cruzi se reproduce en el estómago y se disemina por el organismo. El parásito circula libremente; el organismo todavía no dispone de anticuerpos para combatirlo. Se desplaza a través de la sangre, se aloja en los músculos del corazón y lo inflama. Todo puede ocurrir en ocho días.
Un niño diabético que nunca comía del menú escolar apareció libre de Chagas en las pruebas. Reforzó la sospecha de que los pacientes infectados comieron o bebieron algo contaminado que se repartió en la escuela. El desafío era descubrir cómo se contagiaron.
La Escuela Municipal Andrés Bello repartía desayunos, almuerzos y meriendas a 130 estudiantes en 2007. La mayoría cursaba preescolar, primero, segundo y tercer grado. Servían arepas con jamón y queso, sándwiches, avena, pabellón o pasta con carne o pollo, tortas y galletas, acompañados con chicha o jugos de frutas naturales. Cuando sobraban bebidas, se repartían entre los maestros. Todo se preparaba fuera. No había cocina en la escuela.
Para identificar el alimento infectado, Noya y su equipo preguntaron a los pacientes qué habían ingerido. Descartaron las comidas y quedaron las bebidas. No todos habían tomado avena ni chicha. Examinaron la lista de jugos hasta que descubrieron el único que bebieron los 103 contagiados en un desayuno en la escuela: jugo de guayaba. El doctor Noya planteó la hipótesis de que la infección se propagó a través de ese jugo. Si encontraban un chipo en el lugar donde lo prepararon, confirmarían el origen del contagio.
El Ministerio de Salud envió unos inspectores al barrio El Tamarindo, al norte de Caracas. La señora que hizo el jugo vivía en una casa de bloques a medio construir, a unas cuadras del Hospital Vargas. No consiguieron chipos. La doctora Noya le encomendó el segundo intento al investigador del IMT Matías Reyes. Era biólogo con doctorado en Entomología y Ecología en la Facultad de Ciencias de la UCV. Estudiaba el ciclo de vida de los insectos y sus relaciones con los humanos y el medio ambiente. Criaba zancudos, moscas, cucarachas y chipos en la sección de Entomología Médica del IMT. Inauguró el departamento. Diseñó los muebles del laboratorio donde trabajaba y supervisó al carpintero que los instaló, en un módulo detrás del edificio principal del instituto. A veces dormía en el laboratorio para monitorear los experimentos.
El profesor Reyes visitó la casa, vio unos perros y preguntó dónde dormían. Supuso que buscaba un Panstrongylus geniculatus, el chipo más común en Caracas. Le señalaron un rincón. Al lado había un matero. Encontró un chipo vivo debajo del matero que permitía constatar la hipótesis del equipo médico del IMT: el jugo de guayaba había sido el vehículo de la infección. A pocos metros había una ventana sin vidrios, detrás del fregadero de la cocina. La señora que preparó el jugo le contó a Reyes que hirvió las guayabas en la noche y puso la olla frente a la ventana, sin taparla. Había un bombillo encima de la olla.
La dueña de una bodega cercana a la casa donde se preparó el jugo ofreció su negocio como centro de acopio de chipos. Los días siguientes, vecinos del barrio recogieron chipos que encontraban en sus casas con la técnica que les enseñó el doctor Reyes: abrir una caja de fósforos, ponerla sobre el insecto, cerrarla cuando estuviese cubierto, anotar en la caja el día, la hora, el lugar y la información de contacto de la persona que lo capturó, y llevarlo al IMT.
Apenas arrancó el tratamiento de los pacientes, las bases de datos en el instituto comenzaron a crecer. Los investigadores añadían renglones para registrar las pruebas: exámenes de sangre, rayos X, evaluaciones físicas, electrocardiogramas. Tomaban fotos para documentar los efectos de la enfermedad en niños y adultos. En el bioterio, donde se crían animales para experimentación, asignaron un ratón a cada paciente. Llevaban sus nombres. Les inocularon muestras de la sangre infectada. Después de 11 días, les hicieron punciones cardíacas a los ratones. Sembraron la sangre en medios de cultivos y aislaron el parásito. Identificaron dónde estaba la infección en cada paciente y crearon antígenos para desencadenar respuestas inmunitarias. Trataron a los pacientes con Nifurtimox y Benznidazol, los únicos dos medicamentos, viejos y tóxicos, que existen contra la Enfermedad de Chagas.
Daireth Juárez tuvo fiebre, salpullido y dolor en la espalda. Tenía 7 años cuando se contagió. Su corazón se inflamó. Salud Chacao le dio un monitor de ritmo cardíaco (Holter) para registrar la actividad de su corazón por 24 horas. La escuela donaba pilas para los aparatos. Le aplicaron un primer tratamiento de tres meses. Su mamá le mezclaba la medicina con jugo de durazno, de lo contrario era intragable. Tenía náuseas todo el tiempo. Perdió peso. Seis meses después repitieron las pruebas. El parásito todavía estaba activo. El tratamiento volvió a comenzar.
Una década después
Noya y su equipo siguieron la evolución de los pacientes de Chacao durante los años siguientes. Los citaban para el control anual en el IMT y repetían las evaluaciones. Publicaron artículos en revistas científicas nacionales y extranjeras sobre el primer brote oral de Chagas documentado en Venezuela.
Un lunes de marzo de 2016, la doctora Noya recibió una llamada desde el instituto. Estaba en un congreso científico en España. El fin de semana reventaron la puerta del laboratorio de Inmunología a mandarriazos y robaron las siete computadoras que almacenaban la información sobre los pacientes de Chacao. Lo que no había salido en pendrive o por correo electrónico de aquel laboratorio, había desaparecido.
Los delincuentes han destruido las puertas del Instituto de Medicina Tropical a mandarriazos.
Asaltaron el IMT 71 veces desde mayo de 2014 hasta abril de 2018. La doctora Noya registra en una base de datos lo que han perdido en cada robo y los números de denuncias ante el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas.
Se han llevado desde microscopios hasta pocetas. El IMT compró puertas de seguridad con los recursos que podría destinar a proyectos de investigación. Unas puertas siguen siendo de madera, como las diseñó Carlos Raúl Villanueva. Otras fueron reemplazadas por rejas y candados. A dos profesores los atracaron en el estacionamiento y les robaron los carros, los celulares, las carteras. Después de dar clases, los científicos llegaban a los laboratorios a las 5:00 de la tarde y trabajaban hasta las 8:00 de la noche. Ahora se van a las 4:00 pm y salen en grupo.
El profesor Reyes un día llegó al laboratorio de Entomología Médica y no estaban las neveras donde guardaba los reactivos. Tampoco la cafetera. Otro día desaparecieron los equipos de investigación de campo: un peachímetro, altímetros, brújulas, GPS, botas. Otro día se llevaron las tuberías de agua corriente. Hasta que arrancaron el cableado eléctrico y el laboratorio quedó sin luz, al igual que las secciones de Biohelmintiasis, Cardiología, el Centro de Análisis de Imágenes Biomédicas Computarizadas y el bioterio. El edificio posterior del IMT no tiene electricidad desde el año pasado.
El primero de mayo de 2018 se quedaron sin Internet. Robaron 120 metros de cables de la Escuela de Medicina Luis Razetti, donde se encuentra el nodo que suministra conexión a 11 dependencias de la UCV, la mayoría dedicadas a la salud: el Instituto de Medicina Tropical, el Instituto Nacional de Higiene, el Instituto Anatómico, el de Inmunología, el Servicio de Oncología, el Decanato de la Facultad de Medicina, la Escuela de Medicina, las facultades de Farmacia y Odontología, el edificio de Trasbordo y la Organización de Bienestar Estudiantil. Durante varias semanas solo hubo conexión desde las 8:00 hasta las 11:00 de la mañana. La UCV se convirtió en una cantera de cobre robado para revender en el mercado negro.
El laboratorio de Entomología Médica se volvió oscuro y caliente. Se llevaron el aparato del aire acondicionado. Como los cambios de luz y temperatura no afectan a los insectos, hay carameleras de vidrio y tobos llenos de mosquitos, chiripas, cucarachas y chipos. En una de ellas están los nietos de los Rhodnius prolixus que crió Pifano. Son cepas puras, útiles para pruebas genéticas. En 2000, el Ministerio del Ambiente calificó la colección biológica de animales vivos en insectarios del IMT como la mejor de Caracas.
Se escucha el aleteo de los bichos mientras un estudiante de posgrado expone ante el profesor Reyes desde su computadora personal. Cargó la batería en casa para que le diera tiempo de mostrar todas las láminas de su tesis. El doctor puede caminar con los ojos cerrados por el laboratorio. Se sabe de memoria el contenido de cada frasco y el avance de cada experimento.
Cuando una empresa solicita certificar la calidad de un insecticida, el laboratorio de Entomología Médica del IMT lo prueba en 200 a 400 cucarachas alimentadas con perrarina que contiene 22% de proteínas. No pueden tener menos que eso. Cuando los insectos para experimentación están débiles, se corre el riesgo de certificar insecticidas de calidad dudosa por errores en la muestra. A veces los investigadores pagan la perrarina de sus bolsillos.
Después de que los delincuentes mataron a cinco de los ocho perros que custodiaban el bioterio, se volvió la sección más asaltada del instituto. Jeferson Muñoz criaba 250 ratones para las pruebas de Chagas y toxoplasmosis allí en 2012. Seis años después, quedan dos ratones para diagnóstico. Un gato gris se asoma por las ventanas de los laboratorios que mantienen alguna actividad. Una vez los ladrones se llevaron -o soltaron- 50 ratones que Jeferson infectó con Trypanosoma cruzi para una investigación. Supone que las jaulas de plástico les parecieron valiosas. Evita imaginar a los 50 ratones sueltos por el monte que conecta al IMT con el Jardín Botánico y el barrio La Charneca, repleto de potenciales infectados de Chagas.
En el laboratorio de al lado, el de Micología, reventaron los estantes donde almacenaban esporas de años de investigación. Como eran hongos altamente contagiosos, los Bomberos y la Brigada de Control de Emergencias del Instituto Nacional de Higiene sellaron el área, la aislaron y la descontaminaron.
El bioterio del IMT no puede mantener a los ratones. En Venezuela no se produce ratarina desde 2017. Es el alimento ideal para cumplir las condiciones de experimentación que estipulan los protocolos científicos internacionales. La capacidad de diagnóstico e investigación del instituto se desploma sin ratones. Ya no hacen la prueba TORCH para comprobar si las mujeres embarazadas tienen toxoplasmosis, rubéola, citomegalovirus, herpes o hepatitis. Solo quedan reactivos para detectar toxoplasmosis y trozos de papel para entregar los resultados escritos a mano. Se acabaron las hojas membretadas y la tinta para imprimirlos.
En junio de 2018, la Organización Panamericana de la Salud reportó picos históricos de contagio de malaria y difteria en Venezuela en 2016 y 2017. Los investigadores del IMT tienen la experiencia y la experticia para liderar una campaña nacional de emergencia que frene la transmisión de estas enfermedades tropicales, opina Rafael Orihuela, director adjunto del IMT por diez años y exministro de Salud.
El presupuesto que la universidad asigna al IMT no alcanza para comprar detergentes y limpiar las áreas comunes. Alumnos y profesores se pusieron guantes quirúrgicos para podar los jardines en 2017. Así celebraron los 70 años de la fundación del instituto.
El Posgrado Nacional de Parasitología cesó actividades en 2017, por primera vez en dos décadas.
El Posgrado Nacional de Parasitología entró en cierre técnico en 2017. No hubo dinero para costear los experimentos que hacen los estudiantes como trabajos de grado, por primera vez en 21 años.
Si en 2018 ocurriera un brote de Chagas como el de Chacao, en el IMT no podrían ver los parásitos con cola y forma de C fuera de los glóbulos rojos. El laboratorio de Inmunología no tiene luz desde el año pasado por el robo de los cables. De los cuatro microscopios que había, robaron tres. Como ya no crían ratones en el bioterio, tendrían que comprarlos en el Instituto Nacional de Higiene, que tampoco tiene ratarina. Once años después, no podrían detectar, diagnosticar y tratar a un centenar de pacientes infectados con la Enfermedad de Chagas en una semana.
Otro investigador emigró. En los pasillos del Instituto de Medicina Tropical, los profesores discuten, dudan, se lamentan. Unos iniciaron trámites para marcharse. Otros confían en que la situación del país cambiará; esperarán unos meses a ver qué pasa. La doctora Noya tiene familia en España. Cada vez que analiza el dilema, concluye lo mismo: “¿Qué voy a hacer en España? Aquí curo gente. Aquí me necesitan. Aquí nací y aquí me quiero morir”.
“El reinado del temor a la muerte casi ha terminado, y entraremos pronto en un periodo de conocimiento y seguridad, que socavará la base de todos nuestros temores. Respecto al temor a la muerte, poco puede hacerse, excepto elevar el tema a un nivel más científico y, -en este sentido científico- enseñar a las personas a morir. Existe una técnica de morir, así como existe una de vivir, pero se ha perdido en gran parte en Occidente y casi en Oriente, excepto en algunas agrupaciones de Oriente formadas por Conocedores. Quizá consideremos esto más adelante, y la idea de encarar este tema puede permanecer en la mente de los estudiantes que lo leen, y probablemente al estudiar, leer y pensar, quizás obtengan material de interés para ser recopilado y publicado”.
Tratado sobre Magia Blanca
Alice A. Bailey