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"La trama secreta còsmica de una crónica extraña y silenciada..."


Ese 1792 d.C. de la Primera Repùblica Francesa como ciclo còsmico nos remite al 1792 a.C, cuando en Sumeria, lean bien los que saben de annunakis, los dioses Enlil y Enki, Paraiso Terrenal entre el Tigris y el Eufrates, Imperio Persa: Iràn, Irak y demàs yerbas contra la raza humana, el femenino, se concretò en una figura el plan que como bucle del tiempo repite una y mil veces el programa maestro contra la EVOLUCION HUMANA Y EL DESPERTAR y se estableciò la historia terrible que atacò de raiz a los seres humanos como ya saben todos pòr los medios masivos de comunicaciòn, surge asi el mejor gobernante de la dinastía amorita de Babilonia, Hammurabi que subió al trono como su sexto rey. Ascendió al trono después de la abdicación de su padre, Sîn-Muballit y creó el Imperio Babilónico extendiendo el control de Babilonia sobre Mesopotamia tras vencer varias guerras contra los reinos vecinos. Al principio no parecía muy interesado en las campañas militares ya que gobernó durante 43 años y después de 30 quiso emular a Sargon y construir su propio imperio, empezó a luchar contra los reinos vecinos, que antes habían sido sus aliados, habían mantenido con ellos buenas relaciones desde hacia bastantes años y de repente aparece con sus ejércitos en las fronteras, preparado para luchar y hacerse con el control de las fértiles tierras agrícolas.

Las campañas militares de Hammurabi se distinguían por la cantidad de rehenes que capturaban, para luego pedir un rescate. Había comerciantes especializados en esta tarea. Pagan el rescate de los enemigos a los soldados babilonios y luego pedían al que habían rescatado que les devolviese el dinero , era una buena manera de conseguir dinero seguro por que siempre sacaban beneficios de los rescates que pagaban.

Las conquistas de Hammurabi se expandieron desde el Golfo Pérsico hasta Siria, a pesar que su imperio no fue tan grande como el de Sargon, los historiadores consideran que Hammurabi es el emperador mas importante desde Sargon. Sin embargo el no se parecía al antiguo rey, ya que Sargon utilizaba su poder con unas tácticas terroríficas para dominar al pueblo, mientras que Hammurabi se presenta al pueblo como un político moderno que desea el amor del pueblo, quiere gustar a la gente e instauro leyes para proteger al pueblo, no para obligar a someterse y utilizó su poder para llevar a cabo una serie de obras públicas, incluida la mejora de las murallas de la ciudad para propósitos defensivos y la expansión de los templos

Hammurabi fue grande por sus conquistas pero sobre todo por su interpretación de la justicia. Hacia finales de su reinado, utilizo grandes estelas de piedra de diorita para hacer llegar las leyes al pueblo, la mas conocida es la estela de Hammurabi, donde están grabadas las 282 leyes del código de Hammurabi, están escritas en escritura cuneiforme ( la primera escritura conocida, desarrollada en Summer a finales del cuarto milenio antes de cristo) A diferencia de leyes anteriores, en este código están escritas en acadio, el idioma diario en Babilonia, para que pudiera ser leído por cualquier persona alfabetizada

El plan de administración de justicia de Hammurabi era muy extenso, Los castigos descritos son muy duros para los estándares modernos, pues muchos implican la pena de muerte, la desfiguración y la filosofía del ojo por ojo, sus regulaciones civiles y criminales regulaban muchos temas, incluyendo leyes comerciales, matrimoniales y de propiedad, precios y salarios, regulación en esclavitud y los horarios.

Algunas eran bastante razonables, también se especifica el castigo según su rango social, (ciudadanos libres, gobernantes o esclavos) eso quiere decir que no era muy equitativa. Por ejemplo, si un ciudadano mataba a un esclavo este solo debía de pagar una multa, si mataban a otro ciudadano lo mas probable es que lo matasen a el también, este es un ejemplo de que no todos los ciudadanos eran iguales. El código es también uno de los más tempranos ejemplos del principio de presunción de inocencia, pues sugiere que el acusado o el acusador tienen la oportunidad de aportar pruebas.

Formalmente el siglo XVIII antes de Cristo comenzó el 1 de enero de 1800 a. C. y terminó el 31 de diciembre de 1701 a. C.

En Oriente Próximo este siglo estuvo marcado por el ascenso (en 1792 a. C.) de Hammurabi al trono de la ciudad de Babilonia a partir de la cual comenzará una política de expansión. En primer lugar se liberó de la tutela de Ur para, en 1786 a. C., enfrentarse al vecino rey de Larsa, Rim-Sin, arrebatándole Isin y Uruk. Con la ayuda de Mari (Siria) en 1762 a. C. venció a una coalición de ciudades de la ribera del Tigris, para, un año después, conquistar la ciudad de Larsa. Tras esto se proclamó rey de Sumer y Acad, título que había surgido en tiempos de Sargón de Acad y que se había venido utilizando desde entonces por los monarcas que conseguían el dominio de toda la región de Mesopotamia. Tras un nuevo enfrentamiento con una nueva coalición de ciudades conquistó Mari, tras lo cual, en 1753 a. C., completó su expansión con las conquistas de Asiria y Ešnunna, al norte de Mesopotamia. En Egipto comienza el segundo periodo intermedio. Hacia 1800 a. C. llega al poder la dinastía XIII que se ve incapaz de controlar las extensas tierras dominadas. A finales del siglo hacen aparición los hicsos, que conquistaron la región norte del país.

Acontecimientos relevantes

1800 a. C. aprox.: en Perú, la ciudad de Caral es abandonada definitivamente. Desaparece la civilización Caral-Supe.

1800 a. C.: en Afganistán, Pakistán y noroeste de la India se empieza a desarrollar la Edad del Hierro.

1800 a. C.: Se funda la ciudad de San Lorenzo (Veracruz, México) una de las principales ciudades olmecas

1800 a. C.: en China continúa la dinastía Xia (siglos XXI-XVI a. C.).

1800 a. C.: en Siria aparece el reino de Alepo.

1800 a. C.: en el palacio minoico de Festos (en la isla de Creta) un alfarero crea el disco de Festo, que será descubierto en 1908.

1800 a 1300 a. C.: se desarrolla la etapa VI de la ciudad de Troya.

1800 a. C.: en el centro de Ecuador nace la cultura machalilla.

1800 a. C.: en Guatemala se establecen comunidades sedentarias mayas.

1800 a. C.: en el delta del río Nilo se establecen los hicsos, con capital en la villa de Avaris.

1797 a. C.: en Egipto gobierna la reina Neferusobek hasta el 1794 a. C. (aprox.) último gobernante de la dinastía XII.

1793 a. C.: muere Sîn-Muballit, quinto rey de la primera dinastía de Babilonia. Su sucesor será su hijo Hammurabi, quien iniciará su reinado en 1792 a. C.

1792 a. C.: en Mesopotamia inicia el reinado de Hammurabi, al suceder en el trono a su padre Sîn-Muballit, convirtiéndose en el sexto soberano de la dinastía de los amorreos de Babilonia.

1780 a. C.: en Egipto, concluye la XII dinastía y con ella el Imperio Medio, comenzando el Segundo periodo intermedio.

1786 a. C.: Hammurabi conquista Ur e Isin a Larsa.

1770 a. C.: expansión del reino preasirio.

1766 a. C.: en China se desarrolla dinastía Shang.

1765 a. C.: Alalakh se independiza de Alepo.

1762 a. C.: Hammurabi vence junto a la ciudad de Mari a una coalición de ciudades del río Tigris.

1761 a. C.: Hammurabi conquista la ciudad de Larsa y se proclama «rey de Sumer y Acad», título equivalente a emperador.

1760 a. C (cronología media): Hammurabi redacta un importante conjunto de leyes destinadas a garantizar la equitatividad entre las sentencias de su época. Es el conocido como Código de Hammurabi.

1753 a. C.: Hammurabi conquista Asiria y Ešnunna.

1750 a. C.: en Mesopotamia termina reinado de Hammurabi inicia reinado de su hijo Samsu-iluna. Fue el séptimo rey de la primera dinastía de Babilonia, y culminará su reinado en 1712 a. C.

1750 a. C.: en el centro de Creta, a 50 km al sur-suroeste de Iraklio, sucede un terremoto de X grados en la escala sismológica de Mercalli. Se desconoce la cantidad de muertos. Ver Terremotos anteriores al siglo XX.

1750 a. C.: en Alaska, el volcán Veniaminof produce una erupción colosal.

1741 a. C.: en Mesopotamia, los casitas invaden por primera vez Babilonia.

1728 a. C.: de acuerdo con los cálculos espurios de Trasilo de Mendes ―un matemático y astrónomo egipcio que vivió durante el reinado del emperador romano Tiberio (42 a. C.-37 d. C.)―, éxodo de los esclavos israelitas de Egipto.

1720 a. C.: una región en el extremo meridional de Mesopotamia conocida como País del Mar, comienza sucesivas revueltas con la fundación de una dinastía propia en Babilonia.

1712 a. C.: en Babilonia culmina el reinado de Samsu-iluna, hijo de Hammurabi, fue el séptimo rey de la primera dinastía de Babilonia.

1712 a. C.: inicia el reinado de Abi-Eshuh, octavo rey de la primera dinastía.

1708 a. C.: el rey babilónico Abi-Eshuh enfrenta a los nómadas casitas.

1708 a. C.: en Egipto empieza el reinado de Sebekhotep III de la XIII dinastía de Egipto (según Franke).

1700 a. C. (aproximadamente): en la isla Vránguelia (140 km al norte de Siberia) se extingue la última población de mamuts lanudos.

1700 a. C.: al norte de Babilonia se constata el reino de Khana, al frente del cual está un monarca casita.

1800 a. C.: en Pakistán declina completamente la cultura del valle del Indo. Es continuada por la cultura del Cementerio H.

Personas relevantes

1800 a. C.: Abraham, patriarca hebreo, según la tradición israelita y los textos bíblicos.

1792 a. C. (en Mesopotamia, actual Irak): Hammurabi, rey de Babilonia.

1770 a. C.: Adad-nirari I, sube al trono del reino Mesioasirio.

1750 a. C.: Adad-nirari I y Hammurabi mueren.

Esa lìnea de tiempo de hombres y acciones totalitarias continuo cosmicamente en 1917 donde se yergue Vladimir Lenin un "genio destructivo", según una nueva biografía

Viacheslav Níkonov, diputado y nieto del comisario de Exteriores soviético Mólotov, publica el libro por el 150 aniversario del nacimiento del líder bolchevique

IGNACIO ORTEGA, Moscú | Abril 29, 2020

(EFE).- Lenin no sabía de dónde venía el pan, comenta a Efe el autor de una nueva biografía sobre el fundador de la Unión Soviética, Viacheslav Níkonov, quien lo describe como un "genio destructivo" y quien descarta la repetición de la revolución de 1917 en la Rusia de Vladímir Putin.

"Lenin no sabía de dónde venía el pan. Lo dijo su propia mujer, Nadiezhda Krúpskaya. No le interesaba. Pero nada más llegar al poder se dio cuenta de que ese era su mayor problema", dijo Níkonov, nieto de Viacheslav Mólotov, el comisario de Exteriores soviético, con ocasión del 150 aniversario del nacimiento del líder bolchevique (1870-1924).

"Lenin, el hombre que lo cambió todo", es el nombre de la biografía que intenta explicar cómo Vladímir Ílich Uliánov (Lenin) transformó la historia del siglo XX, aunque Níkonov, diputado del partido del Kremlin, no oculta las trágicas consecuencias que la utopía leninista tuvo para Rusia y el resto del mundo.

"Lenin no pensaba en categorías de vida humana o moral. Para él esas cosas eran absolutamente secundarias en comparación con la 'revolución mundial'", señala.

Níkonov constata que Lenin desafió la moral y los códigos que habían regido hasta entonces la historia de la humanidad, y dividió al mundo en dos bandos: comunistas y anticomunistas

Educado en un mundo donde "el abuelo Lenin" estaba siempre presente, Níkonov constata que Lenin desafió la moral y los códigos que habían regido hasta entonces la historia de la humanidad, y dividió al mundo en dos bandos: comunistas y anticomunistas.

"Ideó un modelo alternativo de desarrollo social y lo intentó llevar a la práctica. Era un marxismo idealizado", apunta. (El mismo que nos ha costado un siglo de sufrimientos a los venezolanos por los socialistas que lo han manejado y manipulado desde el poder

No obstante, la utopía se topó con una oscura realidad. El pueblo se moría de hambre y, después de sacar al país de la contienda mundial, metió a Rusia en una cruenta guerra civil.

"Lenin era un radical, pero también era pragmático. Cuando se trató de sobrevivir, renunció al modelo utópico y puso en marcha la NEP (Nueva Política Económica). Su filosofía era una abstracción y no daba respuesta a las necesidades terrenales", explica.

El líder británico Winston Churchill lo definió así: Lenin desdeñó a Dios, al zar, al país, la moral, los tratados estatales, la ley, los alquileres y los préstamos (...) y "al final, se desdeñó incluso a sí mismo".

Su ideología tuvo un impacto mundial, el partido que él creó gobernó la URSS durante 74 años, hoy en día partidos comunistas aún dirigen países como China, Vietnam, Cuba o Corea del Norte, pero Lenin no pudo llevar sus ideas hasta sus últimas consecuencias.

"Gracias a Dios que no pudo llevar a cabo lo que pretendía. No pudo ni eliminar las relaciones comerciales y tampoco organizar una revolución mundial, la principal idea de su arsenal ideológico", constata.

Tampoco pudo apoyarse en el proletariado, ya que éste prácticamente desapareció al caer dramáticamente la productividad industrial en los primeros años en los que estuvo en el poder

De hecho, tampoco pudo apoyarse en el proletariado, ya que éste prácticamente desapareció al caer dramáticamente la productividad industrial en los primeros años en los que estuvo en el poder.

"Para crear un nuevo proletariado tuvo que recuperar el capitalismo. Tuvo que crear empresas de tipo capitalista. No tuvo elección. Tuvo que solucionar problemas prácticos para sobrevivir, aunque iban en contra de sus dogmas ideológicos", destaca.

En cuanto a las acusaciones de que fue su sucesor, Iósif Stalin, el que tergiversó el Leninismo y puso en marcha el "terror rojo", Níkonov apela a los recuerdos de su abuelo.

"Stalin fue el más fiel seguidor de Lenin. No tergiversó nada. Ahora dicen que él ideó el terror y fue un hombre cruel. Mi abuelo trabajó con ambos y me dijo que Lenin era una persona mucho más dura y cruel que Stalin", dice.

De hecho, asegura, siempre criticaba a Stalin porque no promovía suficientemente el terror contra los "enemigos de la revolución".

"El que acabó con el leninismo fue Nikita Jruschov. Cuando él abandonó el Kremlin, del Leninismo no quedaba nada. Renunció a la dictadura del proletariado y a la revolución mundial en favor de la coexistencia pacífica. El Leninismo sobrevivió sólo hasta Jruschov", afirma.

Eso sí, Mólotov, que fue jefe de la diplomacia soviética antes, durante y después de la Segunda Guerra Mundial, siempre tuvo clara la altura intelectual del fundador del Estado totalitario.

"Mi abuelo consideraba que Lenin era un político genial. A Stalin nunca lo vio así, talentoso, incluso grande, pero nunca genial"

"Mi abuelo consideraba que Lenin era un político genial. A Stalin nunca lo vio así, talentoso, incluso grande, pero nunca genial", recuerda.

Al igual que su abuelo, Níkonov cree que Lenin sí fue genial en algunos aspectos, pero no en todos: "En tomar el poder y en conservarlo".

"En eso fue un genio. Pero en la organización de la vida de la gente fue claramente una figura destructiva. La vida de la gente empeoró mucho durante sus seis años de mandato. El PIB se redujo cinco veces", sostiene.

Lenin está presente aún en miles de plazas, calles y parques en toda Rusia, pero de su ideología apenas queda nada en el país heredero de la URSS.

"Rusia tiene ahora un Estado fuerte, algo a lo que se oponía categóricamente Lenin. Sí, tenemos un débil sistema de separación de poderes, lo que era característico de los primeros años de la URSS, pero también del zarismo", afirma.

Ni siquiera el Partido Comunista Ruso, que celebró la pasada semana en la plaza Roja el cumpleaños de Lenin pese al coronavirus, sigue siendo leninista.

"Más bien es un partido socialdemócrata,(lease adeco, y sus ramas de izquierda radical guerrillera y partidos actuales como Voluntad Popular, Un Nuevo Tiempo, etc) algo contra lo que Lenin combatió toda la vida", indica.

Por ello, descarta la posibilidad de que Rusia, cuyo presidente, Vladímir Putin, no ha ahorrado críticas a Lenin por su radicalismo, sea escenario en nuestro tiempo de una nueva revolución.

"Rusia ya cumplió su cuota de revoluciones. Aún tenemos muy fresca la revolución de 1991 que acabó con la URSS, de funesto recuerdo para la mayoría de la gente", insiste. (Que prendio en Venezuela con su nueva franquicia gracias a Carlos Andrès Perez y llevò a Hugo Chàvez al poder)

"Rusia ya cumplió su cuota de revoluciones. Aún tenemos muy fresca la revolución de 1991 que acabó con la URSS, de funesto recuerdo para la mayoría de la gente"

En su opinión, la gran mayoría de los rusos no quieren ni oír hablar de ello, aunque admite que "hay radicales en la derecha e izquierda que la desean".

"Y después, están los liberales, que representan a una minoría y no reflejan las demandas de la gran mayoría de la sociedad. Hay ánimo de protesta, pero no veo las premisas para revertir el orden establecido", asevera.

El autor de la nueva biografía y Churchill coinciden al destacar que Lenin no tiene iguales tanto en su genialidad como en su crueldad.

Níkonov recuerda "el exterminio masivo de una gran parte de la población de su propio país", por lo que Stalin, Mao o Pol Pot sólo son meros "epígonos" de Lenin.

"Lo que ocurrió será recordado durante mil años. Por el número de vidas de hombres y mujeres destruidas no se le puede comparar con ningún invasor asiático. Ni Tamerlán ni Gengis Khan", aseveró Churchill.

Para cerrar la historia cuando el 22 de abril de 2020 se cumplieron los 150 años del nacimiento de Vladímir Illich Ulianov, Lenin, quien falleció el 24 de enero de 1924 a la edad de 53 años. En toda la Unión Soviética se levantaron estatuas en su honor, de las cuales muchas permanecen en pie. Su cadáver fue embalsamado y ubicado en un mausoleo en la Plaza Roja de Moscú, el culto a los muertos de los comunistas que sigue en España con la exhumaciòn de Francisco Franco La Unión Soviética, su proyecto político, se desintegró en 1991, con el fracaso del socialismo en esa región del mundo. ..pero Fidel Castro gran lider kutulo por lo que veo, lo impuso en Cuba, y en Venezuela y el Foro de Sao Paulo, haciendo realidad en Venezuela lo que leimos en "El 18 de brumario de Luis Bonaparte" obra escrita por Karl Marx entre diciembre de 1851 y marzo de 1852, publicada en la revista Die Revolution, fundada por su amigo Joseph Weydemeyer y publicada (en alemán) en Nueva York.

En esta obra Marx intenta exponer cómo el golpe de Estado del 2 de diciembre de 1851 en París, dado por Luis Bonaparte, fue propiciado como resultado de la lucha de clases y las condiciones materiales que cada una de ellas defendía, dada la escena política del momento (desmarcándose de otros textos acerca del hecho histórico, a saber: Coup d'Etat de Pierre-Joseph Proudhon y Napoleón el Pequeño de Victor Hugo). Al respecto de esto, Marx dice lo siguiente:

Entre las obras que trataban en la misma época del mismo tema, sólo dos son dignas de mención: "Napoléon le Petit", de Víctor Hugo (EL AUTOR DE LOS MISERABLES!!!) y "Coup d'Etat", de Proudhon. Víctor Hugo se limita a una amarga e ingeniosa invectiva contra el editor responsable del golpe de Estado. En cuanto el acontecimiento mismo, parece, en su obra, un rayo que cayese de un cielo sereno. No ve en él más que un acto de fuerza de un solo individuo. No advierte que lo que hace es engrandecer a este individuo en vez de empequeñecerlo, al atribuirle un poder personal de iniciativa que no tenía paralelo en la historia universal. Por su parte, Proudhon intenta presentar el golpe de Estado como resultado de un desarrollo histórico anterior. Pero, entre las manos, la construcción histórica del golpe de Estado se le convierte en una apología histórica del héroe del golpe de Estado. Cae con ello en el defecto de nuestros pretendidos historiadores objetivos. Yo, por el contrario, demuestro cómo la lucha de clases creó en Francia las circunstancias y las condiciones que permitieron a un personaje mediocre y grotesco representar el papel de héroe.​

El texto comienza con la famosa frase de Marx "La historia ocurre dos veces: la primera vez como una gran tragedia y la segunda como una miserable farsa"​ (que es un complemento a la frase original formulada por Hegel), parodiando de esta forma el golpe dado por Luis Napoleón Bonaparte como una imitación inferior del verdadero 18 de brumario: el golpe dado el 9 de noviembre de 1799 (18 de brumario del año VIII, según el calendario republicano) por Napoleón Bonaparte, culminando la fase revolucionaria del ascenso de la burguesía al poder e iniciando el imperialismo expansionista francés en Europa...Quien diria que un colombiano anàrquista de ancestros judios sefarditas de Curazao, de poca formaciòn acadèmica pero malo de toda maldad, ficha del cubano mago negro, seria el protagonista de la miserable farsa de la puesta en escena venezolana de la Revolución de 1917 en Rusia, tropicalizando el movimiento que acabó con el zarismo e instauró por primera vez en la historia un régimen socialista, formada segun la doctrina marxista. Los venezolanos desubicados desde inicios del S. XX hicieron suyo la frase «Proletarios de todos los países, uníos». con la que concluía el Manifiesto Comunista escrito por Karl Marx y Friedrich Engels, y publicado en su primera edición en Londres en febrero de 1848. Ese mismo año, un fantasma recorrió Europa en forma de revoluciones. Francia, Alemania (entonces Confederación Germánica), Austria y Hungría, Italia y España, se vieron sacudidas por revueltas de carácter e intensidad diversos, pero que tuvieron como protagonista a una nueva clase social nacida de la incipiente revolución industrial: la clase obrera.

Marx y Engels pertenecían a la Liga de los Comunistas (fundada en 1847), pero su organización no tuvo un peso real en la organización de las movilizaciones y huelgas, la mayoría de carácter espontáneo, que fueron duramente reprimidas por los gobiernos de turno.

El movimiento obrero no volvió a levantar cabeza hasta la proclamación de la Comuna de París, que gobernó de manera efectiva la capital de Francia entre el 18 de marzo y el 28 de mayo de 1871. El entonces presidente provisional Adolphe Thiers acabó de manera sangrienta con aquel experimento: lanzó al ejército contra los comuneros provocando miles de muertos.

Algunas de las reivindicaciones de los trabajadores, artesanos, profesionales y pequeños comerciantes que se levantaron contra el gobierno reaccionario de Francia coincidían con las aspiraciones marxistas plasmadas en el Manifiesto Comunista. Aunque se la considera como la primera revolución genuinamente proletaria de la historia, tampoco hubo un partido que liderada con nitidez el movimiento insurreccional.

En febrero de 1902, Lenin publicó, a sus 32 años y poco más de medio siglo después de la aparición del Manifiesto Comunista, una obra clave para entender su aportación fundamental al marxismo: ¿Qué hacer?.

En ese ensayo, Lenin desarrollaba, con extensión y un estilo ágil y provocador, sus tesis contra el economicismo o tradeunionismo -teorías que limitaban la lucha obrera a reclamaciones de tipo económico- y, sobre todo, concreta su concepción del partido, instrumento esencial para la toma del poder por parte los trabajadores. Lenin formaba parte de la dirección del Partido Obrero Socialdemócrata Ruso (POSDR), que había sido fundado por Yuli Mártov en 1898. En el Segundo Congreso del POSDR salen adelante las tesis más radicales de Lenin, creándose dos tendencias en el partido: bolcheviques (mayoría) y mencheviques (minoría).

En la revolución que se produjo en 1905 contra el régimen semifeudal del Zar Nicolás II, el POSDR jugó por vez primera un papel importante como vanguardia del proletariado. A pesar de la derrota, el Zar tuvo que aceptar la creación de una Duma estatal del Imperio de Rusia (una especie de parlamento), con lo que se produjo una cierta homologación con las monarquías parlamentarias europeas.

La revolución de 1905 fue un primer ensayo de la revolución de 1917, que se produjo en dos fases; la primera, en febrero, que logró el derrocamiento del zarismo; la segunda, en octubre, que provocó la caída del gobierno social liberal de Alexander Kerensky y el advenimiento de un gobierno revolucionario controlado por los bolcheviques.

En marzo de 1918 la facción bolchevique constituyó el Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS), que ocupará el poder de la nueva Unión de Repúblicas Socialistas Sovieticas (URSS) hasta 1990.

Lenin, el hacedor de la Revolución de octubre, murió en enero de 1924. Las tensiones por la sucesión, fundamentalmente entre dos líderes que representaban visiones diferentes sobre la construcción del socialismo, León Trotsky y Iósif Stalin, concluyeron con la victoria de éste último, que había sido nombrado secretario general del PCUS en 1922 y que monopolizó el poder como un depravado dictador hasta su muerte en 1953.

Stalin no sólo forzó la expulsión de la URSS de su principal enemigo, Trostsky, y su posterior asesinato, acaecido en México en 1940 a manos del español Ramón Mercader, sino que llevó a cabo grandes purgas durante los años 30 que provocaron millones de muertos... Y tras Trostzy y la insoportable Frida Kahlo, Victor Hugo, la pasionaria española, Flora Tristan, Rosa de Luxenburgo, y una cantidad de intelectuales europeos, chinos, idealistas sudamericanos y fauna variada que muchos repetian sin haberlos leido ni saber un carajo de ellos, y asi se creo una narrativa que enajenò a universitarios, polìticos, lìderes sindicales, religiosos, que confluyen en el Socialismo del S. XXI, personajes extraños pues viajaban disfrutando de las becas Gran Mariscal de Ayacucho de la democracia, hablaban inglès y consumian como gringos, pero eran ateos socialistas, ser venezolano incongruente muy lejos de la "Moral y Luces" de Simòn Bolìvar que soñaban con el "imperio" que ideològicamente deberian detestar como marxistas leninistas, $$$ y viajar con plata pa`gastar...

No se daban cuenta o eran de ese mismo sentir y alma, estructura mental muy masona y atea, adeca y copeyana, que la cuestión es si el bolchevismo y la dictadura del proletariado que propugnaban lleva implícito el germen de un régimen autoritario o si bien -como opinan los que siguen reivindicando la vigencia del comunismo- Stalin fue una especie de accidente histórico, un heredero no deseado, en la puesta en práctica de las teorías marxistas desarrolladas en la práctica por Lenin.

Como apuntábamos, Lenin llevó a cabo una denodada lucha por expulsar del marxismo a aquellos que no veían en la toma revolucionaria del poder el único medio por el cual se conseguiría crear una sociedad sin clases. Lo hizo contra los mencheviques en Rusia y también contra los partidos socialdemócratas europeos agrupados en la Segunda Internacional. Lenin no creía en la «democracia burguesa» y, por tanto, elaboró una teoría que proponía la sustitución de los parlamentos nacionales como representación de la soberanía popular por los soviets, o comités elegidos por las asambleas de obreros y campesinos. Pero, esa alternativa de poder, según Lenin, sólo se podía construir sobre la base del partido.

No hay, por tanto, revolución sin partido, ni socialismo sin partido. En su ensayo ¿Qué hacer? Lenin expone sus ideas sobre cómo debe ser esa organización, que nada tiene que ver con los partidos burgueses o socialdemócratas clásicos.

Han pasado ya más de 25 años desde que la caída de la Unión Soviética dejó huérfanos de referente a los millones de personas que por todo el mundo abrazaban […]Pero se levantò como lider Fidel Castro y Jean paul Sartre y su mujer Simone de Beauvoir, ìconos de la izquierda francesa se fueran a pasear en lancha enel Mar Caribe con Fidel y el Che Guevara

Para entender el marxismo leninismo hay que partir de un axioma: desde la concepción materialista de la historia, «el socialismo no sólo es necesario, sino que es inevitable». El marxismo, en boca de Lenin, se convierte en una herramienta científica de interpretación de la realidad (materialismo dialéctico) y de la historia (materialismo histórico). En esa época había una admiración generalizada por la ciencia, que pugnaba por sustituir desde finales del siglo XIX a la religión como verdad absoluta. Al disfrazar al marxismo de «doctrina científica», Lenin lo situó por encima de cualquier corriente de pensamiento político.

Afirma Lenin en ¿Qué hacer?: «No puede haber un movimiento revolucionario sólido sin una organización de dirigentes estable y que asegure su continuidad… Dicha organización debe estar formada, en lo fundamental, por hombres entregados profesionalmente a las actividades revolucionarias». Lenin no se andaba por las ramas y no deja dudas sobre lo que él entendía como «revolucionarios profesionales»: «Todo agitador obrero que tenga algún talento, que ‘prometa’, no debe trabajar once horas en una fábrica. Debemos arreglárnoslas de modo que viva por cuenta del partido».

El partido que tiene en la cabeza Lenin para hacer la revolución, por tanto, no es una organización al uso en la que los afiliados pagan unas cuotas y se reúnen de vez en cuando para discutir de política o montar huelgas o manifestaciones. No. Es un partido de vanguardia, de profesionales que viven por y para la revolución. Esa concepción tiene otra implicación que después se demostraría crucial para la consolidación de una dictadura no de clase, sino de partido, en primer término y, finalmente, unipersonal: «En una palabra, la especialización presupone necesariamente la centralización, y, a su vez, la exige de forma absoluta».

Y se agregò a la narrativa Antonio Gramsci (Ales, Cerdeña, 22 de enero de 1891 - Roma, 27 de abril de 1937) filósofo, teórico marxista, político, sociólogo y periodista italiano. Escribió sobre teoría política, sociología, antropología y lingüística. Fue uno de los fundadores del Partido Comunista Italiano, encarcelado bajo el régimen fascista de Benito Mussolini.(uno de los fundadores del Partido Comunista italiano en 1921 y también un destacado teórico marxista) dio un paso más en la concepción del partido en sus cuadernos -convertidos en libro en 1948, once años después de su muerte- conocidos bajo el título: Maquiavelo y Lenin, notas para una teoría política marxista. Para Gramsci, un leninista convencido, el partido juega el papel de El Príncipe de Maquiavelo: «El moderno príncipe, el mito-príncipe, no puede ser una persona real, un individuo concreto; sólo puede ser un organismo, un elemento de la sociedad complejo en el cual comience a concretarse una voluntad colectiva reconocida y afirmada parcialmente en la acción. Este organismo ya ha sido dado por el desarrollo histórico y es el partido político: la primera célula en la que se resumen los gérmenes de la voluntad colectiva que tienden a devenir universales y totales».

Y seguidores europeos y gringos, de organismos mundiales, de este italiano y su "Revoluciòn silenciosa" vinieron a Venezuela a celebrar con Carlos Andrès Pèrez y sus tecnòcratas agringados la coronaciòn del mismo el 2 de febreo de 1989 y se reiniciò el tema, version castrocomunista dce lo que profetizo Karl Marx "La historia ocurre dos veces: la primera vez como una gran tragedia y la segunda como una miserable farsa"y surgio el 28 de febrero el Caracazo y hasta el sol de hoy, se abrio la farsa Hay, pues, según la teoría leninista, una «voluntad colectiva» (concepto común a todos los totalitarismos), cuyo único intérprete sólo puede ser el partido. Gramsci añade: «El Príncipe -el partido- ocupa, en las conciencias, el lugar de la divinidad o del imperativo categórico, deviene la base de un laicismo moderno y de una completa laicización de toda la vida y de todas las relaciones y costumbres».

El político italiano no sólo convierte al partido en «imperativo categórico», sino que teoriza su «ineludible transformación en Estado». En una sociedad sin clases, el partido es el Estado. Hasta que eso ocurra, el partido, según Gramsci, debe cumplir «una función de policía, vale decir, de tutela de un cierto orden político y legal».

La democracia parlamentaria no sólo no satisface las necesidades de la clase obrera, sino que ha sido pervertida por una burocracia que «ejerce un poder coercitivo y, hasta cierto punto, se transforma en casta». El concepto «casta», como puede verse no tiene nada de novedoso.

Gramsci deslegitima no sólo la separación de poderes, sino la propia concepción del derecho, que pasa a convertirse en un medio (como la educación y todas las instituciones), para lograr un fin: el socialismo. «El derecho será el instrumento para el logro de este fin y debe ser elaborado de conformidad con dicho objetivo, logrando el máximo de eficacia y resultados positivos».

Karl Heinrich Marx​​ (Tréveris, 5 de mayo de 1818-Londres, 14 de marzo de 1883) y la llave del paraíso terrestre como los masones ya lo propulsaron

La aventura de un pijo que, disfrutando de una vida acomodada, llega a militar en el campo de la revolución. Así resume la vida de Karl Marx (1818-1883) muchos de los que saben que vivio como un chulo de Engels y su mujer.

StalinIósif Vissariónovich Dzhugashvili,a​ más conocido como Iósif Stalinb​ ( pronunciación (?·i); Gori, 6 de diciembrejul./ 18 de diciembre de 1878greg.3​-Moscú, 5 de marzo de 1953), político y dictador soviético, secretario general del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética entre 1922 y 1952, y presidente del Consejo de Ministros de la Unión Soviética entre 1941 y 1953. Aunque inicialmente presidía un liderazgo colectivo como primero entre iguales, hacia los años 30 ya se había convertido en dictador de facto de la Unión Soviética., el continuador del leninismo

Lo que hay en el fondo del leninismo es una concepción totalitaria del Estado y de la política, en la que el partido juega el papel esencial.

En su monumental obra Los orígenes del totalitarismo (1951), la escritora y filósofa Hannah Arendt coloca al mismo nivel el nazismo y el estalinismo, a Hitler y a Stalin. Con sus peculiaridades, los dos regímenes totalitarios más dañinos de la historia comparten una concepción parecida del Estado, se creen intérpretes de una «voluntad colectiva», persiguen un modelo perfecto de sociedad sobre la base de un hombre nuevo, utilizan a la policía secreta para limpiar todo aquello que suponga un estorbo y dan prioridad a la construcción de una poderosa maquinaria militar con el objetivo de dominar al mundo. Al final, los campos de exterminio nazis no se diferencias mucho de los gulags soviéticos. «El único hombre por quien Hitler sentía un ‘absoluto respeto’ era ‘Stalin, el genio’ y aunque en el caso de Stalin y del régimen ruso no poseemos el rico material documental del que disponemos en el caso de Alemania, sabemos, sin embargo, desde el discurso de Jruschov ante el XX Congreso del Partido, que Stalin confiaba únicamente en un hombre y que este hombre era Hitler» (Los orígenes del totalitarismo).

Arendt profundiza en los elementos comunes de los dos regímenes totalitarios y también en las características comunes de sus líderes: «El efecto propagandístico de la infalibilidad, el sorprendente éxito de presentarse como un simple agente interpretador de fuerzas previsibles, ha fomentado en los dictadores totalitarios el hábito de anunciar sus intenciones políticas bajo forma de profecías».

En 1940, cuando el estalinismo vivía momentos de esplendor tras la última y sanguinaria purga llevada a cabo en 1937-38, el intelectual ex comunista Arthur Koestler, escribió El cero y el infinito, un inquietante relato que narra la detención y confinamiento de un dirigente del PCUS (Rubachof, un personaje que, probablemente, representaba a Nikolái Bujarin, ejecutado en 1938) que acaba confesando crímenes que no ha cometido y que lo hace porque el partido está por encima de todo. Incluso, de la verdad. Incluso, hasta de la propia vida. He aquí una de sus sentencias: «El partido no se equivoca jamás. Tú y yo podremos equivocarnos. Pero el Partido no. El Partido, camarada, es algo más grande que tú y que yo y que otros mil como tú y como yo. El Partido es la reencarnación revolucionaria de la Historia. La Historia no tiene escrúpulos ni vacilaciones. Inerte e inefable corre a su fin. A cada curva de su carrera deposita el fango que arrastra y los cadáveres de los ahogados. La Historia conoce su camino. Nunca se equivoca. El que no tiene una fe absoluta en la Historia no debe estar en las filas del Partido».

El partido como nueva iglesia

La Tercera Internacional (o internacional comunista) fue el instrumento que utilizó Moscú para teledirigir a los distintos partidos comunistas que habían surgido en todo el mundo a partir de la revolución de octubre.

Ninguno se salvo de su férrea tutela, al menos hasta bien entrada la década de los 60. El modelo estalinista no permitía disensiones. Nada mejor que echar una ojeada al relato Autobiografía de Federico Sánchez, publicado por el ex ministro, escritor y ex dirigente del Partido Comunista de España (PCE) Jorge Semprún en 1977. Algunos interpretaron este libro como un ajuste de cuentas de Semprún con el ex secretario general del PCE, Santiago Carrillo. Sin embargo, su autobiográfica novela es mucho más que eso, es una enmienda a la totalidad al estalinismo, del cual se había alimentado ideológicamente el propio Federico Sánchez (Jorge Semprún). Carrillo solía decir: «Más vale equivocarse en el partido, dentro del partido, que tener razón fuera de él o contra él». Federico Sánchez desarrolla ese pensamiento: «Tener razón contra el partido significaba tan sólo que se poseía una diminuta parcela de verdad, que al verse desgajada de la Verdad global, histórica y concreta, del Espíritu-de-Partido, se transformaba dialécticamente en falsedad global».

Koestler cita en El cero y el infinito una frase atribuida a Dietrich von Nieheim, Obispo de Veren (1411), que es perfectamente aplicable a la forma en la que los estalinistas veían y sentían al partido: «Cuando está amenazada su existencia, la Iglesia queda libre de toda restricción moral. Con el fin de la unidad de todos los fieles, todos los medios están santificados, todos los ardides, traiciones, violencias, simonías, encarcelaciones y muertes, puesto que las reglas protegen al grupo, y el individuo debe sacrificarse para garantizar el bien común».

En 1937 el filósofo y escritor ruso Nikolai Berdiaev (The origin of Russian Communism) ya había hecho esa misma interpretación: «La revolución era una religión y una filosofía y no simplemente un conflicto relacionado con el aspecto social y político de la vida».

En la concepción marxista-leninista, la revolución (la ideología comunista) acaba, en efecto, convirtiéndose en una religión, de la que el partido es su iglesia. «Fuera de la Iglesia no hay salvación. Fuera del partido tampoco» (Autobiografía de Federico Sánchez).

Cien años después de la Revolución de octubre, la religión comunista sigue contando con millones de fieles y continua venerando a su infalible profeta: Lenin. Pero muestra sus venas abiertas en Venezuela, Se inician los sacrificios masivos de jòvenes y seres humanos en baños de sangre en las calles de Venezuela, en las càrceles, hasta ahora, como lo ha hecho Cuba desde1959 y paises comunistas, igual que sucedio en Rusia y después de la caída de la monarquía, el 10 de agosto de 1792, cuando la fiebre revolucionaria se eleva en París. Muchos “sospechosos” son arrestados: laicos, sacerdotes seculares, religiosos, a menudo reputados refractarios, incluso que no fuera el caso de todos.

Cerca de 350 clérigos son así encarcelados, más de la mitad de los cuales son de fuera de la capital.

Entre el 2 y el 5 de septiembre bandas de hombres y mujeres armados invaden las prisiones de París para entregarse a la ejecución colectiva de los detenidos en el Convento del Carmen, en la abadía de Saint-Germain, en el seminario de Saint-Firmin, en las prisiones de La Force, en la calle Saint-Antoine.

El Convento de los Carmelitas, con su gran recinto, es el primer y más simbólico teatro de la matanza.

La “hipnosis” de las utopías revolucionarias

En el testimonio del Padre Saurin, jesuita sobreviviente, el contraste entre la serenidad impresionante que reina en el interior, entre los clérigos prisioneros, agrupados en torno a tres obispos, y, fuera, el rugido de la multitud, los cañoneos, los redoble de los tambores, y finalmente, el día 2, hacia las 4 de la tarde, las campanas de Saint-Sulpice, dan la señal a los alborotadores.

La matanza que comenzó en el jardín termina, después de un simulacro de juicio, al pie de la pequeña escalera que conecta la capilla -donde los prisioneros huyeron primero y mutuamente se dieron la absolución- y el jardín.

“No escuché quejarse a ninguno de los que vi masacrados”, escribió el abad de Panonia, que escapó herido de la tragedia de los Carmelitas.

La beatificación de los mártires

De las 3.000 víctimas de septiembre de 1792, 191 personas que murieron por su fe fueron beatificadas por Pío XI el 17 de octubre de 1926. Ochenta y seis sacerdotes eran miembros del clero parisino. Los cuatro laicos y muchos religiosos beatificados también pertenecían a la Iglesia de París...

DECRETO DE LA SANTA SEDE RELATIVO AL MARTIRIO DE LAS VICTIMAS DE LAS MASACRES DE SEPTIEMBRE DE 1792 EN PARÍS.

Roma el 1 de octubre de 1926,

La libertad guiando al pueblo (1830).Ferdinand-Victor-Eugène Delacroix (Charenton-Saint-Maurice, Francia, 26 de abril de 1798-París, 13 de agosto de 1863) pintor y litógrafo francés

Fiesta de Saint Remy, obispo de Reims.

Nunca podremos deplorar suficientemente este negro y miserable flagelo, que a finales del siglo XVIII, escondido bajo el nombre mentiroso de filosofía, había pervertido las mentes y corrompido la moral y que llenó principalmente Francia de asesinatos y ruinas.

Una falsa filosofía que lleva al crimen

El alma se conmueve de horror ante el recuerdo de los inexpresables espectáculos de crueldad y barbarie que exhibieron, durante la Revolución Francesa, hombres impíos y canallas, apenas dignos del nombre de hombres: los templos sagrados desiertos, los signos sagrados para la religión católica violados, obispos, sacerdotes, laicos piadosos inmolados de manera arbitraria, por negarse a pronunciar un juramento decretado por el poder secular y abiertamente opuesto a los derechos de la Iglesia, a la libertad de conciencia, o por haberse mostrado menos benevolentes hacia estas nuevas instituciones políticas.

Entre tantos sacerdotes ilustres y notables cristianos, que durante esta tormenta oscura fueron entregados a la muerte, sin duda brilla en la primera fila esta legión insignia de hombres que, en París, en el mes de septiembre 1792 fueron inmolados con injusticia suprema y una infame barbarie. Ciclos duros todos iniciados en Setiembre y que tuvo un martir mason: Óscar Alberto Pérez (Caracas, Venezuela; 7 de abril de 1981-El Junquito, Venezuela; 15 de enero de 2018) policía, actor, adiestrador canino, buzo, paracaidista militar, piloto e inspector del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas de Venezuela (CICPC), reconocido por haber sido líder de la disidencia policial en contra del gobierno de Nicolás Maduro, que participó en el ataque al Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela de 2017.​

La madrugada del 15 de enero de 2018, efectivos de seguridad y colectivos del gobierno del presidente Maduro, realizaron un operativo llamado Operación Gedeón,​ en el que se desmanteló su equipo, abatiendo y arrestando a varios de sus miembros. Pérez murió en el operativo llevado a cabo por las fuerzas de seguridad. La oposición venezolana denuncia que Óscar fue ejecutado extrajudicialmente,​ mientras que el oficialismo, el cual tildaba a Pérez de «terrorista», felicitó la labor de los encargados de abatir a los miembros del referido grupo. Espero comprendan los hilos narrativos que convergen unificando diversas lineas de tiempo que inician en Sumeria, sigue en Israel, continua en Grecia y Roma, Turquia sigue a Inglaterra, España y llega a America tierra de culturas femeninas y las arrasa, pero no invalida las claves que permanecen ocultas y desde alli recuperan poco a poco su poder...

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