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El mundo de la mujer en las Letras del Edo. Carabobo


Flor Gornes y Gallegos, poetisa carabobeña nacida y fallecida en Valencia, cuya obra admiro mucho.

Como investigadora hemerobibliogràfica comparto la informaciòn sobre algunos libros que tengo en mi biblioteca sobre el tema del masculino, el femenino, el amor y la obra de la mujer en el mundo cultural del Estado Carabobo: destaco el 11 de Julio de 1998 en el Salón María Luisa Escobar, del Ateneo de Valencia, fue bautizado el Libro "Razón de una Memoria" de Vitalia Muñoz de Chacín, en el cual reseña la historia de tan importante institución.

En el acto también le fue impuesto botones a ex presidentas y miembros horarios del Ateneo: entre las que se encuentran: Alicia Castillo, Belén de Ramírez Borges, Olga de Cellis Pérez, Carmen Melet de Espinoza, y Alicia Oliveros, como miembros honorarios recibieron el botón: Raiza Feo de Salas Römer, Judith Villamediana, Graciela Delgado, Eladio Toledo Tovar y León Capriles.

La autora del libro, Vitalia Muñoz de Chacín, dijo que en las páginas del texto está reseñada a grandes rasgos 60 años de la historia del Ateneo de Valencia, desde su fundación de 1936. Agregó que es una memoria que ha sido escrita en dos tomos, de los cuales uno solo es el que está publicado, como es el "Razón de una Memoria", que resalta la gran cantidad de actividades que ha realizado el Ateneo, igualmente habla de medio siglo de cultura de la ciudad de Valencia.

Dijo que el otro tomo va a recoger los programas trascendentes del Ateneo, como el Salón Michelena, la Bienal Pocaterra, Cuadernos Cabriales, entre otras iniciativas brillantes de este centro cultural. (NUNCA SE PUBLICO)

Manifestó Chacín, que hablar lo que ha hecho el Ateneo de Valencia, es resaltar la cultura de Carabobo, e inclusive hay muchas iniciativas de esta institución que han sido pioneros en el país, lo cual es muy importante. Labor ésta que se ha realizado con mucho esfuerzo, constancia y sobre todo con mucho amor.

Tambièn se registrò en el DÍA DEL ESCRITOR en el Blog "El Monje de Camoruco" 28/11/2012 lo siguiente: Mañana jueves a las 10 de la mañana en la sede de la Asociación de Escritores del Estado Carabobo ubicada en el Parque Humboldt mejor conocido con el nombre del Parque de los Enanitos (hoy en día sin enanitos y sin Blanca Nieves) y al lado del Museo de la Cultura, se llevará a efecto el bautizo del Libro que recoge la historia de dicha institución escrita por la Profesora Vitalia Muñoz de Chacín. El presidente de la Asociación de Escritores de la entidad Luis Eduardo Gallo, indicó que con el bautizo del libro estarán celebrando no solo el Día del Escritor, sino también el natalicio

de Don Andrés Bello.

No podemos olvidar a la Dra. Blancanieve Portocarrero y la presentación de Libros de Poemas, Literatura y Música Infantil. Actividad de Extensión con motivo del Día Internacional de la Mujer Patrocinada por el Ateneo de Valencia,Instituto de Derecho Comparado de la Facultad de Derecho. Fundación Roque Muñoz y

Cátedra Libre de la Mujer de la U. C. con la participaciòn de Vitalia Muñoz, Lilia Bonnemaison, Lucy Magallanes y Alecia Castillo,

Y el excelente libro de Vitalia Muñóz de Chacín.

La huella femenina en el arte y la docencia carabobeña / Valencia : Gobierno de Carabobo, 2002.

Dos libros de poemas de escritoras carabobeñas me han conmovido: "Arbol...tu" de la gran poetisa Flor Gornés y Gallegos que representa lo más genuino de la cultura carabobeña en las letras, en la música, en las bellas artes. Valenciana nata de raigambre afincada en este suelo, nos dice que desde pequeña sintió la atracción por el arte, hasta el punto que se inscribió muy jóven en el Ateneo y fue tal su entusiasmo con la institución, que llegó a ser Presidenta en el año 1956, sucediendo en el cargo a Gloria Escalona de Aguilera. Durante su gestión se realizó la primera exposición retrospectiva del pintor Antonio Herrera Toro y Luis Guevara Moreno obtuvo el Premio Michelena con la obra “Vencedoras.”

Fuente: ensayosperiodisticos.wordpress.com, por Cora Páez de Topel

"Arbol...tu" es de la misma editorial con portada igualmente obra de Braulio Salazar.

El libro que me encanta: ÁRBOL, TU... 1959 Tipografía Vargas. 51 p.

"Árbol, tú... noche, búsqueda... ausencia, presencia... Una trilogía que forma el haz de versos de Flor Gornés y Gallegos. Vuelve esta joven intelectual carabobeña a ofrecernos las primicias de su espíritu. Antes, en "Prosas", su palabra mansísima logró crear un remanso al abrigo de la turbulencia de nuestros días. Hoy, en el poemario, en su estrofa nítida y armoniosa ensaya un canto a la naturaleza, la obra del Dios que vive en su creación.

Fuente: prólogo de Lucila Palacios.

Y el fortìsimo Holocausto de Vitalia Muñoz de Chacín.

Valencia : Gobierno de Carabobo, Secretaría de Cultura, 1997.

Ambas honran la energía femenina presente en nuestra región por la Diosa de Tacarigua y en el Lago de Valencia, ese trabajo cultural que cuando llegué a Valencia en 1974 me sorprendiò gratamente con los conciertos que se daban en el Teatro Municipal para TODO TIPO DE PERSONAS, NO ELITESCAMENTE como quieren decir hoy en día, pues existía una "Asociación amigos de la música de Valencia" dirigido por el señor Werner Lange y como Secretaria la srta. poetisa exquisita Flor Gornés y Gallegos, me alegrè mucho cuando Alfredo Fermín recordò esa Asociación que parecía olvidada porque nadie la mencionaba hasta su columna en El Carabobeño 10 abril 2011

Alegria de tìsica, no mencionan a Flor Gornès y Gallegos cuyo registro de socios igual que de escritorescarabobeños de la Asociaciòn de Escritores Seccional carabobo, es lo que permitio el iniocio ordenado de la investigaciòn de la memoria bibliogràfica del Estado Carabobo que entre 1976 y 1986 realicè con el Prof. Rafael Maria Lopez Risso.

Alfredo Fermín || Hoy y Después en Valencia

El pianista alemán Alexander Krichel, de 22 años, impresionó profundamente al público valenciano durante su único concierto en esta ciudad el domingo 3, interpretando el Concierto número 2 para piano y orquesta de Sergei Rachmáninov. El hermoso concierto fue tocado en el piano Steinway tipo D 274, propiedad de la Orquesta Sinfónica de Carabobo que acompañó al joven solista.

Nuestra emoción fue profunda no sólo por la impecable técnica de Krichel sino por el reencuentro con ese maravilloso piano, ahora restaurado, del cual fuimos su celador durante largos años en el Teatro Municipal. Allí lo dejó en custodia, antes de su disolución, la Sociedad Amigos de la Música de Valencia que lo donó a la Fundación Orquesta Sinfónica de Carabobo.

Cuando vimos ese piano en el escenario del Teatro Alfredo Celis Pérez, reluciente como una escultura de ébano, queríamos gritar: ¡ese piano es mío! y que todos los presentes supieran de su alcurnia y de su historia a la que ahora se agrega su restauración, en la que fueron invertidos 60 mil bolívares (60 millones de los viejos) donados por un amante de la música que prefiere no se le mencione.

El señor Werner Lange, hombre de la mayor confianza de don Eugenio Mendoza, en Protinal, con quien mantuvimos una inolvidable amistad, nos contaba que ese piano fue una donación a Arthur Rubinstein, nacido en Polonia en 1887 y fallecido en Ginebra en 1982. Pero el genial pianista, después tocarlo en un concierto en el Carnegie Hall, de Nueva York, propuso a la Steinway que se lo cambiaran por otro que fuera menos dulce, con una mayor sonoridad propia de su estilo. Y así se hizo.

Un regalo a Valencia

Posteriormente, el señor Lange supo que estaba a la venta y, como presidente de la Sociedad Amigos de la Música de Valencia, fundada en 1957, logró que el piano fuese adquirido mediante contribuciones de personalidades e instituciones de Valencia.

En aquellos tiempos de los años 60, cuando la gente era generosa, dieron sus contribuciones Juan Ernesto Branger, Jabón Las Llaves, José Auad, Ricardo Degwitz, Enrique Heemsen, Cámara de Comercio de Valencia, Asociación de Ganaderos, Manufacturas Daher, Moisés Herrera, Cerámica Carabobo, Cámara de Industriales, Carlos Luis Ferrero, Julio y Belén de Ramírez Borges, El Carabobeño, Marcelo Corradi, Creole Petroleum Corporation, José Clavo López, Angel Cervini y Shell de Venezuela, entre otros.

Con la colaboración de Juan Luis González Pernía, quien era el tesorero de la Sociedad Amigos de la Música de Valencia y de nuestras amigas Luisa Herminia Celis y Carmencita Ojeda, coleccionistas de programas de conciertos, logramos más información sobre el piano, estrenado en el Teatro Municipal el 16 de febrero de 1966, durante un "gran concierto".

Para este acontecimiento artístico y social, vino a Valencia el celebrado pianista chileno Claudio Arrau quien interpretó un exigente programa integrado por la Sonata en mi bemol mayor, opus 31, La Caza y Sonata en do mayor, opus 53, Waldstein, de Beethoven; Los juegos de agua en la Villa de Este y Gnomenreiggen, estudio de concierto número 2, de Liszt. El concierto concluyó con Carnaval, opus 9, Scenas mignonnes sur quatre notes, de Robert Schumann.

Celebridades al piano

Al año siguiente, 1967, fue ofrecido otro histórico concierto a cargo del legendario pianista Witold Malcuzynski quien interpretó en "el gran piano": Preludio, Coral y Fuga, de César Franck; Sonata número 7 opus 83, de Prokoffiev; Seis preludios, de Debussy; Mazurka, Vals y Scherzo número 2, en si bemol menor de Chopin.

Con motivo del centenario y restauración del Teatro Municipal, en 1994, el prestigioso pianista Frank Fernández, acompañado de la Orquesta Sinfónica de Carabobo, interpretó el Concierto número 2 para piano y orquesta de Sergei Rachmáninov, con éxito impresionante de público y de crítica. Harriet Serr, Evencio Castellanos, Eva María Zuck, Arnaldo García y Judith Jaimes están entre los grandes pianistas venezolanos que se han lucido con este instrumento.

En los últimos años de su vida, el señor Lange nos visitó en el Teatro Municipal para ver cómo estaba el piano y, después de recomendarnos que lo abriéramos siempre y que lo tocaran de vez en cuando, nos manifestó que nos dejaba como albacea, para que lo cuidáramos mucho, porque "ésta es una de las joyas de Valencia". La misión encomendada fue cumplida. Intentamos restaurarlo, lo cual costaba entonces quince millones de bolívares. Pero siempre nos negaron los recursos. Un buen día nuestros amigos José Calabrese y Juan Vadell nos dieron la noticia de que los sobrevivientes de la Sociedad Amigos de la Música habían donado el piano a la Fundación Orquesta Sinfónica de Carabobo, por lo cual terminó la custodia en que lo manteníamos. Cuando se lo llevaron del Municipal sentimos que se iba algo muy nuestro. Pero el domingo pasado, cuando lo vimos restaurado, estallamos de alegría, porque si lo hubiéramos dejado en su antigua sede, no lo tendríamos como ahora. Ojalá que las nuevas generaciones sigan cumpliendo las recomendaciones del señor Werner Lange.

Espero que algún día se escriba sobre Flor Gornés y Gallegos

en toda la dimensión de su trabajo en pro de la cultura

valenciana y su obra, tal y como se esmeraron en promover al infinito la de Ana Enriqueta Terán y màs nadie. Fíjense los detalles, el Lic. Fermín ni la nombra en la columna que comparti, solo su "amistad" con el padre de la profesora de arte del Colegio "Los Cedros" y amiga Angelita Lange, Werner Lange, cuando la poetisa Flor Gornès y Gallegos era la Secretaria de la Asociación que menciona.

Laura Mercedes Antillano Armas (Caracas, Venezuela, 8 de agosto de 1950) Ellas (Semblanzas, artículos, entrevistas,2013).Octubre 2013, Primera Edición

Recueddo una Laura Antillano de la que tuve idea por Aquiles Nazoa en 1970 y la madre de èsta, la hermosae inolvidable Lourdes De Armas y sus pinturas prodigiosas como los gallos que no olvidare porque fuimos con Aquiles Nazoa y por el adquirimos .La bella época (cuentos, 1969).y la recien publicada entonces La muerte del monstruo come-piedra (novela, 1971) para paliar el dolor de Lourdes por su conflictiva niña adorada medio narrada en La luna no es pan de horno (cuentos, 1988).

Lourdes Armas Alfonzo nació en Cumaná. Edo. Sucre, el 11 de noviembre de 1927. Hija de Rafael Armas Chacín y Mercedes Corina Alfonzo Rojas. Hermana del escritor, crítico literario, editor e historiador anzoatiguense Alfredo Julio Armas Alfonzo (1921-90), precursor del Realismo Mágico en América. Nieta del teniente de la Guerra Federal, Ricardo Alfonzo.

Contrajo nupcias en el año 1949 con el periodista, luchador social, abogado, crítico de arte, y docente universitario caraqueño Sergio Antillano (1922-99), y el enlace tuvo 6 hijos: Laura, Lucia, Sergio, Gerardo, Amanda y Diana.

Estudió en la Escuela de Artes Plásticas y Aplicadas; y formó parte del Taller Libre de Arte (1948-52).

Trabajó en Cartografía Nacional y en el Ministerio de Fomento como dibujante técnico (años 40); ilustró revistas (El Farol y El Morrocoy Azul), textos y cuentos infantiles.

Realizó su primera exposición individual en el año 1949 en el Taller Libre de Arte, en Caracas.

La dibujante y pintora cumanesa Lourdes Armas Alfonzo falleció el 28 de abril de 1977, en Houston, Texas, Estados Unidos de Norteamérica.

Hoy leo los articulos de Laura con el tonito chavista y me duele, porque lo que cuentaes verdad pero con el discursito insurgente que no le va bien, porque es de tradiciòn privilegiada desde antes de nacer.

Llegando a Valencia de la mano de Aquiles

mayo 17, 2020

Me vine a vivir a Valencia, después de haber ganado el concurso para ingresar como profesora a la Escuela de Educación de la Universidad de Carabobo; venía de Maracaibo, conocía poco o nada la ciudad y tenía veinticinco años.Mi familia, mis padres, Sergio Antillano y Lourdes Armas, eran amigos muy cercanos de Aquiles Nazoa, bueno, lo éramos todos en la familia entonces. Ellos se habían conocido en los tiempos del Taller Libre de Arte, en Caracas, y mamá era artista plástico y mi padre periodista, intelectual de esas diatribas insurgentes de los ‘40 y ‘50.Sus vínculos eran de ese contexto, la generación evaluadora de los años cuarenta del siglo XX con el reporte de sus gestos en el arte y las ideas de entonces.Aquiles nos visitaba en Maracaibo con frecuencia, y de cuando vivíamos aún en Caracas recuerdo algunas navidades que juntaban a las dos familias. Por ello, al venirme a Valencia, mi mamá (sobre todo ella) debió haberle encomendado a Aquiles que me acompañara un poco en esta adaptación a una ciudad diferente y una vida distinta y distante de ellos allá. Aquiles con Amanda y Diana (hermanas de Laura) y la sobrina de ellas, Claudia. Aquiles lo cumplió a carta cabal. Si yo lo visitaba en Caracas, escapándome algún fin de semana, él tenía la osadía de venirme a traer en su carrito, y así la conversa se prolongaba y la compañía, siempre grata.Y mis primeros días de instalación en Valencia no puedo dejar de recordarlos sin su presencia. Llegué a vivir en la calle Comercio de San Blas y no conocía nada. Aquiles se empeñaba en que camináramos para que aprendiera a orientarme y disfrutara de mi nuevo entorno urbano, tan diferente a Maracaibo.Entonces recuerdo que en esos paseos él no podía ver una casa con jardín, que estuviera solitaria en su espacio externo, porque me hacía entrar, en su compañía, con mucha mesura y vigilancia, sencillamente para tomar florecitas del lugar, que con frecuencia eran trinitarias en enredaderas, o flores de berbería de diferentes colores, lo hacíamos y salíamos apuradísimos, evitando cualquier encuentro innecesario.Se divertía con las cosas más sencillas y me enseñaba a mirar los detalles de las calles y la gente en su empeño por mi adaptación a la nueva ciudad.Muy pronto estuvo vinculado a los eventos de la todavía Escuela de Educación en Bárbula, donde yo pasé a compartir mis responsabilidades de las cátedras de Lenguaje y Comunicación, con la coordinación de la Extensión Cultural. Aquiles Nazoa en la vieja Escuela de Educación de la Universidad de Carabobo (UC). Tengo muy gratos recuerdo de aquel entonces, donde la inventiva superaba con creces a la posibilidad de mayores recursos económicos, y mamá era una cómplice de aquello, encantada con participar ella también desde Maracaibo en lo que inventábamos.Una de las programaciones más gratas fue la organización de una exposición, en la Biblioteca de la Escuela, de juguetes tradicionales, desde la perinola y las metras, a las muñecas de trapo, los carritos de tabla, todo eso pequeño, modesto y sencillo, que formaba parte de la vida normal de niños y niñas de Venezuela y del mundo, en el grado de lo humilde, producido en la casa y casi de la nada.Mamá me hizo llegar una gigantesca muñeca de trapo enviada desde Cumaná, y ella misma claveteó carritos, escaleritas, muñequitos saltarines que dependían de un sencillo mecanismo: pendiendo de dos tablitas laterales que, al apretarse en un toque, les llevaban a saltar la cuerda. Muñecas de trapo hechas por Lourdes Armas para el libro “Vida privada de las muñecas de trapo”.Aquiles vino con una cierta frecuencia a nuestra Escuela de Educación de la Universidad de Carabobo, y disfrutaba mucho de esas locuras ocurrentes, hizo amigos entre el mismo personal de aseo y vigilancia de la edificación, todos lo conocían y querían su autógrafo, y él conversaba con la mayor sencillez con cada uno.Y a las charlas sobre juguetes tradicionales siguieron otras, pero sobre personajes de alto calibre cultural como José Martí o Simón Rodríguez. Aquiles disfrutaba enormemente la realización de sus exposiciones explicativas, poéticas, llenas de anécdotas que enriquecían los conceptos, y manejaba su fina ironía al momento de hacer críticas, expresando sus ideas.Su labor constante en la investigación de la historia, las costumbres del país, el lenguaje y sus usos diversos, la formulación de modismos populares, le llevaban a incorporar a su hacer creativo un sinnúmero de expresiones y construcciones, a veces humorísticas, que pronto se convertían en parte de los asuntos más buscados por los venezolanos que incursionábamos en su obra.Posteriormente tuvo, y tendría por mucho tiempo, muchas otras razones para vincularse a Valencia; su amistad con Alecia Castillo, compositora, directora y creadora de la Coral Infantil de Valencia, y toda la gente agrupada a su alrededor, fueron para Aquiles una bella razón para visitar la ciudad, manteniéndose en vínculo creciente con los gestos y programaciones que se inventaban, de hecho, el montaje de “El Espantapájaros”, con la Coral, fue una de las actividades fundamentales de este grupo en conexión con la obra del poeta, con el intelectual amoroso y sencillo que fue siempre Aquiles Nazoa.

Tuvimos el privilegio y la alegría de viajar con Alecia en una gira del grupo a los Estados Unidos con aquel montaje de “El Espantapájaros”, y recuerdo circunstancias muy gratas de esos eventos en uno y otro lugar. Donde ya el hecho de representar una obra de Aquiles Nazoa nos parecía motivo de aplauso. Dibujo de Lourdes Armas a la muerte de Aquiles Nazoa, del 2 de mayo de 1976. Y lo que hacía Aquiles con Carabobo lo hacía con muchos otros lugares de Venezuela, porque si alguien amó a este país fue precisamente él.Por eso nos resulta de gran importancia que Venezuela celebre sus 100 años con eventos en todas partes y recordando su obra, retomando sus palabras y haceres, porque si algún intelectual del siglo XX lo merece es precisamente Aquiles Nazoa.

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