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La doctrina marxista se expone a la misma crítica que Karl Marx oponía a la sociedad capitalista...


Los filòsofos y humanistas que conozco de una u otra manera se sienten fascinados por Friedrich Wilhelm Nietzsche ( Röcken, 15 de octubre de 1844-Weimar, 25 de agosto de 1900) filósofo, poeta, músico y filólogo alemán, considerado uno de los pensadores contemporáneos más influyentes del siglo XIX, que realizó una crítica exhaustiva de la cultura, la religión y la filosofía occidental, mediante la genealogía de los conceptos que las integran, basada en el análisis de las actitudes morales (positivas y negativas) hacia la vida. Este trabajo afectó profundamente a generaciones posteriores de teólogos, antropólogos, filósofos, sociólogos, psicólogos, politólogos, historiadores, poetas, novelistas y dramaturgos.Meditó sobre las consecuencias del triunfo del secularismo de la Ilustración, expresada en su observación «Dios ha muerto», de una manera que determinó la agenda de muchos de los intelectuales más célebres después de su muerte.Si bien hay quienes sostienen que la característica definitoria de Nietzsche no es tanto la temática que trataba sino el estilo y la sutileza con que lo hacía, fue un autor que introdujo, como ningún otro, una cosmovisión que ha reorganizado el pensamiento del siglo XX, en autores tales como Martin Heidegger, Michel Foucault, Jacques Derrida, Gilles Deleuze, Georges Bataille, Gianni Vattimo o Michel Onfray, entre otros.Nietzsche recibió amplio reconocimiento durante la segunda mitad del siglo XX como una figura significativa en la filosofía contemporánea. Su influencia fue particularmente notoria en los filósofos existencialistas, críticos, fenomenológicos, postestructuralistas y posmodernos, y en la sociología de Max Weber. Es considerado uno de los tres «maestros de la sospecha» (según la conocida expresión de Paul Ricoeur), junto a Karl Marx y Sigmund Freud.

La mística nietzscheana comete lo que Ken Wilber (Sexo, ecología y espiritualidad, p. 252) denomina la falacia pre/trans, una confusión cognitiva entre los niveles jerárquicos de desarrollo de la conciencia. Supone tratar algo “pre-racional” como si fuera algo “trans-racional”, es decir, reducir lo espiritual a lo biológico. En otras palabras, la mística de Nietzsche es regresiva, no apunta la conciencia hacia la elevación sino hacia lo descendente, la sensación oceánica de fusión con lo orgánico.

El relativismo tiránico

La más radical exaltación dionisiaca la encuentra Nietzsche en la dominación de los otros seres humanos. Por eso, Nietzsche era admirador de los pensadores políticos, realistas y cínicos que reducen las relaciones humanas a relaciones de poder. Encuentra ese mismo pensamiento en la sofística de un Calicles o de un Trasímaco, admiradores de los tiranos.

“Tucídides y tal vez el Príncipe de Maquiavelo son muy afines a mí por el propósito incondicional de no dejarse engañar en nada y de ver la razón en la realidad, y no en la ‘razón’, y menos aún en la ‘moral’. (…) En él alcanza su máxima expresión la cultura de los sofistas, es decir, de los realistas: ese inapreciable movimiento paralelo a la farsa de la moral y del ideal representada por las escuelas socráticas, que por entonces irrumpía por todas partes”. (El ocaso de los ídolos).

Los sofistas fueron los primeros que llevaron a cabo el asalto a la razón. Su relativismo descalifica los principios morales, los cuales son un obstáculo para la dominación. Sin principios morales, queda el camino libre a los tiranos. Los sofistas son la primera expresión de lo que Julian Benda calificó como la traición de los intelectuales, pues se olvidan de la misión de denunciar al poder, y más bien se dedican a glorificarlo.

Los guerreros esclavizadores

Para la tiranía, tan admirada por Nietzsche, es imprescindible la diferencia entre amos y esclavos. El antecedente cultural más celebre se encuentra en Homero. Según el gran poeta griego, la guerra permite distinguir entre los diferentes tipos de hombres: “…Oh amigos, quien, entre los argivos, superior; quien mediano, y quien es el peor, pues que no son todos iguales los hombres en la guerra.”(Ilíada XII, 269).

La diferencia entre tipos de calidad humana le permite a Nietzsche establecer la distinción, absoluta y excluyente, entre una moral de señores y una moral de esclavos. La moral de señores proviene de un tipo humano sano y produce un tipo más valioso que la moral de esclavos, la cual es vil y decadente.

“En mi ‘Genealogía de la moral’ he expuesto por vez primera, psicológicamente, el concepto antitético de una moral aristocrática y de una moral de ‘ressentiment’, surgida esta última del no a la primera: y esto es íntegra y totalmente la moral judeo-cristiana. Para poder decir no a todo lo que representa en la tierra al movimiento ascendente de la vida, la buena constitución, el poder, la belleza, la afirmación de sí mismo, para poder hacer eso, el instinto, convertido en genio, del resentimiento tuvo que inventarse aquí otro mundo, desde el cual aquella afirmación de la vida aparecía como el mal, como lo reprobable en sí”. (El anticristo).

La moral de señores es activa, es decir, es afirmación de los propios valores aristocráticos, tales como la fuerza, la belleza, la valentía. El aristócrata nietzscheano afirma este mundo, lo que implica que niega el cielo, una metáfora de los principios éticos. En cambio, la moral de esclavos es reactiva. Surge del resentimiento y de la negación aristocrática. Para Nietzsche, la moral, ya sea cristiana o socrática, es evasión de la vida auténtica, es decir, la aceptación de que la existencia no tiene sentido y que los principios morales son simples ilusiones.

Como puede verse, la conclusión a que llega Nietzsche es la exaltación del esclavista y la justificación de la servidumbre. Esto está en las antípodas de lo que Camus (El hombre rebelde) piensa sobre la naturaleza humana. Ante la negación de su dignidad, el esclavo se rebela. La rebelión es una afirmación del valor. De esta manera, el esclavo descubre que tiene una esencia, que es igual a la de su amo y a la de toda la humanidad.

Danzar sobre la paradoja

No se puede negar que Nietzsche produce la vertiginosa fascinación de una hermosa bestia, como la temible simetría que William Blake atribuye al tigre. Es cautivante su irreverencia y agudeza, comparables a las de Oscar Wilde. Muchos de estos aspectos han sido asimilados por Nikos Kazantzakis en su novela Zorba, el griego. Hay una gran afinidad entre el Zarathustra nietzscheano y el efusivo Zorba, imagen que fue inmortalizada en la versión cinematográfica de la novela (Michael Cacoyannis, 1964), al ritmo del sirtaki de Mikis Theodorakis, y protagonizada por Anthony Quinn.

Estos aspectos tan cautivantes de Nietzsche están al servicio de su obsesiva exaltación de la dominación. La Grecia de Nietzsche esta vista por la estrecha rendija de la filotiranía. La lectura literal Nietzsche nos lo muestra como un fascista, aunque no un nazi, tal vez el más simpático de los fascistas.

La clave de la simpatía hacia Nietzsche proviene del profundo cortocircuito que existe en su alma atormentada. A pesar de su confeso inmoralismo y como suele ocurrir, Nietzsche también, en el fondo, termina siendo un moralista. Paul Roubiczek nos explica, en El

existencialismo, que hay dos aspectos de Nietzsche. Escondido, tras el insolente trasgresor, hay una modesta personalidad obediente a la ley moral. Al final, entran en contradicción estos dos polos. Es posible que eso lo haya conducido a la locura.

Esta segunda lectura la podríamos llamar paradójica. Eso nos permite explicar la ambigüedad que existe en el pensamiento de Nietzsche entre el autoritarismo y el anti-autoritarismo, tan apreciado por los anarquistas. A partir de esa proposición hermenéutica, podremos disfrutar de lo mejor de la intempestividad nietzscheana y bajarle volumen a su culto tiránico. De esa forma, estaremos en condiciones de aceptar la invitación a bailar, en la Grecia de Nietzsche, la vigorosa danza de Zorba.

Ante el desastre total, aprestate a bailar...genial inyeccion de optimismo de Antony Quinn, Mikis Teodorakis, Nikos Kazantzaquis y otros. Tiene hasta comicidad...Zorba, el griego es una película británico-griega de comedia dramática de 1964, escrita, producida, dirigida y montada por el chipriota Michael Cacoyannis, y basada en la novela Vida y aventuras de Alexis Zorbas de Nikos Kazantzakis.Protagonizada por Anthony Quinn, Alan Bates, Irene Papas y Lila Kedrova, la historia relata el conflicto existente entre los dos personajes principales, Zorba y Basil, quienes representan el conflicto humano entre la pasión y la razón, buscando representar el dualismo cognitivo propio de la humanidad.La película fue nominada a siete Premios de la Academia, obteniendo tres galardones: Mejor actriz de reparto para Kedrova, Mejor fotografía de una película en blanco y negro para Walter Lassally y Mejor dirección de arte de una película en blanco y negro para Vassilis Photopoulos. El baile del protagonista se ha convertido en un icono popular griego tras el estreno del filme.

Los venezolanos vivimos un despertar de conciencia y entre los mùltiples temas que se han actualizado està el que nuestro territorio es la "Nueva Jerusalèn" tal y como se cree desde que fue reconocido como "Tierra de Gracia" cuando Cristòbal Colòn llegò a Macuro el 2 de agosto de 1498, pisando por primera vez el continente sudamericano,y ante la belleza que encontrò en lo que hoy es el Estado Sucre, y el potente Delta del Orinoco, que confundiò con los rios Tigris y Eùfrates de Mesopotamia, donde se dice estuvo el Edèn, el Paraiso Terrenal, lexclamò que esta tierra era tan bella como ese Paraiso tan ansiado, por tanto quienes nos hemos dedicado a encontrarle un sentido trascendente a lo que vivimos en el paìs, nos remontamos al escritor John Milton,(Londres, 9 de diciembre de 1608-ibídem, 8 de noviembre de 1674) autor de El paraíso perdido,poema narrativo, publicado en 1667, es una epopeya acerca del tema bíblico de la caída de Adán y Eva. La obra trata, fundamentalmente, sobre el problema del mal y el sufrimiento en el sentido de responder a la pregunta de por qué un Dios bueno y todopoderoso decide permitirlos cuando le sería fácil evitarlos. Milton analizaba precisamente la dicotomía entre el bien y el mal, presentes en el ser humano y , ofreciendo una causa: nuestro libre albedrío. El mal existe porque somos libres, porque Dios quiso que no fuéramos seres encadenados. Ese es el precio que pagamos por la facultad de elegir qué queremos hacer o ser. Similar postura sostienen varios autores en la actualidad, como el Rudiger Safranski: somos malvados precisamente como consecuencia directa de nuestra libertad. Una visión que también observó en su día el filósofo inglés Thomas Hobbes, si bien, para él, dicha libertad no era un modo alguno algo bueno. La humanidad, en libertad, tiende a caer en el mal, el caos y el sufrimiento, generándose un estado de guerra de todos contra todos que únicamente puede ser combatido mediante un poder judicial restrictivo que siembre el temor al estado en el corazón de sus ciudadanos.

No han sido las únicas aproximaciones al mal que hemos visto en la filosofía. Uno de los primeros en analizar este fenómeno fue Sócrates. Como se desprende de los Diálogos de Platón, el maestro griego atribuía el mal a la ignorancia. Es decir, que los humanos somos malvados por la sencilla razón de que no conocemos qué es el bien y cómo hemos de actuar para vivir conforme a él. El malvado no sería tal si tuviera verdadero conocimiento de su error. Si fuera consciente de que vivir éticamente es la mejor manera de vivir, la más feliz, no optaría por la maldad. Aristóteles, en cambio, tenía como piedra angular de su ética la moderación. Para el filósofo macedonio, es en el justo medio entre dos diferentes extremos donde se haya la virtud, algo que, por otra parte, ha sido muy criticado por filósofos posteriores. Por ejemplo, aplicado al caso que nos ocupa: ¿hay virtud en una maldad moderada?...En nuestra época, de pleno relativismo, se observan múltiples puntos de vista respecto a lo que es justo o no, especialmente en diferentes situaciones. No existe una norma ética unitaria. Para algunos la justicia es blanda, para otros es excesiva, y para todos, la interpretación varía dependiendo de la postura personal o grupal en que nos situemos.

En lo que a mi respecta, esa situaciòn paìs me ha llevado a hurgar en mi interior y remontarme a lo aprendido en las antiguas tradiciones de sabiduría del mundo, en las que siempre existe un contraste entre dos estados de conciencia. El primero es el estado de dualidad o separación. El segundo es el estado de totalidad o unidad de conciencia.

En términos generales, la separación es natural, porque la realidad a la que nos enfrentamos de manera cotidiana está compuesta de opuestos: bueno y malo, luz y oscuridad, placer y dolor, etc. Nuestras mentes están condicionadas para “resolver” la dualidad al elegir el lado preferible de cada opuesto. Por lo tanto, tratamos de ser personas buenas, éticas, que se rigen por los valores humanos. Pero de alguna manera, el estado de separación perpetúa el sufrimiento, sin importar lo buenos, puros y bien intencionados que seamos. Por tal motivo, durante miles de años ha habido tradiciones de sabiduría que dicen: “La separación está dada si eliges permanecer en un cierto estado de conciencia. Te parece natural porque aceptas que la mente es lo mismo que el contenido de la mente: todos los pensamientos, imágenes, deseos, y sensaciones que llenan tu cabeza. Pero esta actividad se lleva a cabo en un contexto que es silencio, totalidad, y está libre de sufrimiento. Éste es tu verdadero yo, cuando llegas ahí, la totalidad es tan natural como la separación”.

En cada tradición, esta promesa de un estado de conciencia más elevado es central. En el lenguaje moderno, la conciencia es como una pantalla de cine en la que se puede proyectar una película. Sin importar qué ocurra en la película, la pantalla no se ve afectada. Por lo tanto, cada persona puede elegir entre el “yo” que está en el centro de la constante actividad o el “yo” que es consciencia. Las cinco cosas que Deepak Chopra incluyò en la lista de las que le gustaría haber sabido hace 30 años, pienso que el tema debería ser “cosas que desearía que todos supieran”.son cosas que comprendemos a nivel básico, podríamos decir, que le permiten a nuestra mente ver otra cara de sí misma, incluso aunque se encuentre inmersa en la dualidad y en el juego de los opuestos. Recomiendo a quienes lo deseen recurrir a Chopra y seguir su mètodo. Esto es lo principal y lo más valioso, ver una apertura hacia la totalidad. Confieso que busquè por la contemplaciòn cristiana y encontrè la Lectio Divina , la oraciòn de los monjes occidentales, que se une con las tècnicas que aprendì cuando comencé a meditar,en 1980 y hasta cierto punto hoy en día, me parece evidente que la gente se resista a comenzar la práctica salvo que ésta ofrezca incentivos que resulten atractivos para el yo separado, o ego. Esto, sin duda, es válido. Existen cientos de estudios que han comprobado los beneficios de la meditación para la mente-cuerpo. En el otro extremo de la balanza, otras personas se sienten motivadas a empezar sólo para volverse puros espiritualmente y mejorarse a sí mismos. Esto también es válido, pero de una forma muy sutil coloca al espíritu en una posición privilegiada, por encima de la mente y el cuerpo. La verdad es que la totalidad no se logra como si se armara un rompecabezas, con sólo ensamblar un conjunto de piezas.La meditación es natural. No es algo exótico que se importa del oriente ni los valores culturales del oriente.La meditación es sobre la mente, el cuerpo, y el espíritu como un todo continuo, y no tres cosas separadas.Los beneficios de la meditación tal vez son más profundos de lo que imaginamos. La actividad genética responde a la meditación de manera muy rápida y sustancial.La meditación saca a la luz el verdadero yo que yace en el núcleo de cada persona.El estado de conciencia pura que se alcanza a través de la meditación es el estado fundamental de todo.No es que yo ignorara por completo estas cosas. Hace tres décadas, la conexión mente-cuerpo estaba emergiendo con rapidez, y la investigación daba sustento a las experiencias que antes se habían desechado por ser subjetivas, religiosas, ajenas a los valores occidentales, o por ser pura fantasía.Nunca aceptè que era una cualidad de oriente, tan excluyente, porque la totalidad es un estado por sí mismo, no sòlo de los orientales. Si no fuera así, cualquiera podría venir y separar el rompecabezas que has armado con tanto cuidado. Pero al ser un estado por sí mismo, la totalidad o unidad de conciencia es el estado fundamental del ser. Es el vientre de la creación, la única “cosa” real de la que se crearon el mundo “interior” y el mundo “exterior”. Por lo tanto, la meditación es misteriosa en cuanto a su capacidad de transformar a alguien, porque sin importar el daño que haya causado el estado de separación, tanto en lo personal como en lo social, cada uno de nosotros es un todo inseparable. ¿Cómo se puede ser completo y no saberlo? Tal es el misterio que presenta la meditación. Al mismo tiempo, presenta la respuesta al misterio: la totalidad es el terreno silencioso de la existencia y por ende no se puede conocer como una cosa, de la manera en la que conocemos otras cosas, como las piedras, las nubes, y los árboles.

Gracias al filòsofo venezolano J.R. Guillent Pèrez y su trabajo sobre "La Nada" "El Ego , "la Mente" y el "Ser" me adentrè en esta bùsqueda con mayor claridad. Cuando la conciencia está consciente de sí misma, está completa. Cuando la conciencia se centra en un objeto, ya sea “adentro” o “afuera”, el estado de totalidad se disfraza. Te vuelves observador de algo que parece estar fuera de ti mismo. En realidad, el universo entero existe en conciencia; por lo tanto, toda experiencia yace en ti.

Saber y entender esto habría sido demasiado pedir para mí cuando comencé a meditar. Mirando hacia atrás, con la conciencia de que la meditación ha creado a lo largo de los años, agradezco el proceso que lleva a toda persona desde la separación a la totalidad. La vida se ha reducido a una elección, y al meditar, la elección de estar completo se da naturalmente.Cuando la conciencia está consciente de sí misma, está completa. Cuando la conciencia se centra en un objeto, ya sea “adentro” o “afuera”, el estado de totalidad se disfraza. Te vuelves observador de algo que parece estar fuera de ti mismo. En realidad, el universo entero existe en conciencia; por lo tanto, toda experiencia yace en ti. Saber y entender esto habría sido demasiado pedir para mí cuando comencé a meditar. Mirando hacia atrás, con la conciencia de que la meditación ha creado a lo largo de los años, agradezco el proceso que lleva a toda persona desde la separación a la totalidad. La vida se ha reducido a una elección, y al meditar, la elección de estar completo se da naturalmente.

En Venezuela esa dualidad se ha implantado en estos tiempos cuando se pretenden crear representaciones paralelas en muchas instituciones importantes de nuestra sociedad, con la intención de banalizar el mal, el olvido de los valores fundamentales, la confusión en el inconsciente colectivo de la humanidad, con la finalidad de crear seres sin raíces de identidad y por tanto manipulables...Por eso comparto este excelente artìculo:

LOS CHAVISTAS DEMÓCRATAS DE ALMAGRO

Thays Peñalver | 15/11/2018 |

Algunos cuadros del chavismo que se dicen demócratas se han molestado con mi opinión sobre si son democráticos o no, hoy bien vale explicarles ampliamente cual es mi posición. “Chavista democrático” es un oxímoron muy peligroso, una contradicción en sus términos y esto no lo digo porque a mi me provoque o porque desprecie a la disidencia del proceso que estamos viviendo, sino porque Hugo Chávez era marxista y su proyecto es comunista, así que si alguien es chavista, pues tiene que creer en ese modelo. Por eso considero que puede existir el concepto de “chavismo disidente”, tanto como “chavista arrepentido” como puede también ser renegado o converso, que deberían ser bienvenidos en la transición republicana, pero chavismo democrático, discúlpenme pero eso no existe, porque Chávez no lo era y no solo por golpista, sino porque su proyecto desde sus orígenes fue y continua siendo, la imposición de una dictadura militar de corte comunista en Venezuela. Y esto no tiene nada de democrático.

Podríamos aceptar que existen los llamados “bolivarianos demócratas” entre quienes se destacarían muchos ex militares del “4-F” que acompañaron la conspiración y los intentos de golpe, pero que al darse cuenta de las intenciones marxistas de Hugo Chávez al llegar al poder, optaron por dar varios pasos atrás y retirarse o mas tarde fueron purgados por los comunistas, considero que a esos habría que darles la bienvenida e incorporarlos a la recomposición democrática, pero porque no creyeron en el proyecto de Chávez, por lo tanto tampoco pueden ser llamados chavistas.

Insisto en que es peligroso no aclarar estos términos, porque no son pocos los analistas y peor aun los políticos opositores de Venezuela, que sostienen que hay un chavismo democrático, porque con esa afirmación continúan mal educando al pueblo sembrando un falso concepto: que Chávez no fue, ni es el culpable principal de nuestro presente. Es terrible esto porque están dando a entender que posiblemente era un hombre demócrata o idealista y bonachón con un proyecto humanitario, de buenas intenciones y que llegaron otros desde sus propias filas a destruir su “legado” y robárselo todo. Cuidado con estas irresponsables afirmaciones, porque están dejándole a las nuevas generaciones la puerta abierta para creerse redentores o algo peor, darle continuidad al peor experimento llevado a cabo en este país, el chavismo.

Lo peor repito, es que no solo son algunos analistas, sino la clase política de alto nivel, que se niega o no se atreven a educar a las bases para que responsabilicen de nuestro presente a Chávez, los estamos viendo desde hace tiempo usando el mismo lema que el gobierno: “no es conveniente hablar mal de Chávez”, como me dijera en una ocasión un líder político en clara demostración de su absoluta ingenuidad en la política, pero sobre todo su desconocimiento del enemigo que tenía al frente.

No amigos lectores no se trata de hablar mal o bien de Hugo Chávez, sino de analizar, entender y ser objetivos con su proyecto, se trata de definir al hombre y a su proceso, pero sobre todo, se trata de no confundir a los venezolanos mas de lo que están. Si alguien es chavista no tiene excusas y no se haga pasar por demócrata porque su líder no lo engañó nunca ya que Chávez se los dijo alto y muy claro:

“Yo soy marxista y creo que el marxismo (..) yo soy un revolucionario y también soy marxista. (en el pasado no habían) las condiciones objetivas, no había condiciones objetivas en aquel momento (pero sí) Este es el proyecto nuestro, ahora (marxista). No! no lo estoy imponiendo, estoy llamando a que lo construyamos entre todos; no engañé a nadie, la campaña electoral del año 2006, vayan a buscar los videos y lo dije en todas partes: Vamos al socialismo”.

Por lo tanto hay dos cosas muy claras y que no existen, chavismo “democrático” o chavismo “engañado” con aquello del “es que yo pensé que el socialismo era otra cosa”. Y es que no se puede ser mas chavista que Chávez, ni interpretarlo a conveniencia. Porque para serlo debe primero que todo creer en el propio Hugo, es decir respetar “las verdades, en el marxismo”, plantear que la clase media actual (burguesa) debe “extinguirse” junto a su “visión burguesa de la sociedad” y que si protesta debe darles gas del bueno “porque son fuerzas reaccionarias del Estado Burgués”, debe usted compartir la tesis de Marx: “Proletarios del mundo, Uníos” debe explicar que “Marx tenía razón cuando hablaba de la explotación del hombre por el hombre” y en especial, que también en “tenía razón en ese problema de la plusvalía”, debe creer en el “nuevo modelo” no sólo productivo, no sólo de propiedad sino además de distribución, en el que se elimina “la intermediación capitalista, ¿eh? La grosera plusvalía”. Ese es vuestro líder y créanme, no era nada democrático.

En el Estado Carabobo, especìficamente en Valencia se nos ha tratado de orientar hacia la oscuridad a travès de imponer la cara oscura del Romanticismo...Han aumentado la tasa de suicidios en Venezuela, estamos rodeados por el drama y la muerte, y eso trajo a mi mente la referencia del Romanticismo en alguna de sus múltiples facetas. Otra vez la historia nos devuelve a un ciclo anterior. Se trata de un movimiento que no se puede esquivar y que, en vista de su relevancia, tampoco se debe. ¿Qué sería de la historia, de la filosofía, de la música, de la literatura, de la pintura sin el movimiento romántico? ¿Sin nombres como Schumann, David Friedrich, Delacroix, Turner, Goethe, Allan Poe, Schelling o Novalis? Sus dos grandes líneas de investigación son, por un lado, el problema del mal, el terror, la destrucción de la identidad y las teorías de la subjetivación; y, por otro, el problema de la memoria y el recuerdo, la catástrofe y la construcción de la historia. En el Romanticismo, literatura y filosofía juguetean, se suplantan, se distancian –aunque nunca demasiado– y, en ocasiones, también se dan una vuelta por el lado oscuro… por el dark side. Entra de ese modo en un terreno mucho más específico, en una corriente denominada Romanticismo negro. Como todo hace suponer, la muerte que ya desarrollaba un papel importante en el Romanticismo a secas, se convierte aquí ahora protagonista indiscutible. Deja de ser final de un trayecto o última parada para ser arranque de la obra filosófico-literaria o constituir su nudo. La muerte como protagonista, el miedo ante la naturaleza exterior e interior y el gusto por las historias de fantasmas de todas las épocas son las temáticas preferidas del Romanticismo negro. Otro de los grandes ejes argumentales del Romanticismo, la naturaleza, con su experiencia y éxtasis, también aparece en la versión negra del movimiento, pero, como explica la profesora de filosofía Ana Carrasco Conde en su artículo titulado Johann Wolfgang von Goethe (Fráncfort del Meno, 28 de agosto de 1749-Weimar, 22 de marzo de 1832) poeta, novelista, dramaturgo y científico alemán, contribuyente fundamental del Romanticismo, y Gottfried August Bürger poeta alemán nacido en Molmerswende el 31 de diciembre de 1747 y fallecido en Gotinga el 8 de junio de 1794 conocido principalmente por traducir del inglés al alemán Los maravillosos viajes por tierra y por mar, guerra y divertidas aventuras del barón de Münchhausen de Rudolf Erich Raspe. Por lo tanto, éste es nuestro contexto: Alemania a finales del siglo XVIII. Nos situamos en una época muy fecunda para el pensamiento: son los años inicialmente del Sturm und Drang, que dará paso al surgimiento del primer Romanticismo, del final del racionalismo ilustrado y de la filosofía kantiana, de la aparición, esplendor y caída del fichteanismo, de los primeros pasos de Hölderlin, Schelling y Hegel. El comienzo del Romanticismo negro, ahora se convierte en escenario de amenazas y peligro “a través de sombras en la noche que nos acechan, pero también a través de nosotros mismos que albergamos, como bien empezaron a ver los círculos de los Naturphilosophen, una naturaleza desconocida en nuestro interior”. El origen de lo que, andando el tiempo, será un género en sí mismo: el de la literatura gótica y de vampiros y, un poco más adelante, y con todas las matizaciones que implica la introducción de una temática casi ilimitada, el de las novelas de terror. Señalo aquí y con énfasis el concepto “novela”, del francés roman, que dará origen al vocablo “romanticismo”. Como antecedentes de toda una corriente de amplio calado en nuestra cultura popular, muchos de los elementos contenidos en ellos aparecen, de un modo u otro, y con más o con menos modificaciones en productos de consumo masivo como el conocido Drácula de Stoker, interpretado en el cine por Bela Lugosi, Christopher Lee o Gary Oldman, el más baudelaireriano de todos los Condes transilvanos, la serie “Cumbre borrascosas” con el sexi vampiro Barnabas Colins en la saga Crepúsculo basada en las novelas de Stephenie Meyer o en la exitosa serie de televisión, True Blood. Las lecturas recomendadas para acceder a este mundo fascinante son "El vampiro", de Polidori, "Frankenstein o el moderno Prometeo", de Mary Shelley, "La caída de la casa Usher", de Allan Poe, y otras de autores como Goethe, E.T.A. Hoffmann o Lovecraft.

Por último, la Grecia clásica, eterna, medio divina e imperecedera a la que volvieron los ojos los románticos también está presente en el Romanticismo negro sólo que rescatando una parte que también existió y que a menudo se olvida: “Si existe una influencia “diurna” de Grecia en la Alemania del XVIII y XIX –explica Carrasco Conde en el artículo anteriormente mencionado–, también existe dentro del ámbito del Romanticismo negro la influencia de otra Grecia. La Grecia negra. No una Grecia de océanos azules y vuelo de grullas, sino una Grecia desconocida, de agua y cielos negros, de muerte, de apariciones espectrales y de vampiros”. Y pasa a relatar algunos ejemplos curiosos como las historias de fantasmas presentes en Plinio el Joven, con un espectro a la búsqueda de una adecuada sepultura; o en Cicerón que cuenta en su De divinatione la historia de Simónides a quien, tras enterrar correctamente un cadáver, se le apareció su fantasma para darle cumplidamente las gracias. Todas esas historias sobrenaturales, espectrales y fantasmagóricas serán rescatadas y llevadas, si no a la luz, sí a primer plano por los Románticos oscuros. Obviamente la temática es compartida a menudo por la literatura gótica con la que establece una fructífera relación, por eso quienes se sientan atraídos por este tema tan actual, les recomiendo seis puntos a estudiar y analizar:

1. La rebelión contra el padre: de Prometeo a Lucifer

2. De Prometeo a Frankenstein

3. El autómata, el doble y la locura

4. La casa encantada

5. La noche, el sueño y la muerte

6. El mito del vampiro

y dos grandes líneas de investigación: por un lado, el problema del mal, el terror, la destrucción de la identidad y las teorías de la subjetivación; y, por otro, el problema de la memoria y el recuerdo, la catástrofe y la construcción de la historia.

Contrario este tema que ya se venìa sobre mi en los 2000, y antes de la fibromialgia, me acerquè al filósofo y teólogo Raimundo PanikerAlemany (Barcelona, 3 de noviembre de 1918-Tavertet, Barcelona, 26 de agosto de 20101​), conocido como Raimon Panikkar, para poder expresar a otros la experiencia de la Abadìa benedictina, como refuerzo al aceptado Thomas Merton, porque la gente rechaza lo vinculado a la Iglesia Catòlica, sin entender que Merton (Prades, Francia 31 de enero de 1915 - Bangkok, Tailandia10 de diciembre de 1968)fue monje cisterciense, trapense,de la Abadía de Getsemaní, Kentucky, poeta, activista social, y estudiante de religiones comparadas que en 1949 fue ordenado sacerdote catòlico y se le dio el nombre de Padre Louis, de esa lìnea monàstica occidental naciò tambièn la

Oraciòn Centrante, método diseñado para facilitar el desarrollo de la Oración Contemplativa, preparando nuestras facultades para recibir ese don.En la tradición cristiana, existe otra forma de relacionarnos con Dios en una forma más íntima: la Oración Contemplativa, considerada un don puro de Dios que se manifiesta en una apertura total de la mente y corazón, de todo nuestro ser a la Presencia Divina, al Misterio Ultimo.Escuchar la Palabra de Dios en las Escrituras (Lectio Divina) es una de las formas tradicionales de cultivar nuestra amistad con Cristo. Es un modo de escuchar los textos de las Escrituras como si estuviéramos en conversación con Cristo y el nos sugiriera los temas de conversación. El encuentro diario con Cristo y la reflexión en su Palabra, nos conduce más allá de la mera familiaridad a una relación de amistad, confianza y amor. La conversación se simplifica culminando en comunión. Gregorio Magno del siglo VI, resumiendo la tradición contemplativa cristiana, la expresa como un “descansar en Dios.” Este fue el significado clásico del término “Oración Contemplativa” durante los primeros dieciséis siglos.La Oración Centrante también ha recibido inspiración de textos escritos por varios importantes contribuyentes a la Tradición Contemplativa Cristiana, tales como Juan Casiano, el autor anónimo de “La Nube del No Saber,” Francisco de Sales, Teresa de Avila, Juan de la Cruz, Teresita de Lisieux, y Thomas Merton...La Oración Centrante está basada en la enseñanza de Jesús en el Sermón de la Montaña: ​"Tú en cambio, cuando vayas a orar entra entu aposento y, después de cerrar la puertaora a tu Padre, que está ahí en lo secreto,y tu Padre que ve todo te recompensará":Mt. 6,6

Panikker fue un filósofo, teólogo y escritor español que desarrolló una filosofía interreligiosa e intercultural, con una nueva apertura respetuosa al diálogo con otros sujetos y tradiciones no occidentales. Su filosofía tiene como objetivo transformar nuestra civilización, que está determinada por un sistema occidental impuesto como una única alternativa.Era hijo de madre catalana y de padre indio, que llegó a España en 1916 como representante de una empresa alemana.Su infancia transcurrió en su ciudad natal, donde realiza sus estudios de Bachillerato en el colegio de los jesuitas de Sarrià.Tras ser expulsado del Opus Dei en 1966, fue nombrado profesor en la Universidad de Harvard y durante veinte años dividió su tiempo entre la India y Estados Unidos. Entre 1971 y 1978 fue catedrático de estudios religiosos de la Universidad de California, Santa Barbara. Sus estudios estuvieron enfocados a la especialización de la cultura india, de la historia y de la filosofía de las religiones.Su vida estuvo constantemente marcada por múltiples polaridades: este y oeste; cristianismo, hinduismo y budismo; el mundo de la ciencia y el dominio de las letras; el ámbito de los estudios y de las vivencias religiosas y el de la perspectiva secular de las culturas.

Su pensamiento es un punto de encuentro entre Oriente y Occidente. En su obra convergen múltiples realidades: la realidad humana con su múltiple origen hindú-cristiano, la realidad académica e intelectual interdisciplinar, pero también intercultural e interreligiosa. De ahí, la importancia que en su pensamiento tiene el diálogo.

Una de las exigencias fundamentales es la coincidencia en un mismo lenguaje. Tiene un lenguaje rico, plural y abierto, en donde las palabras no son meros términos conceptuales, objetivos y unívocos, sino verdaderos símbolos. Entendiendo al símbolo como la expresión de la realidad, y así, la palabra (simbólica) expresa el arquetipo mismo de la realidad simbolizada. No es un vocablo objetivo e intemporal; sino temporal, comprometido y que expresa su propio significado.

Para Panikkar la realidad es siempre más rica que cualquier teorización o conceptualización de la misma. Todo concepto es una parcialización, y ésta es inevitable en la evolución de los múltiples universos culturales.

La filosofía no es solo "el amor a la sabiduría", sino también "la sabiduría del amor". En su pensamiento no existe una contraposición entre filosofía y teología, sino por el contrario hay que superar tal posibilidad, porque para él, pensamiento y religión están íntimamente unidos. Dentro de las diversas experiencias de las distintas religiones, lo que se pretende, es que cada parte tiene la exigencia de ayudar a descubrir el todo, es decir llevarnos a la salvación, la liberación, etc. No se trata de que todos vayan a ser cristianos o hindúes, o de cualquier otra religión. Se trata de buscar un diálogo realmente abierto que nos vaya llevando a una fecundación mutua: el uno aprende del otro.

Imagen diseñada para el Año Panikkar y publicada en la web oficial del Simposio Iberoamericano Panikkar 100 años, que se ha celebrado en Bogotá (Colombia) los días 23 y 24 de octubre.

El centenario del nacimiento del filósofo y teólogo Raimon Panikkar, que murió en 2010, era la excusa perfecta para que los mayores estudiosos de su vida y su obra de América Latina y España se reunieran en la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá (Colombia), organizadora del evento junto a las universidades de Nueva Granada y Uniminuto. Grandes expertos e interesados en su figura de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, España, México y Perú se encontraron los días 23 y 24 de octubre en el Simposio Iberoamericano Panikkar 100 años para hablar sobre su pensamiento, que sigue muy vivo.

Por Amalia Mosquera

Había mucho que decir y mucho que escuchar en el Simposio Iberoamericano Panikkar 100 años de Colombia sobre el pensador catalán, uno de los más importantes de nuestro tiempo, que abanderó el diálogo intercultural e interreligioso. Raimon Panikkar (1918-2010) se definió a sí mismo como cristiano-hinduista-budista-secular, una identidad “cuádruple” que vivió teórica y existencialmente. El resultado es un pensamiento que se fue construyendo como un puente de ida y vuelta entre Occidente y Oriente.

“Fue un hombre excepcional; de un recorrido existencial e intelectual largo, rico y fuera de lo común por las múltiples dimensiones de su existencia –dice sobre Panikkar el filósofo y teólogo Victorino Pérez, uno de los mejores conocedores de su obra y uno de los ponentes en el simposio de Bogotá–. En él convergen su origen hindú-cristiano, su formación académica e intelectual interdisciplinar (fue doctor en Filosofía, en Teología y en Química), pero también plurilingüística –dominaba una decena de lenguas: español, catalán, inglés, alemán, italiano, francés, hindi, latín, griego, sánscrito–, intercultural e interreligiosa”. Mucho flujo y mucha interacción en Panikkar entre unas parcelas y otras. Nada de esferas aisladas; todo en conexión, relacionándose y enriqueciéndose.

Raimon Panikkar se definió a sí mismo como cristiano-hinduista-budista-secular, una identidad “cuádruple” que vivió teórica y existencialmente

Pocos pensadores tienen una obra tan extensa, sólida y reconocida sobre temas como hinduismo y budismo, mística y espiritualidad, filosofía, ciencia y religión, mito y símbolo, cultura de la paz y política, teología, ecología y secularidad sagrada… “Es tanto un poeta como un filósofo, un místico como un teólogo, y las tensiones entre mythos, logos y espíritu se encarnan en su conciencia y en su prosa”, dijo Joseph Prabbhu en The Intercultural Challenge of Raimon Panikkar, uno de los primeros libros colectivos sobre el pensador catalán.

La luz de su pensamiento

El simposio ha sido un gran encuentro que ha permitido reflexionar bajo el faro del pensamiento de Panikkar sobre muchos de los interrogantes que vive América Latina; ha propiciado la aplicación de su pensamiento a estos problemas en los ámbitos filosófico, teológico, espiritual, político, cultural y educativo. José Luis Meza Rueda, secretario ejecutivo del simposio, es doctor en Teología, profesor e investigador de la Facultad de Teología de la Universidad Javeriana y de la Facultad de Educación de la Universidad de La Salle, en Bogotá, autor de diversos artículos sobre el pensamiento de Panikkar y de libros como La antropología de Raimon Panikkar y su contribución a la antropología teológica cristiana. Según nos explica el propio Meza, “por su naturaleza interdisciplinar, intercultural e interreligiosa, el pensamiento de Panikkar puede arrojar luz sobre las inquietudes de la existencia humana y, de manera particular, sobre los problemas contextuales de América Latina”.

“El pensamiento de Panikkar puede arrojar luz sobre las inquietudes de la existencia humana y, en particular, sobre los problemas contextuales de América Latina”. José Luis Meza

“Además ­–continúa Meza– el simposio ha sido un espacio espléndido para divulgar la vida y obra de Raimon Panikkar, desafortunadamente no tan conocidas como deberían”. El evento ha servido para difundir el pensamiento de Raimon Panikkar en Iberoamérica desde los principios que él mismo propuso: el diálogo, la armonía, la pluralidad y el encuentro con el otro como una parte de mí. Como él dijo, las respuestas a los problemas de la humanidad serán posibles en la medida en que podamos reconocer la valía de las otras culturas y aprendamos del otro diferente a mí. “El simposio fue también una oportunidad para que un buen grupo de panikkarianos de América Latina y España pudiéramos encontrarnos. De hecho, en el simposio creamos la RIAP, la Red Iberoamericana de Estudiosos del Pensamiento de Raimon Panikkar”, concluye Meza.

Libro autobiográfico de Panikkar

Durante el Simposio Iberoamericano Panikkar 100 años de Bogotá, el editor Raimund Herder, que publica las Obras completas de Raimon Panikkar en castellano, presentó el lanzamiento del libro autobiográfico La gota de agua de Panikkar, que se publicará en 2019.

Pero no sòlo recurrì a estos escritores, para llevar adelante mi vida, sino a un recurso mucho màs gràfico y multitudinario.

Casualmente tuve una experiencia la semana pasada del trabajo que hace el Dr. Josè Enrique Gonzàlez, el psiquiatra que me ha enseñado a nutrirme con los comics y pelìculas y literatura fantàstica, y mitologìa cuando volvì al Ateneo de Valencia, que no habia visitado desde que se convirtiò en Museo de Arte de Valencia, en un verdadero encuentro unificador de las dos polaridades que dividen a nuestra sociedad.

Continuarà...

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