ECONOMÍA VENEZOLANA: UNA DISCUSIÓN PÚBLICA.
PRODAVINCI 27/11/2018
Ángel Alayón: Comenzamos.
Helena Carpio: Venezuela fue un país de precios estables durante buena parte del siglo veinte. Entre 1951 y 1978, los precios subieron en promedio 2,9% al año. Teníamos una de las inflaciones más bajas del mundo. Sin embargo, a partir de la devaluación del 18 de febrero de 1983, el llamado Viernes Negro, los precios comenzaron a subir a velocidades inusuales para la economía venezolana.
[Audio de archivo] “…un convenio cambiario, suspendiendo las ventas de divisas extranjeras durante los días lunes 21 y martes 22 de febrero del año en curso”
Helena Carpio: En el mismo momento en que se rompió aquel mítico tipo de cambio de 4,30 bolívares por dólar comenzó un largo período de inflación crónica.
Ángel Alayón: La inflación es el aumento generalizado de los precios de los bienes y los servicios. Cuando hay inflación, las personas se empobrecen y la calidad de vida se deteriora porque cada vez pueden comprar menos con su dinero.
Helena Carpio: La inflación promedio durante el periodo presidencial de Luis Herrera fue de 13%. En las elecciones de 1983 Jaime Lusinchi derrotó a Rafael Caldera.
Helena Carpio: La inflación durante el último año de Lusinchi llegó a 36%.
Ángel Alayón: El impulso inflacionario era evidente.
Helena Carpio: Lusinchi expandió el gasto público y mantuvo un control de cambio con un bolívar sobrevaluado, que estimuló las importaciones y consumió las reservas internacionales. Nunca estuvo en su mente llevar a cabo un programa de ajustes. Se lo confesó a Nelson Bocaranda en una entrevista, a tres meses de su salida del poder:
[Audio de archivo] “¿Por qué no tomé las medidas? Ésa es una buena pregunta. Pues sencillamente porque no estaba de acuerdo con ellas y porque no era el momento histórico oportuno ni era propicio a que se tomasen medidas de ajuste que requerían de un gran respaldo político que no era dable obtener en la circunstancia electoral. Es un problema de dimensiones. Es un problema de dosis, como me gustaría decir como médico”
Helena Carpio: Carlos Andrés Pérez llegó al poder por segunda vez en 1989. El país no tenía prácticamente reservas internacionales. Pérez implementó un conjunto de medidas fiscales, cambiarias, comerciales y financieras, con el fin de disminuir el déficit fiscal y eliminar los controles de cambio y de precios.
Ángel Alayón: El objetivo era restablecer los equilibrios macroeconómicos y crear un entorno apropiado para la inversión y el crecimiento.
[Audio de archivo] “Las medidas que anuncio al país en materia económica no pueden estar desligadas de decisiones dirigidas a fortalecer la calidad de la vida y a preservar el ingreso real de las mayorías nacionales. Estoy persuadido de que no habrá vacilaciones ni titubeos en el camino que impone la construcción de la Venezuela moderna. Seguro estoy de la comprensión y el esfuerzo unitario, concertado y solidario de todos los venezolanos sin ningún tipo de discriminaciones. No los defraudaré”
Helena Carpio: En menos de dos semanas, el gobierno de Pérez tuvo que enfrentar el estallido social que luego fue conocido con el nombre de El Caracazo.
Ángel Alayón: Las medidas de Pérez se implementaron a lo largo de 1989. Durante ese año, la inflación llegó a 81%. En 1990, la tasa bajó a 37%, mientras que en 1991 fue de 31%.
Helena Carpio: El gobierno de Carlos Andrés Pérez enfrentó dos intentonas de derrocamiento en 1992. Una de ellas liderada por el entonces teniente coronel Hugo Chávez Frías. Ese año, la tasa de inflación fue de 32% y, de acuerdo con cifras oficiales del Banco Central de Venezuela, la economía estaba creciendo.
Aunque sobrevivió políticamente a un estallido social y dos levantamientos militares, Pérez fue destituido en 1993 por el Congreso Nacional, tras una solicitud de antejuicio de mérito hecha por el Fiscal General, Ramón Escovar Salom.
[Audio de archivo intervenido musicalmente por Alonso Toro] “No me perdonan que haya sido dos veces presidente por aclamación popular; no tengo inconveniente en confesar que hubiera preferido otra muerte”.
Ángel Alayón: Para ese entonces, lo peor de la crisis económica ya había pasado. Y muchos consideraban que el programa de ajustes estaba dando resultados. Sin embargo, el país se enfrentaba a una crisis política. En 1993, la inflación fue de 46%. Las medidas económicas pasaron a un segundo plano. El asunto es que la economía no sabe esperar…
Helena Carpio: 1993 fue un año electoral. Por primera vez en la historia democrática, todos los candidatos a la presidencia hablaban de inflación y de medidas económicas.
[Audio de archivo] “A raíz de los dolorosos acontecimientos del 27 y 28 de febrero de 1989, le manifesté: Señor Presidente, esa política económica le producirá daños muy grandes al pueblo venezolano. Usted y su partido serán responsables. ¡Revise lo que le están diciendo esos técnicos, que sabrán mucho de teoría pero que no conocen la realidad de nuestro pueblo!”
Helena Carpio: Rafael Caldera ganó las elecciones presidenciales el 5 de diciembre de 1993 con el 30,46% de los votos.
Ángel Alayón: Y de nuevo las cifras. Durante el gobierno de Carlos Andrés Pérez, el promedio de la inflación anual en el país fue de 48%. Sin embargo, fue durante el gobierno de Rafael Caldera cuando la inflación alcanzó su máximo histórico 103% en 1996.
Helena Carpio: Nunca antes en Venezuela se había registrado una inflación anual de tres dígitos. Aún se estaba muy lejos de hablar de hiperinflación. Sin embargo, estos niveles de inflación crónica prepararon el terreno político para que en 1998 llegara al poder el candidato Hugo Chávez Frías, tras una campaña cuyo discurso, entre sus ejes principales, tenía una crítica a los procesos inflacionarios durante las décadas anteriores.
Una vez en el gobierno, Hugo Chávez empezó a implementar una serie de políticas que sentaron las bases del fenómeno hiperinflacionario: el control de cambio en 2003, los controles de precios, el aumento del gasto público, la estatización de empresas y el inicio de las expropiaciones son apenas algunas de las medidas que generaron el caldo de cultivo hiperinflacionario.
Ángel Alayón: La clave para entender la hiperinflación en Venezuela es la pérdida de autonomía del Banco Central.
Helena Carpio: Muchos países tienen regulaciones muy duras para impedir que el Banco Central emita dinero para financiar el déficit fiscal. Un país se encuentra en déficit fiscal cuando sus gastos superan a sus ingresos.
Ángel Alayón: Los países aprendieron que deben poner obstáculos institucionales que eviten que los gobiernos sucumban a la tentación de financiar el gasto público a través de la banca central. Por eso se habla de la necesidad de que los Bancos Centrales sean autónomos.
Helena Carpio: Son disposiciones legales que están en las constituciones, como en la Constitución de Venezuela de 1999. Sin embargo, incluso abogados constitucionalistas como el entonces diputado oficialista Carlos Escarrá parecían no estar de acuerdo.
[Audio de archivo] “Hablar hoy, o defender hoy, la autonomía del Banco Central de Venezuela equivale a defender al gobierno de Carlos Andrés Pérez, equivale a defender el paquetico Rodríguez, equivale a defender todo ese tipo de cosas”
Helena Carpio: Todo el país fue testigo de cómo el entonces presidente Hugo Chávez hizo que el Banco Central de Venezuela comenzara a financiar directamente al gobierno.
Ángel Alayón: Chávez logró que el Banco Central de Venezuela le entregara a su gobierno parte de las reservas internacionales: el episodio del famoso millardito.
Helena Carpio: En 2003, durante una transmisión de Aló Presidente, Hugo Chávez pidió al Banco Central de Venezuela “un millardito”. En la alocución aseguró que si el Banco Central se negaba, Chávez recurriría a una acción judicial con el Tribunal Supremo de Justicia. El Banco Central creó un concepto que le permitió satisfacer la demanda de Chávez: las reservas excedentarias. Y así procedió a entregarle al ejecutivo parte de las reservas internacionales.
[Audio de archivo] “¿Ustedes se acuerdan del millardito, y cómo se burlaron algunos del millardito que pedía Chávez? Bueno, ese millardito ya va por, ¿cuánto, Giordani?, anoche estábamos viendo, como 60 millarditos”
Ángel Alayón: Cuando los gobiernos no pueden financiar sus gastos de forma convencional y recurren al Banco Central, los ciudadanos terminan pagando con mayores precios. Es decir, con inflación. Como se dice en economía: no hay almuerzo gratis.
Helena Carpio: Imagina una familia como cualquier otra, que tiene ingresos y tiene gastos. Cuando los gastos superan los ingresos, se genera un déficit que debe ser financiado. ¿Qué pasaría?
Ángel Alayón: Esa familia podría endeudarse, pidiéndole dinero prestado a familiares y amigos o usando la tarjeta de crédito. Por otro lado, también podría utilizar algo de los ahorros y reducir sus gastos. Pero no tiene otra opción de financiamiento. Tarde o temprano, o tendrán que bajar sus gastos o subir sus ingresos, si pueden.
Helena Carpio: Cuando los gobiernos gastan más dinero del que ingresa, se encuentran en déficit fiscal. Y un déficit fiscal debe ser financiado. Cuando un país se encuentra en esa situación, lo más común es que intenten resolverla aumentando los impuestos, cobrando impuestos nuevos o contrayendo deuda. Pero los gobiernos tienen otra forma de financiarse que no está disponible para las familias.
Ángel Alayón: Crean dinero como por arte de magia. Es lo que algunos llaman “encender la maquinita de imprimir dinero”. Una manera de decir que el gobierno, utilizando el Banco Central, empieza a inyectar dinero en la economía para pagar sus gastos.
Helena Carpio: Los economistas consideran que un déficit fiscal muy grande, que no puede ser financiado convencionalmente, es peligroso para una economía. En 2007, Venezuela tenía un déficit fiscal cercano al 3% de su Producto Interno Bruto. En 2014, ese déficit había crecido a 23% del Producto Interno Bruto, casi un cuarto del tamaño de la economía. El más alto de la región.
Ángel Alayón: En el mismo periodo Venezuela triplicó su deuda financiera y, efectivamente, agotó las vías convencionales para cubrir su déficit fiscal. Desde entonces, el Banco Central de Venezuela ha aumentado de forma considerable el financiamiento del gasto público, principalmente a través de préstamos a PDVSA. Ésa ha sido la principal forma de inyectarle dinero a la economía.
Helena Carpio: Cada vez que el gobierno decide otorgar un bono o aumentar el salario mínimo estando en una situación de déficit fiscal, recurre a emitir dinero para financiar esos gastos. El problema es que en la economía no hay magia.
Ángel Alayón: El principal inconveniente que le genera a una economía la inyección de dinero creado para financiar el déficit es que se pone una mayor cantidad de dinero en la calle a perseguir la misma cantidad de bienes. El resultado de esto es inevitable: al crearse una disposición a pagar artificial mayor por los bienes, los precios suben. Es decir: se produce más inflación.
Helena Carpio: En el año 2010, la economía venezolana conducida por Hugo Chávez Frías registraba la mayor inflación del mundo: 28%. Desde entonces, cada año, Venezuela ha estado entre las 10 economías con mayor inflación del mundo.
Ángel Alayón: En 2012, la expansión del gasto público y el aumento de las importaciones aminoraron artificialmente la escasez que habían generado las políticas públicas. Eran síntomas de lo que venía.
Helena Carpio: Semanas antes de las elecciones presidenciales de 2012, ya las consecuencias de unas políticas económicas erradas eran más que palpables: escasez de medicamentos y alimentos, fracaso de las políticas de producción y distribución de alimentos, reventa de productos regulados escasos y más inflación. En resumen: se trataba de un año electoral, y botaron la casa por la ventana, y eso siempre tiene consecuencias.
Ángel Alayón: En su Memoria y Cuenta de 2012, a Hugo Chávez no le quedó otra opción que asumir que la inflación era un problema, aunque no reconociera la responsabilidad de sus políticas económicas
[Audio de archivo] “Ciertamente que la inflación de alimentos es alta. Sí. Ciertamente. Ahora, ustedes deben saber que el Estado y el gobierno, entre otras tantas iniciativas para paliar esa herencia que nos dejaron, y que venía de cien por ciento y más en algunos casos, y que se metió hasta las estructuras, como una enfermedad cuando llega a los huesos […] Así ese problema de la inflación eso viene desde los huesos. Llegó a los huesos. Se convirtió en estructural”
Helena Carpio: Tras una campaña electoral que implicó el aumento del gasto público y elevó todavía más el déficit, Hugo Chávez fue reelecto presidente. Y su primer plan de medidas económicas de este nuevo periodo se basó, otra vez, en más controles.
Ángel Alayón: Y los controles siempre generan menos producción y más desabastecimiento. Si a eso se le suma la inyección de dinero creado por un Banco Central dispuesto a seguir financiando el déficit fiscal, sólo se obtiene un resultado: más y más inflación.
Helena Carpio: Aparte de la cantidad de dinero que circula en una economía, los precios también se ven afectados por la velocidad con la cual circula ese dinero y por la cantidad de bienes y servicios que se produzcan y estén disponibles para la compra.
Ángel Alayón: La velocidad de circulación del dinero está relacionada directamente con la confianza. Si la gente espera que los precios sigan aumentando, querrán gastar el dinero lo más rápido posible para poder comprar la mayor cantidad de bienes antes de que el dinero pierda valor. El aumento de la velocidad de circulación del dinero se traduce en que cada bolívar es utilizado más veces en un determinado período de tiempo.
Helena Carpio: El problema de la inflación no sólo es causado por la cantidad de dinero y la velocidad con la que el mismo circula. La disponibilidad de bienes también afecta. En Venezuela, durante este 2018, se produjo la mitad de bienes y servicios que en 2013.
Ángel Alayón: En la medida que se producen menos bienes y servicios en una economía, los precios se disparan. Esto es causado porque la misma cantidad de dinero está persiguiendo menos bienes y, en consecuencia, el precio de cada producto aumenta.
Helena Carpio: Luego de la muerte de Chávez en 2013, Nicolás Maduro llegó al poder. Cuatro años después, el financiamiento del déficit con dinero creado por el Banco Central no ha hecho otra cosa sino crecer. Desde 2013 hasta agosto de 2018, el financiamiento del Banco Central a las empresas estatales ha aumentado más de ochenta millones por ciento.
[Audio de archivo] “Tenemos que tomar, fíjense ustedes, en la carrera loca entre el trabajo, el salario y el capital; nosotros tuvimos que ir a la emisión de dinero para poder respaldar las misiones socialistas, la construcción de viviendas, para poder respaldar el sistema de bonos, de los carnets de la patria, para poder respaldar los aumentos bimensuales de salario…”
Helena Carpio: En noviembre de 2017, Venezuela alcanzó oficialmente al fenómeno hiperinflacionario.
Ángel Alayón: Repasemos el concepto: la hiperinflación es un tipo inusual de inflación que implica un aumento de los precios a niveles muy altos. Se considera que un país está en hiperinflación cuando los precios generales se aumentan al menos 50% de un mes a otro. Eso implica que los precios se duplican cada 51 días. Es una definición que acuñó el economista estadounidense Phillip Cagan en 1956.
Helena Carpio: Según las cifras de la Asamblea Nacional de la República, en noviembre de 2017 la inflación en el país alcanzó 57%. Eso convirtió a Venezuela en el segundo país en sufrir de hiperinflación en el siglo veintiuno.
Ángel Alayón: El único otro país que ha vivido condiciones similares durante este siglo es Zimbabue. En el país africano la hiperinflación llegó a registrarse en setenta y nueve mil seiscientos millones por ciento al mes en noviembre de 2008.
Helena Carpio: Sí, setenta y nueve mil seiscientos millones por ciento en un mes. Eso significa que en Zimbabue se duplicaban los precios cada 24 horas y media. Sin embargo, ésa no ha sido la hiperinflación más alta de la historia. En Hungría, durante 1946, la inflación en el mes de julio fue de cuarenta y un mil novecientos billones. Eso significa que los precios se duplicaban cada 15 horas. Sólo en ese año, la hiperinflación de Hungría fue de novecientos sesenta y tres cuatrillones por ciento. Estos números astronómicos nos recuerdan que cuando no se toman las medidas indicadas, el cielo es el límite.
Ángel Alayón: Desde 1973, en el mundo sólo se han registrado 57 episodios de hiperinflación. El de Nicaragua ha sido el de mayor duración: cuatro años y diez meses, desde el mes de junio de 1986 hasta marzo de 1991.
Helena Carpio: Durante las décadas de los ochenta y noventa, Perú, Bolivia, Argentina, Chile y Brasil también vivieron fenómenos hiperinflacionarios.
Ángel Alayón: Cada uno de esos casos demostró que la hiperinflación es un fenómeno devastador que requiere ser atendido con urgencia y con el adecuado instrumental de políticas. El conocimiento para derrotar la hiperinflación existe.
Helena Carpio: La principal consecuencia de la hiperinflación es el crecimiento súbito de la pobreza. Como nadie puede predecir el ritmo al que suben los precios, los ingresos en términos reales se rezagan y los ciudadanos pierden capacidad de compra.
Ángel Alayón: Como consecuencia de la pérdida del poder de compra, las cantidades demandadas disminuyen, al mismo tiempo que los costos crecen, y así se compromete la sostenibilidad económica y financiera de las empresas.
Helena Carpio: Los precios son más que un síntoma en la economía. Transmiten información sobre la escasez relativa de los bienes y guían la asignación de los recursos productivos de una economía.
Ángel Alayón: La hiperinflación destruye la calidad de la información que ofrecen los precios y genera ineficiencia en la asignación de los recursos. Las empresas empiezan a sufrir problemas con el flujo de caja y eso termina comprometiendo su viabilidad y afectando la creación de empleo.
Helena Carpio: En hiperinflación reaparecen viejos métodos de intercambio, como el trueque, y se tiende a exigir el pago de ciertos servicios en divisas, en lugar de la moneda afectada por la hiperinflación.
Ángel Alayón: La hiperinflación en Venezuela comenzó en noviembre de 2017. Ya se cumple un año de aquella entrada en un fenómeno que el mundo creía desaparecido. Cuando se escribió este guión, los precios aumentaban 4% cada día y se duplicaban cada 18 días.
Muy pocas hiperinflaciones han durado más que la venezolana. Durante los primeros once meses de la hiperinflación en Venezuela, los precios han aumentado casi un millón por cierto, según consultoras especializadas.
Soy Ángel Alayón.
Helena Carpio: Y Helena Carpio. Entra en Prodavinci.com y revisa el proyecto Economía venezolana: una discusión pública. Allí encontrarás otros podcasts, resultados de paneles de expertos, reseñas de foros sobre el tema y consensos.
CRÉDITOS
GUION: Willy McKey y Ángel Alayón
HOST: Ángel Alayón y Helena Carpio
CONCEPT: Ángel Alayón, Willy McKey, Giorgio Cunto, Salvador Benasayag, María Fernanda Callejón y Helena Carpio
POSPRODUCCIÓN, MÚSICA Y MEZCLA: Rafael Rico
Las referencias de todo el material de archivo e insumos musicales utilizados están a disposición de los interesados.