"La trama secreta còsmica de una crónica extraña y silenciada...." CUPIDO
Cupido es un asteroide perteneciente al cinturón de asteroides descubierto el 25 de septiembre de 1913 por Franz Heinrich Kaiser desde el observatorio de Heidelberg-Königstuhl, Alemania. Se llama así por Cupido, dios romano de amor. En la mitología Romana Cupido es hijo de Venus, la diosa del Amor, el deseo, la fertilidad y la belleza y de Marte, el Dios de la Guerra, las estrategias, los inicios y los arranques Lo puedes identificar en tu carta natal como Cupido. Es una octava superior de Venus.
Es un principio de integraciòn. Su funciòn unir, reunir, sociabilizar, coordinar.
Representa: la familia, el matrimonio, las sociedades, las comunidades, las colecciones, la creatividad artistica.
En la parte Armónica Se le relaciona con la Vida Marital, las artes y tu forma de socialbilizar. En la parte inarmonica. Se le realciona a la Vanidad, adiccion a los placeres, y ser muy influeciable por grupos de personas.
Efectivamente aquí querría distinguir entre amor y enamoramiento y es que Eros es el planeta del enamoramiento. El flechazo, tan relacionado con el objeto que lleva este dios que tantas travesuras nos gasta. “Una cosa es enamorarse. Otra cosa es sentir a otra persona enamorarse de ti y sentir la responsabilidad de ese amor”. Así escribía David Levithan en su obra Everyday. ¿Pudo querer decir el autor que hay diferencias entre amor y enamoramiento? Tal vez sí.
Y es que, aunque mucha gente piensa que amor y enamoramiento son términos sinónimos, lo cierto es que muchos expertos consideran esta creencia un error. También lo considera la astrología que relaciona el amor con Venus y el enamoramiento con Cupido. Hay diferencias significativas que vemos a continuación:
Una de las diferencias entre amor y enamoramiento más clásicas, aparece cuando pensamos que el amor está inevitablemente relacionado con lo romántico. Una pregunta servirá para explicarlo mejor. ¿Amas a tus hermanos, padres, amigos, mascotas…? Lo que sucede es que no estás enamorado de ellos, ¿verdad? Porque el enamoramiento, hablando en sentido neuroquímico, provoca un enorme deseo, una amplia obsesión. Podríamos decir que es incluso una adicción: la atención se focaliza en la persona amada y las actividades solitarias que antes nos resultaban placenteras ahora quedan empequeñecidas frente a cualquier proyecto que suponga tiempo con el otro.
La química también tiene mucho que decir sobre el enamoramiento. Mientras estamos bajo su “hechizo”, intervienen en nuestro cerebro potentes neurotransmisores, como la serotonina y la dopamina, que también equiparan el efecto neuroquímico del enamoramiento en el cerebro con el que producen otro tipo de drogas.
Sentimos “empañar” una aura tan misteriosa y mágica como la que rodea al enamoramiento con estos conceptos científicos, pero es la realidad. Estos neurotransmisores son los que hacen que percibamos con tanta intensidad las emociones. Idealizamos a nuestra pareja, nos llena de energía y nos permite vivir en una especie de burbuja. Si eres capaz de que dure por siempre, será maravilloso, ¿o no?
Como insinuábamos al principio, la realidad es que podemos querer a muchas personas, sin embargo el foco del enamorado se suele centrar en una única. Este es el blanco escogido por cupido. Es como si todo se redujera al otro. Es suficiente con que el otro insinúe un deseo para que nos preguntemos qué podríamos hacer para que lo cumpliera. Además, si encontramos una forma, solemos subestimar los costes en recursos -tiempo, dinero, desatención para otras relaciones, etc.- que supondría para nosotros.
Por otro lado, en muchos casos el enamoramiento es el punto de partida del amor. A través de él, las personas obtienen la suficiente energía como para empezar a crear lazos con el otro. Lazos que serán en parte los que sostengan a la pareja en los momentos de crisis.
Por otro lado, ¿tienes amor propio? ¿Amas a tu pareja? ¿Sientes un gran amor hacia tus padres? ¿Amas a tus amigos y seres queridos? Seguro que sí, pero no a todos por igual y en las mismas condiciones. Como ves, ya hemos respondido a una de estas diferencias entre amor y enamoramiento.
Este punto viene directa e íntimamente relacionado con los dos anteriores. Es decir, el amor es racional, o al menos no es tan irracional como el enamoramiento, ya que no sentimos la misma intensidad emocional por un amigo o un hermano que por la persona de quien estamos enamorados.
Cupido Hoy
Porque el enamoramiento supone una enorme escalada de neurotransmisores químicos que hacen que las emociones tengan una intensidad elevada. Sin embargo, poco a poco va desapareciendo, dando lugar a un amor más sosegado, crepuscular y racional. Al menos en la mayoría de los casos (siempre hay excepciones). Fijaros como el símbolo de Cupido en la imagen de arriba es una mezcla del símbolo de Venus y Júpiter. Es como un Venus Inflado o Inflamado.
Es complicado que esa etapa de enamoramiento se prologue en el tiempo, principalmente porque produce un gran desgaste en los recursos de las personas enamoradas (aunque dentro de la propia etapa de enamoramiento pueda no sentirse así). De esta manera, la llama chispeante del enamoramiento se convierte en una llama más sosegada.
Al comienzo de una relación las expectativas son muchas, la atracción es muy intensa, hay gran suspense por lo que pueda pasar con la persona amada. Pero el tiempo pasa, y llega la seguridad, la estabilidad, el afecto, los códigos de comunicación propios…
Así que mientras estamos en pleno proceso de enamoramiento, vivimos en una nube que parece auparnos hacia el cielo, ya que ahí está la persona amada, imagen idílica de perfección que hasta nos quita el sueño.
Pero finalmente, por más que la nube se eleve hacia el pedestal donde se encuentra esa persona, llega un momento en que hemos de bajar, pisar el suelo y dejar de volar ciegamente. Es ahí donde el amor hace acto de presencia (para algunos se trasforma), y el ser amado muestra sus defectos, pero también su cercanía, su comprensión y su cariño.
Las parejas que acaban de conocerse suelen tener una sintonía envidiable: la empatía es más fácil porque el uno está muy pendiente del otro y al revés. Sin embargo, el conocimiento y la complicidad es un caldo de fuego lento, al igual que la confianza. Es cierto que nunca vamos a dejar de descubrir al otro, en parte porque el otro es dinámico y cambia; cambian sus costumbres, su círculo social o su carácter. Sin embargo, somos capaces de ver en él un núcleo duro, una cierta estabilidad dentro del movimiento que es lo que nos hace tener la sensación de que conocemos al otro.
Sabemos cuáles son sus gestos más característicos, esas muecas disimiladas que dictan que hay algo que le ha gustado o que no le ha gustado. Una mímica que para otra persona pasaría desapercibida, incluso aunque le prestara más atención a nuestra pareja, y sin embargo para nosotros no.
Por otro lado, si con el final del enamoramiento se apacigua el deseo y emergen los defectos, no es menos cierto que una vez superada la transición también se fortalecen otros lazos. Antes hemos hablado de la confianza, de la complicidad o de la intimidad. Sin embargo, si hay un buen presagio para la continuidad de un amor es que la admiración mutua, que comenzó con el enamoramiento, se mantenga.
Las diferencias entre amor (Venus) y enamoramiento (Cupido) explicadas aquí quizás correspondan con lo normativo y como siempre los matices de la realidad son mucho más ricos. Hay personas que dicen estar enamoradas de un amigo, hay otras que empiezan queriendo a sus parejas para luego enamorarse o no hacerlo nunca. También hay parejas que confiesan estar enamoradas toda la vida. Más allá de las diferencias entre amor y enamoramiento, entre estar en uno u otro lado (si realmente son lados diferentes), lo importante es que cualquier relación que compartamos sea una ventura positiva para nosotros.
En cuanto al ámbito amoroso, Venus en la carta natal nos habla, entre otras cuestiones, de qué cualidades te atraen y de tu capacidad de amar y ser amado/a. Venus en la carta astral de una mujer (acompañado de la Luna), simboliza su esencia femenina. En la carta astral de un hombre, Venus representa su ideal femenino y qué le atrae.
Marte expresa la forma en que se manifiesta nuestra naturaleza sexual. De nuevo, en la carta astral de una mujer señala su prototipo idílico masculino, mientras que en la carta natal de un hombre, simboliza (junto con el Sol) su propio potencial e identidad masculina.
La Luna, por su parte, habla del subconsciente y de las emociones (así como de la relación con la madre, el ser madre o con la maternidad a grandes rasgos).
Sin embargo, Cupido representa el amor romántico: cómo nos enamoramos, qué nos erotiza. A través de esta experiencia, el Ser puede transformarse. Es la fuerza motriz que “une” y “mezcla” todo.Sigmund Freud, en sus estudios del alma humana (psique), descubrió dos impulsos gemelos que hacen que el ser humano actúe y viva. Los nombró: Eros y Thanatos, siguiendo una tradición de la antigua Grecia. Eros es el impulso de amar, el deseo por el otro, y la necesidad de prolongar la existencia mediante la progenie. Por su parte, Thanatos es el impulso que nos lleva inevitablemente a la muerte, por autodestrucción, y hace que el dolor y el sufrimiento sean el martirio de todo ser humano. Lo más interesante es que Eros se encuentra íntimamente ligado a Thanatos, aunque estén en constante pugna en la psique del ser humano.
El amor y el deseo, así como el nacimiento y la muerte, son experiencias que generan cambios internos en el individuo. Es por eso que la excitación máxima del acto sexual, el orgasmo, es comparable con la muerte o con el nacimiento (la petite morte, la pequeña muerte) … Placer y dolor que se funden en el éxtasis.
Eros es la fuerza, la Shakti (del sánscrito shak, ser capaz de…) o poder vital del Hatha Yoga, que pone en movimiento el Kundalini, y que, al pasar a través de diversos chakras (centros nervofluídicos), los ilumina, esto es, permite que todo Buscador que aspira ser Hijo de la Luz crezca en consciencia cósmica. Al pasar, debemos señalar que el primer chakra a despertarse e iluminarse es el Muladhara (emanación del plexo sexual) y el último, el Sahasrara Padma (chakra que corresponde a la glándula pineal).
Sobre el Chakra Muladhara, resulta muy pertinente señalar lo que nos dice el Dr. Serge Raynaud de la Ferrière, en su obra Yug Yoga Yoghismo, una Matesis de Psicología:
“Es el centro residencial de todas las sensaciones, es aquí donde hay que principiar la eliminación de los vicios, de las pasiones y hasta de los más simples apegos terrestres. Verdadero almacén de deseos, este chakra, con su iluminación, proporcionará el primer paso hacia la liberación…” (YYY 257).
Eros y Thanatos, son el Yin y el Yang de la sabiduría china, el principio masculino y el femenino, el negativo y el positivo, la vida (Eros) y la muerte (Thanatos).
ASTROLOGIA
Si se relaciona a Neptuno como una octava superior de Venus, siendo Venus el amor terrestre y Neptuno el amor celeste, bien podríamos relacionar, también, a Eros como otra octava de Venus o, mejor aún, como un punto de enlace entre las influencias de Venus y las influencias de Neptuno; por lo tanto, en un horóscopo, Eros puede „hacernos vivir‟ desde la aberración, la falta de moral y ética en una relación de pareja, la sodomía, e incluso la zoofilia (relaciones con animales), hasta la iluminación de nuestros de centros de poder mental y espiritual, los chakras.
Resulta ilustrativo señalar, como para tener un abc de Eros, lo que nos refiere, Josep Lluís Albareda, en su ponencia Nuevos Puntos en la Astrología, sustentado en el XVII Congreso Ibérico de Astrología de Bilbao, en julio de 2000:
“Parece ser que Eros es Amor, toque, afecto y, en muchísimas ocasiones, puede inducir a la prostitución. Un Eros fuerte, produce una gran necesidad de contacto físico, especialmente a nivel de sexo.
Puede agregar un fuerte carisma a una persona y capacidad de encanto (sobre todo, cuando está conjunto al Ascendente). Produce tal encanto, que parece que la persona tiene una franqueza emocional casi total. Un Eros en la XII, por ejemplo, provocaría a alguien que quiere ser amado tanto, que siempre encuentra a alguien para amar. En la Casa I, se trata de alguien que parece tener mucho amor que dar y ofrecer, y esto lo hace con cada nueva persona que aparece en su vida. No hay ninguna discriminación sobre la persona que se ha de amar.
No es raro encontrar que una persona con un Eros cercano o conjunto al Sol, a la Luna, a Venus o a Marte… sea sexualmente muy promiscua. En cierto sentido, nos da pistas para encontrar al „alma gemela‟. También, en muchos casos, significa la fuerza del amor que nos cambia, por ejemplo, algunos malos hábitos en la vida.
A nivel de tránsitos, suele traer atracciones súbitas, sentimientos, sueños y pensamientos eróticos”.
Ciertamente, esto es Eros, pero también es la posibilidad de tender un puente de entendimiento entre las personas. Eros es la energía que nos mueve hacia el entendimiento (al „entendeos los unos a los otros‟), a juzgar por las cruzadas de investigación que unieron, en los años 1900 – 1901 y 1930 – 1931, a los astrónomos del planeta para medir la Unidad Astronómica, o la distancia de la Tierra al Sol. Sobre este punto en particular, es ilustrativo reproducir lo que nos señala el Dr. Serge Raynaud de la Ferrière en su trabajo „Nuestro Universo‟:
“… desde el descubrimiento de un „pequeño planeta‟ que ha sido denominado „Eros‟ (su diámetro no excede, probablemente, de 40 Kms). Descubierto en 1898, ese pequeñísimo planeta pasa de tiempo en tiempo a una distancia relativamente pequeña de la Tierra, siendo el mínimo cerca de 1/6 de la distancia de la Tierra al Sol. Desde su descubrimiento, se han presentado dos veces las condiciones favorables, en 1900-1901 y en 1930-1931; las dos veces casi todos los observatorios del mundo se entendieron para observar a Eros, a fin de medir la distancia.” (Los Propósitos Psicológicos: Nuestro Universo, Volumen III, págs. 162, 163, ediciones G.F.U.).
Cupido en la 1ª casa Te gusta que tu casa esté bien decorada. Te desenvuelves bien en un ambiente artístico. Puedes tener familiares que sean artistas. A las personas les gusta ir a tu casa a fiestas y reuniones.
Cupido en 2a casa Podrías tener ganancias por tu matrimonio o tus sociedades. Te gusta coleccionar artículos de arte.
Cupido en 3a casa Te puedes dedicar a actividades artísticas, relacionadas con el correo o con la conversación con otras personas. Exiges que el ambiente en el que te desenvuelves sea hermoso y pacífico. Te gustaría tener una empresa relacionada con los viajes.
Cupido en la 4ª casa Tienes muchos recuerdos de tu niñez. Tus reuniones las realizas en tu casa. Tu casa es hermosa y en ella realizas actividades artísticas.
Cupido en la 5a casa Realizas actividades artísticas como hobby o como profesión. Te gusta la música, el baile porque tienes talento artístico. Esperas relacionarte con personas relacionadas con el arte.
Cupido en la 6ª casa Te gusta mucho trabajar con otras personas, especialmente en corporaciones, compañías, comités. También disfrutarías trabajando en alguna actividad relacionada con el arte.
Cupido en 7a casa Esperas compartir con tu pareja actividades de negocios. El ambiente en el que te desenvuelves será armonioso. Esperas que tu vida de pareja sea armoniosa.
Cupido en la 8a casa Esperas tener un matrimonio o alguna asociación hasta la muerte. Podrías involucrarte en actividades relacionadas con los seguros, cementerios, herencias.
Cupido en la 9a novena Podrías asociarte con familiares en el extranjero, con congregaciones religiosas, o en actividades universitarias.
Cupido en la 10a casa Podrías involucrarte profesionalmente con artistas, bailarines, músicos, animadores; o trabajar con el público.
Cupido en la 11ª casa Te llevas estupendamente con tus amistades. Algunas de ellas podrías ser artistas. Tienes una vida social muy variada.
Cupido en la 12a Durante tu vida podrías realizar actividades clandestinas, secretas. Trabajar en una asociación privada, sin relación con muchas personas.
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