"REFLEXIONES DE UN OPOSITOR" POR: ROBERTO LOVERA DE-SOLA.
Anteojeras ideologicas
Este informe parte de la consideración de la actual realidad que vive Venezuela al menos desde la instalación de la Asamblea Nacional con mayoría opositora en enero de 2016, consecuencia del rotundo triunfo electoral en las elecciones de 2015. Logro muy mal usado por nuestros parlamentarios disidentes como pasamos a indicarlo.
Desgraciadamente tras aquel triunfo no supo la primera directiva de la nueva Asamblea Nacional manejarla con criterio político certero. El primer error, el mas grave, el de especiales consecuencias, lo cometió la Asamblea, presidida por Henri Ramos Allup, (Henry Lisandro Ramos Allup (Valencia, Carabobo, 17 de octubre de 1943) a poco de instalarse, cuando el presidente Nicolás Maduro se presentó ante ella, lo que significaba que acataba el triunfo, lo hizo además para pronunciar su discurso anual y a los pocas días el presidente de la Asamblea, en un acto de sin sentido político alguno, hizo público que en seis meses el gobierno en el Ejecutivo cesaría. Grave error fue aquel, que puso al gobierno en actitud defensiva. Desde allí vinieron todos los problemas que entorpecieron la acción de la Asamblea. Fue así, consecuencia de aquellas palabras, que el gobierno encontró el modo de detener las resoluciones de la Asamblea poniendo en acción al Tribunal Supremo, que como todos los poderes del Estado son simples oficinas del Poder Ejecutivo. De ese gran error político vinieron todos los demás: el gobierno torpedeó constantemente a la Asamblea, de todos los modos posibles. Y la Asamblea perdió todo poder aunque tuviera mayoría en ella la oposición.
Vive así hoy el país días trágicos con el gobierno autoritario de las dos últimas décadas 1 , asediado por una violencia muy viva, tanto que vivimos la “destrucción de Venezuela” que ha advertido la líder política opositora María Corina Machado(1967), destrucción del país, de su infraestructura, de sus recursos, de sus personas.
LA HISTORIA
Siempre hemos partido de nuestra consigna, que usamos en nuestras clases y seminarios sobre la historia del país que dictamos: “No se puede actuar en la política sino se conoce la historia”, la historia de Venezuela en nuestro caso. Teniendo en cuenta, además, las frases que siguen del maestro Germán Carrera Damas (1930):
”Pueblo que ignora su historia se extravía, y pueblo que no honra su historia descubre su flaqueza moral, no menos que su desnudez espiritual”.
Y también sin olvidar lo que es la historia para Francisco Herrera Luque (1927-1991):
”La historia es para un pueblo lo que la memoria para el hombre: fuente de experiencias, fundamento del legislar, comprensión del presente, atalaya del futuro. Por ello ha de ser veraz y valiente y justo quien la escriba”
Y a la vez debe tenerse en cuenta, entre muchas, la referencia a lo que es la política dada por Ramón Escobar Salom (1926-2008) al escribir en sus memorias:
”Una cosa es la política, como comprensión y manejo de la diversidad y de las contradicciones sociales y otra la actividad ordenada y ordenadora del Estado.
NECESITAMOS SER ESCUCHADOS
Si algo no hemos logrado los venezolanos en los últimos veinte años es ser escuchados. Lo hemos pedido una y otra vez, dado que el gobierno está obligado a escuchar a los ciudadanos, sino para que quiere poder. De allí las reflexiones que siguen de dos momentos de la vida venezolana.
JUANA ANTONIA DIAZ PADRÓN
El primero fue lo dicho por doña Juan Antonia Diaz Padrón, la madre de los próceres Montilla, Mariano y Tomás, la única mujer que participó en los hechos del 19 de abril de 1810. Pese a ello, y aparecer su presencia en los papeles realistas sobre aquellos hechos, su figura y su nombre fue borrado por historiadores nuestros, como don Laureano Villanueva (1840-1912). Ha sido nuestro feminismo contemporánea quien volvió a poner su nombre en su lugar.
Y tras la caída de la Primera República (1810-1812) sus hijos, como otros patriotas, fueron detenidos. Ella se acercó entonces al jefe español Domingo Monteverde (1773-1832) a pedirle la libertad de los vástagos. Monteverde la hizo estar largas horas en espera de ser recibida. Se molestó tanto doña Juana Antonia que pidió un papel al secretario de aquel y sobre él escribió sus reflexiones, la esencial de ella fue su famoso principio: “para que quiere gobierno si no escucha”.
Tal documento se haya en el Archivo General de la Nación, de uno de cuyos expedientes lo copió don Augusto Mijares quien fue quien lo divulgó. En él ella demostró la obligación en que está todo mandatario de escuchar a los ciudadanos, es la esencial del servicio que aquel está obligado a practicar sino no tiene valor su poder.
Simon Bolivar de Arturo Michelena.
SIMÓN BOLÍVAR: ESCUCHAR AL OPOSITOR
La segunda observación sobre la obligación en que están los políticos de escuchar es del Libertador, la dirigió al general José Antonio Páez (1790-1873) y le dijo en su misiva(San Cristóbal: abril 19,1820):
“Yo sabía que no debían agradarle a Ud. las observaciones que le hice; tampoco me agradan a mi y esta fue la razón porque no las había hecho antes. Pero al fin, el que gobierna una gran familia tiene que pasar por todo, sea agradable o no. Ud. no debe incomodarse porque le digan el dictamen de los otros; a mí me lo dicen todos los días y no me incomodo, porque el que manda debe oír aunque sean las más duras verdades y, después de oídas, debe aprovecharse de ellas para corregir los males que producen los errores. Todos los moralistas y filósofos aconsejan a los Príncipes 3 que consulten a sus vasallos prudentes y que sigan sus consejos; con cuanta más razón no será indispensable hacer en un gobierno democrático en que la voluntad del pueblo coloca sus jefes a la cabeza para que le hagan el mayor bien posible, y no le hagan el menor mal. Un pueblo soberano, ha dicho Montesquieu, es un caballo indómito que muy pronto derriba a su jinete. Es muy difícil dar gusto a muchos y mucho más cuando la República está rodeada de males e inconvenientes”(Escritos,t.XVII,p.223).
¿VOTAR O NO VOTAR?
Uno de los problemas mas serios, contra el que los venezolanos auténticos debemos protestar es por la falaz idea de crear que no votando se vence al gobierno actual, contra el cual más del 80% de los venezolanos estamos en contra y deseamos concluya. Pero este, si nos guiamos, como debe ser, por la Constitución solo puede concluir venciéndolo en las elecciones. Los venezolanos opositores sabemos que al chavismo se le puede vencer, desde luego con votos, pero con avalancha de sufragios, como lo muestran los triunfos electorales de 2007 y 2015. Y teniendo conciencia del grave error que es llamar a no votar. Cuando lo hicieron en el 2005 fue un rotundo fracaso porque en ese momento las encuestas nos decían que la oposición lograría aumentar el número de sus miembros en la Asamblea Nacional, lo que no sucedió por el llamado a no votar en el 2005, los curules que la oposición dejó vacíos los llenó el gobierno con sus candidatos, tanto que puso a los que estaban en sus listas y hubo entonces un parlamento con solo miembros gubernamentales, algunos de los cuales habían obtenido escasos votos, llegó a haber diputados por los que solo habían votado veinte electores o menos. Y fue ese Parlamento el que hizo mandar plenamente a Chávez, frente al cual no hubo opiniones disidentes y fue aquella Asamblea la que aprobó una y otra vez las Leyes Habilitantes con las que gobernó el comandante-presidente y lo hizo prácticamente por decreto. Eso fue lo que logró la oposición al pedirle a sus seguidores no votar.
Cuando ello se repitió en las elecciones de 2018, en un momento en que habían dos candidatos opositores con buenos números en las encuestas, lo que hicieron fue elegir a Nicolás Maduro, ello le fue posible, porque con el 29% que sacó no podía haber ganado si no le hubiera ayudado el alto número de votos opositores que no se dieron.
Y se perdió de nuevo la oportunidad de que en esas elecciones de 2018 hubieran sucedido dos cosas: una, la más difícil, que uno de los candidatos opositores hubiera ganado las elecciones, lo cual, repetimos, era lo más complejo. O que la avalancha de votos opositores hubiera sido tan amplia, tan vasta, que hubiera obligado al gobierno a convocar un gobierno de coalición, bi-partidista, lo que de hecho hubiera sido un gran logro para la oposición. Todo ello se perdió por la equivocada política de la oposición. Tanto que nosotros, que si votamos, como todos los miembros de nuestra familia, hacerlo era un deber y un derecho, al salir de la mesa electoral nos fuimos caminando pensando que ese día la MUD, como consecuencia de aquello, desaparecería.
Pero lo hecho significó que otra vez la oposición había confesado claramente su desconocimiento de la historia de Venezuela y de los procesos electorales venezolanos a lo largo del siglo XX. En verdad, no hubo elecciones en nuestra centuria a lo largo del gomecismo; muerto don Juan Vicente fue elegido presidente López Contreras, según las pautas de la constitución vigente, que era la de 1931, según la cual al morir el presidente el Consejo de Ministros elegía de entre sus miembros al sucesor de jefe de estado fallecido(diciembre 17,1935). Así se hizo. Y, meses después el congreso de 1936 ratificó presidente a López Contreras en elecciones de segundo grado. Así se hizo también, en sufragios de segundo grado, hechos en el congreso, al elegir a Medina Angarita en 1941. Esa vez hubo un avance: se efectuó la primera campaña electoral del siglo XX y hubo un candidato opositor, el maestro Rómulo Gallegos. Los discursos que pronunció durante la contienda en diversos sitios del país se reunieron en su libro
Una posición en la vida(1954), merecen como todo lo suyo leerse y estudiarse.
Teniendo esto en cuenta en verdad la verdadera historia electoral del siglo XX se inició bajo el gobierno de la Junta Revolucionaria de Gobierno(1945) cuando esta hizo entrar en vigencia el Estatuto Electoral (1946) el que dio derecho pleno al voto a los hombres, mujeres y analfabetos mayores de 18 años. Fue la primera vez que en la historia de nuestro siglo XX hubo elecciones universales, directas y secretas, en las cuales los venezolanos eligieron a los diputados miembros de la Asamblea Constituyente, instalada ese año. Fue, además, la primera vez que varias mujeres fueron elegidas diputadas en nuestra historia. Tras la aprobación de la Constitución de 1947 se eligió a través del voto al primer presidente así elegido en nuestra historia: don Rómulo Gallegos, quien ganó con mas del 70% de los votos, sacando incluso mas votos que su propio partido AD. Después hubo unas terceras elecciones, municipales, bajo el gobierno del autor de Doña Bárbara.
Juan Bimba sìmbolo de Acciòn Democràtica
El grave error que fue el golpe contra el presidente Medina Angarita, uno de los mejores presidentes que ha tenido Venezuela, trajo una secuela de tragedias: el golpe militar que derrocó al presidente Gallegos en 1948; el asesinato del presidente Delgado Chalbaud, en 1950, y el fraude electoral en las elecciones de 1952.
Es en las elecciones del 30 de noviembre de 1952 ante las cuales nos queremos fijar, en ellas esta el mejor ejemplo, y el más prominente mentís a lo hecho por la oposición en las elecciones de 2018 al llamar a los lectores a no votar.
Ese 30 de noviembre de 1952 el presidente de la Junta de Gobierno era el doctor German Suarez Flamerich(1907-1990) quien impulsó aquellas elecciones, de las cuales lo dos miembros militares de la Junta, Pérez Jiménez y Llovera Páez no debían estar muy convencidos, como se vio en su acción tras los comicios. Antes sus manos habían estado metidas en el asesinato del comandante Delgado Chalbaud.
En aquellas elecciones no pudieron participar ni AD ni el PCV, partidos que estaban inhabilitados. Solo lo hicieron URD y COPEI y el partido del gobierno, el FEI. En aquellas horas el gran liderazgo nacional fue el de Jóvito Villalba(1908-1989) a quien todos siguieron. Allí se presentó el hecho de que ante aquellas elecciones Rómulo Betancourt, desde el exilio, voceó la abstención electoral. Pero la gente, entonces bien educada por los procesos electorales vividos desde 1946, no escuchó al líder y votó. Y en medio de aquella dictadura, en las peores condiciones, la oposición ganó las elecciones para la Asamblea Constituyente que se convocó, lo que fue un gran logró. Fue entonces que el gobierno al darse cuenta del resultado hizo el fraude que lo favoreció. En ese momento el doctor Suarez Flamerich, hombre honorable, renunció al cargo de Presidente de la Junta y salió al exilio, en Italia, gracias al dinero que le prestó un amigo.
El recuerdo de estos singulares hechos sirve para que la jefatura de la oposición venezolana comprensa el grave error cometido al llamar a los venezolanos a no votar en el 2018, el voto, repetimos, es un derecho y un deber, y la forma como los ciudadanos participan en la vida política. Las elecciones constituyen el Areópago de la democracia.
Y tras aquel rotundo fracaso de 2018, cuando la oposición logró lo que no deseaban: elegir a Maduro, ahora los dirigentes opositores, encabezados por Juan Guaidó, sigue proponiendo la abstención electoral. Esperamos que los venezolanos, mayoritariamente opositores, no escuchen. Porque, insistimos, la solución a nuestra problemática debe ser pacífica, constitucional, electoral y negociada.
ELECCIONES EN EL SIGLO XIX
Y, para cerrar esta parte, vayamos más atrás, al siglo XIX. En Venezuela hubo elecciones desde que en 1810, votando, las provincias que formaban el país independiente votaron para elegir a los diputados que formaron nuestro primer congreso. No lo hicieron las provincias de Maracaibo y Guayana, favorables a la monarquía de Madrid, también la ciudad de Coro que no era provincia sino una ciudad de la Provincia de Caracas también disidente de la decisión de Caracas. Guayana fue realista hasta 1817; Maracaibo y Coro lo fueron hasta 1821 cuando se sumaron a la emancipación, semanas antes del triunfo patriota en Carabobo.
Y a todo lo largo del siglo XIX hubo elecciones: para nombrar a los diputados del Congreso de Angostura, la parte del país bajo dominio patriota; el Congreso de Angostura para elegir presidente al Libertador en 1819; elegido de nuevo en 1821 por el Congreso de Cúcuta y de nuevo, por elecciones, cuatro años mas tarde, en 1825, presidencia que continuó hasta 1830 cuando renunció, ello por la crisis constitucional que se presentó en la Convención de Ocaña en 1828 y su dura solución: la dictadura del Libertador(1828-1830).
Y a partir de la ruptura de la Gran Colombia se presentaron los siguientes procesos electorales: fueron electos, en elecciones en que se usó el voto censitario, los presidentes Páez, dos veces, Vargas, Soublette, José Tadeo Monagas, dos veces, José Gregorio Monagas, Manuel Felipe Tovar, Juan Crisóstomo Falcón, Antonio Guzmán Blanco. En 1858 Julián Castro(c1810-1875) fue elegido por el Congreso, no fue elegido porque su gobierno surgió de un golpe militar. Fue presidente dos años(1858-1859)
En la Constitución aprobada en 1858 por la Asamblea Nacional de 1858 se estableció, por primera, el voto, universal, directo y secreto, que se usó por vez primera en 1860, en la elección del civil Manuel Felipe Tovar, al este renunciar asumió el poder el vicepresidente Pedro Gual quien fue derrocado, en 1861, por un golpe militar que dio comienzo a la dictadura de Páez(1861-1863), el tercer gobierno del prócer, quien encontró el modo de concluir la Guerra Federal (1859-1863), lo que facilitó el inicio del gobierno provisional del caudillo federalista Juan Crisóstomo Falcón, a la promulgación del decreto de garantías(agosto 18,1863) y a poco a la Constitución de 1864. Falcón fue elegido en comicios presidente en 1865 y actuó en ella hasta su renuncia en 1868. Se inició el régimen Federal uno de cuyos líderes, Guzmán Blanco, logró frustrar al abolir el voto directo cambiándolo primero por el voto público y escrito con lo que perdió su secreto, en la Constitución de 1874. Luego lo abolió con la Constitución de 1881 cuando se creó el Consejo Federal a través del cual sólo votaban sus miembros, dos senadores por cada estado. Eso continuó a lo largo de la hegemonía guzmancista usándose en las elecciones, en períodos de dos años, de sus cercanos seguidores Linares Alcántara, Joaquín Crespo y Juan Pablo Rojas Paúl en cuyo gobierno concluyó el guzmancismo, pero Rojas Paúl no logró cambiar la constitución por una democrática, a través del modo en que fue elegido Rojas Paúl fue elegido Raimundo Andueza Palacio. El dominio de este modo fue abolido durante la dictadura de Joaquín Crespo, quien tomó el poder al frente de sus tropas (1892) y creó una nueva Constitución(1893).
Crespo estuvo en el poder hasta las elecciones de 1897, en la cual hizo elegir a Ignacio Andrade presidente haciéndole un fraude al candidato de las mayorías, José Manuel Hernández, el Mocho. A los dos años, otra revolución, la andina tomó el poder en 1899, presidencia con la cual se cerró el siglo XIX. Gracias a la Constitución de 1901, año en que se inició el siglo XX, los concejos municipales eligieron al nuevo presiente. Para ello sólo hubo un candidato: el presidente Cipriano Castro. Y en el cambio de la constitución de 1904, se eliminó el voto mayoritario, sólo catorce personas eligieron al nuevo presidente, que fue de nuevo Castro. Escribe Arraiz Lucca sobre esto:”Este episodio, ya descarado, viene a consolidar lo que antes era tendencia: que el presidente de la República de turno se mandaba a confeccionar una Constitución Nacional como si fuera un traje a la medida para perpetuarse en el poder” 4 .
Este repaso nos ha servido para mostrar la imagen de nuestros procesos electorales, de hechos establecidos como los conocemos en 1946 con el Estatuto Electoral de ese año que permitió a todos, hombres y mujeres votar, por lo cual hay historiadores que lo han comparado, en su significación, con el Acta del 5 de julio de 1811.
Juramentaciòn de Nicolàs Maduro.
APARECE JUAN GUIDÓ
Entre los diputados elegidos en las elecciones parlamentarias de 2015 estaba el ingeniero Juan Gerardo Antonio Guaidó Márquez (La Guaira, Venezuela; 28 de julio de 1983) elegido presidente de la Asamblea Nacional en el 2019, momento en que le correspondía a su partido tomar el cargo. Esta posición correspondía entonces a Leopoldo Eduardo López Mendoza (Caracas, Venezuela, 29 de abril de 1971) pero no pudo acceder a ella por estar detenido, preso político, preso de conciencia.
El primer error, incluso constitucional de Juan Guaidó, fue llamarse Presidente Encargado de la República. El es diputado y presidente, por elección popular, de nuestra Asamblea Nacional, pero llamarse así mismo presidente encargado de la República, es sólo un supuesto.
Guaidó no puede llamarse presidente encargado, ni nombrar los diplomáticos en el exterior como lo ha hecho, ni tomar la dirección de empresas venezolanas fuera de nuestras fronteras, menos manejar el oro que la República tiene depositado en el Banco de Inglaterra. El no puede ser Presidente Encargado, cargo que no puede ejercer porque para hacerlo debe ser nombrado por el presidente en ejercicio, es decir Nicolás Maduro. Y eso no lo hace el presidente con un diputado sino con uno de sus ministros, sobre todo en casos de viaje durante su ejercicio. Y para ser presidente de la República, como dice Guaidó de sí mismo, siendo como es solamente presidente de la Asamblea Nacional, el presidente de la República debe: renunciar, debe fallecer o debe ser destituido por sentencia del Tribunal Supremo, aprobada por la Asamblea Nacional, es así como lo establece la Constitución vigente, la de 1999, en su artículo 233. En ese momento el legítimo sucesor, legalmente, es el presidente de la Asamblea Nacional, pero para hacerlo debe previamente juramentarse ante los diputados. De otra forma no puede ejercer la presidencia, ni decir que es presidente.
Por ejemplo en la Constitución de 1961, en este caso, se indicaba que en el caso de la ausencia del presidente, la presidencia la ejercía el presidente de la Cámara del Senado, cámara eliminada, sin sentido alguno, por la Constitución de 1999. También se cambió entonces el nombre del país, sin razón alguna porque la República de Venezuela fue siempre una república bolivariana y no es necesario mencionar de forma explicita lo que está implícito. También se eliminó la representación proporcional de las minorías, que nos venía de la Constitución de 1947 y el Fuero Militar, eliminado por la Constitución de 1830 y nunca restaurado. Debemos llamar la atención que cuando el Congreso de Valencia, en 1830, eliminó el Fuero Militar en aquella asamblea había oficiales y próceres, pero comprendieron que lo se deseaba hacer era crear una república civil. A ese gran ejemplo dio la espalda la Constitución de 1999.
Maria Corina Machado y Juan Guaido.
LA OPERACIÓN GEDEON
El segundo gravísimo error de Guaidó ha sido la Operación Gedeón.
Desde luego hay otros, como las giras internacionales en donde se hizo recibir por los mandatarios de los países, incluso por el presidente norteamericano, hoy arrepentido de haber hecho aquello. También han surgido críticas en el senado norteamericano.
Ahora bien, que Guaidó haya organizado y fracasado en el intento de poner a andar una operación armada contra Venezuela, hecha contratando mercenarios de otras nacionalidades, la cual fue detectada antes de producirse por los organismos de inteligencia del Estado, y que pese a que a última hora Guaidó no se atrevió a proseguir en el intento no firmado la orden, ello no lo esculpa del proyecto planeado, olvidando que “el sueño de la impaciencia produce disparates” como se lee en una novela del colombiano William Ospina (1954);o lo que dijo nuestro Antonio Paredes (1869-1907), “En Venezuela la ignorancia nos hace audaces” 5 , ideas que hay que tener en cuenta cuando se trata de planificar el futuro de nuestro país, improvisando no se va a ninguna parte 6 .
Esos intentos significaron, al menos hasta 1962, el intento de organizar un movimiento armado contra la nación, revivir lo muerto completamente, en 1976, con el secuestro del empresario norteamericano William Frank Niehous (Toledo, Ohio, Estados Unidos, 11 de agosto de 1931-Ottawa Hills, Ohio, 9 de octubre de 2013), fue aquello una de las operaciones de la ultraizquierda, varios años antes fracasada en las operaciones de las guerrillas de los años sesenta, secuestro fracasado como nos lo muestra el análisis sobre aquel suceso hecho por el periodista Guillermo Pantin.
Y lo que es màs grave, Guaidó, de quien hasta ese momento habíamos recibido elogios de sus maestros jesuitas de la UCAB, confesó públicamente su gran ignorancia de la historia de Venezuela, país en el cual tras la gran rebelión de la emancipación(1810-1823) y de los setenta y tres años de las Guerras Civiles(1830-1903), cerradas en la batalla de Ciudad de Bolívar(julio 22,1903) en donde concluyeron el caudillismo y las guerras civiles, desde entonces hubo paz. En adelante Venezuela ha sido un país que durante más de un siglo, ha tenido una paz apenas turbada en algunos movimientos, como los de 1929, que el general Gómez venció. Nación que desde entonces siempre tuvo paz, a todo lo largo del siglo XX hasta completar un siglo en 2003, con la excepción de las insurrecciones de la derecha y de la izquierda contra la democracia de 1958, la República Civil, en los años sesenta, todas vencidas. Y en ese largo tiempo sólo ha habido una sola batalla: la de La Alcantarilla, la que hubo en medio de las calles de Puerto Cabello durante el Porteñazo(1962), en la que apareció en medio de la balacera, con riesgo de su vida, la inmensa bondad cristiana del padre Luis Maria Padilla(1901-1985), con su sotana puesta, tratando de salvar a un soldado herido que murió en sus brazos, la foto de su acción dio la vuelta al mundo. Esa batalla la ganaron las Fuerzas Armadas, comandadas por el coronel Alfredo Monch Seigert(1913-). Luego esas mismas tropas, encabezadas por el presidente Rómulo Betancourt (1908-1981) y su ministro de la Defensa, general Antonio Briceño Linares (1913), vencieron la insurgencia guerrillera contra la democracia, lo que prosiguió el presidente Raúl Leoni(1905-1972). Y desde entonces, desde 1965, pero especialmente desde 1969, también con las excepciones de los dos golpes de Chávez y el del tristemente célebre doctor Pedro Carmona(1942), han sido vencidos y se ha preservado la paz de la República, impuesta a rajatabla desde la primera década del siglo XX por el vicepresidente Juan Vicente Gómez Chacón (Hacienda La Mulera, estado Táchira, Venezuela; 24 de julio de 1857-Maracay, Aragua, 17 de diciembre de 1935) al derrotar a la Revolución Libertadora(1901-1903) en las aguas del Orinoco.
NO HUBO GOLPES
Esta es la razón que tras el movimiento militar que derrocó la dictadura de Marcos Evangelista Pérez Jiménez (Michelena, Táchira, Venezuela; 25 de abril de 1914-Alcobendas, España; 20 de septiembre de 2001), en la cual los civiles tuvieron especial participación, ello a través de la Junta Patriótica, todos los golpes intentados han fracasado uno tras otros. Y la paz de la nación se preservó.
Pero no sólo eso: en 1979 los golpes de Estado desaparecieron en América Latina, cada uno de sus países, a través de elecciones, eligieron los nuevos gobiernos de sus países y la democracia comenzó a imperar en América Latina plenamente desde entonces.
Ese importante proceso tuvo esta data histórica: en Ecuador en 1979; en 1980 en Perú; en 1981 en Honduras; en 1982 en Bolivia; en 1983 en Argentina; en 1984 en El Salvador y Uruguay; en 1985 en Brasil y Guatemala; en 1989 en Chile y Paraguay; en 1990 en Haití, Nicaragua y Panamá. Esto es lo que explica también el fracaso entre nosotros los dos golpes intentados por Hugo Chavez (1992) y el del doctor Pedro Carmona(2002). Podría añadirse a este el “golpecito” de Guaidó que duró unas horas y fue derrotado fácilmente por el gobierno, entre otras cosas por lo mal organizado que estuvo.
En el intento de la invasión a Venezuela, organizado por el ingeniero Guaidó y los desesperados que lo siguen, no tiene perdón, en su intentó del Movimiento Gedeón, usaron el nombre del personaje bíblico, Juez de Israel, quien venció a la tribu palestina de los Madinistas. Mal usado fue el nombre de Gedeón porque él actuó en defensa de su patria. Y Guaidió y sus conmilitones quisieron poner para resolver nuestros problemas a extranjeros, grave situación que no desconocemos, pero que los únicos llamados a resolverlos somos los propios venezolanos. Sólo nosotros.
Pero aquella de Guaidó era una forma de restaurar la violencia, de volver a darle vida a la guerra y a todas sus terribles secuelas. Basta leer cualquier historia universal del siglo XX y de los siglos pasados, para comprobar la gravedad del intento. Mucho más grave porque se trataba de formar una tropa de mercenarios para entrar en acción en un país que ciertamente vive una aguda crisis política, realmente demasiado larga, pero cuya solución no puede provenir sino de los venezolanos. Sólo de nosotros. Y esta debe ser solucionada de forma: pacífica, constitucional, electoral y negociada, tal es la consigna que tenemos años proponiendo.
MAS DE UN SIGLO DE PAZ EN VENEZUELA
Y para calibrar el sentido del valor que tiene que en Venezuela tener mas de una centuria de paz, bastaría que quien quiera comprender la gravedad del intento, se asome a la historia, los libros sobre esos hechos son numerosísimos, y se de cuenta cuál ha sido el panorama del siglo XX y la paz para comprender la importancia de lo logrado por Venezuela, lo que debemos al general Gómez. Durante el siglo XX, mientras Venezuela estaba en paz durante la mayor parte de sus días, el mundo vivió dos grandes guerras mundiales(1914-1918,1939-1945) y tras la segunda, y después del lanzamiento de las bombas atómicas, en 1945, se inició la invasión por la URSS de los países del centro de Europa y a poco comenzó la guerra de Corea y los diversos movimientos, llamados por los especialistas, “las guerras de la postguerra”, que en diversos lugares aun no cesan. Mientras ello sucedía en Venezuela ha habido paz y es gracias a ella que hemos podido los venezolanos construir la nación que hoy somos. Sólo con paz. Y nada más que con paz. Como en su momento lo comprendieron nuestros dos grandes dictadores: Antonio Guzmán Blanco (1829-1899) y Juan Vicente Gómez (1857-1935) quienes hallaron el país enguerrillado y lo condujeron a la paz. Y lo hicieron porque sabían que sin ella no podía haber progreso. Y esto fue lo que el joven Guaidó, con su desesperación habitual, quiso romper con su movimiento Gedeón, que aunque se haya retirado de él, es responsable de su organización, ya que fue con dinero venezolano, usado sin autorización alguna, porque no tiene poder para autorizar su uso, porque él es solo un diputado electo, quien solo debe recibir su dieta parlamentaria. Del uso de esos fondos deberá un día dar cuenta, incluso del oro venezolano guardado en Londres.
"Porteñazo" y la famosa foto del Padre Padilla y el soldado moribundo en "La Alcantarilla" (Puerto cabello, Edo. Carabobo)
LA CRISIS TRAÍDA POR EL CHAVISMO SIGUE
Desde luego, dicho lo que hemos advertido, la crisis política sigue en el país. El gobierno actual no ha logrado vertebrar un equipo económico que permita una buena administración de nuestros recursos, lo que nos ha llevado a quiebra económica del país, esta parecía impensable en 1999. Además la administración petrolera, la salud pública, la educación están en el suelo, PDVSA y las empresas de Guayana quebradas. Mientras, desde hace varios años no hay comida suficiente y a precio normal para las gentes, de allí que haya quien piense que la carencia de alimentos ha sido una política preparada por el gobierno para zaherir a los opositores quienes piden cambio y mejor gobierno. Por ello, “todo el mundo estaba deprimido” dice un personaje de Alberto Barrera Tyszka (1960) 7.
Y si las multitudes opositoras quieren un cambio este debe llegar pacíficamente, por vía electoral, practicando las leyes, esa es la única manera para un cambio de gobierno, que debe terminarse cuando el actual gobierno no sea vuelto a elegir, haya perdido las elecciones y sea sustituido por un candidato opositor triunfante. Y para ello el diputado Guaidó y los que lo siguen debe detenerse en su petición de que las gentes no voten, ya que este es a la vez un derecho y un deber de cada persona, hombre o mujer. Llamar de nuevo a ello, como hizo la oposición en el 2018, es un error porque es con el voto que los ciudadanos participan en la vida política. La votación es el areópago de la democracia.
LO QUE PUDO SUCEDER EN EL 2018
Si la oposición hubiera llamado a todos los opositores, incluso a los chavistas disidentes, a votar en el 2018, hubieran podido suceder dos cosas. Primero: una, la más difícil, que la oposición ganara, como en el 2015. Segundo: que la votación opositora fuera tan alta que hubiera obligado al gobierno a convocar la erección de un gobierno de coalición gobierno-oposición, lo que hubiera sido un gran logro. Pero llamando a no votar lo que logró la oposición fue ella elegir a Nicolás Maduro para un nuevo período, de hecho con los votos que sacó no pudiera haber sido electo, ya que además eran alta las cifras electorales en las encuestas de los dos candidatos opositores, los cuales se presentaron al no poder organizar una coalición entre ambos.
LA VIOLENCIA QUE NO CESA
Aunque deseamos vivir en un país donde la violencia hubiera cesado, en verdad vivimos en una nación donde la vida ha perdido todo valor y las personas mueren sin dignidad, siendo los asesinados nuestros “desaparecidos”, según nos lo ratificó el criminólogo Elio Gómez Grillo(1922-2014) a una pregunta nuestra. La ONU ha registrado más de 30.000 asesinatos en Venezuela sólo en el año 2019. Estos pasan así de 300.000 en todo el período 8 , mas que los muertos en la Guerra Federal.
LA NECESARIA REFORMA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS
Como una ayuda y reflexión para el movimiento político actual, reproducimos las reflexiones que formamos hace varios años sobre la necesarias reformas de los partidos politicos. Los que existen viven mucho más que la grave crisis que se podía advertir tras las elecciones de 1998. Y hoy: que hay 82 partidos opositores, agrupaciones casi sin militantes, no puede ser más preocupante.
Espero que las ideas que siguen puedan sean útiles.
Nuestras meditaciones sobre la práctica política, reflexiones siempre empapadas de las lecciones de la historia, sobre la reorganización de la oposición después de sus recientes fracasos, nos ha llevado a pensar que entre las reformas que deben hacerse para que el país camine hacia la reforma que todos pedimos se encuentren los cambios dentro de los partidos políticos. A ello se ha referido en un libro poco leído, que fue material de la campaña electoral de 1998, el politólogo Alberto Arvelo Ramos (1930-2010). Se trata de “El dilema del chavismo”, cuando reflexiona y propone nuevas pautas para la existencia de los mismos, cuando se refiere a la necesidad de “romper los privilegios de los cogollos partidistas y a convertir a los partidos en instrumentos de la soberanía del pueblo”(p.195) 9 .
Antes de citar sus propuestas, las que cuales deben ser atendidas en esta hora venezolana, bien vale la pena llamar la atención sobre este serio libro, el primero en llamar “chavismo” a la tendencia política que encabeza el presidente Chávez. Es un análisis sobre el 4 de febrero, que ya ha sido citado en estudios académicos sobre nuestras dificultades, tal en el macizo libro de Manuel Caballero(1931-2010) “Las crisis en la Venezuela contemporánea”, tan leído y varias veces editado en los últimos años. Y digno de toda lectura paciente. Arvelo Ramos hizo lo suyo con el alzamiento de 1992. Y miró las tendencias de la gente que seguía a Chávez. El dilema del chavismo(1998) es uno de los pocos libros que indaga en las nuevas circunstancias vividas por la nación desde el golpe. Y es un libro que no podremos colocar entre los elogios de Chavez ni entre las diatribas de la oposición. Es una obra de seria perspectiva. Arvelo Ramos, consciente de la responsabilidad que han tenido los partidos políticos en la crisis que se desató a partir de 1977 nos propone una serie de líneas a tener en cuenta para su reforma.
Especialmente por sus cambios del modelo “leninista” en que han sido vaciadas sus estructuras, al menos desde que Rómulo Betancourt(1908-1981) puso las bases de lo que sería, desde 1941, Acción Democrática, tendencia que tuvo vida desde 1931, desde el Plan de Barranquilla. A la existencia de los partidos piramidales se refiere Arvelo Ramos y propone que su crítica está normada por los siguientes puntos:
“1) Alternabilidad absoluta de los cuadros de dirección partidista a todos los niveles. Estos organismos …deberán renovarse totalmente cada dos o cuatro años;
2) Prohibición de la existencia de organismos partidistas paralelos a los organismos públicos, y definición como delito del traslado de la sede de la toma de decisiones oficiales desde sus instancias públicas naturales hasta los organismos partidistas;
3) Prohibición a los partidos de imponerles sus decisiones y criterios a los miembros de los cuerpos deliberantes, gremiales y sindicales, con la única excepción de las relativas a las elecciones internas de las directivas de estos organismos;
4) Eliminación del monopolio partidista en todas las estructuras del CNE;
5) Limitación del monstruoso poder económico de los partidos;
6) Inversión de los criterios utilizados por el CNE para otorgar aportes para las campañas
electorales;
7) Considerar los espacios destinados a la promoción electoral como de interés público, reglamentando que el espacio correspondiente a cada candidato, sea independiente de la masa burocrática del partido postulado”(p.195-197).Allí está el programa a seguir.
Nos hemos referido aquí de la necesidad de vertebrar otra vez a la oposición, de ayudarla, con una nueva organización, a salvar los escollos en los cuales ha caído, a resucitar de las cenizas en las cuales ha caído tras los recientes encontronazos con el gobierno.
Estos proseguirán ya que se trata de un desafío de la democracia pluralista contra el autoritarismo.
Es un programa de lucha y paciencia. El surgimiento de una nueva actitud en los venezolanos que la sigan. Una postura distinta a quererlo todo rápidamente, a no comprender que los procesos políticos son largos y enrevesados, dejar de lado nuestra tendencia a desentendernos de aquello que no se logra con rapidez, a encontrar una trocha para superar la inmadurez y el analfabetismo político, a comprender que las acciones políticas son consecuencia de un conocimiento del pasado y del presente y que por lo tanto la vocación intelectual no puede estar alejada de los militantes políticos.
Entre las cosas esenciales que deben hacerse para superar las graves caídas recientes, perdida del Referendo Revocatorio y de las elecciones regionales, ambas en el 2004. Así en el primero de ellos se haya cometido un fraude, debe tenerse en cuenta que debemos comenzar por una reforma a fondo de los partidos políticos, hay que superar su modelo “leninista” y encontrar una nueva forma de partido político, en este caso serán profundas las reflexiones que se puedan tejer de las observaciones que sobre la formas de los partidos políticos urde Alberto Arvelo Ramos en “El dilema del chavismo”.
Fueron, son, nuestros partidos políticos hijos del modelo “leninista”, con el cual Vladimir Illich(1870-1924) hizo la Revolución Rusa(1917).
En Venezuela esas agrupaciones son las que si bien nos llevaron a perfeccionar el sistema democrático y constituirlo plenamente como aquel que aceptan los venezolanos, fueron esos mismos partidos que perdieron sus ideales, sus ideas en el camino, se pragmatizaron; los que incurrieron en la corrupción, los que llevaron al poder gente sin vocación de servicio, especialmente después de 1977 cuando los honestos se alejaron de las luchas políticas por comprender que si había corrupción y no servicio público no había lugar para ellos.
Fueron aquellos servidores públicos, los que se fueron, adecos y copeyanos, los que nos hicieron falta a la hora de corregir fallas y errores, de escuchar lo que las mejores voces del país decían sobre el grave desequilibrio en el cual andábamos. Para ver hasta donde es cierto lo que observamos se deben consultar los grandes reportajes que Alfredo Peña hizo en los años ochenta en las columnas de El Nacional. Allí se señalaron vacíos y escorias, errores a corregir, la búsqueda de un nuevo rumbo dentro de la democracia.
Por ello ahora la reforma de los partidos políticos es esencial, los nuevos partidos, sobre todo los desprendidos del rico árbol Socialcristiano (Proyecto Venezuela, Primero Justicia, Convergencia), tienen que saber que no hay alternativas: o se refundan, o siguen andando, sobre bases éticas, con formación que se adquiere en los libros y en las aulas, con profunda vocación de servicio, sirviendo y no sirviéndose o estarán llamados a desaparecer. Al lado de ellos puja la Sociedad Civil. Y esto es válido hoy para AD, como para COPEI o el MAS, para Proyecto Venezuela y para Primero Justicia, si la política se hace como servicio, con honestidad, dentro de nuevos cauces que impliquen llevar al país hacia nuevos caminos. Sino sucumbirán, ya la opinión de los que están en la “acera de enfrente” es distinta, quiere crear una nueva situación para la nación.
COLOFÓN
No se debe olvidar, porque estamos muy cerca de ello, que cuando el Libertador llegó a Caracas en 1821, después de siete años de ausencia, actuando en la guerra desde 1814, tras la victoria de Carabobo, dijo al general Francisco José de Paula Santander de Omaña (Villa del Rosario, 2 de abril de 1792-Bogotá, 6 de mayo de 1840), vice presidente de la República, encontrar no una ciudad en Caracas sino una “demoniopolis o pueblo de diablos…Este es un caos: no se puede hacer nada de bueno”porque los hombres buenos han desaparecido, y los malos se han multiplicado. Venezuela presenta el aspecto de un pueblo que, repentinamente sale de un gran letargo, y nadie sabe cual es su estado, ni lo que debe hacer, ni lo que es. Todo está en embrión, y no hay hombres para nada”(Escritos,t.XX,p.299), siendo esto verdad otra vez, verdad dicha por el gran intuitivo de Venezuela, debemos pensar cómo hallaremos la forma de salir de la “demoniopolis” que hemos vuelto a ser.
Agosto 24,2020.
CITAS BIBLIOGRAFICAS
1. Sobre ello se debe leer el libro de Nelson Rivera: El cíclope totalitario. Caracas: Debate,2009. 417 p. que es la mayor suma de lecturas sobre la concepción que ha destrozado a la democracia venezolana. Se debe leer también Humberto García Larralde: El fascismo del siglo XXI. La amenaza totalitaria del proyecto político de Hugo Chávez Frías. Caracas: Debate, 2008.607 p. que es lo mas completo sobre la doctrina política seguida por el gobierno de Chávez y su sucesor: no socialista, menos Socialismo del siglo XXI, lo que no existe en la teoría política, sino en su verdad verdadera: el fascismo, lo que le llegó a Chávez por la vía Mussolini-Hitler-Stalin-Fidel Castro. Es ese lo que nos permite observar que el régimen chavista es un gobierno fascista.
2. Las citas que hemos hecho proceden la primera de Germán Carrera Damas: Aviso a los historiadores críticos. Caracas: Ediciones GE,1995.447 p. La cita procede de la p.425; la segunda de Francisco Herrera Luque: Los amos del valle. Barcelona: Pomaire,1979.2 vols. La cita procede del t.I,p.425; la tercera de Ramón Escovar Salom: Memorias de ida y vuelta. Caracas: Los Libros de El Nacional, 2007. 415 p. La cita procede de la p.287.
3. Aquí la expresión Príncipes usaba por Bolívar puede ser sustituida hoy en día por Presidente. Y desde luego la idea del Príncipe la usó seguramente pensando en Maquiavelo.
4. Rafael Arraiz Lucca: Venezuela: 1830 a nuestros días. Caracas: Alfa, 2007. 243 p. La cita procede de la p.118.
5. William Ospina: Ursúa. Bogotá: Alfaguara,2005.478 p. La cita procede de la p.112. La segunda referencia procede de Ramón J.Velasquez: La caída del liberalismo amarillo. Tiempo y drama de Antonio Paredes. Caracas: Norma, 2005. 512 p..La cita procede de la p.46.
6. Recuérdese la idea de Ernesto Guevara de La Serna (1928-1967), según la cual la “Revolución cubana era producto de la improvisación”, razón que nos explica lo hecho por el régimen cubano a aquella nación, al lugar a donde ha conducido a aquel país y a su gente. Sin un proyecto-país no se puede gobernar con sentido. “Donde no hay proyecto no hay mérito”, nos enseñó don Simón Rodríguez(1769-1854).
7. Frase que se lee en la magnífica novela de Alberto Barrera Tyszka: Mujeres que matan. Caracas: Ediciones Curiara, 2019. 207 p. La cita procede de la p.19. La persona que lea las primeras cinco páginas de este libro excepcional no podrá cerrarlo, se quedara pegado a su lectura hasta llegar a la última línea. Sin bien Barrera se refiere a la grave situación que vive el país, sin dejar de hacer literatura, también antes lo ha hecho en su novela Patria o muerte. Barcelona: Tusquets.2015. 245 p. En ella se lee:”Esto no es una revolución. Esto es un simulacro”(p.245) por que la destrucción, su política, “también es una disciplina. Tiene un orden, un plan”(p.213). También su libro de cuentos Crímenes. Barcelona: Anagrama,2009.161 p. toca aspectos de lo que vivimos los venezolanos desde el 2 de febrero de 1999.
8. Esas muertes han sido cuidadosamente examinadas por el organismo de la ONU de los Derechos humanos en Ginebra, Suiza, que hoy preside la ex presidenta chilena Michellet Bachellet, ella misma victima, como su familia, de la persecución política de la dictadura del general Pinochet. En ella su padre, un oficial de las Fuerzas Armadas de aquel país, fue asesinado.
9. Este estudio fue publicado en dos partes la primera: “Reformas en los partidos” y la segunda: “¡Que los partidos cambien!”, en El Mundo, Caracas: noviembre 16 y 30,2004, aquí los hemos refundido formando una unidad. Base fundamental de esta reflexión lo fue el libro del politólogo Alberto Arvelo Ramos: El dilema del chavismo. Caracas: José Agustín Catalá, Editor, 1998. 224 p.