OBSERVACIONES A LA SERIE “BOLIVAR”, DE NETFLIX.PARTE I. ROBERTO LOVERA DE-SOLA
OBSERVACIONES A LA SERIE “BOLIVAR”, DE NETFLIX. Bolívar es una serie de televisión colombiana escrita por Juana Uribe y producida por Caracol Televisión en el año 2019 en colaboración con Netflix.
POR: ROBERTO LOVERA DE-SOLA 3 de diciembre 2020
La productora de series de televisión Netflix ha estrenado la serie “Bolivar”(2019), que aquí en Caracas hemos podido ver a través de Televen(2020). Esta protagonizada por el venezolano magnífico Luis Gerónimo Abreu quien nos muestra, brillantemente, al Simón Bolivar(1783-1830) adulto, Y con la presencia de José Ramón Barreto en el Bolívar joven. En la serie también se destacan Nohely Arteaga, siempre rutilante actriz, como la madre de Bolívar, Irene Esser como su esposa; Saín Nadam como Manuelita Saenz, Abril Schreiber como Josefina Machado y el siempre convincente actor Hans Martínez, como Francisco de Paula Santander. La serie fue escrita por un equipo encabezado por Juana Uribe. Pero es tal el número de errores históricos y falsas interpretaciones de aquella vida impar que nos hemos sentido, como estudioso de la vida del Libertador, en la obligación de enumerar, refutar y mostrar el verdadero sesgo de lo que se omite o se mal interpreta. Nos referiremos en esta entrega a sus mas destacados errores, que a veces son falacias.
Por falacia histórica entendemos:
“Una falacia histórica, es un razonamiento falso que parte de premisas ciertas pero que por la forma como ellas son presentadas y aceptadas, lleva a conclusiones falsas…una falacia histórica es el camino por el cual se llega a consagrar a una mentira como una verdad y ésta es aceptada como verdad por quienes sospechan o saben que es una mentira, pero que se empeñan en que sea verdad, ya sea porque ello conviene a un propósito convertido en dogma político; o sirve para encubrir hechos que se tienen como bochornosos y les ayuda a ocultar o preterir el complejo de culpa por conductas activas u omisivas…Si no se hace un esfuerzo serio por desmontar la falsedad de estas falacias, el enigma seguirá siendo inescrutable. El primer paso para correr los velos que los cubren es ordenar las falacias para abordarlas sistemáticamente”.
En este artículo seguimos la serie hasta la Conferencia de Guayaquil(1822) entre Bolivar y San Martín, lamentablemente mal presentada, como diversos pasajes de aquella vida impar.
Debemos indicar que nuestras críticas no se refieren al aspectos fílmicos y televisos de la serie, ni a lo hecho, tan bien, por los actores y actrices quienes interpretan el guión que se pone ante ellos. La serie está bien hecha en general y que da gusto ver, la que hemos seguido con nuestro cuaderno de apuntes cerca de nuestra poltrona y con el lápiz en la mano para anotar lo que vemos. A lo que aludimos es a sus errores históricos, demasiado evidentes para el estudioso de la historia latinoamericana de la emancipación.
Y que la historia debe ser bien mostrada en series como esta es una necesidad en América Latina en cuyos países se conoce tan mal el suceder de su historia. No estamos promoviendo una suerte de clase de historia en imágenes, sino que los sucesos sustanciales sean presentados como se debe, como sucedieron y nos lo enseñan la documentación y las mejores interpretaciones. Los papeles del Libertador, maestro de escribir, hasta el 31 de diciembre de 1825, está formada por 12.056 documentos, que incluyen su importante epistolario, en ellos están sus pensamientos, su “alma pintada en el papel”(Escritos,t.II,Vol.I,p.291) como el mismo dijo. Ser fieles a la verdad, historiar con corrección, ser fieles al día y la hora en que los hechos sucedieron, es una obligación de quien proyecta una serie como esta y especialmente de quien escribe sus guiones.
LO QUE ENJUICIAMOS
Tal los hechos que no han sido bien presentados, siempre a través del imágenes y diálogos, en la serie:
SIMÓN RODRÍGUEZ
No lograron ver a don Simón Rodríguez(1769-1854) en su verdadera faceta. Este no fue sólo el maestro del niño Bolívar, lo que se presenta, aunque no sólo ello, Rodríguez fue el gran renovador de la escuela elemental en Caracas, en cuya escuela de Primeras Letras era maestro, para cuya renovación concibió su célebre informe al Cabildo(1794) que es el primer gran informe de la Ilustración en Venezuela que conocemos. Sus fuentes fueron el pensamiento ilustrado educativo español de la época que don Simón conoció gracias a las obras del pensamiento español, en las obras que le encargaba a España el abuelo de Bolívar, don Feliciano Palacios(1730-1793) de quien el pedagogo era amanuense y quien le llevaba las cuentas. Fue en casa de don Feliciano en donde se conocieron los dos Simones, a poco de la muerte de su madre en 1792 a donde los hijos varones, Juan Vicente(1781-1811) y Simón(1783-1830) se mudaron, ya que las dos hermanas María Antonia(1777-1842) y Juana(1779-1847) se habían casado, fue el momento en que aquel hogar quedó huérfano de feminidad, como anota Salvador de Madariaga(1886-1978). También fue Rodríguez el primero en proponer la necesidad de crear una escuela elemental para niñas en Caracas. Tampoco aluden a otro importante hecho: la acción de Rodríguez durante el litigio de 1795 cuando Bolívar sintiéndose maltratado por el escaso afecto de su hosco tío Carlos Palacios(1762-1805) escapó de la casa de don Carlos y fue casa de su hermana mayor María Antonia(1777-1742). Hubo un litigio ante la Real Audiencia y la acción de Rodríguez ante aquello ha sido considerada un acto de psicoterapia por el psiquiatra Moisés Feldman(1923-1995), el mayor estudioso actual de la psicología de Bolivar(junto con el colombiano Mauro Torres) luminosas son las obras de ambos. Por cierto que en el documento del juicio maestro y discípulo firmaron el acta, Bolivar firmó por aquel año 1795 por vez primera. Pero las firmasn de ambos aparecen una frente a la otra en aquel papel, sus firmas tienen hoy relevancia histórica.
Tampoco participó Rodríguez en la Conspiración de Picornell, Gual y España, sucedida en 1797, como se nos hace ver en la serie, ya que el maestro había salido de Caracas, y de Venezuela, para nunca retornar, dos años antes, el 15 de noviembre de 1795. Además el tejido de la Conspiración se inició tras la llegada de Picornell, su ideólogo, a La Guaira el 3 de septiembre de 1796, cuando hacía un año de la salida de Rodríguez del país.
CARLOS PALACIOS
Se dedican demasiadas escenas a don Carlos Palacios, el tío y tutor de Bolívar en Caracas no dándose cuenta de lo esencial de su relación con el sobrino. Lo que vemos, en su mayor parte, se refiere a hechos que no sucedieron, ya que la mayor parte de los documentos sobre él que conocemos, con relación a Bolívar son de naturaleza económica. Lo que si es cierto es que llenó la vida del sobrino de dolor y ansia por sus constantes ausencias, siempre en sus haciendas y el niño y el adolescente quedó solo en su casa solariega, de Sociedad a Traposos. Lo esencial, que no hoy comprendemos bien, examinando la poca documentación que nos ha llegado, es que don Carlos se benefició mucho de la administración de la gran herencia del sobrino,era Simpn la persona mas rica de la Provincia de Caracas, tanto que estando Simón en España, al cuidado de sus tíos Esteban(1763-1830) y Pedro(1769-1811), le escribió una carta(octubre 8,1788), en uno de suyos párrafos se lee esta barbaridad:
”Creo que no habrás olvidado el asunto de la casa en que vivo para que le tomes a Simón un papel firmado por si variasen las cosas y también para que en caso que fallezca[Simón] para que se me redima de la dación de cuentas el que le tomarás por triplicado para que mandes dos y tu te reserves otro”, la carta es conocida ya que la publicó el doctor Vicente Lecuna(1870-1954) en 1930.
En verdad, la parte final de las relaciones Carlos-Simón fue cuando el sobrino le pidió le diera cuenta de la administración de sus bienes y recibida esta Bolívar se la rechazó(Escritos,t.II,Vol I,p.127-128). En verdad los entrelíneas de la misiva son demasiado significativos: el sobrino no aprobó las cuentas que le presentó el tío, por ello dice que no le presenta la “contenta” que quería decir que Bolívar se sentía satisfecho de las cuentas presentadas. Dos años después falleció don Carlos, sin presentar bien las cuentas de la administración de los bienes del sobrino que era la mas grande fortuna que alguién poseyera en la Provincia de Caracas de aquellos días. Debe decirse también, lo que no aparece en la serie que las malas relaciones tenidas por Bolívar con el tío fue el único caso de relación negativa que Bolívar tuvo con algún miembro de su familia, tal como lo advierte Augusto Mijares(1797-1979), ya que la mayoría, incluso con su hermana María Antonia, quien tantos dolores de cabeza le hizo padecer, pero a quien trató de comprender siempre, como lo podemos ver hoy en día en la correspondencia del Libertador y en los estudios que le dedicaron Paúl Verna(1927-1955) e Inés Quintero(1955).
EN ESPAÑA
En los días de Bolívar en España(1799-1802x) hay un gran error: Bolívar no conoció a Fernando Rodríguez del Toro(1772-1822) en España, Fernando era caraqueño y su amigo desde la infancia. Y como todos los Toro, a quienes mucho quiso, eran incluso parientes, se conocían desde siempre. De hecho fue Fernando quien llevó a Bolívar casa de sus primos los Rodríguez del Toro en Madrid en donde Simón conoció a María Teresa Rodríguez del Toro, de quien se enamoró y luego casó. Hay numerosos hechos sobre el noviazgo de ambos que se soslayan en la serie.
EN PARIS
Los días de París, tan decisivos en la vida de Simón Bolívar están pésimamente tratados, estos fueron decisivos en la formación intelectual y política del joven caraqueño y no fueron solamente días de bohemia y golgorio, que los tuvo, aunque tuvo también su relación amorosa con Fanny du Villars, quien inventó ser prima de Bolivar, cosa que nuestros mejores genealogistas no lograron demostrar. El Bolívar que llegó a Paris en 1804, aunque había estado allá dos años antes, durante varias semanas antes, en 1802, cuando se debió encontrar con don Simón Rodríguez ya que ambos residían en la misma calle, Bolívar en la que había sido la última residencia parisina de Francisco de Miranda(1750-1816). Fue otro Bolívar, el político y el ideólogo el que surgió allá, se ve en la serie su contacto con Alejandro de Humbodt(1769-1859) y Aime Bonpland(1773-1958) tan decisivos para el, pero nada se dice de la importante formación intelectual que logró allí, gracias a su gran capacidad de estudio y por ser ya un voraz lector desde muy atrás, lo que se acrecentó en Madrid en sus estudios junto al marqués de Ustariz, Jerónimo Uztariz y Tovar(1735-1809), lo que no se dice ni se insinúa en la serie. Aparece, muy de soslayo, la importante y decisiva influencia de Simón Rodríguez(1869-1854) en él, claramente establecida por él en su célebre Carta de Pativilca(enero 19,1824). Tampoco vemos el desarrollo de su amistad con sus grandes amigos, los esposos Trristan, su carta a Teresa, a la esposa del coronel Tristán, sobre la forma como su maestro curó su alma enferma como consecuencia de la viudez, ha sido considerada por el psiquiatra Moisés Feldman como la expresión de un acto de terapia aplicada por Rodríguez a su discípulo de sus dolores de la viudez. La carta fue considerada también, por Marcos Falcón Briceño(1907-1998), “como el mas antiguo testimonio romántico de un escritor venezolano”, ya que narra a Teresa todas las cuitas vividas por él tras el deceso de su esposa María Teresa. Debemos señalar también que la primera carta en donde se encuentra lo que será en adelante el estilo de Bolívar, único en su época, es para nosotros su carta, escrita en francés, al coronel Tristan, escrita en París en 1804, no conocemos el día ni el mes que fue redactada(Escritos,t.II,Vol I,p.145-145). Esta carta se consideró dirigida a Denis de Traubriand, esposo de Flora Trstan(1803-1855), hasta que la publicó Flora Tristan, la hija de los esposos Tristan en un periódico de París: Le Voleur(julio 11,1838).
ROMA
Nada se dice en la serie de un hecho decisivo en la vida de Bolivar: el Juramento en el Monte Sacro(agosto 16,1805) en el cual lo acompañaron su querido maestro don Simón Rodríguez y Fernando Rodríguez del Toro, hecho que muchos historiadores soslayan siguiendo solamente el cuadro del hecho, pintado por Tito Salas(1887-1974), que está en el Panteón Nacional, en Caracas, en donde solo aparecen Bolívar y Rodríguez Fernando Rodríguez del Toro era afectivamente tan querido para Bolívar que enterarse de su muerte, en 1823, dijo en una carta a su sobrino Anacleto Clemente que “He sabido con infinito dolor la muerte mi primer amigo, de Fernando”(Escritos,t.II,Vol.I,p.280).
EN LONDRES EN 1810
De su importante misión diplomática a Londres en 1810 se excluye la presencia de don Luis López Méndez(1758-1841), lo que es garrafal error, porque fueron los tres diplomáticos quienes realizaron obra significativa: Bolívar como jefe de la misión, Bello como secretario de la legación y redactor de todos sus documentos y López Méndez, el de mayor edad de los tres, quien fue el creador de la Legión Británica. Fue durante la misión que los tres caraqueños conocieron a Francisco de Miranda(1750-1816), sobre quien Bello redactó, y López Méndez firmó, el primer gran alegato en defensa del gran hombre concebido por un venezolano.
En general los saltos en la historia de Boliívar que se encuentran en la serie son muchos, y ello impide a los televidentes poder llegar a tener una idea correcta y cabal de lo hecho por el gran hombre.
EL PASO DE LOS ANDES
Uno de los mejores momentos de la serie, hasta ahora, es el Paso de los Andes. Allí vemos al oficial irlandés Daniel Florencio O’Leary(1801-1854) siempre presente, pero su apellido siempre es mal pronunciado por los actores hasta el punto que nos costó comprender que era O’Leary aquel militar, pese a todo lo que veíamos no podía haber sido sino realizado por él, ya que así lo registra en sus Memorias(1879).
Es en el Paso de los Andes donde aparece Josefina Machado(c1793-1820), a quien todos llamaron Pepita, y quien fue uno de los seis amores fundamentales del Libertador, la única caraqueña entre ellas, patriota y la única que pudo ser su segunda esposa porque era la única soltera entre sus enamoradas, ya que Fanny du Villars, en París y Manuelita en Quito, eran mujeres casadas. Seis fueron los grandes amores del Libertador comenzando por su única esposa María Teresa Rodríguez del Toro(1781-1803) de quien enviduó, no se volvió a casar para ser fiel al juramento que hizo ante sus despojos; Fanny du Villars en sus días en París; Pepita Machado, la única caraqueña entre sus amores; Bernardina Ibáñez(1803-1864) que tenía la fama de ser la mujer mas bella de Bogotá, quien nunca aceptó su amor; la quiteña Manuelita Saenz(1797-1856) quien llenó su vida en los últimos ocho años de su vida. Y Joaquina Garaicoa, la guayaquileña, con la cual tuvo un hondo romance platónico porque aquellos eran los días su apasionado romance con Manuelita y porque ante Joaquina solo tenía una posibilidad: ponerle un anillo en su dedo anular ante el altar. Tan grande fue aquella relación que al morir el rostro del Libertador estuvo cubierto con un pañuelo, a la hora del entierro este le fue quitado y uno de sus edecanes lo envió a casa de Joaquina en Guayaquil. Hay cartas de Bolívar sobre este romance dirigidas a Joaquina a través de sus hermanas. Y solo una carta de ella a él, a quien Joaquina llamó siempre Mi glorioso. El panuelo llegó a pertenecer al historiador panameño Juan Bautista Pérez y Soto(1854-1926) quien lo conservaba dentro de una réplica de la tumba de Napoleón en Los Inválidos en la urna de aquella miniatura colocó el panuelo. En Roma un día se lo mostró al padre José Humberto Quintero(1902-1984), el futuro cardenal, gran estudioso de Bolivar, quien así lo pudo ver.
Volvamos a Pepita y a lo que sobre ella sabemos hoy: se había creído siempre que se habían conocido en Caracas, el 6 de agosto de 1813, tras la Campaña Admirable, la verdad es que se conocieron en 1808 en El Tuy, ya que la hacienda de los Machado era aledaña a la de Bolivar. Allí prendió el amor. Pepita fue patriota. En 1814, cuando se esperaba la llegada de Boves a Caracas, el Libertador, ya lo era desde el año anterior, ayudó a Pepita, su mamá y una tía a salir al exilio, se dirigieron a St.Thomas y alli estuvieron hasta 1816 cuando Bolívar las mandó a buscar y las incorporó a la Expedición de Los Cayos, razón por la que Pepita y sus acompañantes estuvieron con él en Margarita, en Carúpano, en Ocumare de la Costa y Choroní. Al fracasar aquella expedición Bolívar las hizo retornar a St.Thomas. En 1818, es la fecha mas cierta, la llamó de nuevo y Pepita estuvo con él ese año y el siguiente en Angostura. Vivían juntos en la Casa del Tamarindo. Allí ella lo vio dictar el Discurso de Angostura a su secretario el coronel Jacinto Martel y luego lo escuchó cuando lo pronunció al mediodía del 15 de febrero de 1819. Aquel día también estaba en Angostura su hermana patriota Juana Bolivar Palacios, quien también se había dirigido desde Haiti a Angostura a estar cerca el querido hermano, quien la llamada Juanita. Cuando Bolívar dejó a Angostura, en 1819, para salir a hacer la Campaña de la Nueva Granada, Pepita se quedó en Angostura. Cuando el Libertador regresó en diciembre con los laureles del triunfo estaba esperándolo, asistió a la creación de la Gran Colombia(diciembre 17,1819) y lo despidió al salir para dirigirse a Bogotá, capital de la Nueva República. Fue entonces cuando, por la ruta de los ríos que se dirigió a Bogotá, pero la vida le falló en Achaguas, Apure, en 1820. Al año siguiente el Libertador vino a Achaguas(marzo 21,1821), en donde frente a su tumba, en la antigua iglesia del pueblo derramó muchas lágrimas de emoción ante el túmulo, recordando a Pepita quien lo había acompañado durante doce significativos años de su acción(1808-1820), sus días en el Caribe y Guayana.
Por todo lo expuesto sabemos que es falso lo que se ve en la serie protagonizado por Pepita el año 1819, ya que ella se quedó en Angostura durante de los días de aquella gran epopeya. Hay algunos hechos que vemos que sentimos pudieron ser tomados de su acción durante su días de 1816 en la que estuvo junto a Bolívar. Sin embargo, debemos elogiar la interpretación de Pepita que hace la actriz Abril Schreiber al encarnar a Pepita, pero nada de lo que vemos sucedió pues Pepita no participó en el Paso de Los Andes, lo que allí vemos es una gran falacia histórica. Para entender esto, repetimos, es necesario repasar lo que sabemos, que no es mucho, de la vida de Pepita, lo que hemos presentado esquemáticamente mas arriba.
BOGOTA
En la llegada a Bogotá de las tropas patriotas tras Boyacá, el primero en llegar fue el Libertador, de ello hay una singular testimonio de unos jóvenes que lo encontraron en el puerte y lo llevaron hasta el Palacio del Virrey, sede del gobierno, uno de los cuales fue el artista José María Espinosa, quien con el tiempo pintó varios retratos del Libertador y en sus Memorias dejó constancia del momento en que le conoció. El testimonio es valioso:
“En aquel instante reconocieron Maza y mi hermano al general Bolivar…Seguimos con él hasta la plaza de la Catedral. La noticia de su repentina llegada lleno de extraordinarii júbilo a toda la población. Llegaron algunos sujetos a caballo y todos le instaban para que fuese al Palacio, pero él rechazó; sin duda aguardaba los que llegasen los que venían atrás para dar allí mismo las órdenes del caso. En efecto a poco rato llegó el coronel Justo Briceño(1792-1868), de una traza la más rara, con los calzones, hechos pedazos y una chaqueta corta. Bolívar no estaba mas elegante: el uniforme de grana, roto y lleno de manchas en todas partes. En seguida llegaron el coronel[Leonardo]Infante(1798-1826) y la caballería apureña, en caballos cansados y ocuparon las cuatro esquinas de la plaza. Después se nos acercaron y dijeron:’Señores pie en tierra que necesitamos sus caballos para seguir a Honda en persecusió de los enemigos’”.
En ese período de Bolívar en Bogotá se excluye en la serie su inclinación amorosa por Bernardina Ibáñez(1803-1864), su amor de aquellos días y los siguientes, después de la muerte de Pepita Machado en Achaguas. Bernardina rechazó sus intentos de seducción por estar enamorada del también prócer caraqueño Ambrosio Plaza(1791-1821), Plaza pidió a Santander permiso para casarse con ella, este le dijo que ese permiso debía concederlo Bolívar, pues sabía que aquel estaba enamorado de Bernardina. El Libertador no concedió el permiso, Plaza murió en la batalla de Carabobo, razón por la cual Bernardina nunca perdonó al Libertador.
CON MORILLO EN TRUJILLO
También en el período posterior al Paso de Los Andes, su presencia en Bogotá, y sus acciones para preparar la Campaña de Carabobo, sucedió un hecho singular tristemente mal presentado la serie. Nos referimos a los tratados de Armisticio y Regularización de la guerra en Trujillo, firmados entre ambos ejércitos en 1820 y la posterior reunión de Bolívar y al general Pablo Morillo(1778-1837), jefe de las tropas realistas, en el pueblo trujillano de Santa Ana, en donde permanecieron durante un día, brindaron por la paz ante sus oficiales y soldados y durmieron en la misma habitación esa noche los dos grandes adalides. Morillo descubrió a un Bolívar que ignoraba, pues este llegó vestido de paisano a la entrevista, cubierto con un sombrero de paja en una mula. Así habían suficientes elementos para usarlos en la serie, cosa que no hicieron, por desconocer los guionistas lo que dicen las obras que lo tratan, sino que presentaron un suceso de tanta importancia política como si fuera algo sin sentido, cuando tuvo una grande relevancia en proceso de aquelos años. Tenemos además el relato de aquel suceso narrado por el general O’Leary.
SANTANDER
En cuanto al general Francisco de Paula Santander(1792-1840) hay un hecho que requiere una consideración: es la condena a un soldado patriota que los guionistas, por su falta de conocimiento de la historia, han confundido con un hecho sucedido años después en Bogotá que vemos consideramos que los guionistas, asi confundieron lo que vemos, la condena injusta de un soldado patriota, con el “asesinato judicial” a un coronel patriota, negro y hombre del pueblo, uno de los centauros de las Queseras del Medio(abril 2,1819) Leonardo Infante(1798-1826) que fue un acto inicuo, en el cual el Libertador no pudo actuar por encontrarse en el Perú, sino Infante nunmca hubiera sido fusilado, lo fue por un delito que no había cometido. El suceso contra el soldado patriota, quien hizo la campaña del llano, el Paso de los Andes, peleó en el Pantano de Vargas y en Boyacá, se ve en los capítulos que registran los comienzos de la Campaña del Sur, que fue la que llevó al Libertador a Quito. La carencia de medios del gobierno patriota implica un gran desconocimiento de la historia económica: cuando Bolívar y Santander, en Angostura, en 1818, decidieron aquella campaña lo hicieron pensando en los magníficos medios que ofrecía la Nueva Granada, rica, con numerosos recursos agrícolas y pecuarios, necesarios para la logística de la Campaña del Sur, que con todas sus dificultades fue un hecho gracias a esos recursos y a la acción de Santander.
Es muy necesario presentar al general Santander, sin cuya presencia y labores hubiera sido imposible la libertad de Ecuador y Perú, igual cuando perdió el rumbo de la emancipación y se enemistó con Bolívar apoyando el intento fallido de su asesinato, pero hay que verlo con certeza documental y sin prejuiciadas intenciones. De hecho, desde hace pocos años, hay una magnífica biografía de este adalid que sentimos no fue consultada por los guionistas, es la académica Moreno Ángel y, desde luego, también el libro del historiador norteamericano Bushnel, sobre la acción administrativa de Santader como vicepresidente.
De hecho la presencia de Santander debe ser mirada con ecuanimidad. Mirarla con buenos ojos los colombianos y con malos los venezolanos es un contrasentido histórico, indica una ausencia de metodología histórica. Pese a todo lo que fue el general cucuteño no se puede olvidar en ningún momento, que aquello que lo representó mejor fue su interés por el dinero y por el poder. De hecho, tras los trágicos sucesos de 1825 en Bogotá, en donde Santander participó y tras su salida al destierro, tras liberarlo el Libertador de la pena de muerte que le habia sido impuesta por su participación en el intento de asesinato de Bolívar, la carrera de Santander cesó, así haya logrado ser, al fin, presidente de la Nueva Granada por un período, ya bastate enfermo, porque al enfrentarse con el Libertador perdió la esencia de lo que había sido como oficial y vicepresidente. De todas maneras debe siempre leerse con atención sus papeles y documentos. Y comprender el señorío suyo que aparece en la carta, escrita en París que envió(abril 2,1831), a su hermana Josefita Santander, refiriéndose a la noticia de la muerte del Libertador, recibida por él tiempo antes, cuando se encontraba en Florencia, Italia(enero 1,1831). Es un documento bien singular que pocos citan pese a haberse hecho público hace cincuenta y tres años.
MANUELITA
Es muy buena la recreación de la vida de Manuelita Saenz, la actriz que lo hace es muy buena y de especial belleza, Saín Nadam. Pero cuando ella conoce al Libertador en 1822 no suceden en Quito muchos de los hechos que se le atribuye en la serie, especialmente la presencia de su esposo, el inglés James Thorne, quien al viajar ella a Quito ese año él se quedó en Lima y ella estuvo libre para iniciar su relación con Bolívar, decisiva en la vida de ambos. Esto nos lo indican muy bien sus dos grandes biografías, la del ecuatoriano Alfonso Rumazo González(1903-2002) y la del norteamericano Victor von Hagen, que son las dos mejores, las que deben seguirse, ambas a la vez a la hora de escribir sobre la gran quiteña, la mujer mas importante de todo el proceso de la Independencia, siempre fiel a su amor por Bolívar hasta el último minuto de su vida en Paita, puerto de Perú, en 1856.
LA ENTREVISTA DE GUAYAQUIL
Esta parte de nuestro análisis lo cerramos con la entrevista de Guayaquil(julio 27,1822) la cual fue muy breve, y no como la presenta la serie. Antes de la entrevista al llegar el Libertador a Guayaquil decretó la incorporación de aquella ciudad a la Gran Colombia(julio 13,1822) con lo cual zanjó la controversia entre los que creían que Guayaquil pertenecía a la Nueva Granada, entonces Colombia, la Gran Colombia de los historiadores, o si era parte del Perú. Asi cuando dias después el barco que traía al general José de San Martin(1778-1850) llegó a Guayaquil. para la entrevista con el Libertador. Al atracar en la rada del puerto el propio Libertador fue a recibirlo como Presidente de la República de Colombia. con lo cual vio San Martin que la controversia cesó. Luego se encontraron y conversaron largamente(26 y 27 de julio). Las entrevistas fueron privado, sin la presencia de ningún testigo, tras lo cual San Martín se despidió y se dirigió al puerto en donde tomó su barco y se dirigió a El Callao, el puerto que servía a Lima. Lo hablado no es desconocido, como algunos dicen, lo que está bien aclarado hoy en día por los historiadores, especialmente por Vicente Lecuna. Pero tenemos el testimonio director de lo sucedido, pues dos días después, el 29 de julio, el Libertador dictó una carta a su secretario José Gabriel Pérez dirigida al general Santander dándole cuenta de lo hablado con San Martín(Escritos del Libertador,t.XXIII,p.73-75) que es la fuente básica de la Entrevista.
No estaba en Guayaquil Manuelita, como se ve en la serie, pero si, en sus encuentros en Quito con Bolívar, le había dado noticia al Libertador sobre la personalidad y propósitos de San Martín, dado que ella era amiga del argentino desde sus días en Lima. Estas noticias fueron de gran utilidad para Bolívar. Estas conversaciones fueron hechas en privado, en el lecho de los amantes, y para nada en la cena que se ve en la serie la cual nunca se llevó a cabo, entre otras razones porque el esposo de Manuelita no estaba en Quito.
PARA CERRAR
Las constantes publicaciones de novelas históricas y de series históricas se explican por la gran crisis que vive la democracia latinoamericana en nuestros días. Pero para ser ciertamente históricas sus autores deben respetar los fueros de la historia, para así enseñarla a nuestros ciudadanos. Nos respetar su verdad y alterarla es grave hecho, que es lo que vemos en los guionistas de la serie Bolívar de Netflix, estos ignoran la historia de tal manera que para nada les importa contarla mal. No todas tienen graves errores, pero si muchas de ellas, en especial aquellas en las que se usa la historia para servir a los gobiernos, sus guionistas son los que la alteran, y ello no es culpa de los actores quienes interpretan los guiones que deben interpretar.
Diciembre 2,2020.
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