"La trama secreta còsmica de una crónica extraña y silenciada. Aproximaciòn a los arquetipos fe
A Maria (La China) Pont y a Braulio Rivero dedico este trozo de mi trabajo, a la primera excelente ceramista caraqueña, egresada de la Escuela Cristóbal Rojas de Caracas en 1976, ha ganado el Premio Guayana y el Premio Nacional de Artes del Fuego en el XI y XII Salón Nacional de Artes del Fuego (1984 y 1985), así como la Mención de Honor en la IV Trienal Mundial de Cerámica en Pequeño Formato en Zagreb, Yugoslavia, en 1993, quien desde los años 80 desarrolla su serie de desplazamientos, donde plantea una ruptura con la simetría tradicional, basada en el descentramiento de los ejes. Sus obras, generalmente torneadas y procesadas a alta temperatura, se caracterizan por su austeridad volumétrica y depuración estética. le debo no solo su amistad y momentos de compartir maravillosos en su taller y galeria de arte, ubicada en la Urb. Lomas del Este, primera en Valencia (Edo. Carabobo) dedicada a promover a los artistas del fuego, sino a tener momentos mìsticos reales, no solo vièndola trabajar las pastas y esmaltes ceràmicos, la transformaciòn de los mismos en la quema en los hornos, bajo la acciòn del fuego, sino frente a un bowl hecho por ella en porcelana blanca, que tenia en un mueble en la sala de su casa en Paraparal, ante el que me sentaba y vièndolo me iba a otra dimensiòn, y Braulio Rivero (Valencia 19 de diciembre 1956) amigo, con quien tuve un taller de ceràmica "Al Magham" en mi casa primero y luego en la Urb. Agua Blanca de Valencia, a quien debo haber conocido excelentes ceramistas nacionales y extranjeros en los fabulosos años 80, comprendido lo que junto a èl aprendi, investigando sobre tierras y oxidos quimicos para lograr sus propuestas ceràmicas, sometidas al fuego de forma innenarrable, y sobre todo vièndolo tornear con gestos divinos de sus manos, sin violencia, pero con fuerza, de artista cocreador con Dios, y tambièn como docente de damas valencianas que se transformaban sentadas frente al torno ceràmico y la bola de arcilla, los esmaltes logrados por ellas, y sus obras expuestas luego en activiades del grupo, esas experiencias me permitieron escribir lo que presento en este texto, publicado en la Revista Ojo de Agua de los greupos de Gurdjieff en Colombia, y en mi libro "Hoy es mañana" (2007) al que recurro porque mis guias me han indicado, que coloque ese ejemplo, el del alfarero que hace una vasija en el torno, y el de nosotros consideràndonos barro del que saldra la vasija, y los procesos que se viven en el camino espiritual, ya que sin esa actitud, la informaciòn que suministro, no sera màs que unos conocimientos en la larga cadena de informaciòn existente, sin sentido ni proposito...Ademàs en aquel entonces no imaginè que iba a tener tanta vigencia actualmente
Hay que recurrir primero a los referentes en los textos bìblicos:
Jeremías 18
Reina-Valera 1960
La señal del alfarero y el barro
18 Palabra de Jehová que vino a Jeremías, diciendo:
2 Levántate y vete a casa del alfarero, y allí te haré oír mis palabras.
3 Y descendí a casa del alfarero, y he aquí que él trabajaba sobre la rueda.
4 Y la vasija de barro que él hacía se echó a perder en su mano; y volvió y la hizo otra vasija, según le pareció mejor hacerla.
5 Entonces vino a mí palabra de Jehová, diciendo:
6 ¿No podré yo hacer de vosotros como este alfarero, oh casa de Israel? dice Jehová. He aquí que como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano, oh casa de Israel.
7 En un instante hablaré contra pueblos y contra reinos, para arrancar, y derribar, y destruir.
8 Pero si esos pueblos se convirtieren de su maldad contra la cual hablé, yo me arrepentiré del mal que había pensado hacerles,
9 y en un instante hablaré de la gente y del reino, para edificar y para plantar.
10 Pero si hiciere lo malo delante de mis ojos, no oyendo mi voz, me arrepentiré del bien que había determinado hacerle.
11 Ahora, pues, habla luego a todo hombre de Judá y a los moradores de Jerusalén, diciendo: Así ha dicho Jehová: He aquí que yo dispongo mal contra vosotros, y trazo contra vosotros designios; conviértase ahora cada uno de su mal camino, y mejore sus caminos y sus obras.
12 Y dijeron: Es en vano; porque en pos de nuestros ídolos iremos, y haremos cada uno el pensamiento de nuestro malvado corazón.
13 Por tanto, así dijo Jehová: Preguntad ahora a las naciones, quién ha oído cosa semejante. Gran fealdad ha hecho la virgen de Israel.
14 ¿Faltará la nieve del Líbano de la piedra del campo? ¿Faltarán las aguas frías que corren de lejanas tierras?
15 Porque mi pueblo me ha olvidado, incensando a lo que es vanidad, y ha tropezado en sus caminos, en las sendas antiguas, para que camine por sendas y no por camino transitado,
16 para poner su tierra en desolación, objeto de burla perpetua; todo aquel que pasare por ella se asombrará, y meneará la cabeza.
17 Como viento solano los esparciré delante del enemigo; les mostraré las espaldas y no el rostro, en el día de su perdición.
Isaías 29:16
16 ¡Qué equivocación la vuestra! ¿Es acaso el alfarero como el barro, para que lo que está hecho diga a su hacedor: El no me hizo; o lo que está formado diga al que lo formó: El no tiene entendimiento?
Isaías 64:8
8 Mas ahora, oh SEÑOR, tú eres nuestro Padre, nosotros el barro, y tú nuestro alfarero; obra de tus manos somos todos nosotros.
Romanos 9:14-24
14 ¿Qué diremos entonces? ¿Que hay injusticia en Dios? ¡De ningún modo!
15 Porque El dice a Moisés: TENDRE MISERICORDIA DEL QUE YO TENGA MISERICORDIA, Y TENDRE COMPASION DEL QUE YO TENGA COMPASION.
16 Así que no depende del que quiere ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia.
17 Porque la Escritura dice a Faraón: PARA ESTO MISMO TE HE LEVANTADO, PARA DEMOSTRAR MI PODER EN TI, Y PARA QUE MI NOMBRE SEA PROCLAMADO POR TODA LA TIERRA.
18 Así que del que quiere tiene misericordia, y al que quiere endurece.
19 Me dirás entonces: ¿Por qué, pues, todavía reprocha Dios? Porque ¿quién resiste a su voluntad?
20 Al contrario, ¿quién eres tú, oh hombre, que le contestas a Dios? ¿Dirá acaso el objeto modelado al que lo modela: Por qué me hiciste así?
21 ¿O no tiene el alfarero derecho sobre el barro de hacer de la misma masa un vaso para uso honroso y otro para uso deshonroso?
22 ¿Y qué, si Dios, aunque dispuesto a demostrar su ira y hacer notorio su poder, soportó con mucha paciencia a los vasos de ira preparados para destrucción?
23 Lo hizo para dar a conocer las riquezas de su gloria sobre los vasos de misericordia, que de antemano El preparó para gloria,
24 es decir, nosotros, a quienes también llamó, no sólo de entre los judíos, sino también de entre los gentiles.
Todo el saber alquímico y sus leyes están presentes en la transmutación que
logra el fuego, atizado por el aire, sobre la vasija hecha de tierra y agua, que en
el horno se consolida, purificándose de toda impureza. Pero el logro final se
conseguirá si la arcilla ha sido bien amasada, mezclada con la cantidad de
agua justa, para luego ser golpeada de manera que no quede nada de aire en
ella, y pueda ser trabajada en el torno después de un necesario e ineludible
proceso de centrado, y su plasticidad permita que sea hollada y construida por
la mano del alfarero, quien creara un vacío contenido. Todo este hacer es una
imagen perfecta del proceso de crecimiento y evolución natural y espiritual del
hombre. El primero está representada en la mezcla de los ingredientes que
componen la arcilla con el agua. Después el añejamiento que se obtiene al
mezclar esa pasta con otra putrefacta, la levadura que fermentara la masa, y
que es lo que permite que cumpla su primera fase de elaboración, igual que el
hombre debe consolidar su primera etapa de vida natural para ascender a otra
superior. Esa mezcla debe ser dejada pudriéndose un tiempo, reposando,
madurando…al estar ya lista se saca del agua, se seca, se amasa y golpea
para extraerle el aire, despojo simbólico en el ser humano de la razón
intelectual, del egoísmo que provocan emociones, sentimentalismos y actitudes
que obstaculizan y detienen el proceso evolutivo cuando ya han cumplido su
ciclo como ego ascendente positivo, aire que en la arcilla impide la unificación
compacta de sus componentes, necesaria para la obtención de la plasticidad
requerida para que las manos del alfarero puedan trabajar sobre ella. En el ser
humano las circunstancias, los “golpes de la vida diaria” y el paso del tiempo lo
hacen madurar, desarrollar sus características propias y comprender que así
como es un individuo, no es el centro del universo, sino que hay una realidad
superior a el.
La formación del cuerpo de la vasija representa como se va conformando y
consolidando la razón del hombre, que tiene su por que, causa y final en el
vacío o ansias de lo divino, que el ira llenando de acuerdo a su estado de
conciencia y hacia donde oriente su libertad, como y con que quiere llenar el
vacío insondable: el egoísmo o el amor; el bien o el mal; la verdad o la mentira;
la rectitud o la ambigüedad. El vacío es lo que le da forma y razón de ser a la
vasija, pues las paredes solo lo delimitan. En esta relación, el ser humano será
el objeto que se da forma a si mismo de acuerdo a como va estructurando ese
vacío, y va conformando sus paredes en base a su apertura o cerrazón a la
inspiración de lo divino manifestado como exigencia de su conciencia; puede
ser copa humilde, ancha, receptora, o botella cerrada, sin posibilidad de ser
colmada, siendo el contenido por excelencia: el vacío. Pero quien le da el sello
final a todo este proceso es el fuego purificador que consolida, quemando las
impurezas existentes y uniendo entre si, consolidando en un solo cuerpo, todos
los materiales presentes desde su origen. Quien se haya conformado como
copa puede recibir lo divino; quien lo ha hecho como botella cerrada quedará
inmutable ante la Realidad Superior, explotando bajo la acción de la llama igual
que el que no completo cada paso del proceso. El alfarero sería lo divino, quien
hace uso de la vasija y llena el vacío interior de ella…La vasija es la razón. Lo
que somos en verdad es el espacio contenedor.
Como vemos, el hacedor de cerámica en su acto de moldear el barro se crea a
si mismo en la vasija que sale de sus manos, pero su acto creador tiene un
limite, lo que le permite equiparar su acción con la del Dios que en el primer
capitulo del Génesis bíblico tomo la materia inerte, y después de humedecerla
la configuro entre sus manos insuflándole vida…En el momento de la cocción
de sus piezas el alfarero las abandona, y debe pedir al fuego, la capacidad de
conferir su esplendor final a la obra de creación que ha emprendido, admitiendo
con esto que no le es propio detentar todos los poderes, cualidad únicamente
divina, y por eso se le ha dado al fuego, el de modificar lo que el ideó al
proyectar y realizar su obra. Como hombre o mujer-ceramista a la hora de
desenhornar sentirá la misma aprensión que una madre antes y durante el
parto, y será un acto de humildad y negación propia, aceptar el resultado,
después de la acción sorprendente del fuego transmutador sobre la pieza y el
mismo, pues ambos debieron ceder en la lucha sostenida hasta el ultimo
momento con la llama. “La tierra caprichosamente rehúsa las caricias del
fuego” dijo el critico de arte Josep Pijoan, la soberbia del hombre también
rechaza todo recordatorio de su fragilidad e indigencia ante la verdadera
Voluntad.
El buen ceramista utilizara sus manos como servidoras en su acción de crear.
Su arte consistirá en incitar al observador a tocar la forma y textura de su pieza
y lograr que este se traslade a otra realidad, se remonte a la creación del
mundo, invitarlo a reflexionar, a meditar, mas que a impresionar y admirar lo
bonito de la misma y la técnica utilizada exclusivamente. Si usa colores en los
esmaltes o cualquier decoración, estos no deben distraer la mirada, se servirá
de ellos como de un lenguaje mediante el cual se revelan en silencio, cosas
eternas, prodigiosas, sin romper la armonía del conjunto.
La cerámica es un arte puro y autónomo, que se opone a la rapidez, a lo
efímero, la cual exige que nuestro pensamiento se halle recogido, en reposo.
El artista dará un paso mas adelante que el alfarero: desde el mundo exterior
que le muestran los sentidos, creara, gracias a su percepción, pensamiento e
intuición, formas que partiendo de las naturales, emprenden un viaje lejano
hacia la forma esencial, inmutable, que carece de pasado y futuro pues se hace
presente en el acto creador, capaz de comunicar su verdad arquetípica en
cualquier época y lugar. Hunde sus manos en las entrañas mismas de las
cosas para darles la forma que desee, construyendo un nuevo cuerpo que
ofrecerá a la llama…recogerá en él los elementos de las rocas sedimentarias,
fragmentos dispersos, disociados por el agua y el tiempo.
El arte cerámico tiene dentro de si el origen del arte mismo. “En el ensueño
cósmico del alfarero, escribe Bachelard, la mina de arcilla es una inmensa
artesa en la que los diferentes barros se combinan y se mezclan con el germen
primordial…En suma, el verdadero modelador siente animarse bajo sus dedos,
en la pasta, un deseo de ser modelada, de nacer a la forma. Un fuego, una
vida, un hálito existente en potencia en la arcilla fría, pesada e inerte…El
modelado es una dicha para los dedos…” Por tanto, el ceramista nos revelará
en sus obras, criaturas del espíritu, de la mano y del fuego, que hablan a todos
los que las tocan, tratando de descubrir el misterio del Vacío que ocultan y que
paradójicamente a todos sustenta.