Apostillas a "La trama secreta còsmica de una cronica extraña y silenciada"
El principio masculino de la naturaleza que no es el guerrero egoico y rudo, que nos gusta, porque nos lo han implantado como lo absolutamente masculino, podría definirse a través del lenguaje simbólico como la energía catalizadora que genera la chispa que enciende el fuego sagrado de la vida. En las cosmovisiones indígenas, este principio creador es tradicionalmente representado por el sol y más concretamente por la energía que este astro irradia sobre la Tierra, como un poder vivificador imprescindible para que fructifique cualquier forma de vida.
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Dicho poder vivificador alcanzaba su máxima expresión durante las tormentas, en las que los relámpagos, como símbolos fálicos celestes, representaban la energía masculina del Padre-Cielo descendiendo sobre el cuerpo de la Madre-Tierra.
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Este antiquísimo simbolismo del rayo (heredado de la prehistoria por las religiones patriarcales indoeuropeas: Zeus, Thor, Perun, Indra,…) dio a su vez pie al nacimiento de la figura mitológica del dragón, el cual fue imaginado por nuestros ancestros como una serpiente macho celeste, portador de la lluvia seminal que fecundaba la naturaleza, y que descendía a la Tierra durante las tormentas para penetrar en las simas y cavidades uterinas. Así ha quedado reflejado en la mitología pre-indoeuropea vasca, dónde al contrario que en las muy posteriores leyendas católicas, Sugaar (dragón) es el amante de Mari (Diosa). Por tanto, en la cosmovisión indígena europea el dragón estaba indisolublemente unido a la Diosa, era el portador de su simiente (hierogamia).
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Así, la fertilidad que dicha energía celeste proyectaba sobre la Tierra podía fácilmente comprobarse en los ritmos anuales de crecimiento de las plantas, y en como éstos dependían de la mayor o menor intensidad del calor irradiado por el sol. Y para poder expresar este conocimiento simbólicamente, nuestros ancestros sintieron que este poder vivificador que impregnaba toda la vida terrestre estaba controlado por un Señor de los animales y la vegetación.
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