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"La trama secreta còsmica de una crónica extraña y silenciada..."


Hago mia en este trabajo esta frase “La Astrología consiste en configuraciones simbólicas del inconsciente colectivo, que es el tópico principal de la psicología: los ‘planetas’ son los dioses, símbolos de los poderes del inconsciente”.

-Carl G. Jung-(Kesswil, cantón de Turgovia, Suiza; 26 de julio de 1875-Küsnacht, cantón de Zúrich, ibidem; 6 de junio de 1961) fue un médico psiquiatra, psicólogo y ensayista suizo, figura clave en la etapa inicial del psicoanálisis; posteriormente, fundador de la escuela de psicología analítica, también llamada psicología de los complejos y psicología profunda.

​Se le relaciona a menudo con Sigmund Freud,(Příbor, 6 de mayo de 1856-Londres, 23 de septiembre de 1939) médico neurólogo austriaco de origen judío, padre del psicoanálisis y una de las mayores figuras intelectuales del siglo XX, de quien fuera colaborador en sus comienzos. Jung fue un pionero de la psicología profunda y uno de los estudiosos de esta disciplina más ampliamente leídos en el siglo xx.

Su abordaje teórico y clínico enfatizó la conexión funcional entre la estructura de la psique y la de sus productos, es decir, sus manifestaciones culturales. Esto le suscitó a incorporar en su metodología nociones procedentes de la antropología, la alquimia, la interpretación de los sueños, el arte, la mitología, la religión y la filosofía.Jung no fue el primero en dedicarse al estudio de la actividad onírica. No obstante, sus contribuciones al análisis de los sueños fueron extensas y altamente influyentes. Escribió una prolífica obra. Aunque durante la mayor parte de su vida centró su trabajo en la formulación de teorías psicológicas y en la práctica clínica, también incursionó en otros campos de las humanidades, desde el estudio comparativo de las religiones, la filosofía y la sociología hasta la crítica del arte y la literatura.

Carl Jung es el responsable de introducir la astrología en el psicoanálisis. Abordó conceptos que para muchos estaban más cerca de la magia, que de la ciencia. Aún así, sus postulados son profundos e interesantes y han logrado trascender, hasta el punto de dar lugar a una corriente que se mantiene vigente al día de hoy.

Para Jung, en la astrología están condensados todos los conocimientos de psicología de la antigüedad. De manera intuitiva, los doce signos del zodiaco se convirtieron en un compendio de las realidades psíquicas. Configuran lo que Jung llamó “arquetipos”. Estos son patrones o modelos psicológicos, que habitan en el inconsciente colectivo.

Carl Jung estaba convencido de que existe una disposición innata en cada ser humano a ser lo que es. No se adquiere, sino que nace con cada uno de nosotros. En este punto se ve la influencia de la astrología en el psicoanálisis junguiano. Los astrólogos están convencidos de que existe una inclinación a vivir de cierto modo, desde el momento de nacer.

Mi tema no es ese en especial, sino en la asociaciòn que hace Jung con los arquetipos femeninos presentados en este trabajo sobre los asteroides Ceres, Vesta, Atenea y Juno màs Persèfone y Artemisa detectados en cuestionario aparte, junto a los puntos de representantes del principio masculino en una carta natal.

Jung desarrolló el concepto de “sincronicidad“ en su teoría. Se trata de un postulado que da presencia a la astrología en el psicoanálisis. La sincronicidad se refiere a sucesos que generan una coincidencia. Se encuentran, ocurren al mismo tiempo, pero están aparentemente desconectados entre sí. Como cuando uno está pensando en algo poco usual, como un murciélago y una hora después ve uno en la ventana.

Para Jung, estas coincidencias obedecen a unos hilos invisibles que lo conectan todo. Esto concuerda con los principios astrológicos. Según ese conocimiento, hay fuerzas invisibles que emanan del universo. Esas fuerzas están combinándose constantemente y dan lugar a que ocurran los hechos en la vida de una persona.

De este modo, es clara la influencia de la astrología en el psicoanálisis junguiano. Un orden universal desconocido se manifiesta en una situación específica. Los movimientos del universo dan origen a hechos definidos en la vida de una persona. Parecería que esto se aleja de lo científico, pero la física cuántica también ha abordado postulados similares.

Jung llama a la astrología “método intuitivo”. Declaró en varias oportunidades que había podido verificar que determinados estados psicológicos o determinados hechos, estaban correlacionados con los tránsitos de los planetas. “Sobre todo, aflicciones de Saturno y Urano”, declaró en 1954, durante una entrevista.

Los astrólogos, por su parte, coinciden en muchos puntos con Jung. Insisten en la existencia de fuerzas invisibles que imponen determinado sentido a todo lo que ocurre. “La fuerza que mueve al sol y las estrellas es la misma que mueve el alma humana”, dijo el famoso astrólogo español Lluís Gisbert. Se rigen por las 7 leyes del Universo que vimos expuestas en el Kybalion

Así como se aprecia una influencia de la astrología en el psicoanálisis, también ocurre lo inverso. Muchos astrólogos acuden a los conceptos de Jung para elaborar sus interpretaciones. Un caso muy particular es el de Richard Tarnas. Este académico tiene una formación muy especial: es filósofo de la Universidad de Harvard, pero también psicólogo y astrólogo.

Cuenta que llegó a la astrología después de abordar las enseñanzas de Jung. Su aproximación inicial fue, sobre todo, empírica. Le sorprendió encontrar que las cartas astrales de Galileo, Einstein y Darwin eran muy similares. También que se haya repetido la misma configuración planetaria durante un concierto de Beethoven y el más apoteósico de Jimy Hendrix. Una frase resume su postura: “Tu psique es la respiración del cosmos”.

Una relación incómoda

La influencia de la astrología en el psicoanálisis es cuestionada por casi la totalidad de psicoanalistas. Ven en ello solamente un reducto de mitos y leyendas imaginarias que carecen de validez. De hecho, el psicoanálisis clásico se basa en la idea de que el ser humano es dueño de su destino y de que las casualidades no existen.

Desde la otra orilla, se cuestiona el extremo del racionalismo cartesiano que se ha impuesto sobre el conocimiento. Indican que no hay una, sino muchas maneras de llegar a las verdades. Y la verdad racional, la científica, es solo una de ellas.

Pese a todo, la astrología en el psicoanálisis sigue estando presente. Al menos en la corriente junguiana. Tanto los seguidores de esta corriente, como los astrólogos, cada vez se sienten más cerca de la física cuántica. Aseguran que poco a poco se irá abriendo paso un nuevo saber, que desafía las leyes racionales.

Entrevista astrológica a Carl G. Jung

Realizada a C.G. Jung en 1954 por los astrólogos

Jean Carteret (27 March 1906 Charleville Mézières, Francia - 27 juin 1980 à Paris) y

André Barbault (Champignelles (Yonne) 1er octobre 1921 et- 7 octobre 2019 à Colmar (Haut-Rhin) redactor jefe de la revista en que se publicó (L'Astrologue. nº 8, 40 Tr. 1969, París).

Traducción: Jose Luis San Miguel de Pablos

P. Maestro, ¿qué relación encuentra entre la Astrología y la Psicología?

Respuesta: Ha habido muchos casos de analogías chocantes entre la constelación astrológica y el suceso psicológico, o entre el horóscopo y la disposición caracterológica. Incluso existe la posibilidad de una cierta predicción en cuanto al efecto psíquico de un tránsito, por ejemplo. Se puede esperar, con un grado de probabilidad bastante alto, que cierta situación psicológica bien definida venga acompañada por una configuración astrológica análoga. La Astrología consiste en configuraciones simbólicas, como el inconsciente colectivo del que se ocupa la Psicología: los "planetas" son los Dioses, símbolos de las potencias del inconsciente (en primera línea y más allá).

P. ¿De qué modo: físico, causal, sincrónico..., piensa usted que pueden establecerse estas relaciones?

R. Me parece que en este caso se trata sobre todo de ese paralelismo o simpatía que llamo sincronicidad: relación acausal que expresa aquellos nexos que no se dejan formular por la causalidad, como por ejemplo la precognición, la premonición, la psicokinesia (PK), y también lo que se llama telepatía. Dado que la causalidad es una "verdad estadística" hay excepciones de naturaleza acausal que pertenecen a la categoría de los acontecimientos sincronísticos (y no sincrónicos). Guardan relación con el "tiempo cualificado".

P. ¿Qué actitud mantiene usted ante posiciones de los astrólogos que admiten la existencia de un terreno psicológico desde el nacimiento, y de los psicoanalistas que explican la etiología de las neurosis a partir de las primeras experiencias de la vida?

R. Las primeras experiencias de la vida deben su efecto específico(patógeno) a la influencia del medio por un lado y por otro a la predisposición psíquica, es decir, a la herencia, que parece expresarse de manera reconocible en el horóscopo. Este último parece corresponder a un cierto momento del diálogo mutuo de los dioses (lo que significa: de los arquetipos psíquicos).

P. La Astrología introduce en sus principios la noción de un tiempo cualificado en el universo. ¿Reconoce usted su papel en la psique individual (problema de los ciclos y de los tránsitos)?

R. Esta es una noción de la que yo también me he servido antes, pero la he reemplazado por la idea de sincronicidad, que es análoga a la de simpatía o correspondencia, o a la de armonía preestablecida de Leibnitz. El tiempo no es nada. Sólo es un modus cogitandi del que nos servimos para expresar y formular el flujo de las cosas y de los acontecimientos, lo mismo que el espacio no es más que un modo de caracterizar la existencia de un cuerpo. Cuando no sucede nada en el tiempo y no existe ningún cuerpo en el espacio, entonces no hay ni tiempo ni espacio. El tiempo es siempre (y exclusivamente) "cualificado" por los acontecimientos, como lo es el espacio por la extensión de los cuerpos. Pero esto es una tautología y no quiere decir nada, mientras que la sincronicidad (no el "sincronismo") expresa el paralelismo y la analogía entre los sucesos, en tanto que no causales. Por otra parte, el "tiempo cualificativo" es una hipótesis que se esfuerza en explicar el paralelismo de ciertos acontecimientos en términos de causa y efecto. Pero dado que el "tiempo cualificativo" es una hipótesis que se esfuerza en explicar el paralelismo de ciertos acontecimientos en términos de causa y efecto. Y dado que el tiempo cualificativo no es más que el flujo de las cosas, y aparte de eso tan "nada" como el espacio mismo, esta hipótesis no establece más que la mera tautología.

La sincronicidad niega la causalidad como explicación de la analogía entre los acontecimientos terrestres y las constelaciones (salvo en lo que se refiere a la desviación de los protones solares y su posible efecto en los acontecimientos terrestres), y particularmente la niega en todos los casos de percepciones extrasensoriales (ESP), sobre todo la precognición, ya que no resulta imaginable que se pueda observar el efecto de una causa inexistente o que todavía no existe. Lo que se puede establecer en Astrología es la analogía de los sucesos, pero en modo alguno que una serie sea el efecto o la causa de otra. (Por ejemplo, la misma constelación significa una vez una catástrofe y, en el mismo caso, otra vez un reuma ...) De todos modos el caso de la astrología no es nada sencillo: existe esa desviación de los protones solares, a causa de las conjunciones, oposiciones y aspectos de cuadratura por una parte, y los trígonos y sextiles por otra con sus influencias sobre la radio y sobre otras muchas cosas. No soy competente para juzgar que importancia debe serle atribuida a esta posibilidad causal. En todo caso, la posición de la Astrología entre los métodos intuitivos es única y particular, y si existen razones, para dudar de una teoría puramente causalista por una parte, también de la validez exclusiva de la hipótesis sincronística, por otra.

P. ¿Ha constatado usted, en el transcurso de tratamientos analíticos, fases de resistencia y otras de fácil resolución, en relación con tránsitos en el tema del paciente?

R. He observado muchos casos en los que una fase psicológica bien definida, o un hecho análogo, ha estado acompañado por un tránsito (sobre todo, aflicciones de Saturno y de Urano).

P. ¿Qué críticas mayores hace usted a los astrólogos?

R. Si es que me atrevo a pronunciarme sobre un terreno que sólo conozco muy superficialmente diré todo lo más que el astrólogo no siempre considera sus indicaciones como puras posibilidades. La interpretación es a veces demasiado literaria y poco simbólica, y también demasiado personal. El zodiaco y los planetas no son rasgos personales, sino más bien datos impersonales y objetivos. También pienso que la interpretación de las casas debería considerar varios "niveles de significación".

P. ¿En qué vía estima que sería deseable se orientase el pensamiento astrológico?

R. Es evidente que la astrología puede ofrecer mucho a la Psicología, pero en qué puede esta última contribuir al avance de su hermana mayor es menos evidente. Por lo que yo puedo juzgar me parece que sería conveniente para la astrología que se diese cuenta de la existencia de la Psicología, sobre todo de la que estudia la personalidad y el inconsciente; estoy casi seguro de que se podría aprender algo de su método de interpretación simbólica. Se trata de la interpretación de los arquetipos (los Dioses) y de sus relaciones mutuas, lo que es común a las dos artes. Es la psicología del inconsciente la que se ocupa particularmente del simbolismo arquetípico.

26 de mayo de 1954.

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