El 24 de julio 2020 inicio la publicaciòn por entregas del libro de ROBERTO LOVERA DE-SOLA "BOL
Nunca imaginè que en pleno S.XXI, recurrièramos Roberto Lovera De Sola y yo, para difundir sus eruditos libros de investigación y registro de la memoria histórica y literaria de Venezuela valiosísimos, a una versión cibernética y releída en clave presente, de uno de los fenómenos socioculturales más interesantes del siglo XIX: el de las novelas por entregas, también conocida como folletines. Un folletín (del francés feuilleton, diminutivo de feuillet, 'hoja', página de un libro) es un género dramático de ficción caracterizado por su intenso ritmo de producción, el argumento poco verosímil y la simplicidad psicológica. Recurre a la temática amorosa, pero también al misterio y a lo escabroso. Propio de las novelas por entregas, se ha dado también en teatro, cine, historieta y televisión, siempre con características similares. Es, en palabras de Jesús Cuadrado,
El género popular por antonomasia; y es la esencia de la cultura popular en cualquiera de sus facetas. Es, también, la cualidad evidente que el lector o espectador —sujeto pasivo— acepta sin extrañarse. Las coordenadas no variables de su privada gramática son, a su vez, la ética del mensaje
Hoy en día se repite una y otra vez que no se lee lo suficiente. Sin embargo, el folletín, muchas veces denostado como literatura de baja calidad y de consumo masivo, tuvo en su haber el mérito de acercar la literatura al gran público en una época en la que apenas se leía. Mucho tuvo que ver la progresiva alfabetización de las clases más humildes, que no disponían de dinero para comprar una novela completa pero sí podía gastar pequeñas cantidades regularmente. En una sociedad llena de injusticias como era en la que vivían, con desigualdades patentes a la vuelta de cada esquina, el miserable encontró en la literatura su válvula de escape. Gracias a ella pudo dar rienda suelta a sus ensoñaciones, hacer realidad sus sueños, individuales o colectivos, crear con la imaginación un mundo que no fuera ni injusto ni desigual y proyectarse en él.
Actualmente en Venezuela, las caractarìsticas del régimen y la dificultad para acceder libremente a las editoriales existentes, y màs de libros de difícil publicación como los de Roberto Lovera De Sola, que no son best sellers ni literatura ligera o que despierte el morbo colectivo, sino temas de investigación y registro exhaustivo de lo publicado sobre los tòpicos que lo ocupan, investigados y registrados desde hace muchos años, que los convierten en joyas de difusión y preservación de la memoria del país, tan castigada y borrada, cuando no leida en clave de intereses de adoctrinamiento y enajenación de las masas, a las que se condena a la ignorancia o ver desde una sola orilla su propia historia como país.
La relectura del recurso de la publicación por entregas de unas obras literarias, esta vez en este blog, revisa y actualiza el signo, ante las necesidades del momento, pues en el S. XIX aparentemente la única diferencia entre una novela editada como libro y una por entregas es la manera de presentarse y difundirse. Ojalà como aquellas, muchas de las novelas al uso se llegaron a vender por entregas para aumentar el beneficio económico ‒al venderse a plazos el precio final de la novela se disparaba y el editor se ahorraba los gastos de la encuadernación y de las tapas‒. Aquí es todo lo contrario, se recurre a este medio en la màs absoluta expresión del amor, que no espera ninguna retribución a cambio, solo que el excelente trabajo sea conocido y la información alcance al mayor numero de personas posible…Si es editado en forma física algún dia no es nuestro problema, aunque nos reconocemos amantes del libro en físico…pero… Releemos las novelas de folletín, en clave actual venezolana, pues la calidad de las novelas de folletín del S.XIX era por lo general muy escasa…Este trabajo de Roberto Lovera De Sola y los ya publicados en este blog y los que vendrán, si Dios quiere, son todo lo contrario, de altísima calidad , pero el lenguaje es el de investigador, no el del novelista o el poeta, Roberto Jose es uno de los màs eruditos investigadores que aun queda en Venezuela, como ave raris o un espécimen extraño que ya no se conoce, además tiene el don divino de su memoria prodigiosa, años de trabajo y formación familiar
Los lectores del S. XIX eran fundamental las mujeres, con unos esquemas mentales que exaltaban determinados valores como la familia, el matrimonio, el trabajo, la maternidad o el sacrificio. Todo desde un punto de vista muy sentimental y lacrimógeno. Eso explica que encontremos novelas con títulos como El llanto de una hija, La esposa mártir, Secretos de la honra, ¡Sin madre!, El sacrificio de una madre o Un hijo natural.
Por su parte, los personajes ‒no siempre congruentes‒ son arquetipos muy idealizados y maniqueístas: protagonistas buenos y nobles y antihéroes, normalmente patronos, feos, malvados, injustos y a menudo encapuchados. Las historias, llenas de acción y de intriga, suelen acabar con el triunfo de los buenos y la derrota de los malos. Es difícil saber hasta qué punto estas novelas impulsaban unas determinadas pautas de conducta o simplemente eran el reflejo de unos estereotipos y unos códigos morales que ya estaban asumidos por la sociedad. En cualquier caso, la imagen que proporcionaba al lector del mundo y de la realidad era dualista, esquematizada, empobrecida y, en definitiva, falsificada.
Ante la propuesta que persigo con lo que hago en este blog publicando libros de Roberto Lovera De Sola,, està también exaltar determinados valores y principios fundamentales de la historia venezolana, olvidados, que ahora resurgen en la pluma de historiadores y escritores muy actuales en sus lenguajes y marcas mediáticas, a los que nos anexamos Roberto Lovera De Sola y yo, como investigadores y difusores de la memoria hemero biobliogràfica de la historia nacional tan menospreciada en el país, y en la que nos formamos aun siendo muy jóvenes, (Roberto me iniciò en ese mundo) pero esencial para transmitir el conocimiento a las nuevas generaciones y a todo el que desee conocer a Venezuela, sin reservarnos datos, ni guardarlos como tesoro personal o de una èlite, sea del bando que sea, cuando para nosotros dar información es rescatar, preservar la memoria, pero no para atesorarla como bien exclusivo, sino para darla a todos, y asi cada quien hace su propia lectura, no la impuestas por ningún sistema de creencias o ideologías excluyentes. Si partimos del hecho de que, independientemente de la calidad, las novelas por entregas solían triunfar con más o menos unanimidad entre un lector que casi sabía de antemano lo que iba a encontrar en ellas, llama la atención el hecho de que se admirara por igual a autores que serían olvidados para siempre y a otros que más tarde acabarían convirtiéndose en clásicos indudables de la literatura. Eugène Sue, uno de los primeros escritores de novelas por entregas, Ponson du Terrail o Paul Féval encabezan la lista de escritores de éxito que no verían su fama prolongada más allá del folletín. En España el más importante de todos ellos fue Manuel Fernández y González, un auténtico personaje que merecería por sí solo un artículo completo. También alcanzaron cierto renombre escritores como Enrique Pérez Escrich, Ramón Ortega y Frías, Torcuato Tárrago y Mateos o Wenceslao Ayguals de Izco. Hoy en día solo conocidos por los estudiosos del fenómeno del folletín.
Pero también hubo autores que consiguieron combinar las exigencias comerciales del género con la genialidad artística, dando como resultado algunas de las obras más importantes de la literatura de todos los tiempos. Balzac, que por supuesto escribió novelas por entregas, era consciente de la baja calidad de esa literatura, lo que le llevó a usar seudónimos en muchas de sus obras. Aunque tener esa opinión no le impidió publicar la Comedia Humana, la obra de la que se sentía más orgulloso, en forma de folletín. De hecho, casi todas las grandes novelas de la Francia del siglo XIX fueron publicadas por entregas: Los tres mosqueteros y El conde de Montecristo de Alejandro Dumas, Los miserables de Víctor Hugo ‒tan de moda ahora‒ o Madame Bovary de Flaubert. Por si fuera poco hay que añadir a la lista Crimen y castigo y Los hermanos Karamázov de Dostoievski y Guerra y paz de Tolstoy. Más conocido es el caso de Sandokán de Salgari, pero quizá no se sepa tanto que también el Pinocchio de Carlo Collodi fue publicado de esta manera. Por no mencionar a Robert Luis Stevenson, Dickens, Wilkie Collins o, Benito Pérez Galdós. Para mantener el ritmo, algunos de estos autores llegaron a contratar colaboradores, como es el caso de Dumas, que llegó a tener hasta setenta y tres ayudantes.
La literatura de folletín fue mucho más que literatura. Eso explica que sea un fenómeno que haya llamado la atención de la sociología o de la historia de la economía. Incluso es posible hablar de una industria literaria en toda regla, en tanto que las novelas eran concebidas según los gustos e intereses del público y que la gran mayoría de autores se comportaba como auténticos asalariados que escribían solo para ganarse la vida, sin más aspiraciones literarias más allá de los folletines. Sin embargo, el hecho de que entre toda esa paja aparezcan escritores y obras de indiscutible calidad es una de las grandes paradojas del género y nos lleva a pensar que seguramente el fenómeno de las novelas de folletines es mucho más complejo de lo que pudiera parecer a simple vista. Las mujeres probaron ser un excelente mercado para las historias seriadas, lo que derivó, por una parte, en el género literario de la novela romántica y, por otra, en el serial radiofónico, cuyo modelo narrativo puede considerarse como el antecedente más cercano del serial televisivo.
En Francia, durante la época del cine mudo, hubo una gran profusión de seriales, algunos inclusive prestigiosos, como el celebérrimo Los vampiros (Les vampires, 1915), de Louis Feuillade.
En los años treinta del siglo XX se comenzaron a emitir en Estados Unidos en radio soap operas como Painted Dreams. Los años treinta y cuarenta son también la época dorada del serial cinematográfico, destacando las producciones de la Republic Pictures Corporation, como la celebérrima Fu-Manchú.
En 1949 debutó en NBC These Are My Children, la primera soap opera de la televisión estadounidense, que no duró más de un mes. Guiding Light ha sido, en cambio, la de mayor duración, con más 15.000 episodios desde su estreno el 25 de enero de 1937 en NBC Radio y el 30 de junio de 1952 en televisión por CBS. En historieta, destacan folletines como El cachorro (Bruguera, 1951), de Iranzo, en España.
A partir de los años noventa, muchas de las series dramáticas de televisión incorporan de forma sistemática elementos del serial, como la continuidad de algunas tramas (sobre todo las referidas al desarrollo del personaje) durante varios episodios o una temporada entera, o el énfasis en el drama y los sentimientos. Ejemplos de esta tendencia son Beverly Hills, 90210 (1990-2000, FOX, Estados Unidos) y ER (desde 1994, NBC, Estados Unidos). En Venezuela las novelas cubanas, brasileras y de otros paise, junto a las locales, han hecho historia
Es audaz y producto de una gran convicciòn de nuestra parte vincular ese mundo con la seria investigación bibliográfica, creemos en lo importante de aportar trabajos de investigación lo màs completas posibles, en momentos de despertar del país cuando se relee y reescribe su historia, olvidada, manipulada y silenciada por años, cuando desde el estado se destruyen bibliotecas, se esconden archivos y se humilla y condena al silencio y al fracaso, a los investigadores que ni militan en un partido o ideología, menos aun son cómplices de los programas oficiales, enajenantes y promotores de ignorancia, ofrecer a cuentas gotas, un trabajo a lo mejor “fastidioso” para muchos, pero que amamos y sabemos que despertara a quienes lo lean, pues es comprobable, y aportarà un granito de arena, a su manera, a la formación de una masa crìtica. que cotejarà el dato, y podrá salir de las mentiras que se le han implantado, (los jóvenes podrán gritar fulanito me ha mentido, pero sin arrojarse al vacio, porque dispondrà de datos ciertos) y asi abrir puertas, propiciar criterios desde los cuales discernir y leer lo nacional… Dar libertad con el conocimiento ha sido desde hace años nuestro propósito de vida, màs que escribir novelas y poermas, camino poco atractivo y reconocido, àrido, de mucho trabajo y nada “chévere” adaptado ahora a tiempos de Netflix y de cuarentena por el COVID 19 cuando podemos compartir lo atesorado y registrado, no solo con damas encerradas en sus gineceos hogareños, como Balzac y Victor Hugo, sino brindando herramientas a todos, sin distinción, para la relectura de Venezuela, en medio de la toma de conciencia y paso evolutivo en clave nacional, con el conocimiento de nuestros verdaderos elementos culturales. El “continuará” de aquellas historias dio paso a las radionovelas del siglo XX, las telenovelas, las miniseries y, actualmente, y con la ayuda de la Red, a las novelas serializadas en formato electrónico…humildemente en este blog publicaremos trabajos que les harà disfrutar de la investigación hemerobibliogràfica, tan silenciada o desconocida en Venezuela…en entregas de dos textos semanales…que esperamos Uds,. disfruten tanto como nosotros realizándolos y ahora publicándolos…