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“Presentar hoy la experiencia chavista como una inspiración para la izquierda es simplemente un frau


El “socialismo del siglo XXI”, concepto éste endilgado por Heinz Dieterich Steffan(1943 Rotemburgo del Wumme, Alemania) en 1996, sufre hasta del mismo rechazo de su creador. En realidad, lo que ha vivido Venezuela en estos últimos 15 años es una parodia: aprendices de brujos jugando a destruir a una nación y sus habitantes. Por su parte Simón Alberto Consalvi señala que lo que se hace llamar “Socialismo del Siglo XXI” no es más que la “versión petrolera del comunismo cubano”, es decir, una autentica patraña. De igual forma señala a Hugo Chávez como a un farsante y el principal responsable del desmantelamiento de la institucionalidad democrática del país para ir instaurando progresivamente un gobierno militar represivo y dictatorial. Por su parte Marc Saint-Upéry comprometido izquierdista politólogo francés declaró: “Una de las paradojas de la trayectoria histórica del pensamiento de Karl Marx es, además de su deformación e instrumentalización al servicio de los más feroces sistemas de dominación y envilecimiento del ser humano, la enorme acumulación de malentendidos que generaron las espurias construcciones doctrinarias conocidas bajo el nombre de «marxismo», incluso en sus versiones supuestamente heterodoxas. Más allá de lo que queda de válido en sus brillantes análisis de las contradicciones del capitalismo y del devenir histórico, es necesario entender y recuperar críticamente los parámetros y las fuentes de la antropología filosófica y de la ontología del ser social esbozadas por Marx”.

Maléfica (titulada Maleficent en inglés) es una película estadounidense de fantasía basada en la malvada bruja y hada antagonista de la película de 1959, la Bella Durmiente, y está basada en el cuento de hadas homónimo de Charles Perrault y de los Hermanos Grimm. Está dirigida por Robert Stromberg y protagonizada por Angelina Jolie, Elle Fanning, Sharlto Copley, Sam Riley, Lesley Manville, Kenneth Cranham, Hannah New, Brenton Thwaites, Imelda Staunton y Juno Temple. Casualmente su filmación comenzó el día 18 de junio de 2012 y su estreno en cines fue el día 30 de mayo de 2014.

Después del dia del eclipse parcial de sol de este 11 de agosto que exigió un encuentro con uno mismo y decidir qué camino tomamos, en un silencioso recogimiento, y la sonda Parker Solar Probe, ese mismo dia tan importante numerológicamente, es lanzada al espacio por la NASA para que «toque» el Sol, pues tiene como objetivo analizar la composición de la «atmósfera» solar. Develar ¿por qué la corona solar está tan caliente, a varios millones de grados, mientras que la superficie está a solo 5.500 ºC? ¿Cómo se acelera y calienta el viento solar? Estas son algunas de las preguntas a las que intentará dar respuesta esta misión. O sea, descubrir los secretos del Sol. La sonda, de 685 kilogramos de peso, será propulsada por un cohete pesado Delta IV Heavy. La sonda llegará a la mínima distancia del Sol de la historia, de solo 6,61 millones de kilómetros, lo que equivale a unas 16 veces la distancia Tierra-Luna. Además, la gravedad le permitirá convertirse

en la nave más rápida de todos los tiempos, no me mueve otra acción que orientar mi trabajo por los derroteros en favor del autoconocimiento del sol interior que todos tenemos dentro, y compartir mi visión de cómo se van descorriendo velos tras la engañosa propuesta en Venezuela a lo largo de los años. Como he tomado el lenguaje de la astrología para expresar mis sentires, comienzo por lo más noticioso: observar cómo Juan Requesens, el joven diputado nacido en Caracas el 17 de marzo de 1989, de notable actuación conocida por mi a partir del terrible año del 2014, en su condición de hijo del signo Piscis, se ha convertido en el mártir necesario, muy acorde con la tragedia griega, arte protegido por Neptuno, el regente de Piscis y de la Era que nos deja desde 1948, para que descubramos ante el mundo las viles y canallas conductas de esta dictadura caribeña tan comunista ella, al mostrarlo víctima de torturas muy KGB con son cubano, aplicadas por unos agentes que no sabemos si son del país o de la isla que nos invadió, o entrenados venezolanos paridos en la época guerrillera, formados en Rusia, híbridos que ostentan el poder, pues son expertos en gélidas técnicas conocidas hace años como propias y características de la KGB, para hacer hablar al preso, y manipularle la mente, pero aderezadas con el mojito de Fidel Castro que es la maldad y saña con que se aplican las técnicas rusas, editadas y mejoradas en Cuba. Tengo muy presente la Luna en Piscis en casa X que mi amiga Deilyn Conde “Arko solar” y yo, descubrimos al calcular la Carta de la Refundación de la República Bolivariana de Venezuela, el 15 de diciembre de 1999, acto histórico expresado como lo que era, una refundación para joder al país metiéndolo en un Plan Macabro de las fuerzas oscuras contra la humanidad, que estaba en peligro de sucumbir por la implosión en 1989 del bloque soviético, por sus propias incoherencias, decretado en cadena nacional, en medio de una tragedia que se llevó incontables vidas de venezolanos arrastradas por un deslave fenomenal, en el Estado Vargas, de costa y mares, que aún no hemos dimensionado ni sabemos si fueron víctimas propiciatorias para el rito que sellaba el triunfo de Hugo Chávez para hacer unas leyes y un país según el proyecto imperial impuesto desde afuera, o una tragedia producida para salvar a Caracas de las cuantiosas lluvias sucedidas esos dias, o un efecto de la naturaleza, en fin el daño estaba sucediendo sin que nadie se diera cuenta, como los personajes de “Maléfica” sumió a sus dominios por artes oscuras, al imponer y legalizar el odio, el resentimiento, el engaño, la mentira, las creencias en religiones y esoterismo mezclados con ritos y prácticas de mil y una procedencia, dentro de un mundo enfermo, con muchos psicópatas en las bases de la conducta de los seguidores de Chávez, exponentes del resentimiento que minaba la sociedad venezolana en todos sus estratos sociales y económicos, como lo demostró en sus libros que muchos dignos académicos e historiadores no aceptan ni dan importancia, el psiquiatra Francisco José Herrera Luque (Caracas, 14 de diciembre de 1927 - Caracas, 15 de abril de 1991) mantuano y criollo principal por sus ascendentes, al hablar de nuestros orígenes, comenzando con “La Huella Perene” que tuve que releer como astróloga al entrar en el estudio del horror que comenzábamos, y que temía desde mis tiempos de estudiante de Letras. Ese mundo de mentiras y drogas, le quitamos a Colombia el liderazgo en su comercio, fueron utilizadas para convertirlo en un pelele sin voluntad, según dicen los expertos, a un joven universitario, en lo que los astrólogos consideramos el “segundo nacimiento”, perteneciente a los héroes del 2014, que salieron tomando las banderas de la Generación del 28 contra la dictadura de Juan Vicente Gómez, un miembro de la hornada de la olvidada población civil, verdadero origen de Venezuela, que no cumplía un proyecto militar sino uno civil acorde con los lineamientos del Congreso de julio-agosto 1811, como lo demostraré más adelante, ese joven, Juan (nombre del Apóstol (“el hijo del trueno”), predilecto de Jesús que escribió un evangelio y el Apocalipsis que lo hacen merecedor de su símbolo del águila en el tetramorfo medieval)con el Sol en Piscis, energía de Neptuno favorable, enfrenta a la Luna exaltada en Piscis, de la Carta natal de la refundación bolivariana, el inconsciente colectivo venezolano tan manipulado a través del montaje teatral impuesto desde afuera, que nos ha adormecido desde 1998 y la imagen y posición en el exterior del país y sus gobernantes, pues es la casa X astrológica la que representa al padre, el hijo que revela la esencia maligna del padre militar, para mostrar la desnudez del rey que sufrimos hace 20 años, de los signos Leo y luego Sagitario, tan basados en el poder y la imagen, el regalo y la imposición con aparentes bases espirituales y conocimientos de lo que debe ser este país, Juan Requesens, de la generación millennial, hijo de la otra Venezuela sometida por la magia y la maldad, tan de Piscis, toma el tridente de Neptuno como lo hizo Mercurio, el travieso dios de las comunicaciones, y con Urano en Tauro, retrógrado también, a través de un video que dio la vuelta al mundo, presentó a través de la imagen y la rapidez mercurial de las uranianas redes sociales, lo que Neptuno desde el 4 de febrero del 2012, (casualmente 10 años después del golpe de Estado de Hugo Chávez y su combo (4 de febrero de 1992), estando el carismático líder, marioneta de la oscuridad, en terribles condiciones minado por un cáncer que lo llevaría a su extraña muerte del 28 de diciembre 2012 en La Habana (Cuba), y más extraño destino de su cuerpo y causas de su muerte justo cuando para los mayas cambiaba el eje energético de la humanidad, que ellos concibieron como el fin de un mundo al finaizar una era que ya había cumplido su ciclo), Neptuno pues asumió su regencia de Piscis, se ubicó en su signo, para promover el despertar de la humanidad de un gran sueño, de mentiras y falsedades, que después de tanto esperar a que por si mismas las verdades se dijeran y los secretos se descubrieran, se paró de su cómodo trono en el mar, y retrógrado, se devuelve a ayudar a salir los excrementos mal olientes escondidos tras las mazmorras del Helicoide, convertido en la Rotunda madurista, verdad de un régimen que se dice defensor del pueblo, que venga los hechos ocurridos contra sus padres y amigos en los 60/70, y el Hamlet venezolano, el psiquiatra Jorge Rodríguez es el irónico vocero que sale a dar la cara por el régimen y con un cinismo que ni Octavio Lepage Barreto (Santa Rosa, Estado Anzoátegui, 24 de noviembre de 1923- Caracas, 6 de enero de 2017)​ Ministro del Interior cuando la muerte de su padre, Jorge Rodríguez, el líder del partido Liga Socialista en el que militó también Nicolás Maduro, demostró nunca, porque el líder adeco mandó a deponer y castigar a los esbirros que vieron morir al joven Rodríguez, que no cumplían órdenes de él, porque el proceso de guerra que viviamos en el país impuesto por Fidel Castro, en los 60/70 estaba monitoreado por toda la izquierda internacional que gritaba cada vez que algo sucedía, situación que ahora no es igual, cuando hasta la “enamorada” de Hugo Chávez, Verónica Michelle Bachelet Jeria (Santiago, 29 de septiembre de 1951)​ cuando era Presidenta de Chile se le salía una sonrisota ante el militar venezolano tan iconoclasta y ordinario, fue ratificada el viernes 10 de agosto pasado como la alta comisionada de la ONU para los derechos humanos en reemplazo del jordano Zeid Ra'Ad Al Hussein, que finaliza sus funciones a finales de agosto, cosa que ha despertado numerosas críticas ante el temor a que su cercanía ideológica a los regímenes de Cuba y Venezuela se traduzca en tibieza hacia los abusos cometidos en esos países. Representantes de La Habana y Caracas fueron este viernes de los primeros en felicitar a Bachelet, si bien también lo hizo la UE, que dijo confiar en su «fuerte liderazgo» para el cargo.La embajadora de EE.UU. en el organismo internacional, Nimrata Nikki Randhawa Haley (20 de enero de 1972 Bamberg, Carolina del Sur, Estados Unidos) capricorniana y nada fea política estadounidense del Partido Republicano, actual embajadora de los Estados Unidos ante las Naciones Unidas desde el 25 de enero de 2017, pidió en la víspera a Bachelet que alce su voz ante los abusos en Venezuela, Cuba o Irán y que evite «los fracasos» de la la ONU en materia de derechos humanos. En este sentido, recordó que EE.UU. se retiró del Consejo de Derechos Humanos de la Naciones Unidas en parte por su pasividad frente a «abusos extremos» en el continente americano, en particular en Venezuela y Cuba.El Observatorio Cubano de Derechos Humanos, con sede en Madrid, cree «un grave error» la designación de Bachelet, dado su «débil compromiso mostrado con los derechos fundamentales en el mundo durante sus dos mandatos presidenciales». Recuerda que «no ha demostrado empatía alguna» con las víctimas de violaciones de derechos humanos en América Latina «e incluso ha confraternizado con gobernantes acusados de violaciones similares», pese a haber sido víctima de la represión en la dictadura de Augusto Pinochet. Venus en regencia de Libra representada por las dos mujeres en los altos organismos internacionales veremos qué hacen, Nikky con su capacidad capricorniana igual que la de la saturnina llanera fiscal en el exilio: Luisa Marvelia Ortega Díaz (Valle de la Pascua, estado Guárico, Venezuela, 11 de enero de 1958), hasta asustó a Diosdado Cabello con sus declaraciones, porque Bachelet es Libra y se deja seducir como hija de Afrodita, aunque espero que su millennial asesor y coach, Felipe Fuentes, de 29 años, publicista, que trabajaba como editor de contenidos en Pousta conocido en Twitter como @obvioquesi, muy mercurial también,

logre hacer con ella el mismo milagro que vimos en este video con la última entrevista que dio Bachelet como Presidenta de Chile, cuando la domó con una performance espléndida: lo primero que dijo Bachelet cuando lo vio fue: “¡Tú eres @obvioquesi!”. Felipe la miró, le abrió los brazos y le dijo, gritando, que la iba a abrazar fuerte porque era la única persona a la que respetaba en Chile. Hoy, meses después, reconoce que se vio emocionalmente desbordado, y cuando eso pasa se pone hiperlábico (Mercurio). Partió dándole tips justificando su comportamiento a la mandataria que, por supuesto, no le había pedido. Después de decirle que era como una mamá para él, le confesó que era “gay, gritón y millennial”. Bachelet le respondía, suspirando: “Felipe, eso no importa. No importa que seas gay”. Él insistió: “No se asuste porque hablo rápido, no estoy jalado. No jalo, de hecho. Y creo que esta es una pésima talla, pero digo esto porque estoy súper nervioso, no voy a ser así en la entrevista”. La Presidenta lo miraba atónita ante la acción fría de Mercurio aderezada con el agua de Neptuno. Por otra parte a nuestra versión de Hamlet y Guasón juntos se le sintió el regodeo de la vendetta, anunciando que el joven Requesens había confesado su culpa, negándole lo que si considera bueno para su padre, y motivo de su odio contra el pueblo venezolano que lo amparó y cobijó, le dio estudios y los mejores niveles de ayuda exigida por el tutor de su hermana Delcy Eloina (con post grados en París y Londres) y él: José Vicente Rangel Vale (Caracas, Venezuela, 16 de julio de 1929), y lo torturaron y volvieron m….a , cuando se supone que hacía lo mismo que hizo su padre en los 70, defender sus ideales y lo que considera bueno para la Patria, “lo que es bueno para el pavo es bueno para la pava”, he oído desde hace 20 años. El “Pepe del Salto” del tren ministerial

de Nicolás Maduro barrunta desde alguna parte del mundo, “que el Grupo de Chile quiere una guerra sangrienta en Venezuela”, sin darse el burgués e impecable yuppie ex yerno de Hugo Chávez, Canciller Jorge Alberto Arreaza Montserrat (Caracas, 6 de junio de 1973), que él que nada tiene que ver con los hijos de las clases depauperadas venezolanas, a los que dice representar el mundo, sino como producto del lujo que muchos comunistas venezolanos adinerados, disfrutaron igual que los carentes de recursos, en la bautizada Cuarta República, al disfrutar el privilegio de estudiar en universidades como

Cambridge en Inglaterra, o Patrice Émery Lumumba (Katako-Kombe, República Democrática del Congo 2 de julio de 1925 - Lubumbashi, República Democrática del Congo 17 de enero de 1961) en Rusia, por citar solo dos, costeados por el Estado venezolano, no conoce el hambre, menos aún las limitaciones del genocidio que nos han obligado a vivir alos venezolanos, utilizando la fuerza de todos los organimos internacionales dominados por los comunistas o la izquierda caviar a cuya fuerza nos han hecho doblegar, con la famosa “rodilla en tierra”, disfrutando los derechos que les han negado a los jóvenes hijos y nietos nuestros, en aras de imponer una ideología que el 80% de los venezolanos rechazamos, pero que a ellos les da la gana implantar para complacer el deseo imperial cubano y comunista, que ni en la Rusa zarista de Vladímir Vladímirovich Putin (7 de octubre de 1952, Leningrado hoy nuevamente San Petersburgo) ni en la China super capitalista del sonriente Xi Jinping (Beijing, 15 de junio de 1953) existe ya, incluso ni en la Cuba de Fidel Castro,

como el mismo mago negro declaró a Vanessa Davies política venezolana y activista política del Partido Socialista Unido de Venezuela, miembro del ejecutivo nacional del partido y coordinadora de medios y comunicación, “que los países del Grupo de Lima quieren una guerra sangrienta en Venezuela”… Piscis y Neptuno han sacado la verdad, la droga que le fue administrada detonó la confesión supuesta de Requesens, y las condiciones en que se vio al joven preso en el urniano video tomado a escondidas, el mismo signo del misterio que impuso el chavismo en sus ejecuciones, son infrahumanas, y la rapidez del proceso judicial es admirable en un país de una burocracia infame, que lo ha destruido desde el Territorio Amazonas hasta el Edo. Zulia. Neptuno del signo solar de Requesens, enfrente al Neptuno de la Luna en la carta natal bolivariana de la mano de Saturno en Capricornio, en su sitio pero retrógrado, que espera que se cumplan las leyes, y creo oportuno no ceder ante las trampas de Saturno y analizar la información que nos llega, porque estamos saliendo de un engaño pero como dicen las grandes tradiciones espirituales, podemos volver a sucumbir ante más engaños, y discernir de dónde vienen las informaciones, no caer en el mismo error que hemos arrastrado por años, con el perdón de quienes me leen, hago una distinción con informaciones de astrólogos como una muy conocida y de amplia difusión en Miami y en Venezuela, que no se cómo aterrizó allá como “oposición”, que originaria del Estado Carabobo, ha realizado estudios de todos los candidatos y hombres públicos del gobierno y de la oposición, a quien conocí en Valencia, en la Casa de Los Celis, cuando como socióloga, encabezaba la representación que la Alcaldía de Valencia, en la gestión de Edgardo Parra 2010-2013, proponía unir las colecciones de la Fundación “Lisandro Alvarado”, custodio de la colección lograda por el trabajo tesonero y patriótico de la antropóloga e historiadora Henriqueta Peñalver Gómez iniciada en 1965, a través de su bien documentada biblioteca “Dra. Henriqueta Peñalver”, denominada así en memoria de la insigne y preocupada fundadora, quien desarrolló un Centro de Documentación Información y Archivo donde yo he trabajado desde 1974, en las áreas de: Paleontología, etnología, historia colonial y republicana, casualmente dividida en 1999, cuando se hizo desalojar al Museo de Antropologia e Historia, sede en Valencia en el parque Recreacional Sur, en conducta que nunca he entendido de la poderosa Alcaldía de Valencia en esos años a través de su Dirección de Cultura, situación terrible que sucedió paralela al deslave de Vargas, y costó más tarde la vida de la Dra. Peñalver (2002), muy afectada por la medida irrevocable y que produjo que parte del material dividido se encuentre en la Casa de los Celis,y la otra arrumada en cajas en la Alcaldía, el Alcalde Edgardo Parra transmitió un objetivo que todos saben es clave para manipular la energía de Venezuela, como era la orden de hacer un museo de la mujer en las riberas del Lago de Valencia, por lo que envió a esta socióloga astróloga a cumplir ese fin, ya que esotéricamente y energéticamente es muy importante ese tesoro de nuestros pueblos originales, en especial los arawacos que crearon la Venus o Diosa de Tacarigua, tesoro de dicho instituto en la sede de Maracay (Edo.Aragua). Ya el plan estratégico del Campo de Carabobo estaba bajo control, a través de las autoridades del Gobierno de Carabobo, faltaba el eje femenino. Hay que recordar que el ex burgomaestre fue condenado a ochos años y seis meses por estar vinculado con hechos de corrupción ocurridos durante su gestión entre 2010 y 2013. Parra debería cumplir su condena bajo arresto domiciliario, en virtud de lo dispuesto en el artículo 231 del Código Procesal Penal. Salió libre el 24 de enero de 2018, por su estado de salud y edad. Aunque la condena hacia Parra fue emitida por el Tribunal 3º de Juicio del estado Carabobo el pasado mes de agosto de 2017, retornó triunfante como hijo de los Monagas ante el desastre en el Congreso en 1848, un 24 de enero también, fecha que para los esotéricos comunista venezolanos es muy importante porque como todo lo hacen coincidiendo con fechas de la historia patria, un 24 de enero de 1848 se produjo un asalto al Congreso Nacional de Venezuela, el cual fue la culminación de una pugna política entre el gobierno del general José Tadeo Monagas y los liberales que lo apoyaban, y el grupo encabezado por el general José Antonio Páez, generalmente llamado conservador. Descompongan el símbolo y verán lo que significó el retorno de Parra a la importante Alcaldía de Valencia, señalando una vez más el poder del chavismo/comunismo/madurismo unido, gracias a su esotérico y monocorde discurso unido a la impunidad y burla que nos escupen una otra vez en la cara. Con sorpresa veo a la astróloga de confianza de Parra y del chavismo en esos años, conversando con Patricia Poleo, y leyendo cartas natales de hombres públicos con datos que pocos conocen en el país…Son la única referencia en You Tube para hacer esos estudios, porque por la misma vaina está en el exilio Adriana Azzi y los astrólogos mostramos resquemores al hablar. De nuevo Neptuno natal bolivariano con su seducción y la verdad que Caracas no sabe nada de Valencia, y por eso la astróloga se vanagloria de su poder en Carabobo y nadie e replica. Hasta calla a la astuta Patricia…Mercurio y Neptuno retrógrados unido a Urano en Tauro, con su séquito de planetas y nodos lunares retrógrados, nos están jugando sus travesuras y pidiendo discernimiento. No es cacería de brujas es sinceridad para que el país tome el rumbo que merece no el que quieren imponernos mercenarios.…siendo un centro tan importante espiritual y energético en los nuevos tiempos que comienzan. Sólo queda orar con mucha FE.

Mi amigo astrólogo y psicólogo Néstor Sánchez Quintero y el excelente periodista y astrólogo Pedro González Silva nos han recordado en sus blogs y publicaciones en Facebokk que recomiendo leer igual que los estudios de Enriqueta Bruni y Albanela Ravelo, que en este momento hay una gran cruz en signos fijos, el tetramorfo figura antigua que es conocida como la Cruz de los evangelistas, Leo: San Marcos, Acuario: San Mateo, el águila de Escorpio elevado: San Juan y el Toro: San Lucas, igual a la del 1999, y se repite el clamor de la naturaleza: el país está inundado en toda la zona sur, el padre Orinoco, el Caroní, el Meta, el Arauca “vibrador”, todos los grandes ríos denuncian con fuerza el ecocidio de la zona del Arco Minero y el abandono en que se encuentran los habitantes indígenas o no, de aquellas hermosas regiones, y el Puente sobre el Lago de Maracaibo ve incendiar sus instalaciones eléctricas (Urano) por el mismo desastre de falta de mantenimiento, mientras se han gastado millones y millones como nunca en la historia del país, vivimos una hiperinflación que envidiaría Robert Gabriel Mugabe (Rodesia del Sur; 21 de febrero de 1924) el gran amigo de Hugo Chávez, y estamos a punto de perder el único sustento que nos queda venido del petróleo, al permitir que nos embarguen a Citgo el único sustento seguro que nos quedaba. Razón tienen el psicólogo Sánchez Quintero y Díaz Silva de señalar que cumplimos un ciclo de gran contenido karmático para el país.

Lo energético terrible que vivimos, incluso los venezolanos que están en el exterior, ante hechos que ya no son ficción sino terrible realidad urdida en las sombras pero que este ciclo de eclipses y el stellium de planetas exigen sea develado y salido a la luz, está muy bien expuesto porun hombre que si sabe de sombras y sobrevivir a ellas: Federico Vegas Pérez (Caracas el 18 de marzo de 1950), en su artículo: “De la metaficción del Quijote a la metamaldición de los venezolanos del que copio un trozo:

PRODAVINCI 11/08/2018

“…Cervantes sostiene que “las historias fingidas tanto tienen de buenas y de deleitables cuanto se llegan a la verdad o a la semejanza de ella”. Invirtiendo esta ecuación, debemos decir que las historias verdaderas se van haciendo más y más perniciosas a medida que las vamos percibiendo como ficticias por lo que tienen de malignas, de absurdas, de inenarrables.

Cervantes tiene mucho que enseñarnos como maestro de la meta ficción, una forma de ficción que explora y reflexiona sobre su misma condición de ficción. Las catastróficas condiciones de la realidad venezolana la han ido adentrando en el reino de lo ficticio y, al mismo tiempo, esa misma ficción se hace cada vez más real, más permanente, más fehaciente e insoportable. Es una ardua tarea encontrar la manera de narrar, de percibir y de expresar este enrarecimiento que le quita consistencia y continuidad a nuestro proceso histórico. Estamos pasando de la banalidad del mal a los terribles males de la banalidad histórica por carecer de una narrativa que nos explique y señale un camino.

Pareciera que ni un novelista ni un historiador serían capaces de explicar qué está pasando en Venezuela. Un ejemplo es la famosa lata de atún que equivale a un millón de litros de gasolina. ¿Es un hecho real que parece una ficción? ¡No! No puede, no logra pertenecer a la ficción porque es inconcebible.

Una tarea titánica y urgente es explicar cómo un Gobierno, mientras más daño le hace a su población, más señales asoma, y con más saña, de querer y poder permanecer. Estamos ante un mal integral y homogéneo, sin fisuras, sin contradicciones. Requiere menos esfuerzo lograr un infierno que un cielo. Para sostener un infierno sólo se necesita dejarlo a su suerte mientras las necesidades crecen y las posibilidades disminuyen. Sospecho que estamos ante una suerte de metamaldición, una forma de maldad que se nutre de su propia condición, una maldición que va más allá de sí misma generando sus propios fantasmas y sistemas de perpetuidad. Esto explica que mientras más graves sean las noticias, más ridículas y despreciables parezcan, y menos dignas de crédito; mientras más urgente es el problema, más alejada la solución; mientras más argumentos tiene la oposición, más se difumina; mientras más abyectos son los esbirros, más se atornillan en la carne de la patria; mientras aumentan los delitos, se amontona el olvido; mientras más incompetentes los gobernantes, más ufanos y sonreídos; mientras recrudece el hambre, más se asienta la sumisión; mientras más luz necesitamos, reina una mayor oscuridad; mientras más inevitable e imperioso es el final, más incertidumbre hay sobre cómo será su inicio; mientras las historias del Quijote nos parecen cada vez más ciertas, nuestra historia se convierte en una ficción tan vil que su final será necesariamente inimaginable.

Apostilla

Los sucesos que confirman este creciente proceso de presentar a la realidad como una ficción son arrolladores, sorprendentes, incesantes. Después de los recientes acontecimientos en la avenida Bolívar, el ministro de Información, Jorge Rodríguez, declaró ante el país en cadena nacional: “Se ha podido establecer, ya con evidencias, que se trata de un atentado en contra de la figura del presidente constitucional de la República Bolivariana de Venezuela”. La idea de un atentado contra una figura sugiere un ataque a una foto, a un lienzo, a un personaje de cera, como la acción de aquel loco que se abalanzó con un cuchillo contra la Mona Lisa. Según la descripción de Rodríguez, da la impresión de que Nicolás Maduro no hubiese estado en la tarima, sino solo su representación, o que no hay un presidente constitucional, sino una suerte de inexplicable y testaruda ficción.

FEDERICO VEGAS

El ministro venezolano de Comunicación e Información venezolano, Jorge Rodríguez, publicó este 10 de agosto de 2018 un video del ex diputado Juan Requesens, confesando que ayudó a salir del país a Juan Carlos Monasterios (organizador del atentado con drones y explosivos contra Nicolás Maduro) a pedido de Julio Borges. Señaló Rodríguez que el video fue dado a conocer con la autorización del Ministerio Público venezolano.

Cabe destacar que Julio Andrés Borges Junyent (22 de octubre de 1969 Caracas, Venezuela) es Escorpio, Leopoldo Eduardo López Mendoza (Caracas, Venezuela, 29 de abril de 1971),Tauro, Miguel Alejandro Pizarro Rodríguez (Petare, Estado Miranda, 17 de febrero de 1988) Acuario y José Manuel Olivares Marquina (Maiquetía, Venezuela, 19 de agosto de 1985) es un médico y político venezolano. Fue electo diputado de la Asamblea Nacional de Venezuela en el año 2015 por el estado Vargas, es Leo. ¿Serán el Tetramorfo en Venezuela del que tanto hablan los astrólogos?

El caso de los diputados Juan Requesens y Julio Borges: del exabrupto jurídico a la persecución política

POR José Ignacio Hernández

Entre el 7 y 8 de agosto de 2018 se llevaron a cabo diversas actuaciones que culminaron con la detención del diputado Juan Requesens y la orden de captura del diputado Julio Borges. Tal y como se explica en el siguiente trabajo, esas actuaciones constituyen una violación a los derechos humanos de los diputados Requesens y Borges, en lo que debe ser considerado un caso de persecución política.

Los hechos

En una “cadena” de radio y televisión realizada en la noche del 7 de agosto de 2018, se realizaron diversos anuncios relacionados con los sucesos del 4 de agosto de 2018. De esa manera, y entre otros anuncios, en dicho espacio se señaló que los diputados Juan Requesens y Julio Borges estarían involucrados con los referidos sucesos del 4 de agosto.

Casi simultáneamente se conoció que el diputado Requesens, junto con su hermana –Rafaela Requesens, presidente de la Federación de Centros Universitario de la Universidad Central– había sido detenido por funcionarios del SEBIN. Aun cuando Rafaela Requesens fue liberada, el diputado permaneció detenido, según fue informado, sin orden judicial.

El 8 de agosto, el Tribunal Supremo de Justicia comunicó que había autorizado el enjuiciamiento del diputado Requesens, ratificando su detención por flagrancia. Similar decisión fue adoptada en contra del diputado Julio Borges, ordenándose su detención.

Ese mismo día, la asamblea nacional constituyente acordó allanar la inmunidad parlamentaria de Requesens y Borges.

La detención de Juan Requesens: una detención arbitraria

La detención del diputado Juan Requesens, en la noche del 7 de agosto, puede ser calificada de arbitraria por diversas razones.

En primer lugar, de acuerdo con las noticias, Juan Requesens fue detenido sin orden judicial. El artículo 41 de la Constitución, en sintonía con diversos Tratados de Derechos Humanos, establece que nadie podrá ser detenido sin previa orden judicial. Con lo cual, puede concluirse que, de entrada, la detención del diputado Juan Requesens es arbitraria pues se produjo sin orden judicial emitida de conformidad con las garantías de la inmunidad parlamentaria.

En segundo lugar, la detención de Requesens se realizó en el marco de señalamientos políticos, en lo que debió ser una investigación objetiva. En efecto, las investigaciones penales, para cumplir con el derecho al debido proceso, deben ser conducidas con objetividad, lo que implica que, como regla, las actuaciones de esas investigaciones –muy especialmente en su fase preliminar– deben mantenerse bajo reserva. Como establece el artículo 286 del Código Orgánico Procesal Penal, “todos los actos de la investigación serán reservados para los terceros”.

No obstante, el diputado Requesens –junto a otras personas, como el diputado Borges- fue señalado públicamente como uno de los responsables de los sucesos del 4 de agosto. Incluso, en una “cadena” de televisión, se difundió el video del testimonio que supuestamente lo compromete. Con lo cual, toda la investigación relacionada con el diputado Requesens y el proceso penal al cual probablemente será sometido, responde a un claro caso de persecución política.

En tercer lugar, la detención de Juan Requesens violó la garantía de la inmunidad parlamentaria, reconocida en el artículo 200 de la Constitución. Así, ese artículo señala que los diputados en ejercicio de sus funciones solo podrán ser sometidos a procesos penales si se cumplen dos condiciones concurrentes: (i) que el Tribunal Supremo de Justicia declare procedente el antejuicio de mérito y (ii) que la Asamblea Nacional autorice el enjuiciamiento penal, en lo que se conoce como el “allanamiento de la inmunidad parlamentaria”.

Esas garantías, sin embargo, han sido sistemáticamente violadas, como he explicado en Prodavinci. El caso del diputado Requesens es otro ejemplo de esas violaciones. En efecto, el diputado Requesens fue detenido antes de que el Tribunal Supremo de Justicia hubiese emitido opinión sobre el antejuicio. Lo más importante: fue la ANC, y no la Asamblea Nacional, quien “allanó” la inmunidad del diputado Requesens.

La ANC, que es un órgano ilegítimo y fraudulento, no puede ejercer las funciones de la Asamblea Nacional y, por ende, no puede pronunciarse sobre la inmunidad parlamentaria de diputado alguno, dado que esa es una competencia exclusiva de la Asamblea Nacional. Cabe recordar además que esa función de la Asamblea Nacional tiene un claro fundamento democrático: solo los pares del diputado Requesens –vale decir, los otros diputados electos democráticamente– pueden pronunciarse sobre su inmunidad. Pero los “diputados” de la ANC no son pares del diputado Requesens, pues mientras éste ejerce la representación legítima del pueblo venezolano, aquéllos usurpan esa representación.

El abuso de la figura de la flagrancia

La arbitraria detención del diputado Requesens, según el Tribunal Supremo de Justicia, fue en flagrancia. Esta afirmación, sin embargo, carece de fundamento jurídico.

En efecto, como hemos explicado antes en Prodavinci, la flagrancia exige que el delito se haya cometido –o acabe de ser cometido– en el momento de la detención. Sin embargo, los hechos por los cuales el diputado Requesens fue detenido, sucedieron tres días antes, lo que impide considerar que el diputado fue detenido al momento de realizar los supuestos delitos que se le imputan.

Además, y en todo caso, el citado artículo 200 constitucional establece que en caso de flagrancia, los diputados podrán ser inmediatamente detenidos en su residencia, pero será necesario cumplir igualmente con el procedimiento antes señalado. Es decir, que igualmente se requerirá el pronunciamiento del Tribunal Supremo de Justicia y de la Asamblea Nacional. No obstante, el diputado Requesens, según los medios, fue recluido en El Helicoide y no en su residencia. Con lo cual, incluso en el supuesto negado de que hubiese habido flagrancia, se violó igualmente la Constitución.

La orden de detención en contra de Julio Borges: una detención política

La orden de detención en contra del diputado Julio Borges es igualmente arbitraria. Al igual que Requesens, el diputado Borges fue señalado públicamente como responsable de supuestos delitos, todo lo cual determina la violación del derecho al debido proceso. Además, la inmunidad del referido diputado fue “allanada” por la ilegítima ANC, en usurpación de las funciones de la Asamblea Nacional. Todo esto permite concluir que la orden de detención en contra del diputado Borges responde a motivaciones políticas.

Esto es importante, pues los instrumentos previstos en el Derecho Internacional para la ejecución de órdenes de detención no aplican en casos de delitos políticos. Así, la extradición está excluida en casos de delitos de esta naturaleza, es decir, asociados al ejercicio de derechos políticos, como se destaca en el artículo 4 de la Convención Interamericana de Extradición. Asimismo, el artículo 3 del Estatuto de la INTERPOL impide a ese organismo intervenir en casos de naturaleza política.

PRODAVINCI 05/07/2018

Otro aniversario del 5 de julio de 1811 plantea, de nuevo, la importancia de reflexionar sobre lo que significó nuestra Independencia.

En estos días volveremos a oír las premisas sobre las cuales ha descansado la “historia oficial”: que el 5 de julio se firmó el Acta de la Independencia, lo cual dio paso a una heroica gesta militar.

Seguramente también escucharemos que la Independencia permitió romper el yugo español y, quizás, alguien intentará convencernos de que el 5 de julio fue una revolución de los desposeídos o una revolución antiimperialista. Incluso, ya fue anunciado otro “desfile cívico-militar” para conmemorar el 5 de julio.

Todo esto responde, en parte, al “relato invariable” de la Independencia, al cual se ha referido la historiadora y dama Presidenta de la Academia de la Historia venezolana, Inés Mercedes Quintero Montiel (Caracas, 12 de junio de 1955)​ Es decir, al entendimiento de la Independencia desde la mecánica repetición de unas premisas exentas de todo análisis crítico.

Estas premisas se separan de lo que creo, es el genuino significado del 5 de julio: un acto jurídico enmarcado en el proceso de formación de nuestra República Liberal a través del Estado de Derecho.

Ahora vine Neptuno y Saturno juntos a develar entuertos que se han dicho a lo largo de la historia. La distorsión de la historia

JOSÉ IGNACIO HERNÁNDEZ González. Abogado egresado de la Universidad Católica Andrés Bello, con mención honorífica Suma cum laude, en 1997. En 2001 obtuvo el diploma de Estudios Avanzados en la Universidad Complutense de Madrid y en 2002 el título de Doctor en Derecho con mención honorífica «sobresaliente Cum laude por unanimidad»,en esa misma universidad.

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La firma fue el 7, no el 5

La historia no se limita a la repetición de fechas, es cierto. Pero ello no le resta importancia a ese dato numérico, en especial, cuando la historia corre el riesgo de basarse en afirmaciones falsas.

Lo que nos ha enseñado la historia oficial es que el 5 de julio de 1811 se firmó el Acta de la Independencia, como quedó “inmortalizado” en el célebre cuadro de Juan Lovera (Caracas, 11 de julio de 1776 - 20 de enero de 1841)

Pero eso no fue así.

Luego de la instalación del Congreso, en marzo de 1811, los debates discurrieron lentamente hacia lo que sería un tema central: asumir la decisión de crear una República sin vínculos con la Corona española. Hasta ese momento los venezolanos, retomando la tradición del Derecho español, habían constituido una Junta en defensa de “nuestro” rey Fernando VII. Pero en julio de 1811, el Congreso comenzó a debatir la necesidad de romper todo vínculo con la España.

El debate se extendió hasta la mañana del 5 de julio. Leer ese debate es hoy una tarea indispensable, para conocer, de primera mano, en qué consistió nuestra Independencia. En la mañana de ese día se aprobó la declaratoria de Independencia y se encomendó a Juan Germán Roscio la confección de un documento para justificar esa decisión, como años antes se hizo en Estados Unidos de Norteamérica.

Roscio, nuestro prócer civil, trabajó en el Acta hasta el 7, cuando fue leída, aprobada y firmada. Luego esa Acta será copiada a los libros del Congreso. Es ésa copia la que se exhibe hoy día en la sede del Poder Legislativo, pues el Acta original está perdida. Como perdida parece estar nuestra memoria histórica sobre la Independencia. (Fue encontrada en Valencia y la historia la narramos en anterior entrada, o sea recuperaremos la memoria cuando los caraqueños y los valencianos se integren y no permanezca en la bruma la verdadera capital de Venezuela)

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¿ Y en qué consistió la Independencia?

Nadie mejor que Juan Germán Roscio Nieves (San Francisco de Tiznados, Estado Guárico, 27 de mayo de 1763-Cúcuta, Colombia, 10 de marzo de 1821) para explicarnos en qué consiste la Independencia y cuál es la relación entre ésta y la formación de una República Liberal.

La Independencia, explicó Roscio el 3 de julio de 1811, consiste en “no depender de ninguna nación extranjera y no como ha dicho el señor preopinante en la abolición del gobierno monárquico y establecimiento del republicano”.( NOTA DE JOSEFINA: La carta natal de la Refundación de Hugo Chávez deja en blanco la casa IX, la de la mente superior y el extranjero, si por un plan magistral “espiritual oscuro impuesto desde afuera, estamos hundidos en nuestras sombras y se produjo la diáspora en pos de un ideal siempre visto afuera de Venezuela, debemos por un fiel cumplimiento de los ideales del año 1811, volver a los planes refrendados en el Congreso en Valencia 1812, deslastrarlos de la ilusión tras la que ha sido enseñada la historia en el país, y sacar la verdad, para que las fuerzas de la Luz en Venezuela puedan actuar firmes y seguras sin tanta mentira y falsas espiritualidades e ideales). Es decir, el debate era decidir si Venezuela seguiría formando parte de la Corona española o no, y la decisión fue a favor de la Independencia. O sea: de nuestra formal separación de la Corona para dar paso a la creación de un nuevo Estado.

Pero ahora debemos preguntarnos: ¿independientes para qué? La respuesta, nuevamente, la encontramos en las actas del Congreso.

Ese mismo 3 de julio, José Gabriel Alcalá Sánchez Ramírez de Arellano nació en Cumaná, Edo. Sucre, el 16 de junio de 1776 quien falleció el 9 de octubre de 1833, en Angostura, hoy Ciudad Bolívar, Edo. Bolívar), explicó que la independencia a la Corona española era necesaria para “tener toda la libertad” y para “echar los cimientos de una constitución libre”. Es decir, que la independencia de la Corona era necesaria para consolidar un sistema republicano liberal. Peñalver, ese mismo 3 de julio, repitió la idea: “Es innegable que tenemos derecho para ser libres e independientes y que sobre estos principios vamos a formar una Constitución republicana. Los señores Sebastián Francisco de Miranda y Rodríguez Espinosa, conocido como Francisco de Miranda (Caracas, 28 de marzo de 1750-San Fernando, (Cádiz), 14 de julio de 1816), y Francisco Javier Yanes (OJO:Puerto Príncipe (hoy Camagüey, Cuba) el 12.5.1777- Caracas el 17.6.1842) han demostrado bien que ésta es incompatible con los reyes”.

El 4 de julio, Miguel Francisco Peña Páez (Valencia, Venezuela, 29 de septiembre de 1781 - ibídem, 8 de febrero de 1833) resumió la posición de la Sociedad Patriótica de la siguiente manera: “¿Cómo formar una constitución liberal, justa y republicana bajo un sistema representativo, si al mismo tiempo dependemos moralmente de un poder legítimo que se constituya en España?”

Frases elocuentes. La Independencia fue entendida como un instrumento para sancionar una “Constitución republicana”. Es decir, para fundar un Estado de Derecho, como meses después quedaría reflejado en la Constitución aprobada el 21 de diciembre.

El Acta confeccionada por Roscio se orientó a justificar la decisión de romper los vínculos de la Corona, resumiendo los “actos abusivos” que habían conducido a esa decisión. Pero el Acta no puede leerse de manera aislada. Es preciso recordar que la Independencia, como ruptura formal del vínculo con España, fue concebida como un instrumento necesario para consolidar un sistema republicano y representativo, o sea, una República Liberal organizada como Estado de Derecho.

Esa ruptura no fue, por supuesto, inmediata y uniforme. Aquellos venezolanos intentaron construir una República Liberal en el medido de una sociedad colonial, lo cual implicó avances y retrocesos, y decisiones que incluso podrían considerarse contradictorias. La ruptura, además, en modo alguno fue instantánea: hasta el siglo XX estuvieron vigentes en Venezuela normas del Derecho español. Pero lo que interesa destacar es que el fin último querido al aprobar la Independencia fue organizar al naciente Estado como una República Liberal. Algo que hoy, más que nunca, debemos tener presente.

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El mito de la Independencia

El debate del Congreso de 1811, al cual hemos hecho una muy breve alusión, quedó en cierto modo olvidado ante la preponderancia de estudiar nuestra Independencia desde el mito y el culto al héroe de la gesta militar. En su obra La Independencia a Palos, el historiador Elías Pino Iturrieta (Maracaibo, Venezuela, 9 de octubre de 1944) en la obra publicada en Caracas, Editorial Alfa, 2011, 180 p. lo resume muy bien: el estudio de la Independencia de Venezuela se caracteriza por la extralimitación. En especial, por la tendencia al culto a Bolívar, como muy tempranamente señalara el historiador Germán Carrera Damas (Cumaná, 28 de mayo de 1930). Los venezolanos leemos a Bolívar, dice Elías Pino, como si se leyera al Evangelio.

Ese culto al héroe empaña la visión de la Independencia y dificulta comprender exactamente en qué consistió la decisión de los venezolanos de ser independientes. Para quienes enseñamos Derecho Público en las aulas universitarias, es indispensable dejar a un lado la retórica del mito para encuadrar la Independencia como una decisión jurídica enmarcada en un complejo y contradictorio proceso orientado a instaurar un sistema republicano y representativo, por medio de una “Constitución republicana”. Somos independientes pues ello es condición necesaria (más no suficiente) para tener una República Liberal.

¿Y qué significa ser una República Liberal? Allí están los textos de Juan Germán Roscio y Francisco Javier Yanes (ojo cubano de nacimiento, por eso es tan fuerte el vínculo con Cuba en que se basa el deseo de los Castro de hacer una “mimaa cooosa” de las dos repúblicas), para recordarlo. Ser una República Liberal implica comprender que la sociedad, libre y organizada, antecede al Estado. Es comprender que la defensa de la vida, la libertad, la propiedad y la seguridad exige establecer límites al Gobierno, a través del principio de legalidad, la supremacía de la Constitución, la separación de poderes y la promoción de los derechos humanos. Ser independientes, en fin, significa promover, cultivar y proteger a la libertad republicana.

La Independencia se opone, por ello, a toda forma de despotismo, incluso, del despotismo derivado del Gobierno electo por la Venezuela independiente. Ya lo dijo Roscio: “la sociedad no ha querido, ni podido conferir a sus representantes, jefes o mandatarios el derecho de ser injustos, ni de someterse a sus caprichos, ni tampoco dándoles facultad de ofender a sus miembros, a quienes debe seguridad, protección y equidad”.

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La Independencia, la unión cívico-militar y la Patria

Nada más alejado a la Independencia, por ello, que organizar en su honor un desfile por la “unión cívico-militar” en defensa de “la Patria”. La propia idea de un desfile es esencialmente contraria a los postulados de la Independencia. De acuerdo con la Real Academia Española de la Lengua (cuya autoridad, por cierto, no se ha visto mermada por la “ruptura con el vínculo colonial) desfilar implica marchar bajo un orden dado. Pero la sociedad civil no puede marchar bajo un orden coactivo pues dejaría de ser sociedad libre y estaría traicionando con ello a su propia Independencia.

Luego tenemos la “unión cívico-militar”, a la cual hacíamos referencia en un anterior artículo en Prodavinci. Entre la sociedad civil y el poder militar no puede haber unión en igualdad de condiciones, sencillamente porque no hay tal igualdad: sólo el poder militar tiene el monopolio de la fuerza.

Y toda unión entre desiguales termina, tarde o temprano, imponiendo la preeminencia de quien tiene el mayor poder. Algo que implicaría la dependencia de la sociedad civil al poder militar y, por ello, la traición a la Independencia.

Cito a Roscio nuevamente: depender de un solo hombre es esclavitud. También lo es, agrego, depender del poder de la fuerza.

Ahora bien: el planteamiento anterior no puede llevarnos al extremo de rechazar la relevancia del poder militar. Nadie niega que la Independencia se tradujo en campañas militares, notables por lo demás. Pero lo que no puede perderse de vista es que esas campañas militares se hicieron para materializar la aspiración de los venezolanos de organizarse como República Liberal. Por eso el poder militar existe: para la proteger a la República Liberal, pero nunca lo contrario. Así lo entendió muy bien la Constitución de 1811, que promulgó la absoluta dependencia del poder militar al poder civil, negando con ello una “unión cívico-militar”.

Y nos queda, por último, la Patria. Es ya reiterado en planteamiento de invocar cada 5 de julio a la Patria, un concepto fácilmente manipulable y que podría justificar la abdicación a nuestros principios republicanos. Francisco Javier Yanes, otro civil artífice de la Independencia, lo advirtió muy bien: “el patriotismo ha causado la ruina de muchas naciones”.

De esta manera, este 5 de julio, más que conmemorar a la Patria, al antiimperialismo o la “unión cívico-militar”, deberíamos releer las actas del Congreso de los días 3, 4 y 5 de julio de 1811 y comprender así cómo aquellos venezolanos, en un tiempo sin duda complejo, asumieron la Independencia como un paso necesario para la conformación de una República Liberal bajo el Estado de Derecho.

El 30 de julio de 1811, en el Congreso, Yanes señalaba que la ilustración ha disipado las densas tinieblas de la ignorancia. Ojalá los venezolanos del siglo XXI podamos disipar las densas tinieblas que hoy nublan la comprensión de la Independencia.

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Este texto fue publicado originalmente en Prodavinci el 4 de julio de 2014.

¿Carta blanca para los militares en la política? Sobre la decisión del TSJ; por José I. Hernández

Por José Ignacio Hernández G. | 25 de junio, 2014

El carrusel de las discordias Caracas, Comala.com, 2003.-1 96 p. En 2002, Simón Alberto Consalvi Bottaro (Santa Cruz de Mora, Mérida, 7 de julio de 1927 - Caracas, Distrito Capital, 11 de marzo de 2013)​ escribió que uno de los signos más conspicuos de inicios del siglo XXI venezolano es el retorno de los militares a la política. Durante el siglo XIX y XX, explica Consalvi, se entendió (no sin tensiones) que el Poder Militar quedaba subordinado al Poder Civil. Además, se definió al Poder Militar como un poder no deliberante, pasivo y obediente (El carrusel de las discordias, 2002).

La Constitución 1999, con todo y sus fallas, reconoció el principio básico sobre el cual se asienta el Poder Militar desde la Constitución de 1811: la Fuerza Armada Nacional constituye una institución “esencialmente profesional” y “sin militancia política”. En el “cumplimiento de sus funciones, está al servicio exclusivo de la Nación y en ningún caso al de persona o parcialidad política alguna” (artículo 328). Además, los integrantes de la Fuerza Armada Nacional en situación de actividad “tienen derecho al sufragio de conformidad con la ley, sin que les esté permitido optar a cargo de elección popular, ni participar en actos de propaganda, militancia o proselitismo político” (artículo 330).

La letra de la Constitución es clara: la Fuerza Armada debe ser una institución apolítica, al servicio del Estado y no de una figura, un partido ni una idea política determinada. No pueden actuar, por ello, en actos de propaganda ni proselitismo político.

Sin embargo, la sentencia de la Sala Constitucional N° 651, 11 de junio de 2014 parte de otra lectura de la Constitución.

La lectura de la Sala Constitucional. Como tantas otras veces, la Sala Constitucional dio una lectura a la Constitución que se separa abiertamente del texto de 1999. En esta ocasión, la reinterpretación de la Constitución se hizo sobre el régimen del Poder Militar. Ante una acción de amparo intentada con ocasión a lo que se entendían, eran actos de propaganda política de la Fuerza Armada Nacional, la Sala Constitucional dio una lectura que, en definitiva, reconoce la beligerancia política de la Fuerza Armada. Veamos cuáles fueron los puntos examinados por la sentencia.

1. El saludo militar. La Sala Constitucional entendió que muchas de las consignas políticas usadas por la Fuerza Armada Nacional eran en realidad “saludos militares”, lo que indica “una muestra simbólica, profesional e institucional, de respeto, disciplina, obediencia y subordinación ante la superioridad jerárquica y a la comandancia en jefe a la cual responde, y, al mismo tiempo, representa una expresión, gestual u oral, del sentimiento patriótico que involucra”.

La interpretación ignora el sentido de la Constitución. Olvida la Sala Constitucional que la Fuerza Armada, en tanto institución republicana, debe ser objetiva y no puede realizar saludos militares que tengan un claro contenido político o que se presten a dudas.

El artículo 328 de la Constitución es muy claro: la Fuerza Armada Nacional está al servicio exclusivo de la Nación y no puede estar al servicio de ninguna persona o al servicio de partidos políticos. Ni siquiera, agrego, al servicio personal de quienes ocupan, ocuparon u ocuparán el cargo de Presidente.

2. La jerarquía. La Sala Constitucional, además, explica que la Fuerza Armada se rige por el principio de jerarquía, algo que incluye al Presidente en su condición de Comandante en Jefe.

Aquí la Sala Constitucional confunde al órgano con la persona: la Fuerza Armada Nacional no debe obediencia a la persona que puede desempeñarse temporalmente como Presidente, sino que debe obediencia a la Presidencia, como órgano o institución.

La diferencia no es banal. En un sistema republicano, como el que reconoce la Constitución, se admite y fomenta la alternancia en el ejercicio del Poder Público. Por ello, si la Fuerza Armada se muestra obediente a la persona que ocupa temporalmente la Presidencia, ¿no dificultaría ello la alternancia en el Poder Público?

Por ello, el deber de obediencia, en el artículo 328 de Constitución, es orgánico y objetivo. No es una obediencia personal y subjetiva.

3. El Plan de la Patria. En su sentencia, la Sala Constitucional recuerda además que la Fuerza Armada debe cumplir con el Plan de la Nación, o sea: con el Plan de la Patria, el cual reconoce la unión cívico-militar y, por ende, la participación activa de la Fuerza Armada en la construcción del modelo incluido en ese Plan.

Hay que recordar que la Sala Constitucional es el guardián de la Constitución y no el guardián del Plan de la Patria. Lo que quiero decir con eso es que la Sala ha debido interpretar el Plan de la Patria a la luz de la Constitución. Por ello, en el fondo lo importante no es lo que pueda decir el Plan de la Patria, sino lo que dicen los artículos 328 y 330 de la Constitución, los cuales conciben a la Fuerza Armada como una institución objetiva, neutra, apolítica, y al servicio de la Nación. O sea: al servicio de todos los venezolanos.

4. Los militares y la participación política. La sentencia recuerda, además, que los integrantes de la Fuerza Armada Nacional pueden ejercer el derecho de participación política conforme al artículo 62 de la Constitución. De acuerdo con la Sala Constitucional:

“La participación de los integrantes de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana en actos con fines políticos no constituye un menoscabo a su profesionalidad, sino un baluarte de participación democrática y protagónica que, para los efectos de la República Bolivariana de Venezuela, sin discriminación alguna, representa el derecho que tiene todo ciudadano, en el cual un miembro militar en situación de actividad no está excluido de ello por concentrar su ciudadanía, de participar libremente en los asuntos políticos y en la formación, ejecución y control de la gestión pública –siguiendo lo consagrado en el artículo 62 de la Constitución de la República de Venezuela-, así como también, el ejercicio de este derecho se erige como un acto progresivo de consolidación de la unión cívico-militar, máxime cuando su participación se encuentra debidamente autorizada por la superioridad orgánica de la institución que de ellos se apresta”.

Este párrafo resume la doctrina de la Sala Constitucional en este punto. Así que aquí se amerita un análisis más detenido.

El primer punto que debo aclarar es que los integrantes activos de la Fuerza Armada Nacional, a diferencia de lo sostenido por la Sala, no pueden participar libremente en asuntos políticos. En efecto, lo que dice el artículo 330 de la Constitución es que los integrantes de la Fuerza Armada en situación de actividad “tienen derecho al sufragio de conformidad con la ley”, pero no pueden “optar a cargo de elección popular”. Y, en especial, no pueden “participar en actos de propaganda, militancia o proselitismo político”.

Los integrantes activos de la Fuerza Armada, al contrario de lo que afirma la Sala Constitucional, no tienen derecho a la libre participación ciudadana en igualdad de condiciones: sólo tienen derecho al sufragio, que es apenas una parte del derecho de participación política.

Así, la Constitución niega enfáticamente el derecho de los integrantes activos de la Fuerza Armada a participar políticamente en actos de militancia a favor de una de las opciones políticas que pueden hacer vida en la democracia. Por ello, no puede afirmarse, como hace la Sala, que los integrantes de la Fuerza Armada tienen derecho de participación política en igualdad de condiciones que el resto de los ciudadanos. Aquí está el detalle: quienes ejercen el Poder Militar no son iguales a los ciudadanos pues tienen el monopolio de la fuerza militar. Por ello quiso la Constitución apartarlos del debate político.

Tampoco es cierto, como lo afirma la Sala Constitucional, que la participación política de los integrantes de la Fuerza Armada sea esencial para consolidar la “unión cívico-militar”.

La “unión cívico-militar” puede ser entendida la participación política de la Fuerza Armada al servicio del modelo reconocido en el Plan de la Patria. Visto así, ¿es constitucional esa unión, de cara a los artículos 328 y 330 de la Constitución?

El carácter apolítico de la Fuerza Armada reconocido en los artículos 328 y 330 se opone a una unión cívico-militar en el cual la Fuerza Armada esté al servicio del modelo político que delinea el llamado Plan de la Patria. Insisto: la Fuerza Armada no puede estar al servicio de una parcialidad política. Ni siquiera la reconocida formalmente en el Plan de la Patria.

Incluso, si hablamos de democracia, debemos recordar que la democracia, para ser tal, debe ser plural, como reconoce el artículo 2 de la Constitución. Lo que postula la Constitución es que la Fuerza Armada debe estar al servicio de la Nación, que para ser tal debe ser una Nación plural en la que quepan todos los venezolanos, y no sólo aquellos que se sientan identificados con el Plan de la Patria.

En resumen: la Fuerza Armada debe obrar incluso al servicio de quienes adversan democráticamente el modelo delineado en el referido Plan de la Patria, pues esos venezolanos forman parte también de la Nación, a cuyo servicio objetivo debe consagrarse la Fuerza Armada como institución técnica, objetiva, profesional y apolítica.

De vuelta a la Constitución de 1811. La Constitución de 1999 mantiene algunos de los elementos de nuestra estructura republicana. El régimen de la Fuerza Armada Nacional es un buen ejemplo: a pesar de una indebida concentración de poder en la Presidencia de la República, la Constitución reconoció que la Fuerza Armada debe ser una institución técnica, objetiva y apolítica.

La idea viene del artículo 179 de la Constitución de 1811: el Poder Militar en todos casos se conservará en una exacta subordinación a la autoridad civil y será dirigido por ella.

La subordinación del Poder Miliar al Poder Civil es pieza clave de la Constitución de 1999, como quedó reflejado en sus artículos 328 y 330. Y eso implica defender la autonomía política de la Fuerza Armada Nacional como institución objetiva al servicio de la Nación.

Y la Nación, conviene recordarlo, se compone de la suma de todos los venezolanos.

La independencia de Venezuela según Pino Iturrieta, por Ángel R. Lombardi Boscán DIRECTOR DEL CENTRO DE ESTUDIOS HISTORICOS DE LUZ

Ángel R. Lombardi Boscán TAL CUAL mayo 3, 2018

Releer es muy provechoso porque las primeras impresiones se reafirman o cambian. Elías Pino Iturrieta (1944) es hoy por hoy uno de nuestros historiadores vivos fundamentales.

Su obra alrededor de una historia de las ideas y mentalidades nos permite una interpretación amplia y precisa sobre el trascendental paso de colonia a república. Aborda “su historia” sobre la Independencia a través de dos libros esenciales como lo son: “Nada sino un hombre” (2007) y “La independencia a palos” (2011).

Pino Iturrieta, con agudeza y valentía, termina ejerciendo las labores de un revisionista sobre nuestro pasado alrededor de la fecha fundacional de Venezuela como nación: nuestra Independencia (1810-1830).

Lo llamativo de ambos textos es que establece un diálogo hermenéutico entre los actores históricos de la época y su propia condición de historiador y ciudadano en el presente.

Y en éste sentido es severo y muy crítico en contra de una historia adocenada que ha suplantado el pasado real por otro alternativo de carácter mitológico. Para Pino Iturrieta la Independencia fue un fiasco de acuerdo a los propósitos originales de sus instigadores, los blancos criollos, quienes se lanzaron al vacío creyendo que iban a “cambiar” para no cambiar nada luego del abandono metropolitano en 1808.

Y que la ruptura con la Metrópoli fue obtenida no por los defensores de una causa por la libertad metafísica sino por los “colosos” como Bolívar, Páez, Mariño y José Tadeo Monagas a un precio en vidas humanas y devastación material del país sin precedentes.

Lo que se nos ha hecho creer como el enfrentamiento entre dos ejércitos, uno patriota y bueno; y otro extranjero y malo, no es más que una elaboración ideológica de quienes vencieron en la contienda y procuraron capitalizar la victoria militar para emprender un proyecto republicano solo de intenciones, que hasta el presente, sigue dando tumbos.

Pino Iturrieta, no duda en interpelar a Bolívar, la figura histórica señera de ese momento y lo define como un fiel representante de los “Padres de Familia”, es decir, un aristócrata y latifundista, además de poseedor de esclavos, cuya actuación histórica estuvo más motivada por hacer prevalecer el proyecto de la élite social de dónde provenía que de algún programa popular o ilustrado.

Bolívar, de acuerdo a Pino Iturrieta, siempre aspiró a una jefatura sin contrapesos ni “embarazos”. A un liderazgo basado “no en el que quiere”, sino en el que “más puede”. Circunstancia ésta que tuvo que poner en práctica en dos momentos decisivos dentro de la brutal lucha por asumir la jefatura superior de la guerra contra los partidarios del rey.

Bolívar, tuvo tantos o más acérrimos adversarios y enemigos en sus propias filas que cuando le tocó rivalizar contra Monteverde, Boves, Morillo y La Torre.

En 1813, el Decreto de Guerra a Muerte fue el resultado de las críticas que realizó Bolívar a una Primera República blandengue, apostando por el recrudecimiento de la guerra hasta convertirla en exterminio incivilizado.

¿Por qué lo hace? Porque se quiere presentar como el más fiero de todos sus copartidarios y no cree en una salida pactada sino en otra radical y extremista. Luego en 1817, no permite que Piar, el libertador de Angostura luego de triunfar en la decisiva Batalla de San Félix, le haga sombra y decidió fusilarlo. El que seguía era Mariño, y también, ¿Por qué no? el mismo Páez.

Bolívar tenía una psicopatología alrededor del poder único y una enfermedad irremediable en pos de la gloria.

Todo el voluntarismo de Bolívar por establecer la hegemonía militar a través de su persona terminó fracasando. Aunque inesperadamente tuvo un continuador brutal en José Antonio Páez, el verdadero padre de la nación venezolana cuando atentó contra el proyecto de la Gran Colombia a partir del año 1826 proponiendo el secesionismo.

La rivalidad Páez vs Bolívar fue tan acérrima como la que existió entre Santander vs Bolívar. Todo esto nos lleva a una conclusión que Pino Iturrieta no deja de profundizar en sus muy lúcidos escritos: la independencia venezolana gestó el nefasto fenómeno sociológico del personalismo y su derivado militarista. Y ésta historia de errores nos sigue pasando factura hasta los días presentes

Director del Centro de Estudios Históricos de LUZ

Para concluir el verdadero sueño que permitirá liberar a Venezuela de la pesadilla que vive es tornar a su original proyecto de libertad expresada de forma tan poética en este artículo que comparto con Uds:

La lección de Andrés Bello (Andrés de Jesús María y José Bello López (Caracas, 29 de noviembre de 1781-Santiago de Chile, 15 de octubre de 1865)

POR Mariano José Nava Contreras (Maracaibo, 22 de mayo de 1967) escritor, investigador y traductor venezolano especializado en estudios clásicos. Doctor en Filología Clásica por la Universidad de Granada y profesor de la Facultad de Humanidades y Educación en la Universidad de Los Andes (ULA) desde 1991

PRODAVINCI 04/08/2018

A raíz de la ilustración que acompañó a mi artículo de la semana pasada, “Bolívar lector”, y que no podía ser otra que el célebre cuadro de Tito Salas(Caracas, Venezuela, 8 de mayo de 1887-18 de marzo de 1974), “La lección de Andrés Bello”, recordé unas viejas notas que hace tiempo escribí a propósito de ese cuadro y que hoy quiero compartir aquí. Van, entonces, a continuación:

De toda la iconografía heroica de Venezuela, copiosa y repetitiva, no hay un cuadro que me guste tanto como la “La lección de Andrés Bello” de Tito Salas. Desde siempre sentí fascinación por ese cuadro que sin duda constituye una rara y hermosa excepción entre las imágenes que nos cuentan la fundación de nuestra nación. No hay sangrientas batallas, ni tropas embistiéndose con furia, no hay caballos desbocados, ni sangre, ni muerte, ni estruendo de galopes que retumban en la polvareda, ni disparos, ni cañones, ni rostros desencajados por el dolor o la ira, ni gritos de juramentos altisonantes, todas esas cosas que desde hace siglo y medio quieren que admiremos y que todavía hoy, a pesar de que por todos lados vemos las dolorosas consecuencias, algunos siguen empeñados en hacernos creer que representan a la patria. No. “La lección de Andrés Bello” nos habla de una Venezuela totalmente diferente.

La escena se sitúa, qué duda cabe, en un patio, afuera, a la luz de la mañana caraqueña. Una de esas clarísimas mañanas en que el sol dibuja con precisión las curvas del Ávila y derrama su luz por el valle. Es una escena bucólica, como todo lo que tiene que ver con el Bello de aquellos años. Ambos jóvenes (el maestro apenas le lleva dos años a Simón, quien tan solo cuenta catorce) están sentados a la mesa, a la sombra de un árbol ¿Es un samán, una caoba de esas fuertes y bellas que se dan en el Valle de San Francisco? Es una ceiba, dice Rafael Ángel Díaz Sosa, nacional e internacionalmente conocido por el seudónimo literario de Rafael Pineda (Guasipati, Estado Bolívar 17 de Enero de 1926. fundador del Museo de Ciudad Bolívar en la Casa del Correo del Orinoco y autor de una extensa y densa obra literaria Estudió periodismo en la Universidad Central de Venezuela, Literatura en la Universidad de Carolina del Norte e Historia y Crítica del arte en las Universidades de Roma; Florencia, Venecia y Bolonia, falleció el martes dieciocho, del 2005, pasadas las cinco de la tarde y a la edad de 78 años en una Clínica de Caracas). en su estudio publicado por Ernesto Armitano (Boloña en 1924- 3 de agosto en Palo Alto, California (EUA), editado en Caracas, 1974) ¿Dónde están? ¿Acaso en el Patio de los Granados? Casi se puede sentir la brisa bajando de la montaña. Casi se puede oír el canto de los güitíos, de los tico-ticos, de los ponchitos con su cabecita tan amarilla, el bochinche de los loros y las guacamayas retozando por las ramas. Casi se puede sentir la corriente limpia del Anauco, del Catuche (“…que entre peñascos corra un arroyito”). En cualquier momento podría aparecer una ardilla o una pereza entre lo verde, un colibrí buscando entre las flores.

Salas representa a dos hombres mucho más maduros y robustos que el par de imberbes que entonces eran. Andrés, sin embargo, tenía ya bien ganada fama de brillante y dedicado en esa Caracas de “ocho iglesias, cinco conventos y un teatro” que conoció Humboldt. Salas nos pinta un Simón en la flor de la edad, con esa mirada negra, eléctrica y penetrante que todos dicen que tenía, muy pendiente de la lectura del maestro. Eran los tiempos en que “le amaba con respeto”, como él mismo recordara después. Bello luce mayor y acuerpado. No parece el debilucho muchachito que no pudo acompañar a Humboldt en su expedición hasta La Silla. El sol le pega de lleno en la frente amplia que incluso luce algunos surcos. Lee en voz alta y con la mano gesticula. Alineado con el tronco de la ceiba, atento y discreto escucha el padre Andújar bajo su hábito franciscano capuchino.

Sin duda lo que leen les apasiona, se les ve en el gesto aunque la escena luce plácida. ¿Lee en latín, lee en español, en francés? ¿Qué le lee Bello a Bolívar? ¿Acaso aquella carta de Séneca que dice que la montaña más alta es la que más atrae al rayo? ¿Acaso aquél poema de Horacio, versión del viejo Arquíloco, donde dice que no hay que alegrarse tanto en la fortuna ni entristecerse demasiado en la desgracia? ¿Acaso la Égloga IV de Virgilio, donde el pastor Polión anuncia al mundo la llegada de un tiempo nuevo (“otro Tifis habrá, y otra Argos…”)? ¿Acaso el canto VI de la Eneida, cuando Eneas baja a los infiernos para conocer el futuro de Roma?

¿Por qué me gusta tanto este cuadro? Como toda obra maestra, “La lección de Andrés Bello” nos dice muchas cosas a la vez. Nos habla de otra Venezuela, pero también de otra manera de entender la historia y la vida. Nos habla de miles de personas que cada mañana, sin mucho grito ni aspaviento, salen a estudiar y a prepararse para un día poder ser útiles a su tierra. Nos habla de dos jóvenes que no sospechan el destino que les aguarda (Heu quantum fati!, dijo Ovidio), que llegaron a tenerse afecto, y a los que la vida juntó y separó sin ellos saber cómo ni por qué. Nos cuenta la historia de dos carajitos, dos chamitos que se ponían a leer con pasión y a aprender con humildad bajo un árbol de Caracas. Nos dice también que la historia se escribe todos los días con el esfuerzo callado de cada uno, en una mesa de estudio, a la sombra de un árbol, no en palacios ni en batallas, lejos del griterío y la arrogancia de los que creen que están escribiendo la historia. Que no hacen falta uniformes ni armas para escribir la historia. Que los verdaderos cambios solo se dan cuando hay mucho estudio y reflexión. “La lección de Bello” nos cuenta acerca de un país pequeño en el que poco a poco se fueron acumulando los libros y los lectores, de una larga tradición de lectura y pensamiento, de reflexión, de gente estudiosa que se preparó calladamente y con esfuerzo antes de tomar las graves decisiones que le tocó. Nos dice finalmente que, mientras haya gente estudiando bajo un árbol, esta historia no se termina.

El cuadro, pintado en 1930, está expuesto en la Casa Natal del Libertador, a la vista de todos, para recordarnos que “La lección de Andrés Bello” no es solamente para Bolívar.

La lección de Andrés Bello a Bolívar, pintura de Tito Salas (1930)

La historia oficial venezolana ha tendido a obviar los méritos intelectuales de sus protagonistas. A menudo olvidamos que figuras como Rómulo Ernesto Betancourt Bello (Guatire, Venezuela, 22 de febrero de 1908 - Nueva York, Estados Unidos, 28 de septiembre de 1981), Rafael Antonio Caldera Rodríguez (San Felipe del Rey, 24 de enero de 1916​ - Caracas, 24 de diciembre de 2009), Ramón José Velásquez Mujica (San Juan de Colón, Táchira, Venezuela, 28 de noviembre de 1916 - Caracas, Venezuela, 24 de junio de 2014​) ni qué decir de Rómulo Ángel del Monte Carmelo Gallegos Freire (Caracas, 2 de agosto de 1884 - Ib., 5 de abril de 1969), fueron extraordinarios intelectuales, hombres de pensamiento tal vez antes que de acción.

Sin embargo, donde encontramos los ejemplos más sangrantes es en la generación de la Independencia. Muchas veces hemos resaltado la importancia de conocer el estado de la cultura y el pensamiento en la Venezuela de la segunda mitad del siglo XVIII, para entender mejor lo que pasó con aquellos venezolanos que después de mucho leer y reflexionar pasaron a la acción.

La lista de esos venezolanos cultos que se incorporaron a la lucha o prestaron importantes servicios a la nueva república, no es nada despreciable. El caso de Simón Bolívar es sin duda el más llamativo.

En una famosa carta fechada en Arequipa el 20 de mayo de 1825, Bolívar nos cuenta cómo fue su formación intelectual. Resulta que un viajero francés, Gaspard Théodore Mollien (París, Francia; 29 de agosto de 1796-Niza, 28 de junio de 1872), había publicado un libro producto de sus experiencias por estas tierras. En su Viaje por la república de Colombia, 1823, Mollien tiene expresiones despectivas contra el Libertador. Dice que es “inculto y ordinario”. Como no podía ser de otra forma, Bolívar, en carta a Santander, comenta indignado las expresiones de Mollien: “Mi madre y mis tutores hicieron cuanto era posible porque yo aprendiese”, dice en un conocido fragmento. “Me buscaron maestros de primer orden en mi país, don Simón Rodríguez, que Vd. conoce, fue mi maestro de primeras letras y gramática; de bellas artes y geografía, nuestro famoso Bello”.

En efecto, ya para entonces Andrés Bello ostentaba una bien ganada fama de intelectual y poeta, gracias a sus publicaciones en Londres. A continuación, Bolívar afirma haber leído “todos los clásicos modernos de España, Francia, Italia y parte de los ingleses, y todos los clásicos de la antigüedad, así filósofos, historiadores, oradores y poetas”.

Ofendido en su pundonor, en realidad a Bolívar no le hacía falta declarar su erudición. En casi cada una de sus cartas, documentos y proclamas, las numerosas citas de filósofos, poetas e historiadores muestran la cantidad y calidad de sus lecturas.

En 1825 el poeta guayaquileño José Joaquín Eufrasio de Olmedo y Maruri (Guayaquil, 5 de marzo de 1780-ibídem, 19 de febrero de 1847) le envía un ejemplar de La victoria de Junín o Canto a Bolívar, poema épico y grandilocuente que el Libertador destroza con fino gusto y erudición de crítico literario: “Vd. es poeta y sabe bien que de lo heroico a lo ridículo no hay más que un paso”, dice. Olmedo cuando se declara la Independencia, ya designado miembro de la Junta de Gobierno, redactó una Constitución para Guayaquil, trabajó en la reorganización del ejército y fue parte del triunfo de Pichincha, obtenido por Sucre. Bolívar llegó a Guayaquil y anexionó esta ciudad a Colombia, ante lo cual Olmedo protestó y se refugió con otros compatriotas en Perú, donde fue elegido diputado y participó en la redacción de la primera Constitución peruana.

En 1832 pidió auxilio a Simón Bolívar al estar en riesgo la libertad del Perú. Bolívar triunfó en Junín y Olmedo, con gratitud, escribió el Canto a Bolívar.

En 1825 Olmedo fue diplomático en París y Londres, para regresar a su país y representar a Guayaquil en la Constituyente de Ambato. Luego, en 1830, fue vicepresidente de la Nación y prefecto de Guayaquil.

Maneja con pericia sus fuentes: el Arte poética de Quinto Horacio Flaco  (Venusia, hoy Venosa, Basilicata, 8 de diciembre de 65 a. C.-Roma, 27 de noviembre de 8 a. C.), fue el principal poeta lírico y satírico en lengua latina. (La Epístola a los Pisones (Epistula ad Pisones, en latín) del poeta Horacio, más conocida como Arte poética (Ars poetica), ha venido a ser uno de los sostenes del clasicismo en la literatura. Su equivalente en la poesía oriental es el Wen Fu de Lu Ji (261-303). y L’art poétique de Nicolas Boileau , conocido como Boileau-Despréaux , es un escritor francés del Grand Siècle , nacido en 1st de noviembre de 1636 en París y murió en la misma ciudad en13 de marzo de 1711 (poeta y crítico francés del siglo XVII… La poética es un poema didáctico de mil cien alejandrino clásico (cada verso se compone de dos medias líneas de seis sílabas), dividido en cuatro canciones y lanzado en 1674 .), pero sobre todo los poemas homéricos, que conoce profundamente.

Que Bolívar se haya aficionado a la lectura desde su adolescencia no debe extrañarnos, dado el lujo de maestros que tuvo y el clima intelectual que reinaba entre los jóvenes de la oligarquía caraqueña a finales del siglo XVIII. Más tarde, cuando es enviado a Madrid, tendrá la oportunidad de disfrutar de la biblioteca de su pariente el Marqués de Ustáriz, prestigioso funcionario de la Corte en cuya casa se aloja. (Gerónimo Enrique de Uztáriz y Tovar (1735-1809), nieto del conocido economista Gerónimo de Uztáriz, heredará el título de marqués de Uztáriz, concedido a su tío Casimiro. Había nacido en Caracas, ciudad en cuya Universidad estudiará Artes, Leyes y Cánones, y donde más tarde serviría en un Batallón de Tropa Veterana hasta que parta para la Vieja España. El 27 de septiembre de 1809 pasó a ser ya sólo historia. En la iglesia de San Esteban, de Sevilla, una losa cubre su pasado.

Allí lee a los historiadores y filósofos antiguos en buenas traducciones francesas. Esas lecturas lo acompañarán en el fragor de la guerra y de la contienda política, pues hay testimonios de que no desperdiciaba sus pocos ratos libres para entregarse a los libros. Perú de Lacroix, en su Diario de Bucaramanga, cuenta que, cuando el tiempo estaba muy lluvioso y no podía salir, pasaba “la mayor parte del día” releyendo la Odisea de Homero. Lector entusiasta, cuenta de Lacroix que mandaba a llamar a sus edecanes y los hacía sentar junto a su hamaca para hacerles largos comentarios acerca de lo que estaba leyendo. Que Bolívar, hombre de viajes, dificultades y aventuras, haya sentido predilección por la Odisea es algo que tampoco debe extrañarnos.

¿Cuáles eran, pues, los libros favoritos de Bolívar? Afortunadamente lo sabemos, pues en sus viajes y campañas se hacía acompañar de una biblioteca portátil cuyas listas poseemos. Figuran allí, entre otros, los poemas de Homero y Virgilio, algunos títulos de Platón y Aristóteles, la Historia de Polibio, los Comentarios de César y las Vidas paralelas de Plutarco.

Como buen amante de la lectura, se encariñaba con sus libros: “Recomiendo a Vd. mucho mis papeles y mis libros”, es un encarecido ruego que hace al capitán Tomás Mosquera, encargado de mudar su biblioteca de Lima a Bogotá en 1827. En el número 7 de su testamento consta la voluntad de donar a la Universidad de su querida Caracas dos títulos de su propiedad que pertenecieron un día a la biblioteca personal de Napoleón Bonaparte. Uno de ellos es El contrato social de Rousseau.

Ojalá el próximo año, cuando volvamos a recordar un nuevo natalicio del Libertador, no pensemos tanto en el héroe guerrero y matón que se han empeñado en vendernos, sino más bien en el hombre estudioso que dedicó muchas horas de lecturas, meditaciones y trasnochos para que tuviéramos un país libre.

Comparto una historia poco difundida de Simón Bolívar que lo saca de las convenientes interpretaciones que se han hecho de él como militar y “hombre de las dificultades” que justifican la tamaña ignorancia de sus seguidores bolivarianos de este siglo, nada más:

BOLÍVAR Y EL MARQUES DE USTARIZ

Autor: ©Giuseppe Isgró C.

El 19 de abril de 1799, a los 16 años, Simón Bolívar, se embarca para España, con el objetivo de perfeccionar sus estudios.

Allí estará hasta mayo de 1802. Lleva con él las Vidas Paralelas, de Plutarco, de las cuales es asiduo lector. Su tío Esteban Palacios, queriéndolo preparar para la carrera diplomática, le pone al frente de profesores de lenguas: francesa, inglés e italiano; de matemáticas, baile, esgrima y equitación, durante aproximadamente un año.

Empero, la mayor influencia en su formación la ejercerá el sabio Marqués de Ustariz, a quien Bolívar estimaba como a uno de los siete sabios de Grecia. Lo admiró, expresándose de él, siempre, con veneración.

La denominación de Siete Sabios fue el título dado por la tradición griega a siete antiguos sabios griegos (alrededor del 620 — 550 a. C.), renombrados por su sabiduría práctica que consistía en una serie de aforismos memorables. Merecieron dicho nombre debido a que sus enseñanzas o frases son una guía de la vida de los hombres. Este conjunto incluye tanto a filósofos como a estadistas o legisladores.

La tradición de los Siete Sabios se mantuvo a lo largo de los siglos. Por ejemplo, Plutarco compondría un Ágape para siete sabios.

Caliope, entre medio de Socrates y los Siete Sabios, (Baalbeck, siglo III EC) expuesto en el Museo Nacional de Beirut.

El mundo antiguo nos ha dejado varias relaciones de los Siete Sabios. Una la presenta Platón en el diálogo Protágoras (Prot. 343a). Otra, la que aquí sigue, procede de Estobeo (que no incluye en la lista a Misón de Quene, mencionado por Platón, y pone en su lugar a Periandro).

Cleóbulo de Lindos: se le atribuye la máxima La moderación es lo mejor. Gobernó como tirano de Lindos, en la isla griega de Rodas, c. 600 a. C. También se conoce su aforismo Aceptar la injusticia no es una virtud, sino todo lo contrario.

Solón de Atenas: acuñó la máxima Nada con exceso, todo con medida para guiar el comportamiento práctico de los hombres. Solón (640 a. C. - 559 a. C.) adquirió fama como legislador y reformador social en Atenas. Otras máximas que se le atribuyen adoptan la forma del Decálogo de Solón.

Quilón de Esparta: autor de la máxima No desees lo imposible. Político del s. VI a. C., intenta mejorar los sistemas para controlar mejor a los más altos funcionarios del estado. Asimismo, se le atribuye la militarización de la vida civil de Esparta y las primeras medidas para la educación castrense de la juventud.

Bías de Priene: La mayoría de los hombres son malos, indica la máxima atribuida a este político griego que alcanzó gran fama como legislador en el s. VI a. C.

Tales de Mileto: Filósofo y matemático, destacó gracias a su sabiduría práctica, a su notable capacidad política y a la gran cantidad de conocimientos que poseía. Se le atribuye la máxima En la confianza está el peligro.

Pítaco de Mitilene: fue un estadista griego (c. 650 a. C.) que gobernó en Mitilene (Lesbos), junto con el tirano Mirsilo. Pítaco intentó restringir el poder de la nobleza, y ejerció el poder apoyándose en las clases populares. El aforismo por el que se le conoce es Debes saber escoger la oportunidad.

Periandro de Corinto: como tirano de Corinto, intentó mantener la estabilidad política interna y propició la prosperidad del país durante el período entre los s. VII-VI a. C. Se ocupó de reglamentar y humanizar el trabajo de los esclavos, protegió a la clase social de los campesinos pobres y obligó a la nobleza a reducir la suntuosidad de sus gastos. También llevó a cabo una sistemática política colonial de conquistas. La larga estabilidad de que gozó Corinto bajo su mandato contribuyó a que fuera incluido en el grupo de los sabios de Grecia. Es autor de la máxima Sé previsor con todas las cosas.

El Marqués de Ustariz poseía una de las mejores bibliotecas personales y había cultivado una sólida y profunda cultura clásica y filosófica. Francisco de Miranda que le conoció en 1778, se expresó elogiosamente de él, por: -“sus profundos conocimientos en las ciencias morales y políticas y por sus virtudes públicas y privadas pocos comunes”-.

Fue quien convirtió a Bolívar en un verdadero estudiante y estimuló el desarrollo de su personalidad a niveles muy elevados. Bajo su guía, estudió con profesores selectos las materias de: Matemáticas, idiomas vivos, filosofía, literatura e historia.

Profundizó el estudio de los autores clásicos de la antigüedad, así como los de todos los países y épocas, entre ellos Homero, Herodoto, Tucidides, Platón, Aristóteles, Cicerón, Séneca y Marco Aurelio.

Leyó, también, a Helvetius, D`Lambert, Filangieri, Rollin, Berthot; Labaide; Mably, Robertson, -de quien leyera su Vida de Carlos V y la Historia de América; Lord Chesterfield y los dos tomos de sus famosas Cartas a su hijo. Conoció –y leyó- la Enciclopedia, y un gran número de otros autores. Bolívar, solía expresar: -“Más se aprende conversando con el Marqués de Ustariz que en las obras de los sabios”. Bajo su guía, Bolívar comenzó a amar las grandes obras del espíritu humano, a meditar sobre sus ideas y a conversar con él sobre los variados temas de sus lecturas. Adquirió el hábito que lo mantendrá durante toda su vida, de alimentar su espíritu con las obras de los grandes pensadores de todos los tiempos.

El Marqués de Ustariz, es realmente quien gestó al futuro gran Estadista que luego sería Bolívar. Con él consolidó Bolívar su acervo cultural que tanta confianza le daría al emitir con brevedad juicios profundos y certeros, en cada una de sus actuaciones. En la casa del Marqués de Ustariz se efectuaban reuniones constantes con intelectuales destacados, cuyo intercambio de ideas, en el cual participó Bolívar, fue un medio importante para ampliar sus horizontes culturales y su visión de líder continental.

Cuando se va rastreando la influencia de las lecturas de Bolívar, se descubren las huellas de las mismas en muchos acontecimientos importantes de su trayectoria; por ejemplo: su decreto de la “Guerra a Muerte”, en el cual obligaba a los que vivían en Venezuela, durante la guerra de la independencia, -realistas y patriotas- a definirse por el bando de la causa patriótica, se inspiró en el emitido por Solón, cuando éste decretó que en épocas de peligro para la Patria ningún ciudadano podía permanecer indiferente.

La Carta con las instrucciones para la educación de su sobrino Fernando, -que constituye de por sí una joya de la Pedagogía moderna, de lectura obligada para todo intelectual- denota la influencia de las lecturas de Aristóteles y de Plutarco; del primero, cuando se refiere a la educación musical, -sugiriendo que no era preciso impartírsela salvo que mostrara una predisposición especial para dedicarse a este arte- reflejando el pensamiento aristotélico al respecto y del segundo, en lo referente al estudio de la historia, debiéndola estudiar comenzando desde la más reciente hasta remontarse, gradualmente, a la más antigua, emulando el plan de Plutarco en la redacción de sus Vidas Paralelas. En el Resumen sucinto de la Vida del General Sucre, emula el arte de la biografía al estilo del gran Maestro de Queronea, al poner énfasis en los detalles edificantes, la cual constituye una auténtica obra maestra.

ESA ES LA VERDADERA VENEZUELA...

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