“BOLÍVAR, EL GRAN SEÑOR DE LA PALABRA" Entrega X del libro de ROBERTO LOVERA DE SOLA.
1821: EL VATICIO DEL CAUDILLISMO Un mes antes exacto(mayo 21,1821) en carta a don Pedro Gual(1783-1862) el Libertador explicó dos hechos, que serían decisivos en el futuro por venir: dijo a Gual que los soldados vendrían a cobrar el “precio de sus lanzas”. Y que temía “mas a la paz que al guerra”(Escritos,t.XX,p.62) 199 . 1821: EL PÉSAME POR EL ALMIRANTE BRIÓN Siete meses mas tarde escribió su carta Guillermo Parker sobre la muerte del almiarante Luis Brión(1782-1821) que este le comunicó el 12 de diciembre de 1821. Esta debemos tenerla como una de sus grandes páginas, pese a que los estudiosos de su prosa no la examinan como se debiera. Esta se lee en sus Escritos, y es memorable por su belleza literaria y los sentimientos que expone. La consideramos una de sus grandes cartas. Brión falleció(septiembre 27,1821) a los 39 años en Curazao. El 12 de diciembre de 1821, a menos de tres meses de su deceso, desde Bogotá, en una carta a Guillermo Parker, Bolívar consagró a Brión a la posteridad al escribir: “He recibido con un dolor extremo la honrosa comunicación que Ud. se ha servido dirigirme con el señor Santana, por la cual la muerte de S.E. el Almirante Brión me ha llenado de una profunda aflicción. El primer compañero de la empresa generosa de libertar a Colombia no existe; pero Colombia le debe la mitad de su dicha, y no será ingrata a un hombre singular que más amante de la humanidad y de sus nuevos conciudadanos que de su propia fortuna, lo aventuró todo por satisfacer a sus nobles sentimientos y saciar su sed gloriosa. El Almirante Brión llevará en todos los corazones de Colombia un altar consagrado a la gratitud. Yo el primero, enviaré, si puedo, a la posteridad más remota monumentos eternos del bien que hizo a mi patria, y de la elevación de su carácter magnánimo. Junto con el Almirante Brión animará siempre la memoria sublime de su liberalidad y de nuestra obligación sagrada de cumplir sus últimas voluntades. La familia de nuestro benefactor será preferida a todo compromiso; porque ninguno es más digno de su preferencia. El poder ejecutivo queda encargado de arreglar definitivamente la deuda del Almirante, y a mi vuelta de Quito ofrezco adelantar la mayor suma posible para la satisfacción de esta deuda. Dígnese Ud. presentar a las señoras hermanas de mi difunto amigo el Almirante las expresiones más sinceras de mi sentimiento por su lamentable pérdida, y el testimonio más puro de mi profundo respeto hacia sus personas”(Escritos,t. XXI,p.356-357).
1822: MI DELIRIO SOBRE EL CHIMBORAZO Bolívar, tras reunirse con el general José de San Martín(1778-1850) en Guayaquil(julio 27,1822) y dejar claramente arreglado el problema de Guayaquil, viajó otra vez. Estuvo en Cuenca, y en Loja. Fue en esa ciudad, a la vista del Chimborazo, que concibió su poema en prosa Mi delirio sobre el Chimborazo (octubre 13), la más antigua copia manuscrita que se conoce tiene esa fecha. Pese a los problemas que se le han atribuido, su original manuscrito, o la hoja con el dictado del mismo, tomado por uno de sus secretarios, cuya caligrafía nos sigue siendo desconocida, a diferencia de los rasgos de la caligrafía de sus secretarios y amanuenses que conocemos muy bien hoy. El poema debió ser dictado a alguna persona presente en el momento de concebirlo. Pese a ello, por todo lo que vamos a señalar ahora no se puede dejar de considerar que Mi delirio sobre el Chimborazo fue escrito, o seguramente dictado, por Bolívar, dados los elementos que se encuentran en él, los que vamos a mencionar, no hacen que ver que aquel poema en prosa, el primero en su género de nuestra literatura, fue del Libertador. Cuando señalamos que fue escrito por Bolívar podríamos estar señalando que luego de redactado fue pasado en limpio por otra persona, hecho que observamos hipotéticamente, ya que era costumbre del Libertador, desde su primer documento singular en 1812, el Manifiesto de Cartagena, dictar sus escritos y luego, desde luego, corregirlos. Creemos que no queda duda de tres hechos: tenemos que afirmar que fue obra de Bolívar, que su belleza literaria, incluso como poema en prosa, es impecable, pero además es un texto político que desarrolla una preocupación, más bien una angustia, sentida por el Libertador desde tiempo atrás, al menos ya expresada en 1821, asunto que hemos referido antes. Y ella era su grave interrogante: ¿qué sucedería tras la guerra?. Una mes exacto antes de Carabobo el Caraqueño había escrito su famosa frase “Temo más a la paz que a la guerra”(Escritos,t.XX,p.62), en carta a Pedro Gual(1783-1862). Y tres años después, en otra epístola(noviembre 10,1824), al marqués del Toro(1761-1851) le dijo: “mis dolores existen en los días futuros. El provenir es mi tormento; es mi suplicio” (Escritos,t.XXX,p.118). Y este es el tema de Mi delirio sobre el Chimborazo. Y el hecho de tener su manuscrito, redactado, o dictado, en Loja, Ecuador, en una fecha en que él estaba en esa ciudad(octubre 13,1822), así no se conozca un manuscrito de su puño y letra, aunque si sabemos que está escrito en letra del primer tercio del siglo XIX, pero, además, conocemos dos textos escritos a mano de Mi delirio sobre el Chimborazo, uno de Quito y otro de Brasil, de la misma fecha(octubre 13,1822). En ambos: “El estilo es idéntico. La frase corta, punzante, apasionada, expresando la idea con aire sentencioso y rotundo” como indica Pedro Grases(1909-2004) 200 . Todo esto indica que es de Bolívar, además se pueden cotejar sus ideas con una serie de textos anteriores y posteriores suyos. Ello llevó, a Grases, a opinar que no hay duda que sea de Bolívar Mi delirio sobre el Chimborazo(Escritos,t. XXIII,p.233-234). Pero hay otro hecho, señalado por nuestra inolvidable poeta Ida Gramko(1924-1994), quien no dudó fuera del Libertador el poema. Pero dijo más, teniendo en cuenta, que los dos manuscritos conocidos, hechos por un copista, cuyo nombre no se ha podido precisar, constituyen una diestra pieza poética, redactada en prosa, pensó que este fue el primer poema de un autor venezolano de aquel período, anterior en meses, a la Alocución de la poesía, de Bello, impresa meses más tarde, en Londres. Esto haría a Bolívar nuestro primer poeta, lo cual no puede ser más significativo. Pero hay que señalar, con claridad, que Mi delirio sobre el Chimborazo fue un poema político, cuya idea central él ya había esbozado, al menos ya el año anterior, en su carta Gual, que hemos citado. Así, al componerlo, o dictarlo, tenía Bolívar los elementos para comenzar a pensar en la grave crisis que se avecinaba: la difícil construcción de la paz, en lo que no se equivocó. Tan grave fueron aquellos días, y los sucesivos años 1826-1830, que el maestro Uslar Pietri llamó a esta época en la biografía de Bolívar “el tiempo de llorar. Así Mi delirio sobre el Chimborazo cobra un sentido muy particular por tratar en él, dice el crítico Pedro Pablo Paredes(1917-2012), “la crisis ideológica que vivió el autor después Carabobo”. Otra hipótesis sobre la fecha la propuso, en sazonado examen, el erudito Julio Febres Cordero González (1916-1988), al anotar que Mi delirio sobre el Chimborazo fue escrito en el Cuzco, en donde estuvo el Libertador en 1825, durante su periplo hacia Bolivia. Aunque de meses antes, 10 de noviembre de 1824, fueron las frases que antes hemos citado al marqués del Toro, lo que nos indica que seguía preocupándose por el futuro. Y, desde luego, pudo pensarlo en 1825, durante su periplo, con su maestro, hacia el sur de Perú y hacia la recién nacida Bolivia. Rodríguez, pese a la euforia de Bolívar durante el viaje, si presintió el descalabro. Todo ello, vuelve a explicarnos el sentido que tuvo en la meditación, y angustia de Bolivar, en Loja, donde estuvo en la misma fecha que tienen los dos manuscritos conocidos de su poema. El poema en prosa de Bolívar fue el propio de alguien que se sabía expresar con la palabra y con alta belleza creadora. No hay nada de post-romanticismo en él, como lo pensó Manuel Caballero(1931-2010). Caballero usó la expresión “romanticismo tardío”(p.44). Hay que decir también que Mi delirio sobre el Chimborazo, es evidente la influencia de los Sueños(1627) de don Francisco Quevedo y Villegas(1580-1645) parece ser una de las fuentes del poema, según al maestro Pedro Grases. Además no hay que soslayar que al escribirlo en prosa Bolívar ratificó ser el mayor prosista de todo el período emancipador, de ello no hay duda, claro está que no fue un creador literario, ni un poeta, ni un crítico, pese a las alturas a las cuales llega a veces su prosa con los vuelos de su imaginación, sobre todo en las páginas finales del Discurso de Angostura o en Mi delirio sobre el Chimborazo, para dar dos ejemplos de los máximos en su escribir. Pero Bolívar fue siempre y así hay que tenerlo un escritor fundamentalmente político. Incluso Mi delirio sobre el Chimborazo es un poema político. Pero sus cartas son de tal belleza e ingenio que lo ponen por encima de todos, incluso de los mayores escritores hispanos de su época. En sus misivas están todos los pálpitos de su alma, sus confesiones más hondas, las grandes confidencias de su espíritu. Bolívar siempre fue en sus días, a los dos lados de Atlántico, el hombre quien mejor escribía en español. De allí la observación de Uslar Pietri: ”Puede tomarse a Bolívar por el primer prosista hispanoamericano de su hora” 201 . En el examen de este punto se detuvo, más morosamente, Rufino Blanco Fombona(1874-1944): “Con Bolívar se inicia un modo distinto de escribir en la lengua castellana” 202 El texto de Mi delirio sobre el Chimborazo es este: “Yo venía envuelto con la mano de Iris, desde donde paga su tributo el caudaloso Orinoco al Dios de las aguas. Había visitado las encantadas fuentes amazónicas y quise subir al atalaya del Universo. Busqué las huellas de La Condamine y de Humboldt; seguilas audaz, nada me detuvo; llegué a la región glacial, el éter sofocaba mi aliento. Ninguna planta humana había hollado la corona diamantina que pusieron las manos de la Eternidad sobre las sienes excelsas del dominador de los Andes. Yo me dije: este manto dse Iris que me ha servido de estandarte, ha recorrido en mis manos sobre regiones infernales; ha surcado los ríos y los mares; ha subido sobre los hombros gigantescos de los Andes; la tierra se ha allanado a los pies de Colombia, y el tiempo no ha podido detener la marcha de la Libertad. Belona ha sido humillada por el resplandor de Iris, ¿y no podré yo trepar sobre los cabellos delmgigante de la tierra? Sí podré. Y arrebatado por la violencia de un espíritu desconocido para mí, que me parecía divino, dejé atrás las huellas de Humboldt, empañando los cristales eternos que circuyen el Chimborazo. Llego como impoulsado por el genio que me animaba, y desfallezco al tocar con mi cabeza la copa del firmamento: tenía a mis pies los umbrales del abismo. Un delirio febril embarga mi mente; me siento como encendido por un fuego extraño y superior. Era el Dios de Colombia que me poseía. De repente se me presentó el tiempo, Bajo el semblante venerable de un viejo cargado con los despojos de las edades:ceñudo, inclinado, calvo, rizada la tez, una hoz en la mano… “Yo soy el padre de los siglos, soy el arcano de la fama y del secreto, mi madre fue la Eternidad; los limites de mi imperio los señala el Infinito, no hay sepulcro para mí, porque soy màs poderoso que la muerte; miro lo pasado, miro lo futuro, y por mis manos pasa lo presente. ¿Por qué te envaneces, niño o viejo, hombre o héroe?¿Crees que es algo tu universo?¿Qué levantaros sobre un átomo de la creación, es elevaros?¿Pensáis que los instantes que llamáis siglos pueden servir de medida a mis arcanos?¿Imagináis que habéis visto la Santa Verdad?¿Suponéis locamente que vuestras acciones tienen algún precio a mis ojos? Todo es menos que un punto a la presencia del Infinito que es mi hermano”. Sobrecogido de un terror sagrado, “¿cómo, ¡oh tiempo!”, respondí, no ha desvanecerse el mismo mortal que ha subido tan alto? He pasado a todos los hombres en fortuna, porque me he elevado sobre la cabeza de todos. Yo domino la tierra con mis plantas, llego al Eterno con mis manos; siento las prisiones infernales bullir mis pasos; estoy mirando junto a mí rutilantes astros, los soles infinitos; mido sin asombro el espacio que encierra la materia, y en tus rostro leo la Historia de lo pasado y los pensamientos del Destino”. “Observa, me dijo, aprende, conserva en tu mente lo que has visto, dibuja a los ojos de mi semejante el cuadro del Universo físico, del Universo moral; no escondas los secretos que el cielo te ha revelado: dí la verdad a los hombres.” La fantasía desapareció. Absorto, yerto, por decirlo así, quedé exánime largo tiempo, tendido sobre aquel inmenso diamante que me servía de lecho. En fin, la tremenda voz de Colombia me grita; resucito, me incorporo, abro con mis propias manos los pesados párpados: vuelvo a ser hombre, y escribo mi delirio. Simón Bolivar”(Escritos,t.XXIII,p.233-234).
CITAS BIBLIOGRAFICAS:
199. Aquel gran mal que fue el caudillismo afectó a todos los países latinoamericanos con excepción de Chile. Sobre ello consultar el magistral ensayo de Mariano Picón Salas(1901-1965): Andrés Bello y la historia. Viñeta: Simón Alberto Consalvi. Caracas: Academia Nacional de la Historia,2004. 99 p. La referencia la tomamos de la p.20.
200. Pedro Grases: “Mi delirio sobre el Chimborazo, de Bolívar” en sus Obras,t.IV,p.367-386. La cita procede de la p.369. El Chimborazo era considerada en esa época la montaña mas alta del mundo. Las exploraciones del Tibet aun no habían comenzado. Ida Gramcko(1924- 1994): Historia y fabulación en Mi delirio sobre el Chimborazo. Caracas: Contraloría General de la República,1989. 46 p.; Arturo Uslar Pietri: Letras y hombres de Venezuela,p.60. Pedro Pablo Paredes: “Bolivar y la poesía”, en Perfil de Bolívar,p.37. El mismo autor se refiere a ello en su estudio Bolívar escritor,p.63. La referencia a Julio Febres Cordero González(1916-1988) está en “Mi delirio sobre el Chimborazo”, en El refranero de Bolívar, p.211-235. La referencia procede de las p.217-218. Este es un estudio impecable del tema, pese a que nosotros pensamos que la fecha de la redacción del escrito de Bolívar sea el año 1822, al pasar por Loja, Ecuador. La referencia a Manuel Caballero está en su Por qué no soy bolivariano,p.43-45.. La cita procede de la p.44; Pedro Grases: “Mi delirio sobre el Chimborazo, de Bolívar” en sus Obras,t.IV,p.377-379. La cita procede de la p.369. Véase también Mario Briceño Perozo: El Bolívar que llevamos por dentro.2ª.ed. Caracas: Impresora Deta,1968. X,439 p. Ver:”La cuna de Mi delirio sobre el Chimborazo”(p.329-335); Simón Bolívar: “Midelirio sobre el Chimborazo”, Escritos,t.XXIII,p.233-234. Esta que citamos es la mas reciente y cuidadosa edición del poema, al cuidado de ese gran estudioso de Bolívar que fue el general e historiador Héctor Bencomo Barrios(1923-2012). La nota principal del documento 7032 es suya.
201. Arturo Uslar Pietri: Letras y hombres de Venezuela, p.61.
202. Rufino Blanco Fombona: El espíritu de Bolívar,p.186.