Cuando el mundo de ficción de los super villanos se hace realidad...o el mal se posesiona como un al
Vamos a ver cómo explicarles lo que siento. Voy a presentar la realidad que observo en Venezuela en unas entradas que publicaré a continuación, porque estoy de verdad anonadad.El mal y la oscuridad están materializadas en personas y situaciones concretas de nuestra vida cotidiana. Se repiten ciclos ya conocidos pero con diferentes realidades y actores.
El mal se ha impuesto en el mundo, tanto que hasta el presente universo de los superhéroes está dominado por los super villanos. El 5 de octubre se estrenó Venom, el filme sobre el simbionte alienígena anti- héroe, que suele ser villano en las aventuras de Spider-Man en los cines de todo el mundo. El término simbiosis (del griego: σύν, syn, 'juntos'; y βίωσις, biosis, ‘vivir’) se aplica a la interacción biológica, a la relación estrecha y persistente entre organismos de diferentes especies. Los organismos involucrados en la simbiosis son denominados simbiontes.Los Simbiontes son una raza ficticia de parásitos extraterrestres amorfos que aparecen en el universo compartido de Marvel Comics. Los simbiontes envuelven sus huéspedes como trajes, creando un vínculo parasitario a través del cual la mente del huésped puede ser influenciada.Las primeras apariciones de un simbionte se producen en The Amazing Spider-Man #252, The Spectacular Spider-Man #90, y Marvel Team-Up #141 (lanzado simultáneamente en mayo de 1984), en el que Spider-Man trae uno a la Tierra después de las Guerras Secretas (Secret Wars #8, que fue lanzado meses después, detalla su primer encuentro con él). El concepto fue creado por un lector de Marvel Comics, con la editorial comprando la idea por $220. El diseño original fue modificado luego por Mike Zeck, convirtiéndose en el simbionte Venom. El concepto sería explorado y utilizado a lo largo de múltiples historias, spin-off y proyectos derivados. A Venom o mejor conocido como la araña negra se le considera uno de los ejemplos básicos del concepto de antihéroe oscuro y violento popularizado en el cómic estadounidense a partir de finales de los ochenta y principios de los noventa.Su origen e historia se ha modificado según las circunstancias y los gustos de distintos tipos de público, pero siempre permanece inalterable el hecho de que es realmente un simbionte, casi siempre de origen extraterrestre y que comparte con Spider-Man muchos de sus poderes y habilidades (adherirse a casi cualquier tipo superficie, generar tela de araña, gran fuerza y agilidad, puede extender partes de sí mismo para adherirse, etc.) e incluso su aspecto debido al vínculo que mantuvieron ambos en el pasado. Su apariencia es muy similar a la de Spider-Man, enfundado en un traje negro azulado con el dibujo de una araña blanca en el tronco. Las principales diferencias con él radican en el aspecto más musculoso de Venom, su naturaleza más agresiva y violenta, y su boca: de maxilares prominentes, a menudo babeante y poblada de afilados dientes de entre los que suele sobresalir una larga lengua. Se le considera la parte retorcida del Hombre Araña. En un principio se presentó al simbionte como una criatura solitaria, "muda" y con ansias por una persona a la que adherirse y de esta manera sobrevivir, lo que ha cambiado recientemente, presentándose esencialmente como un ser con voluntad propia, opresivo y con la característica de conversar por sí mismo. En realidad no posee un nombre definido o propio, Venom solo es un seudónimo con el que se le conoce en la Tierra tras su llegada.
Para quienes desen conocer más el horrible personaje, les diré que formó parte de los Vengadores Oscuros (Dark Avengers) un equipo de supervillanos del universo Marvel, creado por el historietista estadounidense Brian Michael Bendis e ilustrada por Mike Deodato; fue publicado en formato comic bok como parte de una multiserie que inició con Dark Reign.La creación de los Vengadores oscuros es el primer paso del reinado oscuro de Norman O
Ese día era arrestado en Venezuela, en Maiquetía el dirigente de Primero Justicia Fernando Alberto Albán Salazar (1 de octubre de 1962-Caracas, 8 de octubre de 2018) Nos recordamos al instante de otro conocido e icónico asesinato en manos del régimen de turno: Jorge Rodríguez, secretario general de Liga Socialista, era arrestado y asesinado en las torturas de los calabozos de la DISIP en 1975. La ironía es que los que están en el poder son ahora los hijos del conocido "mártir" de la izquierda revolucionaria nacional. La tortilla se volteó y de nuevo la mesa está servida para ofrecernos una cara de la brutalidad humana.
Nos enfrentamos ahora a "La crueldad ideológica de los totalitarismos
POR Wolfgang Gil Lugo
Fotograma de El gran dictador (1940), de Charles Chaplin
04/01/2018
“Mi pueblo está destruyéndose por la falta de conocimiento”
Oseas (4:6)
“Si no tienen pan, que coman pasteles” es la despectiva frase que se le atribuye a María Antonieta, quien no mostró compasión por el hambre del pueblo francés durante los días previos a la revolución.
Era la actitud característica del Ancien Régime, como se le denomina a esa etapa histórica. Lo más razonable sería pensar que, con el fin de las monarquías absolutas, se acabaría el desprecio por el pueblo en los regímenes donde los gobernantes son elegidos por medios democráticos. No fue así.
¿Cómo aparecen los psicópatas políticos en las repúblicas modernas? Aparecen en un escenario de perversión política que tiene lugar cuando el electorado se convierte en cómplice de la corrupción y la impunidad. De esa manera surgen los tiranos contemporáneos, quienes no sienten compasión ni empatía y son inmunes a cualquier remordimiento. Hacen gala de crueldad ideológica al causar dolor y miseria a los débiles e indefensos.
Hay un desprecio prerrevolucionario y otro revolucionario. Las revoluciones pretendieron acabar con las clases sociales y terminaron imponiendo nuevas clases dominantes más autoritarias y tiránicas. Este hecho paradójico parece que escapa a muchos intelectuales malamente autocalificados de progresistas, a pesar de las evidencias de que, en Corea del Norte, el comunismo se convirtió en una monarquía absoluta y hereditaria, mientras en Cuba la cosa va por el mismo camino.
A los gobiernos totalitarios les interesa crear un tipo de fanático, el conformista obediente, que no encuentra ninguna contradicción entre la ideología y el régimen. Todorov escribe:
“El comunista típico ya no es un fanático, sino un arribista. Está dispuesto a cambiar de convicciones por encargo: a lo que aspira es al éxito y al poder personal, no a la victoria lejana del comunismo. Marx, Lenin y Stalin son las tres hadas que se han inclinado sobre la cuna del Estado totalitario y que lo han provisto de sus principales virtudes” (El hombre desplazado, Madrid, Taurus, 2008, p. 41).
Para esos mismos gobiernos, hay un tipo de fanático que no les interesa, el idealista, que no es otro que el purista de la ideología. Este exige coherencia entre el pensamiento y la acción. Por tal razón el nuevo régimen elimina a la mayoría de quienes participaron al inicio de la revolución, acabando así con la crítica interna.
El despotismo de la libertad
Isaiah Berlin (6 de junio de 1909, Riga, Letonia - 5 de noviembre de 1997, Oxford, Reino Unido) en su ensayo Dos conceptos de libertad, en la sección ‘‘El templo de Sarastro’’ (el personaje de un sacerdote que vive en un recóndito castillo en la Flauta Mágica de Mozart), nos alerta sobre una superstición intelectual: el “gobierno de los sabios”. Berlin está de acuerdo con que personas de gran sabiduría ocupen posiciones de liderazgo en la sociedad. Lo que cuestiona es la suposición de que la racionalidad individual se pueda traspasar sin problemas al Estado. Para prevalecer, la racionalidad individual debe someter las pasiones que obnubilan el pensamiento. Si se traslada esto a nivel político, la clase gobernante, el equivalente de la racionalidad, debe someter al pueblo, que es el equivalente de las pasiones. Así se crea la ficción del Estado racional, o, mejor dicho, del régimen falsamente racional.
Hay que aclarar que Berlin no está contra la racionalidad en sí misma; todo lo contrario. Lo que cuestiona Berlin es el concepto de racionalidad instrumental. Es la racionalidad que supone que el bien es unívoco, es decir, que hay una sola concepción del bien y por tanto no hay que discutirla. Por el contrario, una sociedad libre supone que el bien es susceptible a varias interpretaciones (sin caer en el relativismo) y, por tanto, hay que discutir con todos los miembros de la población. La racionalidad instrumental es la base de la tecnocracia. Así como puedo dominar a la naturaleza con la tecnología, ¿puedo dominar a los humanos con legitimidad?
El tecnócrata considera que se puede responder afirmativamente a esa pregunta, pues cree que está justificado dominar a los demás si es racional y no arbitrario. No se considera coacción obligar a alguien a que cumpla con la finalidad racional de su verdadero yo. Eso da lugar a los autoritarismos. Esto supone que la libertad es igual a ley más la autonomía del individuo. Es pensar fantasiosamente que, en la medida en que aumente el número de individuos autónomos, la ley irá desapareciendo.
Este supuesto subordina la libertad de pensamiento a los “sabios” de la política. Dicha forma de pensar se encuentra en los moralistas dogmáticos, donde el gobierno tiene la obligación de imponer la educación a la población, tal como sucede en Fichte. El mismo supuesto funciona también para el irracionalismo estético, como por ejemplo, Nietzsche. Ni siquiera el cientificismo de Comte escapa a esta forma de pensar.
Dicho supuesto se basa en la alienación de la mayoría como justificación de la imposición autoritaria. La mayoría no sabe lo que le conviene, solo la elite iluminada conoce lo que es bueno para todos. De esta forma tiene lugar la inversión del autogobierno individual al autoritarismo político, dando como resultado una paradoja: el despotismo es la libertad.
La cultura disfuncional
El despotismo de la libertad trae como consecuencia la desintegración del individuo humano. En la actualidad, hay muchos factores culturales que favorecen dicha desintegración. Eric Kahler, en su libro La torre y el abismo (Buenos Aires, Fabril editora, 1959), nos explica que ha tenido lugar una escisión en la mente contemporánea. El aspecto externo de esa escisión toma la forma de la colectivización.
En el pensamiento colectivista, se considera que las diferencias grupales son más significativas que las diferencias individuales dentro de los grupos. Este énfasis en los grupos termina suprimiendo el valor del individuo y, por tanto, de sus derechos. El colectivismo puede poner en peligro al liberalismo propio de las democracias cuando la mayoría del grupo es capaz de disminuir la libertad de los individuos.
El colectivismo se expresa en racionalización y mercantilización. El concepto de racionalización hace referencia al modo en que las sociedades modernas han venido siendo sometidas a un proceso de ordenamiento y sistematización, con el objetivo de hacer predecible y controlable la vida del hombre. Este proceso se hace manifiesto en por lo menos tres ámbitos de la vida humana. Primero, a nivel de la cosmovisión, en la que se ha venido produciendo lo que Weber llamaba “el desencantamiento del mundo” respecto a la naturaleza. Ya no hay Dios ni hadas ni duendes; se produce una “desmitificación de la vida”, es decir, una creciente “secularización” de las creencias y los valores. Segundo, a nivel de la acción colectiva, en donde la política, la economía, el derecho y demás instituciones de la vida pública se convierten en organizaciones tecnocráticas. Tercero, a nivel de la acción individual, donde el estilo de vida personal se orienta de acuerdo a patrones funcionales de producción y consumo. Este último punto es la transición a la mercantilización.
La mercantilización es el proceso de reducir los valores no económicos en mercancías. Esto tiene lugar en dos niveles. El primer nivel se refiere al mundo de las cosas: los productos se transforman en artículos comercializables con fines de lucro. Es decir que el valor de cambio de los objetos prevalece sobre su valor de uso. El valor de uso de los objetos es aquel que se deriva de su capacidad para satisfacer necesidades humanas, mientras que su valor de cambio es la cantidad de dinero por la que se puede permutarlos para adquirir otros bienes y servicios. El segundo nivel se refiere al mundo humano: el proceso de mercantilización avanza hasta convertir incluso el trabajo humano y el tiempo en bienes de mercadeables.
Tanto la racionalización como la mercantilización son ilustradas, en registro de sátira social, en Tiempos modernos (1936) de Chaplin. En esta película tiene lugar la famosa escena donde el personaje protagónico de Charlot es un obrero que se convierte en un apéndice a la maquina industrial. Se puede hablar aquí de un primer nivel de alienación.
Ante estas amenazas contra la naturaleza humana, se pueden tomar dos alternativas. Una de ellas es profundizar el mal en nombre de la curación. Salir de la sartén para caer en el fuego. Este es el camino de las revoluciones autoritarias, donde tiene lugar un segundo nivel de alienación, la cual está caracterizada por las dictaduras contemporáneas.
La dictadura toma las formas de totalitarismo y terror. Esto es más propio de sistemas como el fascismo y el comunismo. Se conoce como totalitarismos a las ideologías, los movimientos y los regímenes políticos que consideran que el Estado tiene el poder absoluto sobre todos los aspectos de la sociedad, en consecuencia, la libertad está seriamente restringida y el ejecutivo ejerce todo el poder sin divisiones ni restricciones.
Los regímenes totalitarios se diferencian de otros regímenes autocráticos por ser dirigidos por un partido político único que se funde con las instituciones del Estado. Estos regímenes, por lo general exaltan la figura de un personaje que tiene un poder ilimitado que alcanza todos los ámbitos y se manifiesta a través de la autoridad ejercida jerárquicamente. Impulsan un movimiento de masas en el que se pretende encuadrar a toda la sociedad. Hacen uso intenso de la propaganda y extreman los distintos mecanismos de control social y de represión, especialmente de la policía secreta.
El terror es el instrumento de control de la sociedad por medio de una brutal represión por parte de los gobernantes totalitarios, quienes hacen uso y abuso del recurso al terrorismo de Estado. Como afirmaba el mismo Robespierre: “El terror no es más que la justicia rápida, severa e inflexible”.
La esperanza posible
Siempre habrá psicópatas con ansias de poder. Cómo evitar ese tipo de personaje es el gran desafío de la política democrática de todos los tiempos. El mejor antídoto para evitarlos es educar a la población para que resista la seducción de los hipnotizadores.
Karl Martin August Kähler (6 de enero de 1835, Gurievsk, Rusia - 7 de septiembre de 1912, Freudenstadt, Alemania) nos advierte que, para evitar el primer nivel de alienación (la enajenación capitalista), no es necesario caer en el abismo del segundo (la enajenación totalitaria). Hay que apostar por el despertar de las conciencias para evitar el triste espectáculo de una población mendigando las migajas que caen de la mesa de los opresores.
Para explicar esa parte de la población todavía está hipnotizada por el discurso totalitario, es necesario acudir al concepto de alienación, pero de un tipo diferente. Es imposible no desarrollar un discurso crítico sin el concepto de negación de la naturaleza humana. Ahora bien, dicho concepto puede servir tanto para la liberación como para la dominación. Como ya vimos, de acuerdo a Berlin, el concepto de alienación se pone al servicio del “gobierno de los sabios” que es como él llama a la libertad positiva tecnocrática, es decir, que supone que el bien es único y solo conocido por la élite, por tanto, no se discute cuál es el bien, se da por sentado, el asunto es solo encontrar los medios para realizarlo.
Desde el punto de vista humanista, el concepto de alienación es necesario para comprender la degradación humana. Como alerta Albert Camus, el olvido de la esencia humana conduce al totalitarismo y al genocidio. Así es posible salvar al concepto de alienación si se conecta con la idea de sociedad libre del mismo Berlin, es decir, donde el gobierno respeta al derecho y la moral, y se puede agregar que considera que el bien es multívoco. En otras palabras, hablamos de una saludable democracia liberal. Si damos un paso más hacia la humanización, se puede poner el concepto de democracia al servicio del poder cooperación alejándolo del poder dominación.
La misión es difícil, implica despertar las conciencias de los fanáticos conformistas, quienes sufren el síndrome del “miedo a la libertad” diagnosticado por Erich Fromm. Es tarea difícil pues se lleva a cabo con las herramientas de la persuasión y el diálogo. El propósito consiste en que las personas recuperen su propio poder para luchar por la democracia, y no ser más cómplices de la crueldad ideológica que los tiraniza.
Fernando Alberto Albán Salazar (1 de octubre de 1962-Caracas, 8 de octubre de 2018)
La duda de que Albán se haya quitado la vida surge por el estilo de vida, conducta e ideales que llevaba, algunas de ellas destacadas en la siguiente lista:
1. Era religioso: Allegados y familiares de Albán informaron que el político fallecido fue una persona apegada a los principios religiosos que, es sabido, la mayoría de las religiones van en contra del suicidio. Incluso era presidente de la Comisión de Culto del Concejo del municipio Libertador.
2. Su familia: Según sus familiares, Albán había dedicado parte importante de su vida en la formación y crianza de sus tres hijos, quienes residen en Estados Unidos, país a donde tenía previsto ir en enero cuando entregara su cargo. A ellos les inculcó valores y principios para que llevaran la vida de la forma correcta, según indicó su propio hijo Fernando Albán Osio.
3. Apoyaba programas sociales: El concejal aprovechaba su cargo político para promover ayudas sociales en las comunidades de Caracas, entre estos destaca el programa “Todos somos responsables de todos” destinado a brindar ayuda alimentaria a personas de escasos recursos económicos.
4. Carrera política: Albán tenía claramente planteada la lucha contra la tiranía y para la defensa de la democracia en Venezuela, su propósito era ver al país libre de un régimen que consideraba dictatorial, por tanto no hubiese decidido morir sin ver cumplido este objetivo.
5. Manejaba información valiosa para lograr la salida del Gobierno de Nicolás Maduro: De acuerdo con lo informado por el excoordinador de la morgue de Bello Monte William Jiménez, Albán conocía sobre los informes de autopsias reales practicados a los cuerpos en el caso Óscar Pérez, y estaban preparando las denuncias sobre esto ante instancias internacionales.
6. Quería defenderse: El abogado Ramón Aguilar, quien además era compadre de Albán, indicó que luego de la detención del concejal se logró comunicar con él y le manifestó sus intenciones de hacer frente a las acusaciones en su contra de participar en el supuesto atentado contra Nicolás Maduro. “Estaba preocupado, pero no era un hombre abatido o derrotado”, sentenció.
7. No tenía conducta suicida: El psicólogo Alberto Barradas aseguró que los procesos para el suicidio son lentos por lo que descartó que debido a su detención Albán haya podido atentar contra su vida puesto que sólo tenía 72 horas en el Sebin, “tres días de presión no llevan a algo así… Es imposible”, sentenció.
Todo suicidio es producto de un proceso emocional. En condiciones depresivas es usual, pero siempre es lento. Por otro lado, 3 días de presión no llevan a algo así. En términos psicológicos es prácticamente imposible que el Sr Alban se haya suicidado.
— Alberto Barradas (@Psicovivir) October 8, 2018
Fernando Albán encabeza el grupo que en la parroquia de la UCV los domingos de cada mes reparte las "Ollas solidarias" de comida para mitigar el hambre que domina en Venezuela. Forma muy especial, nada violenta, de hacer "patria" sin tiros ni resentimientos.Cada mártir representa el espíritu de su época. Albn es hombre civil, ese que representa el proyecto de la Venezuela que se anunciaba el 5 de julio de 1811, que se quiere borrar a partir de la refundación de la república, bajo el mote de Bolivariana, al que algunos fanáticos chavisras,agregan el insólito adjetivo de "CRISTICA" como registra el portal web Aporrea. org.,
Aqui está reflejado un deseo de los congresistas reunidos el 5 de julio de 1811 en Caracas, para establecer un país: Venezuela, libre según el proyecto civil de Francisco de Miranda, concretado en Valencia (Edo. Carabobo) el 18 de agosto de 1811.
Aqui se representa las energías de la República de Venezuela firmaba por los representantes de las 7 provincias que unidas declararon la Independencia, al finalizar la última firma del Acta que decretaba la misma, como lo presenta el astrólogo y psicólogo Néstor Sánchez Quintero para ilustrar su propuesta de Venezuela, la Nueva Jerusalén, acta que fue firmaba en Valencia (Edo. Carabobo) por las condiciones en que estaba Caracas en ese momento.
Esta carta natal representa las energías durante el Congreso de Valencia de 1830, que decreta la Independencia del Departaento de Venezuela de la Gran Colombia. Hay que
observar que esta constitución junto con la del 1961 serán las de mayor duración en el ejercicio legislativo de Venezuela hasta el arribo del castro/comunista régimen de Hugo Chávez que varió el curso de la historia patria refundando a Venezula. como veremos en la carta a continuación.
En esta carta está Venus en Escorpio en casa V, que nos aporta la maldad profunda que anima al régimen, intención llena de resentimiento que la da a luz, crea, como una hija de una patria terrible, oscura, mala, a la que justamente la muerte de Fernando Albán delata de forma pública, pues los crímenes cometidos habían sido silenciados durante casi 20 años, cargando siempre contra la IV República, colocando como emblema la muerte de "inocente"y paternales guerrilleros heroicos en tortura, de la que es ícono Jorge Rodríguez padre, y resulta que bajo el gobierno de sus hijos, muere asesinado otro líder, nada mediático ni cruel,todo lo contrario católico y convencido promotor comunitario, del signo Libra, regente de la Casa V de la República Bolivariana, la que marca sus creaciones e hijos, por lo que Albán devela la
Libra oscura que asesina en sus días, la Venus oscura que bajo declaraciones de amor, repiten las autoridades del régimen comunista de Nicolás Maduro, cuando es todo lo contrario,una venganza urdida por años, Fernando Albán toma el testigo de la decencia e ideales de la patria, que le han querido endosar a Rodríguez, y lo lleva de forma conocida por todos, no una camarilla nada más...Venus estaba también en Escorpio, retrógrada, a 10° de dicho signo, el 8 de octubre cuando asesina a Albán, removiendo el eje escorpio/tauro de la República Bolivariana de Venezuela, representado también por los hijos de la revolución: Jorge Rodríguez Gómez (Escorpio) y Delcy Eloina Rodríguez (Tauro) los grandes ideológos de lo que sucede, y unida a Saturno en Capricornio y Neptuno en Piscis, junto a otras aspectaciones que aclararé en entradas posteriores,descubren las mentiras de forma tan inesperada, promovida por Urano en tauro, que el régimen ante el miedo que la opinión pública puesta ya al tanto de todo, continúe adentra´ndose n sus bajezas, decide dar la libertad a Lorent Saleh: “Después de cuatro años puedo ver el amanecer”
13 octubre, 2018
“Hoy, después de cuatro años, puedo ver el amanecer en un país libre y todavía estoy asimilando eso”, aseguraba emocionado este sábado a su llegada a la Terminal 4 del aeropuerto de Barajas el joven venezolano Lorent Saleh, preso político desde hace más de cuatro años y enviado al destierro por el régimen de Nicolás Maduro.
El exdirigente estudiantil, detenido en septiembre de 2014 bajo la acusación de delitos contra el orden constitucional y entregado a Caracas por Colombia, llegó a las 10.15 horas a Madrid en un vuelo de Iberia, acompañado del secretario de Estado para Iberoamérica, Juan Pablo de Laiglesia, después de ser excarcelado y conducido hasta el avión sin poder abrazar a su madre, Yamileth, que aguardaba su salida a las puertas de la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin).
“Te amo, gracias por todo lo que has hecho, mami”, le pudo decir al fin entre lágrimas una vez en suelo español a través de un teléfono móvil y rodeado de decenas de exiliados venezolanos que se acercaron a la T4 a darle la bienvenida “a la libertad” y le llamaban “valiente”.
Según Lorent Saleh, nunca pensó que este momento iba a llegar y poder describir lo que significa para él y su familia es muy difícil. “España ha hecho una labor increíble” y “va a ser muy difícil retribuir todo lo que ha hecho”, destacó.
Pero a continuación recordó que “hay compañeros que siguen detenidos, que están ahí presos y están sufriendo”. “En Venezuela hay seres inocentes tras las rejas, secuestrados, y que merecen cruzar el puente como lo crucé y no podemos dinamitarlo. Hay que cuidar ese puente para que mucha gente pueda ver también la libertad”, apuntó.
El activista, galardonado con el Premio Sajarov a la Libertad de Conciencia en 2017 por el Parlamento Europeo, llamó a la unidad de los venezolanos para lograr el “rescate de la democracia y la libertad” en su país. “En Venezuela no hay libertad” y “no hay descanso en la lucha”, señaló. Para el hasta ahora preso político, los venezolanos se encuentran en un punto clave y “esta crisis es la oportunidad para presentar un nuevo proyecto de integración al país”. “Vamos a regresar todos a levantar ese país tan hermoso”, animó a sus compatriotras.
Saleh explicó que un día antes de su excarcelación únicamente le dijeron que iba a empezar “un nuevo proceso”, pero que no supo de que se trataba hasta que lo subieron a una patrulla y lo trasladaron hasta el aeropuerto de Maiquetía, donde embarcó rumbo a España. Este destierro vulnera el artículo 50 de la Constitución venezolana, que señala expresamente que ningún acto del Poder Público “podrá establecer la pena de extrañamiento del territorio”.
En cuanto a la reciente muerte bajo custodia de las fuerzas de seguridad venezolanas del concejal Fernando Albán, el exlíder estudiantil aseguró que, “si lo asesinaron o se suicidó, cualquiera de los escenarios es igual de grave”. A su juicio, se trata de “una muestra de hasta qué punto llevan a un individuo con el terrorismo de Estado”. “Es nuestro deber alzar la voz contundente”, agregó.
Nada más llegar a Madrid, emprendió los trámites para solicitar su estancia en el país como refugiado y, según indicó, tiene que ir a un urológo para revisar un problema que padecía, si bien, sobre su estado de salud, proclamó, mirando a los compatriotas a su alrededor: “Qué mejor vitamina que esto que estoy viendo ahora”. “Espero reencontrarme con mi mamá pronto», añadió.
Yamileth Saleh, desde Caracas, advertía al régimen, por su parte, que no tiene “nada que agradecer al Gobierno, porque mi hijo nunca tuvo que estar preso, mi agradecimiento es hacia Dios, hacia el pueblo venezolano y la comunidad internacional”, informa Gabriela Ponte. “El Gobierno de España fue el que nos ayudó a lograr esto”, añadió.
Excarcelación por “riesgo de suicidio”
El canal estatal VTV publicó un comunicado en el que se indica que la Comisión de la Verdad creada por la oficialista Asamblea Nacional Constituyente (ANC) recomendó excarcelar al opositor de 30 años por riesgo de suicidio, informa Efe. “Durante el tiempo de su detención (Saleh) fue sometido a diversas evaluaciones psicológicas, manifestando conductas violentas, destructivas y suicidas que ponían en peligro su integridad personal”, dice el escrito.
https://youtu.be/sgDaDzxdg0E
Debido a estas circunstancias, la comisión “realizó un conjunto de recomendaciones dirigidas a reducir el riesgo que pudiera representar en estas condiciones” y estas sugerencias fueron acogidas por la Justicia que dictaminó este viernes unas medidas cautelares. “En el día de hoy el referido ciudadano se trasladó a España en compañía de autoridades del Gobierno de ese país en atención a la petición formulada”, prosigue el comunicado.
El Gobierno recuerda en su declaración que Saleh “se encontraba privado de libertad por su participación en la comisión de delitos contra el orden constitucional en el marco de graves acciones dirigidas a generar violencia, desestabilización y alteración de la paz».
Específicamente en 2011 fue acusado por “divulgación de información falsa que causa zozobra”, tras ser detenido con tirachinas y otros materiales utilizados en protestas, pero escapó fuera de Venezuela. Fue detenido en Colombia y deportado a Venezuela por decisión del presidente Juan Manuel Santos en 2014 y a su llegada fue acusado de otros tres delitos.
El llamado plan de reconciliación que promueve el chavismo busca establecer una mesa de diálogo formal entre el Gobierno y la oposición para buscar salidas a la crisis institucional que vive el país caribeño. El expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero lidera estas gestiones y ha logrado que ambas partes se acerquen en un par de ocasiones, pero las conversaciones han terminado sin acuerdos.
Ante el horror que siento me remonto nuevamente para explicar lo que observo, a la fiebre viva por el cine de superhéroes, que dura ya más de una década, y no da visos de que vaya a remitir en un tiempo cercano, para alegría de los seguidores acérrimos de sus espectaculares aventuras, quienes la pasamos muy bien viendo cómo libran al mundo de temibles canallas procedentes de aquí o de más allá de los oscuros abismos cósmicos. La última de las películas de esta clase que llegó a las salas de proyección fue como ya dije Venom, con la dirección de Ruben Fleischer (Zombieland, 30 minutos o menos, Gangster Squad), y su protagonista no es otro que el reportero Eddie Brock, que ya había sido interpretado por Topher Grace (Ocean's Eleven, Interestellar) en Spider-Man 3 (Sam Raimi, 2007) y al que aquí encarna Tom Hardy (Origen). La maldad se apoderó del cine. Que nadie espere piedad, como lo vemos en el mundo real. Eddie Brock (Tom Hardy Edward Thomas "Tom" Hardy (Londres, 15 de septiembre de 1977)) vuelve a mostrarse en todo su esplendor en Venom, la película en la que encarna a la bestia del mismo nombre y la cual tratará de manera extensa la relación que guarda con el simbionte que termina por cambiar a su persona, pues este último terminará por dominar totalmente al reportero aunque él no quiera, expresando en ocasiones un rechazo a la actitud del parásito que se ve claramente reflejada en la película. El simbionte y su maldad terminarán por ganar la partida, sin embargo, hasta formar un solo ente capaz de cometer cualquier atrocidad para salirse con la suya. Es esta película de un asco y horror tremendo como lo que vivimos en Venezuela, y de la transformación de hombres y mujeres que habían sido conocidos como defensores de los DDHH a lo largo de las décadas de los 70/90, transformados ahora por efectos de realidades inesperadas y profundas de sus más oscuros demonios y sombras, en tiránicos gendarmes del crimen y la vileza, por más que musicalicen sus apariciones con cantores de la trova cubana o Alí Primera, entre otros.
Venom, que no formará parte del Universo Cinematográfico de Marvel, cuenta con Jeff Pinkner (The Amazing Spider-Man 2: El poder de Electro) y Scott Rosenberg (Alta fidelidad) como guionistas.Y es que, cabe recordar, los derechos cinematográficos del hombre araña y el bautizado como Spiderverso (es decir, todos sus villanos y personajes relacionados) son propiedad de Sony Pictures Entertainment. Solo un trato histórico entre Kevin Feige y Amy Pascal, mediante el que Marvel podría utilizar su personaje estrella en su universo cinematográfico mientras la taquilla fuera a parar a los bolsillos de Sony, permitió que viéramos a Peter Parker rodeado del Capitán América, Thor, Iron Man y compañía.
Y en el Universo castro/comunista/madurista venezolano ¿quienes son los guionistas principales de este momento oscuro? Los hemanos Lannister de nuestro particular "Juego de Tronos"
Jorge y Delcy Eloina Rodríguez Gómez quienes han elaborado un guión concretamente desde el 2004 como si viviéramos un filme, en nuestra cotidianidad que no nos ha dejado ni dejará indiferentes, como el largometraje, producido por Sony Pictures en colaboración con Marvel, lo está haciendo en esta etapa de anti héroes y villanos, que desde el famoso 5 de octubre vemos en las salas de cine, que se fundamenta sobre los cómics Venom: protector letal y El mundo de los simbiontes, lo cual otorgará elementos de referencia para los seguidores más acérrimos y el nuestro sostenido sobre las bases de la utopía marxista /leninista, versión castro/comunista/para Venezuela, desde comienzos dell S.XX. Somos el punto de quiebre y espejo donde la humanidad observa el fracaso de ese ideal de vida y economía, sumido en sus peores manifestaciones. Somos el referente de lo que "no quiere nadie" ni se debe hacer.
Del 23 de enero 1958 hasta
Humberto García Larralde:
La maldad como categoría política. Septiembre 26 2018,
Confieso ser cobarde a la hora de encarar los horrores del régimen de Maduro. La imagen del niño de 12 años con menos de 11 kg. de peso que murió de inanición, la del joven Vallenilla fusilado a sangre fría por un miserable soldado cuando ejercía su derecho a la protesta pacífica, los relatos de torturas y tratos viles a estudiantes presos y tantos más, me aplastan. Trato de evitar los detalles de cada nuevo vejamen. Porque son demasiados, muchísimos. Ahora son los miles de compatriotas que, a diario, huyen del hambre a pie por carreteras de países hermanos, muchas veces con niños, pero siempre sin dinero.
Pero no hay escapatoria de tanto horror, por más que se intente evitar sus imágenes. La inevitable pregunta es, ¿Por qué someter al pueblo a tanto sufrimiento, por qué tanta maldad?
Uno está acostumbrado a ver al crimen y al atropello a los demás como una anomalía, como algo que transgrede la convivencia entre humanos y que, por tanto, la sociedad busca castigar. Pero cuando la maldad se convierte en sistema, escapa de nuestra comprensión. Lo que podía parecer una infantilidad, que el sufrimiento de los venezolanos se debe a gente malvada, se convierte en realidad palpable que clama por su análisis como categoría. Es menester entender que la maldad se manifiesta como resultado de decisiones y acciones de quienes tienen poder sobre los demás. No existe a priori ni ocurre por accidente. ¿En qué condiciones se convierte la maldad en elemento distintivo de un régimen?
Ofrezco tres dimensiones para abordar esta pregunta, de ninguna manera excluyentes entre sí. La primera, sicológica, apunta a traumas personales que se expresan en la forma de resentimientos, odios y sed de venganza que terminan siendo descargados a través de actos de maldad. Es el caso de los sociópatas y sicópatas. Valga la confesión impúdica de Delcy Rodríguez: “la revolución Bolivariana es nuestra venganza personal”. No siendo experto en el tema, no añado comentarios.
La defensa de privilegios basados en injusticias, atropellos y/o despojos que afectan a otros, representa otra dimensión de la maldad. Es la maldad del gánster –o del potentado– que estamos acostumbrados a ver en películas y series televisivas[1]. El capo y/o sus mafiosos descargan su maldad sobre quienes interfieran con sus fuentes (ilegales) de lucro y posición social, o amenacen con hacerlo. Sin duda que el régimen de expoliación en que se convirtió la Revolución Bolivariana está en la base de extendidas maldades cometidas contra los venezolanos. La negativa a rectificar políticas que claramente han provocado hambre y muerte se debe a que éstas –la intervención discrecional del estado, los controles, expropiaciones y las normas punitivas–, son fuente de riquezas para las mafias militares y civiles que hoy depredan al país. Que ello se exprese en una pavorosa hiperinflación que empobrece drásticamente a las mayorías, que hayan destruido la empresa petrolera y provocado el colapso de servicios públicos básicos, causando gran malestar a la población, les rueda: ¡“El show –el saqueo—debe continuar”! Y como en todo saqueo lo que amasan unos es necesariamente en detrimento de otro(s), es menester someter como sea a quien se interponga. Los asesinatos cometidos por militares en la región minera de Guayana, en barrios populares con robo frecuente de enseres de la vivienda de la víctima, las confiscaciones de transportistas en aduanas o fronteras, y de negocios de todo tipo, son actos de maldad de este orden. Tales crímenes por parte de la fuerza pública revelaban antes grietas en el Estado de Derecho. Hoy se han convertido en sistema, amparado en la desaparición de todo contrapoder de supervisión y denuncia. Diosdado y El Aissami son figuras emblemáticas de ese sistema.
Por último, están las construcciones ideológicas, maniqueas, del fascismo, que “legitiman” toda acción requerida para aplastar a quienes amenazan las “conquistas” del pueblo. “Verdades” reveladas por la mitología, la Historia (con mayúscula) o por dogmas religiosos cerrados, presagian destinos providenciales que motivan la acción a su favor de sectas diversas. “El fin justifica los medios”. No hay freno moral, ético o, mucho menos, legal, que debe interponerse a su consecución. Más bien, la ética y la moral se determinan a partir de su funcionalidad para con el fin trascendental. Se disuelve toda referencia entre bien y mal, entre lo que es correcto y lo que es incorrecto, que no derive de aquél[2]. Por eso a la moral “revolucionaria” le hace cosquillas la observación de derechos humanos consagrados en la Declaración Universal de las NN.UU., en las legislaturas de la mayoría de los países y en los estatutos de tantas organizaciones internacionales, a pesar de constituir quizás la conquista más importante de la humanidad. Se le atribuye a Stalin haber afirmado que la muerte de un individuo es una tragedia, la de miles, una mera estadística. Las fuerzas inexorables de la Historia no se sujetan a pequeñeces.
Pero los que comandan el régimen de expoliación venezolano no necesitan creer realmente las sandeces que profieren para cometer sus maldades. Éstas cumplen dos propósitos: alimentan el odio y el espíritu de secta de sus seguidores, facilitando su regimentación en bandas violentas; y sirven para absolver conciencias. Cuando Maduro y los suyos niegan que el pueblo padece hambre o que la tragedia de su emigración masiva es un “montaje”, se amparan en un imaginario platónico en el que “el pueblo” no es la gente de carne y hueso que padece sus desatinos, sino un ente idealizado construido con base en clichés y embustes: “su” pueblo. El refugio en esa falsa realidad no solo facilita la evasión del horror que han urdido, sino que “justifica” las maldades cometidas contra los venezolanos.
Por último, como el fin justifica los medios, los sicópatas y sociópatas mencionadas arriba obtienen reconocimiento, siempre que rindan pleitesía a las verdades reveladas en los clichés. Sus perversiones se refuerzan con la absolución ideológica, construyendo un sistema de contravalores que sirve para reclutar a los peores. Los “malos”, que existen en toda sociedad, de pronto son los que mandan.
En Venezuela estas tres fuentes de la maldad se entrelazan y refuerzan entre sí. Maduro, bajo directrices cubanas, ha sembrado una mentalidad de guerra para justificar sus atropellos. De ahí la afinidad de militares inescrupulosos con el régimen, pero, sobre todo, por su complicidad en el saqueo de la nación. La formación militar, basada en la obediencia sin discusión, mandos autoritarios y el uso de la violencia (la muerte) como instrumento de acción, o la amenaza de ella, es fácil presa de embelesos fascistas.
El problema fundamental es cómo derrotar la maldad cuando ésta se convierte en sistema. Los testimonios recogen que Hitler, refugiado en su bunker ante el asedio de tropas soviéticas a las afueras de Berlín, echaba pestes al pueblo alemán porque no había estado “a la altura” de sus designios. Lejos de explorar posibilidades de rendición negociada, manda a reclutar adolescentes y a fusilar en el acto a quién intentase desertar.
Es menester aislar la manzana podrida de la maldad, derrotando los incentivos perversos que le dan beligerancia. La defensa de los derechos humanos y políticos que el régimen neofascista ha conculcado, y su conexión con las aspiraciones de los venezolanos por una vida mejor debe ser siempre el norte.
[1] En la medida en que acciones de guerra son vistas como respuesta a las injusticias del bando contrario –todo depende del lado desde donde se mire–, entrarían también bajo esta consideración.
[2] De ahí la famosa “banalidad del mal” con que Hannah Arendt acuñó la amoralidad con que Adolf Eichmann envió centenares de miles de judíos a su exterminio.
Humberto García Larralde, economista, profesor de la UCV, humgarl@gmail.com
ES TIEMPO EN QUE SE HAN DESATADO LAS FURIAS: personificación de la venganza y del antiguo concepto del castigo. Su misión era castigar los crímenes humanos. También conocidas como Erinias o Euménides, las Furias nacieron de la Noche, (aunque también se cuenta que surgieron cuando Cronos cortó los testículos a su padre Urano y la sangre del dios cayó sobre la Gea, la madre tierra), y vigilaban la puerta hacia el mundo inferior, castigando a aquellos cuyos crímenes no habían sido expiados en el mundo de los mortales. Trataban así de restablecer el orden perdido. En ocasiones también subían a la superficie y allí perseguían a aquellos que pretendían salir impunes de algún delito. Las Furias, que en sus orígenes contaban con un número incierto, terminaron siendo tan sólo tres. Sus nombres eran Tisifone, Alecto y Megera y tenían cabeza de perro, alas de vampiro y, en vez de cabellos, serpientes. Para cumplir su misión llevaban consigo látigos de cuero y temibles anillos de bronce. Tisifone era la encargada de castigar a los osaban traspasar los límites de la buena conducta y era conocida como la Furia Vengadora. Megera se encargaba de hacer nacer el odio, la discordia, entre los mortales. Alecto los perseguía sin descanso hasta conseguir que murieran de locura o que fueran incapaces de volver a cometer un crimen semejante. Cuentan que cuando Orestes acudió desesperado ante Apolo para conocer el nombre del asesino de su padre, el rey Agamenon, el oráculo le reveló que había sido su propia madre, Climenestra, esposa del rey, la autora de tal delito. Orestes, fuera de si, puso fin a la vida de su madre. Entonces entró la Furia Alecto en escena, atormentado al desgraciado príncipe Orestes por el crimen que había cometido.Orestes acudió de nuevo a la ayuda de los dioses, siendo esta vez Atenea la elegida, para rogar el fin de su condena. Atenea, la diosa guerrera, consiguió convencer a Alecto de que el hijo de Agamenón ya había pagado con suficiente dolor sus actos y fue perdonado. Ahora bien, Orestes había de traer desde la ciudad de Taúride una estatua que hubiera sido consagrada a Artemisa, hermana de Apolo y diosa de la caza. Desde este momento, las Furias pasan a llamarse Euménides y a ser consideradas como benevolentes, aunque, eso si, siguieron persiguiendo a los criminales.Nacieron del esperma y la sangre que cayeron sobre Gea cuando Crono castró a Urano. Son deidades primitivas que no reconocen, en analogía con las Moiras, la autoridad de los dioses Olímpicos.
Eran tres: Alecto, Tisífone y Megara. Moraban en el Érebo (las tinieblas infernales) y se las representaba como demonios femeninos alados, el pelo lleno de serpientes y con un puñal en una mano y una antorcha o un látigo en la otra.
Comparadas a menudo con perras, perseguían sin descanso a sus víctimas hasta volverlas locas. Cuidan de que se prolongue el orden religioso y cívico, castigando con especial atención el asesinato y los crímenes contra la familia.
El culpable, exiliado, errará perseguido por ellas hasta que purifique su crimen.
Dictan a Altea su crimen contra Meleagro por haber asesinado a sus tios, persiguen a la familia de Agamenón por el sacrificio de Ifigenia, obligan a Clitemestra a matar a su esposo, castigándola luego por mano de su hijo y, finalmente, persiguen a éste como asesino de su madre. Tienen que ver también en la maldición que pesa sobre Edipo.
Más tarde se cree que desempeñan el papel de torturadoras de los muertos en los infiernos. Se las llamaba a veces euménides, las bondadosas o benévolas, para halagarlas y no provocar su cólera. Los romanos las identificarían más tarde con las Furias.
Nunca habiamos observado en personalidades públicas los siete pecados capitales
JEREMIAS RODRIGUEZ Mesa de los pecados
Los reconocidos o tradicionales “siete pecados capitales”, la lujuria, la gula, la avaricia, la pereza, la ira, la envidia y la soberbia, son un conjunto de vicios opuestos a la enseñanza moral que el Catolicismo y el Cristianismo transmiten. Cada uno de ellos fue recopilado y clasificado por San Gregorio Magno (540 – 604 d.C.), también conocido como Gregorio I, el sexagésimo cuarto Papa de la Iglesia Católica.
Posteriormente, el poeta italiano, Dante Alighieri, los integro en la redacción de “La Divina Comedia” (c.1308-1321), un poema teológico considerado hoy en día una obra maestra de la literatura italiana y mundial. También otros artistas europeos tuvieron su parte en la promulgación de estos pecados capitales, gracias a la idea de utilizarlos como fuentes de inspiración en sus grandes obras.
Mas allá de todo esto, la comunidad religiosa ha debatido durante años el verdadero contenido de los mismos llegándose, en muchos casos, a diferentes interpretaciones con sus respectivos castigos.
¿Cuáles son los 7 pecados capitales y sus castigos?
El primero en encabezar la lista, la lujuria, ha sido definido como aquel pecado que incluye pensamientos o deseos obsesivos o excesivos de naturaleza sexual o en palabras de Dante, “el amor excesivo por los demás”. El castigo correspondiente a la lujuria incluye el ser asfixiado en fuego y azufre.
La gula, el segundo vicio, ha sido interpretada como el consumo excesivo de comida y bebida aunque antiguamente se utilizaba para señalar toda clase de exceso. Aquellos que cometieran este pecado serian forzados a comer ratas, sapos, lagartijas y serpientes vivas.
La avaricia ha sido considerada como un pecado muy similar a la lujuria o a la gula pero aplicada a la adquisición de riquezas en particular. Su castigo, el ser colocado en aceite hirviendo.
La pereza, ha sido catalogada como la “tristeza de ánimo” que nos aparta de las obligaciones espirituales o divinas. La misma nos llevaría a una fosa con serpientes.
La ira ha sido descrita como un sentimiento no ordenado, ni controlado, de odio y enojo. El resultado de este acto seria el desmembramiento.
La envidia, el sexto pecado capital, se relaciona con la avaricia, sin embargo, la envidia desea algo que alguien más tiene, y que percibe que hace falta. Este pecado se castiga sumergiendo al acusado en agua helada.
Por ultimo, la soberbia o el orgullo, el deseo por ser más importante o atractivo que los demás, es considerado el mas grave de los pecados capitales y fuente de los mismos. El mismo era penalizado con el cruel método de tortura conocido como “La rueda”.
El reinado de la Jerarquía Infernal, las huestes de Lucifer
Lucifer, el ángel caído
Lucifer era uno de los seres más hermosos de la corte celestial de Dios. Su inteligencia y belleza eran tales que el Creador Supremo lo convirtió en su favorito, o al menos en el más querido. Confiaba ciegamente en éste y lo puso muy cerca suyo. Este “portador de luz” -significado de su nombre, aunque también se le conoce Luzbel o Lucero– fue el primer ángel que Dios creó. Los ángeles tenían como objetivo “crear”, ya que estaban dotados de razón, voluntad y belleza, así que una de sus misiones principales de esta corte era la de ayudar a su padre en la creación. De esta manera, Lucifer fue escogido para crear en la Tierra.
Al verse como ser omnipotente de una tierra árida, viciada y débil de espíritu, el arcángel comenzó a desear convertirse el único señor de la Tierra. No obstante, convino que la cooperación era demasiado complicada, por lo que urdió un plan para invadir el Reino de los Cielos. Durante miles de años posteriores, convenció a hordas de ángeles rebeldes para que se uniera a la causa. Pero cuando llegó el momento de invadir el Cielo, el arcángel Miguel se interpuso. Tras una dura y sangrienta batalla, Miguel -con la ayuda de Dios- consiguió derrotar al ángel traidor y a sus secuaces.
Derrotado, Lucifer tuvo que asumir una durísima sentencia: Dios le arrebató su rango, lo rebautizó como Satán, el Diablo (adversario), y lo envió al Infierno junto con los otros ángeles que se convirtieron en demonios. Además, lo sentenció a una perversión de su mente y barrió todo lo creado por éste en la Tierra. Esta primera guerra en el cielo no sería la última, ya que muchos ángeles continuaron (y continúan rebelándose contra su padre, el creador). Estos traidores reciben el nombre de “ángeles caídos”; aquéllos que prefieren unirse a las filas del ejército del Diablo en el inframundo.
Desde esta guerra celestial, el mundo ha estado sometido a la presión de Satán por apoderarse de él. Tiene la facultad de mostrarse como una criatura celestial, además de que en su momento intentó tentar al mismísimo hijo de Dios, Jesucristo. Lucifer, quien fuera la mano derecha del Ser Supremo, quién lo tenía todo a su alcance, prefirió dejarse llevar por la codicia y un ansia de poder que no conoce límites.
Johann Weyer, más conocido por Wierus, fue un conocido doctor y ocultista holandés entregado al estudio de la demonología. Gran parte de su trabajo literario consistió en escribir contra las persecuciones de brujas, y , además, se le atribuyen textos como “De Praestigiis Daemonum, “Pseudomonarchia Daemonum y, quizá, la mayor clasificación en lo que a la estructura del Averno se refiere, “Sanctum Regnum”; la cual coincide plenamente con la visión católica del Infierno y sus ejércitos.
Basándonos en la clasificación del autor y en la Iglesia, la Jerarquía del Infierno presenta tres grupos o rangos jerárquicos, siendo el más importante el de los Espíritus Superiores. Con Lucifer como Emperador y autoridad suprema, este grado máximo lo completan Belzebú y Astaroth; que ostentan título de Príncipe y Gran Duque respectivamente.
El nombre Belcebú (Beelzebuth en su origen filisteo) significa “Señor de las Moscas” y se debe a la gran cantidad de moscas que acuden prestas a la sangre resultante de los sacrificios llevados a cabo en su honor. Por su parte, Astaroth es el Tesorero del Infierno y tiene 40 legiones bajo su mando.
Justo por debajo de los Espíritus Superiores, aparecen los Espíritus Principales. Son seis, forman el mando militar y ejercen funciones meramente bélicas. El más poderoso entre ellos, Lucifogo Rofacale, Primer Ministro y con poder sobre todas las riquezas y tesoros mundanos. En su nombre, son Bael, Agares y Margas quienes comandan ejércitos de millares de espíritus malignos. Satanachia, el Gran General, cuenta con el poder de someter a todas las mujeres y enseñar trucos y ardides a los pastores. Como esbirros directos que dirigen sus legiones guerreras, tiene a Pruslas, Amón y Barbatis.
Un Capitán General tiene la capacidad de conocer todos los secretos guardados en las Cortes y gabinetes de Estado de todas las naciones del mundo. Es amplio conocedor de los metales y sus cualidades, así como de las propiedades curativas de las plantas. Responde al nombre de Agaliarept, y sus lacayos Buer, Gusoin y Botis se encargan de dirigir sus tropas.
Fleuretty es el Teniente General que lleva a cabo cualquier tipo de maniobra maléfica durante la noche. Le prestan apoyo incondicional sus subordinados Bathim, Pursan y Abigar. Un Jefe Superior otorga los dones de la invisibilidad y la teletransportación a quienes le rinden homenaje y adoración, al tiempo que les permite observar todo lo que sucede en el interior de los hogares sin que se les pueda resistir ningún tipo de cerradura. Es el Jefe Superior Sargatanas, y tiene bajo su mando a Valefar, Loray y Foran.
El último de los Seres Superiores y de menos entidad, es el Mariscal de Campo Nebirus. Aún así, no deja de ser poderoso pues, sólo con desearlo, causa enfermedad en quien quiera y atesora artes adivinatorias infalibles. Ayperus, Neberus y Glasyabolas le acompañan en todo momento cuales perros fieles.
En el último escalón de la pirámide de la Jerarquía del Infierno, situamos a los Espíritus Subordinados, monstruos deformes de los que emanan olores pestilentes. Son seres que no presentan el más mínimo atisbo de bondad y forman verdaderas hordas que reciben el nombre de Legiones Infernales. De entre ellas, las más importantes y terribles, son la Legión del Mal o Élite y la Guardia Infernal. Temibles y despiadadas, sólo persiguen la aniquilación total y, para ello, siempre arden en deseos de entrar en combate con las Fuerzas del Bien.
La Jerarquía Celestial, el ejército del bien
Según la Teología Católica, en el siglo VI d. C. tuvo lugar la publicación de “La Jerarquía Celeste”, un libro que comprendía una serie de textos impregnados de misticismo y cuyo autoría fue atribuida, en un primer momento, a un obispo de Atenas llamado Dionisio Aeropagita. Sin embargo, estudios posteriores vendrían a demostrar que este obispo, también discípulo de San Pablo, no había sido el autor de dicha obra, sino un escritor anónimo al que se le daría el nombre de Pseudo Dionisio Aeropagita.
Atendiendo al contenido de “La Jerarquía Celeste”, la Corte Celestial estaría formada, por 9 órdenes o coros angélicos que a su vez, y conforme a sus respectivos grados de relevancia, vendrían a dividirse en las Tríadas Superior, Intermedia e Inferior.
En la Tríada Superior se congregan los seres que de manera mas próxima y directa sirven a Dios. En ella existen 3 órdenes: Serafines, Querubines y Tronos. Los Serafines o “ Saraph” (“seres de fuego”) tienen como cometido rodear el trono de Dios y mantener, mediante el canto, una alabanza continua a la Gloria de Dios.
En un principio, fueron 4 los Serafines: Luzbel (que al rebelarse pasaría a ser Lucifer), Miguel (que tras la traición del anterior pasaría a desempeñar otras funciones que le son encomendadas), Kemuel y Natanael. Son seres alados con la peculiaridad de contar con 3 pares de alas y que se caracterizan por su belleza incomparable; hasta el punto de que sólo Dios puede contemplarlos. Además, se les atribuye la destrucción de Sodoma y Gomorra.
Los Querubines fueron ubicados al Este del Edén con la misión de proteger el camino que conducía al Árbol de la Vida. Fue uno de ellos quien expulsó a Adán y Eva del Paraíso por su desobediencia. Los textos bíblicos hablan de su velocidad idéntica al relámpago e inteligencia extraordinaria. Con alas multicolores y como serpientes de fuego, se reconoce a los Tronos. Son mensajeros de Dios y propician las Revelaciones. No obstante, su tarea principal consiste en sostener el trono de Dios.
En el segundo grupo, el de la Tríada Intermedia, localizamos a las Dominaciones, las Virtudes y las Potestades. Son considerados “espíritus cosmogónicos” porque mantienen la concordancia de los astros. Las primeras (Zadkiel, Yahriel y Muriel) intervienen directamente en el destino de la Humanidad vertiendo la “Misericordia Divina” cuando creen oportuno. Las Virtudes (Bariel y Tarshish) conceden las bendiciones, mientras que las Potestades se encargan de vigilar los Senderos Celestiales e impedir todo avance diabólico.
Con respecto a la Tríada Inferior, decir que en ella se encuentran los ángeles; los únicos que pueden adoptar figura humana y formar parte de la organización de nuestro mundo. Se dividen en “Ángeles de la Guarda”, “Arcángeles” y “Principados”. Un “Ángel de la Guarda” es asignado a cada humano en el momento de su nacimiento y permanece con él hasta su muerte intento guiarle por el buen camino. Si lo consigue ascenderá con él al Reino de los Cielos y se le dará una nueva misión. De no lograrlo, arderá en el Infierno junto con su protegido.
Pero también de la presencia poderosa de los “Arcángeles Gabriel ( Arcángel Protector contra el Miedo y Mensajero Celestial), Miguel (Arcángel de la Esperanza y Jefe del Ejército Celestial) y Rafael (Arcángel de la Paz y protector de los viajeros, de la Salud y del Noviazgo). Todos ellos están dotados de inmensos dones y poderes.
El último coro angélico de esta Tríada, y último escalón jerárquico, pertenece a los “Principados”, criaturas encargadas de velar por todas y cada una de las naciones. Cabe destacar a la “Hueste Angélica”, creada con el fin de sofocar la rebelión de Lucifer y sus seguidores mediante su descomunal fuerza bruta, y a los “Ángeles Castigadores” (Kasiel, Lahatiel, Shatfiel y Puriel). Se sirven de unos caballos de guerra llamados “Criaturas de Abbadón” que tienen rostro humano, dientes de león, cola de escorpión y corona de oro.
Venus retrógrada en Escorpio nos remite al Hades el dios de la muerte, que regía el reino de los muertos. Este dios sombrío y oscuro era hijo de los titanes Cronos y Rea, y como sus hermanos Zeus y Poseidón, que tenían el poder sobre el cielo y los mares, él lo tenía en el mundo que no se veía y que recibió el nombre de Hades. El mundo de los muertos de los griegos se representaba como un reino bajo la tierra, aunque según algunas fuentes se encontraba en la zona más alejada de Occidente, en el confín del mundo. Tras la muerte, las almas de los muertos llevaban una existencia apesadumbrada e incómoda como espíritus o sombras no corpóreas. Primero llegaban hasta el límite de este reino con Hermes, el mensajero de los dioses, en su tarea de Hermes Psychopompos -«guía de las almas»- (ver Hermes). Tras ello, Caronte se encargaba de llevarlos en su bote a través de las aguas de la laguna Estigia, que separaba el mundo de los muertos del de los vivos. El barquero sólo hacía su trabajo si recibía a cambio una moneda llamada óbolo. Cualquier muerto que no hubiese sido enterrado con el óbolo en sus labios vagaría por la tierra sin descanso (ver Caronte). A su llegada, los muertos se sometían al juicio de tres personajes: Minos y Radamantis, antiguos reyes de Creta, y Eaco, antiguo rey de Egina. Después de esto la mayoría de los muertos quedaban desposeídos de su cuerpo, su sangre y sus emociones, sin conciencia humana en este nuevo lugar para ellos. Una vez que habían bebido el agua del pozo de Letos, que significa «olvido», perdían la memoria de su existencia terrenal. Aunque la existencia en este mundo no fuese una tortura, se trataba de una estancia tediosa, como atestiguó Aquiles al asegurarle a Odiseo, tras su visita al Averno, que prefería ser sirviente en una casa pobre antes que ser rey de todas las almas del mundo de los muertos. Había excepciones a la hora de vivir junto a Hades. Aquellos que se hubiesen distinguido por sus virtudes y su justicia podían vivir en una especie de paraíso que se llamaba Elíseo o Campos Elíseos. Se trataba de un privilegio para unos pocos. Según Homero, Menelao, esposo de Helena pudo permanecer allí tras su muerte. El Tártaro era lo más parecido al Infierno y estaba en la zona más oscura y profunda del Hades. Allí quedaron confinados los titanes y aquellos que habían cometido crímenes horrendos, como el gigante Titio, que había matado a Leto (ver Leto), Tántalo, que debía sufrir la sed y el hambre eternos viendo cómo caían a su alrededor manjares exquisitos (de ahí «la tortura de Tántalo», ver Tántalo), Sísifo, que debía hacer rodar una roca hacia lo alto de una colina para empezar inmediatamente después de que se cayese («el trabajo de Sísifo», ver Sísifo), Ixion, que se encontraba atado a una rueda giratoria (ver Ixión y Las Danaides, las 50 hijas del rey Danao, condenadas a llenar cubos de agua sin fondo por haber matado a sus maridos en la noche de bodas). No había escape posible del Averno, y cualquiera que intentase huir se convertía en presa del terrible perro de tres cabezas Cerbero (ver Cerbero). Sólo unos pocos mortales pudieron visitar el Averno, siempre para hacer algún trabajo o por motivos especiales. Heracles tuvo que cargar con Cerbero como parte de sus Doce Trabajos e incluso se dice que rescató a Alcestis (ver Heracles y Alcestis). Orfeo fue a buscar a su amor, Eurídice (ver Orfeo), y Odiseo a consultar su futuro al vidente Tiresias (ver Odiseo y Tiresias). Eneas acudió a hablar con el alma de su padre (ver Eneas) y Psique a coger el ungüento que había preparado Perséfone, esposa de Hades. Teseo y Pritio intentaron rescatar a esta última del Averno, pero quedaron atrapados en las cadenas del olvido de Hades. Pese a que el dios del Averno no tenía fama de ser especialmente cruel o malvado, la superstición hacía que nadie se atreviese a decir su nombre, que significaba «el invisible», pues los cíclopes le habían hecho un casco que le permitía ocultarse. Los griegos preferían llamarle Pluto, que significa «el rico», epíteto que hace referencia a los múltiples recursos minerales que esconde la tierra. Los romanos le llamaron Dis para mantener ese significado. Había muchas otras descripciones eufemísticas para el dios de la muerte como «el buen consejero» y «el hospitalario». Hades estaba casado con la joven Perséfone, hija de su hermano Zeus y de su hermana Deméter, diosa de la agricultura. Zeus se la había prometido como esposa sin el conocimiento de la madre. Cuando la muchacha fue raptada mientras recogía flores en Sicilia, su grito se oyó en todos los lugares, pero su madre no pudo hacer nada para que no se la llevase al reino de la oscuridad. Deméter hizo cuanto pudo para recuperar a su hija, pero Hades no estaba dispuesto a ceder, sin importarle su desconsuelo. Una antigua norma indicaba que cualquiera que comiese en el Averno nunca podría salir de él. Hades convenció a Perséfone para que ingiriese unas semillas de granada y así quedar atrapada. Finalmente, Zeus decidió que la joven debería pasar parte del año con su madre y parte del año con su esposo. Con este mito explicaron los griegos la sucesión de las estaciones. Mientras estaba con su madre la tierra producía cosechas dado el buen humor que le producía, pero cuando estaba con Hades, el llanto de Deméter sumía a la tierra en la desolación. Hades y Perséfone nunca tuvieron descendencia, (ver Deméter y Perséfone).
El mito de la caja de Pandora
CARMEN MÁRQUEZ
La Caja de Pandora
Cuando Prometeo osó robar el fuego que portaba el dios Sol en su carro, Zeus entró en estado de cólera y ordenó a los distintos dioses crear una mujer capaz de seducir a cualquier hombre. Hefesto la fabricó con arcilla y le proporcionó formas sugerentes, Atenea la vistió elegante y Hermes le concedió facilidad para seducir y manipular. Entonces Zeus la dotó de vida y la envió a casa de Prometeo. Allí vivía el benefactor de los mortales junto a su hermano Epimeteo que, a pesar de estar advertido de que Zeus podría utilizar cualquier estrategia para vengarse, aceptó la llegada de Pandora y, enamorándose perdidamente de sus encantos, la tomó por esposa.
El mito de la caja de Pandora
Pero Pandora traía algo consigo: una caja que contenía todos los males capaces de contaminar el mundo de desgracias y también todos los bienes. Uno de los bienes era la Esperanza, consuelo del que sufre, que también permanecía encerrada en aquella caja. Y es que, por aquel entonces, cuentan que la vida humana no conocía enfermedades, locuras, vicios o pobreza, aunque tampoco nobles sentimientos.
Pandora, víctima de su curiosidad, abrió un aciago día la caja y todos los males se escaparon por el mundo, asaltando a su antojo a los desdichados mortales. Cuentan que los bienes subieron al mismo Olimpo y allí quedaron junto a los dioses. Asustada, la muchacha cerró la caja de golpe quedando dentro la Esperanza, tan necesaria para superar precisamente los males que acosan al hombre.
Apresuradamente corrió Pandora hacia los hombres a consolarlos, hablándoles de la Esperanza, a la que siempre podrían acudir pues estaba a buen recaudo.
Esta realidad nos lleva a entender a cabalidad que sólo tú puedes explorar tu mundo interior. De todas las formas que existen para desarrollar tu potencial interior, la más poderosa es sin duda el flujo de la evolución. La evolución no es nada más una teoría, sino también una fuerza que ha estado trabajando en cada célula de tu cuerpo desde el día en que naciste. En la infancia, experimentaste la evolución como un proceso de crecimiento que no hacía falta elegir: tu cuerpo estaba programado para evolucionar desde que eras un bebé. Tal vez hasta este momento tus principales ejes en la vida han sido ganarte la vida, tener una familia y explorar el mundo “allá afuera”. Sin embargo, ahora puedes adiestrarte en construir el yo que realmente quieres al elegir evolucionar. La fuerza de la evolución trabaja en tu beneficio si puedes hacer lo que hacías de niño sin ningún esfuerzo. Sin embargo, en la edad adulta, la evolución es una elección. La clave es sencilla. Sólo tienes que hacer una cosa para alinearte con la fuerza de la evolución: participa en tu propia conciencia. Pon atención a estar alerta y consciente. Mientras lo haces, desarrollarás nuevas habilidades que repercutirán en cada elección que hagas en la vida. La elección más evolucionada es la que tiene un mayor beneficio para tu cuerpo, mente y espíritu. No puedes decidir cómo hacer esas elecciones ideales usando nada más tu intelecto. Sólo la conciencia sabe lo que es bueno para la conciencia. El primer paso es ir hacia el interior y que ello se convierta en parte de tu rutina cotidiana. La mayoría de las personas pasan apenas un minuto en el silencio profundo y la paz que existe en su interior; se trata de un territorio desconocido. No obstante, las tradiciones de sabiduría del mundo descubrieron que la conciencia posee una ventaja secreta y oculta. La conciencia quiere expandirse y evolucionar; esta inclinación natural siempre ha sido parte de ti. Si buscas en tu conciencia, encontrarás lo siguiente: Desde que eras niño, tu mente ha preferido avanzar en lugar de quedarse inmóvil. No le gusta estar estática.Una vez que comienza, la evolución acelera su ritmo.La conciencia se expande naturalmente. El camino del deseo se alimenta de querer más.Mientras mejor te conozcas, mejor será tu vida.Las intenciones positivas reciben más apoyo que las negativas.La conciencia individual está conectada a una conciencia superior, que percibimos como una sensación de pertenencia a un propósito superior.Cuando la evolución se convierte en tu principal meta, puedes hacerte estas preguntas prácticas todos los días para ver si estás avanzando:
¿Cómo puedo avanzar hoy?¿Mi crecimiento personal se acelera?
¿Me conozco mejor?
¿Disfruto más mi vida?
¿Veo las cosas de forma más positiva a medida que dejo de juzgarme?
¿Me siento conectado con una visión superior de la vida y un poder superior que hace realidad esta visión?
Estas son cuestiones prácticas que marcan el trayecto espiritual. A mí me sirven para medir mi propia evolución día tras día. Avanzo si siento más compasión, menos culpa y mayor calma. Mi crecimiento personal se acelera cuando logro mucho antes una meta que pensé que me llevaría años, como dejar ir la necesidad de sentir enojo. Creo firmemente en andar con los pies lo más afincados en la tierra que puedo. Ha habido momentos en los que, como en estos días, observamos el paisaje gris, oscuro, de maldad, que pasa zumbando ante nuestros ojos, es tanta la intensidad y el no poder evadirlo porque lo llena todo, que podemos fundirnos en él, sintiendo como si cada uno de nosotros se hubiese esfumado y sólo quedara el Ser, la paz de la existencia pura. Estos momentos privilegiados son el tipo de indicadores que me muestran que la evolución es una fuerza real en mi interior, una fuerza universal e individual al mismo tiempo. No puedo imaginar mayor regalo dentro de la tragedia, que como la griega, ante el avance del mal y su evidencia, hacemos catarsis y vemos la realidad desde otro ángulo.