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HISTORIA DE LA PRESENCIA OCULTA Y FELIZ DE LAS MUJERES EN VENEZUELA...". Roberto Lovera De Sola


SEGUNDA PARTE: LA HISTORIA DE LA MUJER EN VENEZUELA


“Contar la historia de una mujer. Una mujer es la historia de sus actos y

pensamientos, de sus células y neuronas, de sus heridas y entusiasmos, de

sus amores y desamores. Una mujer es inevitablemente la historia de su

vientre, de sus semillas que en él fecundaron, o no lo hicieron, o dejaron de

hacerlo, y del momento aquél, el único en que se es diosa. Una mujer es la

historia de lo pequeño, lo trivial, lo cotidiano, la suma de lo callado. Una mujer

es siempre la historia de muchos hombres. Una mujer es la historia de su

pueblo y de su raza. Y es la historia de sus raíces y de su origen, de cada

mujer que fue alimentada por la anterior para que ella naciera: una mujer es la

historia de su sangre. Pero también es la historia de una conciencia y de sus

luchas interiores. También una mujer es la historia de su utopía”. Marcela

Serrano(1951): Antigua vida mía. Santiago: Alfaguara,1997,p.21.


“Sus vivencias, experiencias, reclamos, emociones, luchas y fracasos forman

parte de la historia de la mujer venezolana, una realidad rica y compleja sobre

la cual todavía queda mucha tela de cortar”. Inés Quintero(1955): La palabra

ignorada. Caracas: Fundación Polar, 2007,p. 197.


“Oi decir, en una vez en clase, a don Lucho Villalba Villalba(1907-1999), que

nuestro país había sido hecho por las mujeres, por esas madres que

abandonas o no, supieron y saben dar a sus hijos, color, calor, energías físicas

y espirituales para enfrentarse a la vida”. Tomás Polanco Alcántara: Venezuela

y sus personajes. Caracas: Italgráfica,1997,p.508.


PREAMBULO

Para trazar la presencia de las mujeres en la vida venezolana,

“oculta y feliz”, para Teresa de la Parra(1889-1936) 50 , debemos

deteneros en una serie de noticias que deben tenerse en cuenta

aunque solo sea para señalar hitos que merecen cuidadosa

investigación. Hoy sabemos que la primera mujer en ejercer el

poder entre nosotros (1542-1546), doña Aldonza Villalobos(c1520-

1575), lo hizo en el siglo XVI 51 .

Hoy sabemos que el primer documento escrito por una mujer en

Venezuela, es la carta pública escrita(septiembre 18,1765) por

Jacinta Fernández denunciando ante obispo de Caracas, monseñor

Diego Antonio Diez Madroñero(c1715-1769), los actos de acoso

sexual de que era objeto por parte de un rico mantuano, Juan

Vicente Bolívar y Ponte(1726-1786).

Del 26 de agosto de 1785 data la expresión del concepto de la

mujer que tenía don Francisco de Miranda(1750-1816), en esto, y

en todo adelantado. En su Diario escribió aquel día:

”Cierta atención y aparente interés en nuestros asuntos han aparecido en

varias personalidades femeninas y eleva, si fuera posible, la favorable opinión

que siempre he tenido respecto al sexo bueno, y ahora estoy más que que

nunca dispuesto a creer en la rectitud original y la bondad de sus corazones y

que no se desvían nunca de esa línea si no es por la influencia de nuestro

sexo, mas vicioso”(Colombeia,t.III,p.469).

No nos debe llamar la atención la observación de un hombre que

tan profundo trato tuvo con las mujeres, incluso más allá de lo

erótico, con mujeres intelectuales, artistas y revolucionarias. Y no

nos debe llamar la atención que el Precursor pensara esto porque

estaba imbuido en una atmósfera proclive a la mujer y a lo femenino

que fue propia de su tiempo, el siglo XVIII. Fue en sus días en que

gracias a la inglesa Mary Wollstonecraft(1759-1792) quien con su

Vindicación de los derechos de la mujer(1792) dio nacimiento al

feminismo, al movimiento de las mujeres. No sabemos si Miranda

llegó a leer este libro, no está registrado en los catálogos de su

biblioteca 52 , sin embargo, ese mismo año fue la primera persona

de aquel mundo en proponer se otorgaran los derechos políticos a

la mujer, que esta fuera considerada igual al hombre. Lo hizo al

escribir(octubre 26,1792), el mismo año de la publicación de La

vindicación de los derechos a la mujer de la gran Wollstonecraft,

cuando él era un alto y prominente oficial de la Revolución Francesa

(1789-1799). En el momento de escribir aquello andaba en

campaña:

“Le recomiendo una cosa de mi parte, sabio legislador, ¡y son las mujeres!

¿Por qué, en un gobierno democrático, la mitad de los individuos no está

directa o indirectamente representada, mientras que ellas están igualmente

sujetas a la misma severidad de las leyes que los hombres han hecho a su

voluntad? ¿Por qué al menos, no se les consulta sobre las leyes que les atañen

más directamente como son las del matrimonio, divorcio, educación de los

hijos?...Confieso que todas estas cosas me parecen usurpaciones irritantes y

muy dignas de ser tomadas en consideración por nuestros sabios legisladores.

Si yo tuviera aquí mis papeles encontaría algunas observaciones que he hecho

sobre este mismo tema, hablando de ellos con algunos legisladores de América

y Europa, habiendo convenido en su mayoría en su

injusticia”(Colombeia,t.X,p.275-276).

Ya en aquel momento en que Miranda hizo su proposición Jacinta

Fernández había escrito su protesta. Y un lustro después de la

proposición de Miranda en Caracas doña Josefa Joaquina

Sánchez(1765-d1811) participó en la Conspiración de Picornell,

Gual y España(1797) y fue seguramente la primera mujer detenida

política entre nosotros, presa de conciencia como se dice hoy 53 .

Fue este el período en que sor María de los Ángeles(1765-c1818)

en su celda del convento caraqueño de las Carmelitas, lo que dio el

nombre a la esquina así llamada, en donde hoy está el Banco

Central de Venezuela, allí escribía sus poemas místicos. Fue por

ello nuestra primera escritora y nuestra primera poeta.

El 24 de octubre de 1808, en el primer editorial de la recién fundada

Gaceta de Caracas, cuyo primer número aparareció ese día, su

redactor, el joven Andrés Bello(1781-1865), llamó a las mujeres a

colaborar en ella, señal que conocía su preparación.

En los sucesos del 19 de abril de 1810 actuó una mujer, Juana

Antonia Díaz Padrón. La misoginia borró su nombre de lo

documentos, el feminismo contempráneo la ha restituido a su lugar.

Y en todo el tejido de la revolución las mujeres estuvieron

presentes, entre otras cosas, empujando a maridos, hermanos,

esposos, novios y amantes a incorporarse al combate por nuestra

libertad.

Y en la hora aciaga de 1828 fue una mujer, Manuelita Saenz(1797-

1856), la que salvó la vida del Héroe en la noche septembrina en

Bogotá.

De 1830 data el primer escrito publicado por una mujer, Maria

Josefa Acevedo, en un semanario caraqueño. Mas adelante

expondremos nuestras dudas sobre esta colaboración de la señora

Acevedo, según esta aseveración el trabajo rescatado por María

Eugenia Diaz fue el primero, aunque aqupi lo denominamos el

segundo.

De 1839 data un segundo escrito de una mujer, este lo exhumó

María Eugenia Diaz(1949), más adelante explicaremos el por qué

de esta afirmación nuestra 54 .

Pasaron los años hasta que otra mujer, Josefa Gedler, de la que

sabemos muy poco, publicó el primer libro que una mujer imprimió

en Venezuela, en él defendió sus bienes. Tal su folleto, el primero

de tres pero que forman una unidad, La opinión pública juzga

siempre a los hombres por sus propios hechos 55 .

Pasaron los años, muchos, hasta que Zulima, Lina López

Aramburu, publicó el primer libro literario venezolano escrito por una

mujer, su pieza María o el despotismo, obra coetánea con su novela

El medallón 56 . María o el despotismo pudo imprimirse gracias al

apoyo que dio a su autora el presidente Antonio Guzmán

Blanco(1829-1899).

A Zulima le siguió todo el trabajo de la guayanesa de Utapa,

Concepción Acevedo de Taylhardat(1858-1953), poeta, la primera

mujer en dirigir un periódico en Venezuela, Brisas del

Orinoco(1888).

Y como siempre los hombres va a estar inmersos en proceso de lo

mujeril, porque todo lo femenino atañe también al hombre, por ser

hombres y mujeres concavo y convexo, como en la canción del

brasileño Roberto Carlos. Por ello nos encontramos en 1878 con los

juicios de don Cecilio Acosta(1818-1881), los propios de un hombre

cuya relación con las mujeres fue diáfana, juicios tan distintos, que

poco han sido explorados en sus escritos, distinto al que cita Elías

Pino Iturrieta(1944) en su libro sobre la mujer 57 .

¿No sería nuestro gran pensador Luis López Méndez(1863-1891) el

primero en hablar aquí del voto femenino, en 1890?.

Después vino el grupo femenino de escritoras de Coro que nunca

antes tuvo Venezuela, fue fundadado como Sociedad Alegría en

1890. Su lídereza fue la escritora Polita De Lima(1869-1944). Pero

entre ellas estuvo también Virginia Gil de Hermoso(1856-1913), la

primera mujer novelista en tener largo eco con sus novelas en el

país y quien escribió nuestra primera social que no llegó a publicar,

se imprimió décadas después de su muerte. Nos referimos a El

recluta.

De los años siguientes al grupo de Coro fueron Mercedes Pérez

Freites, en verdad Mercedes Guavara Rojas de Pérez Freites(1885-

1921); la aparición de nuestra figura mayor: Teresa de la

Parra(1889-1936), quien con su Influencia de las mujeres en la

formación del alma americana escribió nuestro primer libro

feminista.

Las mujeres estuvieron presentes en el movimiento de la Semana

del Estudiante en 1928, empujando a hermanos, novios y amigos

en su acción antidictatorial. Y activas, lo que no se ha explorado,

entre 1928-1935, Estos últimos siete años que apenas han sido

vistos, en él se abrió el primer bachillerato femenino, los primeros

cursos de formación de las mujeres y se constituyeron varios de los

grupos femeninos, en Caracas y en el interior. Por ello no estaban

nuestras féminas faltas de palabras cuando a los trece días de la

muerte del general Juan Vicente Gómez(diciembre 17,1935)

enviaron su célebre Mensaje(diciembre 30,1935) al presidente

Eleazar López Contreras(1883-1973), que es el primer documento

feminista de la historia de Venezuela, significó el nacimiento pleno

del movimiento de las mujeres.

Allí pidieron por sus derechos y los del niño. Y entonces se inició,

como consecuencia de lo anterior, la gran lucha: la puestas en

marcha de todas las instituciones a favor de la mujer y del niño, la

creación del Consejo Venezolano del Niño(1936), el Código de

Menores(1938), la obtención de los derechos civiles(1942), la

posibilidad de votar por primera vez(1946) y de los derechos

políticos(1947), que incluía también el derecho al voto.


CITAS BIBLIOGRAFICAS:


50. Teresa de la Parra: Influencia de las mujeres en la formación del alma

americana,p.59.


51. Como libros de conjunto sobre la mujer venezolana deben leerse los de Ermila

Troconis de Veracoechea: Indias, esclavas y primeras damas. Caracas:

Alfadil/Academia Nacional de la Historia, 1990. 227 p.; Varios Autores: La mujer en la

historia de Venezuela. Obra dirigida por Ermila Troconis de Veracoechea. Presentación

General: Ana Lucina García Maldonado. Caracas: Congreso de la República,1995.

XXXV,480 p., obra dedicadas al examen de la presencia de la mujer en los días

precolombinos, coloniales y en el siglo XIX; Ermila Troconis de Veracoechea:

Gobernadoras, cimarronas, conspiradoras y barraganas. Caracas: Alfadil/ Instituto

Universitario Seminario Interdiocesano, 1998.123 p.; Varios Autores: Las mujeres en

Venezuela. Historia mínima. Caracas: Funtrapet,2003.250 p. Una visión psicologica del

ser femenino, desde el ángulo del psicoanálsis, nos lo ofrece Ana Teresa Torres en sus

Historias del continente oscuro, ya citada.


52 Sin embargo, por su tema, que tanto le intereso debió leerlo, dado que todos los

libros que leyó no están registrados en los catálogos de su biblioteca. Su biógrafo

Polanco Alcántara pensí que debió leer 25 libros por años.


53. Carmen Clemente Travieso: Mujeres de la Independencia. Seis biografías de mujeres

venezolanas. México:Talleres Gráficos Mexico,1964.364 p. Ver: “Josefa Joaquina

Sánchez, esposa de José María España”(p.89-157).


54. María Eugenia Díaz: Escritoras venezolanas del siglo XIX. Caracas: Fundación para

la Cultura Urbana,2009. XIV, 621 p. Ver: “A.M.O.R: Educación del bello sexo”(p.89-

94).


55. Josefa Gedler: La opinión pública juzga siempre a los hombres por sus propios

hechos. Caracas: Imp. de Tomás Antero,1840. 52 p.


56. Zulima: María o el despotismo. Caracas: Imprenta Nacional, 1885. 62 p.; Zulima: El

Medallón. Novela. Caracas: Imprenta Nacional,1883. 164 p.


57. Elías Pino Iturrieta: “Ventaneras y castas, callejeras y honestas. Iglesia y mujer en el

siglo XIX Venezolano” en Varios Autores: La mujer en la historia de Venezuela,p.395-

434, fue la primera versión de este sugerente estudio. Con su misma división en

capítulos que hallamos en sus ediciones, con leve cambio en el título: Ventaneras y

castas, diabólicas y honestas. Caracas: Planeta, 1993. 143 p.; 2ª.ed. Caracas: Alfa, 2009.

158 p., nuestras citas proceden de la segunda edición. Luis López Méndez: Mosaico de

política y literatura. Bruselas: Alfred Vromant & Cia.1890. XII, 388 p. Ver:”Los

derechos politicos de la mujer”, que se pueden leer también en sus Obras

completas.3ra.ed.aum. Caracas: Biblioteca de Autores y Temas Tachirenses,1992. 461

p. Ver:”Los derechos politicos de la mujer”(p.65-69).




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