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CAUDILLOS, GAMONALES Y GUERRILLEROS EN LA MEMORIA VENEZOLANA...(XII) Roberto Lovera De Sola.


QUIRONCHA


Pocas veces un novelista tiene la suerte de Carlos Lisson Pulido con la primera de las suyas: dos ediciones en menos de un año. Se trata de Quironcha(2ª.ed.Caracas: Impresos Jumigraf, 2017.388 p.). En ella prosigue lo que antes, con los instrumentos de la historia, nos había dado en su Semblanza de una estirpe barinesa, sobre las primeras cinco generaciones de una rama de la familia Pulido en Venezuela[1].

Novela sobre la guerra de la Independencia como lo son entre nosotros Las lanzas coloradas(1931) del maestro Arturo Uslar Pietri(1906-2001) o como Boves, el Urogallo(1972), Manuel Piar,caudillo de dos colores(1987) y El vuelo del alcatraz(2001), de Francisco Herrera Luque(1927-1991); Denzil Romero(1938-1999) con La esposa del doctor Thorne(1986); la de Ana Teresa Torres(1945): Doña Inés contra el olvido(1992); la de Caupolican Ovalles(1935-2001): Bolívar rey(1986). Alos cuales hay que añadir varios latinoamericanos como la del cubanoAlejo Carpentier(1903-1980): El siglo de las luces(1962);la del colombianoGabriel García Márquez(1927-2014): El general en su laberinto(1989); la del mexicanoCarlos Fuentes(1928-2012):

[1] Véase también el estudio histórico-biográfico de José León Tapia(1928-2007): La saga de los Pulido. Caracas: Academia Nacional de la Historia,1992.178 p. En las memorias barinesas rescatadas por este médico y escritor en sus obras de ficción destacaremos sus novelas Tierra de marqueses. Caracas: Ediciones Centauro,1977. 288 p. y La heredad. Caracas: Ediciones Centauro, 1985. 206 p. Leer también Virgilio Tosta: Galería de ilustres barineses. Caracas: Academia Nacional de la Historia, 1990.650 p. La campaña(1990); la el cubano Antonio Benítez Rojo(1931-2005): Mujer en traje de batalla(2001) y el cuento de Alvaro Mutis(1923-2013): “El último rostro”.

Ya hemos señalado que Quironcha es obra relativa al período emancipador, basado en la vida del prócer Manuel Antonio Pulido Briceño(1780-1817), libro que se cierra con la muerte del patricio en 1817, en un naufragio entre Curazao y Haití. Leído es imposible no hacerse esta interrogante que el relato trae:“¿acaso no les conmueve tan desolador relato?”(p.90), ya que la angustia de Venezuela siempre está presente, de allí que leamos cuando viajaba por el mar: “Apoyado en la baranda de estribor, observaba como la blanquecina espuma besaba en su vaivén, esa tierra en la que quedaban todos mis sueños. Era mucho el dolor que sentía por Venezuela, y grande el resentimiento hacia quienes dirigían nuestra lucha”(p.315-316. Subrayado nuestro). Por ello medita: “Decidido a no dejarme hundir en el desaliento que significaba alejarme de mi patria”(p.317). Es, desde luego, aquello el “mal de Venezuela” que es la angustia por su bien. A ello se refiere que dice Antonio Arraíz(1903-1962) en su siempre conmovedor poema “Quiero estarme en ti…”, en cuyos primeros versos se lee:


”Quiero estarme en ti, junto a ti, sobre ti, Venezuela/, pese aun a ti misma/Quiero quedarme aquí, firme y siempre,/sin un paso adelante, sin paso hacia atrás./He de amarte tan fuerte que no puede ya mas,/y el amor que te tenga, Venezuela,/me disuelva en ti./Quiero ser de ti misma, de su propia sustancia,/como roca;/o quizá echar hondas, infinitas raíces,/entrerarme los pies/como árbol,/y plantarme en ti, de tal modo/que no me conmuevan”[1].


DESARROLLO DE QUIRONCHA

[1] Antonio Arraiz: Suma poética. Prólogo: Juan Liscano. Caracas: Inciba, 1966.313 p. Ver:”Quiero estar en ti…”(p.105). El poema pertenece a su poemario Parsimonia. Buenos Aires: Talleres Gráficos Argentinos L.j.Rosso,1932, reeditado en Caracas en 1939 y 1941. Para entender aquello que Carlos Lisson Pulido nos cuenta certeramente en su Quironcha se debe tener en cuenta que en el momento de producirse la Independencia la región de Barinas, núcleo de esta novela, era una Provincia, la última establecida en nuestro país(1786) por el rey de España don Carlos III(1716-1788), su primer gobernador(1786-1798) fue don Fernando Miyares González(1749-1818) uno de los grandes civilizadores de Venezuela, quien también fue gobernador de la provincia de Maracaibo, en los días graves de la emancipación(1810-1814).

Fue Barinas tierra de economía agrícola y del tabaco, “lo fue por antonomasia a mediados del siglo XVIII”, como indica Guillermo Morón(1926)[1]. Tuvo la región un título nobiliario en la persona del barinés don José Ignacio del Pumar(1738-1814), marqués de las Riberas del Boconó y Masparro[2].

Esa es en la región barinesa en donde veremos desarrollarse la mayor parte de Quironcha.otros hechos serán en la región llanera cercana y en Caracas.

El suceder de la ficción tiene momentos anteriores a la declaración de autonomía(abril 19,1810). Pero su esencia, su nudo central, se espiga a partir de 1813, año de la Campaña Admirable(mayo 14-agosto 6,1813) de Simón Bolivar(1783-1830), la cual lo llevará a Barinas(julio 6,1813) en un momento de ella, en donde se produce la controversia Bolivar-Puldio por ser partidarios el barinés del régimen federal y Bolívar del centralista, ya observado por él en el Manifiesto de Cartagena(diciembre 15,1812), cuyo título original fue Memoria dirigida a los ciudadanos de la Nueva Granada por un Caraqueño, con dos ediciones el mismo año 1813, una en Cartagena y otra en Bogotá, este fue el primer gran documento político de Bolívar, con cuya edición se inicia su bibliografía.

[1] Guillermo Morón: Breve historia de Venezuela. Madrid: Espasa Calpe,1979. 291 p.Ver: “La provincia de Barinas”(p.113-114). [2] Virgilio Tosta:”Don José Ignacio del Pumar”, en su Galería de ilustres barineses,p.31-57.


NOVELA


Ante Quironcha no tenemos duda de que Carlos Lisson Pulido tiene en sus dedos el buril de la novela, sabe como crearla, como desarrollarla, como culminarla. Así el suyo es libro cuidadosamente escrito, con hondo dominio de la lengua castellana, con belleza literaria(p.22), en buen estilo, con una buena manera de narrar, mostrando, además de los personajes, la geografía de la región llanera, de Barinas especialmente, con hondo sentido del tiempo(p.102), siendo la estructura del libro la de una de novela en la novela, por ello es esencial leer con atención sus notas, ya que quien escribe no es el protagonista sino hijo que reconstruye la vida del padre amado. Por ello el padre dice: “No es así, Nicolás. Puede que mi proyecto te luzca a delirio o fantasía, pero lo cierto es que para mí es muestra de la capacidad de imaginar un mundo mejor y de pugnar por conseguirlo”(p.70), ya que quien escribe es el hijo del prócer. Allí estaban los fantasmas de su padre, la clarividencia de su abuela, los monstruos del hato San Fernando, los espectros de la Pulideña, los duendes en las planicies de La Calzada”(p.158).

En el encuntro Bolivar-Pulido: “La impresión que tenía del coronel Bolívar osciló repentinamente de una espontánea admiración a una total antipatía”(p.165), “De pronto, un pensamiento golpeó mi alma. ¿Podría tal aprensión tener su origen en el recuerdo, o más bien en el remordimiento?¿Evocaba acaso en el coronel Briceño al general Miranda?¿Le incomodaba toparse con alguien que le recordaba tan vivamente el formalismo y profesionalidad de aquel militar?”(p.186). Y por ello le dice a Bolívar: “Debe pues, usted, planear bien sus maniobras pues no estamos” ni en la costa, ni en los andes, sino en el llano”(p.188). Y ello porque: “Nuestra noble causa ha caído en manos de los acólitos del dios Marte y ahora se sustentaba en los excesos de una atroz Guerra a Muerte. Ningún civil o soldado, republicano o realista podría sentirse a salvo en Venezuela, pues toda ella se halla a merced de estos bárbaros”(p.188).


EL CORAZON DE QUIRONCHA


El hijo comienza la escritura:“Desde ese día, Antonio Dionisio tomó la decisión de no abandonar el cuarto. No lo haría hasta no haber leído todos esos papeles. Estaba resuelto a mantener viva, y junto a él, la presencia del coronel. Quería leer todas esas cartas que prometían develarle la asombrosa vida de su padre…el gobernador don Manuel Antonio Pulido Briceño”(p.12), “De no hacer algo, pronto nos veremos envueltos en la vorágine de una rebelión mayor”(p.69), “Esas afrancesadas y plagiadas ideas, como tú las llamas, son las mismas que un día empujaron a cambios significativos en la España progresista de Carlos III(1716-1788) y fueron de provecho para la Provincia[de Barinas]. Son las mismas que hoy nos abren nuevos horizontes y previenen que la inteligencia, el pais o el alma se depraven”(p.70)

Le dice el patricio: “Nicolás yo no promuevo una ruptura con la España, sino una reforma moderada. Una que nos dé, ante el fracaso de las ordenanzas y el deterioro político, social y económico, una mayor autonomía para regir sobre los asuntos locales, aseverándole, que no se trataba de una postura ingenua, sino de la única forma para salir de este trance y conservarnos bajo la égida de la Corona. Por eso censuro el retroceso al que nos quiere llevar la corte de don Carlos IV(1748-1819)”(p.70)

“En la familia Nicolás representaba la tradición y el continuismo. La fidelidad al trono español y a los dictados de la península, mientras que el fogoso Juan José, personificaba el quiebre con la Metrópoli. Pablo María por su parte, prefería asumir la posición cauta del comerciante, la de esperar y sopesar los acontecimientos antes de actuar”(p.105).

Tal la controversia que desde el inicio, desde el año diez hubo, por lo que leemos: “En la Capitanía General de Venezuela, diferencias entre quienes buscábamos un cambio en la estructura gubernamental y aquellos que pedían nos sujetásemos ciegamente a los dictados de la Regencia”(p.113).


LA GUERRA


“Dios te bendiga, hijo mío, comenzó diciendo. Mientras haya soldados como tú, dispuestos a darlo todo por la grandeza de estas tierras, el éxito de vuestra empresa estará asegurado…La razón y el corazón os asisten, y es en hombres de temple valiente y preparado, de alma pulcra y valores firmes, en los que debe recaer el mando de esta lucha. Son vuestras luces y temperamento honesto, los que podrán rescatar de la oscuridad a estos pueblos y guiarlos a nuevas eminencias”(p.155). Y prosigue: “Cuánta maldad puede exhibir el alma, cuando las pasiones nublan su juicio y la haces esgrimir falsedades con el infame propósito de subyugar a quienes no se someten a su voluntad. Cuán perturbadora resultaba la desfachatez del general[Bolívar] al querer endilgarnos sus desaciertos”(p.293). Entre esos errores de aquel momento habría que añadir su pérdida de Puerto Cabello(junio 30,1812) y la detención de Miranda(julio 31,1812), ambas del año doce. Pulido no vio nunca con buenos ojos la prisión de Miranda por los patriotas. Después suceso positivo fue el inicio de la Campaña Admirable(mayo 14,1813), la que llevó a Bolívar a Barinas(julio 6,1913), todavía no era el Libertador, lo sería meses mas tarde(octubre 14,1813).

Lo que quería Pulido era: “Cuando de pronto todo empezó a encajar…¡Era tan evidente! Mis ansias por contribuir a reponer la Constitución de 1811, implantar la República, defender el federalismo, mantener la unidad y luchar contra la reconquista realista, me habían cegado ante lo que ahora resultaba obvio”(p.294), de allí que pensara:

“Hundidos hasta el pescuezo en esta guerra fratricida”(p.296). Y en nota a pie de página se lee: “La que intuía, despojaría a Venezuela de muchos de sus más valiosos talentos”(p.296, nota 134). De alli que:“En los avatares de esa Quironcha de muerte, destrucción y caos que devastaba al país”(p.379), tal fue el suceder de lo que nuestros historiadores han llamado la Segunda República, sucumbida ante las fierzas españolas el 5 de diciembre de 1814 en Urica, donde también murió José Tomas Boves(1782-1814).




EL TÍTULO


Llamar a esta novela Quironcha es todo un logro por aquello de bautizar un libro con una sola palabra que tan bien define aquel turbulento período, aquel vendaval, ya que Quironcha es una palabra del llano, utilizada para llamar a la fuerte tormenta que todos los años, durante el invierno, anega las planicies del occidente del país, ocasionando muchas veces, casi siempre, destrucción y muerte(Ver las p.20, 21, 25, 194, 246, 261, 317, 319,379). Y esto es tan importante, saber titular, como cuando se señala lo que se va a ler en las primeras paginas y comprendemos su desarrollo en las palabras finales.

Sobre la Quironcha leemos: “hermosa voz llanera del mes de la Quironcha”(p.21); “Un mes mas tarde, como estaba pronosticado, la Quironcha hizo su aparición en el horizonte. Negros nubarrones presagiaban lo más temido por nosotros: llanuras inundadas, ríos desbordados, destrucción de caminos y plantaciones…pero nada, absolutamente nada, me temía preparado para ese ocurrir que trastocaría mi vida para siempre”(p.25); “comenzaban a formarse los agoreros nubarrones de la Quironcha”(p.246); “En lo alto de la cordillera, desbordando ríos y quebradas, que demoraban aun más nuestro avance, estaba la temible Quironcha”(p.261); “Era tal la inclemencia de esta Quironcha”(p.319). Pero era obvio que había, además de la Quironcha que venía del cielo, viento y lluvia turbulentos, la otra Quironcha real a la que los insurgentes quisieron enfrentarse: “quisieron ahuyentar a la Quironcha Realista que estaba por envolvernos”(p.194).

De allí que leamos: “Intranquilo, observaba cómo en la distancia se empezaban a formar los oscuros nubarrones de la temida Quironcha. Sus lejanos y trepidantes estruendos, parecían redobles, queriendo anunciar el fin de la ciudad de las mansiones blancas”(p.13). Por ello sabe el narrador, que no es el autor, que en la realidad de aquellos días, tiempos de la Guerra a Muerte(1813-1816), “que muy pronto seríamos arropados por la terrible Quironcha de la reconquista”(p.20), lo que sucedió, tal la derrota militar iniciada en el Segunda Batalla de la Puerta(junio 15,1814) donde Boves destruyó completamente al ejército patriota. De allí en adelante ya no hubo otra victoria, ni en Aragua de Barcelona(agosto17,1813), ni en Úrica(diciembre 4,1814), ni en Maturín(diciembre 11,1814) ya no hubo victorias.

Y en aquel terrible año catorce: “Nunca mas volvió a saberse del gobernador don Manuel Antonio Pulido Briceño…Su figura, al igual que su legado político y social, además de hazañas militares, se fueron perdiendo en los avatares de esta Quironcha de muerte, destrucción y caos que devastaba al país”(p.379), ya que murió, en un naufragio, en 1817, cuando se dirigía desde Curazao a Hiatí, en medio de la Quironcha, un vendaval: “¡Por Santiago! Se trataba de la Quironcha de este cambiante y traicionero mar antillano”(p.317).


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